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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA

CURSO: MEDICINA QUIRURGICA I

INFORME
HERNIAS INGUINALES Y ABDOMINALES

Autores:

Barreto Cervantes Carlos Humberto


Chapoñan Mariños Manuel
Cajusol Suclupe Víctor Hugo

CICLO:
IX

SECCIÓN:

D
Docente de la Asignatura:

Dr.Carlos Enrique Cotrina Romero

Pimentel – Perú
2022

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES 1


ÍNDICE
Índice ............................................................................................................... 2
I. INTRODUCCIÓN .......................................................................................... 3
II. MARCO TEÓRICO ...................................................................................... 7
II.1. ASPECTOS GENERALES ..................................................................... 7
II.1.1. Historia ................................................................................................. 7
II.1.2. Definición ............................................................................................. 7
II.2. COMPÓNENTES HERNITARIOS .......................................................... 9
II.3. TIPOS DE HERNIAS ........................................................................... 11
II.3.1. HERNIA INGUINAL ............................................................................ 11
II.3.1.1. Anatomía ....................................................................................... 11
II.3.1.2. Fisiopatología ................................................................................ 11
II.3.1.3. Epidemiologia................................................................................ 11
II.3.1.4. Etiología ........................................................................................ 11
II.3.1.5. Manifestaciones clinicas ............................................................... 11
II.3.1.6. Complicaciones ............................................................................. 11
II.3.1.7. Diagnostico ................................................................................... 11
II.3.1.8. Tratamiento ................................................................................... 11
II.3.2. HERNIA UMBILICAL .......................................................................... 11
II.3.2.1. Aspectos generales....................................................................... 11
II.3.2.2. Anatomía, embriologia y etiopatogenia ......................................... 11
II.3.2.3. Epidemiología ............................................................................... 11
II.3.2.4. Clinica y Diagnostico ..................................................................... 11
II.3.2.5. Evaluacion preoperatoria .............................................................. 11
II.3.2.6. Tratamiento quirúrgico .................................................................. 11
II.3.2.7. Complicaciones ............................................................................. 11
II.4. FACTORES DE RIESGO PARA LA PRESENTACION DE HERNIAS 11
III. CONCLUSIONES ..................................................................................... 17
IV. RESULTADOS ......................................................................................... 22
V. ANEXOS .................................................................................................... 22

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I. INTRODUCCIÓN

Las hernias, patologías espontaneas en las que acaece la salida de

contenido de un espacio orgánico o cavidad hacia afuera o exterior,

son muy comunes de evidenciar en la práctica clínica son las de la

pared del abdomen. Probablemente estas sean tan antiguas como la

historia misma, hallándose un registro histórico sumamente vetusto en

el que se retrata un evento hernitario que se ha remontado a 1550

a.C., se trata del “Papiro de Ebers”, en donde se describe a una hernia

inguinal (1,2,3).

Ya desde aquella época entonces, se evidenciaba a las hernias

seguramente como un problema común, lo que hoy por hoy, se

extrapola a la actualidad, en la que esta clase de enfermedades son

usuales, constituyendo un problema de salud pública y comunitaria.

Es en virtud de ello, que es relevante y menester que se conozca e

identifiquen los aspectos asociados y que condicionan el desarrollo de

este tipo de enfermedades, la finalidad perseguida es que puedan

prevenirse, sobre todo en los grupos poblacionales y etarios que

mayor vulnerabilidad presentan a desencadenarlos.

La presente investigación se justifica en la necesidad de que informe

sobre el problema real de las hernias y epidemiológicamente de la

cantidad con la que ocurren estas enfermedades, lo que hace posible

comprender lo importante que resulta la comprensión de este tipo de

males en el ámbito médico, la práctica clínica y áreas de cirugía. Con

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esto, la presente investigación brinda una importante visión al

proporcionar indicadores epidemiológicos y desarrollar aspectos

fundamentales en aras del entendimiento de las hernias. Asimismo,

posee una importancia social y sanitaria, ya que ayuda a los

profesionales en la medicina a disponer de datos e información precisa

para desarrollar y plantear programas abocados a la promoción y

prevención de las hernias, medidas orientadas a reducir los factores

etiológicos y de riesgo que predisponen el surgimiento de esta clase

de lesiones. Aunado a ello, demuestra lo trascendental de

preocuparse por los cuidados y atención que en ciertos grupos etarios

se debe tener en algunos grupos etarios identificados, y con esto,

evitar que surjan a posteriori, complicaciones, cuyos costes para los

sistemas de salud resulten más elevados y conduzcan a la saturación

de los servicios sanitarios.

El objetivo de estudio general es: Analizar el problema de las hernias

inguinales y umbilicales desde una perspectiva quirúrgica y pública

según la literatura disponible del último lustro.

El problema de investigación es: ¿Qué nos relévela la literatura

disponible en los últimos cinco años con respecto a las hernias

inguinales y umbilicales desde una perspectiva quirúrgica y publica?

En cuanto a la metodología utilizada, el tipo de investigación es

descriptiva, porque se evoca a detallar aspectos generales sobre las

hernias de tipo inguinales y umbilicales de acuerdo a la literatura

disponible de los últimos cinco años; y explicativa, porque en el

contenido, se especifican, explican posturas de distintos autores,

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anatomía, fisiopatología, epidemiología, etiología, manifestaciones

clínicas, complicaciones, diagnóstico y tratamiento de las clases de

hernias especificados. La búsqueda bibliográfica, se llevó a cabo

recurriendo a las bases de datos científicos, las cuales son

reconocidas por su prestigio y calidad de información científica, ello

con la finalidad de que la información que se recopile en estas páginas

sea de gran calidad y veracidad científica, de las cuales se

seleccionaron, de 325 resultados iniciales, finalmente, 13 fuentes; 8, 3

y 2 materiales audiovisuales, artículos científicos y libros de

academias medicas como QxMedic y Villamedic, SciELo y Pubmed, y

libros médicos, respectivamente. Todos ellos pertenecen a una

antigüedad no mayor de 5 años. La selección se hizo siguiendo un

análisis de artículos recuperados considerando la temática en estricto

rigor e importancia, descartando aquellos que desvariaban y se

alejaba el contenido de lo que se deseaba investigar.

Este trabajo se estructura en aspectos preliminares: caratula, índice e

introducción. Marco teórico, dentro de los que incluyen los siguientes

puntos: Aspectos generales, dentro de los cuales se aborda la historia

y definición; Componentes Hernitarios; Tipos de Hernias, entre las que

se aborda la hernia inguinal y umbilical, de las cuales se desarrolla su

correspondiente anatomía, fisiopatología, etiología, manifestaciones

clínicas, complicaciones, diagnóstico y tratamiento; y, Factores de

riesgo para la presentación de hernias. Por último, los componentes

finales, en los que están inmersos: conclusiones, referencias y anexos.

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El autor.

II. OBJETIVOS:

II.1. Objetivo general:

 Analizar el problema de las hernias inguinales y umbilicales

desde una perspectiva quirúrgica y pública según la literatura

disponible del ultimo lustro.

II.2. Objetivos específicos:

 Definir a las hernias inguinales según la literatura disponible del

último lustro.

 Explicar los tipos de hernias inguinales y umbilicales de

acuerdo a la literatura disponible en el último lustro

 Describir y valorar las técnicas quirúrgicas en las hernias

inguinales según la literatura disponible del último lustro.

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III. MARCO TEÓRICO

II.1. ASPECTOS GENERALES

II.1.1. Historia

El registro histórico más antiguo que se tiene sobre un evento

hernitario se remonta a 1550 a.C., específicamente

contemplado en el “Papiro de Ebers” en donde se describe a

una hernia inguinal (1).

La historia de la medicina describe a los egipcios como la

cultura más antigua en mejorar la cirugía y la medicina que

los babilonios habían desarrollado, consiguiendo progresos

notables en las hernias con vendajes (1).

Los griegos, incluyéndose en los años 460 a 377 a.C a

Hipócrates y a 129 a 200 d.C a Galeno, no sobresalieron en

el estudio de las hernias, a excepción de Heliodoro que vivió

100 a.C, siendo el primero en realizar una cirugía y operando

una hernia que lo describió Celso entre los años 25 a.C y 50

d.C, este último no siendo médico (1).

Existieron importantes cirujanos Bizantinos entre los años 400

a 450, 502 a 575 y 625 a 690 correspondientes a Oribasus,

Actius y Paulus de Aegina, respectivamente; seguidores de

los postulados de los tratamientos quirúrgicos de las hernias

de Celso (1).

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Albucasis entre los años 936 y 1013 fue uno de los más

prominentes cirujanos de origen árabe, implemento la

cauterización para los sacos hernitarios asociado a castración

(1).

En la Edad Media surgen grandes cirujanos como Guido

Lanfranc entre los años 1250 y 1375, sus discípulos Henri de

Mondeville y Guy de Chauliac de los años 1260 a 1368 y 1298

a 1368, respectivamente, que favoreció la terapia

conservadora de las hernias inguinales (1).

En el renacimiento, Ambrosie Pare, entre los años 1510 y

1590 fue un notable cirujano que preconizo la utilización de

bragueros para manejar las hernias de tipo estrangulados.

Sir Percival Pott en 1757 describió la fisiopatología de las

estrangulaciones en las hernias y recomendaba su terapia

mediante cirugía (1).

Antonio de Gimbernat, un cirujano y anatomista, considerado

como uno de los padres de la cirugía moderna de las hernias

inguinales, describía en sus escritos el ligamento al que se le

dio su nombre y las asociaciones con el anillo interno inguinal

entre 1734 y 1818 (1).

En 1768 y 1841, Astley Cooper describía a las fascias

cremasterianas y transversalis y el ligamento pectíneo que

ahora se le conoce como ligamento de Cooper; fue el primer

personaje histórico que comprendió el papel del tejido

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conjuntivo en la pared abdominal en el tratamiento y origen de

las hernias (1).

Entre 1759 y 1816, específicamente en 1814 se describió al

tracto ileopubico y al triángulo de Hesselbach, precisamente

por el propio Franz K. Hesselbach. Mientras tanto, Cooper

aceptaba que esta zona era débil y era por donde ocurría

protrusión de las hernias directas (1).

En 1790 y 1883 se describía el proceso vaginal, un relevante

hallazgo que explicaba la patogénesis de las hernias

inguinales directas, esto de parte de Jules G. Cloquet. En

1814, Scarpa describía a las hernias deslizadas (1).

Henry Marcy, que vivió entre 1837 a 1924 detallo cirugías para

las hernias, en ellas se reduce el saco, sin que se abra, esto

por sobre el anillo superficial inguinal, que a posteriori

requiere de suturas y cerrado (1).

En 1884, Edoardo Bassini realiza por primera vez una cirugía

en la que se reconstruye de forma anatomía el canal inguinal.

William S. Halsted, entre 1852 y 1922, en Estados Unidos

introducía dos variantes nuevas para las técnicas de

herniorrafía, que se conocen como Halsted I y II (1).

La herniorrafía con laparoscopia fue introducida a final de los

años 80´s y 90´s; además de que actualmente se describen

diversas técnicas de mucha utilidad con múltiples variaciones,

lo que indica que las opciones terapéuticas quirúrgicas son

muy diversas (1).

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II.1.2. Definición

Etimológicamente la palabra hernia deriva de dos idiomas, el

latín y el griego. En el caso del primero, es proveniente de un

vocablo antiguo que traducido significa ruptura; mientras que,

para el segundo, procede de dos términos, uno es “hira” y el

otro es “epivos”, que significa “intestino” y “excrecencia o

brote” (1,2,3).

A partir de ello, puede definirse entonces a las hernias como

unos defectos adquiridos o naturales que ocurren

frecuentemente por contenido intraabdominal que se cubre

por el peritoneo parietal. Los defectos podrían ser primarios o

secundarios (1,4).

Los diccionarios médicos, por su parte, describen a las

hernias como espontaneas salidas de contenido de un

espacio orgánico o cavidad hacia afuera o exterior. Pese a

que hay hernias discales y musculares, las que son más

comunes de evidenciar en la práctica clínica son las de la

pared del abdomen (1,5).

En resumidas cuentas, las hernias son definidas como la

salida de un contenido, usualmente intraabdominal por un

orificio natural (1,2,3,4,5,6) (Ver Figura 01).

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II.2. COMPONENTES HERNITARIOS

Lo antes mencionado define a las hernias con tres componentes:

 Anillo: o anillo herniario, es la zona por la que sale la

protrusión, constituye la pared, el defecto (1,4,5,6,7,8)

 Saco: o saco herniario, componente de lo que sale, si este

se acompaña con parte de un órgano se les denomina como

hernia deslizada. Se trata del peritoneo parietal que, por el

defecto, se va a introducir (1,2,4,5,6,7,8)

 Contenido: lo que sale, son las vísceras o estructuras

dentro del abdomen que van a ocupar el saco de la hernia

(1,4,5,6,7,8)

II.3. TIPOS DE HERNIAS

II.3.1. HERNIA INGUINAL

Las patologías de este tipo son sumamente frecuentes en

todo el planeta, no siendo la excepción nuestra nación, Perú

(3,4).

Se ha estimado en el mundo, que son más de 10 millones las

operaciones de esta clase de hernias anualmente

(1,4,5,6,7,8)

Solamente en nuestra nación, Perú, entre los años de 2018 y

2019 se practicaron más de 50 mil de estas intervenciones.

Se estima entonces, que son alrededor de 25 mil cirugías de

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esta clase por año las que se practican. Por lo tanto, se trata

de una patología frecuente. Siendo estas más prevalentes en

los hombres que en las mujeres, con una proporción de 9:1;

esto se debe a que descienden los testículos desde el

mesonefro durante la vida embrionario, hasta la postura extra

abdominal de los adultos, en las bolsas del escroto (3,4,7,8,9)

Las hernias inguinales son las más recurrentes

independientemente de la edad o el sexo, con una proporción

que alcanza entre un 60 y 70% (3,4,5,8)

Las hernias inguinales, son capaces de tener diversas

maneras de presentación (3,4,5,8), siendo estas:

 Asociadas a otros defectos herniarios (incisiones,

femoral y umbilical) o únicos (3,4,5,8).

 Recidivada o primaria (3,4,5,8).

 Bilateral o Unilateral (3,4,5,8).

 Indirecta, directa o mixta (llamado también en pantalón)

(3,4,5,8).

 Hernias inguinales indirectas

Son generados cuando el epiplón, intestino u otro órgano

intraabdominal es sobresaliente por medio del anillo

profundo inguinal que es descendiente en el interior de la

continua cubierta peritoneal de un conducto permeable

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peritoneovaginal, que respecto al cordón espermático es

anteromedial (3,4) (Ver Figura 03).

Si los tejidos se hernian por medio de una abertura

pequeña, se puede quedar atrapado allí. En los casos de

gravedad, el atrapamiento podría reducir o quitar que se

suministre sangre a los intestinos (hernias estranguladas)

y generar perforación intestinal y necrosis tisular. Es

improbable que las hernias inguinales generen dolores

intensos a menos que se generen estrangulamientos

(3,4,5,8)

Pese a que son un tanto infrecuentes, los

estrangulamientos constituyen una emergencia médica.

No obstante, se han descrito que las complicaciones de

gravedad son inusuales, una tasa que ronda menos del

3% de todos los casos, de acuerdo a como se describe

en la literatura (3,4,5,8)

 Hernias inguinales directas

Esta clase de hernias sobresalen de manera directa por

medio de la pared posterior inguinal. Estas se diferencian

de las hernias indirectas porque medialmente sobresalen

de los vasos epigástricos inferiores y no se asocian a

conductos permeables peritoneovaginales (3,4,5,8) (Ver

Figura 04).

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Así pues, es relevante, destacar las diferencias entre las

hernias inguinales directas e indirectas (Ver Figura 05).

Además de las hernias inguinales de tipo directas e indirectas,

de acuerdo a Gilbert y con modificación de Rutkov y Robbin,

se añaden otros tipos de hernias inguinales (Ver Figura 06).

También, Nyhus ha clasificado a las hernias inguinales en

varios tipos (3,4) (Ver Figura 07).

En las diferentes etapas vitales existen incrementos de la

frecuencia para presentar esta clase de hernias (3,4,5,8)

Así pues, en los adultos mayores, se aprecia un incremento

de la frecuencia de estas patologías, en el caso de ellos,

intervienen las alteraciones del colágeno y el envejecimiento,

con más probabilidad de que cursen con hernias de tipo

directa, y la alteración de la pared posterior (3,4,5,8)

En los adultos jóvenes, se evidencia un incremento en la tasa

de incidencia de las hernias indirectas (3,4,5,8)

En los neonatos, se observa también otro aumento en la

frecuencia de estas, concretamente de las hernias indirectas,

ello debido a que persiste el conducto peritoneo vaginal

(3,4,5)

II.3.1.1. Anatomía

La zona o región inguinal posee variaciones de acuerdo al

sexo (3,4)

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La pared anterior abdominal se encuentra constituida por

dos músculos largos (recto abdominal izquierdo y derecho)

sumado al piramidal (es inconstante y de ínfima

importancia) y de tres músculos oblicuos: oblicuo

transverso, interno y externo (3,4,5,8)

A nivel inguinal se posee un conducto inguinal, que se crea

en el varón cuando ocurre el descenso de los testículos,

desde su postura intraabdominal hasta la zona escrotal

(3,5)

Sus límites anatómicos son controversiales, de acuerdo a

la literatura anatómica, se considera:

 Orificio profundo inguinal, que se crea por

eversión del peritoneo (3,6).

 Orificio superficial inguinal, que se crea cuando

ocurre la separación de las fibras correspondientes

al musculo recto, creándose los pilares posteriores,

externos e internos del conducto inguinal (3,4,5,8)

La pared posterior se halla conformado por la fascia

transversales, reforzado por las inserciones del tendón

conjunto (se halla en porcentaje bajo poblacional) y del

musculo transverso, además de por la cintilla iliopubiana.

El triángulo de Hesselbach, es correspondiente a una

porción de la pared posterior, sin que haya refuerzos (en

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donde emergen las hernias directas inguinales, es una

zona débil) en los que hay límites, por la zona inferior, el

ligamento inguinal; a lateral, los vasos epigástricos; y hacia

medial el borde externo de la vaina del correspondiente

recto (3,4,5,8) (Ver Figura 08).

Hacia la región superior poseemos las fibras arciformes del

oblicuo transverso e interno. En los varones, el contenido

es el cordón espermático, que se conforma por un

deferente conducto, arterias, venas e irrigación linfática

sumado a nervios de las ramas genitales, iliohipogástrica e

ilioinguinales, sumado a las ramas genitales del genito

femoral y las fascias cremasterianas con el musculo

cremáster (3,6) (Ver Figura 09).

En las mujeres, hallamos el ligamento redondo que se

acompaña de los nervios antes mencionados (3,4).

Resumiendo, el apartado correspondiente a las

consideraciones anatómicas, tenemos que tener en cuenta

los siguientes aspectos:

Elementos del cordón:

 Mujeres: similares a los de los varones, pero no

poseen conductos deferentes. Se le añade el

ligamento redondo (3,4,5,8)

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 Hombres: Músculos cremasterianos, rama genital del

genitofemoral, iliohipogástrico, ilioinguinales, nervios

y vasos, conducto deferente (3,4,5,8)

Límites del conducto inguinal:

 Pared superior: Musculo transverso y oblicuo interno

 Pared posterior: Triangulo de Hesselbach, cintilla

iliopubiana y fascia transversalis (3,4,5,8)

 Piso: ligamento inguinal (3,4,5,8)

 Pared anterior: Musculo oblicuo externo y

aponeurosis (3,4,5,8)

II.3.1.2. Fisiopatología

El elemento más relevante del conducto es la pared

posterior correspondiente a la zona inguinal, esto por

razones quirúrgicas y anatómicas. Se encuentra

conformado, de acuerdo a como mencionábamos antes,

principalmente por la fusión de la fascia transversalis y la

aponeurosis del transverso abdominal en un 75% de los

individuos, mientras que solamente por la fascia

transversalis en un 25% de los pacientes, si dicha capa se

preserva intacta no hay posibilidad de que haya formación

hernitaria. Es por esto que dichas reparaciones se hallan

fundamentados en reparos para dicha capa en cuestión. El

orificio miopectíneo es descrito anatómicamente como un

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arco osteomuscular que se divide por el ligamento inguinal

y atraviesa los el cordón espermático o ligamento redondo

y los vasos femorales, sellando en su superficie interna con

la fascia transversalis, dicha integridad está asociado con

la fuerza de la fascia transversalis. Las hernias ocurren

cuando el saco del peritoneo o peritoneal protruye por

medio del orificio de Fruchard o miopectíneo

(3,4,5,8,9,11,12).

El ligamento inguinal por medio de su inserción en el

pectíneo divide su orificio es capaz de separar a las hernias

femorales de las inguinales, además de que definen el

borde medial correspondiente al orificio del canal femoral.

Ocurre un déficit en el mecanismo obturador cuando se es

adoptado una postura de locomoción o de pie, ya que es

considerado que esto ha generado que se distienda la zona

inguinal con la complicación de que se reduce la eficacia

mecánica del mencionado mecanismo (3,4,5,8,9,11,12).

Las hernias inguinales indirectas se van a formar cuando

sucede la persistencia del proceso vaginal, si incrementa el

volumen, paulatinamente destruye la pared posterior

inguinal (3,4,5,8,9,11,12).

Las hernias inguinales de tipo directa se suscitan de

manera adquirida, teniéndose de fondo un componente

genético congénito (3,4,5,8,9,11,12).

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Las fuerzas de la pared posterior inguinal son

proporcionales al número de fibras aponeuróticas que

tiene. Por ello, los casos en los que esta clase de hernias,

ellos disponen de una cantidad escasa de fibras de

aponeurosis (3,4,5,8,9,11,12).

Las hernias curales van a deberse a un agrandado anillo

crural que se agranda, sumado a las fuerzas que causan

dilatación de la grasa preperitoneal por los picos de presión

incrementada intraabdominal mente, con el pasar del

tiempo ocurre un arrastre que trae consigo al divertículo

peritoneal, conforme a como seria el anillo crural que cursa

con dilatación hacia la parte interna, estrechando la

inserción de la pared posterior inguinal en el ligamento de

Cooper (3,4,5,8,9,11,12).

II.3.1.3. Epidemiología

 El 75% de las hernias suceden en la zona inguinal

(3,4,5,11,12).

 La asociación de las hernias inguinales indirectas /

hernias inguinales directas: 2:1 (3,4,5,11,12).

 La relación entre el hombre respecto a las mujeres: 7:1,

algunas fuentes literarias aseveran que es 9:1

(3,4,5,11,12).

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 Frecuentemente mayor en las mujeres: las de tipo

femoral (constituyen el 10% de todas las hernias que

ocurren en la zona inguinal) (3,4,5,11,12).

 En el 12% aproximadamente es bilateral (3,4,5,11,12).

 Frecuencia de las complicaciones: estrangulada (10%)

y encarcelada (10%) (11,12).

II.3.1.4. Etiología

 Es multifactorial (3,4,9).

 Han sido esgrimidos diversos argumentos respecto a

los factores, incremento o segundario al

envejecimiento y a la presión intraabdominal (PIA),

alteraciones del colágeno, genéticos, metabólicos y de

tipo mecanicistas (3,4,5,8,9)

 Los problemas en los que se altera el desarrollo

embriológico con persistencia de los conductos

vaginales – peritoneos posteriores al nacimiento, son

contribuyentes a la génesis de indirectas hernias

(3,4,5,8,9)

 Las alteraciones en la proporción de colágeno I/III que

fundamentalmente es de 90/10%, sobre todo en los

pacientes que portan hernias incisionales e inguinales,

en ellos, ha sido reportado una proporción de 70/30%

que se interpreta en tejidos con resistencia menor

(3,4,5,8,9)

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II.3.1.5. Manifestaciones Clínicas

 Los cuadros clínicos de las hernias varían en

dependencia a si la presentación es de una hernia de

tipo complicada o no complicada (3,4,5).

 Las manifestaciones clínicas de las hernias de tipo no

complicado poseen un repertorio en solamente dos

componentes. El incremento del dolor y volumen

(3,4,8).

 El incremento del volumen de una hernia de tipo no

complicada se va a caracterizar por incrementar

cuando se hace esfuerzos en posturas de pie y en

maniobras denominados como de Valsalva (tos, pus,

entre otras) y reducción en estado de reposo, o

inclusive que desaparezca en dicho estado, de manera

espontánea o con propias maniobras de los pacientes

o examinador (3,4,5,9).

 Los dolores en las hernias son principalmente

orgánicas, habitualmente posterior a un movimiento en

concreto o un esfuerzo, siempre en la misma zona,

dicho dolor en reposo cede casi siempre (3,4,7,9).

 En los casos en los que ocurre que el dolor se irradia a

la zona testicular, es recomendable que se recurra a

una evaluación rigurosa de parte del urólogo, puesto

que este tipo de dolores, en jóvenes especialmente,

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podrían permanecer en la etapa posoperatoria o

inclusive exacerbarse (3,4,5,8,9).

 Cuando el dolor se irradia hacia la región de la columna

y dorso, y raíz del resto o muslo de la extremidad

inferior, debería valorarse la condición en la columna,

de manera especial a nivel de L1, L2 y D12. Aquella

sintomatología tampoco no desaparece mediante la

cirugía para las hernias (3,4,5,8,9).

 Si durante el examen físico el dolor es en el área de los

aductores del pubis y muslo se debería de diagnosticar

una pubalgia, misma que debería de tratarse en la fase

de preoperatorio y a los pacientes explicárseles que el

cuadro clínico podría reaparecer y que no se asocian a

que existe una hernia, ni siquiera con la cirugía

eventual (3,4,5,8,9).

II.3.1.6. Complicaciones

Encontramos a las complicaciones crónicas y agudas

(3,4,5,8,9).

La crónica consiste en que ocurre la hernia inguino escrotal

que podría asociarse a el deslizamiento visceral, lo que

podría advertirse en la cirugía para que se evite un daño en

vísceras. Dejado su evolución, podría generase daños

considerables (3,4,5,6).

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En las formas agudas encontramos estrangulación y

atascamiento hernitario (3,4,5,7).

Las hernias atascadas son aquellas que, siendo reductibles

previamente, bruscamente dejan de serlo (3,4,7).

Se presenta bruscamente con dolor, en conjunción con la

irreductibilidad, y el incremento del correspondiente

volumen. Podría estar acompañado con sintomatología de

obstrucción de intestino (bazuqueo, ruidos intestinales

incrementados, distención de abdomen, vómitos, náuseas,

arcadas) (3,4,9).

De forma fisiopatológica, la salida de una estructura

orgánica por el denominado anillo herniario hace que se

condicionante los casos de los edemas tisularmente

(3,4,9). Circulatoriamente se genera una interrupción que

merma el flujo sanguíneo de capilares y produce ectasia

venosa, lo que hace que se contribuya al incremento de los

edemas (3,4,5,8,9).

Resueltos los episodios de atascamientos, en las 6

primeras horas, por lo general, el compromiso de la

circulación se estabiliza y las asas que se hallan en

compromiso se mantienen con viabilidad (3,4,6).

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


2
3
Si los cuadros agudos no son resueltos de oportuna forma,

se recurre a la estrangulación de las hernias

(estrangulación hernitaria) (3,4,7,9).

Esta última se describe en la literatura porque posee una

característica particular, incremento doloroso. Hay

progresión del compromiso de la circulación, causando

afección de la irrigación de arterias, con la subsiguiente

necrosis tisular. Esto conduce a que se produzca un

incremento doloroso en intensidad (dolor con necrosis que

activa la cascada de la inflamación, concretamente

liberación de mediadores de citoquinas, mecanismos

inflamatorios, interleuquinas, entre otras) (3,4,5,7,9)

La terapia debe realizarse con carácter de urgencia, puesto

que los necrosados segmentos de los intestinos, podrían

ocasionar un cuadro severo séptico que constituya riesgo

vital (3,4,8,9).

En los casos de tratamiento quirúrgico, con frecuencia se

halla un intestino que no es viable, lo que genera una

resección de intestino de los comprometidos segmentos,

incrementando los riesgos quirúrgicos. Convirtiendo una

electiva cirugía, de morbilidad baja en una situación de

riesgo elevado de mortandad (3,5,8,9).

II.3.1.7. Diagnostico

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


2
4
El diagnóstico es clínico, comúnmente los pacientes

consultan por presentar un incremento de volumen

localizado en la región de la ingle con las características

antes descritas, que se acompaña o no de dolor (3,4,5,8).

El examen físico abdominal inicia por saber los limites

semiológicos, superiores al surco submamario en el caso

de las mujeres y en la línea superior inter mamilar en el

caso de los varones. El límite inferior corresponde a la parte

del muslo del tercio superior (3,4,5,9).

Con los pacientes en decúbito dorsal, se aprecia la región

inguinoesfemoral, si hay incrementos en el volumen en

estados de reposo, se pide a los pacientes que realicen las

maniobras de Valsalva (se les solicita a los pacientes que

tosan o pujen) y se valora la posibilidad de que aparezcan

variaciones. A posteriori, se palpa la región en donde se

halla el conducto inguinal, esto desde la espina del pubis

hacia la espina iliaca antero superior, pidiéndole al

examinado que realicen otra vez la maniobra en mención y

en caso exista una hernia de esta clase, se evidencia una

protrusión debajo de los dedos. Esas acciones son todo lo

que debería de realizarse en el examen de una paciente

mujer (3,4,7,9).

Para los varones, cambia el hecho de debemos agregar la

palpación superficial del orificio inguinal, realizándose un

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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5
pliegue desde la zona de fondo escrotal, ubicándose el

orificio superficial, previamente pasando por el pubis,

cuando hay presencia de hernias inguinales, el orificio

superficial lo apreciamos dilatado, pudiéndose introducir el

pulpejo en el canal inguinal. Cuando el paciente tose o

puja, el paciente apreciara una masa hernitaria (3,4,5,7,9).

En la semiología antigua se mencionaba que, si se

realizaba una palpación en la hernia con la punta del dedo,

esta correspondería a una hernia indirecta, mientras que,

si se palpa con el pulpejo de los dedos, esta corresponde

eventualmente a una hernia directa de tipo inguinal. Dichas

consideraciones de semiología no se correlacionan

siempre con los hallazgos en las cirugías (3,4,7,9).

Cuando no queda claro el diagnostico de los pacientes en

decúbito dorsal, se recomienda que se repita el examen,

esta vez con los pacientes de pie. Ello porque en esta

postura, se hace más evidente las masas hernitarias

(3,4,6).

No obstante, debido a razones medico legales, y de

acuerdo a diversos protocolos, se recomienda que se

soliciten pruebas de ayuda al diagnóstico de tipo

imagenológicos (3,4,7).

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


2
6
El examen descrito como de mejor utilidad en las hernias

no complicadas es la ecotomografía de zonas blandas. En

estos casos, se recomienda una rutina que explore ambas

regiones inguinales (3,4,5,9)

En los casos que hay urgencia, la Tomografía

Computarizada (TC), podría ser de ayuda para que se

establezca el diagnóstico de obstrucción intestinal,

viabilidad intestinal, órganos involucrados y altura (3,4,6,9)

II.3.1.8. Tratamiento

Los tratamientos de elección son las cirugías electivas,

siempre que los casos no se hallen complicados (3,4).

Hay múltiples técnicas quirúrgicas, estas podemos

agruparlas en técnicas laparoscópicas, con prótesis o

hernioplastia y exentas de prótesis o herniorrafías

(3,4,5,8,9).

Las técnicas en las que ocurre cirugía sin prótesis se van a

asociar a riesgos de recidivas en al menos 10% (3,4).

Es por ello que se han reemplazado por técnicas con malla

o material protésico (3,4,5).

Las más difundidas son la Técnica de Liechtenstein con

malla de polipropileno, que ocasiona cifras de recidivas de

cerca del 1% (3,4,5).

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


2
7
Las técnicas de laparoscopia y las robóticas recientemente

se han ido implementando un papel cada vez con mayor

protagonismo en la terapia patológica. Hay abordajes

extraperitoneales (TEP) e intraperitoneales (TAPP)

(3,4,5,8,9).

Una de las complicaciones que podría aparecer en los

pacientes tras el procedimiento quirúrgico es la

inguiniodinia postoperatorio. Se trata de un dolor

cronificado, este está referido a la región inguinal, muslar o

de la pelvis, con una duración que supera los 6 y 12 meses,

su manejo es un tanto complejo, ya que no suele ceder con

facilidad. Afortunadamente solamente se presenta en el 1%

de los pacientes (3,4,6,8).

II.3.2. HERNIA UMBILICAL

II.3.2.1. Aspectos generales

Las operaciones de hernia umbilical se consideran

tradicionalmente simples y fáciles de realizar. El cambio

conceptual de la hernia umbilical y los avances en su

tratamiento han modificado su abordaje y establecidos

escenarios de distinta complejidad (obesidad, vergüenza,

cirrosis, distasis rectal, etc.) en la comunidad médica

(3,4,6).

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


2
8
El impacto económico en el sistema sanitario por su alta

prevalencia como patología quirúrgica implica el uso

racional de los recursos, así como la necesidad de una

nueva categorización dentro de la cirugía de la pared

abdominal. Es necesario establecer cambios en los

procesos diagnósticos y terapéuticos en una unidad que ha

sido relegada a los niveles básicos de la práctica quirúrgica

habitual (3,4,5,8,9).

Una hernia umbilical, según la clasificación de defectos de

la pared abdominal de la Asociación Europea de

Herniología, se define como una hernia mediana primaria

dentro de los bordes laterales de las venas de los músculos

rectos abdominales, en el área de 3 cm por encima y por

debajo del ombligo. evolucionó, dados los avances en su

diagnóstico y tratamiento, de una "hernia simple" a una

entidad diferente (3,4,7).

II.3.2.2. Anatomía, embriología y etiopatogenia

El orificio umbilical posee un orificio umbilical que se va

formando durante la semana tercera en la vida

intrauterinica y el cordón umbilical se consolida

concretamente en la semana quinta (3,4,5).

Cuando ocurre el nacimiento, la obliteración del conducto

determina su contracción y cicatrización entre los días 3 y

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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9
6 de edad, lo que de no darse determinaría si el neonato

presentaría hernia umbilical de tipo congénita. Cambios

anatomopatológicos originarían debilidades en la zona del

orificio bien cicatrizado aparentemente, generando que

surja que aparezca, en ocasiones tardíamente en los

adultos, la patología de hernias umbilicales, lo que tendría

más concordancia con la deficiencia de entrecruzamiento

de fibras (3,4,7,8).

Tal entrecruzamiento de variaciones de fibras en la línea

alba, sumado a que aparezcan ciertos factores que la

condicionan, entre ellos están la cirrosis, diálisis peritoneal

secundario a insuficiencia renal, gestación, distensión

abdominal relevante por obesidad, entre otros) lo que

determinara que ocurra una deficiencia en la cicatriz

umbilical que se manifiesta como una hernia umbilical

adquirida o de adultos (3,4,5,8).

Otra etiología que se hace invocante a la aparición de

hernias umbilicales, las cuales son alteraciones en la fascia

umbilical y su disposición (3,4,7).

En los pacientes con cirrosis, las hernias umbilicales se

encuentran presentes en un 25% de todos los casos de

hernias, en los que intervienen como condicionantes

factores, además de lo antes analizado, la recanalización

de las venas umbilicales por inversión del flujo venoso,

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


3
0
distensión e incremento de la presión del abdomen por la

ascitis, y, por último, el estado secundario de malnutrición

(3,4,6,7).

La deficiencia de colágeno, sea cual fuese su tipo, aparte

de ser un condicionante factor de que surja esta clase de

hernias, siendo estas, entre otros factores, las que sean

determinantes para la velocidad con la que crece el anillo

hernitario (3,4,5,8,9).

Los pacientes con hernias umbilicales y

concomitantemente presentan déficit de colágeno podrían

generar otras hernias en ciertos lugares de la pared de

abdomen en el 42% de todos los casos, y en un 5%

múltiples patologías hernitarias (3,4,6,8).

Una curiosa asociación fue la que se describió para las

mujeres multíparas, con hernias umbilicales y colelitiasis,

que al parecer está relacionado con las multiparidades

como factores que desencadenan a las 2 entidades otras,

distensión con adelgazamiento y colelitiasis de las

estructuras comprendidas en la pared del abdomen,

condicionando a las hernias umbilicales (3,4,5,6).

Un 75% de los pacientes con hernias umbilicales, el

diámetro de su anillo hernitario no suele superar los 3 cm,

a su vez que el diámetro horizontal casi siempre es mayor

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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1
ligeramente en comparación al vertical, lo que hace que se

confiera un defecto con aspecto oval (3,4,5,8,9).

Lo antes es explicable de manera clara por las fuerzas en

las que ocurre tracción que ocasiona la musculatura

abdominal lateral (3,4,5,8,9)

II.3.2.3. Epidemiología

Las hernias umbilicales constituyen entre el 6 y el 14% de

las hernias de pared abdominal en adultos, de las cuales el

90% son adquiridas, con predominio en mujeres, en una

proporción de 5:1; Son comunes en la infancia y alrededor

del 80% se borran entre los 4 y 5 años de edad (3,4,5,8,9).

Las molestias, la obesidad, los tumores, la ascitis y la

actividad física, entre otros, aumentan la presión

intraabdominal, manifestándose su presencia al aumentar

el diámetro de los anillos umbilicales, habitualmente

imperceptibles (3,4,5).

II.3.2.4. Clínica y diagnóstico

La presentación varía de asintomática a una condición

catastrófica con atrapamiento, necrosis de la piel y

contenido de la hernia. Esta variabilidad influye en la

percepción y priorización del tratamiento quirúrgico,

especialmente en un escenario no urgente (3,4,5,8,9).

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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2
Los estudios de imagen son útiles en pacientes obesos

(asociados a defectos de pared), hernias gigantes

(contenido y anatomía de la hernia), antecedente quirúrgico

de la pared abdominal, ante cambios en las características

de hernias inveteradas o ante dolor umbilical sin

manifestación clínica herniaria unánime (3,4,5,8,9).

II.3.2.5. Evaluación preoperatoria

Incluye valoración del dolor y su relación con la hernia,

síntomas gastrointestinales asociados, limitación funcional

y expectativas del paciente, tratamientos a realizar, así

como enfermedades asociadas y antecedentes. Cabe

señalar que los pacientes con hernias pequeñas

asintomáticas cuyo cuadro se ha vuelto sintomático, o que

refieren un aumento del tamaño de su hernia, pueden

experimentar un aumento de la presión intraabdominal que

debe ser investigado, constituyendo en estos casos la

hernia umbilical en un signo clínico de una afección

intraabdominal más compleja (3,4,5,8,9).

Clínicamente se debe evaluar el tamaño del contenido

herniario, la relación entre el saco anular herniario, la

supuración umbilical y las condiciones de cada paciente,

estratificando el riesgo de recurrencia y los eventos en el

sitio operatorio. En función de lo anterior se definirá la

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3
3
relevancia de las imágenes diagnósticas complementarias

(3,4,5,8,9).

II.3.2.6. Tratamiento quirúrgico

La variabilidad de las presentaciones clínicas y de las

técnicas quirúrgicas empleadas dificulta estandarizar los

criterios de tratamiento considerando un abordaje

quirúrgico específico para cada paciente herniario con “la

mejor opción” según el caso (3,4,5,8,9). Los diferentes

enfoques quirúrgicos disponibles se enumeran a

continuación:

II.3.2.6.1. Reparaciones con mallas o sin mallas

El uso sistemático de prótesis tiene un efecto

beneficioso sobre las recurrencias, incluso a pesar de

eventos adversos más graves a nivel del sitio

quirúrgico (incluyendo seroma, infección o

hematoma) y el dolor crónico resultante 8,9,

documentando una reducción de las recurrencias en

los últimos 15 años del 11,5% al 0% 10, del 9,8% al

2,4% 11 y del 8,2% al 2,7% 8, según varios estudios

analíticos (3,4,5,8,9).

Un estudio clínico multicéntrico realizado en 300

pacientes demuestra el beneficio del uso de prótesis

en defectos de 1 a 4 cm de diámetro, reduciendo la

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tasa de recurrencia herniaria al 3,6% frente al 11,4%

con cierre primario (-HR = 0,31; IC 95% = 0,12-0,80 -

NNT 13 pacientes), tras una mediana de seguimiento

de 25 meses (1).

La evaluación de la evidencia de una revisión

sistemática y metanálisis reciente, que incluyó cinco

ensayos clínicos controlados, concluyó que el uso de

una prótesis en la reparación de la hernia umbilical

proporcionó una protección significativa contra la

recurrencia de defectos importantes en comparación

con las ofertas de reparaciones sin prótesis. Diámetro

(RR = 0,28; IC 95% = 0,13 - 0,58 - I2 = 0% - NNT =

13 pacientes), sin diferencia en riesgo de infección

(RR = 0,80; IC 95% = 0,36 - 1,79), seroma (RR = 1,38;

IC 95% = 0,57-3,32), o hematoma (RR = 0,55; IC 95%

= 0,23-1,30) (1).

A pesar de lo anterior, el uso rutinario de prótesis no

es considerado un estándar de atención por la

mayoría de los cirujanos, que son tradicionales y

resistentes al cambio (3,4,5,8,9).

II.3.2.6.2. Reparo abierto sin malla

Se trata de una técnica empleada con mucha

frecuencia, esto pese a una recidiva probable

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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5
elevada, usándose distintas formas de efectuar la

reparación y valiéndose de diferentes materiales para

la sutura (3,4,5,8,9).

II.3.2.6.3. Reparación abierta con malla

Se trata de crear un espacio anatómico o modificar

uno existente con esfuerzo técnico. Los materiales

protésicos de monofilamento de densidad intermedia

(40-80 g/m2) y macroporosos (poros de 1-3 mm)

también parecen lograr una mejor integración,

resistencia a la infección, formación de granulomas y

menos sensación de cuerpo extraño o dolor crónico

(3,4,5,8,9), que puede ocurrir en los siguientes

lugares se llevará a cabo:

 Detrás del recto abdominal (preperitoneal o

subcapa): Es difícil en personas obesas y en la

reproducción de hernias (3,4,5,8,9).

 Intermuscular sin cierre del defecto (inlay): Tiene

una alta tasa de recurrencia, no recomendado

(3,4,5,8,9).

 Sobre la aponeurosis (onlay): fácil de instalar,

con mayor riesgo de granulomas y seromas

(3,4,9).

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


3
6
La fijación no invasiva de las prótesis se puede

realizar con fibrina o colas sintéticas, o la fijación

invasiva de la forma tradicional con suturas, siendo

recomendable un traslape mínimo de 3 cm en relación

a los bordes del defecto herniario dependiendo del

manejo hernias abdominales (3,4,5,8,9)

Las prótesis tipo parche requieren una barrera

antiadherente, lo que aumenta su costo por su

ubicación intraperitoneal, sin diferencia en

recurrencia, infección y dolor postoperatorio con

respecto a las prótesis planas tradicionales

(3,4,5,8,9).

II.3.2.6.4. Reparación mínimamente invasiva

En los casos de hernias encarceladas crónicas o

agudas, asociados a diástasis rectales, sospechas de

otras hernias ocultas o concomitantes, defectos que

superan 4 cm, recidivas u obesidad, incluyendo el

empleo de prótesis sin o con cierres de defectos

hernitarios (3,4,7).

La más usada técnica es la denominada como IPOM

(malla intraperitoneal) con recubiertas prótesis y

dispositivos que fijan en la pared del abdomen. Son

ventajas que derivan de las tasas menores de los

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7
eventos de sitio operatorio, estancia intrahospitalaria

y tiempos de cirugía en complejos casos, con algunas

limitaciones necesarios en la logística, los totales

costes del procedimiento y las complicaciones en

relación a su severidad (lesiones intestinales y

vasculares) además de las curvas de aprendizaje de

los cirujanos. La calidad de vida, el dolor y las

recidivas se comparan mucho a las que acaecen en

las cirugías abiertas (3,7).

Debido a los avances en la cirugía invasiva

mínimamente ha sido popularizado que se instalen

mallas que no se hallan recubiertos en el espacio

preperitoneales y retromusculares, reduciendo los

riesgos de que surja un cuerpo extraño en la cavidad

del peritoneo (IPOM) y los totales costes de estos

procederes, a costas de que incremente cuan

complejos son estos y la requerida logística para que

se ejecuten (3,4,7).

Pese a que la robótica se pone a disposición de la

cirugía para intervenir a las hernias y estos se hallan

incrementando, no se encuentra muy aceptado por

las instituciones y cirujanos en relación a los costes y

su importancia clínica se halla cuestionado en los

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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8
casos que no son complejos, lo que se ve potenciado

en las hernias umbilicales (3,4,8).

II.3.2.7. Complicaciones

Las hernias congénitas umbilicales inusualmente cursan

con estrangulación y si no se tratan, en su mayoría, estas

tienden a resolverse de manera espontánea al transcurrir

unos años. Podría ejecutarse una programada reparación

en los muy grandes defectos posteriores a los dos años

(3,4,5,8,9).

Para el caso de los adultos, las hernias umbilicales han

generado considerable preocupación estética y podrían

repararse de manera programada; para el caso de estas

últimas, la encarcelación y estrangulación si son

frecuentes, pero podrían generarse en caso que se

contengan epiplón más que intestino (3,4,6).

II.4. FACTORES DE RIESGOS PARA LA PRESENTACIÓN DE

HERNIAS

 Antecedente familiar de hernias (11,12,13).

 Antecedente de previa reparación hernitaria, inclusive

durante la etapa infante (11,12,13).

 Ser de sexo masculino (11,12,13).

 Superar los 60 años de edad (11,12,13).

 Ser de raza blanca (11,12,13).

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3
9
 Patología pulmonar obstructiva de tipo crónica (tos crónica y

defectuoso metabolismo del tejido conectivo) (11,12,13).

 Lesión en la pared del abdomen (9,10,13).

 Hábito tabáquico (podría generar daño pulmonar y tejido

conectivo de la ingle) (9,10,13).

 IMC (índice de masa corporal) bajo, se describe en la

literatura que los pacientes con obesidad o sobrepeso

poseen menores riesgos de padecer de hernias inguinales

(9,10,13).

 Patologías del colágeno sin especificación (9,10,13).

IV. CONCLUSIONES

 Las hernias de tipo inguinal como umbilicales son dos problemas

que se presentan con mucha recurrencia en la práctica clínica,

siendo una de las principales causas de intervenciones

quirúrgicas intrahospitalariamente. Se trata de patologías

comunes que suelen causar afectación a niños, hombres y

mujeres, por lo cual son un evidente problema comunitario y de

preocupación para la salud pública.

 Las hernias son definidas como espontaneas salidas de contenido

de un espacio orgánico o cavidad hacia afuera o exterior.

 Tanto las hernias umbilicales como inguinales son dos clases de

lesiones en la que hay salida espontanea de contenido orgánico,

si las protuberancias ocurren a nivel de la ingle, estas son

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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0
denominadas como hernias inguinales, mientras que, si suceden

en el ombligo, se les denomina como hernias umbilicales.

 Las cirugías para las hernias constituyen la intervención mas

frecuente y demanda que los cirujanos posean un conglomerado

de saberes que permitan que los procedimientos ocurran con

efectividad. La utilización de prótesis representa una efectividad

clínica con incremento en los eventos adversos de sitios

operatorio. La técnica de laparoscopia en muchas ocasiones no

es superior frente a la cirugía abierta. Es menester que se deje de

considerar a las hernias como procedimientos menores o simples,

exentos de complicaciones y relegado a los niveles mas bajos de

entrenamiento quirúrgico.

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


4
1
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3 Patología herniaria parte 2. [Fichero de video]. 19 de Mayo de

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13. Brunicardi FC. Schwartz. Principios de Cirugía. 11ª ed. Madrid:

McGraw-Hill; 2020.

VI. ANEXOS

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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Figura 01: Hernias presentes en la pared abdominal

FUENTE: Elsevier – Revisata The Lancet

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


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5
Figura 02: Componentes de la hernia

FUENTE: Elsevier

Figura 03: Hernia inguinal indirecta

FUENTE: Elsevier

Figura 04: Hernia inguinal directa

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4
6
FUENTE: Elsevier

Figura 05: Cuadro comparativo entre hernias inguinales directas e indirectas

FUENTE: Elsevier

Figura 06: Clasificacion de las hernias inguinales de acuerdo Gilbert según la


modificación de Rutkov y Robbin

FUENTE: Elsevier

HERNIAS INGUINALES Y UMBILICALES


4
7
Figura 07: Clasificación según Nyhus para hernia inguinal

FUENTE: Elsevier

Figura 08: Vista posterior del triangulo de Hesselbach

FUENTE: Elsevier

Figura 09: Representacion del cordon espermatico transversal y longitudinal

FUENTE: Elsevier

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