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COSMOBIOLOGÍA O

ASTROLOGÍA PRÁCTICA

Interrelación del Macrocosmo con el Microcosmo


Clase 1

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Cosmobiología o Astrología Práctica
Objetivo del primer nivel

El Objetivo general de este nivel es que los participantes se introduzcan en los conocimientos
básicos de la Cosmobiología.

Para cumplir este objetivo, el curso contempla conocimientos astronómicos, astrológicos y


astrosóficos, que permitirán abordar la comprensión de las leyes y sustentos físicos, las relaciones
psicológicas y el conocimiento evolutivo de esta ciencia.

~2~
Introducción
“Dios es omnipresente y esto nos obliga a estudiar su presencia, tanto en lo infinitamente
grande, como en lo infinitamente pequeño.” (Dr. Serge Raynaud de la Ferrière)

“El Cielo es un gran libro abierto, por el amor de Dios, a la inteligencia del Hombre”. (G.M. / Dr.
Serge Raynaud de la Ferrière).

“El hombre debe conocer su verdadera misión y para ello tiene derecho a la verdad” (P.P. / Dr.
Serge Raynaud de la Ferrière).

Se define la Astrología como la ciencia que trata los cuerpos celestes en su naturaleza y en su
movimiento; es una ciencia de los mundos.

En este sentido, “La ciencia es un sistema de conocimientos en desarrollo, los cuales se


obtienen mediante los correspondientes métodos cognoscitivos y se, refleja en conceptos exactos,
cuya veracidad se comprueba y demuestra a través de la práctica social; es un sistema de
conceptos acerca de los fenómenos y leyes del mundo externo o de la actividad espiritual de los
individuos, que permite prever y transformar la realidad en beneficio de la sociedad; una forma de
actividad humana históricamente establecida, una producción espiritual, cuyo contenido y
resultado es la reunión de hechos orientados en un determinado sentido, de hipótesis y teorías
elaboradas y de las leyes que constituyen su fundamento, así como de procedimientos y métodos
de investigación”. (M.B. Kedrov y A. Spirkin / La Ciencia, 1966)

“Los conocimientos significan la posesión de datos confirmados acerca de los fenómenos


materiales y espirituales y su acertada reflexión en la conciencia humana; los conocimientos se
transforman en científicos cuando la acumulación de hechos, realizada de acuerdo con una
orientación determinada y su descripción alcanzan tal nivel, que pueden ser incluidos en un
sistema de conceptos y formar parte de una teoría.” (M.B. Kedrov y A. Spirkin / La Ciencia, 1966)

Si abordamos el problema astrológico en su verdadera importancia no se trataría de la astrología


profana tal como la mayoría de la gente la concibe, sino más bien de la astrología ESOTÉRICA, es decir,
del sentido profundo que existe en el seno de esta ciencia, por lo que estamos lejos de la cuestión
“horóscopo”, lo cual se menciona tan pronto como se habla de astros.

“El misterio del zodíaco es profundo, pero su enseñanza es importantísima, es la base de la


Iniciación”. (G. M. / Dr. Serge Raynaud de la Ferrière).

La Astrología es, ante todo, la base de la enseñanza Iniciática, es en cierta manera la ciencia
intermediaria entre la Alquimia, con la experiencia de la transmutación, y la Magia, con la Maestría de
los poderes. Es la Astrología quien enseña verdaderamente a conocer el mundo y los hombres y a éstos
a conocerse a sí mismos. Sobre el plano práctico ella viene a ser como una ciencia intermediaria para
todas las partes secundarias de la ciencia. (P.P / Dr. Serge Raynaud de la Ferrière).

La Astrología es la ciencia de arriba, el estudio del cielo y la influencia del cosmos sobre el
hombre; la Magia es la ciencia de aquí abajo, el control que puede ejercer el ser humano sobre los

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elementos; la Alquimia es la que permite la transmutación en el sentido de la Gran Obra Espiritual para
reunir el principio de abajo al principio de arriba. (P.P. / Dr. Serge Raynaud de la Ferrière).

La Astrología no es una cosa a la cual se cree o no se cree: ella ES. Es una ciencia que es preciso
estudiar y no rechazar o aceptar sin saber. Ella traspasa, por otro lado, el marco de la documentación
corriente al mismo título que un estudio científico, ya que ella propone un método práctico susceptible
de poder servirse a fines beneficiales para la evolución espiritual. Ella no existe como las matemáticas, la
geografía o la historia con un fin intelectual solamente, sino para establecer una base de conocimientos
por razones más elevadas (P. P. / Dr. Serge Raynaud de la Ferrière)

El hombre sólo realiza plenamente su Ser cuando se integra al Cosmos, para ello, le es
indispensable el conocimiento de la armonía entre el devenir astral, terrestre y humano.

Hasta ahora solamente hemos dado un vistazo a la Astrología Judiciaria, profana, que como hija
degenerada de la Astrología Religiosa se limita únicamente a preocuparse del individuo. No así esta
última, la Astrología Religiosa, que en cambio abarca los ciclos de la humanidad entera. La bóveda
celeste contiene todo el destino de la Humanidad. Basta con poder leer ese poema maravilloso. Desde la
antigüedad, la Ciencia de los Astros ha demostrado sus pruebas y no hay filosofías herméticas, sectas y
religiones, que no tengan bases sobre símbolos planetarios.

La Ciencia primordial que proporciona ese conocimiento necesario a la evolución es la


Cosmobiología, basada en Leyes Universales, en las correspondencias macro cósmicas y micro cósmicas.
Ella constituye una síntesis del Saber. Sus alcances y aplicaciones son ilimitados, puede decirse que
nunca se termina de aprender en su profundo y magnífico simbolismo.

Cada quien debe conocerse a sí mismo y realizar conscientemente la Misión que le corresponde.
Por lo tanto, encontrar la Verdad a través de esta Ciencia-Síntesis no es sólo un derecho sino que implica
también una gran responsabilidad, debido a su carácter Sagrado y a la posibilidad que ofrece al ser
humano de elegir un avance superior.

Cuando se ignoran las Leyes cósmicas, es muy fácil transgredirlas, alterando el equilibrio de la
naturaleza. De ahí todos los males y sufrimientos que afligen a la humanidad; por consiguiente, el
hombre de elevadas aspiraciones no puede sustraerse a la realidad de esta Vía de Sabiduría Universal,
inicio de su Verdadera Existencia.

El estudio de la Cosmobiología es pues, trascendental para todos los seres que evolucionan bajo
los imperativos cósmicos de esta Nueva Edad del Saber. Es por esto que, en los medios científicos, se
emplea el vocablo Cosmobiología.

Actualmente, a la Astrología se le conoce con el vocablo “Cosmobiología”, sustentado por el Dr.


S. R. De la Ferrière en sus obras “Los Grandes Mensajes” y Propósitos Psicológicos” y bajo este término la
definimos como la ciencia que estudia la acción de las corrientes del espacio sideral sobre las distintas
formas de vida, incluyendo al hombre en todas sus manifestaciones.

El Dr. David Ferriz en su libro “Teoría Científica de la Cosmobiología” nos dice: “Dadas la
características de esta Biocibernética Cósmica que constituye la Cosmobiología, es que hemos
emprendido la teoría científica de ella, iniciándola en su función social.”

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“Es como si penetráramos en el árbol de esta ciencia interdisciplinaria, de arriba hacia abajo,
desde los frutos de la investigación científica y de la función social y continuáramos hacia dos grandes
ramas dialécticas que las forman: las ciencias de aporte y las ciencias aplicadas y, por último, penetrar
hasta la savia de su raíz: La Matemática”.

Sus ciencias de aporte son: la Astronomía y la Astrofísica; sus ciencias demostrativas: la


Medicina, la Biología y la Sociología.

Función Social

Ciencias de Ciencias
Aporte Demostrativas

Astronomía Medicina
Astrofísica Biología
Astroquímica Sociología

M ATEMÁTICAS

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Historia de la Astrología
El inicio de la astrología es casi tan antiguo como el ser humano. Ya desde épocas muy remotas
se observó que los acontecimientos del cielo seguían un mismo patrón, las estrellas se movían en el
firmamento siguiendo un orden fijo, y los planetas giraban excéntricamente y casi en un mismo plano
sobre el fondo estelar. Resultó evidente que los planetas también tenían y seguían sus propias leyes, así
se diseñaron las primeras efemérides o tablas de los movimientos planetarios; las más antiguas que
conocemos datan de mediados del siglo VII a. C.

De Egipto, existen mapas estelares que datan del año 4.200 a. C. que se realizaron con fines
astrológicos y astronómicos ya que estas dos, hasta tan sólo hace unos 300 años, eran una misma cosa, y
la misión de las técnicas científicas era poder conocer o predecir las influencias de las fuerzas cósmicas
sobre la vida. Las pirámides de Egipto aún mantienen un puesto principal entre los ancestrales
observatorios astronómicos.

La importancia que el hombre primitivo dio a los movimientos del Sol, la Luna, las estrellas y los
planetas se refleja en el gran número de construcciones megalíticas que se realizaron. El monumento de
Stonehenge, en Inglaterra, es el más interesante. Los estudios realizados demuestran que su
construcción se inició hacia el 2.500 a.C. y constituye una prueba de los logros de los hombres de la Edad
de Bronce de Europa Occidental. Esta cultura aparentemente bárbara desarrolló un complicado método
de calcular un calendario de gran precisión que indicaba los solsticios y predecía los eclipses.

El tiempo y el calendario tuvieron capital importancia para la cultura maya. Poseían dos
calendarios, uno con el año solar de 365 días, que regía la siembra y otros asuntos domésticos; y otro de
260 días con fines rituales. Cada uno ligado a un complejo sistema astrológico que cubría todas las
facetas de la vida. Los sacerdotes - interpretes Mayas, como los aztecas, que más tarde adoptaron el
sistema Maya, sobresalieron como una poderosa jerarquía. Al quinto día de que ocurriera el nacimiento
de un varón los sacerdotes eran encargados de levantar el horóscopo del recién nacido y de predecir la
profesión que debería desarrollar en el futuro.

Los caldeos, para confeccionar su sistema cosmológico, utilizaron las doce constelaciones más
importantes, por las que el Sol y la Luna pasaban periódicamente y que constituyen los antepasados de
nuestro zodíaco. Durante siglos, toda observación astrológica permaneció ligada a la salida y ocaso de los
cuerpos celestes. Además existía un conjunto de 12 secciones denominadas casas. Fueron numeradas
desde el Este hacía abajo, en dirección contraria a las agujas del reloj y simbolizaban sectores de la vida
según el siguiente orden: 1ª Vida, 2ª Riqueza/Pobreza, 3ª Hermanos, 4ª Padres, 5ª Hijos, 6ª
Enfermedad/Salud, 7ª Matrimonio, 8ª Muerte, 9ª Religión, 10ª Honores, 11ª Amistad, 12ª Enemistad.

Los planetas fueron descritos de acuerdo con las casas que ocupaban y las distancias angulares
entre ellos e indicaban el tipo de influencias que iban a ejercer. La denominación de los signos zodiacales
fue apareciendo debido a las observaciones caldeas del firmamento.

Los nombres que propusieron los caldeos surgieron de sus preocupaciones cotidianas,
simbolizando la fusión de sus temores más inmediatos (toros, escorpiones, leones...). En un principio
designaron 36 estrellas, luego eligieron las 12 constelaciones más importantes que, más tarde, dieron
lugar al zodíaco Occidental al inicio de la cultura griega. Hasta mediados del siglo VII a.C. no hubo casi
cambios en la teoría astrológica, hasta que Kepler realizó los cálculos matemáticos de las órbitas
planetarias hace más de 350 años.

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Relación Cosmos - Hombre
Nuestros sentidos, lejos de estar perfeccionados, nos ponen en contacto con un Universo del
cual no conocemos objetivamente sino una mínima parte; sin embargo, todo ser viviente, aunque fuese
compuesto únicamente de una célula, recibe y emite ondas electromagnéticas y son las aglomeraciones
de éstas las que se manifiestan por los “sentidos”.

La célula puede ser considerada como un circuito oscilante microscópico, dotado de una longitud
de onda determinada muy corta.

Todos los seres vivientes son asimilables a circuitos oscilantes de muy alta frecuencia, ya que
están constituidos por células que forman a su vez oscilaciones elementarias; nuestros sentidos, gracias
a ese funcionamiento de las células, son “resonadores” de verdaderas antenas de percepción.

Las concentraciones de sales en el interior y en el exterior de las células, hace que exista una
diferencia de potencial eléctrico, que produce un campo electromagnético susceptible de resonar bajo la
influencia del campo magnético terrestre.

La Cosmobiología estudia los ciclos humanos, las predisposiciones y tendencias, las etapas de
éxito o de riesgo que uno pueda tener y se asienta sobre la compresión de las causas y los efectos. Es un
conocimiento eminentemente científico-espiritual y se proyecta sobre la base de las predisposiciones a
las que estamos sujetos, no las determinaciones.

NO ESTAMOS GOBERNADOS POR LAS ESTRELLAS, ELLAS PREDISPONEN, PERO SOMOS NOSOTROS LOS
QUE ESTAMOS EN CAPACIDAD DE DISPONER SOBRE NUESTRA PROPIA VIDA.

El eminente sabio francés Dr. Raynaud de la Ferrière dice: “que no todo lo que está escrito en la
bóveda celeste necesariamente tiene que suceder”.

Nos podemos aproximar en cuanto a la compresión de los fenómenos, pero la fuerza de


voluntad, el discernimiento y el factor mental del individuo puede mermar, equilibrar y, más aún,
superar nuestras limitaciones físicas, psicológicas, anímicas o kármicas. No podemos seguir siendo
esclavos del Karma.

La Cosmobiología es un conocimiento maravilloso que nos permite comprender el por qué de las
cosas, trabaja sobre la base de un reordenamiento para integrarnos al plan cósmico. Estudia los
principios naturales y la forma de armonizarnos con ellos e igualmente estudia el destino y el karma no
como una ley inevitable sino con la posibilidad de lograr (dentro de ciertos ámbitos) una modificación de
los mismos.

Así como existen las influencias de los planetas y de los cuerpos celestes, hay otro tipo de
influencias a las que estamos expuestos. TODO LO QUE TIENE VIDA TIENE SU PROPIO CAMPO
INFLUENCIAL; LOS MINERALES, VEGETALES, ANIMALES Y SERES HUMANOS CONSTANTEMENTE NOS
RELACIONAMOS, NOS INFLUIMOS.

La Cosmobiología estudia los principios que están presentes en todo el FENÓMENO VIDA, no se limita al
espacio estelar, es el estudio de la correspondencia entre el MACROCOSMO, o sea, El Universo y el
MICROCOSMO es decir, El Hombre. Nosotros somos parte del cosmos, pertenecemos a él.

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Tarea

Símbolos

Fuego Tierra Aire Agua

PALABRA
SIGNO CONSTELACION SÍMBOLO PLANETA SÍMBOLO PALABRA CLAVE
CLAVE
del
ARIES YO SOY MARTE VOLUNTAD
Cordero
del Toro TAURO YO TENGO VENUS AMOR, ARMONÍA
de los
GÉMINIS o YO PIENSO MERCURIO INTELECTO
Gemelos
del
CÁNCER YO SIENTO LUNA EMOCIONALIDAD
Cangrejo
del Leon LEO YO HAGO SOL INDIVIDUALIDAD
de la
VIRGO YO ANALIZO MERCURIO INTELECTO
Virgen
de la YO
LIBRA VENUS AMOR, ARMONÍA
Balanza EQUILIBRO
del
ESCORPIO YO DESEO PLUTÓN o TRANSMUTACIÓN
Escorpion
del
SAGITARIO YO VEO JÚPITER EXPANSIÓN
Centauro
del Macho
CAPRICORNIO YO UTILIZO SATURNO DISCIPLINA
Cabrio o
del
ACUARIO YO SÉ URANO ORIGINALIDAD
Aguador
de los
PISCIS o YO CREO NEPTUNO o PSIQUISMO
Peces

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