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Fragmento 1
Sus hijas, que aparecen en este fragmento, son Amelia que quiere salir de la
casa y empezar una nueva vida; Martirio sigue las reglas porque lleva un abanico de
color negro, señal de respeto por el luto impuesto por la madre; Magdalena no era
feliz, ya que es maltratada durante toda la obra y la que más ha sufrido la muerte
de su padre “malditas sean las mujeres”; Adela es la hija más joven, esta se rebela
contra su madre y se niega al luto “tome usted. (le da un abanico redondo con
flores rojas y verdes)”. Por otra parte, hay otros personajes secundarios: La
Poncia (la criada principal y sabe todo lo que ocurre en la casa y todo lo que las
hijas pretenden esconder a Bernarda), la muchacha y la mujer 4º.
Por otra parte, entre los rasgos linguísticos se puede observar el uso del
infinitivo con valor imperativo "andar a vuestras cuevas!", que refleja el uso
coloquial, cercano a lo vulgar, que a veces se hacen las conversaciones de manera
espontánea. Entre las modalidades oracionales, abundan las oraciones imperativas,
presentes en la manera de hablar de bernarda, pero también en la de sus hijas,
acompañadas por exclamaciones"¡madre, no hable usted así!". Mientras que en el
nivel léxico-semántico destacan las palabras pertenecientes al campo semántico del
agua ("río","pozo","agua", "envenenada") o el campo semántico del hogar (*puertas",
"ventanas", "sala", "arco de la puerta"), ya que describen los dos espacios
exterior e interior.
Fragmento 2
Entre su producción literaria, cabe señalar que escribió poemarios donde une el
modernismo y la nueva era tecnológica, como Poeta en Nueva York; y poemarios
neopopularistas como Romancero gitano. Como dramaturgo su escritura se vio influida
por distintos estilos: vanguardista en Así que pasen cinco años, trágico en Bodas
de sangre y dramática en La casa de Bernarda Alba, terminada en 1936. Esta última,
no pudo ser representada en España debido a la Guerra Civil y a la censura del
franquismo, de hecho, su primera representación fue en 1945 en Argentina, gracias a
la labor de Margarita Xirgù, quien realizó el papel de Bernarda Alba.
En la obra la acción transcurre en una casa de una viuda, muy autoritaria, y madre
de cinco hijas, a las que impone un luto de 8 años. La hija más joven luchará por
su libertad y por sus derechos hasta llegar a un final trágico.
Por otro lado, en esta escena Bernarda manda a la Poncia a enterarse de lo que está
sucediendo fuera de la casa, al mismo tiempo entran Martirio y Adela, por lo que se
produce un enfrentamiento entre ambas, porque Martirio quiere contar que ha visto a
Adela con Pepe, y Adela en su defensa le dice que ella también podría hablar y que
no la moleste. La Poncia vuelve contando que la hija de la Librada, que es soltera,
ha tenido un hijo y de la vergüenza lo ha matado, por ello, todos la quieren matar
para que pague por lo que ha hecho.
La casa de Bernarda Alba es una obra literaria, ya que se desarrolla una historia
ficticia con un personaje elaborado, caracterizado por su connotación y simbolismo.
Es una obra dramática porque está creada con la finalidad de ser representada. El
diálogo es directo, debido a las intervenciones de los personajes, denominados
parlamentos; y presenta acotaciones, son palabras del autor de la obra, referentes
al desarrollo de la acción (decorado, iluminación...) y a los personajes (gestos o
movimientos que deben hacer). Las acotaciones se colocan entre paréntesis, por
ejemplo: "(Las Mujeres corren para salir.)", aquí se señala la acción de un
personaje; "(Fuera se oye un grito de mujer y un gran rumor)" ", aquí se mencionan
los ruidos dentro de la escena.
Por otra parte, dentro de los rasgos lingüisticos podemos observar el uso del
infinitivo con valor imperativo: "¡Acabar con ella...!", que refleja el uso
coloquial, cercano a lo vulgar, que a veces se hace en las conversaciones de manera
espontánea. Entre las modalidades oracionales, abundan las oraciones imperativas,
presentes en la manera de hablar del Bernarda, acompañadas por exclamaciones:
"¡Matadla!" Mientras que en el nivel léxico-semántico destacan las palabras
pertenecientes al campo semántico del ruido ("tumulto", "rumor" "voces") que se
usan para señalar las acotaciones de la escena.
Fragmento 3

Por otro lado, en la escena tras conocerse que Adela y Pepe están juntos,
Bernarda y las hermanas enloquecen contra Adela. Como respuesta, Adela se rebela
contra su familia, oponiéndose a cumplir las órdenes de su madre y defendiendo su
amor con Pepe. Finalmente, Bernarda furiosa intenta matar a Pepe con un disparo,
pero falla el tiro, Martirio le da a entender a Adela que Pepe ha muerto, y esta,
loca de amor se suicida. Al final, Bernarda intenta ocultar que su hija no ha
muerto virgen.
Con relación al análisis de los personajes, Bernarda, la madre, que representa las
convenciones morales y sociales más tradicionales: la autoridad y la opresión. Es
clasista, machista y dictatorial. Defiende la decencia y la honra y ejerce en su
casa el poder absoluto "¡Silencio! ¡las lágrimas cuando estés sola!;Nos hundiremos
todas en un mar de luto! [...] ¿Me habéis oído? Silencio, silencio he dicho.
¡Silencio!". Es un personaje represivo que impide la manifestación de sentimientos
de sus hijas. En este sentido, son muy significativas las palabras iniciales con
las que entra en escena y con las que termina la obra: "¡Silencio!". Cabe destacar
que se preocupa más de la opinión del pueblo sobre la virginidad de su hija que de
su propia muerte "Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen".
Por su parte, Adela ("de naturaleza noble"), es la más joven de las hermanas y
junto con la abuela María Josefa, encarna la rebeldía y la libertad. Se enfrenta a
su madre en múltiples ocasiones: desde las más ingenuas (abanico de flores y
colores, vestido verde...) hasta sus relaciones ilícitas con el pretendiente
"oficial" de Angustias y el desafio final que observamos en esta escena cuando le
rompe a su madre el bastón: "esto lo hago yo con la vara dominadora". Adela es,
esencialmente, el amor, actitud vital en todo Lorca, de tal manera que, si no hay
amor, la vida se trunca y la muerte es segura... Y así sucede con ella. En la
escena también aparece la Poncia, una criada que interviene en las conversaciones,
da consejos y advierte. Considera como suya la honra de la casa y, por ello, espía
a las hermanas e informa a Bernarda de las tensiones que se crean, aunque esta no
la cree.
La casa de Bernarda Alba es una obra literaria, ya que se desarrolla una historia
ficticia con un lenguaje elaborado, caracterizado por su connotación y simbolismo.
Es una obra dramática porque está creada con la finalidad de ser representada. El
diálogo es directo, debido a las intervenciones de los personajes, denominados
parlamentos; y presenta acotaciones, son palabras del autor de la obra, referentes
al desarrollo de la acción (decorado, iluminación...) y a los personajes (gestos o
movimientos que deben hacer). Las acotaciones se colocan entre paréntesis, por
estas sabemos que "Adela arrebata el bastón a su madre y lo parte en dos", que
suena un disparo o intuimos que Adela se ha ahorcado porque Poncia "se lleva las
manos al cuello".
Por otra parte, entre de los rasgos linguísticos se pueden observar el uso del
infinitivo con valor imperativo: "Descolgarla"que refleja el uso coloquial, cercano
a lo vulgar, que a veces se hace en las conversaciones de manera espontánea. Dentro
de las modalidades oracionales, abundan las oraciones exclamativas "¡Esa es la cama
de las mal nacidas!" todas ellas potencian la carga retórica del diálogo para
expresar la intensidad dramática y ponen de manifiesto la función expresiva del
lenguaje. Mientras que en el nivel léxico-semántico destacan las palabras
pertenecientes al campo semántico de la violencia (*sangre","muerte", "golpe",
"disparo", "martillo") que se usan para favorecer el carácter dramático.
Por último, cabe señalar el significado simbólico de los elementos reales (una de
las características de la Generación del 27) que potencian la emoción que quiere
transmitir la obra: la casa como una cárcel; el bastón, que representa la autoridad
de Bernarda; las campanas reflejan el cierre de la obra; la escopeta y el martillo
son objetos de metal que simbolizan la violencia y la muerte