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CRÉDITO PÚBLICO Y
DEUDA PÚBLICA
Carné: 9951-13-982
Las cuentas nacionales que por constitución son vigiladas y están regidas por
normativa de política pública monetaria, por el Banco de Guatemala, han dado
cuenta del sensible incremento y cambio en la perspectiva del endeudamiento,
después de casi una década estabilidad macroeconómica donde las variaciones
en cuanto a deuda pública fueron poco perceptibles. Pero entonces, ¿qué ha
cambiado para que se dé este giro? El paso de la deuda pública a una creciente
deuda con entidades multilaterales y a la banca privada, así como la colocación de
bonos de tesoro y otros instrumentos de financiación de largo plazo con un
relajamiento y aumento de la tolerancia y la aceptación en el mecanismo de
endeudamiento como solución a la falta de financiación por la vía de la
recaudación tributaria, puede estar dentro de las explicaciones plausibles a los
cambios en la situación de endeudamiento público en el país.
Con el presente trabajo, se explora también las distintas formas de análisis sobre
el endeudamiento público, los destinos y escenarios posibles desde una
perspectiva crítica de la sociedad civil en el afán de contribuir a proponer
soluciones viables, sostenibles en el tiempo y socialmente coherentes en esta
supuesta economía de renta media de Guatemala.
Siendo la deuda un indicador clave de la precarización económica y social por los
costes y el pago de servicios, así como elementos de carácter político como la
ausencia de política pública para evitar la evasión y elusión fiscal, la erosión de la
base tributaria, la fuga de capital, los precios de transferencia y otros males
relacionados, es menester de la sociedad civil, realizar el monitoreo social y las
propuestas de solución desde una perspectiva de la Agenda de Derechos. Todo
esto convirtiéndose en verdaderos titulares de derecho y haciendo la práctica de la
exigibilidad de estos.
Guatemala cuenta con una serie instancias reguladoras que monitorean
constantemente el comportamiento de los indicadores macroeconómicos, siendo
el Banco de Guatemala, Junta Monetaria y la Superintendencia de Bancos las tres
principales por su carácter vinculante en sus decisiones en cuanto a materia
económica.
Sin embargo, el manejo de la deuda pública es más bien una decisión política que
técnica, por la intervención directa en la aprobación de los préstamos del
Congreso de la República y varias de sus comisiones especializadas como la de
Finanzas y Moneda y la Relaciones Exteriores, el manejo de los prestamos, se
convierte en un manejo de acuerdos y negociaciones políticas.
Basta recordar el condicionamiento en la aprobación de ayudas o subvenciones
para población damnificada por erupciones como la del Volcán de Fuego o las
tormentas tropicales como ETA y IOTA, donde se condicionaron votos por
aprobación de comisiones o votos por impunidad. En el organismo ejecutivo,
también juegan un papel clave los Ministerios de Economía y Finanzas, así como
las Secretarías de la Presidencia de la República quienes al tener iniciativa de ley
presentan al Congreso para su aprobación o ratificación. De cara al cambio de
comportamiento en el tratamiento de la deuda que ha tenido el presente gobierno
(Alejandro Giammattei), que ha pasado en un año de un endeudamiento cercano
al 25% con respecto al PIB a un 31.6%, lo cual rompe con la lógica
estabilizadora/conservadora y recatada del endeudamiento público en la última
década, matizada en este caso por una preferencia evidente a un endeudamiento
en manos privadas principalmente a Bancos y conglomerados financieros.