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LA EVOLUCIÓN EN COLOMBIA DEL DERECHO AL AGUA POTABLE COMO

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DERECHO FUNDAMENTAL ANTE SU INMINENTE ESCASEZ

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

LA EVOLUCIÓN EN COLOMBIA DEL ACCESO AL AGUA POTABLE COMO

DERECHO FUNDAMENTAL ANTE SU INMINENTE ESCASEZ

MARCO ANTONIO PEREIRA PORRAS

MAESTRÍA DERECHO ADMINISTRATIVO

UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA

FACULTAD DE DERECHO

BOGOTÁ D.C.

OCTUBRE, 2022
LA EVOLUCIÓN EN COLOMBIA DEL DERECHO AL AGUA POTABLE COMO
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DERECHO FUNDAMENTAL ANTE SU INMINENTE ESCASEZ

Nota de Aceptación
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Firma del director de Trabajo de Grado

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Firma del Jurado

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Firma del Jurado

Bogotá D.C.;2022
LA EVOLUCIÓN EN COLOMBIA DEL DERECHO AL AGUA POTABLE COMO
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DERECHO FUNDAMENTAL ANTE SU INMINENTE ESCASEZ

Contenido

INTODUCCION ........................................................................................................................... 5

PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN E HIPOTESIS ............................................................... 6

Capítulo I ....................................................................................................................................... 7

La evolución desde sus inicios y la importancia del acceso al agua para la humanidad. ....... 8

1. La llegada del agua, Génesis. .................................................................................................. 8


1.1 Las civilizaciones hídricas ................................................................................................ 8
1.2 Los dominios del agua. ................................................................................................... 11
2. La necesidad del agua para la humanidad............................................................................. 17
2.1 El tribunal de las Aguas. ................................................................................................. 18
2.2 ¿Se está quedando la tierra sin agua? .............................................................................. 29
2.1.2 ¿La demanda del consumo del agua se volverá un acto comercial? ............................ 30
2.1.3 ¿la protección del agua está por encima de la necesidad de producir alimentos? ....... 31
2.2 ¿se podría llegar a hablar de La hora cero?..................................................................... 35
2.3 ¿Qué países afrontan el día cero?.................................................................................... 35
2.4 ¿Podría llegar Colombia a la hora cero? ......................................................................... 39
2.5 ¿Qué regiones sufren de la limitación al acceso al agua en Colombia? ......................... 41
Conclusiones Capítulo I ............................................................................................................ 47
Capítulo II.................................................................................................................................... 49

Cómo se desarrolla normativa y jurisprudencialmente el derecho fundamental al acceso al

agua, y cómo se sustenta este derecho en Colombia. ............................................................... 49

1. Normatividad Internacional .................................................................................................. 49


2. Jurisprudencia ....................................................................................................................... 61
3. Derechos fundamentales ....................................................................................................... 69
3.1 Derechos Económicos, Sociales y Culturales ................................................................. 70
3.2 Derechos sociales colectivos frente al acceso al agua .................................................... 72
4.1 Sujetos de los derechos fundamentales ............................................................................... 75
4.1.1 Sujetos activos: ............................................................................................................ 76
4.1.2 Sujetos pasivos:............................................................................................................ 77
4.2.3 Acciones y titulares: ..................................................................................................... 79
5. Posiciones en derecho ........................................................................................................... 83
5.1 Obligaciones del estatus positivo:................................................................................... 83
6. La dignidad humana frente al acceso al agua. ..................................................................... 84
6.1 El biocentrismo del agua y la vida. ..................................................................................... 87
6.2 El acceso al agua como mínimo vital. ................................................................................ 89
6.1.1 ¿Se afecta el mínimo vital por el no pago de servicio de acueducto?.......................... 90
6.2.2 ¿Se afectó el acceso al agua, en la coyuntura del COVID-19 en comunidades étnicas?
............................................................................................................................................... 91
LA EVOLUCIÓN EN COLOMBIA DEL DERECHO AL AGUA POTABLE COMO
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DERECHO FUNDAMENTAL ANTE SU INMINENTE ESCASEZ

Conclusiones Capítulo II........................................................................................................... 92


Capítulo III .................................................................................................................................. 94

El empoderamiento a los ciudadanos para que ejerzan el derecho al acceso al agua. ......... 94

1. ¿A quién se debe empoderar para facilitar el derecho del acceso al agua en Colombia? ..... 94
2. La problemática frente al empoderamiento del ciudadano. .................................................. 98
3. ¿Son las fuentes hídricas sujetos de derechos? ................................................................... 110
4. Ciudadanía y empoderamiento al derecho al acceso al agua en Colombia. ....................... 112
4.1 Tutela ............................................................................................................................ 114
4.2 Acción Popular.............................................................................................................. 118
4.3 Consulta Previa ............................................................................................................. 119
4.4 Juntas Administradoras de Acueductos Rurales (JAAR) ............................................. 120
Conclusiones Capitulo III ....................................................................................................... 122
Lista de Referencias .................................................................................................................. 123
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INTODUCCION

La presente investigación, tiene como objeto el análisis del derecho al acceso al agua en

Colombia, en referencia a la problemática sociocultural y su aplicación jurídica.

Han sido diversos los métodos que se le han dado a su uso, lo que permitió pasar de la

condición de civilizaciones nómadas a los asentamientos y grandes urbes, ocasionando un

desarrollo con base del consumo y dominio del agua. Sin embargo, este consumo se ha visto en

aumento en áreas como la agricultura, la minería, la industrialización ocasionando

desabastecimiento en algunas regiones del mundo. Debido a lo anterior, surge la inquietud sobre

el alcance del reconocimiento del derecho fundamental al acceso al agua en Colombia

Desde la perspectiva jurídica, la carta magna constitucional colombiana no establece de

manera expresa, el derecho fundamental al acceso al agua, es así, que este derecho se ve

reflejado en la conexidad de la vida, la salud, la dignidad humana, entre otros Derechos

Fundamentales; garantizando el derecho al acceso del agua a los habitantes del Estado

Colombiano. Sumado a ello el organismo internacional de Naciones Unidas ha determinado el

acceso al agua como derecho conexo a la vida.

Sin embargo, a pesar de que existen estas garantías nacionales e internacionales, el

constante consumo y uso desmedido del agua, ha ocasionado un preocupante fenómeno

denominado la hora cero, situación que algunas naciones ya han padecido y en futuros eventos

se llegará a escuchar constantemente, en estas circunstancias, es necesario analizar la aplicación


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del derecho frente al futuro fenómeno de carácter universal. Llegando a cuestionarse si el

ordenamiento legal colombiano y los recientes desarrollos jurisprudenciales son suficientes en el

derecho al acceso al agua potable, como mínimo vital para la población del país.

PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN E HIPOTESIS

El agua es fuente de vida para todos los seres vivo de la tierra, sin embargo, es un recurso

que día a día se hace más escaso y dicha escasez se debe en gran parte a la dinámica del ser

humano por querer transformar el planeta a su antojo, y en su actuar está contaminando y

agotando las fuentes hídricas dejando sin suministro del preciado líquido al mismo ser humano, a

los demás animales, árboles y plantas.

En este orden de ideas, distintos trabajos académicos sostienen que aproximadamente,

mil quinientos millones de personas en el mundo no cuentan con acceso al agua, aunado a lo

anterior, más de dos mil millones quinientos mil de personas no cuentan con acceso a los

servicios de purificación para que esta sea apta para su consumo.

Ante esta cruda realidad que aqueja al planeta en lo que respecta la escases de agua

potable, las organizaciones del orden mundial y los Estados han tomado carta en el asunto a fin

de poder mitigar esta problemática; Colombia no se ha quedado atrás y en su constante actuar

han adoptado estas recomendaciones internaciones en todos los estamentos nacionales y por las

diferentes ramas del poder público a fin de establecer que el acceso al agua sea tratado con las
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más alta responsabilidad y compromiso del Estado colombiano sin contravenir o desconocer

derechos en un marco de igualdad, armonía y respeto.

Bajo este concepto, que el agua es la fuente de vida y subsistencia, que su consumo

desmedido y la contaminación producto del actuar del ser humano ha traído como consecuencias

el acceso limitado, el cual genera una coyuntura en poblaciones con dificultades al acceso a esta,

lo que nos conduce a formular el siguiente problema de investigación ¿Cuál ha sido el alcance

del reconocimiento del derecho fundamental al acceso al agua en Colombia y cuáles son las

herramientas jurídicas para que los ciudadanos y las comunidades se empoderen en el

ejercicio de tal derecho?

El interrogante anterior puede responderse preliminarmente con la siguiente hipótesis: El

acceso al agua en Colombia es una obligación y una responsabilidad por parte del Estado

Colombiano, si bien este derecho no está consagrado taxativamente en la constitución, más allá

que como un servicio público, instrumentos internacionales lo han reconocido como derecho

fundamental y tal debe ser el sentido adoptado por las autoridades lo que implica su inminente

protección, dado lo anterior es posible que las comunidades puedan exigir la protección de tal

derecho mediante las herramientas constitucionales como la acción de tutela, reclamando una

acceso al agua potable y a un mínimo vital del líquido, extendiendo su protección, de ser posible,

a ecosistemas hídricos.

Capítulo I
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La evolución desde sus inicios y la importancia del acceso al agua para la humanidad.

1. La llegada del agua, Génesis.

No se tiene un momento preciso de la llegada del agua a la tierra, se cree que el agua

llegó a través de colisiones de asteroides y meteoritos que contenían este preciado líquido vital

para desarrollo y la evolución de la vida en la tierra, según la ciencia, desde hace 4.000 millones

de años en la tierra primitiva; en el proceso de vaporización surgió como efecto la condensación

dando origen al ciclo del agua, produciendo las primeras lluvias (Jewitt & Young, 2015).

Las primeras precipitaciones como efecto del ciclo del agua, permitió un intercambio

químico, entre las moléculas de oxígeno (1) y las de hidrogeno (2), cada átomo enlazado

covalentemente al oxígeno. El agua en su formulación H 2O representó uno de los elementos de

existencia para el desarrollo de la vida en la tierra.

1.1 Las civilizaciones hídricas

En los inicios de la humanidad, el agua ha tenido un papel relevante, dado a que las

primeras civilizaciones establecieron sus asentamientos cerca a fuentes hídricas que le permitían

subsistir a través de su consumo, según algunos historiadores fueron diversas las civilizaciones

que utilizaron este recurso para su prosperidad, tales como los egipcios y del reino del saba,

quienes tomaron control de esta, para significar un poder y desarrollo.

En este sentido, con base en informes de la UNESCO se puede decir que “el historiador

Wittfogel, pudo hablar de civilizaciones "hidráulicas" basadas en la propiedad y el dominio de la

gestión del agua” (Consejo Federal de Entidades de Servicios Sanitarios COFES, 1999, pág. 4).
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En el mismo sentido se menciona que “en el siglo VIII antes de J.C., los "quanats" -canales

subterráneos artificiales que transportaban el agua a grandes distancias; - fueron inventados por

los habitantes de Urartu en la actual Turquía. Esta explotación de las aguas, generalmente

surgidas del drenaje de los acuíferos, y su aplicación y desarrollo fueron aplicados en Persia, en

Egipto, en India y Grecia” (Consejo Federal de Entidades de Servicios Sanitarios COFES, 1999,

pág. 4).

En CHINA, los historiadores y antropólogos encontraron estructuras ancestrales ubicadas

en gran parte del país, dichas estructuras eran diseñadas para permitir la navegabilidad de las

fuentes hídricas.

La ingeniería hidráulica de la cultura Liangzhu, conocida no hace muchos años, sitúa las

primeras certezas de control del agua hace aproximadamente 5.100 años. “Liangzhu utilizó la

proximidad fluvial para asentarse en un lugar fértil y próspero” (Calero, 2021, pág. 1).

EGIPTO, la agricultura de los egipcios estaba adaptada a la dinámica fluvial del río Nilo,

el cual hizo posible que, en medio del desierto, se pudiera desarrollar una próspera agricultura.

“La agricultura fue un importante motor de progreso gracias a la cantidad y variedad de

alimentos de los que disponían los habitantes” (Fundacion Canal, 2016).

“El río Nilo ha sido el símbolo de la fertilidad para la cultura egipcia debido a la

capacidad que presentaba para enriquecer las tierras que inundaba, gracias a la sedimentación de

los limos que contenían sus aguas, la agricultura estuvo condicionada durante años por la subida

del cauce del río Nilo, entre los meses de julio y septiembre, y su posterior descenso. De esta
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manera, la agricultura estaba totalmente condicionada por la época de lluvias y el clima”

(Fundacion Canal, 2016).

Un aporte a la ingeniería hidráulica por parte de la civilización egipcia fue: el nilometro

que consistía en medir el nivel de las aguas del río y determinar la llegada de las inundaciones,

así mismo, se tiene registro histórico de la navegabilidad del rio Nilo, como fuente de

comunicación y uso comercial (Fundacion Canal, 2016).

GRECIA. De acuerdo con Vásquez (2006) "el agua, condicionó el devenir y crecimiento

de Grecia desde sus orígenes. Si su civilización fue en principio continental, este territorio, con

un litoral amplísimo y recortado e innumerables puertos, nunca estuvo cerrado a otras

influencias. Por mar, precisamente, le llegaron ideas, culturas, la escritura fenicia y las

influencias orientales, además de servirle de camino a la expansión, tanto de su numerosa

población, con las sucesivas colonizaciones, como para vender sus excedentes de producción”

(p. 93).

La civilización griega, era experta en técnicas hidráulicas, se tienen registros de

explotación del agua, a través de canales que se utilizaba para regadíos de cultivos, así mismo la

explotación de manantiales acuíferos, eran usados para acueductos, cisternas y pozos, también

tienen el aprovechamiento de las aguas lluvias. “A principio del siglo veinte (XX), cuando el

escritor y científico italiano Ángelo Mosso visitó la villa de Hagia Triada durante una fuerte

tormenta, se percató de que todas las alcantarillas del palacio funcionaban perfectamente y se

quedó impresionado al ver el agua de la tormenta salir sin problemas por las alcantarillas. Por lo

que Mosso concluyó que en toda la historia de la humanidad no existía ningún otro sistema de
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alcantarillado que continuara hoy perfectamente en funcionamiento pasados más de 4.000 años

desde su construcción original” (Vásquez, 2006).

1.1.1.2 ¿Pudo la civilización griega hacer uso del agua en favor de su pueblo?, aparte

de los aportes en el manejo de los acueductos cuyo fin era permitir el acceso de la fuente hídrica

a sus habitantes, se produjo uno de los inventos hidráulicos más relevantes para la historia y cuyo

uso se da en la actualidad, dicho invento fue el Tornillo de Arquímedes.

Este, se basa en un tornillo que se hace girar dentro de un cilindro hueco, situado sobre

un plano inclinado, y que permite elevar el agua situada por debajo del eje de giro (Historia de la

tecnología, 2007).

Sumado a ello, existía la reglamentación del uso del agua con objeto de la agricultura y

en esta práctica el uso del agua no estaba limitado, es decir: Los agricultores disponían de

amplias reservas y desvíos de ríos para regar sus cultivos.

1.2 Los dominios del agua.

En la época medieval, los dominios del agua hacían parte del rey, como monarca de la

época; bajo la figura de propiedad soberana (Vergara, 2019); esta aplicación de soberanía se

distinguía por las aguas de los grandes ríos le pertenecían al rey, los ríos menos caudalosos a los

señores y los arroyo que su nacimiento y desembocaduras eran en el mismo terreno les

pertenecían a los dueños de esas tierras, situación que se asemeja en lo preceptuado, en la

actualidad a la legislación civil colombiana, debido a que estipula que los arroyos que nazcan y
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desemboque en el mismo predio los propietarios de estos pueden disponer con más amplios

derechos conforme al artículo 677 del Código Civil Colombiano.

“El derecho romano consideraba el agua corriente como una sustancia común, por lo

tanto, los ríos de flujo continuo y sus orillas estaban fuera del comercio. En el sistema feudal, el

poder político-militar siempre estuvo limitado por las comunidades rurales, que consideraban el

agua como un bien común cuya renovación incesante impedía la apropiación señorial. En

Francia, el poder real por el Edicto de los Molinos de 1566 declaró que parte del dominio de la

corona lo formaban todos los ríos y afluentes que llevaban barcos; salvo los derechos de pesca,

molinos, barcazas y otros usos que los particulares podían tener por título de posesión” (Consejo

Federal de Entidades de Servicios Sanitarios COFES, 1999).

Los ríos de caudal permanente eran denominados “res publicae” cosa pública, las

personas podían extraer y usar el agua del rio caudaloso toda la que quisieran, sin ocasionar

algún perjuicio a sus vecinos; dado a que las riberas eran de dominio privado pero sus aguas de

uso público. A esto se le denominó dominio privado de uso público.

El derecho indiano, en cuanto el dominio de las aguas consideraba las aguas como

comunes es decir de uso común, la llegada de la corona española implicó un nuevo término

jurídico, la “iura regalia” bienes de realengo, definido como las aguas de la corona, que

estableció cómo el acceso al agua por parte de los particulares era necesario mediante acto de la

autoridad; denominado “merced” (Vergara, 2019).


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En lo que atañe a Latinoamérica, este dominio ha tenido su influencia por medio del

derecho indiano y romano en materia del agua; a través de la colonización, antes de la conquista

del imperio español por medio del señor Cristóbal Colon, la mayoría de las civilizaciones

existentes en el continente americano, tenían sus asentamientos a la rivera de las fuentes hídricas

(ríos y lagunas), por lo que su dominio era de uso común, dado a que no existía un dominio sobre

ella, es decir que no existía alguna propiedad sobre las aguas y su uso.

Sin, embargo, las cosas cambiaron con la llegada de los españoles y su colonización,

como lo dice Vergara (2019), “las aguas pasaron a ser “iura regalia”, pago de regalías; calidad

jurídica esta última que vinculó, en definitiva, a las aguas con el dominio de la Corona. A este

vínculo jurídico estaban supeditadas las siguientes grandes características jurídicas del régimen

indiano de las aguas. Para el acceso de los particulares, el aprovechamiento de las aguas era

necesario un acto de la autoridad, título que recibió una variedad de usos terminológicos, siendo

la expresión “merced” la que tendría uso más generalizado.”

El concepto de “la merced”, hacía referencia a un acto de autoridad, de un procedimiento

jurídico y proceso administrativo, del cual se desplegó un concepto “ex novo” el derecho de uso

y aprovechamiento de las aguas en favor de las personas. De los anteriores conceptos se tiene

existencia en la actualidad, su diferencia es el nombre Merced, en la actualidad se le denomina

licencia y “se define como la autorización que otorga la autoridad ambiental competente para la

ejecución de un proyecto, obra o actividad, que de acuerdo con la ley y los reglamentos, pueda

producir deterioro grave a los recursos naturales renovables, o al medio ambiente, o introducir

modificaciones considerables o notorias al paisaje; la cual sujeta al beneficiario de esta, al

cumplimiento de los requisitos, términos, condiciones y obligaciones que la misma establezca en


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relación con la prevención, mitigación, corrección, compensación y manejo de los efectos

ambientales del proyecto, obra o actividad autorizada,” de acuerdo con los artículos 49 y 50 de la

Ley 90 de 1993.

Ahora bien, respecto al “ex novo”; actualmente lo encontramos con el término de

concesión y se define como: “Negocio jurídico por el cual la Administración cede a una persona

facultades de uso privativo de una pertenencia del dominio público o la gestión de un servicio

público en plazo determinado bajo ciertas condiciones” ("concesión", s.f.).

El sistema aplicado por medio de la conquista limitó el dominio de las aguas para las

personas comunes, dado a que ya requerían una formalidad para acceder a esta y explotarla,

desde el punto de vista de las personas esto solo generaba un benéfico para la corona por medio

de las regalías (impuesto) que debían pagar por hacer uso del agua. Dado a que este sistema se

aplicó por la conquista española surge la pregunta:

1.1.2.1 ¿Qué hubiese sucedido, si Latinoamérica la hubiese conquistado


Inglaterra?

“En Inglaterra hay algunos ríos que se consideran como propiedad de los terratenientes,

cuyos dominios atraviesan el agua, es concebida como accesoria del terreno que cubre, la

jurisprudencia no reconoce acción para reivindicarla sino juntamente con los terrenos. Sin

embargo, la Carta Magna del Rey Juan prohibió cercar las riberas de los ríos o torcer el curso de

éstos que, así como los bosques, debían ser públicos” (Ponce, 1934).

Dado que el sistema de gobierno en Inglaterra ha sido hasta el momento parlamentario y

monarca, las leyes y derechos se rigen por la costumbre, es decir, las acciones repetitivas y
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reiterativas en el tiempo; sus monarcas, antiguamente aplicaban el sistema feudal como lo

menciona Ponce “Los señores feudales acapararon y concentraron en sus manos el poder público

y el dominio de las tierras, acarreando en éstas el dominio de las aguas. Se reservaron

determinadas clases de aprovechamiento y concedieron sólo algunos a sus vasallos a cambio de

ciertas prestaciones o tributos. Con estos principios los señores feudales se hicieron dueños

absolutos de las aguas que corrían por sus dominios, estableciéndose el libre uso de las aguas por

los señores ribereños” (1934, pág. 120).

Bajo la estructura feudal, si Latinoamérica hubiese sido conquistada por Inglaterra,

tendríamos como consecuencia, respecto al derecho al agua, las mismas implicaciones que

adoptaron los españoles (la limitación del derecho al agua por parte de la corona). Dado a que

Inglaterra utilizó el sistema feudal para el dominio del agua.

De lo anterior, se puede inferir que los regímenes imperiales de la época, establecieron la

modificación del agua al servicio de los imperios, lo anterior, siendo consecuencia del principio

de terranulios que caracterizó en derecho internacional en la era de la expansión colonial.

Retomando el tema de investigación, respecto del escenario nacional valga mencionar

que en Colombia, a lo largo de sus constituciones se logró establecer el dominio del agua, por

medio de la constitución de 1886 que definió las aguas como parte del territorio de Colombia en

su artículo 3, y dictó normas en materia de soberanía marítima por medio de la ley 10 de 1978.
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Aunque en la actualidad la norma constitucional de 1991 hace referencia a la soberanía

que tiene el Estado, sobre su territorio, existe diversidad de legislaciones que regulan el acceso al

agua y su dominio tales como:

- Decreto 1076 de 2015: esta normatividad comprende el uso y aprovechamiento del

recurso hídrico bajo la formalidad de la licencia y concesión, emitidas por la

autoridad ambiental competente (ANLA) y Ministerio de ambiente.

“Así mismo, se clasifica el dominio de las aguas en el territorio nacional como aguas de

dominio público: comprenden los ríos, las aguas que corren por cauces naturales y artificiales

derivadas de acuíferos naturales, los lagos, lagunas, las ciénagas, los pantanos, las aguas de la

atmósfera, las aguas lluvias, entre otras” (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, s.f.).

“Por otro lado define las aguas de dominio privado como: aquellas que brotan

naturalmente y que desaparecen por infiltración o evaporación dentro de una misma heredad

(nacen y mueren en el mismo predio), lo cual difícilmente sucede, por lo que la mayoría de las

aguas son de dominio público” (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, s.f.).

De lo mencionado, teniendo presente las perspectivas del derecho del agua Romanas y el

sistema feudalista; podemos observar la aplicación mixta de los anteriores sistemas; dado que

ahora la figura del rey/monarca la representa el Estado Colombiano en plenitud del ejercicio de

su soberanía, y la permisibilidad de la existencia de fuentes hídricas privadas cuyo surgimiento y

finalización están en el mismo predio del propietario como casos extraordinarios, dando la

claridad de que por regla general el uso del agua es público, pero su dominio es ejercido por

parte del Estado como figura de autoridad.


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2. La necesidad del agua para la humanidad.

El agua se constituye para la vida como uno de los elementos fundamentales en cuanto a

lo concerniente a su existencia y preservación, pues a diferencia de otros recursos de carácter

natural de los cuales los seres vivos pueden prescindir, el agua se erige como un recurso vital

para la existencia y el desarrollo integral de la vida. En ese sentido, adquiere especial

trascendencia el recurso en cuanto garantiza la supervivencia de las sociedades humanas.

En primer término, si se analiza desde la perspectiva de las funciones estructurales

internas de los sistemas que componen el cuerpo humano, se tiene que un 60% de dicha

constitución corresponde a agua, de la cual a su vez se tiene que formar integralmente en el

organismo: 1) el 85% de la constitución de la sangre que oxigena las células, 2) el 90% de la

constitución del cerebro y 3) aproximadamente el 70% de la conformación estructural de los

músculos, lo cual en todo caso solo fundamenta la relación inequívoca y existente entre el

recurso hídrico y el desarrollo de las funciones biológicas de los organismos vivos.

Por otra parte, el progresivo crecimiento de la población ha conducido a un manejo

conflictivo del recurso por factores como la destrucción de las fuentes hídricas naturales, el

crecimiento industrial y agrario de las naciones, la contaminación de aguas dulces, que se

presentan como el resultado eventual del desarrollo económico y geopolítico que deben enfrentar

los Estados para solventar los referidos incrementos en los índices demográficos, unos escasos

ejemplos de judicialización en disputas frente al acceso al derecho al agua que concierne al

Tribunal de las Aguas, cuya existencia en la actualidad persiste (Agudelo, 2005).


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2.1 El tribunal de las Aguas.

En la actualidad existe un mecanismo judicial en España que dirime los conflictos en

materia del derecho al agua, este Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia o más conocido

como Tribunal de Aguas, es el encargado para dirimir los conflictos derivados del uso y

aprovechamiento de las aguas con fines de agricultura de aplicación en España.

Este Tribunal está conformado por ocho personas denominadas Síndicos; ellos figuran

como representación de las comunidades de Regante “(Estas comunidades son corporaciones de

derecho público, adscritas a los organismos de cuenca, que se encargan de organizar los

aprovechamientos colectivos de aguas públicas, superficiales y subterráneas que le son

comunes)” (Universidad de Valencia, s.f.).

Los conflictos se dirimen cuando se llaman a los denunciados con la tradicional frase:

“denunciats de la sèquia de!”. “El juicio se desarrolla de forma rápida, oral e íntegramente en

lenguaje valenciano. El denunciante, que puede ser el guarda o cualquier afectado, expone el

caso ante el Tribunal, después el denunciado se defiende a sí mismo, responde a las preguntas

que se le formulan. Después de ello el Tribunal, con la excepción del síndico de la acequia en

cuestión, para garantizar la imparcialidad, decide la culpabilidad o no del denunciado, en caso

afirmativo, es el síndico es quien impone la pena a pagar por el infractor, de acuerdo con las

Ordenanzas de la propia Comunidad de Regantes” (Tribunal de las Aguas de la vega de

Valencia, s.f.).

Las características del Tribunal son oralidad, concentración, rapidez y economía. Que

permiten su acción y ejecución de forma eficaz y justa.


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En este orden de ideas, es claro que frente a la garantía de supervivencia y desarrollo de

la vida tanto humana como animal y vegetal, el agua se erige como un elemento clave cuya

trascendencia y reconocimiento no necesariamente es atribuible a las investigaciones que en

tiempos contemporáneos se han efectuado sobre el recurso. Es menester destacar que incluso en

la antigüedad ya sea por los relatos religiosos o por las historias propias de mitología, el agua

suponía un elemento central de especial atención, lo cual deriva de su continuo amansamiento

por el devenir de las sociedades humanas en aras de poner el recurso a su disposición.

Igualmente, es claro que el acelerado progreso de la actual estructura social humana ha

conducido a una concepción de mayor preocupación frente a la conservación del recurso, cuya

disponibilidad en el marco de progreso supone ser más crítica y compleja por cuanto se entiende

que no todas las fuentes hídricas presentes en el planeta son útiles para el desarrollo de la vida

humana.

Es así, que el 70% de la superficie terrestre corresponde al recurso hídrico, solo el 97, 2%

de estas aguas se encuentra en los océanos, que a causa de sus grados elevados de salinidad

resulta no apta para solventar las necesidades de la vida humana y que en esencia constituye más

de 1,35x109 km3 de volumen de agua. Por su parte, del restante 2,8% de agua constituye agua

dulce que resulta vital para la sostenibilidad de la vida humana y en cuanto a su repartición

porcentual se tiene que casi el 2,1% es agua depositada en glaciares en forma de capas de hielo,

0,6% se presenta en forma de lagos, ríos y a niveles subterráneos y 0,1% se presenta en depósitos

salados (Almiron, 2004)

Bajo esta distribución natural del recurso resulta cuanto menos evidente que en su forma

cruda y útil para la vida humana el agua es un recurso plenamente limitado y de baja oferta, por
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lo tanto, esto solo conlleva a que deba poseer una mayor trascendencia respecto de los

mecanismos para direccionar su cuidado e implementación, lo cual se encuentra presente en la

agenda mundial contemporánea.

Aun siendo el agua un elemento consustancial de la vida, la ruptura en su relación de

conservación producto de la ilimitada capacidad del hombre para instrumentalizar e intervenir

tecnológicamente la naturaleza se atribuye a las practicas que no ostentan de limitaciones

morales y normativas que demuestran que en los proyectos de progreso de sociedades modernas

prevalecen las bases tecnológicas de control y explotación de los recursos naturales por sobre las

consecuencias de deterioro y destrucción de recursos como el hídrico.

Así mismo, las tendencias cíclicas naturales del agua aportan a su carácter de ser un

recurso finito que, aunque puede reutilizarse ciertamente adquiere una progresiva disminución

cuando es sometida a procesos como la evaporación.

Según Fernández, “se calcula que al año se evaporan aproximadamente 505.000 km3 de

agua de los océanos. Sin embargo, la mayor parte se precipita nuevamente sobre los mismos

océanos, no pudiendo ser utilizada como recurso de agua dulce. La precipitación anual sobre

tierra firme se estima en 120.000 km3. Ese movimiento masivo del agua, esencialmente causado

por la energía del sol se conoce como ciclo hidrológico” (2012, pág. 148).

Ahora bien, es menester igualmente acotar sobre este respecto la prevalente importancia

que el agua tiene para con el desarrollo sostenible del medio ambiente. Este recurso en esencia

contempla unas utilidades tanto naturales como antrópicas o propias del ser humano. Respecto de

aquellas primeras, el agua adquiere el papel protagónico de garantizar el mantenimiento de la


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vida presente en reservas naturales y diversidad de ecosistemas, además de tomar funciones

adicionales como el soporte y reabastecimiento de fuentes hídricas naturales y el transporte de

sedimentos (Fernandez, 2012).

Respecto de aquellas utilidades que benefician propiamente al ser humano, las normas

que en Colombia determinan la calidad del agua se definen en virtud de las aplicaciones que se

tiene del recurso, entre las cuales vale destacar:

1. Consumo humano

2. Aplicación en la industria

3. Riego de cultivos

4. Consumo animal

Frente a esta distinción de los usos del recurso, es necesario considerar que durante un

periodo el agua y gran parte de los recursos naturales fueron considerados como disponibles para

cualquier índole de uso antrópico que se requiriera. En ese sentido, durante la época de prelación

del uso antrópico se sacrificó o simplemente se obvió el balance que debía existir con respecto de

los usos naturales, lo cual, inevitablemente conduce como resultado a una alteración en los

grados de calidad del recurso. (Fernandez, 2012).

Así entonces, algunos de los puntos clave a considerar al momento de expedir normas en

materia de control de calidad del agua deben de ser respectivamente sus factores físicos,

químicos, biológicos y bacteriológicos, que dependiendo del uso al que esté enfocado el recurso

han de variar de forma que se garantice un mínimo de balance o equilibrio a manera de que no se
22
emplee agua de calidad superior para fines que no requieren esos grados elevados de calidad

(Villegas, 1999).

Entre tanto, en materia de control de calidad del recurso hídrico, especial mención

requiere su distinción o clasificación macro de conformidad con su estado natural o estado de

intervención del hombre. En cuanto a ello, hemos de tener en cuenta que el agua puede ser I)

Cruda, cuando proviene directamente de una de sus fuentes naturales; II) Tratada, cuando se ha

modificado a través de algún proceso de tratamiento para adaptarla a un uso en particular; y III)

Servida, que corresponde al sobrante del agua que ya ha sido empleada y que bien puede ser

considerada como agua de desechos (Villegas, 1999).

Consecuentemente, cuando se direcciona el enfoque únicamente a los usos de consumo

humano, en igual medida corresponde efectuar una clasificación de las aguas a considerar, y en

ese sentir estas pueden ser I) Puras, cuando se encuentran sin la inclusión de cualquier otra

sustancia; II) Potable, que es que aquella que cumple con los estándares mínimos de calidad para

consumo humano; y III) Segura, que es aquella que no cumpliendo los estándares mínimos de

calidad puede ser consumida sin generar riesgos para la salud (Villegas, 1999)

El claro contraste entre la oferta de agua disponible y la demanda que suponen los

requisitos mínimos de consumo de agua en sus diferentes usos ha conducido a que

organizaciones como la OMS dispongan de lineamientos básicos de accesibilidad, como que

cada persona al día debe poder acceder a 20 Litros de agua, de los cuales 7,5 litros deben ser

exclusivos para consumo personal. Sin embargo, en el marco de los indicadores globales, cerca

de 748 millones de personas no cuentan con una forma de acceso al agua potable, lo cual supone
23
un riesgo para el normal desarrollo de unas condiciones fundamentales de vida (Organización

Mundial de la Salud OMS, 2011).

Por su parte, si bien Colombia se erige como uno de los países con una de las mayores

riquezas en cuanto a la disponibilidad del recurso hídrico concierne, lo cual se demostraba en

virtud de que durante el siglo XX la nación poseía el cuarto puesto mundial de disponibilidad per

cápita del agua. Es en el contexto de los últimos 30 años que dicha situación ha cambiado de

manera tal que según informa el Sistema de Información Ambiental de Colombia o SIAC, la

nación ha bajado hasta el puesto 24 (Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial,

2010)

Sin embargo, respecto de esta situación se debe tener presente que para el año 2010 la

participación del recurso en actividades como servicios o usos domésticos era de apenas el 8,8%

de participación por demanda per cápita, a diferencia de las significativas sumas de 54%

destinada exclusivamente para el sector agrícola y 19,4 % destinada al sector de energía, lo cual

solo denota que el uso del agua para estos dos sectores ostenta una mayor demanda que los usos

de consumo humano (González, Maria; Saldarriaga, Gabriel; Jaramillo, Omar, 2010).

A su vez, dentro del sector agrícola, uno de los mayores gastos del recurso hídrico lo

exigen las actividades relacionadas con la carne vacuna, de donde se precisa de 15,4

litros/gramo. Pero en casos más marcados como el de la actividad extractivista minera se tiene

que la necesidad e inversión de agua es aún mayor, como lo que acontece en los casos de la

extracción de oro en el que se reporta una necesidad de gasto de 450-1060 litros/gramo de oro

(Cabrera & Fierro, 2013).


24
Entre tanto, es claro que de forma macro la importancia para la productividad sostenible

de sociedades que otorga el agua se da en virtud de la comparecencia de una doble dimensión de

aplicabilidad que es tanto económica como social. Por una parte, en su dimensión económica la

aplicación del agua debe ser distribuida tanto para la satisfacción de necesidades humanas

básicas como su consumo, como también para la aplicación en actividades de producción que

requieren de su aplicación para poder operar. Por otro lado, en su dimensión social se debe tener

en cuenta la especial importancia del recurso frente al desarrollo de los pueblos no solo por su

aporte a la supervivencia, sino también por su aporte al desarrollo productivo que ha de conducir

a una re-categorización de ser un bien económico de especial importancia y de especial

necesidad de gestión y manejo integral (Díaz, y otros, 2009).

La comparecencia de problemáticas en la contaminación y en la escasez a la que

progresivamente nos estamos enfrentando respecto del agua compromete entonces una mayor

preparación frente a las susodichas fuentes de origen ya estipuladas como el crecimiento

demográfico de los Estados, la ausencia de conciencia de la importancia del recurso que va de la

mano con una ausencia en la planificación de su control y el crecimiento paulatino de sectores

como la industria, energía, agricultura y minería que demandan cantidades de agua exorbitantes

que conducen a un gasto excesivo del recurso y que en igual medida suponen una contaminación

de las fuentes de donde se sustrae.

“Tal es la magnitud de esta problemática, que debemos considerar que hoy en día, 31

países habitados por menos de 8% de la población mundial tienen déficit crónico de agua dulce,

y para el año 2025 se prevé que 48 países enfrentarán ese déficit, que afectará a más de 2.800

millones de habitantes, 35% de la población mundial proyectada. Entre los países que
25
probablemente se verán afectados por la escasez del agua en los próximos 25 años se incluyen

Etiopía, India, Kenia, Nigeria y Perú. Actualmente tienen déficit hídrico España, México, Chile,

Argentina, Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Australia, China e India.”

Pese a lo propiamente dicho sobre la pertinencia y especial necesidad de un mejor control

del recurso hídrico, los progresos que se han adoptado en materia de protección se encuentran

lejos de resultar satisfactorios y en muchas ocasiones se observa cómo las leyes parecen limitarse

exclusivamente a ejercer un control fraccionario del agua y no extenderse hacia la estipulación

de la calidad del agua como norma de carácter fundamental. Sin embargo, en el devenir del

último siglo, se ha evidenciado cómo el panorama global y el panorama del Estado colombiano

se han enfocado en trabajar sobre esta problemática en mayor o menor medida, lo que denota un

creciente interés en alcanzar una legislación que ofrezca los mecanismos necesarios para velar

por el deber de garantizar la protección del agua no solo como un recurso natural necesario para

la vida, sino como un derecho fundamental de los seres humanos, para con ello hacer frente a la

problemática que hoy en día nos acoge y que en los años venideros significará una de las

controversias más críticas a las que como especie humana deberemos afrontar.

“El agua es una necesidad fundamental de la humanidad. Cada persona en la Tierra

requiere al menos 20 a 50 litros de agua potable limpia y segura al día para beber, cocinar y

simplemente mantenerse limpios” (ONU Comité de derechos económicos, sociales y culturales,

2003a).
26
Esta necesidad nace de la vitalidad de la vida y el desarrollo de la sobrevivencia a partir

de las formas de alimentarse, de vestirse, de cultivar, de movilizarse y de todas las formas de

vida de la humanidad.

Pero esta necesidad se ve expuesta a las poblaciones en los territorios donde el acceso al

agua es precario, o donde las condiciones del agua no se ajustan a las necesarias para el consumo

humano, lo anterior, debido a las fuentes de agua que se encuentran en estado de contaminación,

según la National Academy Of Sciences el agua contaminada puede ser mortal pudiendo causar

casi 1.8 millones de muertes al año, estas muertes son producto de diferentes enfermedades como

el Cólera entre otras enfermedades diarreicas.

Adicional a las muertes debido a la contaminación del agua, las poblaciones y sus

pobladores también son expuestos a contaminantes que, aunque no mueren sí que adquieren

diferentes patologías asociadas al consumo de agua contaminada, como infecciones en la piel,

parásitos y problemas estomacales entre otras afecciones asociadas al consumo del líquido no

apto.

Debido a que el agua es un líquido vital y un recurso no ilimitado en la existencia de este

planeta, se debe tener en cuenta y generar conciencia acerca de cuál es la capacidad que tenemos

como seres humanos de acceder al preciado líquido.

Casi un 80% del agua de la Tierra se concentra en los océanos, y más del 99% del agua

dulce se encuentra en las capas de hielo y en lo más profundo del suelo. Menos de un 0.03% de

los recursos hídricos renovables de la Tierra están disponibles en los lagos y ríos de todo el

mundo.
27
Si tenemos en cuenta que el 99% del agua dulce apta para el consumo y para otras formas

de sobrevivencia se encuentran en las capas de hielo y en las profundidades de la tierra, es

importante reflexionar sobre lo difícil que es extraer el líquido para las necesidades que se

requieren en la superficie de la tierra, lo anterior, quiere decir que menos del 1% del agua dulce,

se encuentra en ríos y lagos, esto debería ser motivo suficiente para mantener esos cuerpos de

agua en estados saludables, óptimos para el consumo y alejados de cualquier actividad que cause

su contaminación.

En este punto podemos desarrollar algunos elementos dentro de la dinámica de la

necesidad del agua, la subsistencia del ser humano, entendiendo todas sus formas y las otras

formas de vida sobre la tierra, y al mismo tiempo la dinámica competitiva entre estos elementos

y la capacidad de la tierra en el suministro del agua.

Uno de los primeros elementos es la no renovación del recurso del agua y su limitada

capacidad, dicha capacidad se encuentra en contraste con el rápido incremento de la población

mundial, es decir, el incremento de la población sobrepone una disminución de la disponibilidad

per cápita.

Un segundo elemento es la demanda acelerada de las formas de subsistencia y del ser

humano, algo que se conoce como capitalismo salvaje y que busca eliminar el Estado en su papel

interventor y controlador del mercado, lo anterior ligado a la calidad de vida que buscan los

humanos desarrollada e impulsada por tecnologías y elementos que hagan más fácil la vida, esas

características y formas de desarrollo y subsistencia de la vida humana demandan la forma como


28
producimos alimentos, a través de la agricultura a gran escala, la industria, la forma en la que

nos vestimos, la forma en la que nos transportamos, y la forma de adquirir bienes y servicios.

Estas formas de vida, y la demanda del agua en contraste con el incremento de la

población mundial lleva a la escasez del líquido vital y entiéndase escasez al acceso menor de

1.000 metros cúbicos de agua al año por persona en el mundo, aunque el reflejo de la escasez no

se presenta en mismos niveles en todo el mundo, si es necesario reflexionar que su acceso no es

ilimitado y que, aunque en niveles diferentes el déficit de acceso al agua es un problema

mundial.

De acuerdo con lo anterior cada persona en el mundo no debería sobrepasar del consumo

diario de 50 litros de agua, este cálculo se tiene en cuenta en la capacidad del mundo por proveer

el líquido y de acuerdo con las tareas fundamentales del ser humano, y en donde también se tiene

previsto el desgaste irresponsable de las personas en su adecuado uso.

Nueva Zelanda es el país que más consume agua potable. “Su cifra de consumo de agua

asciende hasta los 2.162.300 millones de metros cúbicos al año. Según cifras oficiales, cada

persona utiliza diariamente 227 litros de agua al día” (AQUAE, 2021). Estas cifras son

importantes debido a dos características principales, la primera, es obvio que este país tiene un

consumo per cápita de agua superior al recomendado por la Organización Mundial de la Salud de

50 litros por persona; y segundo, si este consumo lo comparamos con otros países donde la

escases de agua es más evidente, como Nigeria, donde el consumo promedio de cada habitante

diariamente es de solo 10 litros de agua, este desnivel no se debe a que Nigeria tenga más

responsabilidad en el buen uso del agua, sino que se debe a que este país no tiene el mismo
29
acceso al agua y por consiguiente no tiene la misma capacidad de abastecimiento del preciado

líquido, en estas circunstancias, vale la pena preguntarnos:

2.2 ¿Se está quedando la tierra sin agua?

“las guerras del futuro serán provocadas por la escasez del agua” (Ibarra, 2020).

“El uso de agua sin restricciones ha crecido a nivel global a un ritmo de más del doble del

aumento de la población en el siglo XX, hasta el punto de que en muchas regiones ya no es

posible el suministro de un servicio de agua fiable. La presión demográfica, el ritmo de

desarrollo económico, la urbanización y la contaminación están ejerciendo una presión sin

precedentes sobre un recurso renovable pero finito, sobre todo en regiones áridas y semiáridas”

(FAO, 2013).

Los escasez del recurso hídrico es a consecuencia de la demanda elevada de consumo que

supera la existencia del recurso potable, es decir: actualmente en el mundo se está consumiendo

más agua de la renovada a través del ciclo del agua, la intervención de la humanidad de forma

directa e indirecta ha modificado el ciclo del agua; la industrialización, el consumo desmedido de

las aguas subterráneas, la destrucción y desforestación de habitas que proporcionan el recurso

hídrico traerá como consecuencia la ausencia de este mismo.

Los principales puntos que caracterizan la escasez del recurso hídrico son: la ausencia

física de agua disponible para saciar la demanda; el desarrollo de las infraestructuras que

controlan el almacenamiento, repartición e ingreso; y la capacidad institucional para dar los

servicios de agua a los más vulnerables.


30
“La agricultura es el sector económico en el que la escasez de agua tiene más relevancia.

En la actualidad, la agricultura es responsable del 70% de las extracciones de agua dulce y de

más del 90% de su uso consuntivo. Bajo la presión conjunta del crecimiento de la población y de

los cambios en la dieta, el consumo de alimentos está aumentando en casi todas las regiones del

mundo. Se espera que para el año 2050 sea necesario producir 1 billón de toneladas de cereal y

200 millones de toneladas de carne más al año para poder satisfacer la creciente demanda de

alimentos.”

2.1.2 ¿La demanda del consumo del agua se volverá un acto comercial?

“En general, se entiende que el agua para satisfacer las necesidades básicas no es

negociable – para mantener la salud los humanos necesitan un nivel mínimo de acceso a agua de

buena calidad. Del mismo modo, con el reconocimiento cada vez más extendido del derecho a

los alimentos, y siendo el agua un factor crítico para su producción, se puede considerar una

cantidad mínima para la producción de subsistencia que tampoco sería negociable. Sin embargo,

a nivel global, las extracciones de agua para uso doméstico solo representan el 10% de todos los

usos y tienen una tasa de consumo muy baja – la mayor parte del agua de uso doméstico vuelve

al medio ambiente con unas pérdidas mínimas por evaporación incluso si se ha degradado su

calidad. Por el contrario, el uso agrícola tiene consecuencias directas aguas abajo ya que la

producción de biomasa precisa grandes cantidades de agua que se perderán por transpiración. Si

el agua se usa para regar y se pierde por transpiración, esto supone una pérdida hidrológica local

que reduce la disponibilidad de agua en las zonas situadas aguas abajo” (FAO, 2013).
31
Dada la alta demanda del consumismo humano para subsistir, se están invirtiendo

recursos hídricos para satisfacer la necesidad alimentaria del mundo sin tener en cuenta la

relevancia que tiene el agua para producir alimento. Cuando la aplicación de la agricultura se

hace a gran escala, se usan diversos insecticidas que al momento del riego se mezclan con el

agua, ahora bien, surge la inquietud…

2.1.3 ¿la protección del agua está por encima de la necesidad de producir alimentos?

El agua es fundamental para la producción de alimentos, dado que en su proceso se

requiere de esta para lograr su objetivo. La agricultura requiere de grandes cantidades del recurso

hídrico para satisfacer la demanda de alimentos.

“El sector agrícola se posiciona como el mayor consumidor de agua del planeta dado su

función productiva, no solo de alimentos sino también de otros cultivos no comestibles como el

algodón, el caucho o los aceites industriales cuya producción no deja de crecer. El regadío

demanda hoy en día cerca del 70% del agua dulce extraída para uso humano” (Departamento de

Asusntos economicos y sociales de naciones unidad ONU-DAES, 2014a).

Para el año de 1948, la declaración de los derechos humanos establecía que todas las

personas tienen derecho a una alimentación adecuada, sin embargo, este acceso se ve limitado en

algunos países en vías de desarrollo. “El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de Naciones

Unidas declaró el acceso seguro al agua potable y al saneamiento como un derecho humano.

Pero el derecho al agua dentro del contexto del derecho a alimento es una cuestión compleja:

mientras la alimentación sea primordial para la existencia humana, la protección del agua tomara

segundo plano” (FAO, 2013).


32
“La escasez de agua constituye uno de los principales desafíos del siglo XXI al que se

están enfrentando ya numerosas sociedades de todo el mundo. A lo largo del último siglo, el uso

y consumo de agua creció a un ritmo dos veces superior al de la tasa de crecimiento de la

población y, aunque no se puede hablar de escasez hídrica a nivel global, va en aumento el

número de regiones con niveles crónicos de carencia de agua” (Departamento de Asuntos

economicos y sociedades de las Naciones Unidas ONU-DAES, 2014b).

Para el año de 2012, mediante un informe de los recursos hídricos del mundo:

Figura 1 Fuente: Informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo.

Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP), marzo de 2012.

(UNESCO, 2012).

En la actualidad se tienen varios datos que permiten realizar diversas proyecciones, de

cómo a nivel mundial se están agotando las reservas de agua potable para la humanidad como el

siguiente mapa proyectado del 2020 y al 2040 del consumo global del agua y sus reservas.
33

Figura 2 fuente: Ecological Threat Register, 2020 (Observatorio del Agua de la

Fundación Botín, 2020).

Enfocado en el informe a nivel Latinoamérica podemos decir: que hasta el momento no

existe alguna alerta salvo los países de Chile y México, donde sus recursos hídricos se

encuentran entre el 40% y el 80%; y esto sumado a su geografía de algunas zonas desérticas.
34

Figura 3, Fuente (Observatorio del Agua de la Fundación Botín, 2020)

Sin embargo, aunque los demás países se encuentren en un nivel medio, bajo y muy bajo;

no se les excluye de la contaminación que sufren sus fuentes hídricas. Según expertos más de la

mitad de la población que habitan en zonas cercanas a fuentes hídricas han sufrido de polución y

contaminación de agua en un 20%.


35
Ahora bien, dado a que las expectativas de consumo y reservas a nivel latinoamericano

no presentan una preocupación alarmante se plantean los siguientes interrogantes:

2.2 ¿se podría llegar a hablar de La hora cero?

2.1.2. La hora cero o el día cero: “es aquel día en que el suministro libre de agua

termina y el acceso al líquido comienza a ser racionado/ restringido. La población debe acudir a

recoger su porción diaria de agua y no tiene acceso a más” (López R. , 2018).

“Frente a este panorama mundial, actores como la Organización de las Naciones Unidas

(ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han realizado llamados internacionales

para tomar acción y afrontar esta problemática. Si bien, en 1993 la ONU declaró el 22 de marzo

como el Día Mundial del Agua para concientizar a la población sobre la crisis mundial y la

urgencia de adoptar medidas necesarias para garantizar su disponibilidad” (Ustarroz, 2021).

Este panorama no solo hace alusión al consumo desmedido del ser humano, sino también

comprende el uso excesivo por parte de la agricultura que abarca un 76% del consumo

disponible, un porcentaje de abastecimiento público del 14% y un 4.7% para uso de

hidroeléctricas.

2.3 ¿Qué países afrontan el día cero?

“En Sudáfrica el 22 de abril de 2018, específicamente en Ciudad del Cabo, la alcaldesa

Patricia de Lille anunciaba que debido a una prolongada sequía regional, la ciudad con 4

millones de habitantes estaba a punto de quedarse sin agua potable. Cuando los depósitos de

agua de la ciudad alcanzaran el 13.5 por ciento de su capacidad, un día que ella denominó “Día
36
cero,” comenzaría un estricto y obligatorio racionamiento de agua. Los funcionarios locales

estimaron que el Día Cero llegaría a mediados de abril” (Deaton, 2018).

El gobierno de la región lo llamó Día Cero desde enero y alertó a la población: o reducían

su consumo de forma extrema o se cerrarían los grifos ese día; se limitaron el acceso al agua

destinada al consumo a 50 litros de agua por persona al día; se prohibió todo tipo de actos donde

se desperdiciará agua tales como: regar jardines, lavar autos e incluso actos de agricultura se

vieron limitados el uso de esta. Poco a poco y con el esfuerzo de muchos se fue retrasando la

fecha en la que Ciudad del Cabo se quedaría sin agua: 11 de mayo, 4 de junio y finalmente 9 de

julio. Llegó la primera semana del séptimo mes de 2018 y el gobierno municipal anunció el

milagro: habían conseguido evitar la catástrofe.

El Instituto de Recursos Mundiales (WRI, su sigla en inglés), publicó el pasado 6 de

agosto de 2019 un lapidario informe que sostiene que un cuarto de la población del planeta vive

en países en donde la situación de estrés hídrico resulta “extremadamente alta”. (Consejo

Politicas de Infraestructura, 2019). Este informe, clasifica a los países que sufren de más estrés

hídrico; es decir que consumen más del 45% del agua de sus reservas, cabe aclarar que en esto

también implica la ubicación geográfica del país, debido a zonas desérticas que implican una

limitación al acceso del agua.

“Esto significa que su disponibilidad de agua no alcanza a abastecer toda la demanda

existente” (Pérez, 2019).


37

Figura 4, Fuente: (Consejo Politicas de Infraestructura, 2019)

Qatar encabeza el ranking de los países con mayor estrés hídrico del planeta. “Se

encuentra en una región conocida como MENA (del inglés Oriente Medio y norte de África) que,

según la NASA, está viviendo la peor sequía de los últimos 900 años”, pero lejos de moderar su

uso, “cada qatarí consume de media más de 400 litros al día, cuatro veces más que un ciudadano

del área metropolitana de Barcelona.” (Pérez, 2019)

“El consumo de agua también se ha incrementado debido a la gran expansión de la

superficie de agricultura de riego, que tiene como finalidad asegurar la soberanía alimentaria del

país”, dado a que “la actividad agrícola supone más del 70% del uso del agua en los países áridos

y semiáridos, en comparación a España”. Gracias al petróleo, el emirato “resuelve sus

necesidades hídricas a base de desalación porque no le falta la energía ni el dinero para ello”.

(Pérez, 2019)
38
Israel ocupa el segundo puesto de la lista. Su situación es parecida a la de Qatar en el

sentido de que también forma parte de la región MENA y de que se trata de un país con una renta

per cápita elevada. Delacámara (citado por Pérez, 2019) destaca que Israel “ha sabido convertir

su escasez estructural de agua en una oportunidad y se ha erigido como uno de los líderes

mundiales en tecnología y gestión de recursos hídricos”.

De lo anterior, se destaca la medida tecnológica que ha usado Israel, dicha medida es a

través de plantas de desalinización de agua del mar; en su planta de tratamiento (SWRO), que ha

convertido 1000 millones de metros cúbicos (m3) en agua potable desde inicios de operación y

los bajos costos para acceder a ella, le ha permitido expandirse un 20% más.

El tercero en la lista es el Líbano, ubicado también en la zona MENA. “Se trata de un país

pequeño que ha duplicado su población por la llegada de refugiados procedentes de regiones

vecinas en conflicto”, explica el portavoz del Foro Económico del Agua. “A diferencia de Qatar

o Israel, es un país con una renta mucho más baja, sin capacidad de respuesta ante la falta de

agua y el incremento poblacional que está viviendo”, añade el experto. (Pérez, 2019).

El Líbano, presenta varias falencias una de ellas es su lugar de ubicación geográfica, que

le ocasiona sequias constantemente, el segundo es su nivel económico que a diferencia del Israel;

no le permite invertir en proyectos como plantas de desalinización y el tercero es su población, al

ser un país que recibe constantemente refugiados de la guerra es complejo que logre garantizarle

el acceso mínimo de agua potable a sus habitantes.

La lista continua con Irán, Jordán, Libia, Kuwait, Arabia Saudí, Etritea y Emiratos Árabes

unidos en la posición decima; de los anteriores países su ubicación se encuentra al norte de


39
África y la región conocida como MENA, cuya geografía desértica, complica más el acceso y

reservas de agua.

La lista culmina en la posición 164 con Surinam, ubicado en Sudamérica cuya ubicación

geográfica está rodeada por bosque y fuentes hídricas diversas.

2.4 ¿Podría llegar Colombia a la hora cero?

Colombia goza de un privilegio geográfico pues cuenta con diversos recursos hídricos,

aunque este no llegue a todos sus nacionales.

“El país es uno de los nueve territorios del mundo con mayores recursos de agua, pero

que un tercio de su población urbana está afectado por el estrés hídrico. “A raíz del cambio

climático y el crecimiento demográfico, la disponibilidad de agua ha venido disminuyendo

durante las últimas dos décadas” (Valora Analitik, 2020)

Un nuevo informe, indica que para mejorar la seguridad hídrica y proporcionar la

recuperación Pos-pandemia, se recomienda una unión entre la Corte y el gobierno, dejando a un

lado los intereses políticos, e implementar un plan de desarrollo, políticas e inversiones. Que

garanticen una disposición y protección del recurso hídrico para el alcance de los colombianos.
40

Figura 5, Fuente: (Pérez, 2019)

Eventualmente y bajo un enfoque de división departamental, Colombia tiene regiones

desérticas y población que habita en dichos lugares, como ejemplo tenemos casos conocidos en

el departamento de la guajira donde gran parte de sus habitantes no tienen acceso al agua en

condiciones dignas y el Estado no les brinda garantías para acceder al preciado líquido.

La más grande de las necesidades de las comunidades en La Guajira es el agua. Su falta

es la causa básica de la inseguridad alimentaria y la crisis humanitaria que experimentan grandes

sectores de su población, especialmente las comunidades indígenas y rurales. El Estado promete

invertir una considerable cuantía de recursos en el proyecto Guajira Azul, hecho obligado por las

medidas cautelares de la CIDH por la mortandad de infantes. Ya antes habíamos escuchado la


41
solución del acueducto regional como segunda fase de la represa del Ranchería; pero seguimos

esperando.

La falta de agua genera los problemas más serios en la vida de todos, un grave problema

se presenta en los niños de esta región, toda vez que la escasez del preciado líquido ha generado

mortalidad y desnutrición, que a la postre ha cobrado la vida de muchos niños, razón de más para

encender las alertas a todas las autoridades y concentrar todos los esfuerzos y recursos que sean

necesarios a fin de mitigar esta problemática. El agua es el elemento identificado por todas las

instituciones y actores que han visitado La Guajira como la necesidad prioritaria (López, 2019).

2.5 ¿Qué regiones sufren de la limitación al acceso al agua en Colombia?

En Colombia se presenta una gran variabilidad en el comportamiento espacial y temporal

del recurso hídrico, la disponibilidad de agua dulce en el territorio está determinada por la

ubicación geográfica, la variada topografía, el régimen climático que determina la estacionalidad

intra anual e interanual. La oferta hídrica natural se manifiesta de manera muy diferenciada en

una extensa red fluvial superficial que drena al mar Caribe, Océano Pacifico, río Orinoco y río

Amazonas. Igualmente, esta riqueza natural está representada en favorables condiciones de

almacenamiento de agua subterránea y en ecosistemas de páramo, glaciares, lagunas y ciénagas.

En términos generales a nivel nacional del total del recurso de agua dulce el 78,1% es agua

subterránea y el 21,7% agua superficial. (DANE, IDEAM, 2015).


42

Ilustración 6 Distribución recursos renovables de agua dulce en Colombia; (DANE,

IDEAM, 2015)

2.5.1 Distribución recursos renovables de agua dulce en Colombia

Las reservas de agua subterránea en Colombia son del orden de 5.848 kilómetros cúbicos. La alta

oferta hídrica superficial del país ha permitido la utilización del recurso para la mayoría de las

actividades económicas, principalmente de los ríos, 98,3% del total de agua usada, y sin mayores

desarrollos de infraestructura de regulación con dependencia de la dinámica hídrica y de la

variabilidad climática. En particular los sistemas de acueducto no cuentan con esta regulación y
43
son vulnerables al desabastecimiento en años secos o de fenómenos extremos como Niño y Niña.

(DANE, IDEAM, 2015).

La relación entre las extracciones anuales de aguas subterráneas y aguas superficiales, y

el agua dulce renovable indica la presión por uso que se ejerce sobre el recurso hídrico

disponible. En Colombia el agregado nacional es del orden de 9,6% con información del año

2020, sin embargo, este valor no se refleja la diversidad regional y en particular las zonas donde

ya esta relación de presión por uso es alta. En los ENA se calcula el Índice similar de Uso de

Agua (IUA) para agua superficial a nivel anual para todo el país y para condiciones hidrológicas

promedio, secas y húmedas en las 316 subzonas hidrográficas que lo integran.

El total del volumen anual de aguas subterráneas y de superficie extraídas para usos de

agua como porcentaje del total del volumen anual de agua dulce renovable se denomina índice

de explotación y para Colombia a una escala nacional este índice es de alrededor del 3,6% con

información del año 2012, sin embargo, este valor no refleja la diversidad regional y en

particular las zonas donde se presentan condiciones de escasez.

El índice de consumo, como relación entre el consumo de agua y el total de los recursos

renovables. Igual que el índice de explotación muestra la presión por uso sobre el recurso

teniendo en cuenta los retornos asumiendo que se hace con la misma calidad del agua que se

extrae. Para el año 2020 el valor de esta relación es del 8% que tiene las mismas consideraciones

que los anteriores con respecto a su representatividad regional y su utilidad en la toma de

decisiones.
44
Para 2019 el suministro total de agua extraída presentó un crecimiento de 0,2%, al pasar

de 178.446,3 hm3 en 2018, a 178.859,6 hm3 en 2019. Los recursos hídricos interiores crecieron

0,2%, dentro de los cuales, las aguas superficiales decrecieron 2,2%, las aguas subterráneas

crecieron 3,1% y las aguas de la tierra crecieron 4,1%; en tanto que las otras fuentes de agua

decrecieron 6,6%, dentro de las cuales las precipitaciones decrecieron 5,5% y el agua de mar

decreció 26,3%. (DANE, 2021).

La implementación de políticas que buscan la protección del medio ambiente y la

explotación sostenible de recursos hídricos implementada por el PND 2018 – 2022 “Pacto por

Colombia, pacto por la equidad” en materia ambiental busca consolidar acciones dirigidas al

equilibrio entre la conservación y la producción “Conservar produciendo y producir

conservando”, a través de la implementación de acciones para que los sectores productivos sean

más sostenibles y reduzcan los impactos ambientales; detención de la deforestación y otros

crímenes ambientales a partir del control territorial; promoción del conocimiento en la

comunidad sobre los riesgos de desastres y el cambio climático y fortalecimiento de las

instituciones ambientales, la investigación y la gestión pública al tiempo que propicia el diálogo

y la educación ambiental en los territorios (DANE, 2022).

Sin embargo, según estudios de CEPIE y Data república 2020, en Colombia existen 4

departamentos de los cuales el acceso al agua es precario, pues estas fuentes hídricas se

encuentran en su mayoría contaminadas, ocasionando limitaciones para su consumo.

Los departamentos que presentan un alto riesgo de ocurrencia de enfermedades por

consumo de aguas contaminadas corresponden a Chocó, Huila, Nariño y Bolívar estos cuatro
45
departamentos que se encuentran en alerta máxima dado que enfrentan numerosos retos

derivados de los parámetros del agua no apta para el consumo humano.

Según cifras publicadas por el ministerio de ambiente y desarrollo sostenible MADS en

2017, el 60% del agua procedente de las llaves de hogares colombianos no está en condiciones

óptimas de potabilización, una consecuencia que contrasta con otros factores como la

contaminación de los ríos, la insuficiencia en la cobertura de los sistemas de tratamiento de aguas

residuales, el desarrollo de prácticas ilegales como la minería y la falta de conciencia de los

ciudadanos (CEPEI, 2020)

El acceso al agua, saneamiento e higiene es un derecho humano básico que garantiza el

bienestar y previene enfermedades. Además, es un sustento para múltiples sectores tales como la

agricultura, la energía, la salud humana, entre otros que permiten el adecuado desarrollo de las

personas, la economía y el medio ambiente (Gallego, 2020).

En la presente investigación, mediante Derecho de Petición se le solicitó al Ministerio de

Ambiente y al Departamento Nacional de Estadística (DANE), responder las siguientes

inquietudes:

-Primera. solicitar la información de la gestión integral del recurso hídrico del periodo

2015 – 2021, así mismo la gestión del recurso hídrico de los próximos años 2023 a 2025.

-Segunda. Solicito el porcentaje de consumo a nivel nacional en los periodos 2015 al

2021.

-Cuarto. Solicito el porcentaje de la destinación del agua (Uso) en Colombia.


46
-Quinto. Solicito el porcentaje de consumo de agua, de las comunidades Wayúu en los

periodos 2015 al 2021.

En respuesta a las interrogantes planteadas en el Derecho de Petición la entidad nos

manifestó lo siguiente:

“Fecha: MARTES 26 DE ABRIL DE 2022.

Respecto a su solicitud, le manifiesto que el DANE publica cuenta satélite ambiental y

económica del flujo de agua, que permite sintetizar los conceptos hidrológicos y económicos

dentro de un sistema contable y entender la dinámica de los activos y los flujos del recurso

hídrico del medio ambiente a la economía. La información disponible, la puede consultar a partir

del siguiente enlace:

https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/ambientales/cuenta-satelite-

ambientalcsa#cuenta-ambiental-y-economica-de-flujos-de-agua-cae-fa”

En el documento electrónico, El sistema de contabilidad económica y ambiental SCEA,

con la ayuda del sistema de cuencas nacionales mide el esfuerzo de los diferentes sectores

económicos para conservar, mitigar o proteger el medio ambiente. Rinden un informe del

periodo 2018 – 2019: Para 2019 el suministro total de agua extraída presentó un crecimiento de

0,2%, al pasar de 178.446,3 hm3 en 2018, a 178.859,6 hm3 en 2019p. Los recursos hídricos

interiores crecieron 0,2%, dentro de los cuales, las aguas superficiales decrecieron 2,2%, las

aguas subterráneas crecieron 3,1% y las aguas de la tierra crecieron 4,1%; en tanto que las otras

fuentes de agua decrecieron 6,6%, dentro de las cuales las precipitaciones decrecieron 5,5% y el
47
agua de mar decreció 26,3%. A ello se suma diversos informes y boletines técnicos que

suministran información adicional al peticionario.

Adicional se encuentran los boletines y anexos de los años 2012 a 2018, como

información histórica accesible al peticionario.” (DANE, Ministerio de Ambiente, 2022)

Lo anterior demuestra la situación alertada por las autoridades internacionales respecto de

la situación del agua en Colombia.

Conclusiones Capítulo I

- Por sus características, el agua juega un papel importante en la historia de la

humanidad, el sustento de las comunidades y su posterior desarrollo.

- Existen diversas teorías que posicionan su origen en épocas prehistóricas, siendo una

de ellas la de provenir del exterior de la tierra, y al encontrar las condiciones

necesarias permitió el desarrollo de vida en el planeta.

- Las grandes civilizaciones clásicas como los Egipcios o los Griegos se ubicaron cerca

de cuerpos de agua y fuentes hídricas lo que les proporcionó su control a través de

canales de riego de cultivos, drenaje y alcantarillado, sistemas que perduran hoy en

día.

- No solo los Estados se han interesado por proteger y controlar las fuentes hídricas,

sino que se han creado organizaciones supranacionales interesadas en su control,

conservación y uso, en tal sentido, procurando una distribución justa del agua han
48
dictado recomendaciones sobre el consumo mínimo que debe tener cada ciudadano y

el uso que debería dársele en las actividades productivas e industriales de los países.

- Preocupa el escenario de la escasez del agua a nivel mundial, situación que ya no hace

parte de un posible futuro, sino de realidades que afectan países subdesarrollados o

que su ubicación geográfica los limita del preciado líquido.

- La escasez del agua puede generar confrontaciones que puedan afectar a los más

desfavorecidos limitando su acceso.

- Colombia no se escapa del riesgo de escasez de agua, así como tampoco del difícil

acceso que algunas regiones tienen al recurso hídrico, situación que se agrava por

culpa de la contaminación y la desigualdad histórica.


49
Capítulo II

Cómo se desarrolla normativa y jurisprudencialmente el derecho fundamental al acceso al

agua, y cómo se sustenta este derecho en Colombia.

1. Normatividad Internacional

Al hacer mención del desarrollo normativo del derecho al acceso al agua, nos

remontaremos a la “Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo

de Río de Janeiro realizada en 1992 resolución (47/193), la cual consideraba al agua como un

recurso que contribuye a la productividad económica cuya escasez limita el desarrollo

económico, y no como un derecho indispensable para vivir dignamente y condición previa para

la realización de otros derechos humanos” “posteriormente en la Declaración de Dublín sobre el

Agua y el Desarrollo Sostenible de 1992, se reconoce la escasez y el uso no eficiente del agua

dulce en el planeta y se hace un llamado a la aplicación de cuatro estrategias para la superación

de esta situación.”

“En primer lugar, se pone de relieve el compromiso de los gobiernos, el sector privado y

las comunidades en renovar la gestión del agua. En segunda instancia, se establece la necesidad

de realizar una serie de cambios legislativos a los que hubiere lugar para la consecución de este

objetivo. Como tercera medida, se plantea la adopción de la cuenca fluvial como el espacio para

la solución de conflictos y para el fortalecimiento de capacidades de los actores que inciden en la

toma de decisiones y, como última determinación, se le confirió valor económico al agua en sus

diversos usos” (Organización de Naciones Unidas, 1992).


50
“Desde esta perspectiva también se plantea que pagar por el agua contribuirá a combatir

el derroche y a conservar los recursos hídricos. Pero, por otra parte, al otorgarle precio al agua,

esta no solamente se convirtió en mercancía, sino que también se creó una barrera para su

acceso, debido a que quien no puede pagar no se beneficia de la utilidad de un bien

vital”(Montoya & Rojas, 2019).

La Organización de Naciones Unidas también se ha pronunciado a través del Consejo

Económico y Social, y en el 2002 presentó el programa El derecho al agua (artículos 11 y 12 del

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales); cuyo fundamento jurídico

se basa:

“En el párrafo 1 del artículo 11 del Pacto se enumeran una serie de derechos que dimanan

del derecho a un nivel de vida adecuado, "incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados", y

son indispensables para su realización. el uso de la palabra "incluso" indica que esta enumeración

de derechos no pretendía ser exhaustiva. El derecho al agua se encuadra claramente en la

categoría de las garantías indispensables para asegurar un nivel de vida. […] El derecho al agua

también está indisolublemente asociado al derecho al más alto nivel posible de salud y al derecho

a una vivienda y una alimentación adecuadas. Este derecho también debe considerarse

juntamente con otros derechos consagrados en la Carta” (ONU Comité de derechos económicos,

sociales y culturales, 2003b).

“El derecho al agua ha sido reconocido en un gran número de documentos

internacionales, tales como tratados, declaraciones y otras normas. Por ejemplo, en el párrafo 2

del artículo 14 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación


51
contra la mujer se dispone que los Estados parte asegurarán a las mujeres el derecho a "gozar de

condiciones de vida adecuadas, particularmente en las esferas de [...] el abastecimiento de agua".

En el párrafo 2 del artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño se exige a los

Estados parte que luchen contra las enfermedades y la malnutrición mediante” "el suministro de

alimentos nutritivos adecuados y agua potable salubre".

En razón a ello, el Estado colombiano mediante el bloque constitucional del articulado 93

de la carta política; ratifico por medio del Congreso la adhesión de Colombia a estos tratados,

por ende, su aplicación y exigencia se dan en el territorio Nacional.

Es así como la normatividad internacional es la pionera en abordar este tema de gran

importancia para la humanidad dándole la importancia del más alto nivel, toda vez, que se

expidieron documentos como resoluciones, tratados, declaraciones entre otras, que de acuerdo a

su evolución en al desarrollo, de tan importante tema fueron dándole un matiz y una

trasformación más sólida, con el pasar del tiempo se fue convirtiendo en unos organismos

internacionales muy garantistas e instando a que los Estados miembros jueguen un papel más

activo, dinámico y protagónico en pro de garantizar, proteger y pretender para que cada

individuo tuviera acceso al agua en condiciones dignas sin discriminación alguna, de tal forma,

que esta deberá ser de calidad, cantidad suficiente, disponibilidad, asequible y accesible sin

importar la clase social, religión, sociocultural, étnica, política, raza, sexo, o cualquier otra

condición social, haciendo énfasis en garantizar el recurso hídrico potable a los miembros más

débiles y vulnerables de la sociedad mediante programas y proyectos enfocados en estas

poblaciones.
52
Los pronunciamientos de dichos entes internacionales entre ellos las Naciones Unidas,

fueron enfáticos en señalar que el disfruto del derecho al agua y el saneamiento deben brindarse

en condiciones dignas y está estrechamente ligado a la vida, la salud, la dignidad humana, a un

ambiente sano, entre otros derechos fundamentales, que a la postre, también hacen parte de los

llamados derechos sociales y culturales como la salud, vivienda digna, etc., (Moura & Maia,

2019)

Para las Naciones Unidas, entre sus preocupaciones estaban que el agua potable a medida

que trascurriera el tiempo se hiciese más escasa y por consiguiente se corriera el riesgo de no

garantizarse el disfrute a toda la humanidad en condiciones dignas de igualdad de forma

suficiente, sostenible, continua y potable para el uso personal y domestico garantizando un

minino a costo cero, que supla las necesidades de cada individuo, garantizando la no interrupción

del derecho aduciendo cuestiones económicas o haciendo elevado el costo del servicio a

personas de escaso recursos económicos.

Entre las tantas obligaciones para los Estados parte está la de presentar informes haciendo

un seguimiento, un cumplimiento de sus compromisos en garantizar y asegurar el suministro del

líquido en condiciones adecuadas, y estos, deberán asignar y velar en la asignación y ejecución

de recursos económicos e inversiones en el sector en aras de que se facilite el acceso al agua

potable a todos los miembros de la sociedad.

Con el fin de complementar el panorama normativo internacional se expone el siguiente

gráfico resumiendo los principales aportes de la comunidad internacional en el reconocimiento

del derecho al agua y su protección:


53

1. Conferencia de las Naciones Unidas sobre 1. Todavía consideraba al agua como un recurso que contribuye a la
el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de productividad económica cuya escasez limita el desarrollo económico,
Janeiro realizada en 1992 y no como un derecho indispensable para vivir dignamente
• Estipula un plan de acción con recomendaciones acerca de la
2. Conferencia de las Naciones Unidas
cantidad y calidad del agua que debe garantizarse a cada
sobre el agua
individuo
3. Convención sobre la eliminación de • Estipula en el literal h del artículo 14 la obligación de
todas las formas de discriminación garantizar a las mujeres gozar de condiciones de vida
contra la mujer adecuadas frente a temas como el abastecimiento al agua
• En los ochenta despierta una mayor preocupación de las
4. Decada de la globalización del naciones por el cuidado de la protección en la calidad del agua
saneamiento y el agua y las implicaciones economicas que acarrea el inadecuado
manejo del recurso
• Estipula en el literal c del artículo 24(2) la garantia de los
5. Convención de los derechos del niño
niños al acceso del suministro de agua potable salubre

• Estipula en su pñrincipio 4la esencialidad de reconocer a todo


6. Conferencia de Dublín ser humano el derecho al acceso de agua pura y saneamiento
asequible
• En la cumbre se produce el compromiso de tomar decisiones y
7. Cumbre de Johannesburgo adoptar medidas colaborativas para garantizar un mayor
acceso a servicios como el suministro de agua potable
• Interpretando el Pacto de Derechos Económicos y Sociales de
1966 se estipula que el derecho al agua debe entenderse
8. Observación general numero 15 de
enmarcado en los artículos 11 y 12 que esablecen el derecho a
la ONU
un nivel de vida adecuado, y el derecho a disfrutar el mejor
nivel de vida posible
• Reconoce por primera vez en las naciones unidas el derecho al
9. Resolución 64-292 de la ONU agua y al saneamiento como un derecho humano fundante
para el correcto goce de los demas derechos

10. Declaración Latinoamericana del • Estipula en su artículo 1 el reconocimiento al agua como un


agua derecho fundamental inherente a la vida

Figura 7, fuente: Adaptado de Principales hitos en las normas internacionales relativas

al acceso y protección del agua. Fuente: elaboración propia.

Normatividad Nacional.

A continuación, se mencionan los instrumentos jurídicos dentro de la legislación colombina que


se refieren al uso del agua y propenden por su protección, además de garantizar su buen uso,
conservación y acceso por parte de los ciudadanos:
54
Decreto Ley 2811 de 1974: “Generalidades de lo que concierne a la conservación y

uso del agua como recurso natural están contempladas en el Código de Recursos Naturales

Renovables.”

Ley 60 de 1993: “Establece el uso de los recursos nacionales transferidos a las

territoriales y la Ley 388 de 1997 de Desarrollo Territorial que ordena elaborar planes

municipales de ordenamiento territorial.”

Ley 99 de 1993: “Por la cual se reordena el sector público encargado de la gestión

y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el

Sistema Nacional Ambiental —SINA— y se dictan otras disposiciones.”

Ley 142 de 1994: “Establece el régimen de los servicios públicos domiciliarios,

así como de actividades que realicen las personas que los presten.

Artículo 2. Intervención del Estado en los servicios públicos. El Estado

intervendrá en los servicios públicos, conforme a las reglas de competencia de que trata

esta Ley, en el marco de lo dispuesto en los artículos 334, 336, y 365 a 370 de la

Constitución Política, para los siguientes fines: […]2.3 Atención prioritaria de las

necesidades básicas insatisfechas en materia de agua potable y saneamiento básico.

Artículo 69. Comisiones reguladoras […]

Artículo 69.1. Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento

Básico, adscrita al Ministerio de Desarrollo Económico.”

Artículo 89. “Aplicación de los criterios de solidaridad y redistribución de

ingresos.”
55

Ley 286 de 1996: “Por la cual se modifican parcialmente las Leyes 142 y 143 de 1994.”

Ley 373 de 1997: “Por la cual se establece el Programa del uso eficiente y ahorro

del agua.”

Ley 632 de 2000: “Por la cual se modifican parcialmente las Leyes 142 y 143 de

1994, 223 de 1995 y 286 de 1996.”

Ley 689 de 2001: “Por la cual se modifican parcialmente las Leyes 142 de 1994.”

Ley 715 de 2001: “Por la cual se dictan normas orgánicas en materia de recursos y

competencias de conformidad con los artículos 151, 288, 356 y 357 (Acto Legislativo 01

de 2001) de la Constitución Política y se dictan otras disposiciones para organizar la

prestación de los servicios de educación y salud, entre otros.”

Ley 788 de 2002: “Por la cual se expiden normas en materia tributaria y penal del

orden nacional y territorial; y se dictan otras disposiciones. Artículo 104. Descuento

tributario para empresas de servicios públicos domiciliarios que presten los servicios de

acueducto y alcantarillado.”

Ley 1176 de 2007: “Por la cual se desarrollan los artículos 356 y 357 de la

Constitución Política y se dictan otras disposiciones.”


56
Artículo 356: “Salvo lo dispuesto por la Constitución, la ley, a iniciativa del

Gobierno, fijará los servicios a cargo de la Nación y de los Departamentos, Distritos, y

Municipios. Para efecto de atender los servicios a cargo de éstos y a proveer los recursos

para financiar adecuadamente su prestación, se crea el Sistema General de Participaciones

de los Departamentos, Distritos y Municipios. Los Distritos tendrán las mismas

competencias que los municipios y departamentos para efectos de la distribución del

Sistema General de Participaciones que establezca la ley. Para estos efectos, serán

beneficiarias las entidades territoriales indígenas, una vez constituidas. Así mismo, la ley

establecerá como beneficiarios a los resguardos indígenas, siempre y cuando estos no se

hayan constituido en entidad territorial indígena. Los recursos del Sistema General de

Participaciones de los departamentos, distritos y municipios se destinarán a la financiación

de los servicios a su cargo, dándole prioridad al servicio de salud y los servicios de

educación preescolar, primaria, secundaria y media, garantizando la prestación de los

servicios y la ampliación de cobertura. Teniendo en cuenta los principios de solidaridad,

complementariedad y subsidiariedad, la ley señalará los casos en los cuales la Nación

podrá concurrir a la financiación de los gastos en los servicios que sean señalados por la

ley como de competencia de los departamentos, distritos y municipios.” […]

(Constitucion Politica de Colombia, 1991)

Artículo 357. “El monto del Sistema General de Participaciones de los

Departamentos, Distritos y Municipios se incrementará anualmente en un porcentaje

igual al promedio de la variación porcentual que hayan tenido los ingresos Corrientes de

la Nación durante los cuatro (4) años anteriores, incluida la correspondiente al aforo del

presupuesto en ejecución. Para efectos del cálculo de la variación de los ingresos


57
corrientes de la Nación a que se refiere el inciso anterior, estarán excluidos los tributos

que se arbitren por medidas de estados de excepción, salvo que el Congreso, durante el

año siguiente les otorgue el carácter permanente.” […] (Constitucion Politica de

Colombia, 1991)

Decreto 475 de 1998: “Por el cual se expiden normas técnicas sobre calidad del

agua potable.”

Decreto Ley 028 de 2008: “Por medio del cual se define la estrategia de

monitoreo, seguimiento y control integral al gasto que se realice con recursos del Sistema

General de Participaciones.”

Decreto 1873 – 2012: “Por el cual se reglamenta el artículo 250 de la Ley 1450 de

2011, se crea el Mecanismo Departamental de Evaluación, Viabilización y Aprobación de

Proyectos del Sector de Agua Potable y Saneamiento Básico priorizados en el marco de

los Planes Departamentales de Agua y de los programas regionales y/o departamentales

que implemente el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, se establecen sus

requisitos y se dictan otras disposiciones.”

Decreto 63 de 2015: “Por el cual se reglamentan las particularidades para la

implementación de Asociaciones Público-Privadas en el sector de Agua Potable y

Saneamiento Básico. Decreto compilado en el Decreto Único Reglamentario 1082 de

2015.”
58
Decreto 1898 del 2016. “es responsabilidad de los municipios y distritos asegurar

que los centros poblados rurales cuenten con la infraestructura de servicios públicos de

acueducto, alcantarillado y aseo”.

Decreto Legislativo 580 de 2020: “Por el cual se dictan medidas en materia de

los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, en el marco del Estado de

Emergencia Económica, Social y Ecológica.” (El presente Decreto fue expedido de forma

temporal)

La normatividad interna expedida en el tema del recurso hídrico es bastante

variada, compleja y difusa, pues trata de cubrir varios frentes, aristas y circunstancias en

que el Estado y la sociedad en general concibe el derecho al agua abarcando aspectos de

índole económico como un bien o una mercancía de propiedad de alguien ya sea el

Estado o los particulares (Concesiones de agua etc.), también se determina como un

servicio público, o como un bien de uso público, como también, toma matices como un

derecho fundamental, aunque este último este muy poco regulado con el derecho

normativo interno.

En este orden de ideas, a manera general podemos señalar que el derecho al agua

en grandes rasgos se puede tomar en tres pilares:

a) Como un recurso hídrico indispensable para lo humanidad ejemplo servicio

público (Ley 142 de 1994).

b) Como un recurso esencial para el medio ambiente (biocentrismo).


59
c) Como un derecho fundamental de cada individuo protegido y reconocido por el

Estado con el derecho de Tutela ante posible violación y/o siquiera con la simple

amenaza.

El tema del derecho al agua en la evolución de la normatividad interna nacional no fue

diferente al tratamiento dado por otros países como ya fue señalado a inicios de la presente

investigación, pues siendo muy parecidas sus culturas se adoptaron o acogieron básicamente las

mismas leyes en igual tratamiento dado a este recurso hídrico.

En estas circunstancias, se podría decir frente a la legislación colombiana como una

legislación antigua y obsoleta, que concibe el derecho al agua como un bien, como una

mercancía, a tal punto, que el código civil colombiano aún vigente, estipula que los afluentes

hídricos que su nacimiento y desembocadura este en el mismo predio de los propietarios de

estos, pueden disponer prácticamente a su antojo, con muchos más amplios derechos a título de

señor y dueño de los mismos (Artículo 677 del Código Civil Colombiano), es así, que se dispone

que el derecho al agua sea regulado como una mercancía de propiedad de alguien que se puede

vender, negociar y canjear, no dándole el estatus o la importancia y la relevancia de un

verdadero derecho fundamental al que deben gozar de toda persona humana sin limitaciones,

restricciones o distingo alguna, en condiciones dignas.

En la mayoría de los casos, las autoridades administrativas en procura de la defensa del

derecho humano al agua han actuado no por leyes o normas expedidas internamente por el

Estado colombiano, sino porque tratados internacional donde Colombia es parte y también en

gran medida por las sentencias de la Corte Construccional y el juez de tutela que constante y
60
reiteradamente están, en otras palabras, obligando el Estado y las entidades públicas competentes

a que actúen en defensa de garantizar y proteger este Derecho Fundamental, toda vez, que este

derecho al agua está estrechamente ligado con el derecho a la vida, la salud, a un ambiente sano,

entre otros Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que el Estado está en la obligación y

debe reconocer, proteger y salvaguardar, sin más limitaciones que las establecidas en el disfrute

de otro derecho fundamental igual de importante y del mismo rango.

Siendo objetivos, se debe reconocer que, en materia de protección, conservación y

garantía del derecho al agua como derecho fundamental y en busca de la protección y

conservación las de las fuentes hídricas si bien no se han expedido muchas normas al respecto, la

autoridad administrativa ha intentado acatar los directrices expedidas por entidades

internacionales, de las cuales Colombia es parte expidiendo regulaciones administrativas en

materia de conservación, protección y propendiendo por el derecho al agua y al saneamiento,

entendiendo que el derecho al agua es extremadamente importante y que se deben hacer

esfuerzos mancomunadamente entre en el gobierno, la comunidad y demás organizaciones de

índole nacional, de sensibilizar, capacitar y en gran medida de cumplir con los requerimientos

instaurados por estos organismos de carácter internacional, en los cuales, el Estado colombiano

es parte y que por ende es de forzoso cumplimiento.

Como se había señalado anteriormente las autoridades administrativas han actuado en

materia de protección del derecho al agua como derecho fundamental no porque existan un gran

compendio de normas actualizadas y sistematizadas en procura de la protección de este derecho

para todos los asociados, más bien, es gracias a los mecanismos de protección de los derechos de

los individuos, tales como es la Acción de Tutela, que mediante sus sentencias la Corte
61
Constitucional facultada en lo dispuesto en los artículos 86, inciso 3, y 241, numeral 9, de la

Constitución Política, constantemente está obligando a la administración a que actúe en procura

de garantizar dichos derechos, cuando estos han sido amenazados, vulnerados o puestos en

peligro por las autoridades o los particulares.

2. Jurisprudencia

Así como el legislador se ha preocupado y ha decidido tomar cartas en el asunto sobre el uso,

conservación y mantenimiento de las fuentes hídricas y derecho al acceso al agua, las altas cortes

también han desempeñado un papel fundamental en su protección y garantía del acceso al agua, a

continuación, se exponen algunos de los fallos judiciales más representativos en el tema.

Sentencia No. T-578/92 Corresponde a la primera sentencia del tribunal constitucional

en donde se pronunció sobre acceso al agua, o más puntualmente sobre el derecho a la salud o la

salubridad pública a través del servicio público domiciliario de acueducto y alcantarillado,

otorgándole la cualidad de fundamental a estos derechos. En el mismo sentido resalta la

corporación que “el agua constituye fuente de vida y la falta del servicio atenta directamente con

el derecho fundamental a la vida de las personas.” (Corte Constitucional de Colombia, sentencia

T-578, 1992). Si bien la Constitución Política no considera per se el acceso al agua como un

derecho fundamental, las primeras interpretaciones y menciones de la corte en este sentido le

extendían este carácter a través de otros derechos.

Sentencia No. T-413/95 En esta providencia continua la corte con la línea argumentativa

anterior, analiza nuevamente el derecho al agua a través de la prestación del servicio de

acueducto y alcantarillado como servicios públicos domiciliarios, en este sentido la corte retoma
62
lo mencionado en la providencia del año 1992, y argumenta que el derecho al acceso al agua,

contribuye a la salud, a la salubridad pública y finalmente a la vida, lo que es suficiente para

hacerle extensible la categoría de fundamental. La corte resalta la importancia del agua ya que

sin agua no se puede vivir. (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-413, 1995).

Finalmente llama la atención sobre el uso doméstico del agua y su destinación a otras actividades

humanas.

Sentencia No. T -/2011. En esta ocasión la Corte Constitucional habla del carácter

fundamental al agua con base en lo dictado por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y

Culturales, mencionando que en Colombia el acceso al agua tiene una doble connotación, como

derecho y como servicio público. Así mismo realiza un análisis a través de los instrumentos

internacionales aprobados por Colombia e incorporados al bloque de constitucionalidad. (Corte

Constitucional de Colombia, Sentencia T-740, 2011). Por lo anterior surgen para el Estado

Colombiano una serie de obligaciones con el fin de garantizar el acceso al agua potable a las

comunidades e individuos que hacen parte de ellas, resaltando nuevamente el carácter

fundamental del derecho al acceso al agua.

Sentencia No. T-641/15 Reconociendo la existencia de recomendaciones e instrumentos

jurídicos internacionales que propenden por la garantía del acceso al agua potable de los

ciudadanos, y teniendo en cuenta las recomendaciones sobre la cantidad y calidad necesaria para

el acceso al agua la Corte Constitucional, al considerar el acceso al agua potable como un

derecho fundamental ordena la protección de una cantidad mínima garantizada por el prestador

de servicio de agua potable (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-641, 2015). Resalta
63
entonces el derecho a disponer y acceder a cantidades suficientes de agua potable necesarias para

el sustento diario de los miembros de la comunidad.

Sentencia No. T-100/2017. Vuelve la Corte en esta ocasión a hacer mención al derecho

fundamental al agua, amparada esta calidad en instrumentos internacionales y constitucionales,

se refiere a este derecho desde tres facetas, como recurso vital, como recurso hídrico y como

derecho fundamental capaz de ser exigido individualmente (Corte Constitucional de Colombia,

Sentencia T-100, 2017). Con ponencia del Magistrado Rojas retoma la corte la línea argumental

sobre el carácter de derecho fundamental al agua potable con base en lo concluido por el Comité

de Derechos Económicos, Sociales y Culturales a través de la Observación General 15 de 2002.

Sentencia No. T-118/2018. Continuando con la línea argumentativa sobre el carácter

fundamental del agua, la Corte Constitucional reitera que si bien el acceso al agua no se

encuentra expresamente consagrado en la constitución como derecho fundamental su desarrollo

como tal obedece a dos razones, por un lado a la integración normativa de derechos humanos

consagrados en tratados internacionales aprobados por Colombia y que hacen parte del bloque de

constitucionalidad, y por otro, a desarrollo de la jurisprudencia constitucional (Corte

Constitucional de Colombia, Sentencia T-118, 2018). Destaca la corte el carácter protector de la

corporación respecto del derecho al agua, desde sus inicios mostró su disposición a su protección

a través de la conexidad con otros derechos fundamentales y luego como derecho autónomo.

A manera de conclusión, se señalan algunas sentencias expedidas por la Honorable Corte

Constitucional de las muchas que ha proferido en procura de garantizar el derecho al agua como

un derecho fundamental, lo anterior, evidencia la evolución y la gran transformación que han


64
tenido estos fallos en su constante cambio siendo cada día más garantista, ampliando y dándole

una mayor cobertura el derecho al agua, como un derecho fundamental, toda vez, que en nuestra

constitución Política de Colombia no está plenamente señalado el acceso a este derecho ni

siquiera a un mínimo del preciado líquido aunque; “diversas disposiciones constitucionales

contienen obligaciones concretas dirigidas a proteger este el líquido. El artículo 79 establece

como mandato la protección de las fuentes hídricas; el artículo 365 prescribe la obligación del

Estado de establecer redes de acueducto y alcantarillado para todos los habitantes del territorio

nacional; el artículo 8º prevé las obligaciones de proteger las riquezas naturales del país, incluida

el agua; el artículo 80 dispone el manejo planificado de los recursos naturales para garantizar el

desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución, y exige a las autoridades

públicas prevenir y controlar los factores de deterioro ambiental, así como, imponer las

sanciones legales y exigir la reparación de los daños causados” (Corte Constitucional de

Colombia, Sentencia T-100, 2017).

La Honorable Corte constitucional ha actuado en procura de garantizar la efectividad de

este derecho al agua fundamentado en los tratados del ámbito internacional de los cuales

Colombia es país miembro. A partir de esto se ha dado un cambio en el sentido de protección del

derecho al agua volviéndose un derecho fundamental, a medida que los organismos

internacionales, en los que Colombia es miembro se expedían documentos como resoluciones,

directivas, entre otras, la Honorable Corte, con fundamento en dichos documentos continuaba

dándole una mayor cobertura, alcance y ampliación este derecho, dejando en claro que por ser un

verdadero derecho fundamental, su reconocimiento, salvaguardia y su protección era de vital

importancia para el Estado y las autoridades administrativas competentes cuando este derecho
65
fuera vulnerado, amenazado o si quiera puesto en peligro y su actuaciones deberían ser

inmediatas en procura de superar, corregir o evitar este daño o peligro.

En aras de dar una mayor ampliación y cobertura al derecho al agua como un derecho

fundamental sus alcances cubrieron aspectos como el derecho al agua en condiciones dignas y se

adoptaron medidas importantes, como que este derecho debía ser permanente, continuo,

accesible, asequible, óptimo entre otros, y la administración debería actuar prontamente.

En estas circunstancias se habla que el derecho al agua, siendo este un derecho

fundamental debe ser garantizado por el Estado y las autoridades competentes en igualdad y

equidad, de tal manera que si el individuo no contara con este derecho no se puede justificar

como limitante a la no prestación de este servicio por condiciones de distancia, topografías,

técnicas, físicas o cualquier otra circunstancia o argumentación que sea una limitante a la no

prestación de este servicio y se debe dar estricto cumplimiento en condiciones dignas por parte

del Estado o las autoridades administrativas que le compete.

En igual sentido, desarrollando aspectos o principios respecto al derecho al agua como

como un derecho fundamental y social colectivo en el sentido de establecer garantías para que

este sea permanente, continuo, accesible, asequible, sus pronunciamientos cuando la persona por

no contar con los recursos económicos para solventar el acceso al servicio y le era negado

consideraba esto como una violación o vulneración de este derecho, la corte amplio su cobertura

y se pronunció en establecer la gratuidad para este Derecho Fundamental en la prestación del

servicio para un mínimo vital, y este no podría ser suspendido debido a que hacía parte de la
66
dignidad humana y se afectaban derechos como la vida, como la salud, la vivienda en

condiciones dignas, el saneamientos básico, entre otros derechos.

También la Corte fue enfática en señalar que para el caso de las personas más vulnerables

como son los niños, adultos mayores, enfermos, personas con discapacidad entre otras personas y

grupos más vulnerables, el Estado y las autoridades competentes deberían actuar de forma más

garantista, ágil, pronta y eficaz en desarrollar acciones contundentes para mitigar y restablecer el

acceso a este derecho a dichos grupos de personas, en igual sentido, manifestó la Corte que este

derecho se debe prestar y garantizar en condiciones dignas sin distinto de raza, etnia, sexo o

condición política, etc., en condiciones de igualdad y equidad.

Como se mencionó inicialmente, el desarrollo jurisprudencial de la Honorable Corte

Constitucional respecto al derecho al agua como Derecho Fundamental, inició a través de la

Sentencia No. T-578/92, con ponencia del magistrado Alejandro Martínez Caballero. En esta

sentencia se trató el tema de derecho al acceso al agua sobre todo como un servicio público al

señalar que:

“El agua constituye fuente de vida y la falta del servicio atenta directamente con el

derecho fundamental a la vida de las personas. Así pues, el servicio público domiciliario de

acueducto y alcantarillado en tanto que afecte la vida de las personas, la salubridad pública o la

salud, es un derecho constitucional fundamental y como tal ser objeto de protección a través de

la acción de tutela. En este caso el servicio de acueducto no cumple con la finalidad de satisfacer

las necesidades esenciales de las personas naturales, pues en este caso la conexión o la

habilitación del predio para la construcción posterior de las viviendas beneficiaría a una persona
67
jurídica para las cuales no constituye derecho constitucional fundamental.” (Corte Constitucional

de Colombia, sentencia T-578, 1992).

En ese entonces se argumentó que para que se dieran los requisitos de ser un verdadero

derecho fundamental de las personas, debía inexorablemente estar directamente relacionado con

los derechos fundamentales de las personas naturales, y que para el caso en cuestión no reunía tal

condición debido a que la conexión del predio para la construcción posterior de las viviendas

beneficiaría a una persona jurídica para las cuales no constituye derecho constitucional

fundamental, por tratarse de una urbanización aun no habitada.

“Así mismo, el cambio en la interpretación y la normalización de la nueva postura sobre

el carácter fundamental del derecho al agua, se observa en la Sentencia T-100/17 con ponencia

del magistrado Alberto Rojas Ríos, haciendo una recopilación de las Resoluciones, Directivas y

demás documentos de organismos internaciones donde Colombia es miembro, sus alcances y

perspectiva fueron mucho más amplios al señalar que; “El agua tiene tres facetas: (i) como un

recurso vital y valioso para el medio ambiente, la naturaleza y los seres vivos; (ii) como un

recurso hídrico indispensable para la subsistencia de la humanidad que se concreta en un derecho

colectivo,” “por ello, se construyen servicios públicos para su suministro”; y (iii) como “un

derecho fundamental referido a la exigibilidad de derecho individual” (Corte Constitucional de

Colombia, Sentencia T-100, 2017).

En estas circunstancias, con una visión más amplia frente al derecho al acceso al agua

como Derecho fundamental, establece que se vulneraría este derecho en el evento que la

administración argumentando impedimentos técnicos en la prestación del derecho; “Si se


68
presentan obstáculos técnicos, jurídicos o físicos que impidan extender las redes de acueducto y

alcantarillado a viviendas particulares, en todo caso, siempre deberá satisfacerse el acceso al

contenido mínimo al derecho fundamental al agua. Para esto, el correspondiente municipio y/o la

empresa de servicios públicos tienen diversas alternativas como: instalar pilas públicas

provisionales, mediante carro tanques u otras medidas.” (Corte Constitucional de Colombia,

Sentencia T-100, 2017).

En la sentencia de la referencia, la Corte fue más amplia y garantista, al punto de señalar

y darle un mayor alcance en procura de amparar este Derecho Fundamental a tal punto que sus

alcances se extendieron al garantizar el mínimo vital para cada individuo, sosteniendo que este

no podría ser suspendido por falta de pago y que el Estado y las entidades competentes debían

garantizar el acceso al agua como para fundamental de la dignidad humana debido a que en la

suspensión del servicio de vulneraria el derecho a la vida, la salud, a una vivienda digna entre

otros derechos, con esa protección especial se pronunció también respecto las personas o grupo

de personas más vulnerables como es adultos mayores, niños, enfermos, discapacitados etc., el

cual recalcó, que con estos grupos de personas el Estado debía dar una mayor protección y

garantizar el derecho al acceso al agua incluso aun prevaleciendo ante las demás personas y

reiteró que el derecho a la acceso al agua inexcusablemente debe reunir las siguientes

condiciones; “A partir de la Observación General No. 15 del Comité de Derechos Económicos

Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, esta Corporación ha detallado el contenido

esencial del derecho al agua, así como los atributos y características que debe reunir su

suministro. En Sentencia T-891 de 2014, la Sala Primera de Revisión de Tutelas reiteró diversos

precedentes constitucionales y precisó que el abastecimiento del agua debe reunir cinco
69
condiciones. A saber: (i) cantidad suficiente; (ii) disponibilidad; (iii) de calidad adecuada; (iv)

accesible físicamente; y (v) asequible para los usuarios.” (Corte Constitucional de Colombia,

Sentencia T-100, 2017).

3. Derechos fundamentales

Los Derechos fundamentales son una representación de un sistema que resume el sentido

de la vida y la figura del Estado, contenidos en una constitución; según Tole:

“estos derechos se convierten en la razón de ser del Estado, cuya función básica es la

protección y la efectiva realización de las prerrogativas fundamentales. Bajo esta perspectiva, los

derechos fundamentales se mueven en dos dimensiones: por un lado, son la expresión más

inmediata de la dignidad humana, que se traduce en la posibilidad que tiene un ciudadano de

reclamar la protección de determinada potestad fundamental violada o amenazada por el poder

público o un particular (derechos de defensa)” (2006)

Esta representación enlazada entre un Estado y el ser humano surge a través de las

coyunturas sociales, culturales y demográficas del mundo.

“Su génesis universal se remota a 1946, con un comité de redacción integrado por

diversos países; entre ellos Estados Unidos, Líbano y China. El comité de redacción se amplió

posteriormente para incluir a representantes de Australia, Chile, Francia, Reino Unido y la Unión

Soviética, lo que permitió que el documento se beneficiara de aportaciones de Estados de todas

las regiones y de su diversidad de contextos religiosos, políticos y culturales.”


70
Aunque, ya existían normativas anteriores a esta redacción, eran de carácter territorial de

algunos países, como la absolución de la esclavitud en los países del continente americano,

donde se instauraría progresivamente, en principio fue Chile quien adopto esta medida en 1811,

posterior a ello fue la actual Colombia; un hito histórico que marco a Estados Unidos de América

fue esta absolución progresiva de los estados del norte hacia el sur, desencadenando guerras

civiles en estos últimos.

“En 1948 el movimiento internacional de los derechos humanos se fortaleció con la

aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos por parte de la Asamblea General

de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de ese año. Por primera vez en la historia de la

humanidad, se establecen claramente los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y

culturales básicos de los que todos los seres humanos deben gozar. A lo largo de los años lo

establecido en la Declaración ha sido ampliamente aceptado como las normas fundamentales de

derechos humanos que todos deben respetar y proteger.”

“El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que los

Estados deben respetar. Al pasar a ser partes en los tratados internacionales, los Estados asumen

las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y

realizar los derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben

abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos” (Organización de

Naciones Unidas, s.f.).

3.1 Derechos Económicos, Sociales y Culturales


71
Por su parte, la Corte Constitucional hace referencia de los derechos fundamentales en

relación del Estado y sus pobladores en los siguientes términos:

“los derechos fundamentales son aquellos que se relacionan funcionalmente con la

realización de la dignidad humana, pueden traducirse o concentrarse en derechos subjetivos y

encuentran consensos dogmáticos, jurisprudenciales o de derecho internacional, legal y

reglamentario sobre su funda-mentalidad” (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-227,

2003) (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-428, 2012).

Dado a la conexidad que existe entre los derechos fundamentales con la dignidad humana

la corte refiere que:

El concepto de dignidad humana que ha recogido la Corte Constitucional únicamente se

explica dentro del sistema axiológico de la Constitución y en función del mismo sistema. Así las

cosas, la elevación a rango constitucional de la “libertad de elección de un plan de vida concreto

en el marco de las condiciones sociales en las que el individuo se desarrolle” y de “la posibilidad

real y efectiva de gozar de ciertos bienes y de ciertos servicios que le permiten a todo ser humano

funcionar en la sociedad según sus especiales condiciones y calidades, bajo la lógica de la

inclusión y de la posibilidad de desarrollar un papel activo en la sociedad”, “definen los

contornos de lo que se considera esencial, inherente y, por lo mismo inalienable para la persona,

razón por la cual se traduce en derechos subjetivos (entendidos como expectativas positivas

(prestaciones) o negativas) cuyos contenidos esenciales están sustraídos de las mayorías

transitorias” (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-227, 2003).


72
Es así como el acceso al agua potable dentro de las esfera de los derechos humanos

enmarcados en los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, los cuales hace parte de la

dignidad humana, le corresponde al Estado garantizar su permanente y continuo abastecimiento

en condiciones óptimas y que los asociados gocen el preciado líquido sin mayor dificultad, que

esta sea saludable, soluble, abundante, limpia, accesible, asequible sin discriminación alguna

para todos y todas sin importar su condicional sociocultural, étnica o condición social, tanto en

las áreas urbanas como en las áreas rural en el uso personal, el de sus familias en las labores

domésticas (cocinar, aseo, limpieza), como también para el consumo de sus animales y plantas.

En estas circunstancias le corresponde al Estado en sentido amplio garantizar a cabalidad

el cumplimiento de este Derecho, para lo cual, estarían involucrados los entes territoriales como

los Municipios y distritos entre otros, tal como lo establece Decreto 1898 del 2016.

Bajo este sentido, la dignidad humana cobija la esencia de los derechos humanos

enmarcados en Derechos Económicos, Sociales y Culturales, inherentes de la persona como tal,

formalizándose y materializándose en el acceso al agua potable a través de las normas que se

enmarcan en nuestra Constitución Política y las decisiones que han sido proferidas por las altas

Cortes.

3.2 Derechos sociales colectivos frente al acceso al agua

La relación sucinta entre el agua y mecanismos legislativos de derecho nacional como

internacional que buscan reglamentar su uso y acceso es un fenómeno que contrario a la opinión

popular se ha presentado en muchas oportunidades del devenir de la historia, con una clara
73
variabilidad en la profundización que en cada caso se ha realizado sobre la materia, dependiendo

en gran medida de las necesidades de cada contexto coyuntural y de la relación del recurso

respecto de su oferta frente a las demandas por usos naturales y prevalentemente usos antrópicos.

Díaz et al, resaltan la importancia de la Declaración de Estocolmo de 1972 sobre la

inclusión del medio ambiente en la agenda internacional, o la Comisión Brundtland de 1987

sobre desarrollo sostenible, acercando el concepto del deber que se tiene para con las

generaciones futuras. (2009)

En ese espíritu de preocupación por las condiciones del medio ambiente, como primer

antecedente internacional del reconocimiento del derecho al agua se tiene la Conferencia de las

Naciones Unidas sobre el agua, realizada en Mar de Plata en marzo de 1977 en el que se buscó

estipular una serie de recomendaciones acerca de la cantidad y calidad de agua que debe

garantizarse para cada persona, lo que en un principio puede interpretarse como una forma de

elevación del agua a categoría de derecho humano.

La mencionada conferencia se dio como producto de una serie diversificada de reuniones

que se suscitó al interior del Consejo Económico y Social de la ONU, el cual desde la década de

los años cincuenta había tenido en consideración la estrecha relación entre los recursos hídricos y

el desarrollo económico de los países. Así entonces, después de una serie de reuniones entre los

años 1971 y 1972 con el asesoramiento de un panel de expertos en consecuencias del uso de

cuencas fluviales, se decidió invitar a los gobiernos parte a debatir sobre las recomendaciones

que debían tomarse en torno a los manejos del recurso.


74
En cuanto a lo dispuesto por la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo sostenible o Cumbre

de Johannesburgo de septiembre de 2002, los Estados adoptaron un compromiso solidario de

liderar metas y programas de manera asistida para garantizar el acceso a requerimientos básicos

como el acceso a agua potable. (Díaz Pulido, y otros, 2009)

Sin embargo, en noviembre de ese mismo año el Comité del Pacto de Derechos

Económicos y Sociales de la ONU expidió la observación general número 15 que genera una

interpretación del documento original de 1966 en el que se reafirma la incorporación del derecho

al agua en el marco de la legislación internacional a través de los artículos 11 y 12. (ONU, 2014).

Pese a los progresos propiamente desarrollados por la agenda internacional en el

transcurso de la segunda mitad del siglo XX para garantizar el acceso a unas condiciones básicas

del recurso hídrico y su necesario cuidado, en la primera década del 2000 se hizo evidente que la

legislación internacional debía de dar un paso más y en trabajo de los avances efectuados por las

resoluciones 7-22 y “12-8 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en julio de

2010 a través de la resolución 64-292, la Asamblea General de las Naciones Unidas produciría el

hito internacional de reconocer por primera vez el derecho al agua y al saneamiento como un

derecho humano que resulta básico y esencial para garantizar que puedan realizarse todos los

demás derechos humanos” (Red por la Justicia Ambiental en Colombia, 2014).

Por su parte, dentro de un contexto más regional, en el año 2009 se desarrollaría la

Declaración Latinoamericana del Agua en la que los Estados latinoamericanos hacen un

reconocimiento del agua como derecho fundamental del que son titulares los habitantes de la

región, lo cual solo resulta en una clara manifestación de las tendencias que se empezaron a
75
presentar en el marco de la legislación internacional de elevar el derecho al agua a una categoría

de derecho humano fundamental, para con ello exigir una mayor presión a las naciones frente a

la obligación de reconocimiento y protección de este postulado fundamental.

Antes de profundizar sobre los postulados y aportes que produjo cada uno de los

diferentes instrumentos de derecho internacional referidos vale la pena acotar que con ellos se

demuestra que en el sentir de la comunidad internacional el acceso a unas condiciones básicas

del recurso hídrico por parte de la persona humana es fundamental para garantizar el goce pleno

de sus demás derechos, lo que eleva la pertinencia de reconocer el derecho al agua a un grado

internacional. Sin embargo, bajo el entendido de que en muchas ocasiones las normas

internacionales aun siendo vinculantes para los Estados no son reconocidas, es claro que un

marco ideal de reconocimiento y respeto de la protección al agua ha de ser aquel en el que las

disposiciones macro internacionales sean desarrolladas de forma más expedita por parte de las

legislaciones internas de las naciones a forma tal que los vacíos donde el derecho internacional

público no se inmiscuye como el caso del control en la aplicación de las aguas para usos

antrópicos, sean cubiertas por las normas nacionales en observancia del desarrollo normativo y

recomendaciones de la comunidad internacional.

4.1 Sujetos de los derechos fundamentales

Son las personas o grupo de personas acreedoras de las garantías de dichos derechos, son

los actores que va referida su titularidad, para los cuales, se tiene la distinción de sujeto activos y

sujeto pasivo.
76
Así mismo, la jurisprudencia y la normatividad colombiana adopta como sujetos de

especial protección a las personas y grupo de personas más vulnerables, como son niños,

personas en condiciones de discapacidad, adultos mayores, enfermos, comunidades indígenas,

étnicas, raizales, comunidades afro, palenqueras entre otros.

En Sentencia T-578/97 con ponencia del magistrado José Gregorio Hernández Galindo se

señaló; “La acción de tutela, según resulta del artículo 86 de la Constitución, tiene un sujeto

activo -la persona de cuyos derechos fundamentales se trata, o quien obra a nombre de ella- y

uno pasivo - entidad pública o persona particular contra la cual se dirige-, que es precisamente

quien, según aquélla, causa daño o amenaza los derechos fundamentales invocados, merced a su

conducta activa u omisiva. La demanda debe presentarse indicando quién es ese sujeto, no

solamente para que el juez pueda verificar si en verdad los derechos afectados lo son por su

acción u omisión, sino para permitir al inculpado ejercer el derecho de defensa y darle

posibilidades de contradicción y controversia de las pruebas allegadas, según el artículo 29 de la

Constitución Política.” (Corte Constitucional de Colombia, sentencia T-578, 1992).

Respecto al acceso al agua potable como derecho fundamental individual el sujeto activo

de este derecho es toda persona natural en el territorio colombiano, y el sujeto pasivo es el

Estado, quien está en la obligación de garantizar, proteger y salvaguardar el derecho y su

especial protección para la no vulneración.

4.1.1 Sujetos activos:

El sujeto activo frente a los derechos fundamentales es la persona natural titular de este

derecho fundamental, es a quien le recae el derecho que por mandato de la Constitución se le ha


77
conferido por ser persona, en Colombia por mandato constitucional, jurisprudencial y Legal

existen sujetos activos que por ser un Estado social de Derecho tiene prioridad sobre los demás

por su condición de vulnerabilidad en garantizar sus derechos fundamentales.

En referencia al acceso al agua potable como Derecho Fundamental, son aquellas

personas naturales que habitan en el territorio colombiano que reclaman el derecho, la defensa,

protección y garantías del Estado en el acceso al preciado líquido.

En esta relación el sujeto activo es quien debe de gozar del disfrute de este derecho

fundamental en condiciones dignas respetándosele el derecho a la vida, la salud, aun ambiente

sano sin limitación alguna en condiciones de igualdad, equidad, por razones de sexo raza etnia o

cualquier otra característica o particularidad de discriminación, máxime, cuando se les exige a

los Estados partes en esta relación que las personas en situación más vulnerable; el Estado debe

adoptar mayores medidas y brindar una mayor protección en aras de que estas personas en

condiciones de desventaja como son los niños, adultos mayores, enfermos quienes por su

condiciones se debe tener una mayor protección para poder disfrutar a en condiciones de

igualdad y equidad este derecho.

4.1.2 Sujetos pasivos:

Recae en cabeza del Estado a través de sus instituciones y diversas representaciones

administrativas quienes les corresponde garantizar a los asociados el derecho, y quien es el titular

de proporcionar el acceso al agua, con calidad y eficiencia al referido Derecho fundamental.


78
El sujeto pasivo es el Estado representado en entidad pública o persona particular

responsable, que al igual que en todo derecho fundamental le corresponde al Estado la protección

y promoción de los derechos, en este caso el acceso al agua toda vez que esto hace del Pacto

Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

En estas circunstancias le corresponde al Estado la obligación de respetar, esto es, de

asentarse de toda actividad o practica que vulnera, deniegue o ponga en peligro el acceso al agua

potable en condiciones de igualdad que atenten contra la dignidad humana como el de la

contaminación del líquido producto de su actividad como el de ensayos de armas o restringir el

servicio como consecuencia de una confrontación bélica

En cuanto a la obligación de proteger, a los Estados parte se les exige la protección de

este derecho al acceso al agua de terceros ya sea particulares, grupos, empresas y otras entidades

cuando sea vulnerado incluso con la sola amenaza o puesto en peligro, como parte de la

protección por parte del Estado se tiene como la expedición y adopción de normar en sentido

general que sean eficaces y efectivas en procura de garantizar este derecho.

Referente a la obligación de cumplir tenemos que el Estado como sujeto pasivo está en la

obligación de facilitar, promover y garantizar las medidas necesarias para que los asociados

puedan disfrutar del mencionado derecho sin interrupción en condiciones óptimas.

En este orden de ideas la responsabilidad del Estado como sujeto pasivo corresponde a

que los individuos puedan gozar de este derecho al acceso al agua potable en condiciones dignas

de forma permanente, constante, asequible, en condiciones de igualdad, respetando el derecho la

vida, la salud, la dignidad para cada persona en el seno de su familia.


79
4.2.3 Acciones y titulares:

El acceso a agua potable es una condición previa fundamental para el goce de varios otros

derechos humanos, como los derechos a la vida, la salud, la vivienda, etc.

“En la Constitución Política colombiana existen cuatro disposiciones de las cuales se

desprende que el derecho al agua tiene rango constitucional, pero no hay un precepto específico

destinado a consagrar de forma inequívoca el derecho al agua como un derecho individual,

contrario a lo que sucede con otros derechos como "el derecho a la vida" o "el derecho al

trabajo". Ciertamente, el artículo 49 consagra la garantía del saneamiento, a su vez, el artículo 79

determina el derecho a gozar de un medio ambiente sano y el artículo 366 consagra el

mejoramiento de las condiciones de vida de la población mediante la solución de las necesidades

insatisfechas en materia de saneamiento ambiental y agua potable. Tales normas no pueden

desarrollarse y materializarse sin la presencia del recurso hídrico, pero tampoco definen ni

establecen en qué consiste el núcleo central del derecho al agua y cuáles son los bienes

jurídicamente protegidos con este derecho.”

“A la par de las anteriores disposiciones se encuentra el artículo 93 de la Constitución

política de Colombia (C.P.C), que se refiere al bloque de constitucionalidad, mediante el cual se

entienden incorporados -en el ordenamiento jurídico colombiano- aquellos tratados y convenios

internacionales ratificados por Colombia. De especial relevancia resulta el Pacto Internacional de

Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), el cual no estipula el derecho al agua en

forma independiente o autónoma, aun cuando reconoce en su artículo 12 el derecho de las


80
personas al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, cuya realización no puede

lograrse sin la disponibilidad de agua.”

“Como se ha mencionado, el derecho al agua no está estipulado explícitamente en el

PIDESC, razón por la cual el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC)

(órgano encargado de supervisar la aplicación del Pacto) buscó dar un carácter directo y

autónomo al derecho al agua, emitiendo la Observación General n.º 15, donde, haciendo uso de

la conexidad entre derechos, determinó que el derecho al agua se encuentra efectivamente

estipulado en el PIDESC con los artículos 11 y 12. Sin embargo, esta teoría se desvanece con

otros argumentos del mismo documento con los cuales se demuestra la existencia de un vínculo

directo entre el derecho al agua y la dignidad humana como una condición previa para garantizar

otros derechos. Así, "el agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental para

la vida y la salud. El derecho humano al agua es indispensable para vivir dignamente y es

condición previa para la realización de otros derechos humanos”” (Sutorius & Rodriguez, 2015).

Las acciones de protección del acceso al agua en conexidad de la dignidad humana

comprenden mecanismos como la acción de tutela con argumento en la jurisprudencia

constitucional, por ello se citan argumentos y casos en los cuales el alto tribunal ha hecho

referente a la protección y acceso del recurso hídrico.

Así mismo, la corte ha determinado que el titular de la acción puede ser cualquier persona

con motivo de protección o vulneración del derecho al agua, mediante el mecanismo de tutela

cuando:

- “El agua que se reclama sea para consumo humano.


81
- Derechos como la vida en condiciones dignas y la salud puedan verse

afectados.

- La persona haya realizado unas actuaciones mínimas ante la empresa

prestadora del servicio que está conculcando el derecho respectivo.

Por otro lado, la jurisprudencia constitucional ha reconocido que el derecho al agua debe

protegerse en los siguientes casos:

- Prestación intermitente o esporádica del servicio público que afecta

derechos fundamentales.

- Falta de calidad en el agua a la cual tiene acceso una comunidad.

- Vulneración al acceso o disposición del agua en forma continua, debido a

una deficiente prestación del servicio público.

- Suspensión del acceso y la disponibilidad de agua en un estado de

urgencia.

- Generación de discriminación con respecto al acceso al agua.

- Acceso al agua limitado y las autoridades que dejan de adoptar las

medidas adecuadas y necesarias para evitar que esa situación continúe.

- Inadecuado servicio de alcantarillado que pone en riesgo los derechos

fundamentales de las personas.

- Inadecuado servicio de acueducto que pone en riesgo los derechos

fundamentales de las personas.

- Uso de los reglamentos, procedimientos o requisitos establecidos

legalmente como obstáculos para justificar la violación del derecho al agua.


82
También ha determinado que los límites para exigir por vía de tutela el derecho

fundamental al agua” (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-749, 2012) son:

- “Cuando la entidad prestadora del servicio decide suspenderlo, siguiendo

las reglas para ello establecidas, respetando los derechos fundamentales de las personas,

especialmente al mínimo vital.

- Cuando el riesgo de las obras pendientes, inconclusas o deterioradas

constituya una amenaza que no representa una vulneración para los derechos

fundamentales.

- Cuando se busca la reclamación económica, la cual puede ser realizada

por otros mecanismos judiciales sin que implique la afectación de los derechos

fundamentales.

- Cuando no se constata que la calidad del agua a la que se accede es

inadecuada para el consumo humano.

- Cuando la persona está disfrutando del servicio de agua por medios

ilícitos, reconectándose a la fuerza y se encuentra disfrutando del goce efectivo de su

derecho al agua. Este tema es tratado en las conclusiones de este artículo.

- Cuando una persona pretende acceder por sus propios medios al agua

disponible, pero de una forma irregular, desconociendo los procedimientos y afectando el

acceso de las demás personas que dependen de la misma fuente de agua.

- Cuando la afectación a la salubridad pública, como obstrucción a tuberías

de alcantarillado, no afecta el mínimo vital” (Sutorius & Rodriguez, 2015).


83
5. Posiciones en derecho

5.1 Obligaciones del estatus positivo:

Aplica desde el concepto internacional con la mera adhesión del Estado, en el caso de

Colombia es a través de la ratificación del Congreso e impera en la abstención de la actividad por

parte de los organismos e instituciones representativas del Estado; si bien es cierto que el Estado

es responsable por sus acciones a través de sus instituciones, órganos y agentes que cumplan con

su objeto, también es cierto que es responsable por las omisiones que estos hagan frente a los

derechos humanos donde se ve intrínseca la dignidad humana.

En razón a ello la Corte Constitucional argumenta que:

“Los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado. Es deber del

Estado asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional. (…) La

obligación de cumplir está encaminada a que el Estado realice acciones positivas con el fin de

facilitar, proporcionar y promover la plena efectividad del derecho por medio de medidas

legislativas, administrativas, presupuestarias y judiciales, que posibiliten a los individuos y

comunidades el disfrute del derecho al agua potable e impone al Estado que adopte medidas

positivas que permitan y ayuden a los particulares y las comunidades a ejercer el derecho al

agua, tome medidas para que se difunda información adecuada sobre el uso higiénico del agua, la

protección de las fuentes de agua y los métodos para reducir los desperdicios de agua y garantice

el acceso a una cantidad suficiente salubre, aceptable y accesible para el uso personal y

doméstico de agua, en los casos en que los particulares o los grupos no están en condiciones, por
84
razones ajenas a su voluntad, de ejercer por sí mismos ese derecho con ayuda de los medios a su

disposición” (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-740, 2011).

6. La dignidad humana frente al acceso al agua.

La dignidad es aquel valor inherente del ser humano, bajo el reconocimiento de derecho,

así mismo su respeto.

Según Kant (citado por Savater) “los seres humanos se merecen un trato especial y digno

que posibilite su desarrollo como personas. En este sentido, afirma Kant, el hombre es un fin en

sí mismo, no un medio para usos de otros individuos, lo que lo convertiría en una cosa. Los seres

irracionales, como los animales, pueden ser medios para, por ejemplo, la alimentación, en

cambio la existencia de las personas es un valor absoluto, por ello, son merecedoras de todo el

respeto moral mientras que la discriminación, la esclavitud, etc,. son acciones moralmente

incorrectas, porque atentan contra la dignidad de las personas” (2022).

En ese sentido, la dignidad humana, es el origen de aquellas necesidades para el

desarrollarse plenamente, como parte del reconocimiento de la dignidad de todo sujeto suponen,

además, la igualdad entre toda la especie. Es decir, toda persona pose la misma dignidad y así

mismo es sujeto igualitario de derechos universales.

En ese mismo sentido, Peces-Barba (1999) (Citado por Benitez) “señala que el

reconocimiento jurídico de los derechos fundamentales como expresiones de la dignidad

humana, basados en los principios de libertad, igualdad, seguridad y solidaridad, es la condición

que les dota de exigibilidad, más su existencia es previa; y que tanto los principios universales

que estos constituyen, como la garantía de cumplimiento y exigibilidad que les proporciona su
85
positivización, son los pilares del Estado social y democrático de derecho” (Benitez & Salas,

2016).

Por su parte la corte constitucional de Colombia, en su sentencia T-291/16 mencionó que

“ha determinado que la dignidad humana equivale: al merecimiento de un trato especial

que tiene toda persona por el hecho de ser tal; y a la facultad que tiene toda persona de exigir de

los demás un trato acorde con su condición humana. Por tanto, la dignidad humana se erige como

un derecho fundamental, de eficacia directa, cuyo reconocimiento general compromete el

fundamento político del Estado” (Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-291, 2016).

En razón a ello y frente al acceso al agua; se entiende que el Estado es el principal garante

de cada una de las obligaciones que se desprenden del derecho al agua y especialmente la

relacionada con la disponibilidad, que obliga al Estado a brindar una cantidad suficiente de agua,

como mínimo para satisfacer las necesidades básicas para su consumo, como es la alimentación

o cocción de alimentos, la limpieza y el saneamiento de las personas, etc.

“Por ello se afirma que el acceso al agua potable y el saneamiento es un derecho humano

por ser un satisfactor directo y sustancial a cada una de las necesidades primordiales de ingesta

de alimentos, supervivencia, salud, casa, desarrollo y confort que emanan de la dignidad

humana; lo cual conduce a la universalidad de su titularidad y pretensión, que se hace exigible

por medio de su reconocimiento en los sistemas jurídicos de los Estados. Situación que, aunque

no constituye integralmente su garantía sino sólo un aspecto de ella sí permite su cumplimiento

por parte del Estado por medio de la actuación de sus autoridades en un marco de legalidad.”
86
Al igual que todos los derechos humanos, el derecho al agua impone tres tipos de

obligaciones a los Estados, a saber: las obligaciones de respetar, proteger y cumplir (como la

suficiencia, la salubridad y aceptabilidad, la asequibilidad y la accesibilidad) (derecho humano

fundamental para la vida).

“Se podría decir que el derecho humano al acceso al agua potable y el saneamiento es de

reciente configuración jurídica en el sistema internacional de los derechos humanos, puesto que

fue en el 2010 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo reconoció como tal,

como se ha venido mencionando, por lo que de alguna manera nos encontramos frente a un

derecho cuyo contenido y alcances siguen en construcción y especificación. Sin embargo, a

dicho reconocimiento precedieron desde 1992 diversas resoluciones, declaraciones, informes y

programas, producto del resultado de cumbres y conferencias del sistema universal de protección

a los derechos humanos, y que trataban el acceso al agua potable y el saneamiento como

requisito y presupuesto para el cumplimiento de otros derechos, los mismos que serán abordados

y descritos en el apartado posterior de este documento, denominado:” “Fundamento

internacional del derecho humano al agua”.

Por lo anterior, los Derechos Humanos son derechos inherentes a la dignidad humana y

por lo tanto, a todas las personas; como parte del reconocimiento de la dignidad de todo sujeto

suponen, además, la igualdad entre toda la especie. Todos los individuos poseen la misma

dignidad y, por ende, los mismos derechos universales cuya existencia no depende de su

reconocimiento y garantía por el orden jurídico o político de un cierto Estado.


87
“Tenemos entonces que los derechos humanos, universales e inalienables a la condición

de dignidad humana, originados y fundamentados en ella, existen y demandan eficacia y

cumplimiento, independientemente de su reconocimiento y garantía por el orden jurídico o

político de un Estado determinado, pero dicha circunstancia es, sin duda, un factor que facilita su

exigibilidad frente a terceros y frente al propio Estado.”

“Por ello se afirma que el acceso al agua potable y el saneamiento es un derecho humano

por ser un satisfactor directo y esencial a todas las necesidades básicas de alimentación,

supervivencia, salud, vivienda, desarrollo y bienestar que emanan de la dignidad humana; lo que

conduce a la universalidad de su titularidad y pretensión, que se hace exigible a través de su

reconocimiento en los sistemas jurídicos de los Estados. Circunstancia que, aunque no constituye

integralmente su garantía sino únicamente un aspecto de ella sí posibilita su cumplimiento por

parte del Estado a través de la actuación de sus autoridades en un marco de legalidad. Aunque a

dicha garantía jurídica de reconocimiento y tutela habría de sumarse, para la verdadera

materialización del derecho, una garantía ética; es decir, el ánimo de los actores estatales para su

realización porque, de no existir este, la positivización constitucional del derecho puede quedar

tan solo en una declaración de buenas intenciones.”

6.1 El biocentrismo del agua y la vida.

“El biocentrismo pretende reivindicar el valor primordial de la vida, por tal motivo entre

las principales perspectivas de este movimiento biocentrista se busca promover buenas prácticas

sociales y políticas públicas que defiendan a la Naturaleza como sujeto de derechos, en contraste
88
con las posturas convencionales que la entienden únicamente desde un corte utilitarista, como

objeto de servicio por parte de los seres humanos” (Gaitán & Villamizar, 2019).

La correlación entre el agua y la vida, bajo el biocentrismo revela la importancia que

tiene este recurso hídrico para la subsistencia de la persona.

“El biocentrismo equipara a la humanidad con las demás bioespecies que habitan la

tierra, siendo esta concepción lo contrario a las posiciones utilitaristas antropocéntricas que

catalogan a la naturaleza o medio ambiente, tan solo como objetos valorados en servicio y

función a las personas, tasando en cifras económicas los recursos naturales, donde la naturaleza

carece de derechos propios y tan solo se le reconoce eufemicamente, “derechos” que no son más

que garantías a los intereses de las personas, es así que la visión biocéntrica, avanza y se ha

enfoca en el reconocimiento de valores intrínsecos de la Naturaleza, con el fin de que se eleve al

estatus de sujetos de derechos, armonizando el equilibrio en toda manifestación de vida que

pueda existir” (Gaitán & Villamizar, 2019).

Este busca que la actividad humana frente al recurso hídrico cause el menor daño, dado

que este líquido no solo es vital para el ser humano, sino, también para varias especies animales

que habitan el planeta, bajo esta teoría el biocentrismo busca un equilibrio armónico entre el

consumo regulado de agua que permita la subsistencia de la vida sin afectar las reservas de agua.

A su vez, toma como principal concepto la vida y cómo esta requiere del agua para su existencia

entrelazando su valor para permitirla.

Es así como el biocentrismo exige una participación de conciencia, la eco-evolución, las

políticas de desarrollo ambiental y la importancia de la relación entre las especies que dependen
89
del consumo del agua para su existencia. De este modo se podrá relacionar la dependencia del

agua para la subsistencia de la vida.

6.2 El acceso al agua como mínimo vital.

La crisis social por la falta de acceso y suministro de agua potable que sufren grandes

sectores de la población mundial la cual, es generada principalmente por la degradación

sistemática y generalizada de los sistemas acuáticos continentales. Según Arrojo (2009) (Citado

por Restrepo & Zárape, 2015) "para el año 2025 podrían ser 4000 millones de personas las

afectadas, además de que comunidades con tradiciones de producción agrícola y pecuaria,

basadas en los ciclos fluviales hoy enfrentan el hambre” (Restrepo & Zárate, 2016).

La Corte ha establecido que el agua es derecho fundamental cuando 1. se destina para el

consumo humano en cuanto contribuye a la salud y salubridad pública; como se deduce de las

sentencias T-578, 1992 y T-413 de 1995; 2. sea indispensable para el desarrollo de otros

derechos fundamentales como la salud y la vida en condiciones dignas, argumentos de las

sentencias T-578 de 1992 y T-881 de 2002, y 3. No se puede suspender el servicio público de

acueducto cuando se afectan personas en estado de debilidad manifiesta, como se observa en la

sentencia C-150 de 2003 (Restrepo & Zárate, 2016).

“De lo anterior, la jurisprudencia ha tutelado el derecho al agua como fundamental por su

conexidad con el derecho a la vida, que, a su vez, hace referencia a la dignidad humana, la cual

implica un mínimo de subsistencia, en este caso el acceso a un mínimo de agua, y precisamente

por ese carácter social solo ha sido tutelado a personas especialmente protegidas.”
90
Desde el pronunciamiento de la Corte Constitucional sobre este hecho, se han promovido

diversos casos en los cuales las instituciones prestadoras del servicio de acueducto vulneran el

acceso a este mediante corte por no pago, sin embargo, dado a la conexidad que tiene el acceso al

agua con la dignidad humana y está a su vez, entrelazada a la vida, se han tomado medidas tanto

administrativas como judiciales para evitar este tipo de acciones por parte del prestador de

servicio y así poder garantizar el acceso mínimo al consumo del agua como derecho

fundamental.

6.1.1 ¿Se afecta el mínimo vital por el no pago de servicio de acueducto?

Sobre este punto la Corte ha mencionado que:

“en diferentes escenarios reconoce que los sujetos de especial protección constitucional

tienen derecho a un mínimo de agua que no es susceptible de restricción alguna. Por esta razón

no es dable a una empresa prestadora del servicio público domiciliario suspender por mora en el

pago de las facturas el suministro de agua potable, si con ello se impida a estos sujetos de

especial protección el acceso al líquido vital, máxime, si con dicha medida se afectan otros

derechos fundamentales. Ahora bien, las empresas deben buscar alternativas viables para que los

usuarios que no pueden pagar la totalidad de sus deudas cumplan con un cronograma de pagos,

haciendo control periódico de los acuerdos de pago suscritos con los beneficiarios.” (Corte

Constitucional de Colombia, Sentencia T-398, 2018)

En relación con ello la Corte, argumenta que el servicio de acueducto en los casos donde

la persona infractora del no pago o pagos adeudados, pertenezca o se establezca como sujeto de
91
especial protección el servicio no será suspendido de forma definitiva, por el contrario, se le

garantizará un suministro mínimo por persona de 50 litros al día.

En términos generales, el mínimo vital del acceso al agua no se ve afectado en su

totalidad por el no pago del servicio de acueducto, siempre y cuando el infractor sea reconocido

como sujeto de especial protección.

6.2.2 ¿Se afectó el acceso al agua, en la coyuntura del COVID-19 en comunidades


étnicas?

Según Murillo (2020) “Alrededor de 2 millones de colombianos que integran pueblos o

grupos étnicos no cuentan con acceso a agua potable en sus casas, lo que dificulta su consumo y

el lavado las manos para prevenir el COVID-19. La desigualdad en Colombia es evidente tanto

en los principales centros urbanos del país, como entre la zona central y las zonas periféricas. A

medida que nos adentramos en las zonas más alejadas del centro de Colombia el acceso a

servicios básicos como el agua potable y alcantarillado es más deficiente y escaso. Sin embargo,

la realidad es más compleja para las comunidades étnicas que viven en los departamentos con

mayores restricciones y dificultades para acceder a estos servicios, ya que no es nada comparable

con el de las personas que viven en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, Cartagena, etc.”

(parf. 1)

Este tipo de desigualdad toma mayor relevancia en coyunturas sanitarias y de salud como

la que vivió Colombia y el mundo en medio de la pandemia del COVID-19, pues las zonas más

apartadas del país cuentan con menos infraestructura y servicios básicos para prevenir los

contagios y contener el número de enfermos por este virus, lo que pudo generar consecuencias

bastantes trágicas.
92
“Según el censo de 2018 realizado por el DANE, 1.9 millones de colombianos se auto-

reconocen como indígenas, 36% más que en el censo de 2005. Hoy la población indígena

equivale al 4.4% de la población total. El 67% de indígenas, cerca 1.286.000 personas, habitan

en los departamentos de La Guajira (21%), Cauca (16%), Nariño (11%), Córdoba (11%), Sucre

(5%) y Chocó (4%)” (Murillo, 2020, parf. 3).

Dado, a que uno de los métodos para evitar el contagio y la propagación del virus

COVID-19 era el lavado constante de las manos y elementos de uso común, la situación era

compleja, pues el acceso al agua era limitado ya sea por cuestiones de infraestructura o el hecho

de que el agua existente no era la adecuada para esto. Las comunidades étnicas poco lograron

acceder a este método para evitar la propagación.

“Para terminar podríamos decir que Colombia es un territorio desigual y esto se refleja en

la alteración al acceso de servicios básicos en medio de las sociedades que viven en los

primordiales centros urbanos de la nación y los individuos que viven en la periferia, y más

todavía en las sociedades étnicas. El poco acceso al agua potable y la baja cobertura en

alcantarillado y recolección de basuras es un elemento que juega en contra a las sociedades

étnicas en crisis sanitarias y de salud como la del coronavirus, más todavía, para esas sociedades

étnicas que habitan en regiones periféricas.”

Conclusiones Capítulo II

- La protección del agua no compete solo a los ciudadanos sino a todos los organismos

nacionales e internacionales.
93
- Las organizaciones internacionales como el Consejo Económico y Social de Naciones

Unidas, cumplen un rol importante a través de sus recomendaciones para los Estados, en

donde encargan acciones concretas para problemas concretos, como el caso de la

protección de las fuentes hídricas y el reconocimiento del derecho al acceso al agua como

un derecho fundamental.

- La garantía del acceso al agua potable asegura un nivel de vida digna.

- La interpretación respecto del acceso al agua potable por parte de la Corte Constitucional

Colombiana ha evolucionado de manera garantista a través del tiempo, siendo en primer

lugar un derecho objeto de protección por conexidad con otros derechos fundamentales

para ser extensiva su interpretación y otorgarle la calidad de derecho fundamental

implicando una protección directa, siendo un derecho autónomo con independencia de la

vida y la dignidad humana.

- A pesar de existir instrumentos internacionales y desarrollos constitucionales buscando

proteger el acceso al agua potable, existen situaciones fácticas e históricas que

reproducen escenarios de desigualdad limitando en muchas ocasiones el acceso al agua.


94
Capítulo III

El empoderamiento a los ciudadanos para que ejerzan el derecho al acceso al agua.

1. ¿A quién se debe empoderar para facilitar el derecho del acceso al agua en

Colombia?

En este capítulo se discutirá el empoderamiento, a fin de que el individuo y la sociedad

tenga las herramientas suficientes que le permitan el ejercicio de su derecho fundamental al

acceso al agua, de ahí, que se debe brindar ciertas nociones, de a quién o a quiénes se debe

empoderar en relación al tema de estudio y la problemática que en la actualidad se vive en

Colombia, básicamente se podría afirmar que el empoderamiento debe involucrar a las personas

de manera individual y colectivamente en un determinado territorio, en zonas marginales y con

una alta necesidad del acceso al preciado líquido, haciendo énfasis en problemáticas de liderazgo

comunitario que carecen estas regiones apartadas, han originado una proyección desalentadora

de dónde se puede llegar exigiendo las condiciones dignas en procura de que los individuos, una

posible solución es que adquieran conocimientos y con base en ello formulen posibles medios

con propuestas de cambio, para generar soluciones producto de ese empoderamiento adquirido

por las mismas comunidades.

En estas circunstancias, quien tiene la responsabilidad de empoderar es el Estado

Colombiano, por medio de las diferentes instituciones y entidades que lo componen, es su

función; le corresponde garantizar y propender para que las personas gocen de este derecho,

como también, deberán dotar a las personas individual y colectivamente de conocimientos,

destrezas y habilidades, haciendo énfasis en las poblaciones o grupos de personas más


95
vulnerables, garantizando el acceso a conocimientos y herramientas en los diferentes territorios

de nuestra geografía colombiana para que la comunidad pueda hacer velar por sus derechos con

herramientas jurídicas ópticas y eficaces a fin de garantizar el derecho al acceso al agua potable.

Es de vital importancia tener en cuenta el desarrollo y la coyuntura frente al acceso al

agua que se vive, no solo en Colombia, sino en el mundo, toda vez, que en la actualidad es

demasiado fuerte el impacto que genera la escases del agua y por ende se presentan disputas

continuas por parte de la ciudadanía, lo que fomenta un reto para la obtención del líquido en

condiciones dignas, debido a que es la principal fuente de vida para los seres vivos, así mismo,

este preciado líquido no es algo creado por el ser humano, ya que proviene de la misma

naturaleza, por lo tanto, es necesario cuidar y generar conciencia frente a su uso adecuado y

racional, sin embargo, existen varias causales por las que los ciudadanos tomaron conciencia

frente a la protección y uso adecuado, toda vez, que su empoderamiento es un camino social en

la búsqueda de la equidad e igualdad, donde se debe lograr una gestión, un servicio óptimo, una

distribución pensando en los beneficios colectivos y equitativos, así mismo, se debe propender

por la protección y la conservación en aras de evitar futuras contingencias de escasez que se

presenten en el tiempo por su uso y consumo inadecuado.

La crisis por el acceso al agua no es reciente, se puede decir que la privatización

del agua a mediados del siglo XX (1950- en adelante) fue un caos, generó una alta

demanda por el uso del líquido; la industrialización, la expansión de metrópolis

comenzaron el camino de la urbanización, una expansión del uso excesivo del agua
96
generando caos ecológico y como consecuencia variedad de conflictos sociales con

fundamento en la mala gestión y gobernabilidad del agua (Jouravlev & CEPAL, 2004).

Desde el desarrollo de las urbanizaciones, la industrialización de la agricultura y el uso

del agua en diferentes sectores de la economía, mediante la privatización del agua, ha generado

desequilibrios sociales de tal magnitud que se limita el acceso a esta con el fin de garantizar sus

fines privativos a ello se suma las decisiones políticas:

“Siempre como tendencia general, este proceso ha sido caracterizado por el déficit

democrático, si rechazamos la reducción del proceso democrático a la formalidad de los

eventos electorales o su limitación al espacio de la política partidaria y, más bien,

defendemos una noción de la democracia que reclama como principio de partida el

ejercicio substantivo de la ciudadanía. Dadas estas tendencias no sorprende, entonces, que

en muchos de los países de América Latina la historia de la gestión y la gobernabilidad del

agua haya estado marcada por conflictos sociales, algunos de los cuales fueron agravándose

desde mediados del siglo veinte debido al rápido avance de los procesos de urbanización e

industrialización. Las políticas de privatización del agua y sus servicios desde la década de

1980 y la expansión generalizada de actividades productivas basadas en consumos

intensivos de agua -que frecuentemente dependen de la explotación de ecosistemas

acuáticos ya fragilizados…” (Castro, 2016, pág. 17)

Por otro lado, la ciudadanía y el empoderamiento por el agua tiene como fin generar

conciencia mediante un proceso a la sociedad en sentido que es de uso público, es un derecho


97
que todos deben tener y al cual todos podemos acceder. El agua no es un recurso de ingreso

garantizado, no únicamente para las futuras generaciones, sino también para el uso de las

comunidades actualmente. Detrás del grifo de cada domicilio existe un complejo sistema de

ingeniería, recursos, para poder trasladar y potabilizar el agua que las mayorías de zonas urbanas

consumen diariamente. La entrada poblacional a las urbes ha generado, que el abastecimiento del

recurso hídrico se haya convertido en un sistema complejo donde intervienen procesos

sociopolíticos e interrelaciones hegemónicas de poder sobre el territorio y sus recursos, a

diferencia de épocas antiguas donde las poblaciones se asentaban a la orilla de los ríos para

acceder al aprovisionamiento de agua.

“En Colombia, el 85% del agua del país, se concentra en zonas geográficas donde

se ubica solo el 37% de la población total (Defensoría del Pueblo, 2009, p. 88). Lo que

equivale a decir que se requiere un gran esfuerzo político e institucional para crear

condiciones de equidad en el acceso al agua potable. Según este dato, por lo menos siete

millones de personas, están en condiciones de escasez o en están en zonas de oferta mínima

de agua potable. 14 millones de personas viven en zonas con una relación de escasez

latente. En esta situación se encuentran departamentos como la Guajira y Choco.

Concretamente, en Colombia, 145 municipios están en un alto índice de vulnerabilidad por

escasez del recurso, y en 568 municipios este indicador de riesgo es medio. Lo que no

quiere decir que a la fecha tengan resuelto su problema de acceso al agua potable. En

general, el 61% de la población colombiana se ubica en zonas de escasez mínima o no

significativa.” (Bohorquez, 2016, pág. 288)


98
2. La problemática frente al empoderamiento del ciudadano.

En Colombia, la jurisprudencia constitucional ha identificado en distintas situaciones la

necesidad de llevar a cabo la defensa económica, social y ambiental del agua.

A partir de la perspectiva legal, el Estado Colombiano mediante la Ley 142 de 1994, la

cual regula los servicios públicos domiciliarios, consagra en uno de sus principios la eficiencia

en la prestación del servicio; garantizar la calidad y la funcionalidad ambiental de la prestación

del servicio de agua potable. Está además de estar contenida en la legislación, resalta la

importancia de que el Estado es el garante del cumplimiento de los derechos de los habitantes.

“Frente a una sociedad considerada civilizada y democrática, debe prevalecer el respeto

por los derechos de los colectivos. La iniciativa de una sociedad democrática es la que posibilita

pensar que en ella todos los habitantes, miembros de un Estado social de derecho, como es el

Estado de Colombia, el cual, se comparten los mismos derechos amparados en la iniciativa de

orden predeterminado; cada Estado está en capacidad de conceptualizar y plantear una iniciativa

de confort colectivo. A partir de esta iniciativa se admite que todos los miembros de una

sociedad cuenten con los medios para reconocer para sí y para los demás, unas condiciones que

avalan la estabilidad.”

Es así, como los individuos, independiente y voluntariosamente compartan y respeten

conjuntamente unas normas de juego, unas reglas por medio de las cuales se hace la justa

repartición. Si lo anterior no es viable, tienen que generarse mecanismos coercitivos y represivos


99
a los individuos que desconocen las disposiciones establecidas, con la finalidad de que se

consiga producir un orden social alrededor de la justicia.

El empoderamiento en el derecho al acceso al agua hace referencia de forma extensa a la

formulación, el establecimiento y utilización de políticas, la legislación e instituciones

relacionadas a la administración del agua, y a la clarificación de las funcionalidades y

responsabilidades gubernamental, como también de la sociedad civil y la zona privado

relacionadas con los recursos y servicios hídricos. La administración del agua se hace sobre las

hipótesis de diversos tipos de abstracciones, cómo dividimos y definimos las articulaciones entre

la sociedad civil y el Estado ejemplificando, siendo en parte los sectores privados y los públicos,

así como la repartición de recursos y servicios prevalente en discusiones. Por medio de estas

abstracciones, la gobernanza del agua define esencialmente quién obtiene determinada cantidad y

calidad de agua, en qué momento y cómo, y quién tiene derecho al agua y servicios involucrados

y sus beneficios.

“En Colombia el apoderamiento del agua en las instituciones del medio ambiente

nacionales es el trabajo de nombrar responsabilidades y de cuidado al ambiental, mientras tanto

que hábilmente se excusan las obligaciones de funcionamiento y cuidado de otras instituciones.

En este juego burocrático, las herramientas usadas dentro de la gobernanza del agua tienden a

continuar las fronteras políticas internas, corregimientos, municipios, departamentos.”

Más allá de esta percepción, que muestra la monumental distancia entre habitantes y las

corporaciones autónomas regionales, en la situación específica son desconocidos proyectos y


100
falencias en el seguimiento de estas organizaciones, con las poblaciones locales frente al cuidado

y desempeño de ciénagas.

“Cormagdalena como muchas otras Corporaciones Autónomas Regionales, es una

entidad que se enfocado en la administración del agua primordialmente en la recuperación de la

navegabilidad del flujo de agua y la generación de energía. En esta concentración de esfuerzos

no se discuten las posiciones de todo el mundo mínimas sobre la integración positiva de

poblaciones locales en los procesos de gobernanza del agua. Las poblaciones locales que viven

en toda la rivera de los afluentes son en su mayoría silenciadas, debido a que no son los

“clientes” de las inversiones en navegabilidad ni en generación de energía; se piensan como

obstáculos, o, en el mejor de los casos, como males colaterales receptores de planes de

indemnización.”

“En esta primera versión de la administración del agua, determinada de antemano por los

megaproyectos de la recuperación de la navegabilidad y la producción de energía, no se

realizaron esfuerzos activos de traducción de los múltiples entrelazamientos locales en

compromisos de administración a partir de los cuales el agua potable, se traten de conservar o a

partir de los cuales las aguas malas o contaminadas se pretendan modificar. Tanto a partir de las

retóricas catastrofistas frente al estado del flujo de agua como a partir de esas en donde prima el

escepticismo o cinismo, desde el cual se asegura que el flujo de agua ya se vendió a las navieras

y a las hidroeléctricas, se olvidan y aíslan las prácticas diarias a partir de las cuales los habitantes

ribereños y muchas otras personas activamente siguen procurando subsistirá pesar de las

adversidades.”
101

Concordante a los movimientos sociales, cabe resaltar que alrededor del agua se tienen

diferentes luchas ya sea por las ocupaciones coyunturales o movilizaciones célebres en torno

primordialmente a los servicios públicos domiciliarios o megaproyectos, los proyectos de

conservación o desempeño de los recursos naturales, y los procesos de ordenamiento y

apropiación de la región, en especial de sociedades étnicas.

Hoy en día, en determinados sectores de la región en las zonas rurales, se empiezan a

configurar conflictos en la utilización y distribución del recurso hídrico. Diferentes actores

sociales; como organización no gubernamental, juntas comunales, organizaciones comunitarias

y/o sociedades campesinas, empresas agrícolas, comunidades afrocolombianas, étnicas,

indígenas etc., han desarrollado proyectos de medio ambiente enfatizados en la promoción y el

fortalecimiento de procesos organizativos y de ordenamiento ambiental con predominio de

metodologías de averiguación social participativa que buscan la conservación y el

funcionamiento de superficies silvestres asociadas a cuencas de trascendencia local y regional,

generando sistemas de uso y desempeño de las mismas y sus especies; se han creado de esta

forma modelos de producción agroecológica para los primordiales sistemas agropecuarios y

agroforestales y además vivencias de reciclaje y desempeño de residuos firmes, y apropiación

de espacios públicos en centros urbanos.

Es así, que las comunidades indígenas, raizales entre otros, en distintas zonas del país

cuentan con diferentes maneras de agrupación como (resguardos, reservas, sociedades civiles

entre, otras), con un gran nivel organizativos; como ejemplo, en zonas como el Cauca, se ha
102
desarrollado el Proyecto Ambiental de Sociedades Nativos, avanzando en procesos de

caracterización, priorización y formulación de alternativas colectivas. Se han fortalecido maneras

organizativas propias alrededor de mingas comunitarias, resguardos, cabildos u conjuntos

productivos y movimientos sociales con la visión de seguir y consolidar propuestas autónomas

de desarrollo y vida, desde recobrar y producir otros procesos de apropiación cultural, económica

y ambiental de la región. En ellos las mujeres han jugado un papel sustancial en conservar y

reproducir la cultura y los valores con el fin de preservar y cuidar el agua.

Las sociedades afrocolombianas adelantan ocupaciones y procesos de articulación y

consolidación de sus empresas, que poseen su base en los procesos de titulación colectiva y

conformación de unos grupos comunitarios, en el proceso de Sociedades Negras nacionalmente.

En el Cauca se instituyó la organización UAFRO para articular y coordinar en el departamento el

accionar de las empresas de sociedades negras.

De la misma forma que las sociedades indígenas, adelantan el proceso de diagnóstico

ambiental de los países de sociedades con la intención de consolidar Planes Ambientales en sus

tácticas de Planes de vida.

Como lo hemos mencionado en repetidas oportunidades, el agua es primordial para la

supervivencia del ser humano, incluso para todos los seres vivos del planeta, es tal la magnitud y

la importancia que nuestro cuerpo está constituido en su mayoría por este líquido, en estas

circunstancias, debemos darle la importancia que se requiere en procura de estar abastecidos de


103
agua abundante y limpia para todos, sin distingo de raza, sexo o condición social y el Estado es

el principal actor en garantizar este derecho en condiciones dignas.

En este orden de ideas, el empoderamiento a la población en el mencionado tema del

derecho al acceso al agua debe iniciar por conocer e ilustrarnos del tema para poder actuar de la

manera más acertada, es muy importante la educación en derechos fundamentales, por ende, en

el derecho al agua en un contexto de solidaridad despojándonos de formalismos y tecnicismos

donde se reconozca que todos tenemos un derecho natural sin limitaciones o restricciones, la

comunidad y el individuo deben trabajar conjuntamente para cumplir el objetivo de empoderar

la nuestras comunidades.

Es así que las comunidades más vulnerables se deben organizar en procura de un fin

común, se deben empoderar cuyo objetivo será el de exigir el cumplimiento de sus derechos

como el derecho fundamental al acceso al agua potable cuando este se vea vulnerado, amenazado

o puesto en peligro a las mismas comunidades o los particulares individualmente considerados.

Esta toma de iniciativa será en temas de protección y conservación de las fuentes

hídricas, el cuidado de los bosques y demás naturaleza, como también el buen uso y el no

desperdicio del preciado líquido, con buenas prácticas de consumo, ya sea, en el uso doméstico

como para uso industrial y agrícola etc., muy importante que la comunidad se concientice que

existen grupos de personas e individuos más vulnerables dentro de las mismas comunidades

como son; indígenas, niños, adultos mayores, hospitales, entre otros, para los cuales se debe

tener prioridad.
104
En esta tarea será de suma importancia conocer las acciones judiciales y administrativas

que la constitución, las leyes y los instrumentos jurídicos internacionales o nacionales ofrecen

para salvaguardar los derechos de las comunidades y los ciudadanos individuamente

considerados, cuando por alguna circunstancia se vulnera los referidos derechos

El empoderamiento ciudadano en Colombia respecto al derecho al acceso al agua es

bastante complejo y variado, producto de las condiciones geográficas, climáticas,

socioculturales, hidrográficas, ambientales, de población, etc. Mientras en la Guajira el principal

inconveniente es la falta del líquido para la subsistencia humana, en el Choco, es lo contrario,

abunda el líquido, pero es afectado por los altos niveles de contaminación, producto de la

minería en la rivera de los afluentes la hace no apta para su consumo. Mientras en el campo

colombiano, la necesidad en su mayoría es la potabilidad del agua, en la mayoría de ciudades el

problema es la escasez del líquido y los altos costo en la factura del servicio, máxime, cuando

estas facturas le llegan a la población de estratos bajos.

Como uno de los principales problemas referentes al tema que nos ocupa, tenemos el

poco conocimiento de las herramientas jurídicas; en muchas regiones del país las diferentes

comunidades desconocen cuáles son sus derechos, prerrogativas y responsabilidades, cuáles son

las obligaciones y deberes del Estado colombiano para con sus administrados en lo que respecta

a garantizar el cumplimiento del derecho al acceso al agua potable; qué papel debe cumplir el

individuo y la misma comunidad en aras de exigir y reclamar por este derecho.

Muy importante es, conocer las acciones jurídicas y administrativas que tienen las

personas y las mismas comunidades frente al Estado y demás entidades u organismos

competentes encargados en el cumplimiento y/o la vigilancia de que este derecho fundamental


105
sea cumplido a cabalidad en condiciones dignas para todos y todas, en especial brindado mayor

protección a los individual y comunidades más vulnerables en nuestra geografía.

Otro problema es la inoperancia del Estado y las entidades competentes en la prestación,

cumplimientos y vigilancia de este derecho fundamental, debido a que en muchas ocasiones para

que este derecho al acceso al agua potable sea cumplido se debe acudir a las vías judiciales y en

situaciones insólitas muchas comunidades han tenido que recurrir a organismos o tribunales

internacionales ante la negativa, en el sentido de ser estos organismos los salvaguardias de

establecer garantías para que este derecho sea restablecido de manera permanente e instar al

Estado para que estas comunidades sean objeto de protección especial de manera permanente.

Ejemplo de lo anterior están las situaciones particulares estudiadas por la Corte

Constitucional, donde ciertas comunidades se han visto afectadas, otra situación similar es la que

se presenta en el Rio Ranchería.

La comunidad de Ranchería está ubicada en el departamento de la Guajira, en una zona

que sufre de escasez de agua potable por la zona geográfica y topográfica en que se encuentra,

sus ingresos principalmente son de las regalías de la explotación natural de recursos humanos

como la sal marina, el gas y el carbón, dichos los ingresos no son suficientes para la cantidad de

necesidades de sus pobladores, entre estas necesidades se resalta la del acceso al agua potable,

cuya escasez se estima como una de las problemáticas que más aqueja a sus pobladores,

paralelamente se evidencia que el departamento tiene cifras altas de mortalidad materna e

infantil, como la desnutrición de sus niños, por lo que las ganancias que se obtienen de las

regalías y que deberían distribuirse entre esta gente, no se ven reflejados en la calidad de vida de
106
la población, con un servicio de agua potable ineficaz, e ineficiente, con cortes constantemente

en porciones incorrectas y de muy mala calidad.

“La cuenca hidrológica del flujo de agua Ranchería engloba 4.000 kilómetros,

tiene una longitud de 248 kilómetros, nace en la Sierra Nevada de Santa Marta y

desemboca en Riohacha. Atraviesa fundamentalmente todo el Departamento y por dicha

razón es dañino una desviación (…) (Rodriguez, 2015, parf. 63)

Contextualizada la situación en la que está la Guajira respecto al agua potable, se

desarrollara el caso conocido como la desviación del río Ranchería donde las

multinacionales Xstrata de suiza , Anglo American de reino unido y BHP surge de la

fusión de la compañía británica Billiton y compañía australiana Broken Hill Proprietary,

dueñas en proporción de la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo

conocida como la mina del cerrejón, en el cual se extrae carbón y que en el año 2010

presentaron un informe en el cual explicaban la forma en que se iban a extender para

continuar explotando la tierra, se trazan los puntos centrales del proyecto de extensión de

la producción, por medio de la cual, pretenden llevarla de 30 a 60 millones de toneladas,

en los siguientes 4 años, por medio de la abertura de 2 nuevos tajos a cielo abierto, el

este de alrededor de 6 km de longitud, 2 km de ancho y una hondura de 400 m, el Oeste

con una longitud de 10 km, los dos, otorgan un área de 2.730 has. Y para poder hacer

aquellos fines requieren cambiar el Rio Ranchería, en 26,2 km, pues abajo de su lecho se

halla un promedio de 500 millones de toneladas de carbón de la mejor calidad.”

(Rodriguez, 2015)
107
Pretender mover un cauce del agua en una región semidesértica con tendencias muy

elevadas de transformarse en un desierto, sin estudios hidrológicos, hidrogeológicos y

ecosistémicos que sustenten y apoyen la gestión, lo podemos considerar como una

irresponsabilidad por parte del Estado Colombiano.

En el hecho del desvió del cauce del rio fue responsable el Cerrejón, por cuanto, se ha

cuidado de difundir documentos proyectando la mega obra de este. Las compañías estarían

conscientes que este cambio es en verdad fundamental para ellos y reconoce los irreversibles

problemas ambientales que podrían provocar con el desvío.

Es así, que el Comité Cívico de la Guajira en Protección del Rio Ranchería y el Manantial

de Cañaverales, que se realizó en la cuidad de Riohacha, el Enorme Foro Impactos de la

Megaminería del Carbón en la País y la Guajira, los días 8 y 9 de junio del 2012, en la sede de la

Universidad de la Guajira, analizó en profundidad los graves impactos económicos, del medio

ambiente, sociales y políticos que se derivarían el desvío del rio Ranchería. Este foro, ha sido el

que permitió que la disputa saliera del círculo de la compañía y se conociera a grado nacional, así

mismo, mundial.

Según Omar Botero, la política minera de Colombia tiene como exclusivo

objetivo producir condiciones favorables para llenarle los bolsillos a las organizaciones

extranjeras de la enorme minería. Y en esta política, todas las ventajas son para estas

compañías y todos los precios son para el poblado de Colombia. Como consecuencia, el

Estado no puede participar de manera directa en la actividad minera, y son solamente los
108
privados los únicos que tienen la posibilidad de hacer minería. Hoy hay en el territorio

779 títulos mineros y más 4 millones de hectáreas entregadas en concesión a las

multinacionales (Fedesarollo, 2012).

Sumado a lo anterior, del problema social existente en la Guajira, adicionándole el

problema ambiental que afecta de manera directa sobre la población y más exactamente sobre

aquella que vive en las riberas del flujo de agua Ranchería y en cercanías de la mina. Las

poblaciones de predominancia minera poseen inconvenientes con sus cultivos y con los animales

que crían, con la salud y la paz, pues los trabajos de investigación y explotación minera han

originado elevados niveles de contaminación por sonido, vibraciones causadas por las

explosiones, deterioro de la salud por el polvillo que nace de la sustracción y del cargue de los

camiones, que se esparce por pueblos y caseríos y es enormemente dañino para la salud como lo

asegura la Organización Mundial de la Salud relacionada por la Corte Constitucional colombiana

en la Sentencia T-154 de 2013 del M.P. Nilson Pinilla y a cuya prevención apuntan las reglas

obligatorias de protección de comunidades indígenas en Colombia. Agregando que la Guajira, es

una de las regiones de la nación que más grande recurso energético aloja, en la situación del

carbón tiene el 56,5 % de las reservas probadas nacionales, esto representa 3728 millones de

toneladas y en la situación del gas, el cual, el 43.4% de las reservas probadas nacionales, con una

producción diaria de alrededor de 400 millones de pies cúbicos, sin enunciar, los recursos para la

generación de energía eólica por lo que es una zona altamente productora.

“Entra en escena además la llamada represa del Ranchería que luego de varios

años y 650.000 millones de pesos gastados, necesita de un serio empujón económico que
109
posibilite llevar agua a 9 municipios guajiros y habilitar 18.000 hectáreas para la

producción de alimentos. Mencionemos entonces que no es viable ver el futuro de La

Guajira; Mírese como se mire, es preciso defender el cauce del agua. No solo la

utilización de sus aguas y la defensa de su cuenca. Si no también velar su protección para

asegurar la vida de la población que radica en dicha zona.” (Brugués, 2022, parf. 4)

Otra limitante al empoderamiento referente al derecho al acceso al agua potable es los

altos costos en la factura por el pago del líquido, toda vez, que para las personas o grupo de

personas más vulnerables como lo son los de estratos bajos, su costo es elevado generando una

limitante o restricción al acceso del líquido, siendo estas personas las que se afectarían con una

mayor rigurosidad. El Estado y las autoridades competentes deben actuar de forma más

garantista, ágil, pronta y eficaz implementando acciones contundentes para mitigar y restablecer

la vulneración de este derecho a dichos grupos de personas que requieren una mayor protección

del Estado.

Un aspecto que no se puede perder de vista y que en cierta medida afecta el

empoderamiento de los ciudadanos para que no exijan el cumplimiento de sus derechos respecto

al acceso al agua son los factores externos, como por ejemplo el cambio climático o el aumento

de la población especialmente en las zonas urbanas del país, ante este sobrio panorama se afecta

no solo la humanidad si no también el resto de los seres vivos del planeta, situación que se

estudió en apartes anteriores, como lo es, el de la hora cero en el mundo y en Colombia.

El panorama en el país es sombrío, debido a que, la insuficiencia de medidas estatales en

procura de mitigar la vulneración, es aún más crítica en comunidades con grupos más

vulnerables, es decir, la poca presencia del Estado y el olvido histórico no permite que se tomen
110
medidas efectivas de especial protección para los niños o grupos en situación de riesgo, máxime,

que el Estado está en su responsabilidad de tomar las medidas necesarias de protección y su

responsabilidad se extiende ante las extralimitaciones, omisiones, falta de protección y

promoción, incluso no actuar cuando está en la obligación de hacerlo.

Ante estos escenarios de olvido estatal y vulneración del derecho al acceso al agua de

comunidades enteras, y la transformación de ecosistemas hídricos en zonas geográficamente

alejadas y con poblaciones vulnerables, procurando la protección de estas y sus fuentes hídricas,

vale la pena el planteamiento de la siguiente pregunta.

3. ¿Son las fuentes hídricas sujetos de derechos?

Mundialmente se ha comenzado a dialogar sobre los denominados “ríos-persona”, es

decir, ecosistemas sujetos de derechos, los cuales tienen derechos propios, así como hay los

derechos humanos para los individuos. En Colombia hay precedentes con el agua del rio Atrato,

debido a que por medio de Sentencia T-622 de 2016, la Corte Constitucional, reconoció que las

sociedades étnicas y el Estado están en la obligación de conservar, defender, mantener el Río

Atrato, su cuenca y afluentes. El fallo se produjo tras una demanda interpuesta por numerosas

sociedades étnicas que demostraron los efectos negativos de las extracciones mineras y la sobre

explotación forestal.

La decisión adoptada por la Corte no es ajena ni nueva en el ordenamiento jurídico

internacional, es así como se encuentran casos como Nueva Zelanda donde el flujo de agua

Whanganui está salvaguardado a partir de 2017. En Quebec (Canadá) en el 2018 el flujo de agua

Magpie ha sido proclamado individuo de derechos. Los ríos Yamuna y Ganges de India y el
111
Flujo de agua Turga de Bangladesh además siguieron el ejemplo. Actualmente, en España se

adelanta una idea legislativa famosa, trámite que dejará reconocer derechos al ecosistema

conocido como Océano Menor, que no es otra cosa que una laguna salada y costera ubicada en la

zona autónoma de Murcia. En todos los casos hablamos de reconocer derechos para defender los

ecosistemas dotándolos de gobernabilidad y custodia autónoma y sin dependencia de los

intereses de todos los poderes públicos y privados.

Lo anterior indica que no es descabellada la idea de conceder a ecosistemas derechos

autónomos, si bien se presenta el discreto interrogante de quién ejercerá los derechos, la

situación permite que biósferas y entornos naturales se puedan defender de los intereses

privados, en algunos casos nombrando guardianes de estos nuevos sujetos responsables de

salvaguardar su integridad.

Por otro lado, la contaminación del recurso hídrico por parte de la industria, la minería y

la agricultura ha generado que el suministro de agua apta para el consumo humano disminuya,

por ende, el derecho al acceso al agua potable también disminuye o desmejore, poniendo el

riesgo el gocé de este derecho fundamental, para lo cual unas de las medidas para mitigar el

riesgo es concientizar a los actores que contaminan a utilizar practicas donde se protejan los

afluentes hídricos y fomentar la educación donde el tema sea la protección y conservación de

este recurso. En estos escenarios el Estado Colombiano debe jugar un papel importante con

varias aristas; por un lado, debe dar ejemplo y no contaminar los afluentes, debe garantizar que

no se contaminen expidiendo medias represivas ya sean administrativas o judiciales para que los

agentes o actores, ya sean públicos o privados no contaminen, también es importante que se


112
generen campañas de prevención y promoción en aras de evitar a futuro el daño al recurso

hídrico y como también al ecosistema. Así como también poner en marcha el sistema de

sanciones disciplinarias y penales para quienes ejerzan practicas lesivas y contaminantes con los

cuerpos hídricos, siendo una posibilidad el establecimiento de responsabilidades penales no solo

a personas sino a corporaciones criminales, si bien este punto excede los propósitos de la

presente investigación no está de más plantear la posibilidad.

4. Ciudadanía y empoderamiento al derecho al acceso al agua en Colombia.

“El derecho humano al agua debería entenderse como un aprovisionamiento suficiente,

físicamente accesible y a un precio posible, de agua salubre y de calidad aceptable para el uso

personal y de la casa de cada uno. Este derecho al agua potable y a las garantías primordiales

para garantizar un grado de vida satisfactorio. El acceso a fuentes de agua limpia y potable

debería interpretarse como un derecho humano en conexión con respecto a la dignidad de los

individuos. Una vez que se habla de aprovisionamiento, se habla de disponibilidad, de calidad,

de accesibilidad física, de accesibilidad económica, y de no discriminación.”

Por tanto, negar el acceso al agua potable es lesionar y menoscabar a los individuos, sin

mencionar que toda la gente cuyo derecho fundamental al acceso al agua limpia haya sido

infringido poseen derecho y acciones para una compostura correcta.

“El derecho al agua potable se refiere al derecho a la vida en perspectiva que este no se

instituye solo sobre la supervivencia física. Además, necesita de una secuencia de condiciones

entre ellas, la salud con calidad de vida. En Colombia, a la luz de la salud pública se puede

dialogar del derecho al agua potable. Adicionalmente, los habitantes poseen otros derechos
113
afines, ejemplificando, el derecho a un ambiente sano, a una casa digna, y a la prestación

eficiente de los servicios públicos. Los individuos tienen la posibilidad de exigir como derecho el

no ser privados de la proporción de agua limpia suficiente y permanente que les posibilite saciar

sus necesidades. Precisamente, el derecho al agua está en conexión con el derecho a la salud

pública, siendo este un derecho importante que necesita de la disponibilidad de agua para

concretarse y consolidarse. Ejemplificando, para el funcionamiento de componentes de peligro

de contaminación y focos de patologías, la entrada al agua es imprescindible. No puede haber

eficiencia en términos de salubridad pública, si se carece de un mínimo esencial de agua, que

posibilite a los individuos un saneamiento principal en condiciones mínimas de limpieza. El

reconocimiento del ingreso al agua como derecho, expone la obligatoriedad de la accesibilidad

física, en condiciones dignas y a un precio al alcance de los usuarios.”

Como lo hemos mencionado en repetidas oportunidades, el agua es primordial para los

humanos incluso para todos los seres vivos del planeta, es tal la magnitud y la importancia que

nuestro cuerpo está constituido en su mayoría por este líquido, en estas circunstancias, debemos

darle la importancia que se requiere en procura de estar abastecidos de agua abundante y limpia

para todos sin distingo de raza sexo o condición social y el Estado es el principal actor en

garantizar este derecho en condiciones dignas.

En este orden de ideas, el empoderamiento a la población en el mencionado tema del

derecho al acceso al derecho al agua, debe iniciar por conocer e ilustrarnos del tema para poder

actuar de la manera más acertada, es muy importante la educación en derechos fundamentales,

por ende, en el derecho al agua en un contexto de solidaridad despegándose de formalismos y

tecnicismos donde se reconozca que todos tenemos un derecho natural sin limitaciones o
114
restricciones y el Estado, la comunidad y el individuo deben trabajar manco mudamente para

cumplir el objetivo de empoderar la nuestra sociedad.

Es así, que las comunidades más vulnerables se deben organizar en procura de un fin

común, se deben empoderar cuya finalidad será el de hacer valer sus derechos como el derecho

fundamental al acceso al agua potable cuando este se vea vulnerado, amenazado o puesto en

peligro.

Este empoderamiento debe comprender temas de protección y conservación de los cauces

y sus nacimientos, el cuidado de los bosques y demás naturaleza a la rivera de las cuencas

hidrográficas, muy importante el buen uso y el no desperdicio del preciado líquido, con buenas

prácticas de consumo, ya sea en el uso doméstico, como para uso industrial y agrícola etc., otro

aspecto relevante es, que la comunidad se concientice que existen grupos de personas e

individuos más vulnerables dentro de las mismas sociedad, como son; los indios, niños, adultos

mayores, centros geriátricos, hospitales, colegios, reclusos y cárceles, personas en condición de

discapacitad y demás personas con algún grado de limitación sea física o sociológica.

Esta tarea de trasformar las condiciones fácticas e históricas de discriminación y olvido

será de suma importancia, como también el de conocer las acciones judiciales y administrativas

que la Constitución, las leyes y las herramientas jurídicas ofrecen para salvaguardar los derechos

de las comunidades y los ciudadanos individuamente considerados, cuando por alguna

circunstancia se vulnera los referidos derechos.

4.1 Tutela
115
Como mecanismo de protección de derechos, la Tutela juega un papel importante en lo

que se ha mencionado como empoderamiento de las comunidades, pues si bien existen

procedimientos administrativos, la Tutela permite que frente a un daño irremediable se tomen las

decisiones e impartan órdenes pertinentes contra la vulneración de derechos. Es por medio de

este mecanismo que el derecho al agua fue cobijado bajo el rotulo de derecho fundamental, punto

en que la Corte Constitucional ha jugado un rol importante.

La Corte Constitucional le ha dado prioridad y relevancia al agua como derecho

fundamental, claro ejemplo de la sentencia de la Corte Constitucional T-740 de 2011 por el

magistrado ponente Humberto Antonio Sierra Porto el cual precisa un concepto y su debido

fundamento corresponde a que:

“El agua se considera como un derecho fundamental y, se define, de acuerdo con

lo establecido por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, como “el

derecho de todos de disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible

para el uso personal o doméstico. El agua se erige como una necesidad básica, al ser un

elemento indisoluble para la existencia del ser humano. El agua en el ordenamiento

jurídico colombiano tiene una doble connotación pues se erige como un derecho

fundamental y como un servicio público. En tal sentido, todas las personas deben poder

acceder al servicio de acueducto en condiciones de cantidad y calidad suficiente y al

Estado le corresponde organizar, dirigir, reglamentar y garantizar su prestación de

conformidad con los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad.”” (Corte

Constitucional de Colombia, sentencia T-740, 2011).


116
Además, la Corte enfatiza que la defensa que le proporciona el ordenamiento

constitucional al derecho al agua se complementa y fortalece por lo dispuesto en el

campo universal, es decir, internacional, puesto que esta normatividad, según el artículo

93 de la Constitución, se erige como reglas con rango constitucional que sirven como

pautas de interpretación de los derechos que realizan parte del sistema jurídico de

Colombia. El instrumento que se ha dedicado a reconocer, defender y dotar de contenido

al derecho sustancial del acceso al agua fue la jurisprudencia constitucional. Por esto es

necesario comprobar los argumentos de la Corte Constitucional de Colombia para

consagrar este derecho, circunscribiendo la revisión a los casos en los que hay sujetos de

particular custodia, ya que su condición de vulnerabilidad representa el entorno más

visible para la generación de ocupaciones positivas que les permitan conseguir una

equidad material, y la defensa del derecho al agua como derecho importante de dichos

sujetos va a ser uno de los presupuestos para la garantía de este derecho al resto

poblacional.

También está la sentencia T-297/2018 con ponencia de la magistrada Gloria Stella Ortiz

Delgado, acción que fue incoada por ciudadanos afectados por la desconexión de una tubería que

permitía el abastecimiento y acceso a agua potable, alegando la protección constitucional de los

fundamentales de acceso al agua potable, a la vida y a la salud. Afectando además a menores de

edad en condiciones de discapacidad, otros niños y niñas y personas de la tercera edad, es decir,

personas de especial protección.

En aplicación de la sentencia C-220 de 2011 la magistrada Gloria Stella Ortiz Delgado

aclaró:
117
“…como derecho fundamental, el derecho al agua tiene tanto un alcance subjetivo como

objetivo. Como derecho subjetivo, la tutela del derecho al agua puede ser reclamada ante

las instancias judiciales en escenarios de vulneración tanto por parte del Estado como por

parte de particulares, especialmente cuando se trata de agua para consumo humano. El

reconocimiento de su naturaleza subjetiva ha dado lugar, por ejemplo, al desarrollo de

una línea jurisprudencial amplia de protección por medio de la acción de tutela. La

titularidad del derecho al agua como derecho subjetivo está en cabeza tanto de los

individuos como de la comunidad; por ello la jurisprudencia ha precisado que este

derecho comparte la naturaleza de derecho individual y colectivo” (Corte Constitucional

de Colombia, SentenciaT-297, 2018).

Así mismos en aplicación de los artículos 365 y 366 de la Constitución Política

que determinan como objetivo fundamental del Estado la solución de las necesidades

básicas de agua potable de los ciudadanos y le impone la responsabilidad de priorizar su

gasto público en el mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar general de la

población. Esta fórmula del Estado Social de Derecho, implica entonces no solo la

responsabilidad estatal de satisfacer las necesidades básicas de la población, sino el

derecho correlativo del agua para consumo humano.

Finalmente, la Corte ordenó al prestador del servicio el diseño y ejecución de un

proyecto que brindara una solución definitiva y la cual garantizara el acceso, la calidad,

disponibilidad y goce del servicio de agua potable.


118
Al investigar respecto al caso se encontró que la vereda El Brillante. Ya cuenta con una

conexión de agua potable, conforme a la resolución 2115 del decreto 1575 de 2007, en

cumplimiento de lo ordenado por la sentencia C-220 de 2011

Esto refuta las obligaciones que tiene el Estado y terceros en garantizar disponibilidad,

accesibilidad y calidad del servicio de agua, para la Corte es notable que la obligación de

asegurar el recurso hídrico no podría ser omitida bajo argumentos de tipo técnico, contractual o

económico (públicos o privados), por consiguiente, corresponde a los prestadores, tomar las

medidas primordiales para afirmar la entrada al agua potable y llevar a cabo los requisitos de

calidad, disponibilidad, accesibilidad y asequibilidad económica y física con los que se debería

prestar el abasto de agua potable para el consumo humano, para de esta forma no dañar derechos

primordiales y llevar a cabo con la satisfacción de las necesidades primordiales poblacional.

4.2 Acción Popular

Conforme a lo preceptuado en el artículo 88 de la Constitución Política y el artículo 88 de

la Ley 472 de 1998, cuya normatividad tiene la determinación en la protección de los derechos e

intereses colectivos, cuando por alguna circunstancia resulten amenazados o vulnerados o exista

peligro o agravio o un daño contingente, por la acción o la omisión de las autoridades públicas, o

de los particulares que actúan en desarrollo de funciones públicas.

En este sentido se evidencia la acción popular con Radicación número: 85001-23-33-000-

2015-00146-01(AP) resuelta por el Consejo de Estado con ponencia del consejero Roberto

Augusto Serrato Valdés Bogotá, D.C., donde se amparan los derechos fundamentales y
119
colectivos al agua, dignidad humana, salubridad pública y al acceso a los servicios públicos de

los habitantes de la Vereda Altamira en el Municipio de Pore-Casanare.

“Se presentaba en la comunidad la demora en la prestación del servicio de agua potable

por parte del operador alegando cuestiones técnicas, administrativas y presupuestales, argumento

que no convenció a la corporación y en su lugar declaró vulnerados los derechos fundamentales

y colectivos al agua, dignidad humana, salubridad pública, acceso a los servicios públicos y a

que su prestación sea eficiente y oportuna y acceso a una infraestructura de servicios que

garantice la salubridad pública. En este caso la corporación ordenó al operador del servicio

realizar las gestiones administrativas, presupuestales, de contratación y ejecución que sean

necesarias para poner en operación el sistema que permita dotar de agua potable a la población

de la Vereda Altamira del municipio de Pore.”

Siguiendo el hilo conductor de las providencias, de manera preliminar se evidencia que el

acceso al agua potable está por encima de las problemáticas técnicas, de infraestructura y

presupuestales, siendo entonces una obligación por parte de los prestadores del servicio

garantizar el abastecimiento de las comunidades, lo que materializa el carácter de derecho

fundamental al acceso al agua.

4.3 Consulta Previa

En primera medida, podemos vislumbrar que la Constitución Política estableció como

uno de los pilares de nuestro Estado Social de Derecho la procura de una colaboración

democrática, y como objetivo sustancial del Estado, el de facilitar la participación de todos en las
120
elecciones que los están afectando. De igual manera, nuestra carta magna reconoció que

Colombia es un Estado pluralista que asegura y salvaguarda la variedad étnica y cultural de la

País, Artículos 1°, 7°, 8°, 10° de la constitución.

Así mismo, el Artículo 330 de la constitución estableció una autonomía de los territorios,

en este sentido, mencionó que sobre la explotación de los recursos naturales en territorios

indígenas se hará sin que esto afecte la integridad cultural, social y económica, y abrió la puerta a

la participación de las comunidades en la toma de decisiones que los puedan afectar.

En concordancia de lo anterior y en consonancia con el compromiso de implantar

particular defensa a la pluralidad étnica y cultural de la nación, el Estado colombiano suscribió el

Acuerdo 169 de 1989 de la OIT sobre pueblos nativos y tribales, adoptado e incorporado a

nuestro ordenamiento jurídico por medio de Ley 21 de 1991, haciendo parte del bloque de

constitucionalidad.

Lo anterior es importante toda vez que establece la posibilidad de participación por parte

de las comunidades respecto de proyectos o toma de decisiones que los puedan afectar, como

sería el caso de la transformación de ecosistemas hídricos o el desarrollo de infraestructuras en

sus territorios.

4.4 Juntas Administradoras de Acueductos Rurales (JAAR)

Referente a las acciones anteriormente señaladas, muy importante es que en las

comunidades más apartadas y vulnerables donde el acceso al derecho al agua sea limitado,

difícil, las comunidades se agrupen en lo que se ha denominado Juntas Administradoras de

Acueductos Rurales JAAR, las cuales pueden cumplir el rol de organizaciones comunitarias, sin
121
fines de lucro y de interés público, que administran los ingresos generados por el sistema de

abastecimiento de agua potable en las comunidades.

Puede entenderse este tipo de organización como un ejercicio democrático dentro del

Estado Social de Derecho, pues es conocido que en algunas regiones apartadas el Estado no hace

presencia ni garantiza los mínimos vitales de los habitantes, situación que no impide la

organización comunitaria.

La anterior propuesta corresponderá a un espacio mediante el cual, los mismos usuarios

serán administradores de su propio acueducto, para que se gestione con el Estado y demás entes

territoriales la consecución de recursos para la capacitación en este tema de la protección,

conservación de los afluentes, como también, la inversión en proyectos de infraestructura, con el

fin de obtener agua potable, limpia, abundante, permanente, suficiente, a un precio asequible,

apta para el consumo para todos y todas, sin discriminación alguna, prevaleciendo el derecho

sustancial y respetando la dignidad humana de los miembros de las diferentes comunidades.

Una comunidad organizada, empoderada, conocedora de sus derechos como seres

humanos miembros de una colectividad, entendiendo y siendo consientes en la necesidad de

respetar los derechos ajenos, haciendo valer los suyos, donde se conciban y acepten los deberes y

las responsabilidades con la mayor responsabilidad posible, donde exista unión para poder

cuidar, proteger, fomentar nuestra naturaleza y de los recursos como es el recurso híbrido, solo

así, se logrará una sociedad que cuente con agua prolongada en el tiempo, empoderándose y

apropiándose de las herramientas para proteger y exigir los derechos al acceso al agua potable

como Derecho Fundamental de todas las comunidades en particular las más vulnerables.
122
Conclusiones Capitulo III

- Frente al olvido estatal y la discriminación histórica se hace necesaria la organización

comunitaria y la apropiación de las herramientas constitucionales y legales para la

exigencia de la garantía al acceso al agua potable.

- El ejercicio y exigencia de los derechos por parte de las comunidades no es nuevo y solo

obedece al desamparo del Estado lo que provoca que se generen situaciones que

perjudiquen a los habitantes.

- La constitución y la ley ofrecen herramientas como la Tutela, la acción de grupo y la

consulta previa para que los ciudadanos y comunidades afectadas ejerzan sus derechos y

exijan a las autoridades el cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades.

- La protección del agua y el acceso a esta es obligación del Estado en cumplimiento de la

normatividad interna e instrumentos internacionales, el Estado es el garante de la

prestación del servicio.

- El derecho al agua ya no comprende solo la prestación del servicio, sino exige el

aseguramiento de un mínimo vital para el consumo diario, así como la protección de las

fuentes hídricas con vistas no solo a las futuras generaciones sino a las comunidades

existentes, protección que ha sido extendida de manera autónoma a los ecosistemas

hídricos, lo que significa que el derecho al acceso al agua tiene un carácter soberano.
123
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