En el derecho el término dolo se usa con significados diferentes. En derecho penal, el dolo significa
la intención de cometer la acción típica prohibida por la ley. En derecho civil se refiere a la
característica esencial del ilícito civil, en el incumplimiento de las obligaciones designa la deliberada
inejecución por parte del deudor y, por último, es un vicio de los actos voluntarios.
El dolo, para el derecho penal, supone la intención tanto en el obrar del sujeto como en la abstención
cuando la obligación legal es la actuación (comisión por omisión).
Se dice que el dolo es la forma principal y más grave de la culpabilidad según algunos juristas pero
actualmente bajo la influencia de la dogmática se ha manifestado que este pertenece al tipo y no a la
culpabilidad, y por ello la que acarrea penas más severas. Actúa dolosamente quien actúa con la
intención de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud.
DEFINICIONES
El encuadramiento del dolo dentro de los elementos del delito no es una cuestión pacífica en la
doctrina. El dolo ha sido definido por numerosos e importantes autores. Entre ellos encontramos a
Grisanti, Carrara, Manzini, Jiménez de Asúa y Castellanos Tena, quienes han emitido un concepto
completo de lo que se entiende por el dolo.
Según Francesco Carrara el dolo es la intención más o menos perfecta de hacer un acto que se
sabe contrario a la ley.
Vincenzo Manzini define al dolo como la voluntad consciente y no coaccionada de ejecutar u omitir
un hecho lesivo o peligroso para un interés legitimo de otro, del cual no se tiene la facultad de
disposición conociendo o no que tal hecho esta reprimido por la ley.
Luis Jiménez de Asúa dice que el dolo es la producción del resultado típicamente antijurídico con la
conciencia de que se está quebrantando el deber, con conocimiento de las circunstancias de hecho y
del curso esencial de la relación de causalidad existente entre las manifestaciones humanas y el
cambio en el mundo exterior, con la voluntad de realizar la acción u con representación del resultado
que se requiere.
Para Fernando Castellanos Tena, el dolo consiste en el actuar, consciente y voluntario, dirigido a la
producción de un resultado típico y antijurídico.
Derivado de ambos elementos del dolo, el ser humano, a través de su inteligencia que conoce, dirige
su voluntad hacia lo que quiere, lo que se manifiesta fenomenológicamente en acciones u omisiones,
productoras de resultados.
Como puede advertirse, ambos elementos (cognitivo y volitivo), ligados entre sí, producen la
intención, ya sea como causa originadora de los procesos causales que mutan o transforman el
mundo exterior, o bien, la violación al deber establecido en las normas de cultura subyacentes en las
penales, produciéndose siempre en ambos casos, la lesión o puesta en peligro de bienes jurídicos
tutelados por estas.
CONTEXTO
En las diversas escuelas penales modernas la discusión en relación con el dolo se ha escenificado
principalmente sobre el alcance que se le da al elemento cognitivo del mismo y su ubicación
sistemática:
Es así como para el causalismo (clásico y neoclásico) —escuela penal alemana que tuvo su auge
entre 1870 y 1930 aproximadamente en ese país—, el elemento cognitivo del dolo comprende el
conocimiento de los hechos, esto es, el conocimiento del comportamiento que se está realizando, y
el conocimiento de la antijuridicidad del hecho, es decir, el conocimiento de que el comportamiento
que se está realizando se encuentra prohibido por el derecho penal. El dolo en el causalismo es
concebido como un elemento o característica de la culpabilidad, categoría en la cual se evalúan la
mayor parte de los aspectos subjetivos o psicológicos del hecho punible.
Por el contrario, para el finalismo —escuela penal germana que tuvo su esplendor entre 1945 y 1960
aproximadamente en el país teutón—, el elemento cognitivo del dolo sólo abarca el conocimiento de
los hechos, valga decir, el conocimiento del comportamiento que se está realizando. El dolo en el
finalismo es ubicado como un elemento de la tipicidad, conformando el denominado tipo subjetivo del
delito doloso. El conocimiento de la antijuridicidad, o sea, el conocimiento de que el comportamiento
que se realiza está proscrito por el derecho penal, es deslindado del dolo y es concebido como un
elemento de la culpabilidad.
También se le puede definir como aquella intención positiva de inferir daño o perjuicio en la persona
o en la propiedad de otro.
TIPOS DE DOLO
Denominado por otros autores “dolo de consecuencias necesarias” (según Sainz Cantero) o dolo
indirecto (según Quintero Olivares). Se da cuando se produce un resultado no querido directamente
pero que es consecuencia necesaria y está inevitablemente unido al resultado que se pretende
conseguir, de tal forma que si esto último se produce se producirá siempre, también, aquel. Así el
que coloca un explosivo en un turismo para matar a su conductor y lo consigue. En el homicidio del
conductor se deberá apreciar un dolo directo de primer grado. En el delito de daños causados en el
coche un dolo indirecto de segundo grado.
Dolo eventual
En torno al dolo eventual por otros denominados dolo condicional o dolo indirecto, se han formulado
diversas teorías.
TEORÍA DE LA PROBABILIDAD
Esta teoría exige menos requisitos que la teoría del consentimiento para afirmar la existencia del
dolo. Es suficiente que el autor se haya planteado la posibilidad de que el resultado pudiera
producirse y a pesar de ello haya actuado. Prescinde pues, de indagar si el sujeto consintió o no
consintió, por entender ante todo que no es preciso político criminalmente saberlo y, en segundo
lugar, porque esta averiguación psicológica ofrece dificultades enormes.
TEORÍA ECLÉCTICA
Un sector de la doctrina se inclina por una postura ecléctica que combina los criterios anteriores. Se
exige, por una parte que el sujeto “tome en serio” la posibilidad de la producción de un delito y por
otra que el mismo “se conforme” con dicha posibilidad, aunque sea a disgusto.
TEORÍA NORMATIVA
Josué Fossi ha argumentado que el dolo eventual es un modelo de imputación subjetiva límite. Con
esto, el autor venezolano (siguiendo a autores como Pérez Barberá), quiere significar, que este
modelo no depende de estado mental alguno en el agente, sino que es estructuralmente
dependiente de la configuración normativa que establece la ley para actos que puedan ser
reconducidos a los enunciados condicionales que se pueden deducir del cualquier tipo penal. Por
tanto, lo que determina el dolo eventual es la norma, y no la voluntad, deseo, aceptación,
indiferencia, probabilidad, representación, riesgo, que tal vez pueden (y deben) estar denotados en la
norma como criterios para su constatación2 (Josué Fossi).
Dolo de peligro
Esta clase de dolo, suficiente para la realización dolosa de algunas clases de delito (delitos contra la
salud pública, contra la seguridad del tráfico, etc.), se da cuando el sujeto quiere o acepta la puesta
en peligro de bienes jurídicos, aunque no quiere su lesión (según Sainz Cantero).
Dolo genérico
Dolo específico
Es la intención de causar un daño con la especial voluntad que la norma exige en cada caso, de
modo que deberá ser objeto de prueba (según Griselda Amuchategui Requena).
Se define como “acción dolosa para conseguir la ejecución de un acto es toda aserción de lo que es
falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee con
ese fin” (conf. Art. 931 Código Civil Argentino) 3
Existen cuatro requisitos para que el dolo determine la anulación del acto:
Que haya sido grave: es decir que se apto para engañar a una persona que pone un cuidado
corriente en el manejo de sus asuntos. Si fuera tan grosera que una mínima precaución lo
hubiera puesto al descubierto, el dolo no es grave.
Que haya sido causa determinante de la acción del sujeto a quien se vicia la voluntad: se
entiende por tal el engaño sin el cual el acto no se hubiera llevado a cabo.
Que haya ocasionado un daño importante: es decir de una significación económica para la
persona que lo sufre.
Que no haya habido dolo recíproco: la justicia no puede ponerse a discutir sobre las trampas
que empleen los inescrupulosos.
El dolo es: el acto ilícito ejecutado a sabiendas y con la intención de dañar a la persona o los
derechos de otro.
Referencias
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2014). «dolo». Diccionario de
la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa. ISBN978-84-670-4189-7.
· Fossi, Josué (2015). El dolo eventual. Ensayo sobre un modelo límite de imputación subjetiva. Venezuela:
Livrosca.
Bibliografía
Llambías, Jorge Joaquín (2003). Tratado de Derecho Civil: Parte General. Buenos Aires, Argentina:
Abeledo-Perrot. ISBN 950-20-1515-0.
Fontán Balestra, Carlos (7/2002). Derecho penal parte general. Buenos Aires, Argentina: Abeledo-Perrot.
ISBN 978-950-20-1442-5.