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FECHA DE REALIZACIÓN:
19 DE MAYO DEL 2020
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Introducción
A través del tiempo nuestra sociedad ha sufrido una serie de cambios que nos ha llevado
a experimentar la necesidad de modificar comportamientos previamente establecidos,
sin embargo, no estamos preparados.
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públicas y privadas de educación básica, lo que está arrojando problemas de distinta
índole de gran interés para los profesionales de la educación.
Ante estos cambios tan repentinos en nuestro país, los menores permanecen en sus
hogares encargándose de sus labores escolares apoyados de la campaña “Aprende en
Casa” propuesto por la Secretaría de Educación Pública, lo que para ellos y para sus
familias ha resultado difícil, por el hecho de no contar con los recursos materiales y el
apoyo de profesionales expertos en educación que los guíen en su aprendizaje mediante
métodos de enseñanza lo que genera altos niveles de estrés y/o ansiedad fomentados por
la condición de aislamiento social y los problemas a nivel familiar nuevos o
preexistentes.
Es relevante recordar que los humanos somos seres sociales y parte de nuestra
evolución está marcada por la convivencia con otros, este proceso de socialización se
inicia desde el nacimiento y progresa durante las fases del desarrollo. El aislamiento
social es definido por Gene, J., Ruiz M., Nuria, M., Oliveras L, y Jimenez E. (2016)
como la situación objetiva de tener mínimos contactos, con otras personas, quienes
pueden ser amigos, conocidos e incluso familiares; a lo largo de la historia la mayoría
de los estudios se han centrado en menores que han tenido un mínimo o nulo contacto
con iguales y el impacto en su desarrollo, pese a ello, la condición actual nos permite
realizar hipótesis acerca de las consecuencias psicológicas del aislamiento en niños y
niñas, el cual repercute en:
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planificar, iniciar, manejar su tiempo y concluir proyectos escolares sin la guía
de un adulto capacitado, lo que no solo les afecta a ellos, sino, también a los
padres de familia, quienes además expresan dificultades en el uso de
herramientas tecnológicas y plataformas y la falta de apoyo del profesorado y
capacitación del mismo.
2. El sueño: al no contar con una rutina previamente establecida los menores han
modificado sus horarios de alimentación, ocio y estudio, este último también
fomentado por la decisión de los docentes respecto a cómo, cuándo y mediante
que herramientas impartir clases desde la TV, servicios como Classroom, zoom
o el uso de redes sociales como Facebook, Twitter y WhatsApp, lo que ha
generado modificaciones en el hábito del sueño. Masalán, P., Sequeida, J. y
Ortiz, M. (2013) quienes se han centrado en la importancia y promoción del
sueño mediante la creación de programas educativos, afirman que las
alteraciones en el hábito del sueño conllevan a consecuencias significativas en
el cumplimiento de las tareas propias del desarrollo, en el mantenimiento del
bienestar físico y en las proyecciones de etapas futuras, lo que origina que el
rendimiento en la educación virtual o física se vea afectado.
3. Bienestar emocional: ante la poca información recibida por los menores a cerca
del suceso que se está viviendo por parte de sus padres y ante la propagación de
rumores acerca del virus, a nivel personal los niños y niñas están
experimentando altos niveles de estrés y/o ansiedad presentes a nivel
fisiológico, cognitivo y conductual, lo que se incrementa junto con la carga de
actividades escolares que son solicitadas a diario sin una guía profesional que
les ayude a “aprender”. Actualmente la OMS en conjunto con la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) han realizado guías de apoyo para docentes y
otros profesionales de diversas áreas, de los cuales pueden hacer uso los padres
de familia con la finalidad de apoyar a niños y niñas a identificar y canalizar sus
emociones, así como a expresar sus sentimientos respecto a lo que están
viviendo, infortunadamente estas guías no se consultan por quienes rodean a los
menores y no se hace el uso que debiese hacerse de ellas.
4. Bienestar físico: el cierre de parques, deportivos y en especial de escuelas
donde los menores reciben “educación física” un par de días a la semana
pudiera estar generando problemas de salud con consecuencias a largo plazo.
Recordemos que en 2019 México se mantuvo en el primer lugar mundial en
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obesidad infantil y fue uno de los principales aspectos a modificar en la nueva
escuela mexicana, con la finalidad de mantener la salud física de niños y niñas
recalcando la importancia que tiene la salud física para estos y su relación con
sus pares.
Es uno de los recursos humanos más importantes en este momento de la historia, quien
requiere centrar su atención en la evaluación de la experiencia del docente, el alumnado
y los padres de familia, para con ello crear planes de acción que a futuro permitan a los
participantes de la educación hacer uso de las herramienta innovadoras que permitan el
“aprendizaje a distancia”.
En nuestro país es momento de comenzar a estudiar la interacción entre pares por vías
alternas (redes sociales, plataformas de enseñanza, etc.) e identificar su impacto en las
relaciones sociales y a su vez en el aprendizaje.
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Inserción de nuevas herramientas de apoyo a la educación básica.
Se ha abordado el impacto del aislamiento social en los niños y niñas y el papel del
psicólogo en esta etapa que algunos líderes han llamado de “cuarentena” por lo que es
necesario centrarnos ahora en la aportación que pueden realizar los profesionales en
psicología escolar a profesores, alumnos y padres de familia.
Se deben ajustar las actividades y los sistemas de evaluación antes, durante y después de
estos periodos, lo que permitirá obtener mayor información y temas de investigación.
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capacidad de autorregulación que manifiestan los menores en nuestra sociedad es casi
nula, por lo que es necesario el apoyo de padres en el establecimiento de límites con la
finalidad de romper con los efectos negativos que esto causa en el rendimiento
académico.
Considerando que actualmente el internet coexiste al interior del hogar y la escuela, las
nuevas generaciones pueden hacer uso de este de forma adecuada, lo que posibilite la
oportunidad de estimular habilidades que mejoren su desarrollo integral. Realizar estos
planes de acción apoyará de forma personal a los involucrados permitiéndoles
decrementar sus niveles de estrés y/o ansiedad, estableciendo hábitos saludables que
mejoren su calidad de vida y a nivel escolar mejoraran el rendimiento de los estudiantes.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS