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I. INFORMACIÓN GENERAL:
Módulo Elaboración de productos de limpieza Período académico
2023-1
industrial y doméstica
Unidad Didáctica Surfactantes básicos Ciclo 1
Capacidad de la UD Ambiente Aula taller
10’
CIERRE Se expone conclusiones respecto a lo aprendido en
(Transferencia a clase. La docente realiza la retroalimentación los
aspectos más relevantes de la actividad de
situaciones nuevas, aprendizaje.
Metacognición,
evaluación y
Dialogo y
Retroalimentación)
El/la docente plantea preguntas sobre lo enseñado Participación
en clase
III. EVALUACIÓN
Técnica/Método
Indicadores de logro Aspectos de evaluación Instrumentos
IV. BIBLIOGRAFIA
De los sulfatos se dice que son agentes cancerígenos, que irritan la piel y son tóxicos. Como siempre,
muchas de estas afirmaciones son verdades a medias, o simplemente otra mentira más que acechan
alrededor del mundo de los compuestos químicos. Hoy vamos a intentar explicar un poco para que sirven
los temidos sulfatos y si son o no tan perjudiciales.
Descubrámoslo
Si bien es cierto en ocasiones el uso de los sulfatos en ciertas fórmulas no es la más acertada, como podría
ser en un limpiador facial para pieles acnéicas, sin embargo, incluso estos no son ni tan malos, ya que a no
ser que dejemos el jabón actuar durante toda la noche, el tiempo de aplicación es demasiado corto como
para que tenga algún efecto tan negativo.
Cuando en cosmética hablamos de sulfatos, y sobre todo, aquellos escondidos en la etiqueta «SIN
SULFATOS» nos referimos a los más conocidos: el SLS (sodium lauryl sulfate) y SLES (sodium laureth
sulfate).
De forma simple, los tensioactivos tienen dos partes, una afín a compuestos acuosos (parte hidrófila) y
otra que repele los compuestos acuosos (parte hidrófoba). En este caso, el sulfato sería la soluble en agua,
y lo que aparece delante del nombre (Laureth o lauryl) sería afín a la grasa, o mejor dicho, la parte
liposoluble del tensioactivo.
La manera de limpiar es idéntica al de detergencia y os recordará un poco a como funciona el post donde
hablamos sobre el carbón activo . La parte correspondiente del tensioactivo se “pegará” a la mancha
(aceite o agua), y permitirá eliminarla. De ahí que sean tan usados en productos de limpieza, permiten
eliminar la grasa de las superficies usando disoluciones acuosas.
En cosmética se usan principalmente se emplean de tres maneras, como limpiadores (poder detergente),
como humectantes y emulsionantes. Por lo que podemos encontrarlos en limpiadores faciales, aguas
micelares o champús, pero hay veces que los encontramos hasta en la pasta de dientes o
en la industria alimentaria ¿sorprendidos?
A simple vista puede parecer que la diferencia es pequeña, sin embargo, es bastante diferente usar uno u
otro cuando buscamos un tensioactivo (limpiador) poco irritante y agresivo.
El SLS es mucho más irritante y es mejor evitarlo (fuente) mientras el SLES es mucho más suave, pero ¿son
cancerígenos?
No.
Lo primero que tenemos que evaluar es la concentración usada en nuestros champús y el tiempo de vida
sobre nuestra piel. Ya sea un champú o un gel limpiador los sulfatos se usan en productos conocidos
como rinse off, es decir, de aclarado, siendo su tiempo de vida en la piel/pelo bastante corto.
La asociación del cáncer Americano, la FDA y la comisión europea permiten tanto el uso de SLS como SLES
en nuestros productos, y no hay estudios que vinculen el cáncer con su uso.
Sin embargo, sus productos secundarios en la síntesis sí. Hablamos del 1,4-dioxane que se forma en la
síntesis del SLES. Aunque cada día se diseñan reacciones con una visión menos contaminante (green
chemistry) que trata de reducir al máximo la formación de productos secundarios o usar disolventes que se
puedan reciclar, bien es cierto, que hay veces que no se puede evitar.
Pero que se forme un producto secundario no significa que no se pueda aislar del producto final. Es cierto
que puede tener un ínfimo contenido en 1,4- dioxane el SLES, pero de ahí a que por que lo uses te pueda
producir cáncer.. no sé. Recuerda que las fórmulas no están hechas al 100% solo por 2 ingredientes, si no
por bastante más, lo que reduce bastante la concentración final.
Lo que si que está demostrado es el alto poder irritante del SLS, por lo que estos mejor evitar,
independientemente de su uso.
En cuanto al SLES no es perjudicial si sabemos usarlo de manera correcta e identificar para que tipo de
usos está indicado.
Seguro que, si te fijas, muchos champús que no pensabas, llevan SLES. Su uso, desde mi punto de vista, no
es recomendable como champú de uso diario, ya que nuestro cuero cabelludo no genera tanto residuo
como para tener que usarlos. Sin embargo, si has usado laca, champú en seco, geles o productos con
siliconas, que sí dejan residuos, es una buena opción usarlo un par de veces al mes.
En cuanto a su uso como limpiador facial.. no me gusta. Además, debes tener en cuenta que si tienes la
piel seca eliminará la poca grasa que tienes, y si tienes la piel acnéica no es recomendado, ya que no deja
de ser un producto comedogénico, por lo que no ayudará en nada a tu acné
Como siempre, espero que haya resuelto alguna duda que tengas en el tintero y que no le tengas tanta
tirria a los sulfatos ¡no son tan malos, hombre!
El SLS contribuye a las propiedades espumantes de productos como el champú y los baños de burbujas. El SLS
es seguro de usar en estos tipos de productos de cuidado personal según su uso previsto, conforme a la
Revisión de Ingredientes Cosméticos (CIR) del panel de científicos. La EPA también considera al SLS como un
ingrediente seguro en estos tipos de productos en circunstancias de uso normal.
- ¿Por qué mi dentífrico contiene laurilsulfato de sodio?
El SLS es un ingrediente común en los dentífricos, ya que ayuda con la formación de espuma y ayuda a eliminar
restos de alimentos de los dientes. La Asociación Dental Estadounidense (ADA) considera al SLS como un
ingrediente que puede ayudar a mejorar la salud bucal.
A pesar de algunos rumores y suposiciones incorrectos, organismos gubernamentales como la FDA y la EPA
revisaron la seguridad del SLS y aprobaron su uso para una variedad de aplicaciones del consumidor. Además,
un estudio de 2015 revisado por pares que se publicó en Environmental Health Insights arrojó que el SLS es
seguro para su uso normal en productos de limpieza domésticos, que no es corrosivo para la piel de una
persona en condiciones normales y que su uso no se vinculó a la pérdida de cabello.
El SLS no es corrosivo para la piel de una persona en condiciones normales de uso y no hay evidencia científica
que sugiera que el SLS provoque caída del cabello.
Según un estudio reciente, no hay evidencia científica que respalde que el SLS sea un carcinógeno. De hecho, la
Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), el Programa Nacional de Toxicología de EE. UU., la
EPA y la Unión Europea no consideran que el SLS sea una sustancia carcinógena.
PRÁCTICA DE TALLER: