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Actividad 2 del segundo corte.

El patrimonio como atributo de la


personalidad.

José David Barrera Montiel; Rafael Junior Canabal Saez; Lina Marcela Cetina
Gómez; Arelia De La Ossa Perdomo; Juan David Hernández Simanca; Jean
Carlos Jara López; José David Lastre Nisperuza; Paolo Sebastián López Ruiz.

Profesora: Solvey Lorena Estrada Arrieta.

Curso: Derecho Civil Personas.

Programa de Derecho. Facultad de Ciencias Económicas Jurídicas y


Administrativas. Universidad de Córdoba.

29 de mayo de 2023

Montería, Córdoba.
El Patrimonio como atributo de la personalidad

Concepto

El patrimonio consiste en el conjunto de derechos y obligaciones apreciables en


dinero, que constituyen una universalidad jurídica y que pertenece únicamente a un
individuo. Conformado por dos partes, los activos y los pasivos. Sin embargo,
alrededor de este concepto existen dos teorías, la clásica subjetivista y la moderna.

La primera, también llamada personalista considera al patrimonio como reflejo de la


personalidad; la segunda también llamada economista define la existencia de
patrimonio sin objeto y como una individualidad jurídica propia. Por lo general, al
patrimonio se le atribuye un doble aspecto, uno económico y uno jurídico.

Dentro de la teoría clásica, el patrimonio tiene tres características; es personal, es


único e indivisible; es decir, el patrimonio es una unidad. Para la teoría moderna,
este se concibe como un conjunto de bienes y derechos inseparables ligados por
su afectación a un fin económico.

Elementos del patrimonio:

a. Tener la calidad de acreedor.

b. El acreedor tienen la facultad para exigir el pago sobre todos los bienes presentes
y futuros.

c. El patrimonio en su activo y su pasivo, pasa a los herederos en su totalidad e


íntegramente.

d. En el patrimonio se puede dar la subrogación real completa.


Función y utilidad.

La función del Patrimonio según la ley es hacer que los acreedores del sujeto
puedan garantizar su deuda interponiendo acciones personales o acciones reales.
En la actualidad, no se puede privar de la libertad a nadie por el incumplimiento de
sus obligaciones, y solo se puede perseguir el patrimonio del deudor, sin la
posibilidad de enviarlo a la cárcel ni mucho menos, de atacarlo físicamente. 2488
del Código Civil:

“Derecho de prenda general. Toda obligación personal da al


acreedor el derecho de perseguir su ejecución sobre todos los bienes
raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros,
exceptuándose solamente los no embargables designados en el
artículo 1677.”

De esta manera, el patrimonio puede ser útil, pues constituye la garantía del
acreedor quirografario, que es el que no tiene una garantía real de pago; opera
como trasmisión universal; constituye una garantía para el resarcimiento de
perjuicios y daños; y también es garantía para enriquecimiento sin causa.

Sin embargo, podemos encontrar que, ara efectos legales, el patrimonio de una
persona puede estar dividido en varios patrimonios con fines diferentes. «pensemos
en el caso de una persona casada sin capitulaciones matrimoniales, padre de un
hijo menor de edad, y socio de una sociedad comercial; este sujeto tiene varios
patrimonios independientes», y cada uno de dichos patrimonios independientes
cumple una función determinada. La de la sociedad conyugal tiene como finalidad
ser liquidada con la muerte o divorcio de alguno de los cónyuges. La de los bienes
del hijo que debe ser administrado mientras se tenga la patria potestad, y el de la
sociedad que funciona de acuerdo con el objeto social de la empresa o sociedad
(Martínez 2019).
Características del patrimonio

Según Rodríguez (1996), para la Escuela Clásica del derecho son los caracteres
esenciales del patrimonio: Universalidad jurídica, universalidad unida o que emana
de la misma persona, y universalidad que no contiene sino derechos pecuniarios.

A. Universalidad jurídica.

Lo es porque todos los derechos avaluables en dinero se encuentran en el


patrimonio formando un solo todo. De aquí se desprenden estos principios:

1. El activo patrimonial responde al pasivo, pues ambos están íntimamente


unidos. En esto se funda la teoría de la “Prenda general de los acreedores”,
que consagra el art. 2488 del Código Civil.
2. La subrogación real por la cual un derecho o un bien entra a remplazar a
otro y por esto los acreedores no tienen que ejercer sus derechos
exclusivamente sobre los bienes que conforman el patrimonio del deudor al
contraer la obligación, sino que lo hacen sobre el patrimonio existente en el
momento de ejercer el derecho crediticio.
3. Esa universalidad está compuesta por derechos reales, personales e
inmateriales, que conforman la clase de derechos singulares, de dichos
derechos nos ocuparemos en los capítulos siguientes.

B. Unido a la persona:

El patrimonio es la emanación de la personalidad y la expresión de la potestad


jurídica de que esta investida una persona como tal. Mas como la escuela clásica
del derecho exagera el laso existente entre el patrimonio y la personalidad, llegando
a confundirlas, equipararlas, es necesario tomar con reservas esta característica de
la unidad con la persona para no hacerla la persona misma, ya que las dos nociones
se diferencian, en lo siguiente:

1. El patrimonio es uno o único porque si no se da en la persona, sino una sola


personalidad, lógicamente su patrimonio debe ser uno solo. En este punto
habrá que tener en cuenta que existen unos patrimonios (Los llamados
autónomos) que, si aparentemente están en una persona, en la realidad no
pertenecen o forman parte del patrimonio de ese titular, que lo es solo en
forma parcial. Esos patrimonios son: la propiedad fiduciaria (Art. 794 C.C),
los bienes que se han aceptado con beneficio de inventario (Art. 1304 C.C)
y los bienes de los cuales se ha ejercido el beneficio de separación por parte
de los acreedores “(art. 1437 inc. 2º C.C).
2. Solo la persona tiene patrimonio, pues ésta es el sujeto del derecho, ya que
las cosas pueden ser objeto del mismo, pero nunca sujeto. Algunos autores
sostienen que hay un caso único en que la persona es objeto del derecho:
el matrimonio. Mas no hay tal, lo que es objeto es el cuerpo, pero no la
personalidad, teniendo en cuenta la procreación, así como lo reafirman los
Artículos 113 y 115 Código Civil.
3. Toda persona tiene un patrimonio, pues si este es el continente y no el
contenido, se deduce que la persona siempre está en posibilidad de recibir
bienes económicos y no económicos, y la violación de estos últimos implica
la indemnización monetaria. Además, siendo una calidad de la persona pero
no la personalidad misma, no se puede concebir un ser sin un patrimonio: El
pobre de solemnidad está en capacidad de recibir aunque sea una
indemnización por la violación de sus derechos aún extrapatrimoniales, de
intentar acción de alimentos etc.
De este principio, se desprende otro: La inalienabilidad del patrimonio
entre vivos, ya que, como universalidad que es, está vinculada a la persona,
y la personalidad solo desaparece con la muerte. En este caso, el patrimonio
se trasmite como tal a los herederos que sucedan a la persona del difunto,
considerándose a estos como continuadores del causante, siendo obligados
aún a pagar sus deudas con su propio patrimonio, salvo los casos de
aceptación “a beneficio de inventario”, y de “beneficio de separación” a que
aludimos al hablar de los patrimonios autónomos.
C. Sólo contiene derechos y obligaciones de carácter pecuniario.

Es decir, todo lo apreciable en dinero como son los derechos singulares (recuérdese
que se subdividen en personales, reales e inmateriales) y los derechos universales
(que están en la herencia, las sociedades, la sociedad conyugal y en el usufructo
legal). Si se consideran en cabeza de la persona que los aprovecha, se llaman
créditos, y si se les mira desde el punto de vista de quien lo soporta, se denominan
pasivos. Recuérdese, asimismo, que existen otros derechos, llamados
extrapatrimoniales, como los políticos, los de potestad (patria potestad) y los de la
personalidad (vida y honra) que en sí mismos no son avaluables en dinero, pero su
violación si puede tasarse económica o patrimonialmente.

¿Qué ha dicho la Corte Constitucional colombiana al respecto?

La Corte Constitucional mediante su jurisprudencia ha establecido que el patrimonio


es un derecho fundamental que tienen las personas, definiéndolo de la siguiente
manera en la sentencia T-553 de 1993, como:

"el conjunto de bienes, créditos y derechos de una persona y su


pasivo, deudas u obligaciones de índole económica. Es el conjunto de
los derechos y de las cargas apreciables en dinero, de que una misma
persona puede ser titular u obligada y que constituye una
universalidad jurídica” (Corte Constitucional, 1993).

De esta manera la Corte ha reafirmado que el patrimonio tiene las siguientes


características:

1. Sólo las personas (naturales o jurídicas) son titulares de él; toda persona posee
un patrimonio, así éste sólo esté conformado por deudas.
2. No es transmisible sino por causa de muerte ya que nadie en vida puede
transferir la totalidad de los bienes que lo conforman.
3. El patrimonio es personalísimo, inagotable, indivisible e inalienable, pero sí
puede ser objeto de embargo y de expropiación en lo que se refiere a la tenencia
de bienes materiales por razones de utilidad pública o de interés social.
Con base en aspectos relacionados con la naturaleza del ser humano, se entiende
que el hombre tiene una serie de necesidades básicas primarias que son inherentes
a toda persona y que sin ellas sería imposible su subsistencia, pues estas pretenden
conservar y perpetuar su vida; tales como: la alimentación, la vivienda, la salud, el
trabajo, el vestido y procurar no sólo la integración con las demás personas, sino su
propio bienestar.

En razón a ello, la Corte ha expresado en la misma sentencia, que "el patrimonio de


las personas es un derecho fundamental constitucional porque a falta de él, el
hombre no podría cumplir su cometido de ser social, ya que lo necesita para
realizarse como tal y ha de contar con él para atender por lo menos las exigencias
económicas de supervivencia suya y de su núcleo familiar" (Corte Constitucional
1993).

Clasificación del patrimonio:

A. Patrimonio atributo de la personalidad:

1. La persona debe tener un patrimonio.

2. La persona solo puede tener un patrimonio.

3. Sólo la persona debe tener patrimonio.

B. Patrimonios de afectación:

Se destinan los bienes de una persona a un fin determinado. Ejemplo: Una persona
que destina sus bienes para la construcción de una universidad. Pueden manejarse
sin que la persona sea titular y hubo la necesidad de dar a estos bienes una
personería jurídica especial.

C. Patrimonios autónomos:

Pueden existir varios patrimonios en cabeza de una sola persona, esto se ve


claramente en la figura de la fiducia establecida en el Código de Comercio. Otro
caso de patrimonios autónomos son los fondos de cesantías y pensiones que se
constituyen como autónomos para diferenciarlos del patrimonio de la propia
empresa administradora (art. 2488 – 2492, Código Civil colombiano).

Otra clasificación del patrimonio se da por la composición de los bienes en sucesión


y los patrimonios autónomos. El primero se refiere a el proceso por medio del cual
el patrimonio de una persona que ha fallecido pasa a manos de su familia, siendo
esto, un requisito indispensable para adquirir el dominio -propiedad- dichos bienes.
Dentro de los bienes en sucesión se puede encontrar otra división expresada en
dos figuras: el beneficio de separación y el beneficio de inventario.

Para ilustrar esta primera figura, el artículo 1435 del código civil colombiano nos
señala lo siguiente:

Los acreedores hereditarios y los acreedores testamentarios


podrán pedir que no se confundan los bienes del difunto con los
bienes del heredero; y en virtud de este beneficio de separación
tendrán derecho a que de los bienes del difunto se les cumplan
las obligaciones hereditarias o testamentarias, con preferencia a
las deudas propias del heredero. (C.C., art 1435)

En otras palabras, dentro del beneficio de separación los acreedores pueden pedir
que no se confundan los bienes del heredero con los del difunto, buscando que las
deudas de los acreedores testamentarios o hereditarios se cumplan de preferencia
a las obligaciones propias del heredero.

En cuanto a el beneficio de inventario, también se encuentra señalada su definición


en el código civil colombiano en el artículo 1304 que expresa: “el beneficio de
inventario consiste en no hacer a los herederos que aceptan, responsables de las
obligaciones hereditarias o testamentarias, sino hasta concurrencia del valor total
de los bienes, que han heredado”. (C.C., art 1304)
Este beneficio de inventario produce en favor del heredero el no quedar obligado a
pagar las deudas y demás cargas de la herencia sino hasta donde alcancen los
bienes de esta y también, permite que no se confunda para ningún efecto, en daño
del heredero, sus bienes particulares con los que pertenezcan a la herencia.

Por otro lado, se encuentran los patrimonios autónomos que según la Alcaldía de
Medellín (2021) nos dice que:

Es una masa de bienes sometida al régimen establecido por la


ley, independiente del patrimonio de quien lo transfirió
(fideicomitente), de quien es su titular para efectos de su
administración (fiduciario), y del patrimonio del beneficiario, libre
de las acciones de sus acreedores y de los acreedores del
patrimonio que le dio origen. (Alcaldía de Medellín, 2021)

Así mismo, el patrimonio autónomo solo será responsable por las obligaciones que
se contraigan por el logro de la finalidad para la cual fue entregado en administración
y nunca por las obligaciones derivadas del cumplimiento del objeto social de la
empresa administradora, ni por las que haya adquirido el fiduciante.

Lo anterior da entrada a la importancia de la fiducia mercantil como figura dentro del


patrimonio autónomo. Y es que, esta figura jurídica se utiliza para la administración
de bienes y derechos con un propósito específico, otorgando la titularidad y control
de esos activos a un fiduciario, quien actúa en beneficio de los beneficiarios
designados. El fiduciario, por su parte, tiene la obligación de administrar los bienes
de acuerdo con los términos y condiciones establecidos en el contrato de fiducia,
creando, por lo tanto, lo que se conoce como "patrimonio autónomo" o "patrimonio
separado" dentro de la estructura de la fiducia mercantil.

La fiducia mercantil tiene su fundamento jurídico dentro del código de comercio,


precisamente el artículo 1226 del código de comercio colombiano brinda el concepto
de esta figura, obteniendo que:
La fiducia mercantil es un negocio jurídico en virtud del cual una
persona, llamada fiduciante o fideicomitente, transfiere uno o
más bienes especificados a otra, llamada fiduciario, quien se
obliga a administrarlos o enajenarlos para cumplir una finalidad
determinada por el constituyente, en provecho de éste o de un
tercero llamado beneficiario o fideicomisario.

Una persona puede ser al mismo tiempo fiduciante y


beneficiario.

Solo los establecimientos de crédito y las sociedades fiduciarias,


especialmente autorizados por la Superintendencia Bancaria,
podrán tener la calidad de fiduciarios. (C.COM., art 1226)

Por último, en cuanto a las obligaciones garantizadas con los bienes entregados en
fideicomiso, el artículo 1227 del código de comercio establece que: “los bienes
objeto de la fiducia no forman parte de la garantía general de los acreedores del
fiduciario y sólo garantizan las obligaciones contraídas en el cumplimiento de la
finalidad perseguida”. (C.COM., art 1227).

Esto, en conclusión, se refiere a la protección que se otorga a los bienes incluidos


en una fiducia mercantil. Cuando se constituye una fiducia, los bienes que se
incluyen en ella no forman parte de la garantía general de los acreedores del
fiduciario, es decir, no pueden ser embargados ni utilizados para pagar las deudas
generales del fiduciario.

En cambio, los bienes objeto de la fiducia solo están destinados a garantizar el


cumplimiento de las obligaciones específicas y relacionadas con la finalidad
perseguida en la fiducia. Esto significa que los bienes fiduciarios están protegidos y
reservados para el cumplimiento de los propósitos establecidos en el contrato de
fiducia.
Origen de la figura del patrimonio, teorías y su influencia en el Derecho Civil
Colombiano.

El termino “patrimonio” viene del latín patrinomiun que significa recibido del padre.
En la Antigua Roma el concepto de patrimonio era harto diferente a lo contemplado
por las teorías modernas. En un inicio solo consideraron como parte del patrimonio
las cosas corporales que se trasmitían de generación en generación, como
propiedad familiar o, más bien, del paterfamilias. Estas facultades administrativas y
dispositivas con las que contaba el paterfamilias se fueron atenuando poco a poco
a lo largo del desarrollo histórico del derecho romano. Primero con el preculium
profectitium, que eran los bienes que el padre voluntariamente otorgaba al hijo para
su administración independiente, aun así el padre podía cuando quisiera, en otras
palabras, todavía contaba con la titularidad de esos derechos concedidos al hijo.

Posteriormente, durante el reinado de Augusto, se instituyó el peculium castrense,


que eran los bienes adquiridos por el hijo por causa del servicio militar, el padre
tenía derecho a sobre dichos bienes sino solamente si el hijo fallecía sin dejar un
testamento. Constantino extendió la figura del peculium castrense, a aquellos
bienes obtenidos por el desempeño de cargos públicos. Finalmente, Justiniano
permitió que el hijo tuviese total capacidad de goce y de ejercicio sobre esos bienes
que adquiriese por razón diferente de la herencia.

Dejando a un lado la patria potestad y volviendo al patrimonio, se puede observar


un cambio de concepción para el periodo del derecho clásico. El patrimonio se
constituyó como un ente o un universal jurídico tutelado por la ley, que estaba
compuesto por los bienes, créditos, derechos y acciones de que fuera titular una
persona, con deducción de las deudas y cargas que agravaran. En términos
simples, se considera patrimonio todo los positivo, es decir, todos los bienes bajo el
dominio del titular y todos los derechos con los que contaba este para exigirle a otra
persona el cumplimiento de una prestación o deuda. No se contaban las deudas y
obligaciones, tomando la definición de uno de los jurisconsultos romanos:

“Son bienes cualesquiera de los que quedan después de deducidas las deudas”
En consecuencia, a la concepción del patrimonio como un ente jurídico, era
permitido su trasmisión inter vivos, como pasa en el caso de la adrogación, el
matrimonio con la mujer cum manu y la legitimación. También cabía la posibilidad
de un patrimonio sin titular como era en el caso de una hereditas iacen y, por
consiguiente, también había personas sin patrimonio, en aquellos casos en que los
bienes no alcanzasen para cubrir las deudas.

Esta sería la principal influencia del patrimonio por parte de los romanos, no seria
hasta el siglo XIX que se daría un cambio de paradigma con la Teoria Clasica o
Subjetiva planteada por los juristas franceses Aubry y Rau en su obra Cours de Droit
Civil Français d'après la Méthode de Zachariæ que es una traducción al francés del
trabajo del alemán Zachariae Handbuch des französischen Civilrechts. La obra de
Aubry y Rau fue publicada en tres volúmenes entre los años 1837 y 1847.

La Teoría Clásica o Subjetiva nos da una concepción del patrimonio que dista
mucho de las conclusiones de lo romanos, el patrimonio es inherente de la persona,
además de ser una unidad abstracta y universal, por dicha naturaleza jurídica no
pueden existir patrimonios sin titular y personas sin patrimonio, aunque las cargas
y deudas superen con creces los bienes. Por otro lado, el patrimonio no podía ser
trasmitido inter vivos, operándose su transmisión solo por causa de muerte.

Hay otra teoría que se contrapone a la Clasica o Subjetiva, esta es la Teoria Objetiva
o Finalista del patrimonio, propuesta por los juristas germanos Alois von Brinz (1820-
1887) y Ernst Immanuel Bekker (1785-1871), quienes se oponían a las
consideraciones del abogado francés Marcel Planiol (1853-1931) respecto del
patrimonio colectivo. Esta teoría fue luego recogida por el Código civil alemán en
1900 y el de Suiza en 1907.

El principal reproche de esta teoría no es con el concepto de patrimonio en sí, su


reproche viene al momento de considerar al patrimonio como un atributo de la
personalidad, al supeditar su existencia a la persona, por lo cual, esta teoría acepta
la existencia de personas sin patrimonio y patrimonios sin titular. Según esta teoría
el patrimonio es independiente, es una universalidad jurídica, comerciable, divisible,
prescriptible y también embargable.
En el Derecho Civil de Colombia, según lo explicado en la sentencia T-553 de 1993
de la Corte Constitucional, parece ser que el ordenamiento jurídico colombiano se
inclina ligeramente a la teoría clásica y citando a la misma corte:

“- Que sólo las personas, sean naturales o jurídicas, son titulares de él,

- Que toda persona posee un patrimonio, así éste esté constituido sólo por

deudas, esto por cuanto, apunta la Corte, la mayor o menor cantidad de

bienes no significa que una persona tenga varios patrimonios,

- No es transmisible sino por causa de muerte, ya que nadie en vida puede

transferir la totalidad de los bienes que lo conforman” (Sentencia T-553,

1993).

Aun así, digo ligeramente, ya que algunas de las características descritas


anteriormente se pueden ver desdibujadas. Por ejemplo, la fiduciaria mercantil
desdibujaría la primera característica comentada por la corte, al existir unos
patrimonios autónomos escindidos del patrimonio de su creador y, por consiguiente,
separado de la personalidad jurídica. En el caso de la segunda característica, el
patrimonio familiar y la Ley 222 de 1995 que establece la figura de la empresa
unipersonal, constarían como unas excepciones. Por último, la trasmisión por causa
de muerte ve una excepción en el Art. 487 de la Ley 1564 de 2012:

“La partición del patrimonio que en vida espontáneamente quiera efectuar


una persona para adjudicar todo o parte de sus bienes, con o sin reserva de
usufructo o administración, deberá, previa licencia judicial, efectuarse
mediante escritura pública, en la que también se respeten las asignaciones
forzosas, los derechos de terceros y los gananciales. En el caso de estos
será necesario el consentimiento del cónyuge o compañero. Los herederos,
el cónyuge o compañero permanente y los terceros que acrediten un interés
legítimo, podrán solicitar su rescisión dentro de los dos (2) años siguientes a
la fecha en que tuvieron o debieron tener conocimiento de la partición.
Esta partición no requiere proceso de sucesión.”

El patrimonio y los derechos patrimoniales.

Los derechos patrimoniales son una clasificación dentro de los derechos subjetivos.
Son susceptibles de tener un valor económico y se contraponen a los derechos
extrapatrimoniales. Estos tienen un carácter económico, es decir compendiosos del
comercio jurídico como lo es la propiedad, los créditos y en general los derechos
conocidos bajo el término de bienes. Se les denomina patrimoniales porque integran
y conforman el patrimonio de las personas. Los derechos patrimoniales se
subdividen en reales, personales, universales e inmateriales.

a) Derechos reales.

Es la relación jurídica que vincula a un sujeto con un objeto determinado. Es la


facultad que se tiene sobre una cosa determinada sin respecto a determinada
persona, para usar, gozar y/o disponer de ella conforme a la ley, son derechos
absolutos porque su cobertura es mayor, es decir, produce efectos Erga Omnes,
deben ser respetados por todos y su fuente es la ley. Para hacer distinción de los
bienes, nos referimos específicamente a las COSAS CORPORALES (art. 654 del
C. C.) dentro del cuales tenemos a los muebles y al inmueble (Caicedo y Lara,
2000).

Según el art. 655 C.C. <Artículo modificado por el artículo 2 de la Ley 1774 de 2016
“MUEBLES: Muebles son los que pueden transportarse de un lugar a otro, sea
moviéndose ellas así mismas como los animales (que por eso se llaman
semovientes), sea que solo se muevan por una fuerza externa, como las cosas
inanimadas. Exceptuándose las que siendo muebles por naturaleza se reputan
inmuebles por su destino, según el artículo 658 C.C. PARÁGRAFO. Reconózcase
la calidad de seres sintientes a los animales.”

Y según el art. 656 del C.C. los “INMUEBLES: Inmuebles o fincas o bienes raíces
son las cosas que no pueden transportarse de un lugar a otro; como las tierras y
minas, y las que adhieren permanentemente a ellas, como los edificios, los árboles.
Aunque también hay inmuebles por adhesión “Las plantas son inmuebles, mientras
adhieren al suelo por sus raíces, a menos que estén en macetas o cajones que
puedan transportarse de un lugar a otro” (art. 657 del C.C.). Y están los inmuebles
por destinación “Se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las
cosas que están permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un
inmueble, sin embargo, de que puedan separarse sin detrimento. Tales son, por
ejemplo: Las losas de un pavimento. Los tubos de las cañerías…” (art. 658 del
C.C.).

Los derechos reales tienen los siguientes atributos (Caicedo y Lara, 2000):

1. Atributo de preferencia: La acción real, prefiere, se impone, sobre cualquier


acción personal no importa que sea posterior.
2. Atributo de persecución: Otorga al titular de la acción real la facultad de
perseguir el objeto donde radica el derecho no importa en manos de quien
esté.

b) Derechos personales o crediticios.

Es la relación jurídica que vincula un sujeto con otros. Creándose entre ellos
obligaciones correlativas. Es la facultad que tiene el acreedor para exigir
únicamente al deudor el cumplimiento de la prestación pactada ya sea hacer o no
hacer. En síntesis, es el derecho que tiene una persona (acreedor) contra otra
(deudor) a fin de que esta cumpla determinada obligación. Estos, son derechos
relativos pues solo se pueden exigir de ciertas personas y por consiguiente su
cobertura es relativa. Su fuente es el hecho o la conducta del hombre. En otras
palabras, son Inter partes. (Caicedo y Lara, 2000)

c) Universalidad de derechos.

Las universalidades jurídicas son un conjunto de patrimonios, que en ocasiones es


necesario liquidar y adjudicar los diversos bienes que lo integran a uno o varios
sujetos de derecho. Ellos son los derechos hereditarios, sociales y gananciales, Art.
1008 del C.C. y subsiguientes. Son las relaciones jurídicas que se creen en relación
con un conjunto de cosas que tienen la misma destinación y que pertenecen al
mismo dueño o dueños y se someten a un mismo régimen legal. (Caicedo y Lara,
2000).

d) Derechos inmateriales.

Son relaciones jurídicas en relación con bienes intangibles, pero que son
apreciables en dinero: Ejemplo los derechos sobre bienes inmateriales o propiedad
industrial y los derechos de autor o propiedad intelectual. Según el art. 670 del C.C.
PROPIEDAD SOBRE COSAS INCORPORALES: “Sobre las cosas incorporales hay
también una especie de propiedad. Así, el usufructuario tiene la propiedad de su
derecho de usufructo.”. Y el art. 671 del C.C. PROPIEDAD INTELECTUAL dice que:
“Las producciones del talento o del ingenio son una propiedad de sus autores. Esta
especie de propiedad se regirá por leyes especiales”.

Son las ideas del autor, los descubrimientos de un inventor, los productos del
espíritu en su más amplia acepción representan valores patrimoniales y son
susceptibles de ser apreciados en dinero (Caicedo y Jara, 2000).

Relación

Las relaciones de derecho personal pueden desembocar una relación de derecho


real. Para hacer la diferencia entre el derecho personal y el derecho real, los
estudiosos del tema dicen que (Martínez, 2019):

Una obligación personal origina “el derecho a la cosa” jus ad rem. (solo se pueden
cobrar al deudor señalado).

Mientras que el derecho real concreta el “derecho en la cosa” jus in rem. (se puede
defender o cobrar frente a cualquier persona del universo).

Si bien, la diferencia más notoria entre los derechos personales y los derechos
reales es que en los primeros, solo se puede cobrar al deudor con quien se
estableció el vínculo jurídico, y en el segundo, es decir, en el derecho real, existe
«un poder inmediato y directo en la cosa» lo cual hace que se establezca una
especie de puente entre el sujeto titular del derecho y los restantes habitantes del
planeta (Martínez, 2029).

El patrimonio y los derechos extrapatrimoniales.

En la actualidad, existe el debate sobre si el patrimonio debe incluir también los


derechos subjetivos que no pueden contarse en dinero, es decir, los
extrapatrimoniales, como los derechos fundamentales y los atributos de la
personalidad. Los atributos de la personalidad y los derechos fundamentales son
derechos subjetivos y por tanto, mediante acciones jurídicas, el sujeto puede hacer
valer y garantizar por parte del Estado dichos derechos; este es el argumento
principal de la doctrina moderna para asegurar que también son patrimonio los
derechos subjetivos que no pueden ser valorados en dinero (Martínez, 2019).

El patrimonio en relación con los derechos patrimoniales inmateriales.

El patrimonio en relación con los derechos patrimoniales inmateriales se refiere al


conjunto de bienes y derechos económicos que derivan de la explotación comercial
de los activos intangibles, como los derechos de autor y los derechos de propiedad
industrial.

Los derechos patrimoniales inmateriales son aquellos que otorgan a su titular la


facultad exclusiva de utilizar y explotar económicamente un bien inmaterial. Estos
derechos permiten al titular obtener beneficios económicos derivados de la
comercialización, venta, licenciamiento o transferencia de sus activos intangibles.

En Colombia, los derechos de bienes inmateriales se encuentran regulados


principalmente por la Ley 23 de 1982 también la ley 44 de 1993 y la ley 1403 de
2010 conocida como la Ley de Derechos de Autor. Esta ley establece los derechos
y protecciones legales para obras literarias, científicas y artísticas, siendo las demás
modificaciones de esta misma.
Los derechos de autor en Colombia protegen las obras literarias y artísticas
originales, tanto en su forma escrita como en cualquier otra forma de expresión.
Algunos ejemplos de obras protegidas son libros, música, pinturas, fotografías,
películas, software y diseños arquitectónicos.

El titular de los derechos de autor tiene el derecho exclusivo de reproducir, distribuir,


comunicar al público, adaptar y autorizar el uso de su obra. Estos derechos permiten
al autor controlar la explotación de su obra y obtener beneficios económicos por su
uso. La duración de los derechos de autor en Colombia es de por vida del autor y
80 años después de su fallecimiento.

En cuanto a los derechos de propiedad industrial, en Colombia se regulan


principalmente mediante la Decisión 486 de la Comunidad Andina. Estos derechos
protegen las invenciones, marcas, diseños industriales y otros signos distintivos.
Los titulares de estos derechos tienen la facultad exclusiva de utilizar y comercializar
sus creaciones, y pueden transferirlos o licenciarlos a terceros para su explotación
comercial.

La protección de las invenciones se lleva a cabo a través de la Ley de Patentes, que


permite obtener patentes para invenciones que sean nuevas, inventivas y
susceptibles de aplicación industrial. Las marcas, por su parte, se protegen
mediante el registro en la Superintendencia de Industria y Comercio, y ofrecen la
exclusividad de uso de un signo distintivo para identificar productos o servicios en
el mercado.

Los diseños industriales son protegidos a través del registro, y se refieren a


características ornamentales o estéticas de un producto. Las denominaciones de
origen, por su parte, protegen los nombres geográficos que identifican productos
originarios de una determinada región y que poseen características específicas
debido a su origen.

En cuanto a los secretos empresariales, Colombia cuenta con la Ley de Secretos


Empresariales que protege la información confidencial y no divulgada que tenga
valor comercial para una empresa, siempre que se tomen las medidas necesarias
para mantener su confidencialidad.

Colombia también es signataria de diversos tratados y convenios internacionales


que protegen los derechos de bienes inmateriales. Algunos de los tratados más
importantes son el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y
Artísticas, el Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas, y
el Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas.

Estos tratados establecen estándares internacionales para la protección de los


derechos de autor y otros derechos relacionados. Colombia, como miembro de
estos tratados, se compromete a ofrecer la misma protección a los creadores y
titulares de derechos extranjeros que a los nacionales.

Además, en Colombia se han establecido instituciones encargadas de la protección


y administración de los derechos de bienes inmateriales. La principal entidad es la
Dirección Nacional de Derechos de Autor (DNDA), adscrita al Ministerio de Justicia
y del Derecho. La DNDA es responsable de la gestión de los derechos de autor, la
promoción del respeto a los mismos, y la solución de conflictos relacionados con la
propiedad intelectual.

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) es el organismo encargado de


la protección y administración de los derechos de propiedad industrial en Colombia.
Esta entidad se encarga del registro de marcas, patentes y diseños industriales, y
tiene la facultad de imponer sanciones por infracciones a los derechos de propiedad
industrial.

Dentro del patrimonio de una persona o entidad, los derechos patrimoniales


inmateriales representan un activo valioso. Pueden generar ingresos a través de la
venta de productos o servicios que se basen en una invención patentada, la
explotación de una marca registrada, la publicación y distribución de una obra
literaria o musical protegida por derechos de autor, entre otros.

Es importante destacar que los derechos patrimoniales inmateriales pueden ser


objeto de transacción, es decir, pueden ser comprados, vendidos, licenciados o
transferidos a terceros. En estas operaciones, se establecen acuerdos y contratos
para determinar las condiciones de uso, los plazos, las regalías u otros términos
relacionados con la explotación comercial de los activos intangibles.

La protección legal de los derechos patrimoniales inmateriales es fundamental para


salvaguardar la inversión y el valor económico asociado a estos activos. Las leyes
de propiedad intelectual y otros marcos legales establecen los derechos exclusivos
del titular y las medidas legales que pueden tomar en caso de infracción o violación
de dichos derechos.

Las Sucesiones del patrimonio

En Colombia, las sucesiones se refieren al proceso legal mediante el cual se


transmite el patrimonio de una persona fallecida a sus herederos o legatarios. El
marco legal que regula las sucesiones en Colombia se encuentra principalmente en
el Código Civil y otras normativas complementarias.

Sucesión a título universal o a título singular

la sucesión a título universal implica que el heredero adquiere la totalidad del


patrimonio del fallecido, incluyendo bienes y deudas. En cambio, en la sucesión a
título singular, el heredero recibe bienes o derechos específicos del fallecido, sin
asumir las deudas u obligaciones asociadas. En la sucesión a título universal, el
heredero se convierte en titular de todos los derechos y obligaciones del difunto,
mientras que en la sucesión a título singular solo adquiere bienes o derechos
concretos asignados. Esta es una vía del Derecho para adquirir los bienes y asumir
el cumplimiento de las obligaciones de la persona fallecida (Art 1008 y Art 1012 del
C.C).

Existen tres tipos de sucesión:

Sucesión intestada: se regula 100% por la ley, Las leyes reglan la sucesión en los
bienes de que el difunto no ha dispuesto, o si dispuso, no lo hiso conforme al
derecho (Art. 1037 C.C)
Sucesión testada: cuando el causante es decir la persona que ha fallecido antes de
su fallecimiento a otorgado un testamento de acuerdo a lo establecido a la ley, y en
ese testamento a establecido quienes van a ser las personas que van a recibir sus
bienes, quienes deben cumplir con sus obligaciones que él tenía al momento de su
fallecimiento.

Sucesión mixta: sucesión intestada y sucesión testada se da cuando en un mismo


patrimonio se ha de ha de suceder por testamento y abintestato, se cumplirán las
disposiciones testamentarias el remanente se adjudicará a los herederos
abintestato según las reglas generales según (Art.1052 C.C) El atributo del
patrimonio termina con la muerte del sujeto, o sea, la persona, y para ello, la ley ha
establecido el proceso de las sucesiones que consiste en realizar un trámite legal
para repartir la herencia a los herederos que por ley les corresponde. Cuando se
presenta que no existe ningún heredero o ninguna persona se acerca a reclamarla,
a eso se le conoce como “herencia yacente” es decir, que está yaciendo, porque
ningún heredero la recoge (Martínez, 2019).

Las Donaciones del patrimonio

En Colombia, una donación es un acto jurídico por el cual una persona, llamada
donante, transfiere gratuitamente la propiedad de un bien o un derecho a otra
persona, llamada donatario. La donación implica la renuncia voluntaria del donante
a su derecho de propiedad sobre el bien o derecho, y la aceptación expresa por
parte del donatario.

las donaciones son una figura importante dentro del ámbito jurídico y patrimonial. A
través de las donaciones, una persona puede transmitir bienes o derechos a otra
persona de manera altruista y sin esperar una contraprestación económica, esta
posee ciertas características que son

 Voluntad: La donación debe ser realizada de forma libre y voluntaria por el


donante, sin coacción o vicio de consentimiento.
 Gratuidad: La donación implica la transferencia gratuita de la propiedad del
bien o derecho, sin que exista un pago o contraprestación económica por
parte del donatario.
 Aceptación: El donatario debe aceptar expresamente la donación. La
aceptación puede ser realizada de forma verbal o escrita, pero es importante
que exista un acto claro y inequívoco de aceptación.
 Forma legal: Dependiendo del valor del bien o derecho donado, la donación
puede requerir una forma específica para ser válida. Por ejemplo, las
donaciones de bienes inmuebles generalmente deben realizarse mediante
escritura pública ante notario.

Asimilación de donación a testamento.

Toda donación o promesa que no se haga perfecta e irrevocable sino por la muerte
del donante o promisor, es un testamento y debe sujetarse a las mismas
solemnidades que el testamento. Exceptuándose las donaciones o promesas entre
marido y mujer, las cuales, aunque revocables, podrán hacerse bajo la forma de los
contratos entre vivos (Art. 1056 de C.C)

Donaciones entre vivos

La donación es un acto de liberalidad por el cual una persona dispone gratuitamente


de una cosa a favor de otra. la donación entre vivos es un acto por el cual una
persona transfiere, gratuita e irrevocablemente, una parte de sus bienes a otra
persona que la acepta. (Art. 1443 de C.C)

Además, será necesaria la aceptación del donatario (la persona que recibe la
donación) para que la donación produzca sus efectos.

Las donaciones que, con los requisitos debidos, se hagan los esposos uno a otro
en las capitulaciones matrimoniales, no requieren insinuación ni otra escritura
pública que las mismas capitulaciones, cualquiera que sea la clase o el valor de las
cosas donadas (Art. 1463 del C.C)

Solemnidades de la donación de inmuebles


No valdrá la donación entre vivos, de cualquiera especie de bienes raíces, si no es
otorgada por escritura pública, inscrita en el competente registro de instrumentos
públicos. Tampoco valdrá sin este requisito la remisión de una deuda de la misma
especie de bienes. (Art. 1457)

Corresponde al notario autorizar mediante escritura pública, las donaciones cuyo


valor exceda la suma de cincuenta (50) salarios mínimos mensuales, siempre que
donante y donatario sean plenamente capaces, lo soliciten de común acuerdo y no
se contravenga ninguna disposición legal.

Las donaciones cuyo valor sea igual o inferior a cincuenta (50) salarios mínimos
mensuales, no requieren insinuación. (Art. 1458).

El que hace una donación de todos sus bienes deberá reservarse lo necesario para
su congrua subsistencia; y si omitiere hacerlo podrá en todo tiempo obligar al
donatario a que, de los bienes donados o de los suyos propios, le asigne a este
efecto, a título de propiedad o de un usufructo vitalicio, lo que se estimare
competente, habida proporción a la cuantía de los bienes donados (ART. 1465)

Donación fideicomisaria

Las donaciones, con cargo de restituir a un tercero, se hacen irrevocables en virtud


de la aceptación del fiduciario, con arreglo al artículo 1468.

El fideicomisario no se halla en el caso de aceptar hasta el momento de la


restitución; pero podrá repudiar antes de ese momento (Art. 1470 del C.C)

Las personas y las fuentes de las obligaciones.

Es importante destacar que las obligaciones son vínculos jurídicos que crean
derechos y deberes entre las personas. Estas obligaciones pueden tener su origen
en diversas fuentes, las cuales establecen las bases para su existencia.
En el patrimonio, las personas son los sujetos de derecho que adquieren derechos
y asumen obligaciones. Cada persona tiene un patrimonio propio, el cual está
compuesto por sus activos y pasivos. Las fuentes de obligaciones, por otro lado,
son los eventos o circunstancias que dan origen a una obligación patrimonial para
una persona en relación con otra.

Los derechos personales, también conocidos como derechos de crédito o derechos


obligacionales, son aquellos que confieren a una persona (acreedor) la facultad de
exigir a otra persona (deudor) el cumplimiento de una prestación, generalmente de
carácter patrimonial; en el derecho civil, los derechos personales se relacionan
estrechamente con el patrimonio y las fuentes de obligaciones (Artículo. 666 C.C.)

Los derechos personales tienen un contenido económico y están vinculados al


patrimonio de las personas. Estos derechos pueden referirse al pago de una suma
de dinero, a la entrega de bienes o a la realización de determinadas prestaciones
de carácter patrimonial. Por ejemplo, un contrato de compraventa establece un
derecho personal del vendedor de exigir al comprador el pago del precio acordado,
lo cual implica una relación patrimonial entre las partes.

Algunas de las fuentes principales de las obligaciones y de los contratos, son las
siguientes:

A. Contratos: Los contratos son acuerdos voluntarios entre dos o más partes,
mediante los cuales se crean, modifican o extinguen obligaciones. En el
contexto patrimonial, los contratos son una fuente común de obligaciones, ya
que permiten regular relaciones jurídicas relacionadas con el patrimonio,
como contratos de compraventa, arrendamiento, préstamo, entre otros.
B. Cuasicontratos: son una categoría especial de obligaciones, Se definen
como obligaciones que se generan sin la existencia de un contrato válido
entre las partes, es decir, no surgen de la voluntad expresa de las partes de
establecer una relación contractual.
C. Actos ilícitos: Los actos ilícitos, como el incumplimiento de un deber legal,
el daño causado a otra persona o la violación de derechos, pueden generar
la obligación de reparar el daño causado. Estas obligaciones patrimoniales
derivadas de actos ilícitos pueden surgir tanto en el ámbito contractual como
extracontractual.
D. Cuasidelitos: también conocidos como actos ilícitos o responsabilidad
extracontractual, son conductas que causan daño a otra persona de manera
involuntaria o sin intención de perjudicar. La persona que causa el daño tiene
la obligación de repararlo, lo cual puede implicar el pago de una
indemnización o la adopción de otras medidas para remediar el perjuicio
ocasionado.

Las fuentes de obligaciones que se mencionaron anteriormente (contratos, actos


ilícitos, cuasicontratos) son precisamente las fuentes que dan origen a los derechos
personales. Estas fuentes generan las situaciones jurídicas que dan lugar a la
existencia de obligaciones y, por ende, a la existencia de derechos personales para
los acreedores. Por ejemplo, un contrato de préstamo establece la fuente de la
obligación de devolver el dinero prestado, y en consecuencia, crea un derecho
personal para el prestamista de exigir el pago de la suma prestada. (Artículo 1494
C.C)

Sobre las universalidades

El patrimonio es el conjunto de derechos y obligaciones de una persona que tienen


un valor económico y conforman su esfera patrimonial. Estos derechos y
obligaciones pueden ser objeto de transmisión, adquisición, modificación o
extinción. El patrimonio constituye la base sobre la cual se establecen las relaciones
jurídicas de una persona con respecto a sus bienes y derechos.

Las universalidades jurídicas, por su parte, son conjuntos o masas de bienes y


derechos que forman una unidad jurídica, aunque no tengan una existencia física o
material como tal. Estas universalidades pueden estar compuestas por elementos
patrimoniales, como bienes, derechos y obligaciones, y están sujetas a un régimen
jurídico particular.
La relación entre el patrimonio y las universalidades jurídicas radica en que las
universalidades pueden estar integradas por los elementos que conforman el
patrimonio de una persona. Por ejemplo, una herencia representa una universalidad
jurídica que se compone de los bienes y derechos que formaban parte del
patrimonio del fallecido. La herencia, como universalidad jurídica, se transmite a los
herederos, quienes pasan a ser los titulares de esos activos y deben asumir las
obligaciones correspondientes.

Asimismo, en situaciones de insolvencia o quiebra, se crea una universalidad


jurídica conocida como masa concursal, que está compuesta por los bienes y
derechos del deudor insolvente. Esta masa concursal se utiliza para satisfacer las
deudas pendientes con los acreedores.

Es importante destacar que las universalidades jurídicas tienen una existencia y


regulación jurídica independiente de los sujetos individuales que componen la
universalidad. La masa patrimonial se considera una entidad jurídica distinta que
puede ser objeto de gestión, transmisión y liquidación según las normas legales
correspondientes.

Referencias Bibliográficas
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Investigación Profesoral Dirigida. Universidad de la Sabana. Bogotá. Recuperado
de:https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/5266/129862.PDF
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de autor. [Ley 23 de 1982]. DO: 35.949

Congreso de la Republica de Colombia. (5 de febrero de 1993). por la cual se


modifica y adiciona la Ley 23 de 1982 y se modifica la Ley 29 de 1944. [Ley 44 de
1993]. DO: 40.740

Congreso de la Republica de Colombia. (19 de julio de 2010). Por la cual se


adiciona la Ley 23 de 1982, sobre Derechos de Autor, se establece una
remuneración por comunicación pública a los artistas, intérpretes o ejecutantes de
obras y grabaciones audiovisuales o “Ley Fanny Mikey”. [Ley 1403 de 2010]. DO:
47.775

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https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1993/t-553-93.htm

Carrasquilla Palacios, P. (2020). Análisis dogmático del patrimonio en Colombia y


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