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FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS

SOCIALES

EL DOLO EVENTUAL

ESTUDIANTE
SOFÍA BELÉN CASAÑAS GÓMEZ

CICLO
VI
Dolo eventual
1. Introducción:
El jurista argentino Eugenio Zaffaroni menciona que el dolo es aquella conducta
en donde el sujeto activo actúa con voluntad y conciencia, conociendo cada
uno de los elementos del delito y procurando los medios para conseguir su
consumación.

El dolo posee dos elementos:

 Elemento volitivo: Este elemento se llama voluntad. La conducta


voluntaria permite identificar que el sujeto activo ha actuado de acuerdo
a su libertad y que no actúa bajo ningún vicio del consentimiento, ni
coacción e intimidación.
 Elemento cognoscitivo: Este elemento se llama conciencia. Actúa
conscientemente aquella persona que está en pleno uso de sus
facultades mentales, comprende la realidad de la conducta que está
ejecutando y conoce los efectos de su conducta. También conoce los
medios que va usar para cometer la infracción.

Tipos de dolo:

 Dolo directo en primer grado:

También llamado por Zaffaroni dolo perfecto. se caracteriza por exteriorizar el


elemento volitivo de modo más intenso, de forma que la acción típica es el
objetivo perseguido por el sujeto: quiere realizar la conducta típica y la realiza.
El autor adapta su comportamiento al fin propuesto y actúa movido por el
interés de su consecución.

Ejemplo: Ricardo desde matar a su esposa Claudia porque recientemente la


ha descubierto engañándolo con su mejor amigo, para ello la espera hasta que
llegue a su casa, y apenas entra la recibe disparándole directamente en la
cabeza, causándole la muerte instantánea. (Ricardo se propuso como objetivo
matar a Claudia, ajustando su conducta a la consecución de dicho objetivo,
actuando con la intención de matarla y prevaleciendo el elemento volitivo de su
conducta).
 Dolo directo en segundo grado:

También llamado dolo de las causas necesarias. Se caracteriza porque el autor


no persigue directamente el resultado típico, pero sabe y previene como seguro
o casi seguro que su actuación lo producirá; representándosele como
consecuencia necesaria dicho resultado y dominando, el elemento cognoscitivo
del dolo.

Ejemplo: Carlos decide robar en el Banco Pichincha, sabe que sólo hay un
guardia de seguridad, además de clientes y trabajadores. Carlos entra con la
intención de someter al guardia, pero éste lo enfrenta. Carlos dispara
directamente a la cabeza del guardia, causándole la muerte instantánea.
Enseguida coge todo el dinero que puede y huye de la escena en su Aveo
negro inmediatamente. (Carlos habrá actuado con dolo en primer grado al
entrar a robar al banco, y al guardia de seguridad con dolo en segundo grado,
al haber aceptado la muerte de este último conociendo que la acción
encaminada al robo del banco, necesariamente produciría la muerte del
guardia de seguridad).

 Dolo eventual:

También llamado dolo de tercera clase. Se caracteriza porque el autor se


representa el delito como resultado posible (eventual), de forma que, aunque
no desea el resultado, conoce la posibilidad de que se produzca; lo que
evidencia un menosprecio reprochable del bien jurídico protegido (por esta
razón es equiparado en términos de culpabilidad a los otros tipos de dolo). Se
considera como la forma más débil del dolo, ya que los elementos constitutivos
se encuentran con menor intensidad.

Ejemplo: Roberto desea lucir el Audi nuevo color azul que acaba de comprar,
por lo que decide pasear por el centro de la ciudad a gran velocidad. Roberto
conoce el riesgo que conducir a gran velocidad en la ciudad representa para
los peatones y no quiere herir a nadie, pero asume el riesgo de cualquier
atropello que pueda causar a fin de lucir su vehículo. Lamentablemente,
atropella a un anciano, causándole la muerte instantánea. (Roberto actuó con
dolo eventual dado que, a pesar de conocer el riesgo que su actuación
generaba y, pese a no querer dañar a nadie, asumió la producción del delito;
mostrando un gran menosprecio con su actuación para el bien jurídico).

2. El dolo como concepto reductor

El artículo 26 del Código Orgánico Integral Penal, regula el concepto de dolo


bajo la siguiente definición: “Actúa con dolo la persona que tiene el designio de
causar daño”.

El dolo es un concepto que cumple su función reductora al evitar la


responsabilidad meramente objetiva o por el resultado, exigiendo ciertos
propósitos como condición para su relevancia típica, en cambio, la culpa opera
como la otra opción, terminando la limitación con la exigencia de una singular
forma de realización del propósito.

3. Aspecto cognoscitivo del dolo

“El conocimiento es actualizable, pero no siempre es actual: se lo actualiza


cuando se piensa en ello”. (Eugenio Zaffaroni, 2006, pág. 405).

El dolo siempre requiere alguna actualización del conocimiento, porque si no se


actualizan ciertos contenidos de la consciencia en el momento de actuar, no
puede configurarse la finalidad de la acción. Por ejemplo, cuando cierro una
puerta sin actualizar que tengo un dedo en el marco, el dolor me hace
actualizar un conocimiento efectivo, pero por no haberlo actualizado antes del
acto no rigió mi finalidad hacia machucarme el dedo. En consecuencia, es
relevante que el sujeto tenga el grado de actualización de conocimientos
necesarios para configurar la finalidad típica.

4. Aspecto volitivo del dolo

En cuanto al dolo eventual, la voluntad se expresa siempre que el sujeto se


dice: si sucede, que se fastidie o que se lo aguante o mala suerte. Por ejemplo,
actúa con dolo eventual el conductor que por una apuesta pasa una esquina
con semáforo en rojo con los ojos cerrados o la persona que siendo portadora
del virus VIH mantiene relaciones sexuales.

“Habrá dolo eventual cuando según el plan concreto del sujeto, la


realización de un tipo es vista como posible, sin que esa conclusión sea
tomada como referencia para la renuncia al proyecto de acción. En otras
palabras, se trata de una resolución en la que se acepta seriamente la
posibilidad de producción del resultado”. (Eugenio Zaffaroni, 2006, pág.
407).

5. Dolo eventual (dolus eventuales)

En el dolo eventual el sujeto representa el resultado como de posible


producción, a pesar de que no quiere producirlo, sigue actuando, admitiendo su
eventual realización. Es decir, que el sujeto no desea el resultado, sin embargo,
acepta el riesgo, admite su producción, etc. Con estas expresiones se busca
describir un proceso psicológico en el que se mezclan elementos cognoscitivos
y volitivos.

El dolo eventual compone, además, el límite entre el dolo y la culpa consciente.


Dentro de esta frontera, resulta difícil determinar qué procesos psicológicos
están incorporados en una u otra forma de imputación subjetiva.

6. Dolo eventual

El caso del llamado “dolo eventual”, es una invención doctrinaria que


desprendió las características esenciales del concepto de “dolo”, y las sustituyó
por elementos pseudo-psicológicos de imposible comprobación.

Hasta el descubrimiento de este tipo de dolo, la voluntad interna del sujeto


podía deducirse, con cierto grado de certeza, de los hechos exteriores a través
de los cuales esa voluntad se manifestaba. No obstante, la noción del “dolo
eventual” obliga al intérprete de la conducta a averiguar en la psiquis del sujeto
para determinar el alcance jurídico de sus actos.

Se dice que fue el criminalista alemán Johann Samuel Friedrich von Böhmer el
primero en referirse al “dolus eventualis”. En efecto, se sustenta que en la
conducta del autor de un delito hay “dolo eventual” cuando, aunque se haya
representado mentalmente la posibilidad del resultado, sigue adelante con su
acción y finalmente ésta se produce.

El conflicto se manifiesta, no sólo de la dificultad de conocer lo que el sujeto se


representó mentalmente, sino principalmente de distinguir el “dolo eventual” de
la “culpa consciente”, donde el autor también se representa el resultado y no
renuncia de la conducta que al final lo provoca.

Para distinguir a ambos conceptos se han analizado diversas teorías, con


distintas percepciones. En síntesis, podríamos clasificarlas entre las que
asignan importancia predominante al elemento volitivo de la acción, las que
privilegian el elemento cognoscitivo y las eclécticas.

Bibliografía

Zaffaroni, E. (2006). Manual de Derecho Penal. Segunda Edición. Buenos


Aires, Argentina: EDIAR.

Muñoz Conde, F. (2018). Teoría General del Delito. Tercera Edición. Bogotá,
Colombia: Editorial Temis S.A.

https://www.ilpabogados.com/que-es-el-dolo-eventual-diferencia-con-la-culpa-
consciente/

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