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Por qué debemos comer con cubiertos por David Merediano

Comer con cubiertos es una práctica común en la mayoría de las culturas y


sociedades alrededor del mundo. Aunque existen diferencias en los tipos de
cubiertos utilizados y en las normas de etiqueta asociadas, el uso de
utensilios para comer ofrece numerosos beneficios tanto para la higiene
personal como para la experiencia culinaria. A continuación, se presentan
algunas razones por las cuales debemos comer con cubiertos.

Higiene: Los cubiertos proporcionan una barrera física entre nuestras manos
y la comida. Al utilizarlos, reducimos el contacto directo con los alimentos, lo
que disminuye el riesgo de transmitir gérmenes, bacterias y enfermedades.
Además, los cubiertos se pueden limpiar fácilmente antes de su uso,
asegurando así una mayor seguridad alimentaria.

Modales y etiqueta: Comer con cubiertos adecuadamente muestra respeto


por los anfitriones y las normas sociales. En muchas culturas, se considera de
mala educación comer con las manos en ciertos entornos formales. Utilizar
los cubiertos de manera correcta demuestra un nivel de sofisticación y
conocimiento de las prácticas culturales.

Versatilidad: Los cubiertos nos permiten abordar diferentes tipos de alimentos


de manera eficiente. Cada utensilio tiene su propósito específico: los
tenedores se utilizan para recoger alimentos sólidos, los cuchillos para cortar
y los cucharones para sopas o líquidos. Esta variedad de herramientas nos
permite disfrutar de una amplia gama de platos sin dificultad.

Precisión y control: Comer con cubiertos nos brinda un mayor control sobre
cómo manipulamos los alimentos. Podemos cortar, pinchar y recoger
porciones adecuadas con facilidad. Esto no solo nos permite disfrutar de una
experiencia de comida más ordenada y satisfactoria, sino que también ayuda
a evitar accidentes o derrames involuntarios.

Estética y presentación: Utilizar cubiertos durante las comidas puede mejorar


la presentación de los platos. Al elegir los cubiertos adecuados para cada tipo
de alimento, se realza su apariencia y se muestra atención a los detalles.
Esto es particularmente relevante en contextos formales o cuando se sirven
platos elaborados.
En resumen, comer con cubiertos es una práctica que nos beneficia en
muchos aspectos. Además de garantizar la higiene y la seguridad alimentaria,
los cubiertos nos permiten mostrar buenos modales, disfrutar de una mayor
versatilidad en nuestra dieta, ejercer control sobre nuestra comida y mejorar
la presentación de los platos. Al utilizar los cubiertos de manera correcta,
podemos apreciar la comida de una manera más refinada y respetuosa con
nuestras tradiciones culturales y sociales.

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