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NSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA DE

ADMINISTRACIÓN INDUSTRIAL
CARRERA: ENFERMERÍA
SECCIÓN: 212- C1
UNIDAD CURRICULAR: BIOQUÍMICA
PROFESOR: NELSON CABRERA

Las enzimas

Estudiante:
Maryen Sánchez C.I.27344660
Yuleisi Natera C.I 21.134.725
lilia Birriel C.I. 19.852.068
Ronaidelyth España C.I 31.018.823

Caracas, marzo 2023


LAS ENZIMAS

Son sustancias químicas que puede fabricar el propio organismo a


partir de las proteínas o que se pueden adquirir a través de los alimentos.
Forman parte importante dentro de la alimentación diaria, al igual que en
las vitaminas, los azucares o minerales. Que regulan todas las reacciones
químicas del cuerpo humano.

INTERROGANTES:

1. ¿Qué enzimas descomponen los carbohidratos en el


organismo, que pasa si no poseemos estas enzimas, y que
tratamiento se puede recomendar?
2. ¿Qué alimentos debemos consumir si queremos mantener
una buena actitud enzimática?

RESPUESTA # 1

La amilasa descompone a los carbohidratos (almidón) en azúcares


simples, las cuales son más fáciles de absorber. Esta enzima también se
encuentra presente en la saliva.

La mayoría de la amilasa en el cuerpo se produce en el páncreas y en


las glándulas salivales. Es normal que haya un poco de amilasa en la
orina. Pero tener demasiada o muy poca amilasa podría indicar un
trastorno del páncreas o de las glándulas salivales u otro problema
médico. Una deficiencia de estas enzimas afecta a la absorción y el
aprovechamiento de los nutrientes, ya que las proteínas, los hidratos de
carbono y las grasas, sin la presencia de enzimas, no pueden
fraccionarse y dar lugar a sustancias más sencillas que puedan pasar al
torrente sanguíneo para poder ser utilizadas por las células. Además, esto
puede dar lugar a procesos de fermentación y putrefacción de los
alimentos que han quedado parcialmente digeridos, lo que causa la
aparición de los síntomas de dispepsia (digestiones difíciles), flatulencia o
aerofagia (exceso de gases), etc.

Aunque se lleve a cabo una alimentación equilibrada, si el aparato


digestivo no puede transformar y absorber los nutrientes, resulta difícil
gozar de una buena salud, por lo que si es necesario se puede recurrir al
empleo de suplementos de enzimas, siempre bajo la supervisión de un
especialista que valore la necesidad en cada caso, para asegurar el
aprovechamiento de los nutrientes y evitar la acumulación de sustancias
tóxicas en el organismo

El sistema gastrointestinal produce y segrega enzimas digestivas que


rompen las grasas, las proteínas y los carbohidratos en pequeñas
partículas para que el organismo pueda absorber los nutrientes de los
alimentos. Con el paso de los años, el cuerpo produce menos enzimas
digestivas, lo que puede derivar en diferentes problemas digestivos.

La doctora Liz Cruz, gastroenteróloga holística, se ha dedicado a


educar a sus pacientes en cómo tener un estilo de vida saludable y a
aprender sobre las enzimas digestivas y su función en la digestión. Cruz
se percató que muchos de sus pacientes sufrían de problemas digestivos
que no se curaban con los tratamientos tradicionales y decidió investigar
cómo encontrar un tratamiento natural. Es así como empezó a usar
enzimas digestivas naturales para tratar lo que en su práctica llaman la
“brecha de enzimas”.

Los síntomas más comunes son hinchazón en el vientre, reflujo,


acidez, sensación de no digerir la comida, diarrea, estreñimiento,
cansancio, ansiedad, e incluso depresión.

Uno puede tener una dieta saludable con comida sana, pero eso no
quiere decir que se están recibiendo los nutrientes de la comida. Al tener
una deficiencia con las enzimas digestivas, el cuerpo no está recibiendo
los nutrientes que necesita. También recibo pacientes que no se
alimentan bien y eso no ayuda.
La doctora Liz Cruz, gastroenteróloga holística, se ha dedicado a
educar a sus pacientes en cómo tener un estilo de vida saludable y a
aprender sobre las enzimas digestivas y su función en la digestión. Cruz
se percató que muchos de sus pacientes sufrían de problemas digestivos
que no se curaban con los tratamientos tradicionales y decidió investigar
cómo encontrar un tratamiento natural.

RESPUESTA #2
Aunque nuestro cuerpo fabrica enzimas digestivas, algunas de ellas
también se encuentran de forma innata en ciertos alimentos:
1. Papaya. Contiene papaína, una proteasa que ayuda a
descomponer y asimilar las proteínas. Es eficaz contra la
inflamación y las molestias digestivas.

2. Espárragos. Incluyen glutatión peroxidasa, una proteasa


(digiere las proteínas) con una gran capacidad para eliminar
radicales libres dañinos.

3. Jengibre. Contiene una enzima llamada zingibaina, que


favorece la digestión de las proteínas. Puedes añadirlo rallado a
ensaladas o a otros platos.

4. Mango. Contiene abundantes amilasas, unas enzimas que


ayudan a digerir los hidratos de carbono. Cuanto más maduro,
más activas están sus enzimas.
5. Aguacate. Es rico en lipasa, que ayuda a descomponer la grasa
en ácidos grasos asimilables. La enzima del aguacate se suma
a la lipasa producida por el páncreas.
6. Ajo. Abunda en alinasa (responsable de su olor) con
propiedades antibióticas e inmunoprotectoras. Participa en la
formación de alicina antioxidante.

7. Manzana. La polifenol oxidasa es la causante del


oscurecimiento de la pulpa de la manzana. Esta enzima
contiene cobre, oligoelemento que participa en la inmunidad.

8. Kiwi. Es rico en actinida, una proteasa que favorece la


descomposición de las proteínas en aminoácidos. Es eficaz
contra el dolor causado por una digestión pesada.

9. Piña. Es rica en bromelina, que ayuda a digerir las proteínas. Es


eficaz para reducir la hinchazón y las molestias de las úlceras
gástricas. Además, es antitrombótica.

10. Natto. Los granos de soja fermentados son ricos en natokinasa,


una enzima que destaca por sus propiedades anticoagulantes.
Previene enfermedades cardiovasculares.
Las enzimas digestivas se desnaturalizan con el calor de la cocción. Por
eso, se recomienda consumir diariamente al menos una ración de
verduras en crudo y tres de fruta.

ENZIMAS PARA UN MUNDO MÁS SOSTENIBLE

Lise Olivia, Directora de comunicación de Nostrum (Junio de 2022).

“Nuestra economía depende en gran medida del carbono para la


producción de plástico, productos químicos y combustibles. Producimos
una enorme cantidad de residuos, contaminando nuestro entorno y
agotando las fuentes fósiles no renovables de carbono. El cambio a una
economía sostenible depende en partede que reciclemos nuestros
residuos, ya sean plásticos o biomasa, y de encontrar alternativas
“verdes” para los procesos industriales. Las enzimas, como
biocatalizadores eficientes y degradables, contribuyen una alternativa
importante".

ENZIMAS EN PROCESOS INDUSTRIALES

La producción eficiente y escalable de productos químicos es


fundamental para las industrias farmacéuticas, de materiales, alimentaria
y agrícola. Para ello, existe ya una creciente gama de aplicaciones
biocatalíticas basadas en enzimas a escala industrial.

Algunas se utilizan en procesos industriales desde hace más de 20


años, como las nitrilasas para la conversión de nitrilos en ácidos
carboxílicos. En la industria farmacéutica, el ~90% de los medicamentos
más vendidos son aminas o derivados de ellas. Numerosas enzimas,
incluyendo transaminasas, lipasas o liazas, se utilizan a diario para su
producción específica. Los procesos de glicosilación, usando amilasas,
celulasas y pectinasas, constituye otro ejemplo; la producción de fructosa,
14 millones de toneladas métricas anuales, por ejemplo, utiliza una
glucosa isomerasa.

Estas enzimas, en su mayoría descubiertas en laboratorios académicos


en la última década, ya han sido adaptadas y aplicadas a escala.

ENZIMAS PARA LA DEGRADACIÓN DEL PLÁSTICO


La contaminación por plásticos es un problema fundamental: cada año
se producen 300 MMT de residuos plásticos, con el 66% de terminando
en los vertederos o en el entorno natural.

El poli (tereftalato de etileno) (PET) es el plástico de poliéster más


abundante, con casi 70 millones de toneladas fabricadas anualmente para
su uso en textiles y envases. El reciclaje del PET con medios mecánicos
es problemático, ya que requiere calor o ácidos/bases fuertes, dando
lugar a un material de menor calidad. La despolimerización enzimática del
plástico podría ser una solución. La PETasa, producida por una bacteria
descubierta recientemente en un centro de reciclaje de botellas de PET
japonés, ofrece grandes expectativas. Su aplicación a escala industrial, no
obstante, no es realista debido a su falta de eficiencia. Para mejorar su
rendimiento, se han realizado varios experimentos de evolución directa,
mutagénesis racional y, recientemente, aplicado técnicas de inteligencia
artificial.

Este último estudio, publicado en la revista Nature, ha conseguido


mejorar la estabilidad y actividad a temperaturas elevadas. Todos estos
avances permiten permite vislumbrar un futuro esperanzador para la
degradación enzimática de PET.

Otros plásticos, y especialmente los que tienen un enlace C-C como el


polipropileno, son más difíciles de reciclar, requiriendo de un coctel de
enzimas capaces de una oxidación y posterior hidrolisis. El
descubrimiento de organismos que los degradan parcialmente, ofrece
esperanzas. No obstante, hay que seguir trabajando para la
bioprospección y caracterización de las enzimas implicadas en dicha
degradación.
En definitiva, las enzimas, como nos ayudan de muchas maneras. El
reto consiste en encontrar y desarrollar enzimas que sean más eficientes,
rentables y escalables a nivel industrial. La combinación de
bioprospección en entornos extremos, biología molecular, el diseño
racional asistido por simulaciones (supercomputación) y la nanotecnología
(enzimas inmovilizadas en membranas) proporcionaran sin duda dichos
avances.

Desde el punto de vista, del sector salud, los avances establecidos a


través de las enzimas, permitirían mantener un mundo libre de plástico,
siendo esto de gran impactó para la salud del individuo.

La enzima en la tecnología y la salud


A mediados de los años 50, la tecnología de las enzimas vivió su
época de gran esplendor, creciendo a un ritmo desenfrenado. El progreso
de la bioquímica ha derivado en una mejor comprensión de la gran
variedad de enzimas presentes en las células vivas, así como un mejor
conocimiento acerca de su modo de acción. Por ejemplo, su eficacia se
puede aumentar extrayéndolas de los microorganismos y manteniéndolas
aisladas. Las enzimas purificadas a través de este sistema no pierden sus
propiedades; al contrario, estas preparaciones "sin células" devienen
incluso más eficaces.
Actualmente, se utiliza una gran variedad de enzimas purificadas. Un
ejemplo espectacular del interés de la tecnología moderna por la cuestión
de las enzimas es la transformación del almidón -la materia energética
que nos suministra el reino vegetal- en azúcares. Antes se hacía
necesario hervir el almidón con ácido, lo que implicaba un enorme
consumo de energía y de subproductos no deseados. De ahora en
adelante, la utilización de enzimas se ha simplificado, lo cual ahorra
energía y reduce la polución.
La mayoría de los procesos biotecnológicos tradicionales como la
obtención de yogur, la producción de cerveza o la fermentación de la uva
para fabricar vino, son realizados por las enzimas que cada
microorganismo produce para su particular metabolismo. Sin embargo
también es posible realizar los procesos biotecnológicos con las enzimas,
en ausencia de los microorganismos. La mayoría de las enzimas
industriales se extraen de bacterias y hongos. Entre ellas: Proteasa de
bacilo, Amiloglucosidasa, Amilasa de bacilo, Glucosa isomerasa, Cuajo
microbiano, αAmilasa fúngica, Pectinasa, Proteasa fúngica.

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