1-Reflexionemos sobre nuestra forma de tomar decisiones. Este ejercicio
está basado en la propuesta de G. Bertolotto para trabajar el diseño de objetivos, a partir de los estudios de R. Bandler, Si no decidimos nosotros, otro lo hace por nosotros. La vida es elección y ya hemos visto que no existe la decisión ideal, porque en todas hay incertidumbre, y cualquiera que tomemos tendrá ventajas e inconvenientes. Pero sí podemos aprender a tomarlas con mayor eficacia y con mejores resultados. Lo primero, ya vimos es conocernos a nosotros mismos y así podrás tomar la decisión más acorde a tus necesidades, la que te proporcionará una sensación mayor de serenidad y de acierto. Por eso nuestro primer paso será poder conocer qué es lo que quiero y qué es lo que no quiero en mi vida. Complete en el siguiente cuadro con cuatro casillas, escribiendo en forma concreta y sencilla en ellas, tomando el tiempo para pensar sobre el contenido de cada una.
1ª Casilla: lo que sí quiero y sí tengo.
Quiero y poseo salud, trabajo, hogar, alimentos, afectos, familia, medios para sostener y promover lo precedente, pasión por mis actividades y responsabilidades, sentido por el trabajo, sus éxitos y sus derrotas, valor por cualidades propias y respeto por el mérito ajeno, compromiso por las posiciones asumidas, perspectivas con la materia prima de mis capacidades, ideales o principios de vida, que me otorgan un rol que se puede integrar a la sociedad actual; medios materiales para la subsistencia que se interrelacionan con las demandas y ofertas actuales.
2ª Casilla: lo que sí quiero y no tengo.
Quiero y no tengo tiempo, no me refiero al tiempo por vivir sino del tiempo vivido; afectos que han partido, ilusiones de otras etapas de la vida; aspecto físico también por el paso del tiempo, que se traslada no solo a la imagen propiamente dicha sino las aptitudes de un cuerpo más joven; quiero y no poseo la certeza del momento presente y el detalle del momento futuro; la pureza las emociones pasadas y el mérito conseguido en otrora territorio desconocido.
3ª Casilla: lo que no quiero y sí tengo.
Tengo y no quiero prejuicios fundados en situaciones pasadas como correlato para imputaciones presentes; asimismo me encuentro muchas veces condicionado por la experiencia que frustró o potenció mi realidad, como brújula de las decisiones tomadas y no en virtud de un análisis objetivo de la decisión a tomar. Cansancio en muchas ocasiones por circunstancias que en otra época eran solo una nube pasajera del momento, ese cansancio incide en la toma de decisiones desde el aspecto asertivo para su posterior resolución.
4ª Casilla: lo que no quiero y no tengo.
No tengo ni quiero problemas relacionados con aspectos coyunturales, es decir si tengo que enfrentar alguna situación ríspida, que al menos sea una situación que contenga elementos por los que valga la pena el esfuerzo de poner sobre la mesa posiciones antinómicas, ya que en el extremo de las posiciones es más fácil advertir lo que verdaderamente está en juego; no quiero y no tengo conceptos de las circunstancias actuales de vida definitivos, como tampoco a medio formar en lo que hace a la toma de decisiones; siempre antes de cada decisión me informo al máximo pero no de modo terminante.
2- Responda de manera breve
¿Qué casilla le ha costado más? Me costó más resolver la última casilla, debido a que me obligó a adentrarme en lo negativo, es decir a lo que no quería y no tenía; hecho que probablemente sucede a diario y en la mecánica asertiva de mi manera de resolver los problemas, directamente o mecánicamente la paso por el filtro de lo que tengo y puedo hacer; tengo la impresión que no es muy útil detenerme en los no-no de la vida, más bien me detengo en los sí-sí; en los sí-no y en los no-sí; desde esta perspectiva que señalo de carácter personal puedo decir que me ha llevado un tiempo distinto del resto de las casillas. ¿Cuál ha sido más fácil? En relación con la más fácil, por simple oposición ha sido la primera casilla, me resultó sencilla la simple enumeración e incluso me permitió pasar desde el plano material de lo tangible y comprobable - como el aspecto pecuniario - a lo intangible de carácter moral y fundamental para el momento de la toma de las decisiones. ¿Son todos los contenidos del mismo peso? En la enumeración puedo advertir que la primera casilla posee más vigor al momento de cotejarla o pesarla en función de sus cualidades; sin embargo, el peso habrá de relativizarse al momento de entrar en acción con los contenidos de las otras casillas, con esto quiero decir que si bien la primera casilla actúa como motor en lo que hace a la toma de mis decisiones, en determinadas circunstancias en las que actúan las otras casillas, estas últimas ganan preponderancia por el espacio de tiempo en el que tienen vigencia. ¿Hay alguno más relevante para su vida?, ¿en qué casilla está? Partiendo de la dupla de las combinaciones en este caso los sí-sí, encuentro en la primera casilla elementos relevantes en mi vida, dados por todo lo que tiene que ver con la posibilidad de pasar al plano de la acción con virtudes o principios que suelen ser disparadores para poder adentrarme en el mundo de la toma de decisión, es decir todo lo que tiene que ver con el valor propio que le asigno a mis desafíos desde las responsabilidades pero también desde la pasión por resolverlas. Sintetizar brevemente las conclusiones al leer nuevamente el contenido. La teoría de la decisión implica analizar desde sus aspectos descriptivos y conceptuales sus alcances; partiendo desde la óptica que la teoría en su definición debe resolver entre dos o más alternativas se subclasifican de acuerdo a lo que se espera de ella sobre bienes inconmensurables, bajo situaciones impredecibles, intertemporales y sociales que afectan a un grupo determinado de personas; en relación con sus modelos a seguir están los que se hallan con certeza, con incertidumbre estructurada y no estructurada; la teoría reconoce etapas en las que se identifica y se diagnostica, en las que se generan soluciones alternativas; mejores maneras de ser resuelta y evaluaciones, para concluir la implantación de la decisión más conveniente; sus componentes son: información, conocimiento, experiencia, análisis y posterior juicio; sus características tienen que ver con la posibilidad de ser reversibles, su impacto y la calidad de periodicidad. Desde el punto de vista de la toma de decisión sus enfoques pueden ser optimista, conservador e intermedio del costo de oportunidad entre ambos. En la contribución desde la influencia moral de la construcción de las decisiones observamos a Sartre, Kant, Hume y Bentham; por otro lado se menciona las trampas psicológicas, las fundadas en el costo no recuperable, la trampa de la confirmación, del exceso de confianza, de planteamiento, de no recordar bien, de la prudencia y por último de ver pautas donde no las hay, para concluir en la descripción del árbol de la decisión constituido por el nodo de decisión, el de la probabilidad, su rama, ventajas y desventajas del mismo. ¿Descubrió algo que le llama la atención? En la confección del trabajo y la composición de las cuatro casillas, pude advertir que mis motivaciones tuvieron una marcada influencia moral tomada en el aporte de Sartre y la prevalencia de mis principios sobre los sentimientos, en lo motivacional por encima del resultado para finalmente encontrar una paridad entre lo individual y lo social; igualmente advertí rasgos existencialistas en la conformación de mis decisiones; elementos de la deontología, pero fundamentalmente utilitaristas. Probablemente la sorpresa como llamado de atención, tiene que ver con la utilización de ciertas herramientas desconocidas en la precisión de la toma de decisiones y que producto de una formación humanista las he incorporado parcialmente y de manera no identificada de forma efectiva.