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Quetzaltenango 28 de abril, 2023

Centro Universitario de Occidente


Facultad de humanidades y ciencias sociales
Carrera de psicología
Licenciatura en psicología
Psicología aplicada a la educación

Análisis sobre conferencias TDAH,


Problemas de conducta en niños y
adolescentes, Problemas de
aprendizaje y sus diferentes actores.

Daisy Gissele Marroquín García


201930067
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) es un trastorno
neuropsiquiátrico que ha generado controversia y debate en los últimos años. Si bien es cierto
que ha habido un aumento significativo en el diagnóstico de TDAH en los niños y
adolescentes, también es importante tener en cuenta que es un trastorno real y que afecta a
muchas personas en todo el mundo.

Una de las críticas más comunes sobre el TDAH es que se diagnostica con demasiada
frecuencia y que se trata excesivamente con medicamentos estimulantes. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que el diagnóstico de TDAH no es fácil y debe realizarse por un
profesional de la salud mental capacitado, después de una evaluación completa de los
síntomas y antecedentes médicos y familiares del paciente.

Por otro lado, también es cierto que la medicación estimulante, como el metilfenidato, es una
de las opciones de tratamiento más eficaz para el TDAH. Sin embargo, no es la única opción
y debe ser evaluada caso por caso. La terapia psicológica, los cambios en el estilo de vida y
la dieta, y la educación sobre el trastorno también pueden ser efectivos.

En definitiva, es
importante abordar el
TDAH de manera
responsable y cuidadosa,
evitando tanto el sobre-
diagnóstico como la
negación del trastorno y la
falta de tratamiento. Con
la detección y el
tratamiento adecuado, las
personas con TDAH
pueden llevar a cabo una
vida plena y satisfactoria.
Los síntomas del TDAH se dividen en tres categorías
principales: dificultades de atención, hiperactividad e
impulsividad. La dificultad de atención puede incluir
problemas para prestar atención a los detalles,
dificultades para seguir instrucciones, dificultades para
mantener el enfoque en tareas o actividades,
dificultades para organizarse y olvidar cosas con
frecuencia. La hiperactividad puede manifestarse como
inquietud, angustia, movimientos constantes, hablar
demasiado y tener dificultades para estar sentado. La
impulsividad puede incluir dificultades para esperar el turno, interrumpir a los demás o tomar
decisiones impulsivas.

Aunque el TDAH se diagnostica frecuentemente en niños y adolescentes, también puede


afectar a adultos. Los síntomas del TDAH en adultos pueden ser diferentes y pueden incluir
dificultades para mantener el trabajo o la carrera, tener dificultades para mantener relaciones
interpersonales, tener dificultades para completar tareas y proyectos, y tener problemas de
autoestima y autocontrol.

El tratamiento del TDAH puede incluir terapia psicológica, medicación, cambios en el estilo
de vida y la dieta, así como también terapias alternativas como la meditación y la acupuntura.
Es importante trabajar con un profesional de la salud mental capacitado para desarrollar un
plan de tratamiento adecuado y efectivo.

En resumen, el TDAH es un trastorno real y significativo que puede afectar la vida de quienes
lo padecen. Es importante buscar ayuda y tratamiento si
se sospecha que se padece TDAH, ya que esto puede
mejorar significativamente la calidad de vida y la
capacidad para funcionar en la vida diaria.

Sin embargo, también hay opiniones críticas sobre el


TDAH. Algunas personas argumentan que el trastorno
está sobre diagnosticado y que se recurre demasiado a la medicación como solución rápida,
sin tener en cuenta otras posibles causas de los síntomas o alternativas de tratamiento.
Además, hay preocupaciones sobre los efectos secundarios de los medicamentos
estimulantes utilizados para tratar el TDAH y su uso a largo plazo.

Es importante tener en cuenta que las opiniones sobre el TDAH pueden variar y que cada
persona puede tener su propia perspectiva en función de su experiencia y conocimiento. Es
fundamental contar con información precisa y basada en evidencia científica para
comprender mejor el trastorno y tomar decisiones informadas sobre el diagnóstico y el
tratamiento.

En última instancia, el TDAH es una condición compleja que requiere una evaluación
profesional adecuada y un enfoque de tratamiento individualizado. La opinión más
importante es la de los expertos médicos y profesionales de la salud mental, quienes pueden
brindar una evaluación precisa y recomendar el mejor curso de acción en cada caso
específico.
Problemas de conducta en niños y adolescentes
Los problemas de conducta en niños y adolescentes son situaciones en las que se observan
comportamientos inapropiados, desafiantes o problemáticos que florecen su funcionamiento
diario y sus relaciones con los demás. Estos problemas pueden variar en su gravedad y
manifestarse de diferentes
maneras, dependiendo de
cada individuo y su
entorno.

Algunos de los problemas


de conducta más comunes
incluyen:

Agresividad: Este
problema se caracteriza
por la manifestación de
comportamientos violentos
o agresivos hacia otras
personas o hacia objetos.
Puede incluir peleas
físicas, intimidación,
conducta impulsiva y
explosiones de ira.

Los problemas de conducta


en niños y adolescentes pueden tener un gran impacto en su vida diaria, en su bienestar
emocional y en su capacidad para interactuar con los demás. Estos problemas pueden
manifestarse de diversas formas y tener diversas causas, algunas de las cuales pueden incluir
factores biológicos, ambientales o sociales.

Algunos de los problemas de conducta más comunes en niños y adolescentes incluyen la


agresividad, la desobediencia, la impulsividad, el déficit de atención, el trastorno de
conducta, el consumo de sustancias, la delincuencia, la violencia y el acoso escolar.
La agresividad puede manifestarse en comportamientos violentos o agresivos hacia otras
personas o hacia objetos. La desobediencia puede manifestarse en la negativa a seguir las
reglas o las normas, o en la falta de respeto hacia las figuras de autoridad.

La impulsividad puede manifestarse en la dificultad para controlar los impulsos o en la falta


de planificación y previsión. El déficit de atención puede manifestarse en la dificultad para
mantener la atención o en la falta de concentración.

El trastorno de conducta
es un problema de
conducta más grave que
puede incluir
comportamientos como
el robo, la violencia o la
crueldad hacia los
animales. El consumo
de sustancias puede
manifestarse en el
consumo de drogas o
alcohol, mientras que la
delincuencia puede
manifestarse en la
comisión de delitos.

La violencia puede manifestarse en comportamientos violentos hacia otras personas,


mientras que el acoso escolar puede manifestarse en el hostigamiento, la intimidación o la
exclusión de un compañero de clase.

Es importante abordar los problemas de conducta en los niños y adolescentes de manera


temprana para prevenir su empeoramiento y para asegurar un desarrollo emocional y social
saludable. Los padres, tutores y profesionales de la salud pueden trabajar juntos para
encontrar soluciones y estrategias efectivas para abordar los problemas de conducta y ayudar
a los niños y adolescentes a superarlos.
Los problemas de conducta en niños y adolescentes son situaciones en las que se observa un
comportamiento inapropiado, disruptivo o problemático en diversas áreas de su vida, como
el hogar, la escuela y las relaciones sociales. Estos problemas pueden variar en su gravedad
y manifestarse de diferentes maneras.

Uno de los problemas de conducta más comunes es la agresividad. Esto implica que el niño
o adolescente muestra comportamientos violentos o agresivos hacia otras personas o hacia
objetos. Pueden tener dificultad para controlar su ira, expresándola a través de peleas físicas,
intimidación o destrucción de la propiedad.

La desobediencia es otro problema de conducta común. Esto se refiere a la resistencia a seguir


las reglas y normas establecidas por los padres, maestros u otras figuras de autoridad. Los
niños o adolescentes desobedientes pueden desafiar abiertamente las instrucciones, negarse
a hacer tareas indicadas o mostrar un comportamiento de oposición constante.

El comportamiento desafiante también puede manifestarse en forma de trastorno negativista


desafiante (TND). En este caso, los niños o adolescentes muestran un patrón persistente de
enojo, irritabilidad, desafío y desobediencia. Pueden ser fácilmente molestados, discutir con
adultos o desafiar las reglas de manera constante.
Problemas de aprendizaje y sus diferentes actores
Los problemas de aprendizaje son dificultades persistentes que progresan la adquisición y el
desarrollo de habilidades académicas en niños y adolescentes. Estas dificultades pueden
interferir con el rendimiento escolar y el progreso académico. Algunos de los problemas de
aprendizaje más comunes incluyen la dislexia, la discalculia y el trastorno del déficit de
atención e hiperactividad (TDAH). Veamos a continuación los diferentes actores
involucrados en el manejo de los problemas de aprendizaje:

Los problemas de aprendizaje son dificultades persistentes en la adquisición y aplicación de


habilidades académicas, que pueden afectar el rendimiento académico y la vida diaria del
niño o adolescente. Estos problemas pueden ser causados por factores neurológicos,
genéticos, ambientales o una combinación de estos.

Existen diferentes actores que pueden estar involucrados en el proceso de identificación y


abordaje de los problemas de aprendizaje. A continuación, se describen algunos de ellos:

Los padres: Los padres pueden ser los primeros en notar los problemas de aprendizaje en sus
hijos. Pueden observar que su hijo tiene dificultades para leer, escribir o realizar tareas
matemáticas, o que tiene problemas para enfocar o mantener la atención en la escuela. Los
padres pueden buscar ayuda de profesionales si sospechan que su hijo tiene un problema de
aprendizaje.
Los maestros: Los maestros pueden ser un recurso importante para identificar los problemas
de aprendizaje en la escuela. Pueden observar a los estudiantes en el aula y notar patrones de
comportamiento o dificultades en la realización de tareas académicas. Los maestros pueden
trabajar con otros profesionales de la escuela para proporcionar apoyo educativo.

Los psicólogos: Los psicólogos pueden realizar evaluaciones para identificar los problemas
de aprendizaje y trabajar con los padres y maestros para desarrollar un plan de intervención
individualizado. También pueden proporcionar servicios de asesoramiento y apoyo
emocional para ayudar a los estudiantes a manejar los problemas asociados con los problemas
de aprendizaje.

Los terapeutas
ocupacionales: Los terapeutas
ocupacionales pueden
trabajar con los estudiantes
para mejorar sus habilidades
motoras finas, coordinación y
percepción sensorial. Estas
habilidades pueden ser
importantes para el éxito
académico y para la
realización de actividades
cotidianas.

Los médicos: Los médicos pueden evaluar la salud física y mental de un estudiante para
descartar cualquier condición médica que pueda estar contribuyendo a los problemas de
aprendizaje. También pueden prescribir medicamentos para tratar afecciones como el TDAH
(Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) que pueden afectar el rendimiento
académico.

En resumen, los problemas de aprendizaje pueden ser abordados a través de la colaboración


y el trabajo en equipo de diferentes actores, como los padres, los maestros, los psicólogos,
los terapeutas ocupacionales y los médicos, entre otros. Es importante identificar los
problemas de aprendizaje a tiempo y proporcionar las herramientas necesarias para poder
apoyar a quien sufra alguno de estos problemas.

Para ayudar a las personas con problemas de aprendizaje, es importante considerar enfoques
y estrategias que se adapten a las necesidades individuales. Aquí hay algunas acciones que
se pueden tomar:

Identificación temprana: Es
fundamental detectar los problemas de
aprendizaje lo antes posible. Esto
implica estar atento a las señales de
dificultades académicas, emocionales
o de comportamiento en los niños y
adolescentes. Si se sospecha de un
problema de aprendizaje, es importante
buscar una evaluación profesional para
obtener un diagnóstico adecuado.

Intervención individualizada: Cada


persona con problemas de aprendizaje
es única y requiere un enfoque
individualizado. Trabajar en
colaboración estrecha con profesionales de la educación y de la salud, como consejeros y
especialistas en educación especial, puede ayudar a diseñar planes de intervención adaptados
a las necesidades específicas del estudiante.

Apoyo educativo: Brindar apoyo educativo adicional es esencial. Esto puede incluir
adaptaciones en el entorno escolar, como tiempos extra para completar tareas o exámenes,
modificaciones en las estrategias de enseñanza, uso de materiales visuales o auditivos, y la
implementación de programas de apoyo específicos.

Enseñanza multisensorial: Muchas personas con problemas de aprendizaje se benefician de


enfoques multisensoriales que involucran varios sentidos en el proceso de aprendizaje. Estos
enfoques pueden incluir el uso de actividades prácticas, recursos visuales y auditivos, y la
integración de movimientos corporales para fortalecer la conexión entre el cuerpo y el
aprendizaje.

Apoyo emocional: Los problemas de aprendizaje pueden generar frustración y baja


autoestima en los estudiantes. Brindar un entorno de apoyo emocional y alentar un enfoque
positivo hacia el aprendizaje puede marcar una gran diferencia. Fomentar la confianza en las
habilidades individuales, celebrar los logros y proporcionar retroalimentación constructiva
ayudará a los estudiantes a desarrollar una actitud positiva hacia el aprendizaje.

Colaboración con los padres: La participación y colaboración activa de los padres es crucial.
Mantener una comunicación abierta con los padres, compartir información sobre el progreso
del estudiante y proporcionar estrategias para apoyar el aprendizaje en el hogar puede
fortalecer el proceso de intervención.

Promover la conciencia y la inclusión: Es importante crear conciencia y comprensión en la


comunidad escolar sobre los problemas de aprendizaje. Promover un ambiente inclusivo y
libre de estigma ayudará a los estudiantes a sentirse aceptados y respaldados en su proceso
de aprendizaje.

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