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4.6.3.

Problemas sociales de los empréstitos en Guatemala

Según J.L.Siguil, L.Palacios y H. Morales El análisis de deuda en Guatemala está


circunscrito a círculos muy pequeños tanto de poder económico como técnicos.
Pues existe la creencia generalizada de que la deuda no impacta en la situación y
condición de vida del común y que Guatemala, es un referente latinoamericano de
un país “poco endeudado” y desde la perspectiva de los organismos multilaterales
con un margen de endeudamiento bastante holgado. (P.g.1)

El masivo aparecimiento de ofertas crediticias privadas al Estado como


mecanismo de salvataje para cubrir las cuentas corrientes como las de
funcionamiento, ha generado una tendencia inflacionaria. La inflación se provoca
en la medida en que no es por la vía de la recaudación sino por la puesta de mayor
circulante producto del endeudamiento. Esto tiene un impacto directo en los
precios como es lógico en una economía regida por la ley de la oferta y la
demanda. (P.g.3)

R. Barrientos( Octubre de 2020) Menciona que en Guatemala tenemos una


aversión muy fuerte a que el Gobierno se endeude. Pero ¿el problema es la deuda
en sí o la desconfianza que tenemos sobre su uso?

La deuda pública se justifica si se destina a financiar inversiones que generarán


ganancias sociales y económicas duraderas y estructurales. Otros países se han
endeudado exitosamente para erradicar la desnutrición infantil, el analfabetismo u
otras formas de atraso social, o bien para generar infraestructura como carreteras,
puertos, medios de comunicación modernos y otras obras de alto valor
económico. Cuando estas inversiones se financian con deuda pública y se realizan
con honestidad y calidad, dan como resultado sociedades que gozan de altos
niveles de bienestar y de desarrollo democrático y que son realmente competitivas
en los mercados internacionales. Asimismo, crisis como la pandemia del covid-19
nos han mostrado que la deuda pública es muy útil para que los Gobiernos tomen
las medidas de emergencia necesarias para atender una crisis.

Lo malo es que todo este esquema, exitoso en otros países, en Guatemala se


desmorona ante el conocimiento ciudadano de actos de corrupción y de abusos.
Cuando las inversiones públicas y las acciones de emergencia ante una crisis que
son financiadas con deuda pública resultan ser verdaderas cloacas pestilentes de
corrupción, el rechazo y la desconfianza hacia la deuda es una reacción no solo
natural, sino también muy lógica. Es justo lo que ocurre cuando, pese a que se
reporta ejecución financiera, los programas de ayuda no llegan a los más
necesitados y estallan escándalos como el de la Comisión Presidencial de Centro
de Gobierno o el de los 14.6 millones de quetzales para la compra anómala de
galletas.

Lo que las autoridades usualmente no dicen es que, si el saldo de la deuda pública


se compara con la carga tributaria, el principal indicador de la capacidad de pago
del país, en vez de compararlo con el PIB, en 2021 el indicador alcanzará el 336.7
%, excesivamente sobre el nivel recomendado de 250.0 % para países como
Guatemala. Es decir, el problema no es que el saldo de la deuda sea grande o
pequeño, sino que la capacidad de pago de Guatemala es tan pero tan baja que en
un futuro cada vez más cercano no nos alcanzará ni siquiera para pagar ese saldo
bajo.

D. Fernández.(Noviembre,2018) Nos narra que Existe cierto consenso entre


inversiones nacionales e internacionales sobre el grado de endeudamiento del
sector público en Guatemala.
El consenso nos dice que tenemos una deuda pública pequeña y manejable, e
incluso que hay espacio para endeudarnos más sin mucho problema. Empecemos
con los datos oficiales.

Calcular deuda pública sobre PIB de varios países y comparar los datos es un
grave error. Veamos no todos los países tienen la misma capacidad de
recaudación. Si se compara el nivel de deuda con el del PIB del país estamos
asumiendo implícitamente que todos los ciudadanos de un país son los obligados
a pagar esa deuda,  los ciudadanos son muy reacios a pagar más impuestos. En
este aspecto, Guatemala se encuentra entre los países en los que las subidas de
impuestos no se ven con buenos ojos. De hecho, hasta se llegaron a desatar
violentas protestas en el pasado por este motivo.

De manera general los empréstitos que tiene Guatemala afecta demasiado a la


población de manera que cada guatemalteco está obligado a pagar esa deuda tanto
interna como externa con sus impuestos lo que llevara años en solventar dicha
deuda.
En conclusión debido a los empréstitos afectan demasiado a los guatemaltecos
debido a que el país no tiene un crecimiento económico aumentando la inflación y
devaluando la moneda y ofreciendo menos empleo a los ciudadanos creando
conflictos internos.

Nota: Si observan a detalle este tema fue sustentado teóricamente por 5 fuentes.

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