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lo hice, que la astrología es, en principio, incompatible con la visión científica del mundo.
Como muchos otros sistemas esotéricos, la astrología fue una de las víctimas del
racionalismo y el materialismo de la Revolución Científica. Fue rechazada no sobre la
base de la prueba científica de que sus premisas fueran falsas, sino por su
incompatibilidad con los supuestos metafísicos fundamentales de la ciencia Occidental,
dominada por el materialismo monista. Más específicamente, hay razones numerosas e
importantes para que los científicos materialistas hayan desechado a la astrología.
3. la
crítica importancia psicodinámica de la experiencia del nacimiento para el desarrollo
psicológico y la vida del individuo
6. el
extraordinario potencial predictivo de los tránsitos astrológicos para la naturaleza, el
tiempo y el contenido de estados holotrópicos de conciencia
8. la
relación entre los tránsitos astrológicos mundiales y los patrones de incidencia de
diagnóstico de psicopatologías
noticias de las siete, o que están esperando mi llegada al restaurant donde hice una
reserva a las siete. Esto naturalmente no significa que mi reloj tiene una influencia directa
sobre otros relojes del ambiente, que causa las noticias en televisión, o interactúa con
las conciencias del personal del restaurant. Todos estos eventos están simplemente
sincronizados en relación al tiempo astronómico, una dimensión oculta que está
operando “detrás de escena” y no puede ser directamente percibida.
Cuando estas personas tienen la experiencia de muerte total del ego y renacimiento
psicoespiritual, mediante el trabajo consciente a través del trauma sin resolver del
nacimiento biológico, esas situaciones tienden a desvanecerse tan mágicamente como
se habían empezado a desarrollar. Parece que en esta etapa de transformación personal
el individuo debe lidiar con el tema de la destrucción y la pérdida, pero tiene la opción de
experimentarlo como un proceso interno o como un evento externo de la vida real. Esto
es exactamente lo que los astrólogos observan en relación con el efecto de los tránsitos
planetarios difíciles, cuando las raíces más profundas de patrones de conducta
inconscientes y potencialmente destructivos asociados a estos tránsitos, pueden ser
traídos a la atención consciente y trabajados en sesiones terapéuticas, en vez de
encontrarse lidiando con ellos en el mundo.
De manera similar, cuando una persona tiene una poderosa experiencia chamánica que
involucra un espíritu guía animal, este animal puede aparecer súbitamente de varias
maneras en la vida de esta persona con una frecuencia que está más allá de cualquier
probabilidad razonable. También ha sido la experiencia de muchas personas que se
A modo de breve resumen: tanto en sus formas positiva y negativa, la primer matriz
perinatal (BPM I) refleja inequívocamente el arquetipo que los astrólogos asocian con
Neptuno. El aspecto positivo de BPM I incluye revivir episodios de existencia intrauterina
sin perturbación, así como las experiencias concomitantes de disolución de barreras,
experiencias de fusión interpersonal, éxtasis oceánico, sentimientos cósmicos de unidad,
trascendencia del espacio y tiempo, y conciencia de la dimensión mística y numinosa de
la realidad. Los aspectos negativos de BPM I están asociados a experiencias regresivas
de perturbaciones prenatales. Aquí la disolución de bordes no es mística sino psicótica
en su naturaleza; lleva a la confusión, el delirio, un sentido de envenenamiento químico,
distorsiones metafísicas bizarras, y percepciones paranoicas de la realidad. Esta matriz
tiene también una conexión psicodinámica con la intoxicación alcohólica, narcótica y la
adicción. Todas estas cualidades, tanto positivas como negativas, son las que los
astrólogos asocian al arquetipo de Neptuno.
La segunda matriz perinatal (BPM II) representa el estadio cuando las contracciones
uterinas comprimen periódicamente al bebé, pero la cérvix está todavía cerrada y parece
“no haber salida”. Características prominentes de esta matriz incluyen la preocupación
con el envejecimiento y la muerte, pruebas dificultosas y trabajo duro, depresión,
opresión, constreñimiento, déficit, escasez e inanición. Esta matriz también trae
sentimientos de inadecuación, inferioridad, soledad y culpa. Está asociada al
con la dimensión divina de la realidad. En astrología, estas cualidades han sido vistas
como atributos del lado más desafiante del arquetipo de Saturno. La correspondencia
astrológica precisa de la tercer matriz perinatal (BPM III) es particularmente
extraordinaria y sorprendente, dado que esta matriz representa una combinación inusual
de temas característicos del estadio final del nacimiento biológico, incluyendo una fuerza
de empuje implacable, la liberación de energías titánicas, agonía y éxtasis Dionisíaco,
nacimiento, sexo, muerte, renacimiento, eliminación y escatología. Debemos también
mencionar aquí los motivos de erupción volcánica, pirocatársis, fuego purificador, y el
inframundo – urbano, criminal, psicológico, sexual y mitológico. Astrológicamente todos
estos son vistos como atributos de Plutón, el arquetipo de la energía primordial – el
principio dinámico detrás de la creación cósmica, la fuerza de vida universal que propulsa
la evolución en la naturaleza y en la sociedad humana (Kundalini Shakti en la mitología
hindú), así como la energía de destrucción (la devoradora Diosa MadreKali). Plutón es
asociado con los procesos biológicos fundamentales del nacimiento, el sexo y la muerte,
los procesos transformadores de la muerte y resurrección psicoespiritual, y las fuerzas
instintivas en el cuerpo y la psique (el Ello Freudiano). Representa los elementos ctónicos
de la existencia, el inframundo, sea en un sentido físico literal (subterráneo,
infraestructura de la metrópolis), en un sentido metafórico (zonas rojas, crimen
organizado), en el sentido psicológico (lo inconsciente), o en un sentido mitológico,
arquetipal, en el que el dios romano Plutón (el Hades griego) era el gobernante del
inframundo – todos temas que figuran prominentemente en la
Bajo los tránsitos de Júpiter-Urano, en contraste, los estados holotrópicos son más
frecuentemente caracterizados por la experiencia de liberación repentina de una
situación difícil u opresiva, progresos creativos, emergencia inesperada y jubilosa a un
nuevo y luminoso mundo, o el sentimiento expansivo de nuevas vistas y posibilidades a
ser exploradas. Más problemáticamente, esta combinación arquetipal está también
asociada con la experiencia de la excitación frívola y la euforia maníaca que puede
acompañar la transición al BPM IV previa a la completa resolución del proceso
psicoespiritual de muerte-renacimiento.
Cada COEX tiene un tema básico que permea todas sus capas y representa su
denominador común. Las capas individuales entonces, contienen variaciones de este
tema básico, que ocurrieron en diferentes períodos de la vida de la persona. Todas las
constelaciones COEX parecen estar superpuestas sobre y ancladas en el trauma de
nacimiento y están dinámicamente relacionadas a alguna de las matrices perinatales o
a algún aspecto específico en relación a esto. Sin embargo, un típico sistema COEX
alcanza incluso más allá y sus raíces profundas consisten en varias formas de
fenómenos transpersonales, como experiencias colectivas históricas, experiencias de
vidas pasadas, arquetipos Junguianos, identificación consciente con varios animales, y
otras.
basado en los tránsitos futuros, es una herramienta invaluable para planificar las
sesiones psicodélicas y holotrópicas.
Pero esa no es la historia completa. En los cursos anuales que enseñamos Richard
Tarnas y yo en el California Institute for Integral Studies, discutimos sobre las principales
escuelas de la psicología profunda y analizamos las cartas astrales de sus fundadores.
Pronto se hizo visible para nosotros, que aparentemente los aspectos planetarios
mayores en las cartas natales de estos pioneros – Freud, Jung, Rank, Reich, Klein y
otros – se parece bastante al carácter específico de sus teorías psicológicas. Las
diferencias entre sus psicologías se volvieron inteligibles como un reflejo de sus propias
orientaciones arquetípicas básicas, lo que era a su vez discernible a partir de sus
hipótesis ad hoc. Más bien, requeriría una revisión de la visión moderna del mundo,
haciendo añicos y reemplazando los supuestos metafísicos y las creencias más
fundamentales de la ciencia materialista.
Las conexiones reveladas por la astrología son tan complejas, intrincadas, creativas y
altamente imaginativas, que en mi opinión, apuntan fuertemente a un origen divino.
Proveen evidencia convincente de un orden profundo y significativo que subyace a la
creación y de una inteligencia cósmica superior que lo engendró. Adicionalmente, los
hallazgos de la astrología natal y de los tránsitos, desafían el supuesto básico de la
ciencia materialista de que el universo es esencialmente insignificante y de que no tiene
una conexión especial con los seres humanos.
He descripto esta visión del mundo en mi libro El Juego Cósmico: Exploraciones de las
Fronteras de la Conciencia Humana (1998) y lo presenté también de manera condensada
en un capítulo de mi libro Psicología del Futuro (2000). Esta visión de la realidad está
basada en experiencias e insights en estados holotrópicos y enmarca el universo no
como un sistema material, sino como un juego infinitamente complejo de la Conciencia
Absoluta. Las escrituras Hindúes de la antigüedad describen una visión similar del
cosmos, refiriéndose a los eventos del mundo fenoménico como lila, el juego divino. He
tratado de mostrar en mis publicaciones previas que esta manera de ver el universo está
volviéndose cada vez más compatible con varios avances revolucionarios en el nuevo
paradigma de la ciencia (Grof 1985, 1998).
Referencias
2. Ver por ejemplo, Michael Talbot, The Holographic Universe (New York: Harper Collins
Publishers, 1991), y David Bohm, Wholeness and the Implicate Order (London:
Routledge, 1980).
3. Ver por ejemplo Jean Shinoda Bolen, Goddesses in Everywoman: A New Psychology
of Women (San Francisco: Harper and Row, 1984), y Gods in Everyman: A New
Psychology of Men's Lives and Loves (San Francisco: Harper and Row, 1989). Ver
también Joseph Campbell, Myths to Live By (New York: Bantam, 1972), y James Hillman,
Re-Visioning Psychology (1975; repr. New York: HarperPerennial, 1992).
7. Ver Richard Tarnas, Cosmos and Psyche: Intimations of a New World View (New York:
Viking, 2006).
8. Para ejemplos de este fenómeno, véase el artículo de Richard Tarnas, “Lo ideal y lo
real”, en la sección 2 de esta entrega de Archai en la que brevemente exploramos la
expresión del complejo arquetipal Saturno-Neptuno en el trabajo de Signund Freud y
James Hillman.
9. Steven Weinberg, en una entrevista para el show de television PBS, Faith and Reason
(http://www.pbs.org/faithandreason/transcript/wein-frame.html; acceso el 27 de mayo de
2009. Ver también Steven Weinberg, The First Three Minutes: Modern View of the Origin
of the Universe (New York: Basic Books, 1998).
Bibliografía
Bohm, David. Wholeness and the Implicate Order. London: Routledge, 1980.
Bolen, Jean S. Goddesses in Everywoman: A New Psychology of Women. San
Francisco: Harper
and Row, 1984.
———. Gods in Everyman: A New Psychology of Men’s Lives and Loves. San Francisco:
Harper
and Row, 1989.
Campbell, Joseph. Myths to Live By. New York: Bantam, 1972.
deMause, Lloyd. Foundations of Psychohistory. New York: Creative Roots, 1982.
Grof, Stanislav. The Adventure of Self-Discovery. Albany, NY: State University New York
Press,
1988.
———. Beyond the Brain: Birth, Death, and Transcendence in Psychotherapy. Albany,
Tarnas, Richard. Cosmos and Psyche: Intimations of a New World View. New York:
Viking,
2006.
———. The Passion of the Western Mind. 1991. Reprint, New York: Ballantine, 1993. —
——. Prometheus the Awakener: An Essay on the Archetypal Meaning of the Planet
Uranus.