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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

PSICOLOGIA FORENSE

Trabajo que como parte del curso de Introducción a la Psicología presentan los
alumnos:

APELLIDOS Nombres

NOLASCO CASTRO, FIORELLA


PALOMINO ARANA, ALISON DAYAN

HUAMAN FLORES, GENSEN ANGELICA

ICOCHEA MORAN, CAROL VANESSA

LA ROSA QUISPE, ADRIANA PAOLA

LAVADO FERNANDEZ IAN MICHELE

LIMA, 10 DE NOVIEMBRE DEL 2018


INDICE:
I, INTRODUCCION
II. ANTECEDENTES HISTORICOS
III. ROL DEL PSICOLOGO FORENSE
A) Psicólogo Perito
 . Perito Oficial
 . Perito de Oficio
 . Perito de Parte
 . Consultor Técnico
B) Psicólogo testigo

IV. FUNCIONES DE UN PSICOLOGO FORENSE


A) Funciones en el área del derecho penal
B) Funciones en el área del derecho civil
C) Funciones en otras áreas del derecho
D) Funciones aplicable a todas las áreas del derecho

V. CONOCIMIENTOS DE LA PSICOLOGIA FORENSE


A) Psicología forense clínica
B) Psicología Forense experimental

VI.TECNICAS DE LA PSICOLOGIA FORENSE CLINICA


A) La entrevista psicológica forense
B) Las pruebas psicológicas
C) Pruebas y técnicas específicas

VII.TÉCNICAS EN LA PSICOLOGÍA FORENSE EXPERIMENTAL


A) Las Pruebas de identificación de personas
B) Identificación en fotografías
C) La ruedas de identificación
D) La detección de las identificaciones erróneas
E) Las declaraciones de los testigos
VIII. CUALIDADES DEL PSICOLOGO FORENSE
A) Objetividad
B) Rigor y capacidad para centrarse en los detalles relevantes.
C) Pensamiento crítico.
D) Capacidad para comunicar.
VIII. LA CONDUCTA CRIMINAL UN ABORDAJE DESDE LA PSICOLOGIA
FORENSE
A) Conducta criminal
B) Razones que sustentan la conducta criminal
C) Clasificación de Psicopatías
VIII. CASOS PERÚ

X. ANEXOS
XI. CONCLUSIONES
XII. BIBLIOGRAFIA
I. INTRODUCCION:
La Psicología Forense consiste en la aplicación de métodos y conocimientos realizando
pruebas periciales en el ámbito de derecho. Por lo tanto la
Psicología forense participa en los tribunales o actividades que se realizan en los foros.
Además, se basa principalmente en la Psicología Jurídica con otras especialidades dentro de
ello.
En general, el termino Psicología forense engloba todas aquellas actividades que el
psicólogo puede realizar en el “foro”, en intervenciones específicamente solicitadas. En
palabras de J. Urra (1993) es “la ciencia que enseña la aplicación de todas las ramas y
saberes de la Psicología ante las preguntas de la Justicia, y coopera en todo momento con la
Administración de Justicia, actuando en el foro (tribunal), mejorando el ejercicio del
Derecho"
La necesidad de la intervención de los psicólogos como peritos en los diferentes
procedimientos judiciales no es nueva, se viene planteando desde principios del siglo XX
(Ibáñez y Avila, 1990), citándose como primeros antecedentes el testimonio de Albert von
Schrenck-Notzing en un juicio celebrado en Munich en 1896, que informó sobre la
influencia de la sugestión en numerosos testigos a causa de los efectos de lo publicado en la
prensa sobre el caso de asesinato que se juzgaba; así como la publicación de la obra “On
the Witness Stand” de Hugo Münstrberg en 1908 en la que defendía que con los
conocimientos sobre percepción y memoria los psicólogos podían comprender mejor que
los juristas la mente de los testigos. Münstrberg, propuso la utilización de un Test de
Asociación de Palabras que ayudara a establecer la culpabilidad o no de los acusados, lo
que le valió durísimos ataques de los juristas.
La Psicología Forense se divide en 2 conocimientos: Clínica y Experimental.
a) Psicología Forense Clínica: se basa en el daño de las víctimas y atribución de
responsabilidad e imputabilidad de los agresores. Se basa en el área de personalidad, la
evaluación y psicopatología.
b) Psicología Forense Experimental: Se basa en las pruebas testificales, identificación y
declaraciones, Perteneciendo a un proceso cognitivo ya sea en la atención, percepción y
memoria.
II. ANTECEDENTES HISTORICOS
Podemos encontrar sus antecedentes en los siglos XVII y XVIII, en psiquiatría legal y
criminología, pero como ciencia moderna, en Europa tiene orígenes entre el siglo XIX y
principios del siglo XX, de la mano del italiano Lombroso fundador de la primera escuela
de antropología criminal y autor de L’uomodelincuente (1876); del Frances Binet sus
primeros trabajos son aplicados a la Psicología del Testimonio.
En España, puede considerarse a Pedro Mata (1811-1877) Impulsador de las especialidades
forenses (medicina y psiquiatría) y de la primera catedra de Medicina Legal, y el primero
en interesarse en Psicología Forense, Aunque desde una perspectiva fundamentalmente
organicista. Relevante también fue su discípuloJoséMaríaEsquero (1842-1912), estudio
casos tan famosos como el de Francisco Otero. Imparto docencia en la Facultad de
Medicina del Hospital San Carlos de Madrid sobre Patología General y enfermedades
Mentales. Asimismo, cabe destacar autores e investigadores como Rafael Salillas (1854-
1923), fundador de la e4scuela de criminología ; Luis Simarro (1851-1921) , primer
catedrático de psicología experimental de la psicología española ; Francisco Santamaría
(1866-1925) , autor del primer estudio experimental sobre psicología del testimonio (1909);
Quintiliano Saldaña (1878-1938) , interesantes trabajos de atribución y responsabilidad
(1936) Gregorio Marañón (1887-1960) trabajo sobre las bases psicobiologicas del
comportamiento , la personalidad y las emociones (1936) ; Gonzales Rodríguez (1886-
1971) , pionero en la evaluación psicológica forense y Emilio Mira (1896-1964) , autor del
manual de psicología jurídica (1932), fueron algunos de los más que contribuyeron al
desarrollo de la psicología forense española.
III. ROL DEL PSICOLOGO FORENSE
La tarea del psicólogo forense implica asesorar a criminalistas, personal oficial, policías,
jurado, entre otros para brindar información psicológica para el perfilamiento de los autores
de situaciones punibles; causa de esta práctica el psicólogo puede trabajar con la población
carcelaria de todo el país, no queda limitado al territorio metropolitano como sucede en
otros casos. Dentro del ámbito penal el psicólogo también interviene en los
establecimientos carcelarios, allí se proponen “tratamientos para la rehabilitación”, se le
informa a las autoridades carcelarias la existencia de respuestas o no al tratamiento antes
propuesto.
El perito emitirá su dictamen por escrito, en el plazo señalado, y lo hará llegar a su cliente
en caso de contratación de parte. El cliente, por sí mismo o a través de su representación
legal (abogado o procurador), dará curso a las partes (tribunal, Fiscalía y parte contraria).
En el supuesto de designa por un juzgado, el perito deberá entregarlo al tribunal; en este
caso, será el propio juzgado el responsable de dar traslado a los agentes implicados en el
proceso del informe. La presencia del perito en la vista oral permite la ratificación, defensa
y aclaración sobre su pericia. Participan en distintos juzgados, mayormente en los juzgados
civiles por cuestiones familiares, penales y laborales. Su labor debe ser imparcial y objetiva
acerca de los hechos que se deben diagnosticar, utilizando un lenguaje coloquial para la
comprensión e interpretación de los especialistas de otras áreas sea clara.
Psicólogo Perito
Perito: docto, experimentado, práctico en una ciencia o arte Designa a la persona que
poseyendo determinados conocimientos científicos, artísticos o simplemente prácticos, es
llamado por la justicia para dictaminar sobre hechos cuya apreciación no puede ser llevada
a cabo sino por aquel que, como él, es poseedor de tales nociones muy especializadas. La
función del psicólogo perito es elaborar un psicodiagnóstico y metódica anamnesis para
informar sobre la personalidad del actor/a, con el objetivo de señalar los efectos del
contexto que pudieran generar la situación sufrida, se incluye el porcentaje de daño si es
que existe sobre la persona, cuando corresponde a su personalidad antes y después del
crimen, se cuantifica y se establece si cumple con los criterios para una posible
incapacidad. Es importante la actuación del perito, ya que se requiere que no tenga
conocimiento previo, ni conocer al acusado, ni presentar interés alguno, garantizando la
imparcialidad en el caso. El psicólogo perito actúa de forma independiente, eligiendo los
pormenores como establecer las fechas para su trabajo, las entrevistas con el implicado ,
evaluar los resultados y dar respuesta a los requerimientos solicitados la parte demandada y
actora; de igual manera también puede actuar como consultor técnico, asistiendo a las
entrevistas periciales a la parte que lo indica. Dentro de los peritos psicólogos se clasifican
en cuatro categorías:

 Perito Oficial: Es aquel que se desempeña como funcionario nombrado por la justicia,
posee un cargo permanente para desempeñarse cada vez que sea elegido. Trabaja en
relación de dependencia con la Justicia, lo que quiere decir que cobra un sueldo
mensual pagado por el Estado Nacional

 Perito de Oficio: Para poder desempeñarse como perito de Oficio debe en primer lugar
inscribirse en las listas que se organizan en cada fuero y la relación con la Justicia se
establece a través de un contrato para actuar en determinado juicio para lo cual es
convocado por el Juez. Generalmente se recurre a este tipo de peritos en los fueros
Civil o Laboral.
 Perito de Parte: En estos casos hay que hacer una distinción muy pertinente entre los
que trabajan para un Estudio Jurídico de los que en realidad operan como verdaderos
peritos de parte. La Función de éstos peritos está reglamentada en el Código de
Procedimientos Penal y es nombrado por el Juez a pedido de alguna de las partes
intervinientes.

 Consultor Técnico: Su actuación está reglamentada por el Código de Procedimientos


Civil. Es autorizado por el juez a instancia de alguna de las partes. Actuará como
veedor de la pericia, no teniendo obligación de realizar aceptación formal del cargo ni
de presentar informe.

Psicólogo testigo
La función del testigo es relatar sobre los conocimientos relevantes, según lo dicte el
tribunal, a través la familiaridad y/o contacto con las personas implicadas. Este solo
proporciona evidencia directa, mediante lo que se observó directamente sobre los hechos.
Los testigos expertos poseen conocimiento profesional, ofreciendo información y puede
proporcionar su opinión para asistir a la corte en la mejor comprensión y entendimiento a
los informes técnicos previos o en cumplimiento de la orden del tribual. Los psicólogos
sólo podrán proveer información como expertos, en las áreas con validez investigativa que
fundamenten los conocimientos, pueden apoyarse para demostrar su evidencia.

IV. FUNCIONES DE UN PSICOLOGO FORENSE

Funciones en el área del derecho penal


El psicólogo forense juega un papel fundamental en el derecho penal en dos aspectos de
primordial importancia: la capacidad de un individuo para ser juzgado y la responsabilidad
del acusado en el crimen. Ese último concepto puede incluir evaluaciones del individuo o
análisis de la evidencia disponible para determinar si tuvo intención o si sufría de capacidad
mental disminuida en el momento del hecho.
También puede ser requerido con frecuencia para evaluar la peligrosidad del imputado, su
propensión a reincidir o para proporcionar evaluaciones o tratamiento psicológico a los
delincuentes cuando estas son ordenadas como parte de sus medidas de resocialización.
Funciones en el área del derecho civil
En casos de derecho civil, el psicólogo forense normalmente es llamado a evaluar la
capacidad de un individuo para determinar si puede ejercer sus derechos o afrontar las
obligaciones que ha contraído. También debe realizar evaluaciones del posible daño
psicológico que el incumplimiento de responsabilidades por otros le pueden haber causado,
si ese daño es permanente o temporal y el impacto que tiene en el individuo para
desenvolverse normalmente en la sociedad.
Funciones en otras áreas del derecho
Algunos países tienen ramas del derecho, adicionales al derecho penal y civil, que también
requieren la participación de los psicólogos forenses. El derecho de familia es una de las
ramas donde la participación de los psicólogos es fundamental. En este tipo de casos, los
psicólogos son llamados a realizar evaluaciones de padres y menores de edad en casos de
disputa de la custodia, abandono, abuso o maltrato.
En ocasiones se les llama a asistir en casos de divorcios, anulación de matrimonios o
separaciones judiciales, se encuentren menores involucrados o no. Si los hay, también
deben asistir a los juzgados a tomar decisiones relativas al cuidado temporal de los
menores, su suerte definitiva y la suspensión de la patria potestad.
La emancipación de menores o los casos en que los mayores de edad no son capaces de
ejercer sus derechos y responsabilidades (cuando son incapaces de valerse por sí mismos)
son otras circunstancias en las cuales se requiere el apoyo de los psicólogos forenses.
Funciones aplicable a todas las áreas del derecho
Una de las tareas más comunes, y quizás más visibles, de los psicólogos forenses, que es
requerida en todos los tipos de derecho, es proporcionar un criterio experto. Muchas de las
funciones mencionadas anteriormente se desempeñan utilizando este mecanismo y puede
ser de forma escrita mediante un reporte forense (peritaje) o mediante la participación
directa en la sala de juicio como un testigo

V. CONOCIMIENTOS DE LA PSICOLOGIA FORENSE


Psicologia forense clinica
Las principales tareas de la Psicología Clínica aplicada a la psicología forense consisten en
la evaluación de daños a las víctimas de delitos, la evaluación del estado mental de los
acusados para establecer la posible imputación de los hechos delictivos y en su caso
asesorar al tribunal sobre el tipo de pena o tratamiento impuesto en caso de ser declarados
culpables, y la evaluación de la competencia de los testigos y víctimas para declarar. En
cualquier caso, la actuación de los psicólogos forenses dependerá de los diferentes
tribunales.
Clínicas Médico‐Forenses. La primera participación de los psicólogos en las Clínicas
Médico‐Forenses data de 1986. Estas intervenciones dependen del Tribunal Superior de
Justicia de cada Comunidad Autónoma y están en proceso de incorporarse a los
recientemente creados Institutos de Medicina Legal, junto con los Institutos Anatómico‐
Forenses, y de Toxicología. Así pues, los psicólogos aquí colaboran en las evaluaciones de
agresores y víctimas en casos de agresiones físicas, sexuales y psicológicas, de accidentes
de tráfico y laborales, incapacidades, trastorno mental, maltrato a menores, ancianos y de
género, mobbing, bullying, toxicomanías.
Juzgados de familia. Fue en estos juzgados donde se crearon los primeros equipos técnicos
con participación de los psicólogos, en colaboración con Trabajadores Sociales. Aquí el
psicólogo actúa a requerimiento del juez, en general para informar sobre la situación
personal y familiar de los cónyuges en procesos contenciosos de divorcio, para la guarda y
custodia de los hijos y el establecimiento del régimen de visitas correspondiente, y en los
procesos de protección de menores.
Juzgados de Menores. Los equipos técnicos adscritos a los juzgados de menores se
encargan de la valoración de los menores delincuentes. Su labor consistirá en la elaboración
de informes, generalmente en colaboración con trabajadores sociales y educadores,
evaluando la personalidad y condicionantes (educativos, familiares) de los
menoresinfractores, y recomendando las medidas a aplicar a lo largo de todo el proceso.
Otros. Además podemos encontrar psicólogos forenses en los Juzgados de Vigilancia
Penitenciaria y en la Asistencia a Víctimas. En los primeros su labor consiste en la
elaboración de informes psicológicos sobre los condenados para los permisos de salida, la
libertad condicional, la progresión o regresión de grado, el seguimiento de liberados
condicionales y para casos específicos relativos a la gravedad del delito, reincidencia,
duración de la condena, alarma social o riesgo de fuga. En los Servicios de Asistencia a
Víctimas el psicólogo asesora a las víctimas de delitos en colaboración con juristas y
trabajadores sociales.

Psicologia Foerense Experimental

Desde la Psicología Experimental las principales aplicaciones tienen que ver con los
procedimientos en los que intervienen procesos psicológicos básicos, fundamentalmente
memoria, percepción y atención. Así pues, la actuación de los psicólogos se centra en la
Psicología del Testimonio, colaborando en los procedimientos de toma de declaración para
casos especiales, en el asesoramiento a los tribunales acerca de los factores que influyen en
la exactitud de las declaraciones de los testigos, asesorando en la composición de las ruedas
de identificación y los factores que influyen en estos procedimientos y elaborando informes
periciales donde se evalúa la credibilidad de las declaraciones de los testigos
(exclusivamente en casos de agresiones sexuales a menores).
Así pues, podemos distinguir dos diferentes roles del psicólogo forense experimental: como
peritos evaluando pruebas testificales, lo que ocurre sólo en casos especiales en agresiones
sexuales a menores y pruebas de identificación, y como testigos expertos asesorando al
tribunal sobre el conocimiento científico en psicología del testimonio para una mejor
valoración de las pruebas. Estos roles se aplican a dos ejes: el de la mentira y el de la
exactitud de los testigos. Cuando hablamos de mentira hacemos referencia a la actuación
deliberadamente errónea del testigo; sin embargo, estos son la minoría de casos en
comparación con lagran cantidad de errores no deliberados que cometen: entonces
hablaríamos de la exactitud de sus declaraciones e identificaciones. A este respecto la
ciencia psicológica ha establecido a lo largo de innumerables investigaciones cuáles son los
principales factores que influyen en la exactitud de identificaciones y declaraciones8 y en
qué sentido lo hacen. Un conocimiento en profundidad de estos factores y de los
procedimientos que podrían minimizarlos facilitaría la labor de investigación criminal y la
toma de decisiones judiciales.
Otra actuación, menos conocida, de los psicólogos forenses experimentales consiste en la
elaboración de informes periciales para casos de plagio de patentes, marcas y propiedad
intelectual en general.
Como puede apreciarse, los conocimientos y especialidad de los psicólogos forenses
determinan sus funciones. Soria9 distingue entre conocimientos genéricos y específicos en
Psicología Penal Forense clínica:
1. Por conocimientos generales entiende los comunes a la ciencia psicológica, entre los
que incluyen como áreas de conocimiento relevantes para la psicología forense la
evaluación, intervención, asesoramiento, supervisión, investigación, fundamentos
científicos y desarrollo profesional.
Así, el psicólogo forense debe conocer la metodología específica a emplear en la
evaluación del objeto pericial; los diferentes tratamientos para abordar la enfermedad
mental (señalando especialmente los de abuso de sustancias, agresión sexual y desórdenes
de personalidad); los derivados de la ley penal y de salud mental, del sistema penitenciario
y del sistema forense; los métodos de enseñanza de los conocimientos propios del área; los
relativos a metodología de investigación, diseño y análisis estadístico; y los de la psicología
en general (investigaciones relevantes, socio demografía, estadística forense, etcétera).
2. Entre los conocimientos específicos de la psicología forense incluye: las bases
biológicas, cognitivo‐afectivas, sociales e individuales de la conducta.
Algunos de estos conocimientos son necesarios también para la psicología forense
experimental, fundamentalmente los relativos a las cuestiones de investigación, hasta el
punto de ser conveniente (si no imprescindible) la práctica en la investigación en procesos
cognitivos básicos. Y específicamente deberá conocer en profundidad los procesos,
funciones y factores de influencia en la memoria, la percepción, la atención y los procesos
asociados como pensamiento, lenguaje, toma de decisiones, representación, etc.

IV. TECNICAS DE LA PSICOLOGIA FORENSE CLINICA

En la Psicología Forense Clínica las principales técnicas utilizadas consisten en las propias
de la psicología clínica, esto es, de la metodología de entrevistas y de los instrumentos de
evaluación utilizados habitualmente en esta área para la valoración de estado mental o de la
personalidad. No obstante, para algunas actuaciones no existen instrumentos que midan las
variables específicas consideradas en psicología forense, como ocurre en los casos de
custodias disputadas, donde no existe por el momento un instrumento que permita
concluirquién es el progenitor más adecuado para ostentar la custodia de los hijos. En estos
casos, la combinación de varias técnicas y procedimientos facilitarán la labor del psicólogo
forense.
En cualquier caso, no debe olvidarse que los informes periciales no tienen un objetivo
terapéutico sino jurídico, y que el origen de la petición pericial no es el sujeto evaluado sino
la necesidad del sistema15. Una evaluación adecuada implica ineludiblemente considerar
para qué se va a evaluar, qué se va a evaluar y cómo se va a evaluar. La respuesta a la
primera pregunta procede de la petición realizada en el ámbito jurídico, que puede proceder
del juez o de cualquiera de las partes (acusación y defensa). Por ello, será fundamental una
primera entrevista con los actores origen de la demanda (jueces o abogados) para
especificar la petición, recoger la información necesaria para la planificación de la
actuación y poder contestar a qué y cómo, y solicitar los medios necesarios para llevarla a
la práctica. Así, por ejemplo, será el propio juez quien facilite el acceso a los sujetos objeto
de la pericia, fundamentalmente si la petición se realiza de una parte e implica la valoración
de un sujeto de la otra.

La entrevista psicológica forense

Es sin duda el procedimiento más utilizado en psicología forense. En general, la entrevista


psicológica forense debe permitir obtener datos para el informe pericial y la formulación de
hipótesis, así como para la planificación de pruebas posteriores para la falsación o
verificación de las mismas. Podemos distinguir dos tipos de entrevistas: semi‐estructuradas
y estructuradas. Las primeras son aquellas que permiten al peritado expresarse libremente,
aunque sin perder el control ni el objetivo de la entrevista. Las entrevistas estructuradas son
aquellas específicamente diseñadas con un propósito y por lo tanto con un guión más o
menos definido. Se utilizan principalmente en casos de violencia de género, agresiones
sexuales, actitudes parentales, trastorno de estrés post‐ traumático, déficit
neuropsicológicos o toxicomanías, entre otras.
Las pruebas psicológicas
Estas pruebas son habitualmente utilizadas después de las entrevistas para la evaluación
específica de determinados parámetros. Se aplican sobre todo para la evaluación de la
inteligencia, de la personalidad normal y patológica, y del estado neuropsicológico. Y, en
general, puede distinguirse entre pruebas psicométricas y pruebas proyectivas.
Las pruebas psicométricas constituyen fundamentalmente una medida objetiva y tipificada
de una muestra de conducta, lo que supone uniformidad en el procedimiento de aplicación
y puntuación, y una interpretación de los resultados conforme a unas normas establecidas.
Los más utilizados son los test de inteligencia, las pruebas de personalidad y las pruebas
neuropsicológicas. Las pruebas proyectivas se basan en la evaluación del comportamiento
dinámico de los sujetos ante diferentes estímulos, por ejemplo dibujos o juegos.
En el diseño y posterior aplicación de todo test se consideran dos criterios de obligado
cumplimiento: validez y fiabilidad.
La validez de un test indica si cumple realmente con la función para la que está diseñado,
esto es, si mide lo que pretende medir. La fiabilidad indica la estabilidad o consistencia de
las medidas proporcionadas por el test en repeticiones sucesivas.
Tanto las pruebas psicométricas como las proyectivas son utilizadas por la psicología
forense clínica; no obstante, los proyectivos han recibido un gran número de críticas, ya que
son de interpretación muy compleja y requieren un gran conocimiento y experiencia por
parte de la persona que los administra. La posibilidad de llegar a conclusiones erróneas por
interpretaciones poco rigurosas es, pues, su principal crítica. Además, en ocasiones se los
ha tachado de subjetivos, y por ello algunos autores (Lapasió y Ramón, 2002) definen
principios y requisitos para su aplicación:

1. Principio de adecuación, según el cual algunas técnicas proyectivascarecen de la


adecuada fiabilidad.
2. Principio de complementariedad, que establece el uso de más de una técnica para poder
establecer comparaciones y contrastar resultados. En general se recomienda su uso
únicamente como un método auxiliar que sirva como complemento a las pruebas
psicométricas.
3. Principio de interpretación restrictiva, que limita la realización de extrapolaciones o
conclusiones radicales de los mecanismos dinámicos implícitos en las pruebas proyectivas.
4. Principio de selectividad, que recomienda la selección de aquellos datos que puedan
aportar más información para el objetivo de la pericial.
Pruebas y técnicas específicas
Para algunas de las evaluaciones periciales se utilizan pruebas específicas según el tipo de
delito de que se trata. Las más utilizadas se circunscriben a la evaluación de las agresiones
sexuales, a la conducta violenta, a las víctimas de agresiones, a las toxicomanías, y a la
evaluación en guarda y custodia.
Evaluación de la conducta violenta. Para la evaluación de posibles maltratadores Echeburúa
y Corral proponen el uso de una Entrevista General Estructurada de Maltratadores, el
Cuestionario de Variables Dependientes del Maltrato y el Inventario de Pensamientos
Distorsionados sobre la Mujer y sobre el Uso de la Violencia. Además existen diferentes
cuestionarios como el PCL‐R, PsychopathologyChecklist, y autoinformes como el
Cuestionario de conductas antisociales/delictivas, para menores a partir de ocho años, entre
otros.
Evaluación de víctimas de agresiones. En general las pruebas utilizadas para la evaluación
de víctimas de agresiones miden la ansiedad y la depresión. Además se cuenta con otras
técnicas como el Inventario de miedos, el Cuestionario de evaluación del auto concepto, el
Inventario de cogniciones postraumáticas, la Escala de gravedad de síntomas, o la
Entrevista de valoración de peligrosidad.
Evaluación de toxicomanías. Existen diferentes técnicas que pueden utilizarse para su
evaluación; entre las más utilizadas se encuentran el Cuestionario de alcoholismo (AUDIT),
el Índice de severidad de la adicción (ASI) o el Protocolo para la evaluación psicológica de
las drogodependencias.
Evaluación en guarda y custodia disputada. Además de las entrevistas estructuradas, se
utilizan diferentes cuestionarios y escalas como el TAMAI (Test Auto evaluativo
Multifactorial de Adaptación Infantil), el Cuestionario de conductas infantiles para padres,
o la Escala de comunicación padres‐adolescentes.

VII. TÉCNICAS EN LA PSICOLOGÍA FORENSE EXPERIMENTAL


Las principales técnicas utilizadas en la Psicología Forense Experimental tienen como
objetivo la obtención de pruebas testificales y su evaluación desde el punto de vista de la
exactitud y credibilidad, y dependen del tipo de prueba: identificación o declaración.
Las Pruebas de identificación de personas
Desde el punto de vista de la identificación de personas, tanto el Código Penal como la Ley
de Enjuiciamiento Criminal (artículos 368 a 374) establecen diferentes procedimientos para
permitir la identificación del delincuente, definida como la acción de designar a presencia
judicial a una persona determinada como responsable de un hecho delictivo.
Una de las diligencias más relevantes y la más practicada en el sistema judicial para
alcanzar este fin es el reconocimiento en rueda de presos. Sin embargo, es una de las
pruebas con menor fiabilidad de todas las que pueden practicarse, ya que la tecnología
aplicada a la obtención de otras piezas de convicción permite identificar a una persona con
un porcentaje de error mínimo, como ocurre con las pruebas de ADN; sin embargo, no
siempre es posible practicarlas, dado que en pocas ocasiones se cuenta con las muestras
materiales necesarias. Por ello, debe recurrirse a la identificación ocular como prueba única
y por tanto fundamental para poder inculpar a alguien de la comisión de un delito. El
problema es que los testigos no siempre aciertan en sus identificaciones.
La creencia popular afirma que la mayoría de los falsos reconocimientos se debe a la mala
voluntad de los testigos, esto es, no admite los errores no deliberados, adjudicando
cualquier fallo en una identificación a la intención deliberada de mentir. Sin embargo,
reconocer a una persona en una rueda de identificación es una tarea de memoria, y quizá
una de las más complicadas, debido a que la memoria está lejos de ser perfecta y se
encuentra limitada no sólo en capacidad sino también por el efecto de innumerables
factores (cognitivos, sociales, evolutivos, e incluso clínicos y de personalidad) que la
distorsionan, provocando errores no intencionados tanto de omisión como de comisión. En
ocasiones, los errores son provocados por el propio Sistema.
Identificación en fotografías
En algunos casos puede producirse la identificación previa del sospechoso de un delito en
una fotografía. Esta identificación puede realizarse de forma natural, por la aparición del
supuesto culpable en medios de comunicación, o como consecuencia de una “rueda
fotográfica” en comisaría o los juzgados. Una identificación previa servirá como base para
detener a la persona a quien se imputarán los delitos. Sin embargo, la sola identificación en
fotografía no es válida como prueba para el sistema legal. Por tanto, una vez que la policía
localiza a la persona de la fotografía a quien señaló el testigo, se procederá a realizar una
rueda de identificación en vivo, siguiendo el procedimiento señalado en la Ley de
Enjuiciamiento Criminal (arts. 368 a 374). La dificultad a que nos enfrentamos aquí es que
el simple hecho de mostrar las fotografías al testigo podría estar viciando todo el
procedimiento posterior de identificación: en la rueda en vivo el testigo podría estar
señalando a la persona de la fotografía y no al autor del delito.
La ruedas de identificación
El mejor medio para evitar errores de identificación es extremarel control en las
condiciones de la rueda. Por ello, las ruedas no deben estar sesgadas, esto es, deben ser
imparciales. Y una rueda es imparcial si el sospechoso tiene la misma probabilidad de ser
elegido que cualquiera del resto de los componentes de la rueda. Para conocer el grado de
imparcialidad de una rueda se recomienda utilizar testigos simulados. Si las personas que
no han estado presentes durante la comisión del delito señalan al sospechoso con mayor
frecuencia de la esperable por azar, simplemente a partir de la descripción inicial,
significará que la rueda no es imparcial y hay un sesgo contra el acusado, que es señalado
como el autor por quienes no estuvieron presentes.
La detección de las identificaciones erróneas
Durante las últimas décadas se han desarrollado diferentes procedimientos para valorar la
credibilidad de las declaraciones de los testigos, técnicos que no permiten saber si los
testigos mienten o dicen la verdad, aunque podrían facilitar los juicios sobre la credibilidad
de los relatos que proporcionan. Sin embargo, ninguno de estos procedimientos es aplicable
a las pruebas de identificación. Además, el problema aquí no es tanto detectar la mentira y
por tanto la falsa identificación deliberada, como los errores no deliberados.
En cualquier caso, para valorar la exactitud de una identificación podríamos basarnos en
diferentes medidas basadas en los procesos de memoria y toma de decisión que intervienen
en las pruebas de reconocimiento, como por ejemplo el tipo de respuesta que el testigo
emite ante la identificación o el tiempo que tarda en reconocer26; y en toda la información
que tengamos sobre el caso: circunstancias en que se produjo el suceso, características del
testigo, y, en general, todos los factores que puedan afectar al recuerdo y reconocimiento
del autor de los hechos.
Además, diferentes informes han propuesto un gran número de reglas sobre cómo realizar
e interpretar adecuadamente una rueda de reconocimiento que podrían permitirnos
interpretar adecuadamente una identificación. Recientemente se han elaborado un listado de
reglas adaptadas al sistema español cuyo incumplimiento llevaría al rechazo de la prueba de
identificación, desde el punto de vista de la Psicología del Testimonio, con independencia
de que se proporcione una justificación.
Las declaraciones de los testigos
La Psicología Forense Experimental ha definido diferentes procedimientos para la
obtención de las declaraciones de los testigos y la valoración de su exactitud y credibilidad.
Podemos señalar dos formas diferentes de toma de declaración: formato de recuperación
narrativo y formato de recuperación interrogativo. Tradicionalmente estas dos formas se
han empleado de forma complementaria. En el formato narrativo se pide al testigo
simplemente que cuente qué sucedió. En términos de tareas de memoria se le está pidiendo
que realice una tarea de recuerdo libre: que sin limitación alguna y sin interrupciones
cuente todo lo que recuerde, de la forma que prefiera. El formato interrogativo consiste en
realizar una serie de preguntas a los testigos que previamente han sido elaboradas formando
el guion del interrogatorio, que puede ser implícito o explícito. En términos de tareas de
memoria se le está pidiendo al testigo que realice una tarea de recuerdo dirigido. Ambos
tipos de recuperación tienen ventajas y limitaciones.
El formato narrativo presenta una ventaja importante, las declaraciones dadas de esta forma
no suelen contener tantas distorsiones como con el interrogativo. Sin embargo, suelen ser
bastante pobres en cuanto a la cantidad de detalles proporcionados, consisten generalmente
en descripciones muy generales de lo sucedido; esto es, presentan errores de omisión. El
formato interrogativo, por su parte, tiene la ventaja de proporcionar una gran cantidad de
información, pero con más distorsiones de las aparecidas en el formato anterior, más
errores de comisión. Esta característica del formato interrogativo, más detalles pero menos
exactos, se debe al efecto que las preguntas tienen sobre la memoria.

VIII. CUALIDADES DEL PSICOLOGO FORENSE

Objetividad. El mantenimiento de la objetividad, es una tarea complicada ya que el


psicólogo puede recibir presiones desde muchos ángulos: el evaluado, el abogado defensor
Ser capaz de resistir la presión del entorno, requiere confianza en uno mismo, en la
metodología, criterios experiencia acumulados con el tiempo de trabajo.
Un psicólogo forense que no es capaz mantener la objetividad pierde su credibilidad, y se
convierte en un mero transcriptor de los argumentos de otras personas, eliminando el valor
a su informe pericial. Las opiniones tendrán poco efecto, y en vez de ayudar al cliente, es
posible que incluso pueda perjudicarle.

• Rigor y capacidad para centrarse en los detalles relevantes. El rigor es signo de


calidad del trabajo forense. Ser riguroso requiere perseverancia y la voluntad de
trabajo analizando cada detalle de la información relacionado con el caso: otros informes
clínicos, entrevistas, pruebas psicométricas (test psicológicos)… Si no se es exhaustivo y
sólo se reflejan los detalles superficiales se acaba perdiendo información importante que
puede ser determinante para alcanzar las conclusiones adecuadas. Si se detectan por la otra
parte, la omisión de información destacada, se pondrá también en entre dicho la validez del
informe forense.
• Pensamiento crítico. Un buen psicólogo forense debe buscar la información
necesaria para responder a las preguntas planteadas por cada caso. Es muy importante que
cada afirmación vaya unida a un fuerte respaldo teórico y una buena revisión bibliográfica.
Un psicólogo forense que no piensa de manera crítica se arriesga a ser refutado por el
experto forense de la otra parte, que le mostrará el juez o el jurado que los estudios
aportados no son los adecuados, o son erróneos; o que las conclusiones no están bien
cimentadas en los argumentos y datos expuestos en el informe. Si se puede cuestionar parte
de las conclusiones forenses del informe pericial, es frecuente que todas
las opiniones vertidas puedan también verse devaluadas ante el juez.

• Capacidad para comunicar. Es necesario ser capaz de expresar y explicar las opiniones
con claridad y fuerza, tanto por escrito como verbalmente. Un psicólogo forense que no es
capaz de expresar sus opiniones de forma adecuada, no conseguirá trasladar las
conclusiones relevantes de su evaluación psicológica forense. La comunicación efectiva,
por supuesto, no sólo requiere una cuidadosa preparación, sino también una
experiencia considerable.
VIII- LA CONDUCTA CRIMINAL, PSICOPATIA UN ABORDAJE DESDE LA
PSICOLOGIA FORENSE
Conductas antisociales, agresión y violencia las características que definen actualmente a la
psicopatía por ejemplo: egocentrismo, grandilocuencia, narcisismo, auto justificación,
impulsividad, necesidad de poder y control, constituyen la fórmula perfecta para los actos
antisociales y criminales.
La psicología ha identificado múltiples razones para la conducta criminal. Entre las más
importantes podemos citar la falta de consciencia, la falta de voluntad, la incapacidad
psíquica y a la afectación psíquica.
La conducta criminal no se presenta por sí sola en el individuo, ni este nace con ella, hay
una serie de razones que la produce, sustenta y mantiene. La conducta criminal puede ser
consecuencia de un proceso deficiente de influencia psíquica, una afectación psicológica o
de unos patrones de personalidad establecidos desde la infancia.
Razones que sustentan la conducta criminal
La conducta criminal depende de una falta de conciencia, por ejemplo, se ha comprobado
que algunas personas comenten actos criminales sin tener conocimiento de la ilegalidad o
del daño en el que incurren.
Según lo planteado por Gamezy, Kimble y Zigles(1996), son personas que no están
suficientemente despiertas; el sistema de alerta no es el adecuado no poseen el momento de
ejecutar la conducta un normal estado de atención. Este normal estado de atención puede
incluir una falla en la conciencia focal, es decir, la persona no es capaz de prestar cuidado
deliberado en el momento del hecho.
Singer (1998), citado por Gross (2004), señala que no tener conocimiento o conciencia del
acto criminal realizado implica no tener, en el momento de actuar no poder percibirse como
individuo autónomo con sentimientos subjetivos, según Cross, la persona en este caso no
estaría cometiendo el acto criminal a sabiendas, es decir lo haría inconscientemente de
forma automática, sin pensar en ello.
El individuo no consciente en el momento de llevar a cabo un crimen, no se percata de lo
que hace, ni de sensaciones, ni de percepciones, recuerdos ni sentimientos producidos en el
mismo acto criminal; no se encuentra en estado de lucidez clara y organizada de una propia
mente normal o que llama Morris (1992), no estar consciente de los propios procesos
mentales.
No estar consciente del crimen que se realiza implica entonces no comprender los actos que
se ejecutan en el momento; no estar suficientemente despierto, no estar suficientemente
alerta, no presentar suficiente atención, no poder focalizar la orientación selectivamente, no
tener experiencia de la propia individualidad, no se percibirse a sí mismo como individuo
autónomo. Por consiguiente, el sujeto no comete el acto criminal a sabiendas, lo hace
automáticamente, sin pensar; no sabe qué está haciendo, no sabe de las propias acciones, no
sabe del mundo interior: pensamientos, sentimientos y actos; no sabe del mundo exterior:
eventos ambientales, sonidos y olores alrededor del momento, no se percata de sensaciones,
percepciones, recuerdos y sentimientos, no presenta un estado de vigilia y lucidez clara y
organizada y no tiene conocimiento de los propios procesos mentales (Morris, 1992).
Según Taborda (2007), el individuo que presenta la conducta criminal y se halla en
incapacidad de comprensión presenta ciertos indicadores de realidad, tales como
desorientación en cuanto a persona: no sabe quién es; lugar: no sabe dónde se está; tiempo:
no sabe fecha ni horario; el individuo no es capaz de dar valoración objetiva y real a lo
externo de sus actos; le impone a los actos su propia valoración; no presenta lógica en
procesos de razonamiento, juicio, solución problemas o pensamiento; se bloquea la
atención y comprensión cognitiva de lo objetivo, por tanto no se comprende la ilicitud del
acto puesto que no se valora como tal y hay una percepción distorsionada de la realidad así
como una incapacidad de comparar información de entrada con la preexistente.
Como lo señala Betancur (2007), no se puede confundir la falta de conciencia con el error
de tipo, que consiste en no saber que se hace un hecho dañoso pero se está consciente, y el
error de prohibición, que consiste en saber lo que se hace pero se cree que es permitido,
pues esto tiene que ver con el principio de que el desconocimiento de la ley no justifica ni
excusa el acto criminal.
Un ejemplo de falta de conciencia en el momento de ejecutar un acto criminal es también el
estado de inmadurez psicológica, es decir, una persona con inadecuado desarrollo mental,
ya sea debido a circunstancias genéticas o hereditarias, problemáticas en el proceso de
gestación, complicaciones durante el parto o problemas presentados durante la infancia,
puede no tener un óptimo conocimiento de la realidad o de su propia conciencia y por tanto
puede cometer un acto criminal sin comprender su ilicitud ni el daño causado; es el caso de
ciertos grados de retardo mental.
También ciertos trastornos mentales pueden llevar a una persona a cometer un acto criminal
sin comprender su ilicitud y daño; es el caso de los trastornos mentales denominados
permanentes, los cuales incluyen principalmente trastornos orgánicos como la esquizofrenia
y el trastorno afectivo bipolar, entre otros, y los trastornos mentales transitorios en los
cuales pueden observarse algunos estados disociativos de ansiedad momentáneos.
Percepciones, recuerdos y sentimientos, no presenta un estado de vigilia y lucidez clara y
organizada y no tiene conocimiento de los propios procesos mentales (Morris, 1992).
Según Taborda (2007), el individuo que presenta la conducta criminal y se halla en
incapacidad de comprensión presenta ciertos indicadores de realidad, tales como
desorientación en cuanto a persona: no sabe quién es; lugar: no sabe dónde se está; tiempo:
no sabe fecha ni horario; el individuo no es capaz de dar valoración objetiva y real a lo
externo de sus actos; le impone a los actos su propia valoración.
CLASIFICACION DE PSICOPATÍAS

Existen 4 subtipos diferentes de psicópatas. La distinción más antigua entre los tipos
primario y secundario fue realizada por Cleckley en 1941.
PSICÓPATAS PRIMARIOS

No responden al castigo, a la aprehensión, a la tensión ni a la desaprobación. Parecen ser


capaces de inhibir sus impulsos antisociales casi todo el tiempo, no debido a la conciencia,
sino porque eso satisface su propósito en ese momento.

Las palabras no parecieran tener el mismo significado para ellos que el que tienen para
nosotros. En realidad, no se sabe si llegan a Comprender el significado de sus propias
palabras, una condición que Cleckley llamó “afasia semántica.” No siguen ningún proyecto
de vida, y parece como si fueran incapaces de experimentar cualquier tipo de emoción
genuina.

PSICÓPATAS SECUNDARIOS

Son arriesgados, pero son individuos también más proclives a reaccionar frente a
situaciones de estrés, guerreros, y propensos a la culpabilidad. Se exponen a más estrés que
la persona promedio, pero son tan vulnerables al estrés como la persona promedio. (Esto
sugiere que no son “completamente psicopáticos.” Puede ser debido a variaciones genéticas
distintivas). Son gente audaz, aventurera y poco convencional que comenzó a establecer sus
propias reglas de juego a temprana edad. Son conducidos fuertemente por un deseo de
escapar o de evitar dolor, pero también son incapaces de resistir a la tentación. A medida
que su ansiedad aumenta hacia un cierto objeto prohibido, su atracción hacia ella también
se incrementa. Viven sus vidas dejándose llevar por el aliciente de la tentación. Tanto los
psicópatas primarios como los secundarios están subdivididos en:

PSICÓPATAS DESCONTROLADOS

Son la clase de psicópatas que parecen enfadarse o enloquecerse más fácilmente y más a
menudo que otros subtipos. Su frenesí se asemejará a un ataque de epilepsia. Por lo general
son también hombres con impulsos sexuales increíblemente fuertes, capaces de hazañas
asombrosas con su energía sexual, y aparentemente obsesionados por impulsos sexuales
durante la gran parte de su vida que pasan despiertos. También parecerían estar
caracterizados por ansias muy fuertes, como en la drogadicción, la cleptomanía, la
pedofilia, cualquier tipo de indulgencia ilícita o ilegal. Les gusta la endorfina “alta” o
“acelerada” del entusiasmo y de la toma de riesgos. El violador y asesino en serie conocido
como el Estrangulador de Boston era un psicópata de este tipo.

PSICÓPATAS CARISMÁTICOS

Son mentirosos encantadores y atractivos. Por lo general están dotados de uno u otro
talento, y lo utilizan a su favor para manipular a otros. Son generalmente compradores, y
poseen una capacidad casi demoníaca de persuadir a otros para que abandonen todo lo que
poseen, incluso hasta sus vidas. Los líderes de sectas o de cultos religiosos, por ejemplo,
podrían ser psicópatas si conducen a sus seguidores a causar su propia muerte. Este subtipo
llega a menudo a creerse sus propias ficciones. Son irresistibles.
Los sociópatas han existido siempre en formas diversas y en distinto grado. Se los ha
conocido bajo diferentes nombres. Se los ha estudiado utilizando varias técnicas, y a través
de los años se han encontrado varias causas a su enfermedad. Pero una cosa nunca
varía: todos los sociópatas poseen tres características en común: son individuos muy
egocéntricos, sin empatía hacia los demás, e incapaces de sentir remordimiento o culpa. [El
Sociópata – (The Sociopath) Rebecca Horton (Abril 1999)]
A pesar de que el psicópata tiene gustos y preferencias, y afición por los placeres que la
compañía humana puede traer, el análisis demuestra que es totalmente egocéntrico, y que
valora a los otros solamente porque aumentan su propio placer o mejoran su estatus.
Mientras que él no brinda ningún amor verdadero, es absolutamente capaz de inspirar amor
a veces hasta fanático en los demás.
Es por lo general superficialmente encantador y da muy seguido una impresión llamativa de
poseer las cualidades humanas más nobles. Se hace de amigos fácilmente, y es muy
manipulador, con su habilidad de palabras para salirse con la suya de cualquier apuro. A
muchos psicópatas les encanta ser admirados y se regodean cuando
los demás los adulan. La carencia de amor trae también aparejada la carencia de empatía.
El psicópata es incapaz de sentir lástima por otros en situaciones desafortunadas o de
ponerse en el lugar de otra persona, sin mportar que haya lastimado o no a esta última.
VIIII-CASOS PERÚ

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER ES MÁS AGRESIVA:

CASO EYVI ÁGREDA

lo niega todo. Carlos Hualpa dice que se quemó la mano cuando dijeron su nombre en los
noticieros. (César Campos/Perú21)
REDACCIÓN PERÚ21 26/04/2018 06:59h
El brutal ataque que sufrió Eyvi Ágreda Marchena , dentro de un bus de transporte público,
evidencia que cada día la ola de violencia contra la mujer se va tornando más agresiva en el
país, afirmó Gabriela Coros, especialista en Psicología Forense de la Universidad de Lima.

SUJETO QUE MATÓ A MUJER CERCA DEL AERUPUERO SE CONFISEA:” ME


AGARRÓ EL IMPULSO Y ME FUI AL CUELLO”

Un nuevo caso de feminicidio ha conmocionado al país: un sujeto degolló a su pareja a


pocos metros del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y ante la mirada de los
peatones en el Callao.

Rosa Peralta Torres (41) murió desangrada tras haber sido degollada con una navaja
por Víctor Hugo Soto Mija (51).
CRIMEN EN HUARAL

Domingo Norabuena ha recordado otros casos de asesinos que han causado terror en
Lima en los últimos años. Esto dicen los expertos

Pedro Pablo Nakada, Domingo Norabuena y Huber Chacara Castro han


protagonizado una serie de crímenes que aterrorizaron Lima.

Pedro Pablo Nakada fue apodado como el ‘Apóstol de la muerte’, se le acusó de 25


asesinatos y aseguraba ser un enviado de Dios para ‘limpiar’ el mundo con sus crímenes.
Otro sonado caso fue el de Huber Chacara Castro, quien mató a un estudiante en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, atacó a una joven y planeaba otras tres
muertes. Y en los últimos días, también en Huaral, se supo del caso de Domingo Norabuena
quien reconoció cinco asesinatos de trece crímenes que se le imputan. Por su método para
matar fue conocido como el ‘Monstruo del garrote’

1996, EN EL POBLADO DE PARCONA – ICA


.
El 02 de Setiembre del año 2006, en el poblado de
Parcona – Ica , Nicolás GURIERRES MENDOZA (25) (a) “Monstruo de
Parcota”, violó y mato cruelmente a cuatro (04) niñas entre 08 y 12 años, a
quienes contactaba a la salidas de los colegios, engañándolas con darles
S/.10.00 nuevos soles, para que les lleven una carta a su enamorada,
situación que aprovechaba para llevarlas a una casa abandonada, donde las
violaba y las mataba sin piedad, para posteriormente enterrarlas en el mismo
lugar; por los horrendos crímenes cometidos fue sentencia a Cadena Perpetua.
X. ANEXOS:
A) La entrevista psicológica forense

B) Las pruebas psicológicas


Identificación en fotografías
XI. CONCLUSIONES:

1. La Psicología Jurídica es una especialización de la Psicología que estudia el


comportamiento humano relacionado con la ley y, de ahí, nace un subcampo que es
la Psicología Forense, con la que los profesionales dan su opinión en tribunales
penales, civiles y laborales a solicitud de las partes.
2. Son coadyuvantes de la justicia en las diferentes áreas del derecho, por ejemplo, en
el área penal, casos relacionados con delitos violentos inscritos en el Código Penal,
cuestiones laborales, testamentos, interdicción, familia, adopciones, divorcios y
otros.
3. Las personas que lo ejercen son los psicólogos, los que darán su opinión en los
tribunales. Sin embargo, se necesita que los abogados, jueces, fiscales tengan este
conocimiento para debatir en las audiencias. Si hay un interrogatorio o una
demostración de pruebas en el área penal y el abogado no tiene conocimiento,
entonces no podrá debatir o evaluar el caso.
4. Evalúa la salud mental del acusado, la personalidad, ira, intenso dolor, depresión o
emoción interna. La Psicología Forense es un instrumento para la justicia.
5. Su mayor campo de acción son los delitos violentos como los homicidios,
agresiones o asaltos sexuales a adultos y niños y violencia intrafamiliar; en esos
delitos se ven inmersas muchas condiciones psicológicas que deben ser aclaradas en
juicios.
6. e puede evaluar el estado psicológico de los agresores. Es muy diferente que la
persona planee el delito a que actúe impulsada por problemas mentales o
psicopatológicos porque, en el segundo caso, el delito no se planea, no es
voluntario, sino es espontáneo. Pero cuando uno está en sus cabales y quiere
delinquir, pues es diferente su condición en el proceso. La personalidad también
cuenta, hay sujetos que tienden a cometer más delitos que otros.
7. Donde haya una duda o un conflicto a nivel de comportamiento de la persona, es
fundamental el psicólogo forense porque va a ayudar a dilucidar la verdad y
orientará al juez en las decisiones.
8. los psicólogos están ingresando en este campo, pero la mayoría no está formada
para estar en el contexto de evaluación judicial; están yendo psicólogos clínicos a
juicios y no les está yendo bien porque no conocen la dinámica e instrumentos
forenses para aplicar la evaluación.
9- El 15% de la población sufre alguna enfermedad mental (cerca de 5 millones de
peruanos) y el 80% no recibe tratamiento. La salud mental en el país está en
situación de emergencia”, lamentó.
XII. BIBLIOFRAFIA

Marin M. y Esparcia A. (2009) Dep. Personalidad, evaluación y tratamientos psicológicos,


Facultad de Psicólogos de la Universidad Barcelona. Documento de trabajo para los
estudiantes de la asignatura: psicopatología forense.
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/5881/1/Introducci%C3%B3n%20a%20la%20p
sicologia%20forense.pdf

Antonio L. Manzanero (2009) Teoría y Práctica de la Investigación Criminal, Instituto


Universitario General Gutiérrez Mellado – UNED
https://iugm.es/wp-
content/uploads/2016/07/TEORIA_PRAC_INV_CRIM_01.pdf#page=313

Ramón Arce y Francisca Fariña (2016) Evaluación Psicológica Forense de la Credibilidad y


Daño Psíquico en casos de violencia de Género Mediante el Sistema de Evaluación Social,
de la Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad de Vigo.
http://www.usc.es/export9/sites/webinstitucional/gl/servizos/uforense/descargas/2009_SEG
_para_casos_de_violencia_de_gxnero_por_xArce_y_Farixax_2009x.pdf

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