¿Qué define a un vino como artesanal?

Es complicado establecer en términos científicos qué vino es artesanal y cuál

no, ya que todavía no hay una definición oficial que marque unos límites
concretos a partir de los cuales un vino es o deja de ser de producción
artesanal. Pero sí que hay determinados factores que pueden decantar la
balanza hacia un lado u otro.
En términos generales, un vino artesanal es aquel que se elabora teniendo en
cuenta algunos aspectos, como podrían ser los siguientes:
 Utilización de las variedades autóctonas de uva de las regiones en las
que se produce
Esto tiene que ver con el interés por fomentar la producción local y así eliminar
el transporte de la materia prima derivado de adquirir el fruto en otras regiones
vitivinícolas.
 Evitar, en la mayor medida de lo posible, la utilización de procesos
automatizados en la elaboración y producción de los vinos
En todo tipo de producción artesanal (ya sea cuando hablamos de ropa,
gastronomía, etc.), la fabricación manual es una de las características más
reseñables. Por ello, la elaboración del vino artesanal deberá seguir esta
misma línea de trabajo.
En este sentido, el uso de métodos industriales para mecanizar los procesos
deberá ser el mínimo posible. Un ejemplo lo podríamos encontrar, por ejemplo,
en el proceso manual de despalillado (la separación de la uva y las
ramas/hojas a las que está unida). Y es que aunque en la mayoría de bodegas
este procedimiento se realiza de manera automatizada, también es habitual
que haya intervención humana para retirar aquellas ramas que hayan podido
colarse en este proceso.
En este apartado, también podríamos hablar del embotellado, el cual se
debería realizar también de manera manual tanto en lo referente a la
esterilización de las botellas como a la inserción del corcho.
 No utilización de fertilizantes químicos
El trabajo del campo se realizaría de una manera minuciosa, prescindiendo de
productos químicos como fertilizantes o abonos, que puedan ser nocivos para
el medio ambiente y/o la cosecha resultante. No obstante, cabe señalar que no
todos los fertilizantes químicos son igual de nocivos ni actúan de la misma
manera sobre el suelo, el cultivo, etc. De hecho, esto influye notablemente en
la calidad de los vinos resultantes de cada bodega.
 Procesos de producción y distribución lo más sostenibles posible
La producción sostenible del vino que destacamos en este apartado está
encadenada con el punto anterior y la utilización de otros productos químicos
en la elaboración del vino.
Además, los métodos de distribución y otra logística en la venta del vino
resultante -como por ejemplo el transporte- deberá ser lo más respetuosa
posible con el medio ambiente. En este punto también se integraría el proceso
de transporte de la uva vendimiada, tras su recolección, a la bodega.
 Producción limitada
Como es lógico, como resultado de un proceso de elaboración más manual y
artesanal, el número de botellas producidas de esa cosecha deberá ser menor.
En definitiva, podrían considerarse vinos artesanales los vinos ecológicos, los
vinos naturales, los vinos biodinámicos y los vinos convencionales que sean
elaborados siempre bajo los preceptos del cuidado del medio ambiente y del
entorno en el que se producen.
Pero debemos saber que estos vinos no son ni mejores ni peores, en términos
de calidad, que aquellos que se obtienen de procesos más industrializados,
simplemente son diferentes.