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INTRODUCCIÓN

El increíble e inmenso mundo o reino de los hongos ha estado en contacto con


la humanidad y ha tenido existencia desde sus orígenes, contando con
diferentes funciones o fines en específica que beneficien usualmente a los
humanos, un gran ejemplo es el hecho de que son una fuente importante y
peculiar de alimento, pese a que día de hoy sea despreciado como tal, no
obstante, existe gente que aprecia y valora el valor nutrimental que aportan
estos seres vivos. Existen ciertas civilizaciones antiguas, como la griega,
romana e hindú, en las cuales el hongo se le considera un “alimento sagrado”,
además, en lo que es nuestro territorio mexicano, en la cultura náhuatl y maya
los hongos llegaron a ocupar un rango muy elevado, siendo denominados
como “comida de los dioses”. En otras regiones del país (como Mesoamerica),
anteriormente, los hongos se relacionaban más a el hecho de que eran simples
alucinógenos, siendo este concepto más predominante que establecer que es
un alimento con alto contenido nutrimental.

Los parásitos son microorganismos bastantes complejos y con diversas


características, como su epidemiología, enfermedades que provocan,
morfología, divisiones, etc. Es de suma importancia el hecho de conocer acerca
de los mecanismos de transmisión, habitat y profilaxis, y aún más fundamental
y principal al tema, la relación huésped-parasito; esta puede llegar a generar
alteraciones en diferentes tejidos y órganos, que estructuran el organismo vivo,
manifestándose mediante signos y síntomas que usualmente llegan a provocar
u originar problemas de diagnóstico a nivel individual, familiar y comunitario,
provocando perdidas económicas en diferentes estratos sociales.

Es importante el impacto a nivel global que genera la importancia de la


parasitosis, así como el número de muertes asociadas a esta misma, por ende,
este tema debe preocupar a todo profesional sanitario, sea cual sea su
especialidad.
2.1 MICOLOGIA MÉDICA
2.1.1 FORMAS DE REPRODUCCIÓN
Un hongo puede reproducirse de dos maneras posibles: de manera sexual, o
de manera asexual, y lo más interesante, es el hecho de que existen ciertos
organismos de este tipo que se llegan a reproducir tanto como sexual, como
asexualmente. De una manera un tanto concisa y precisa, en los que se
reproducen sexualmente solamente interviene un padre, por otro lado, en
aquellos que cuentan con la capacidad de reproducirse de forma asexual,
intervienen dos padres.

El resultado de la reproducción asexual da origen a un microorganismo


prácticamente idéntico, en cuanto a genética, a los dos padres, osea, tienen el
mismo ADN. Existen tres métodos para este tipo de reproducción:
-Esporas: las esporas se crean en las superficies del hongo, por el mismo
hongo, y son liberadas para crear hongos prácticamente idénticos. Esta es la
sustancia en polvo generada por los hongos bejines.

-Gemación: el hongo genera una nueva parte en su cuerpo, la cuál


eventualmente se romperá, dicha parte se convertirá en un “nuevo”
organismo.
-Fragmentación: en el último método, un pedazo del micelio se
separa del cuerpo del hongo, resultando en un fragmento el cual
desarrollará una colonia de hongos.
La reproducción asexual tiene dos beneficios que la hacen superior de cierta
manera a la sexual: es más rápida y produce más organismos, no obstante,
dicha reproducción está controlada y depende de ciertos factores, como las
condiciones externas, la disponibilidad de alimentos, etc.

Una gran parte, o mejor dicho, la mayoría de los hongos emplean la


reproducción sexual, pese a ser más lenta y menos productiva, ya que reúne
los dos rasgos de los dos padres. Esto aumenta la diversidad genética de la
especie. En las plantas y los animales, la reproducción sexual se produce
cuando el esperma y el óvulo de dos padres se unen para hacer un nuevo
individuo. En los hongos, sin embargo, dos hifas haploides se reúnen y
fusionan sus núcleos.
2.1.2 CLASIFICACIÓN DE LA MICOSIS
-Micosis superficiales: piedra y pitiriasis versicolor.
-Micosis cutáneas: dermatofitosis, onicomicosis, intertrigo blastomicético y
candiadiacis mucocutánea.
-Micosis subcutáneas: micetoma y esporotricosis.
-Micosis profundas: paracoccidioidomicosis, histoplasmosis,
coccidioidomicosis, criptococosis, aspergilosis, candidiacis sistémica y
mucormicosis.

2.1.3 CONDICIONES DE LOS HONGOS PARA EL


OPORTUNISMO
-Soportar una temperatura de 37°C o más.
-Realizar un cambio bioquímico, ya que usualmente las condiciones
del huésped son más ricas, razón por la cuál se requiere la
inducción de nuevas enzimas, la adaptación a un nuevo medio con
menor potencial de reducción, la variabilidad del pH, todo de
acuerdo a la región anatómica que es afectada.
-Realizar un cambio morfológico con tendencia a reducción.
-Factores virales del hongo, como por ejemplo diversas enzimas
(hialuronidazas, proteasas, etc), producción de melanina o
sustancias que favorezcan la adaptación de los hongos, así como la
adherencia celular o la organización de grandes conglomerados de
microorganismos (bio películas).
-El contacto con el hospedador, ya que llegan a existir ciertos casos
en los que no se requiere un contacto exógeno porque ciertos
hongos pertenecen a la flora habitual del cuerpo, por ende, estos
tipos de enfermedades son endogenas (candidosis, actinomicosis,
geotricosis, etc).
2.2 PARASITOLOGIA MÉDICA
2.2.1 MORFOLOGÍA
-¿Qué son los parásitos?
Un parásito es un microorganismo que vive sobre otro organismo (denominado
huésped) en su interior, y se alimenta a expensas de este. En la mayoría de los
casos, el huésped que alberga al parásito recibe un daño, prejuicio, o
desventajas al tener al parásito. La palabra parásito proviene del griego y
significa “el que come en la mesa de otro”.

-Tipos
Existen tres tipos de parásitos que causan daños en el organismo vivo:
protozoos, helmintos y ectoparasitos.
-Protozoos: son organismos vivos unicelulares y microscópicos que pueden
vivir de forma independiente, pero también pueden depender de un huésped, o
mejor dicho, pueden ser de naturaleza parasitaria. En seres humanos son
capaces de multiplicarse, lo cual favorece a su supervivencia y a su desarrollo
de infecciones a partir de un solo organismo. Los parásitos protozoos por lo
general se transmiten entre seres humanos de manera vía oral-fecal, y los
protozoos que habitan en la sangre o tejidos se transmiten a otro cuerpo
mediante un artrópodo vector (como por ejemplo, la picadura de un mosquito).
Los protozoos que resultan infecciosos para los seres humanos se clasifican en
cuatro grupos de acuerdo a su movimiento:
-Sarcodinos, o amebas, p. ej., Entamoeba
Mastigóforos, o flagelados, p. ej., Giardia, Leishmania
Cilióforos, o ciliados, p. ej., Balantidium
Esporozoos, organismos cuya etapa adulta no es móvil, p. ej., Plasmodium,
Cryptosporidium
-Helmintos: por lo general, son organismos grandes multicelulares que se
pueden llegar a ser observados a simple vista cuando llegan a la adultez. Al
igual que los protozoos, estos organismos llegan a ser independientes y tener
vida libre, pero también pueden optar por tener naturaleza parasitaria y
hospedarse en un huésped. Un helminto adulto no puede multiplicarse al llegar
a adulto. Hay tres grupos diferentes de helmintos (gusanos) que predominan en
el cuerpo humano como parásitos:
-Gusanos planos (platelmintos): incluyen los trematodos (duelas) y cestodos
(tenias).
-Gusanos de cabeza (acantocefalos): una vez y son adultos llegan a habitar el
tracto gastrointestinal. Se dice que los acantocefalos son una forma intermedia
entre cestodos y nematodos.
-Gusanos cilíndricos (nematodos): estos gusanos al ser adultos llegan a habitar
en el tracto gastrointestinal, la sangre, sistema linfático o tejidos subcutáneos.
Por otra parte, cuando está en su inmadurez (larvas) pueden provocar
enfermedades por infección de varios tejidos corporales. Hay quienes
específican que estos helmintos también incluyen gusanos segmentados
(anélidos), siendo el ejemplo más popular y reconocible las sanguijuelas: cabe
a destacar que estos organismos no se consideran parásitos.

-Ectoparasitos: aunque su terminología incluyan a artrópodos hematofagos,


como los mosquitos (porque dependen de la sangre de un huésped humano
para alimentarse), este término suele hacer más referencia a organismos como
garrapatas, pulgas, piojos y ácaros, los cuales se adhieren a la piel y escarban
en esta permaneciendo por periodos largos (semanas y/o meses). Los
artropodos son de por sí causantes importantes de enfermedades, pero son
aún más importantes como vectores o transmisores de muchos patógenos
diferentes que producen una enorme mortalidad por las enfermedades que
provocan.
2.2.2 CICLO BIOLÓGICO
-Autogenicos (ciclos de vida simples): los parásitos crecen, se
reproducen y mueren en un solo huésped, y se transmiten entre
hospedadores mediante contacto directo.
-Alogenicos (ciclos de vida complejos): los parásitos requieren más
de un hábitat para concluir su ciclo biológico, que puede incluir
etapas de vida libre, así como tener otros hospedadores.

2.2.3 CLASIFICACIÓN POR SU LOCALIZACIÓN EN EL HUÉSPED


De acuerdo al lugar que lleguen a ocupar en el hospedador, los parásitos
pueden clasificarse en tres grupos:
-Ectoparasitos: habitan en contacto con el exterior del huésped, un gran
ejemplo es la pulga o garrapata.
-Endoparasitos: viven en el interior del cuerpo del huésped, por ejemplo, una
tenía o triquina.
-Mesoparasitos: prácticamente es una combinación de los dos grupos
anteriores. Una parte del cuerpo del parásito se encuentra en el exterior, mejor
dicho, mirando al exterior, y la otra parte del cuerpo está profundamente
anclada a los tejidos del hospedador. Existen algunos casos extremos en los
que mesoparasitos de peces pueden tener la cabeza introducida en el corazón
de su hospedador, y así, extenderse por las arterias hasta las branquias, o
perforar la cavidad visceral.
Cómo punto y aparte, dependiendo de su capacidad para vivir sin el huésped
se dividen en:
-Parasito obligado: requiere del huésped de forma obligatoria para cumplir su
ciclo biológico.
-Parasito facultativo: no es necesaria la presencia de un huésped para
completar su ciclo vital, ya que pueden realizar su vida libre y depender por si
solo.
2.2.4 PATOGENIAS

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