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"Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia.

"

UNIVERSIDAD NACIONAL “SAN LUIS GONZAGA” DE ICA


FACULTAD DE OBSTETRICIA

TEMA:

  IMPORTANCIA ECOLOGÍA DE LOS PARÁSITOS

PRESENTADO POR:
CCORAHUA CAMAVILCA, BRIGGITH
DOCENTE:
Dr. WILDER ENRIQUE MELGAREJO ÁNGELES

ICA - PERU

2021
I. INTRODUCCIÓN
La Parasitología Médica es la rama de la Medicina que estudia aquellos seres que viven
dentro o sobre el cuerpo del ser humano y los aspectos de importancia médica que
existen en la relación hospedador-parásito. Comprende además, el estudio de vectores y
los factores ecológicos y epidemiológicos relacionados con la transmisión y prevención
de las enfermedades parasitarias.

Como en otras disciplinas, la Parasitología usa términos específicos de su campo, que


iremos definiendo en el desarrollo de la materia, ya que su conocimiento es necesario en
el ejercicio de la profesión médica. El hombre puede enfermar por diversas causas, ya
sean exógenas (externas) o que provengan del mismo individuo. Las de origen externo
pueden ser agentes físicos (calor, electricidad), químicos (sustancias tóxicas, cáusticas),
nutricionales (carenciales), ecológicos (contaminación ambiental), psicosociales (stress)
y biológicos (seres vivos capaces de producir daño).

Estos últimos, en un sentido amplio constituyen los parásitos y el ser vivo donde se
establecen son los hospedadores o mesoneros. Desde las agrupaciones moleculares más
sencillas, por ejemplo los virus, hasta los organismos más complejos como los
artrópodos y helmintos, pueden comportarse como parásitos. Esto ha hecho que se
efectuara una obligada y necesaria separación disciplinaria denominada: Virología,
Bacteriología, Micología y Parasitología.

Es de gran importancia el conocimiento de los mecanismos de transmisión, hábitat y


profilaxis, así como la relación huésped-parásito; esta última puede producir
alteraciones en diferentes tejidos y órganos que se manifiesta con signos y síntomas que
en ocasiones originan problemas de diagnóstico a nivel individual, familiar y
comunitario, originando pérdida económica en los diferentes estratos sociales.

La Parasitología incluye el estudio de los Protozoos, Helmintos y Artrópodos. La


Micología comprende el estudio de los hongos y las enfermedades por ellos producidos

II. OBJETIVOS
 Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.

III. MARCO TEORICO


3.1 PARASITISMO

La superficie En términos generales, el parasitismo se define como una relación en la


cual uno de los participantes, el parásito, daña a su huésped o vive a expensas de él. Un
huésped (hospederos es el plural) es cualquier organismo del cual se alimenta un
parásito. Un patógeno es un parásito que produce una enfermedad en su huésped (no
todos los parásitos producen males), también es conocido como agente causal de la
enfermedad.

La enfermedad es un estado de desequilibrio en la salud de un organismo, que puede ser


producido por agentes infecciosos (patógenos) o no infecciosos (intoxicación química-
envenenamiento).

Los parásitos representan el tipo de vida más exitoso en la Tierra, dado que se estima
que más del 50 por ciento de los organismos son de este tipo. El parasitismo ha
evolucionado o aparecido en la Tierra al menos 60 veces de manera independiente en
animales tanto vertebrados (ejemplo: aves, lagartijas, primates) como invertebrados
(ejemplo: insectos, arañas, caracoles).
Cuando las personas piensan o escuchan la palabra parásito se imaginan algo malo o no
deseable, y muchas veces lo primero que dicen es “¡qué asco!”. Sin embargo, a pesar de
sonar irónico, nuestras vidas y la salud ambiental dependen literalmente de los parásitos.

Éstos cumplen funciones muy importantes en los ambientes naturales, con las cuales los
ecosistemas se mantienen saludables. Primero, regulan directamente los tamaños
poblacionales de las especies a las que infectan a través de la mortalidad de los
individuos.

A pesar del control poblacional que ejercen dichas enfermedades, actualmente existen
problemas de sobrepoblación en el mundo, lo que afecta negativamente la calidad de
vida, debido a que más gente significa mayor presión sobre los recursos del planeta.
Ahora, qué pasaría si nuestros avances médicos nos permitieran deshacernos de todos
los parásitos que nos afectan.

Creo que la respuesta sería que el planeta no tendría los recursos necesarios para
mantener a una población que aumenta sin limitaciones.

Así como existen parásitos que controlan la tasa de crecimiento poblacional de los
humanos, existe otra amplia diversidad que están continuamente regulando las
poblaciones de otras especies de animales.

De manera indirecta, los parásitos afectan las interacciones que se dan entre los
organismos de una misma especie y de otras especies en los ecosistemas. Hay parásitos
que pueden alterar el comportamiento o la morfología de los individuos. Dicho cambio
produce alteraciones en las interacciones con otros organismos, lo que a su vez provoca
cambios en el funcionamiento de los ecosistemas.

Un ejemplo de lo anterior sería el número de veces que un mosquito intenta alimentarse


de un animal. Se ha demostrado que los mosquitos que están infectados con parásitos de
malaria aumentan el número de veces que intentan alimentarse en comparación con los
sanos. Esto aumenta la probabilidad de que el parásito de malaria sea transmitido
exitosamente al huésped vertebrado, pero también afecta negativamente al mosquito
porque incrementa la probabilidad de que el huésped lo detecte y lo mate.

Los dos puntos anteriores son situaciones normales que suceden día a día en la
naturaleza, y este tipo de interacciones parasitarias tienen una muy larga historia
evolutiva. Entonces, podemos decir que este tipo de interacciones negativas
(antagónicas) son parte fundamental de los ambientes naturales. Es más, se ha
demostrado científicamente que un ecosistema lleno de parásitos es un ecosistema
saludable, siempre y cuando no esté alterado.

3.2. RELACIÓN DE LAS DISTINTAS CATEGORÍAS EN LAS QUE SE


AGRUPAN LOS PARÁSITOS DEPENDIENDO DE SUS
CARACTERÍSTICAS BIOLÓGICAS Y ECOLÓGICAS

Los parásitos representan el tipo de vida más exitoso en la Tierra, dado que se estima
que más del 50% de los organismos son parásitos. El parasitismo ha evolucionado o
aparecido en la Tierra al menos 60 veces de manera independiente en animales tanto
vertebrados (ejemplo: aves, lagartijas, primates) como invertebrados (ejemplo: insectos,
arañas, caracoles).

CARACTERÍSTICA DEFINICIÓN
TAMAÑO/TASA DE REPRODUCCIÓN
Parásitos generalmente unicelulares que no pueden ser
observados a simple vista (virus, bacterias, protozoarios
MICRO PARÁSITOS
y hongos), se reproducen rápidamente en el hospedero.
Parásitos pluricelulares que generalmente pueden ser
observados a simple vista (helmintos en general y
MACRO PARÁSITOS
artrópodos), con un tiempo de reproducción
comparativamente más largo que los micro parásitos.
TIPO DE HÁBITAT/TIPO DE TRANSMISIÓN
ECTOPARÁSITOS Se localizan sobre el cuerpo del hospedero, se
transmiten directamente por contacto directo (denso
dependientes).
Se localizan dentro del cuerpo del hospedero, se
transmiten por medio de estrategias de dispersión
ENDOPARÁSITOS
especializadas que pueden incluir etapas de vida libre
(denso independientes)
CICLOS DE VIDA
AUTOGÉNICOS Los parásitos crecen, se reproducen y mueren en un
(CICLOS DE VIDA solo hospedero, se transmiten de manera directa entre
SIMPLES) los hospederos (por contacto).
ALOGÉNICOS Los parásitos requieren más de un hábitat para
(CICLOS DE VIDA completar su ciclo de vida, que puede incluir etapas de
COMPLEJOS) vida libre, así como otros hospederos.
ESPECIFICIDAD HOSPEDATORIA
ESPECIALISTA Parásitos que viven exclusivamente en una especie de
hospedero o en un órgano o tejido específico del
hospedero.
GENERALISTA Parásitos que pueden habitar un amplio rango de
hospederos (géneros o familias).
3.3 PARAITOS EN LA ECOLOGÍA:

Es el estudio de las relaciones entre los seres vivos y entre estos y el


ambiente; por lo tanto, incluye el estudio de la dinámica de las poblaciones.
El mundo empieza a tener problemas demográficos y de transformación del
ambiente tales que comprometen la sobrevida de la especie humana; por
esto la ecología ha cobrado gran importancia en la actualidad. Las
relaciones estudiadas por la ecología incluyen toda la madeja de la vida,
pues tanto los elementos físicos y químicos del ambiente como las distintas
especies que lo pueblan establecen interrelaciones. La consecuencia de
todas estas interrelaciones es la modificación, en dispersión y en número de
las poblaciones. Desde el punto de vista ecológico es importante el
concepto de reguladores ecológicos que son todos los factores capaces de
influir de una u otra forma sobre una población y modificarla. Los
reguladores ecológicos pueden ser bióticos y abióticos. Entre los factores
bióticos, la depredación y el parasitismo, son las interrelaciones biológicas
más importantes que actúan en las regulaciones poblacionales. Entre los
factores abióticos, existen los naturales como son la ubicación geográfica,
clima, corrientes de agua, etc. y los artificiales, provenientes de la actividad
humana como la polución, uso de herbicidas, insecticidas, acumulación de
residuos no degradables, etc. Otros factores de gran importancia ecológica,
y de hecho asociados a la parasitología, son los denominados biomasa y
potencial biótico. Se denomina biomasa al tonelaje o cantidad de seres
vivos que se distribuyen diferentemente según la localización geográfica;
por ejemplo, a medida que nos acercamos al Ecuador, la variedad de
especies, tanto de vegetales como de animales, aumenta en forma
progresiva con la posibilidad de que un número mayor de ellas se
comporten como parásitos o como vectores de agentes etiológicos. El
potencial biótico, es mayor en aquellos animales que han adquirido la
forma de vida parasitaria; es decir producen más cigotos con posibilidades
de llegar a convertirse en adultos, que aquellos que tienen otra forma de
vida; por ejemplo los helmintos parásitos y algunos insectos, son capaces
de producir miles de huevos, lo que posibilita la perpetuación de la especie.

3.4 ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LOS PARÁSITOS?

Cuando las personas piensan o escuchan la palabra parásito se imaginan algo malo o no
deseable, y muchas veces lo primero que dicen es ¡Qué asco! Sin embargo, a pesar de
sonar irónico, nuestras vidas y la salud ambiental dependen literalmente de los parásitos.

Los parásitos cumplen funciones muy importantes en los ambientes naturales, gracias a
las cuales los ecosistemas se mantienen saludables. Primero, los parásitos regulan
directamente los tamaños poblacionales de las especies a las que infectan a través de la
mortalidad de los individuos. Para entender este punto pensemos en nosotros, somos la
única especie del planeta que ha podido desarrollar tecnología (medicina) para combatir
a los parásitos que nos afectan. Aún con nuestros avances médicos, existen parásitos
que generan enfermedades que siguen matando a millones de gentes al año (ejemplo:
malaria). A pesar del control poblacional que ejercen dichas enfermedades, actualmente
existen problemas de sobrepoblación en el mundo, lo que afecta negativamente la
calidad de vida, debido a que más gente significa mayor presión sobre los recursos del
planeta. Ahora, que pasaría si nuestros avances médicos nos permitieran deshacernos de
todos los parásitos que nos afectan. Creo que la respuesta sería que el planeta no tendría
los recursos necesarios para mantener a una población que aumenta sin limitaciones, la
única manera sería a través de un control de natalidad impuesto por los gobiernos, como
el caso de China. Tal vez esto suena cruel porque mucha gente muere a diario debido a
las enfermedades que producen los parásitos, pero si no fuera por este control
poblacional natural muy probablemente los sistemas naturales ya habrían colapsado,
algo que ya está sucediendo en el caso de arrecifes de coral y las pesquerías de
diferentes especies de peces. Así como existen parásitos que controlan la tasa de
crecimiento poblacional de los humanos, existe una amplia diversidad de parásitos que
están continuamente regulando las poblaciones de otras especies de animales.

Segundo, de manera indirecta los parásitos afectan las interacciones que se dan entre los
organismos de una misma especie y entre organismos de diferentes especies en los
ecosistemas. Hay parásitos que pueden alterar el comportamiento o la morfología de los
individuos. Dicho cambio produce alteraciones en las interacciones con otros
organismos, lo que a su vez provoca alteraciones en el funcionamiento de los
ecosistemas. Un ejemplo sería el número de veces que un mosquito intenta alimentarse
de un animal. Se ha demostrado que los mosquitos que están infectados con parásitos de
malaria aumentan el número de veces que intentan alimentarse de un huésped en
comparación con mosquitos sanos, esto aumenta la probabilidad de que el parásito de
malaria sea transmitido exitosamente al huésped vertebrado, pero también afecta
negativamente al mosquito porque incrementa la probabilidad de que el huésped lo
detecte y lo mate. Esto se podría interpretar como una “manipulación” del
comportamiento del mosquito por parte del parásito que lo está infectando.

Los dos puntos anteriores son situaciones normales que suceden día a día en la
naturaleza, y este tipo de interacciones parasitarias tienen una muy larga historia
evolutiva. Entonces, podemos decir que este tipo de interacciones negativas
(antagónicas) son parte fundamental de los ambientes naturales. Es más, se ha
demostrado científicamente que un ecosistema lleno de parásitos es un ecosistema
saludable, siempre y cuando dicho ecosistema no este alterado.

La analogía que me gusta hacer para explicar la importancia de los parásitos en el


ecosistema es pensar en una ventana. Si nos imaginamos una ventana, para que dicha
ventana se mantenga en el lugar que queremos necesitamos tres cosas: la ventana, un
marco que la sostenga y algún tipo de pegamento. Ahora bien, imaginemos que la
ventana representa a todos los organismos de un bosque que viven sobre el suelo, que el
marco son todos aquellos organismos que viven debajo del suelo del bosque y sustentan
lo que hay arriba, y el pegamento son todos los parásitos que están en dicho bosque
(arriba y abajo del suelo). En otras palabras, los parásitos representan el pegamento de
la naturaleza y son los que mantienen en su lugar a todas las piezas que forman parte del
bosque; sin ellos los ecosistemas se desarmarían como un rompecabezas que no está
enmarcado.

Debido a los drásticos y acelerados cambios ambientales que nuestro planeta está
sufriendo actualmente, principalmente debido a la actividad humana, los ecosistemas
están perdiendo su equilibrio. Esto nos dirige hacia una época sin precedentes, en la que
los parásitos y sus enfermedades se están convirtiendo en una verdadera pesadilla para
los científicos de la salud y los gobiernos. Los dos tipos de patógenos que se han
convertido en una carga económica para los países del mundo son: (1) las enfermedades
infecciosas emergentes (EIE), que son enfermedades cuyos agentes infecciosos se
conocen pero han cambiado su presentación clínica recientemente (ejemplo: gripe aviar,
gripe porcina), o son nuevas (ejemplo: virus Nipah), y que recientemente han
incrementado en su incidencia, impacto o extensión geográfica (se presentan en
regiones en las que no existían antes), e infectan a nuevos hospederos. (2) las
enfermedades reemergentes (ERE), que son aquellas que involucran a patógenos que
habían sido controlados o erradicados, pero que recientemente han vuelto a presentarse
(ejemplo: sarampión, tuberculósis). El punto importante a registrar en la mente es que al
alterar drásticamente nuestro ambiente estamos perdiendo lo más preciado que tenemos:
LA SALUD.

3.5 ¿SON BUENOS O MALOS LOS PARÁSITOS?

La respuesta por supuesto depende de la perspectiva que se tenga. Una persona enferma
dirá que son malos y quisiera que todos fueran erradicados. Un biólogo o ecólogo dirá
lo mismo porque los animales se enferman y pueden morir, pero son buenos porque
tienen una función vital en el ecosistema. Un médico posiblemente entenderá los dos
puntos de vista anteriores, pero dirá que su trabajo es erradicar las enfermedades.

Los parásitos son un componente indispensable de los entornos naturales que los
mantienen en equilibrio y saludables. Si elimináramos a todos los parásitos y sus
enfermedades, entonces aparecería otro tipo de problemas como son la escasez de
recursos para mantener una creciente población humana. Es más, con todo y las
enfermedades los humanos ya sufrimos las consecuencias de la sobrepoblación, como
son la falta de agua y la hambruna principalmente en muchos países en vías de
desarrollo. Sin las enfermedades que controlan la población humana mundial y la de
otros organismos, muy posiblemente la Tierra ya sería un lugar desolado y estéril.
Entonces, la respuesta a la pregunta es que los parásitos y sus enfermedades son buenos
desde un punto de vista global, pero son malos desde el punto de vista individual.
Simplemente son un mal necesario para el mantenimiento de la vida en la Tierra.

IV. RESULTADOS

Figura 1. Tipos de parasitos

Figura 2.

Parásitos en la ecología:
Reguladores ecológicos

Figura 3.
Importancia Ecológica

V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1.  Martínez c, silva e. Métodos físico-químicos en biotecnología. Anal


chem. 2017
2. Prescott et al. “microbiología. 5ª edición. Editorial mc. Graw hill
interamericana. 2014.
3. Botero d, restrepo m. Parasitosis humanas. 2.a edición. Medellín,
corporación para investigaciones biológicas, 2018
4. Beaver pc, jung rc, cupp ew. Parasitología clínica. 2.a edición en
español. Barcelona, salvat editores, 2016
5. Naquira c. Balantidiasis. En atias am, ed. Parasitología clínica. 3.a
edición. Santiago de chile, mediterráneo, 2015
6. Freeman ba. Ed microbiología de burrows. 22.a edición en español.
México, interamericana, 2017
7. Prescott l.m., harley j.p. And klein g.a., microbiología, 3a edición,
madrid, méxico, mc grawhill-interamericana, 2015.

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