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Instituto de Educación Superior N.

º 28 "Olga
Cossettini”
Sede: Normal 1
Profesorado de Lengua y Literatura

 Trabajo: La casa de Bernarda Alba – Federico García Lorca


 Materia: Literaturas contemporáneas
 Profesora: Battaglia, María Gabriela
 Estudiante: Medina, Marianela

Año: 2023

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El pueblo de Bernarda Alba

El aire que rodea y atraviesa la casa de la gran matriarca produce una sensación

de ahogo y desesperación constante. Una radiografía de todos los pueblos. La obra

dramática de Federico García Lorca discute en la actualidad, aunque no lo parezca -

porque en sitios grandes como Rosario, Capital Federal o Córdoba Capital puede

parecer una exageración- con la realidad de todas las ciudades pequeñas.

El qué dirán, hasta el día de hoy tiene un peso esencial en las pequeñas

poblaciones. Las voces de los otros, el murmullo de los vecinos, los rumores de los del

barrio en los pueblos llevan, sin más ni menos, tal y como le sucede a Adela: a la muerte

misma, al destierro, al desaire de una familia, a perder trabajos, al declive económico,

entre otras circunstancias extremas. Las palabras de las malas lenguas -frase

fundamental en Bernarda Alba- conducen siempre a la tragedia.

Edgard Samper en su trabajo La figuración del espacio en La casa de Bernarda

Alba (1993), sostiene que ya el título de la obra representa no solo una topografía en sí

misma sino una didascalia que indica a los lectores o espectadores el lugar de la acción.

A mí parecer, a su vez simboliza una hipotiposis de las pequeñas ciudades. Lugares

donde las paredes dan la impresión de que no existen, que los vecinos tienen el lugar de

dioses que todo lo ven, que todo lo escuchan y -por supuesto- juzgan. Por ello mismo,

destaco, que la casa en sí misma dentro de la obra de Lorca resulta un personaje.

La casa de Bernarda Alba tiene voz, ojos, oídos, se viste con colores extremos

(blancos o negros), tiene leyes y tiene trampas, vacíos legales o puntos ciegos (el

corral). De modo, que la casa en sí resulta una prosopopeya. En este universo de Lorca

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las paredes de esa casa son capaces de unirse por la vergüenza, de dejarse llenar por el

sudor y el veneno de las lenguas de los vecinos.

Además, cabe señalar que -tal y como lo indica Edgard Samper- el imperio de

Bernarda Alba no es más que: “Una simple casa que es más linaje que habitación”. En

ella radican toda clase de costumbres y rituales que pasan de generación en generación,

la gran protagonista y antagonista de esta historia lo señala cuando afirma: “En ocho

años que dure el luto no ha de entrar en esta casa, el viento de la calle. Haceros de

cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas. Así pasó en casa de mi padre

y en casa de mi abuelo”.

Además, cabe destacar que las palabras ahogo y desahogo impregnan la casa

que se encuentra sumergida en un calor asfixiante a causa del verano y del encierro

impuesto por Bernarda. Samper explica que el único lugar que proporciona un desahogo

es el patio en donde los hombres pueden tomar limonada el día del entierro y donde la

madre de Bernarda Alba tiene permitido enloquecer con algo más de libertad.

A su vez, en relación a estos dos conceptos antes mencionado resulta interesante

resaltar el rol que ocupa la noción de agua dentro de la obra de Lorca. Es el mar, el

lugar ideal para María Josefa y para Adela. Es el río el que se la va a llevar a Adela si

sigue viviendo en desobediencia. Además, no es casual la muerte de esta última, es ella

la que decide ponerle fin a su vida a través del ahogamiento, es decir, agudizar del todo,

hasta la muerte, esa sensación de asfixia que a traviesa a toda la obra y por ende a la

casa.

No es casual pensar que esta casa puede simbolizar, también, una nación, un

país, un territorio que atraviesa un período de opresión (en este caso, tal y como, lo

indica Bernarda, durante varias generaciones). En el momento de su composición

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España comenzaba lo que más tardes se conoció como: La dictadura de Francisco

Franco, dictadura franquista, España franquista, régimen franquista o franquismo. La

cual se puede resumir en genocidio, represión política y exilio. En La casa de Bernarda

Alba habita una autoridad extrema y un terrorismo de estado que no deja siquiera

“respirar” a cada uno de sus integrantes. Tal y como Samper (1993) lo indica:

“La autoridad brutal de Bernarda se ejerce en medio de gestos violentos:

arroja al suelo el abanico redondo con flores rojas y verdes que Adela viene a

tenderle; golpea a Angustias, le quita violentamente el polvo que se ha puesto en

la cara y abofetea a Martirio después de la escena del retrato”. (pág:4)

En conclusión, se puede pensar que el espacio de La casa de Bernarda Alba es una obra

abierta, como señala Eco, cargada de múltiples interpretaciones y que se ajustan a los

diferentes sentires de los lectores y de sus contextos. A su vez, se destacar lo que

expone Samper para sintetizar y concluir su escrito: “Esta obra ofrece –tomo prestado

los términos de Roland Barthes- “una verdadera polifonía informacional (...), un espesor

de signos”.

Bibliografía

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GARCÍA LORCA, Federico. (2007) La casa de Bernarda Alba. Grafico. Buenos Aires,

Argentina.

SAMPER, Edgard. (1993) La figuración del espacio en La casa de Bernarda Alba.

Cuadernos del G.R.I.A.S – N°1.

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