3)Identifique 

los verdaderos intereses que se esconden

detrás de estos.

Un poco lo he venido mencionando en párrafos anteriores, el Estado (en

todas sus versiones) plantea el camino de independencia económica de la
actividad o todo aquello que no represente un costo político, se sabe
deficiente en lo que a la actividad se refiere, pero quitar esa máscara de
oxígeno en este momento, es terminar de sentenciar a muerte no solo a esa
parte de la economía sino también a todo lo que depende o se relaciona con
el sector. Para ser más preciso la discusión se vincula directamente con las
bases de la pirámide de Maslow, ya que ubica el reclamo de aquellas
necesidades indispensables y básicas para poder vivir, las necesidades
fisiológicas y las de seguridad y protección, por ejemplo todo lo que tiene
que ver con poder cubrir los haberes retrasados de alimentos, salud,
vivienda etc.
Por parte del sector transportista se puede advertir que solo desean cobrar
lo adeudado por el retraso, seguir funcionando y operando; a lo largo de
todos estos años se han sucedido conflictos similares no tan pronunciados
( son habituales) y no han sabido tomar nota de las implicancias a futuro
que el sistema de subsidios en momentos previos ya ofrecía
inconsistencias, al menos para posteriores reclamos se podrían haber
comprometido en la verdadera mejora de las unidades; tampoco es menos
importante señalar que algunas de las empresas afectadas al sector se hallan
concursadas, hecho por el cual no se pueden despegar del todo del ala
interestatal; Jugó en contra que muchas empresas dada su realidad no
pudieron pensar en mejorar sus condiciones de servicio; algo de que lo se
valieron en el concejo capitalino para rechazar los pedidos de aumento del
boleto, por promesas que no se cumplieron en su momento a cambio de
aumentos importantes en la tarifa de los viajes en aquellas épocas.

Por último el usuario común que entiende la problemática del sector y que
encuentra razones en el concejo por la promesa de cambio de unidades, que
no se hicieron; el ciudadano de a pie que entiende que el boleto es caro en
relación, no solo con el servicio (asientos rotos y muchas veces con
pérdidas y olor a combustible o aceite quemado en sus interiores, además
viajar hacinados por falta de unidades) sino también con prestaciones que
se prometieron cumplir (además de las nuevas unidades) y no se
efectivizaron nunca, como equipamiento de aire acondicionado en verano y
calefacción en invierno. Estos últimos solo se pudieron cumplir en algunos
servicios diferenciales de algunas, muy pocas empresas de transporte. Todo
ello para poder explicar que el interés del usuario más allá de la

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normalización del servicio también está vinculado a mejoras sabiamente
refrendadas por el concejo; desde el aspecto nacional, ese que nos envuelve
a todos, tiene que ver con poder cerrar los números para que en el marco de
las dificultades que todos atravesamos, este servicio esencial pueda hacer
base hasta que nos encontremos en un lugar, cuya perspectiva nos permita
mirar en grande hacia expectativas más concretas en el orden resolutorio.