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Estimulación temprana
La estimulación temprana es la atención que se le da al niño en las primeras etapas
de su vida, con el fin de potenciar y desarrollar al máximo sus habilidades físicas,
intelectuales y psicosociales, mediante programas sistemáticos y secuenciales que
abarcan todas las áreas del desarrollo humano.
La estimulación temprana está dirigida a niños con déficit en su desarrollo, niños
con factores de riesgo pre, peri y postnatales y niños sanos que deseen mejorar las
habilidades motrices, del lenguaje, cognitivas y adaptativas.
Las actividades de estimulación tienen su base en el conocimiento de las pautas de
desarrollo que siguen los niños, por lo que deben ser aplicadas de acuerdo con la
edad y nivel de desarrollo, ya que no se pretende forzar al niño a lograr metas para
las que aún no está preparado.
Las áreas de desarrollo que abarca la estimulación temprana son:
1. – Motor grueso, que son movimientos generales del cuerpo, piernas y brazos.
2. – Motor fino, que son los movimientos precisos y especializados de manos y
dedos.
3. – Lenguaje, que es la capacidad de comunicarse y hablar.
4. – Socioafectivo, que es la capacidad de relacionarse con los demás y
expresar sentimientos y emociones.
Ejercicios:
De 0 a 3 meses
Recuéstalo boca arriba. Extiende sus brazos con delicadeza hacia abajo,
arriba y a los lados, luego crúzalos sobre su pecho.
Acostado boca arriba, estira y flexiona sus piernas suavemente.
Para ayudarle a abrir su mano, frota con una brocha o toalla la base de la
mano hacia afuera extendiendo su dedo pulgar.
Cárgalo junto a tu pecho y cántale.
Procura acariciarle, arrullarle y sonreírle lo más posible. Llámalo por su
nombre en cada una de las actividades que realicen. Exprésale tu cariño
mediante besos y masaje suaves.
De 4 a 6 meses
De 7 a 9 meses
De 10 meses a 1 año
De 2 a 3 años
De 3 a 4 años
Anímale a saltar con un solo pie. Pongan música para bailar, con canciones
que permitan coordinar movimientos de su cuerpo con lo que dice la letra.
Enséñale a armar rompecabezas de 3 o 4 piezas. Anímalo a dibujar y crear
historias sobre sus dibujos.
Explícale para qué sirven los diferentes objetos. Pídele que te platique lo que
hizo un día antes. Responde siempre sus preguntas y aclara sus dudas de
manera sencilla.
De 4 a 5 años
Enséñale a hacer maromas. Dibuja una raya en el suelo y pídele que camine
sobre ella. Que camine sobre las puntas de los pies y sobre los talones.
Proporciónale palitos y cubos, anímale a construir cosas. Que te platique
sobre lo que hace; hazle preguntas que le ayuden a tomar decisiones y a
reflexionar.
Incorpora los números a los juegos. Ayúdale a diferenciar entre izquierda y
derecha.
Anímale a jugar con otros niños y que ellos inventen sus propios juegos. Si
hay conflictos, habla con ellos y haz preguntas que les ayuden a resolverlos.
Platícale la importancia de las reglas.
Aprende a estimular a tu bebé para que gatee, se ría, preste atención a sonidos que le llamen la
atención y, ¿por qué no?, que llore también.
Índice
La estimulación o atención temprana de los bebés es una forma de activar en los recién nacidos
una serie de funciones cerebrales que les permitan mejorar su desarrollo. Contribuye a potenciar
sus habilidades psicomotoras mediante actividades adaptadas a su edad.
¡Recuerda que todo lo que aprendan en sus primeros años de vida será aquello que conserven
cuando sean adultos!
Lenguaje
Fomenta la capacidad de comunicación del bebé, primero mediante onomatopeyas y sonidos, para
luego ir introduciendo palabras.
Cognición
El principal objetivo de las actividades de estimulación cognitiva es mejorar los procesos de
aprendizaje del bebé. También juegan un papel importante en el desarrollo social y
de creatividad y activan su pensamiento.
Emociones
A medida que los niños van creciendo, deben comenzar a saber identificar emociones. ¡Sobre todo
aquellas que ellos sienten!
Esto les ayudará a ser más autónomos y desarrollar una capacidad de independencia muy útil para
el futuro. Además, estas estimulaciones también contribuyen a que el niño sea menos dependiente
de sus padres.
Cógele suavemente las manitas y juega con sus dedos uno a uno.
Realiza masajes lentos en sus pies y manos, y observa cómo reacciona.
Tumbado boca arriba, coge su mano izquierda y haz que toque su hombro derecho y viceversa.
También boca arriba, toma las plantas de sus pies y lleva sus rodillas lentamente sobre el pecho.
Repite este movimiento 5 veces con cada pierna.
¡Trabaja su musculatura para que poco a poco vaya ganando fuerza con estos sencillos
movimientos!
Coge sus manitas y juega a que dé palmadas. Primero deberás enseñarle el movimiento. Cuando
haya cogido soltura, anímale a que repita él solo el ejercicio.
Boca arriba, coge sus piernas e imita el movimiento de la bicicleta.
Cuando esté tumbado o gateando, pon algún juguete que le encante a un palmo de su alcance. Trata
de que se estire para poder cogerlo.
Enséñale a llamar a los animales. Muéstrale un dibujo de un perro y repite “guau, guau”.
También puedes señalar a su padre o madre y exclamar ¡papá! o ¡mamá!
Para la estimulación táctil, prueba a hacer figuras con plastilina. También puedes coger un papel
y arrugarlo o rasgarlo. ¡O quizás ofrecerle distintas texturas como una tela, un foulard de seda o
una lija para que se divierta!