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Los ectoparásitos son más conocidos popularmente, ya que la mayoría de ellos pueden verse a
simple vista. Muchos de los más representativos son artrópodos, aunque también hay anélidos
e incluso vertebrados ectoparásitos.
Estos seres vivos explotan al hospedador en busca de alimento. Casi todos los ectoparásitos se
alimentan de sangre, por lo que reciben el nombre de hematófagos. Otros se alimentan, por
ejemplo, de piel u otras estructuras queratinizadas.
Ectoparásitos comunes
Endoparásitos
Muchos de los endoparásitos son microscópicos y los que son lo suficientemente grandes solo
alcanzan estos tamaños una vez se desarrollan dentro del cuerpo de sus víctimas. Los virus y
bacterias son endoparásitos, así como muchos protozoos, nematodos y platelmintos.
A su vez, pueden clasificarse en parásitos intracelulares, que viven dentro de las células del
hospedador, y extracelulares, que viven fuera de ellas. Una gran cantidad de ellos parasitan el
intestino o el torrente sanguíneo, pero también pueden encontrarse en otros órganos o
imbuidos en tejidos concretos.
Endoparásitos comunes
Tenias: platelmintos con cuerpos segmentados que ocupan el intestino grueso. Se fijan
mediante ganchos o ventosas, absorben los nutrientes y debilitan a su hospedador. Se
reproducen liberando secciones del cuerpo llenas de huevos al exterior.
Dirofilaria: nematodo que reside en el corazón y arterias pulmonares de perros u otros
animales durante su última fase vital. Debido a su lugar de localización, es capaz de
producir paros cardíacos.
Plasmodium: parásito unicelular que infesta las células sanguíneas de aves, reptiles y
mamíferos. Es transmitido por mosquitos y causa la malaria o paludismo.
Toxoplasma: protozoo que afecta a los gatos y sus presas habituales, pero que
también puede ser transmitido a los humanos. Puede producir alteraciones en el
comportamiento de humanos y roedores.
Simbiosis
La simbiosis es una relación de estrecha convivencia entre seres vivos de distinta especie (los
cuales pasan a llamarse simbiontes), con el fin de obtener algún beneficio de esta unión. Por
ejemplo: abejas y plantas, tiburones y rémoras.
Dicha relación implica beneficios para uno o ambos seres vivos, pudiendo en algunos casos
hacerse indispensable para la vida, y sin embargo, en otros casos, ser perjudicial para alguno
de los seres involucrados. (Ej. Mosquito y Ser Humano).
Según lugar físico. De acuerdo al lugar físico que comparten los seres involucrados. En la
ectosimbiosis, uno de los seres vive sobre el cuerpo del otro, ya sea en su pelaje, su piel o
incluso el inicio de su tracto digestivo. En la endosimbiosis, el huésped se encuentra dentro del
organismo del hospedador, en el interior de sus órganos o células.
De acuerdo a la transmisión del huésped entre los hospedadores. Puede hablarse de simbiosis
de transmisión vertical, cuando las nuevas generaciones heredan la relación de sus propios
padres; o de transmisión horizontal cuando la adquieren del medio ambiente.
Comensalismo
El comensalismo se da cuando un ser vivo obtiene beneficios de otro en tanto que el otro no
resulta beneficiado ni perjudicado. Por ejemplo: Aves que construyen sus nidos en un árbol.
Tipos de comensalismo
Por extensión, la idea del comensalismo abarcó otros casos, dando lugar a una clasificación
que estableció tres tipos de comensalismo: foresis, inquilinismo y metabiosis:
Foresis. Una especie más pequeña se aprovecha de la otra más grande para que la
transporte, no implicándole a este ningún problema. En ocasiones ni siquiera se dará
cuenta que está realizando el transporte.
Inquilinismo. Una especie se refugia dentro o encima de la otra para protegerse.
Metabiosis. Una especie aprovecha alguna sustancia de desecho de otra para
conseguir un fin distinto: aquí encontraríamos a los animales carroñeros.
Microbiota normal
Se denomina microbiota normal, flora normal o flora nativa al conjunto de microorganismos
que se localizan de manera habitual en distintos sitios del cuerpo humano, y que conviven con
el huésped sin causar enfermedad.
La microbiota se obtiene desde el nacimiento. En el momento que el bebé pasa por el canal del
parto, adquiere bacterias de la vagina y de la región perianal de la madre. En caso de cesárea,
el contacto ocurre con el medio ambiente o al ingerir alimentos, resaltó.
La enfermedad de Chagas
también llamada tripanosomiasis americana, es una enfermedad potencialmente mortal
causada por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi (T. cruzi).
Se calcula que en el mundo hay entre seis y siete millones de personas infectadas por T. cruzi,
el parásito causante de la enfermedad de Chagas.
Distribución
Inicialmente, la enfermedad de Chagas estaba confinada a las zonas rurales de la Región de las
Américas (exceptuando las islas del Caribe). Debido principalmente a la mayor movilidad de la
población en los últimos decenios, la mayoría de las personas infectadas ha pasado a vivir en
entornos urbanos (proceso de urbanización) y la enfermedad se ha ido detectando cada vez
más en los Estados Unidos de América y el Canadá, en muchos países de Europa y en algunos
de África, el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental.
Transmisión
En América Latina, el parásito T. cruzi se transmite principalmente por contacto con las heces o
la orina infectadas de triatominos que se alimentan de sangre. Por lo general, esos insectos
que albergan los parásitos viven en las grietas y huecos de paredes y tejados de casas y
estructuras exteriores, como gallineros, corrales y almacenes, en zonas rurales y suburbanas.
Normalmente permanecen ocultos durante el día y entran en actividad por la noche para
alimentarse de la sangre de mamíferos, entre ellos los humanos. En general, pican en zonas
expuestas de la piel, como la cara, y defecan/orinan cerca de la picadura. Los parásitos
penetran en el organismo cuando la persona picada se frota instintivamente y empuja las
heces o la orina hacia la picadura, los ojos, la boca o alguna lesión cutánea abierta.
Éste es un parásito intracelular obligado que tiene un complejo ciclo vital en el que el hombre
(junto con otros animales: cerdo; aves; oveja...) participa como huésped intermediario; siendo
el gato y otros felinos, el huésped definitivo.
Tienen especial riesgo de contraer la enfermedad las personas seropositivas. Igualmente, hay
que tener precaución por parte de las mujeres embarazadas, por las graves afectaciones que la
patología puede producir en el feto.
Hemiplejia.
Trastornos de la marcha y del equilibrio.
Visión borrosa.
Dolor ocular.
Las enteroparasitosis
parasitosis intestinales son infecciones del tracto digestivo causadas por parásitos de tipo
protozoarios o helmintos. Estas infecciones se caracterizan por su gran prevalencia a nivel
mundial.
Han sido siempre un grave y constante problema de Salud Pública, y son considerados como
indicadores de atraso socio-cultural y de pobreza. El grupo poblacional mayormente afectado
por la parasitosis intestinal son los niños, sustentado en que ellos poseen aún un sistema
inmunitario inmaduro con poca resistencia natural o adquirida.