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MANEJO DE PREECLAMPSIA Y SÍNDROME HELLP

La primera consideración en el tratamiento de mujeres con hipertensión gestacional leve o


preeclampsia sin características graves es siempre la seguridad de la mujer y su feto.

El segundo es el parto de un recién nacido maduro que no requerirá cuidados neonatales intensivos
o prolongados. Una vez que se establece el diagnóstico de hipertensión gestacional leve o
preeclampsia sin características graves, el manejo posterior dependerá de los resultados de la
evaluación materna y fetal, la edad gestacional, la presencia de trabajo de parto o la rotura de
membranas, el sangrado vaginal y los deseos de la mujer.

Manejo Anteparto
Evaluación inicial

Al momento del diagnóstico, todas las mujeres deben tener un recuento sanguíneo completo (CBC)
con recuento de plaquetas y evaluación de los niveles de creatinina sérica y enzimas hepáticas,
evaluar la proteína en la orina (recolección de 24 horas o relación proteína / creatinina), y se les
debe preguntar sobre síntomas de preeclampsia severa. La evaluación fetal debe incluir una
evaluación ecográfica para el peso fetal estimado y el índice de líquido amniótico (calculado en
centímetros), prueba sin esfuerzo (NST) y perfil biofísico (BPP) si la NST no es reactiva. La mejor
práctica indica hospitalización y parto para uno o más de los siguientes:

• 37 0/7 semanas o más de gestación


• Sospecha de desprendimiento prematuro de placenta
• 34 0/7 semanas o más de gestación, más cualquiera de los
• siguiendo:
✓ Trabajo de parto progresivo o ruptura de membranas
✓ Estimación ecográfica del peso fetal menos
✓ que el quinto percentil.
✓ Oligohidramnios (índice persistente de líquido amniótico
✓ menos de 5 cm).
✓ BPP persistente 6/10 o menos (normal 8/10 -
✓ 10/10).

Para las mujeres que no han dado a luz, el tratamiento puede realizarse en el hospital o en el hogar
con actividad restringida y evaluación serial fetal y materna.

Evaluación continua

La evaluación continua de las mujeres que no han dado a luz y que tienen hipertensión gestacional
leve o preeclampsia sin características graves consiste en lo siguiente:
• La evaluación fetal incluye el recuento diario de patadas, la ecografía para determinar el
crecimiento fetal cada 3 semanas y la evaluación del volumen de líquido amniótico al menos
una vez por semana. Además, se sugiere un NST una vez por semana para pacientes con
hipertensión gestacional y un NST dos veces por semana para pacientes con preeclampsia
sin características graves. La presencia de un NST no reactivo requiere pruebas de BPP. La
frecuencia de estas pruebas puede modificarse en función de los hallazgos clínicos
posteriores.

• En el momento de la visita al consultorio o la clínica para las pruebas prenatales, se debe


evaluar la presión arterial (PA). En pacientes con hipertensión gestacional, se debe realizar
una determinación adicional de la PA además de la obtenida en el NST semanal. Esta
determinación adicional de BP puede realizarse en la oficina o en el hogar. Además, las
mujeres con hipertensión gestacional deben ser evaluadas para proteinuria en cada visita
prenatal, pero después del diagnóstico de preeclampsia, ya no es necesaria una evaluación
adicional de proteinuria.

• La evaluación de laboratorio materno incluye una evaluación de CBC y enzimas hepáticas y


niveles de creatinina sérica al menos una vez por semana. La frecuencia de estas pruebas
puede modificarse en función de los hallazgos clínicos posteriores.

• Se instruye a los pacientes para que sigan una dieta regular sin restricción de sal.

• En el momento del diagnóstico y en cada visita posterior, se instruye a las mujeres para que
informen los síntomas de preeclampsia severa (dolores de cabeza severos, cambios
visuales, dolor epigástrico y falta de aliento).

• También se les aconseja que acudan de inmediato al hospital o al consultorio si presentan


síntomas persistentes, dolor abdominal, contracciones, manchas vaginales, ruptura de
membranas o disminución de los movimientos fetales.

• Durante el tratamiento fuera del hospital, la aparición de un movimiento fetal disminuido o


un crecimiento anormal de la altura del fondo (menos de 3 cm de lo que se espera para la
edad gestacional) requiere una prueba fetal inmediata con NST y una estimación del
volumen de líquido amniótico. El desarrollo de nuevos signos o síntomas de preeclampsia
severa o hipertensión severa (PA sistólica de 160 mm Hg o más alta o PA diastólica de 110
mm Hg o más en mediciones repetidas) o evidencia de restricción del crecimiento fetal
requieren hospitalización inmediata. Además, una mayor concentración de enzimas
hepáticas o trombocitopenia requiere hospitalización.

En mujeres con hipertensión gestacional leve, la progresión a hipertensión gestacional severa o


preeclampsia a menudo se desarrolla dentro de 1-3 semanas después del diagnóstico, mientras que
en mujeres con preeclampsia sin características graves, la progresión a preeclampsia severa podría
ocurrir en unos días.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

El seguimiento estrecho de las mujeres con hipertensión gestacional o preeclampsia sin


características graves con una evaluación en serie de los síntomas maternos y el movimiento fetal
(diariamente por la mujer) y mediciones en serie de la PA (dos veces por semana), y la evaluación
de los recuentos de plaquetas y enzimas hepáticas (semanalmente) es sugirió. Calidad de la
evidencia: Moderada Fuerza de la recomendación: Calificada.

Para las mujeres con hipertensión gestacional, se sugiere monitorear al menos una vez por semana
con evaluación de proteinuria en la oficina y con una medición semanal adicional de la PA en el
hogar o en la oficina.

Terapia antihipertensiva

La terapia antihipertensiva se usa para prevenir la hipertensión gestacional severa y los accidentes
cerebrovasculares hemorrágicos maternos. En general, no hay consenso sobre el manejo de la
hipertensión no severa; ensayos previos no han sido diseñados para definir los beneficios y riesgos
maternos y perinatales. La terapia puede disminuir la progresión a hipertensión severa, pero
también puede estar asociada con un deterioro del crecimiento fetal (3–6). Una revisión sistemática
reciente de 46 ensayos (4,282 mujeres) evaluó el control de la PA en mujeres con hipertensión leve
a moderada (4, 6). Los autores concluyeron que no está claro si la terapia antihipertensiva vale la
pena.

En los ensayos que compararon la terapia con placebo, el riesgo de desarrollar hipertensión severa
se redujo a la mitad (cociente de riesgos [RR], 0.50; intervalo de confianza [IC] del 95%, 0.41–0.61)
pero ningún efecto sobre el desarrollo o la progresión a preeclampsia (RR, 0,97; IC 95%, 0,83–1,13),
eclampsia, edema pulmonar, muerte fetal o neonatal (RR, 0,73; IC 95%, 0,50–10,8), parto prematuro
(RR, 1,02; IC 95%, 0,89– 1.16), o lactantes pequeños para la edad gestacional (RR, 1.04; IC 95%, 0.84–
1.27) (7). De los 29 ensayos que evaluaron los β-bloqueantes orales, se encontró que estos agentes
estaban asociados con una disminución en el riesgo de hipertensión severa (RR, 0.37; IC 95%, 0.26-
0.53) pero con un aumento en la tasa de lactantes en edad gestacional (RR, 1.36; IC 95%, 1.02–1.82)
(7). Estas revisiones concluyeron que no había pruebas suficientes de que el tratamiento de la
hipertensión no severa mejore los resultados maternos y neonatales. Las pautas del Instituto
Nacional de Salud y Excelencia Clínica recomendaron el tratamiento a niveles de PA a 150 mm Hg
sistólicos o 100 mm Hg diastólicos, o ambos (8). Dada la rareza de la hemorragia cerebral y la
insuficiencia cardíaca congestiva y su falta de asociación con la hipertensión gestacional, la terapia
antihipertensiva para este resultado no es beneficiosa en pacientes con hipertensión gestacional
leve a moderada, y el tratamiento expone a la mujer y a su feto a medicamentos potencialmente
dañinos sin claridad evidencia de beneficio. Además, existe la preocupación de que la reducción de
la PA materna puede comprometer el flujo sanguíneo a la unidad fetoplacentaria.
RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

• Para las mujeres con hipertensión gestacional leve o preeclampsia con una presión arterial
persistente de menos de 160 mm Hg sistólica o 110 mm Hg diastólica, se sugiere no
administrar medicamentos antihipertensivos.

Reposo en cama

Se ha recomendado reposo en cama completo o parcial para mejorar el resultado del embarazo en
mujeres con hipertensión gestacional o preeclampsia sin características graves. Sin embargo, una
revisión Cochrane de cuatro ensayos aleatorios que compararon el reposo en cama con ningún
reposo en mujeres embarazadas con hipertensión leve encontró evidencia insuficiente para
proporcionar orientación para la práctica clínica, lo que sugiere que el reposo en cama no debe
recomendarse de forma rutinaria para el tratamiento de la hipertensión en el embarazo. Además,
el reposo prolongado en cama durante el embarazo aumenta el riesgo de tromboembolismo.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

• Para las mujeres con hipertensión gestacional o preeclampsia sin características graves, se
sugiere que no se prescriba reposo estricto en cama. * †

* El grupo de trabajo reconoció que puede haber situaciones en las que se indiquen diferentes
niveles de descanso, ya sea en el hogar o en el hospital, para mujeres individuales. Las
recomendaciones anteriores no cubren consejos sobre la actividad física general y el manual o
trabajo de oficina.

† Las mujeres pueden necesitar hospitalización por otros motivos que no sean reposo en cama,
como la vigilancia materna y fetal. El grupo de trabajo acordó que la hospitalización para la vigilancia
materna y fetal requiere muchos recursos y debe considerarse como una prioridad para la
investigación y las recomendaciones futuras.

Prueba fetal

La hipertensión materna o preeclampsia es un factor de riesgo conocido de muerte perinatal y es


una indicación común para las pruebas prenatales. No existen datos limitados sobre cuándo
comenzar las pruebas fetales, la frecuencia de las pruebas y qué prueba usar en ausencia de
restricción del crecimiento fetal. En ausencia de ensayos aleatorios que comparen pruebas versus
ninguna prueba, no está claro si las pruebas fetales prenatales mejoran el resultado en estos
embarazos.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

• Para las mujeres con preeclampsia sin características graves, se sugiere el uso de la ecografía
para evaluar el crecimiento fetal y las pruebas prenatales para evaluar el estado fetal.
Calidad de la evidencia: moderada
Fuerza de recomendación: calificado

• Si se encuentra evidencia de restricción del crecimiento fetal en mujeres con preeclampsia,


se recomienda una evaluación fetoplacentaria que incluya velocimetría Doppler de la arteria
umbilical como prueba prenatal complementaria.

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de la recomendación: fuerte

Manejo intraparto
Tiempo de entrega

En mujeres con hipertensión gestacional leve o preeclampsia sin características graves entre 34 0/7
semanas de gestación y 37 0/7 semanas de gestación, no hay ensayos controlados aleatorios que
indiquen que el manejo expectante mejorará los resultados perinatales o aumentará los riesgos
maternos o fetales. Los riesgos asociados con el manejo expectante incluyen el desarrollo de
hipertensión severa (10 15%), eclampsia (0.2–0.5%), síndrome HELLP (hemólisis, enzimas hepáticas
elevadas y recuento bajo de plaquetas) (1–2%), desprendimiento prematuro de placenta ( 0.5–2%),
restricción del crecimiento fetal (10–12%) y muerte fetal
(0.2–0.5%).

Sin embargo, el parto inmediato se asocia con mayores tasas de admisión a la unidad de cuidados
intensivos neonatales, complicaciones respiratorias neonatales y un ligero aumento de la muerte
neonatal en comparación con los bebés nacidos a las 37 0/7 semanas de gestación o más. Por lo
tanto, considerando el riesgo: relación de beneficio entre los dos planes de manejo, los datos
retrospectivos disponibles sugieren que el equilibrio debe estar a favor de un monitoreo continuo y
el parto hasta las 37 0/7 semanas de gestación en ausencia de pruebas fetales anormales u otras
afecciones graves (por ejemplo, ruptura prematura de membranas , parto prematuro o sangrado
vaginal.

Para las mujeres con hipertensión gestacional leve o preeclampsia sin características graves y sin
indicación de parto en menos de 37 0/7 semanas de gestación, se sugiere un manejo expectante
con monitoreo materno y fetal.

Calidad de la evidencia: baja


Fuerza de recomendación: calificado

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

En las mujeres con hipertensión gestacional leve o preeclampsia sin características graves, se realizó
un gran ensayo multicéntrico de los Países Bajos, que incluyó a 756 mujeres con gestaciones únicas
a las 36-41 6/7 semanas de gestación, que fueron asignadas a la inducción del trabajo de parto o al
monitoreo expectante. El resultado primario fue un compuesto de resultado materno adverso
(preeclampsia grave de inicio reciente, síndrome HELLP, eclampsia, edema pulmonar o
desprendimiento prematuro de placenta). Los resultados secundarios fueron las morbilidades
neonatales y la tasa de parto por cesárea. La inducción del trabajo de parto se asoció con una
reducción significativa en el resultado materno adverso compuesto (RR, 0,71; IC del 95%, 0,59-0,86),
pero no hubo diferencias en las tasas de complicaciones neonatales o parto por cesárea.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con hipertensión gestacional leve o preeclampsia sin características graves en o
más de 37 0/7 semanas de gestación, se sugiere el parto en lugar de la observación continua.

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: calificado

Profilaxis con sulfato de magnesio

Solo hay dos ensayos doble ciego controlados con placebo que han evaluado el uso de sulfato de
magnesio en mujeres con preeclampsia sin características graves. No se produjeron casos de
eclampsia entre 181 mujeres asignadas a placebo, y no hubo diferencias en el porcentaje de mujeres
que progresaron a preeclampsia severa (12.5% en el grupo de magnesio versus 13.8% en el grupo
de placebo; RR, 0.90; IC 95%, 0.52– 1,54). Sin embargo, el número de mujeres inscritas en estos
ensayos es demasiado limitado para sacar conclusiones válidas (17, 18). Según una tasa de
eclampsia de 0.5%, y suponiendo una reducción del 50% por sulfato de magnesio (tasa de 0.25%) (=
.05 y β = 0.2) aproximadamente 10,000 mujeres necesitarían ser inscritas en cada grupo para
encontrar una reducción significativa en eclampsia en mujeres con preeclampsia sin características
graves tratadas con sulfato de magnesio. El número de mujeres necesarias para ser estudiadas para
abordar la morbilidad materna grave que no sea la eclampsia es aún mayor.

Aunque no se recomienda el uso universal de la terapia con sulfato de magnesio en la preeclampsia


sin características graves, ciertos signos y síntomas (dolor de cabeza, estado mental alterado, visión
borrosa, escotomas, clonus y dolor abdominal en el cuadrante superior derecho) se han considerado
tradicionalmente premonitorios a las convulsiones y debe considerarse en la elección para iniciar la
terapia con sulfato de magnesio. Debido a que el curso clínico de las mujeres con preeclampsia sin
características graves puede cambiar repentinamente durante el trabajo de parto, todas las mujeres
con preeclampsia sin características graves que están en trabajo de parto deben ser monitoreadas
de cerca para la detección temprana de la progresión a la enfermedad grave. Esto debe incluir la
monitorización de la PA y los síntomas maternos durante el parto y el parto, así como
inmediatamente después del parto. La terapia con sulfato de magnesio se debe iniciar si hay
progresión a enfermedad grave.
RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia con presión arterial sistólica de menos de 160 mm Hg y presión
arterial diastólica de menos de 110 mm Hg y sin síntomas maternos, se sugiere que el sulfato de
magnesio no se administre universalmente para la prevención de la eclampsia.

Calidad de la evidencia: baja


Fuerza de recomendación: calificado

Medicamentos antihipertensivos para tratar la hipertensión severa en el embarazo

Los objetivos del tratamiento de la hipertensión severa son prevenir posibles complicaciones
cardiovasculares (insuficiencia cardíaca congestiva e isquemia miocárdica), renales (lesión o falla
renal) o cerebrovasculares (accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico) relacionadas con
la hipertensión severa no controlada. No se pudieron identificar ensayos aleatorios en el embarazo
para determinar el nivel de hipertensión a tratar para prevenir estas complicaciones. Los datos de
series de casos, así como de países en desarrollo donde no se usaron medicamentos
antihipertensivos en mujeres con hipertensión gestacional severa o preeclampsia severa, revelan
mayores tasas de insuficiencia cardíaca, edema pulmonar y muerte. Estas complicaciones maternas
potencialmente mortales justifican recomendar el uso de medicamentos para reducir la PA a un
rango seguro, aunque se desconoce la magnitud de este riesgo.

Varios ensayos aleatorios compararon diferentes fármacos antihipertensivos en el embarazo. En


estos ensayos, la hidralazina parenteral se comparó con labetalol o nifedipina oral. Una revisión
sistemática Cochrane actualizada de 35 ensayos que incluyeron a 3.573 mujeres no encontró
diferencias significativas con respecto a la eficacia o la seguridad entre la hidralazina y el labetalol,
o entre la hidralazina y cualquier bloqueador de los canales de calcio. Los resultados de estos
ensayos sugieren que la hidralazina, el labetalol o la nifedipina oral se pueden usar para tratar la
hipertensión severa aguda en el embarazo siempre que el proveedor médico esté familiarizado con
el medicamento que se usará, incluida la dosis, el tiempo esperado de inicio de acción y posibles
efectos adversos y contraindicaciones.

Existe la preocupación teórica de que el uso combinado de nifedipina y sulfato de magnesio puede
provocar hipotensión excesiva y bloqueo neuromuscular. Una revisión sobre el tema concluyó que
el uso combinado de estos medicamentos no aumenta dichos riesgos; sin embargo,
Esta recomendación se basó en datos limitados. En las mujeres que requieren medicamentos
antihipertensivos para la hipertensión severa, la elección y la vía de administración de los
medicamentos deben basarse principalmente en la familiaridad y experiencia del médico, los
efectos adversos y las contraindicaciones del medicamento recetado, la disponibilidad local y el
costo.
RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia con hipertensión severa durante el embarazo (presión arterial
sistólica sostenida de al menos 160 mm Hg o presión arterial diastólica de al menos 110 mm Hg), se
recomienda el uso de terapia antihipertensiva.

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: fuerte

Preeclampsia severa

La preeclampsia grave puede ocasionar complicaciones agudas y a largo plazo tanto para la mujer
como para su recién nacido. Las complicaciones maternas de preeclampsia severa incluyen edema
pulmonar, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, síndrome de dificultad respiratoria
aguda, coagulopatía, insuficiencia renal grave y lesión retiniana. Es más probable que estas
complicaciones ocurran en presencia de trastornos médicos preexistentes y con disfunción orgánica
materna aguda relacionada con preeclampsia. Las complicaciones fetales y neonatales de la
preeclampsia severa son el resultado de la exposición a la insuficiencia uteroplacentaria o del parto
prematuro, o ambos.

El curso clínico de la preeclampsia severa a menudo se caracteriza por un deterioro progresivo de


las condiciones maternas y fetales si no se persigue el parto. Por lo tanto, en interés de la mujer y
su feto, se recomienda el parto cuando la edad gestacional es de 34 0/7 semanas o más. Además, el
parto inmediato es la opción más segura para la mujer y su feto cuando hay evidencia de edema
pulmonar, insuficiencia renal, desprendimiento prematuro de placenta, trombocitopenia severa,
coagulación intravascular diseminada, síntomas cerebrales persistentes, pruebas fetales no
aseguradoras o muerte fetal, independientemente de la gestación. edad en mujeres con
preeclampsia severa a menos de 34 0/7 semanas de gestación.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia severa en o más allá de las 34 0/7 semanas de gestación, y en
aquellas con afecciones materno-fetales inestables, independientemente de la edad gestacional, se
recomienda el parto poco después de la estabilización materna.

Calidad de los datos: moderada


Fuerza de recomendación: fuerte

La conducta expectante
Ensayos aleatorizados

El grupo de trabajo encontró solo dos ensayos aleatorios publicados de parto versus manejo
expectante de preeclampsia severa prematura. Un grupo de investigadores estudió a 38 mujeres
con preeclampsia severa entre las 28 semanas de gestación y las 34 semanas de gestación. Dieciocho
mujeres recibieron corticosteroides prenatales para la maduración fetal y luego fueron tratadas con
expectación, con parto solo para indicaciones específicas maternales o fetales. Otros 20 pacientes
fueron asignados para recibir corticosteroides prenatales con parto planificado después de 48 horas.
La latencia al parto (7.1 días versus 1.3 días; P <.05) y la edad gestacional al momento del parto (223
días versus 221 días; P <.05) fueron mayores con el manejo expectante, mientras que las
complicaciones neonatales totales se redujeron (33% versus 75 %; P <.05) en comparación con la
entrega planificada. Otro grupo de investigadores estudió a 95 mujeres con preeclampsia severa y
sin complicaciones médicas concurrentes (enfermedad renal, diabetes mellitus tipo 1 o tejido
conectivo) u obstétricas (sangrado vaginal, ruptura prematura de membranas, gestación multifetal
o parto prematuro) a los 28 años. 32 semanas de gestación.

Aquellos asignados al azar para recibir un tratamiento expectante dieron a luz a una edad
gestacional más avanzada (32.9 semanas de gestación versus 30.8 semanas de gestación; P = .01) y
tuvieron recién nacidos que requirieron ingreso a la unidad de cuidados intensivos neonatales
menos frecuentes (76% versus 100%; P <.01), tenía síndrome de dificultad respiratoria menos
frecuente (22.4% versus 50%; P = .002), y tenía enterocolitis necrotizante menos frecuente (0%
versus 10.9%; P = .02), pero más frecuente para peso al nacer en edad gestacional (30.1 versus 10.9;
P = .04). No se informaron casos de eclampsia materna o edema pulmonar en ninguno de los
ensayos. Los casos de desprendimiento prematuro de placenta fueron similares en frecuencia entre
los grupos aleatorizados en ambos estudios; El síndrome HELLP complicó solo dos casos manejados
con expectación y un caso manejado agresivamente en el último estudio (4.1% versus 2.1%).

Estudios observacionales

Los estudios de observación del manejo expectante de la preeclampsia grave han variado en sus
criterios de inclusión e indicaciones para el parto. Algunos incluyeron solo mujeres que se
mantuvieron estables después de 24-48 horas de observación, mientras que otros incluyeron
mujeres con expectación manejadas desde el momento del diagnóstico. En una revisión, los
resultados maternos para el manejo expectante de preeclampsia severa a menos de 34 semanas de
gestación (presentado como percentil medio; rango intercuartil) incluyeron ingreso en la unidad de
cuidados intensivos, 27.6 (1.5, 52.6); Síndrome HELLP, 11.0 (5.3, 17.6); hipertensión severa
recurrente, 8.5 (3.3, 27.5); desprendimiento de placenta, 5.1 (2.2, 8.5); edema pulmonar, 2.9 (1.4,
4.3); eclampsia, 1.1 (0, 2.0); hematoma hepático subcapsular, 0.5 (0.2, 0.7); y accidente
cerebrovascular, 0.4 (0, 3.1) (26). Los resultados perinatales en este estudio incluyeron muerte fetal,
2.5 (0, 11.3); muerte neonatal, 7.3 (5.0, 10.7); asfixia perinatal, 7.4 (5.0, 10.0); y cualquier
complicación neonatal, 65,9 (39,7, 75,7) (26). Los lactantes pequeños para la edad gestacional
fueron comunes (30-50%) después del manejo expectante. Las indicaciones para el parto con
manejo expectante de preeclampsia severa a menos de 34 semanas de gestación fueron fetal (36%),
materna (40%) o materna y fetal (8.8%) (26). La frecuencia de estas complicaciones, sin embargo,
se desconoce en ausencia de un manejo expectante.
RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia severa en menos de 34 0/7 semanas de gestación con afecciones
maternas y fetales estables, se recomienda que el embarazo continúe solo en instalaciones con
cuidados intensivos maternos y neonatales adecuados.
recursos
Calidad de la evidencia: moderada
Fuerza de recomendación: fuerte

Corticosteroides para la madurez pulmonar fetal

Aunque los datos específicos para la preeclampsia severa manejada con expectación son limitados,
los ensayos controlados aleatorios que involucraron embarazos complicados por síndromes de
hipertensión han encontrado que el tratamiento prenatal con corticosteroides resulta en un
síndrome de dificultad respiratoria menos frecuente (RR, 0.50; IC 95%, 0.35–0.72), muerte neonatal
(RR, 0,50; IC del 95%, 0,29 a 0,87) y hemorragia intraventricular (RR, 0,38; IC del 95%, 0,17 a 0,87).
En un único estudio controlado con placebo de betametasona semanal para mujeres con
preeclampsia severa entre las 26 semanas de gestación y las 34 semanas de gestación, el
tratamiento (exposición media 1.7 dosis) redujo la frecuencia del síndrome de dificultad respiratoria
(RR, 0.53; IC 95%, 0.35 –0,82) y hemorragia intraventricular (RR, 0,35; IC 95%, 0,15–0,86), entre otras
complicaciones. Si no se administró previamente, y si se anticipa que habrá tiempo para el beneficio
fetal de esta intervención, se debe considerar la administración prenatal de corticosteroides
independientemente de un plan para el manejo expectante.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia severa que reciben un manejo expectante a las 34 0/7 semanas
o menos de gestación, se recomienda la administración de corticosteroides para el beneficio de la
madurez pulmonar fetal. Calidad de la evidencia: alta
Fuerza de recomendación: fuerte

Proteinuria severa

La presencia de proteinuria severa en mujeres con preeclampsia severa en tratamiento expectante


no se asocia con peores resultados. En un estudio de 42 mujeres tratadas con expectativa con
proteinuria severa (definida como 5 g / 24 h o más), se produjo una prolongación significativa del
embarazo, no se incrementaron las complicaciones maternas y se produjo la resolución de la
disfunción renal en todas las mujeres a los 3 meses después del parto. Un segundo estudio clasificó
a las mujeres con preeclampsia severa según la gravedad de la proteinuria como leve (menos de 5
g / 24 h), severa (5–9.9 g / 24 h) o masiva (más de 10 g / 24 h) (30 ) No se identificaron diferencias
en las tasas de eclampsia, desprendimiento prematuro de placenta, edema pulmonar, síndrome
HELLP, muerte neonatal o morbilidad neonatal entre estos grupos. Aunque la cantidad de
proteinuria aumenta con el tiempo con el manejo expectante, este cambio no predice la
prolongación del embarazo o los resultados perinatales. Sobre la base de estos datos, la proteinuria
severa sola y el grado de cambio en la proteinuria no deben considerarse criterios para evitar o
terminar el manejo expectante.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia, se sugiere que una decisión de parto no se base en la cantidad
de proteinuria o el cambio en la cantidad de proteinuria.
Calidad de la evidencia: moderada
Fuerza de recomendación: fuerte

Manejo antes del límite de la viabilidad fetal

La preeclampsia grave que se desarrolla cerca del límite de la viabilidad fetal se asocia con una alta
probabilidad de morbilidad y mortalidad perinatal, independientemente del manejo expectante
(21–23, 26, 31, 32). Sin embargo, los datos sobre los resultados con manejo expectante
categorizados por semana de gestación en el momento del diagnóstico son limitados. Se han
informado tasas de supervivencia de 0/34 (0%), 4/22 (18.2%) y 15/26 (57.7%) después del manejo
expectante de preeclampsia severa iniciada antes de las 23 0/7 semanas de gestación, a las 23 0 / 7
semanas de gestación, y a las 24 0/7 semanas de gestación, respectivamente. Otros informes
también han sugerido una supervivencia rara con manejo expectante de preeclampsia severa en
menos de 23-24 semanas de gestación (32).

Se debe proporcionar asesoramiento explícito sobre la probabilidad de malos resultados


perinatales, incluido el síndrome de dificultad respiratoria grave, enfermedad pulmonar crónica y
hemorragia intraventricular grave, con un manejo expectante. Esto es especialmente importante en
presencia de restricción severa del crecimiento fetal a menos de 23 0/7 semanas de gestación,
cuando la tasa de mortalidad perinatal se acerca al 100%. Además, las complicaciones maternas
como el síndrome HELLP, el edema pulmonar y la insuficiencia renal deben equilibrarse con un mal
resultado perinatal.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia severa y antes de la viabilidad fetal, se recomienda el parto
después de la estabilización materna. No se recomienda el manejo expectante.
Calidad de la evidencia: moderada
Fuerza de recomendación: fuerte

Monitoreo materno y fetal

Durante el manejo expectante, las condiciones maternas y fetales se deben monitorear con
frecuencia de la siguiente manera:
Evaluación materna

• Los signos vitales, la ingesta de líquidos y la producción de orina deben ser


monitoreado al menos cada 8 horas.
• Los síntomas de preeclampsia severa (dolores de cabeza, cambios visuales, dolor o presión
retroesternal, falta de aliento, náuseas y vómitos y dolor epigástrico) deben controlarse al
menos cada 8 horas.
• Presencia de contracciones, ruptura de membranas, dolor abdominal o sangrado debe ser
monitoreadal menos cada 8 horas.
• Las pruebas de laboratorio (CBC y evaluación del recuento de plaquetas, enzimas
hepáticas y niveles de creatinina sérica) deben realizarse diariamente. (Estas pruebas
pueden espaciarse cada dos días si permanecen estables y el paciente permanece
asintomático).

Valoración fetal

• Conteo de patadas y NST con contracción uterina monitoreada


• diario.
• Perfil biofísico dos veces por semana
• El crecimiento fetal en serie se debe realizar cada 2 semanas y los estudios Doppler de la
arteria umbilical se deben realizar cada 2 semanas si se sospecha una restricción del
crecimiento fetal

Indicaciones para el parto durante el manejo expectante

En los estudios publicados sobre preeclampsia severa prematura manejada con expectación, el
parto generalmente se ha seguido aproximadamente a las 34 semanas de gestación. Sin embargo,
el deterioro de las condiciones maternas o fetales antes de esta edad gestacional es la razón más
común para el parto. Las indicaciones maternas para el parto están delineadas en la Figura 5-2. El
parto también debe considerarse para las mujeres cuya salud está disminuyendo o que no son
adherentes a la observación hospitalaria en curso; aquellos que desarrollan dolor persistente
epigástrico o del cuadrante superior derecho, náuseas o vómitos; y aquellos que desarrollan
trabajo de parto prematuro o ruptura prematura de membranas.

Indicaciones maternas para el parto.

• Hipertensión severa recurrente


• Síntomas recurrentes de preeclampsia severa
• Insuficiencia renal progresiva (concentración de creatinina sérica mayor a 1.1 mg / dL o
una duplicación de la concentración de creatinina sérica en ausencia de otra enfermedad
renal)
• Trombocitopenia persistente o síndrome HELLP
• Edema pulmonar
• Eclampsia
• Sospecha de desprendimiento prematuro de placenta
• Trabajo de parto progresivo o ruptura de membranas

Indicaciones fetales para el parto.

• Edad gestacional de 34 0/7 semanas


• Restricción severa del crecimiento fetal (estimación ecográfica del peso fetal menor que el
quinto percentil)
• Oligohidramnios persistentes (bolsillo vertical máximo inferior a 2 cm)
• BPP de 4/10 o menos en al menos dos ocasiones
• 6 horas de diferencia
• Flujo invertido diastólico final en la arteria umbilical
• Estudios Doppler
• Variable recurrente o desaceleraciones tardías durante NST
• Muerte fetal

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Se sugiere administrar corticosteroides y diferir el parto durante 48 horas si las condiciones


maternas y fetales permanecen estables para las mujeres con preeclampsia severa y un feto viable
a los 33 6/7semanas o menos de gestación con cualquiera de los siguientes:

• ruptura prematura prematura de membranas


• labor
• bajo recuento de plaquetas (menos de 100,000 / microlitro)
• concentraciones de enzimas hepáticas anormalmente persistentes (dos veces
o más los valores normales superiores)
• restricción del crecimiento fetal (menos del quinto percentil)
• oligohidramnios graves (índice de líquido amniótico inferior a 5 cm)
• flujo invertido diastólico final en la arteria umbilical
• flujo diastólico final invertido en estudios Doppler de arteria umbilical.

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: calificado

Se recomienda administrar corticosteroides si el feto es viable y a las 33 6/7 semanas o menos de


gestación, pero el parto no se retrasa después de la estabilización materna inicial,
independientemente de la edad gestacional para las mujeres con preeclampsia grave que se
complica aún más con cualquiera de los siguiendo:

- hipertensión severa incontrolable


- eclampsia
- edema pulmonar
- desprendimiento de placenta
- coagulación intravascular diseminada
- evidencia de estado fetal no irritante
- muerte fetal intraparto.

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: fuerte

Ruta de parto en preeclampsia

Cuando se indica el parto, el parto vaginal a menudo se puede lograr, pero esto es menos
probable con la disminución de la edad gestacional. Con la inducción del parto, la probabilidad de
parto por cesárea aumenta con la disminución de la edad gestacional (rango, 93-97% a menos de
28 semanas de gestación, 53-65% a las 28-32 semanas de gestación, y 31-38% a los 32-34 semanas
de gestación)

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia, se sugiere que el modo de parto no necesita ser cesárea. El
modo de parto debe determinarse por la edad gestacional fetal, la presentación fetal, el estado
cervical y la condición materno-fetal.

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: calificado

Eclampsia

La eclampsia se define como la presencia de convulsiones de gran mal de nueva aparición en una
mujer con preeclampsia. La eclampsia está precedida por una amplia gama de signos y síntomas,
que van desde hipertensión severa a ausente o mínima, proteinuria masiva a ninguna, y edema
prominente a no edema. Varios síntomas clínicos son potencialmente útiles para predecir la
eclampsia inminente. Estos incluyen dolores de cabeza persistentes occipitales o frontales, visión
borrosa, fotofobia, dolor epigástrico o del cuadrante superior derecho o ambos, y estado mental
alterado. Las convulsiones eclámpticas contribuyen sustancialmente a la morbilidad y mortalidad
materna, especialmente en los países en desarrollo en desarrollo. Durante muchos años, estos
fueron tratados con varios anticonvulsivos diferentes, y los intentos de prevenir ataques
epilépticos se ejercitaron esporádicamente.

Las revisiones sistemáticas de sulfato de magnesio para el tratamiento de la eclampsia han


demostrado su superioridad a la fenitoína y el diazepam. Para las mujeres con eclampsia, el sulfato
de magnesio debe continuarse durante al menos 24 horas después de la última convulsión. Además,
una revisión sistemática de seis ensayos aleatorios que incluyeron a más de 11,000 mujeres
demostró que en mujeres con preeclampsia, el magnesio disminuye la tasa de eclampsia en un 50%
(RR, 0,41; IC 95%, 0,29-0,58) (39). En esta revisión, los regímenes de sulfato de magnesio utilizados
incluyeron una dosis de carga intravenosa de 4 a 6 g seguida de una dosis de mantenimiento de 1 a
2 g / h durante al menos 24 horas. Además, algunos estudios usaron un régimen de mantenimiento
intramuscular que no se usa en los Estados Unidos. Las mujeres tratadas con sulfato de magnesio
para prevenir o tratar las convulsiones eclámpticas deben recibir una dosis de carga intravenosa de
4 a 6 g seguida de una dosis de mantenimiento de 1 a 2 g / h continuada durante al menos 24 horas.

Varios estudios observacionales y retrospectivos encontraron que el manejo expectante de la


eclampsia para prolongar la gestación en beneficio fetal se asocia con un aumento sustancial de la
morbilidad y mortalidad materna y perinatal. Sin embargo, un estudio retrospectivo encontró que
el manejo expectante de la eclampsia (inicio antes del parto antes de las 34 semanas de gestación)
durante 24 a 48 horas para administrar corticosteroides para beneficio fetal puede llevarse a cabo
si el monitoreo meticuloso materno y fetal sigue siendo tranquilizador mientras se infunde
continuamente sulfato de magnesio y antihipertensivo los agentes para prevenir la hipertensión
severa se administran para la estabilización materna; sin embargo, la seguridad de tal enfoque no
ha sido probada. En todas las demás circunstancias, existe un acuerdo general de que las mujeres
con eclampsia deben someterse al parto después de la estabilización. Los pacientes con
preeclampsia severa sometidos a cesárea continúan en riesgo de desarrollar eclampsia. La inducción
de anestesia y el estrés del parto pueden reducir su umbral de convulsiones y aumentar la
probabilidad de eclampsia. Descontinuar el sulfato de magnesio.

Las infusiones en el quirófano no disminuirán las posibles interacciones del sulfato de magnesio
con los agentes anestésicos y, además, aumentan la probabilidad de un nivel de magnesio en
suero subterapéutico en la sala de recuperación o en el posparto, lo que pone al paciente en
riesgo de eclampsia posparto.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

• Para las mujeres con eclampsia, se recomienda la administración de sulfato de magnesio


parenteral.

Calidad de la evidencia: alta


Fuerza de recomendación: fuerte

• Para las mujeres con preeclampsia severa, se recomienda la administración de sulfato de


magnesio intraparto-posparto para prevenir la eclampsia.

Calidad de la evidencia: alta


Fuerza de recomendación: fuerte

• Para las mujeres con preeclampsia sometidas a cesárea, se recomienda la administración


intraoperatoria continua de sulfato de magnesio parenteral para prevenir la eclampsia.

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: fuerte
Síndrome HELLP

La hemólisis, las pruebas de función hepática anormales y la trombocitopenia se han reconocido


como complicaciones de la preeclampsia y la eclampsia durante muchos años. El término "síndrome
HELLP" es un acrónimo de la siguiente presentación: hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y bajo
recuento de plaquetas. El desarrollo del síndrome HELLP puede ocurrir
anteparto o posparto. El curso clínico de las mujeres con síndrome de HELLP a menudo se caracteriza
por un deterioro progresivo y, a veces, repentino en la condición materna y fetal. Debido a que la
presencia de este síndrome se ha asociado con mayores tasas de morbilidad y mortalidad materna,
muchos autores consideran que su presencia es una indicación de parto inmediato. Un consenso de
opinión es que el parto inmediato está indicado si el síndrome se desarrolla más allá de las 34
semanas de gestación o antes si hay coagulación intravascular diseminada, infarto o hemorragia
hepática, insuficiencia renal, edema pulmonar, sospecha de desprendimiento prematuro de
placenta o estado fetal no seguro. Debido a que el manejo de pacientes con síndrome de HELLP
requiere la disponibilidad de unidades de cuidados intensivos neonatales y obstétricos y personal
con experiencia especial, los pacientes con síndrome de HELLP que están alejados del término deben
recibir atención en un terciario
centro de cuidados. El grupo de trabajo no encontró ensayos aleatorios que evaluaran los beneficios
versus los riesgos de un ciclo corto de corticosteroides para la maduración pulmonar fetal en
mujeres con síndrome de HELLP. Debido a que existe un beneficio fetal significativo de la
administración de corticosteroides para las mujeres con preeclampsia severa, debería existir un
beneficio fetal similar para las mujeres con síndrome HELLP anteparto.

Varios estudios observacionales y retrospectivos han encontrado que, en combinación con la terapia
con sulfato de magnesio y el control de la hipertensión severa, diferentes regímenes de esteroides
se han asociado con una disminución importante relacionada con la morbilidad materna en el
síndrome HELLP. Sin embargo, los datos sobre los beneficios maternos de la dexametasona en
mujeres con síndrome de HELLP son contradictorios. Un metaanálisis Cochrane de 2010 de 11
ensayos controlados aleatorios evaluó el efecto del tratamiento prenatal materno con
corticosteroides sobre los resultados perinatales durante el manejo expectante del síndrome HELLP
(48). Entre estos ensayos, solo cuatro ensayos (362 mujeres) informaron muerte materna; tres
ensayos (278 mujeres) informaron muerte materna o morbilidad materna grave; dos ensayos (91
mujeres) informaron hematoma hepático materno, ruptura o falla; y tres ensayos (297 mujeres)
informaron edema pulmonar materno. Esta revisión sistemática encontró recuentos de plaquetas
maternos significativamente mejorados cuando se administran corticosteroides, pero no se
informaron evidencias de mejoras en la mortalidad materna o morbilidad materna severa. Se
necesitan ensayos aleatorios más sólidos y realizados adecuadamente para aclarar qué valor puede
aportar esta intervención al tratamiento del síndrome HELLP

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con síndrome de HELLP y antes de la edad gestacional de viabilidad fetal, se
recomienda realizar el parto poco después de la estabilización materna inicial.
Calidad de la evidencia: alta
Fuerza de recomendación: fuerte

Para las mujeres con síndrome de HELLP a las 34 0/7 semanas o más de gestación, se recomienda
realizar el parto poco después de la estabilización materna inicial.

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: fuerte

Para las mujeres con síndrome HELLP desde la edad gestacional de la viabilidad fetal hasta las 33
6/7 semanas de gestación, se sugiere retrasar el parto durante 24 a 48 horas si la condición
materna y fetal se mantiene estable para completar un ciclo de corticosteroides para beneficio
fetal. * *

Calidad de la evidencia: baja


Fuerza de recomendación: calificado

* Los corticosteroides se han utilizado en ensayos controlados aleatorios para intentar mejorar la
condición materna y fetal. En estos estudios, no hubo evidencia de beneficio para mejorar el
resultado general materno y fetal (aunque esto se ha sugerido en estudios observacionales). Hay
evidencia en los ensayos aleatorios de mejoría de los recuentos de plaquetas con el tratamiento
con corticosteroides. En entornos clínicos en los que una mejora en el recuento de plaquetas se
considera útil, los corticosteroides pueden estar justificados.

Consideraciones anestésicas
Hipotensión

La anestesia espinal produce hipotensión secundaria al bloqueo simpático, que disminuye el flujo
sanguíneo uteroplacentario. La incidencia y la gravedad de la hipotensión después de la anestesia
espinal se compararon en mujeres parturientas con preeclampsia severa (65 pacientes) y mujeres
sin el proceso de la enfermedad (71 pacientes). La hipotensión, definida como una disminución del
30% en la presión arterial media, fue menos común en las mujeres parturientas con preeclampsia
severa (24.6% versus 40.8%), sin diferencias en la severidad de la hipotensión. El grupo de trabajo
no encontró metaanálisis que compararan la anestesia espinal con la anestesia general para el
parto por cesárea en mujeres con preeclampsia severa. Sin embargo, hay un ensayo aleatorizado
que comparó la anestesia espinal con la anestesia epidural para mujeres con preeclampsia grave
que se sometieron a un parto por cesárea. El grupo espinal consistió en 53 pacientes, y 47
pacientes estaban en el grupo epidural. La hipotensión se definió como una PA sistólica de menos
de 100 mm Hg. La incidencia de hipotensión fue mayor en el grupo espinal (51% versus 23%) pero
fue fácil de tratar y de corta duración (menos de 1 minuto). No hubo efectos adversos en la mujer
o el neonato.
Trombocitopenia

La trombocitopenia es la anormalidad hematológica más común en mujeres con preeclampsia. Su


incidencia depende de la gravedad de la enfermedad y la presencia o ausencia de desprendimiento
prematuro de placenta. En una encuesta, se encontró un recuento de plaquetas de menos de
150,000 / microlitro en el 50% de las mujeres parturientas con preeclampsia y un recuento de
plaquetas de menos de 100,000 / microlitro en el 36% de las mujeres. La principal preocupación con
la anestesia y analgesia neuroaxial en mujeres parturientas con trombocitopenia es el desarrollo de
un hematoma epidural. Las venas epidurales agrandadas que acompañan el embarazo aumentan el
riesgo de punción de estos vasos durante la colocación de la aguja o el catéter. Los factores de riesgo
para el hematoma incluyen colocación difícil, coagulopatía y extracción del catéter. El grupo de
trabajo no encontró estudios que examinaran el límite seguro para el recuento de plaquetas y la
anestesia neuroaxial. Existen numerosos informes de casos de colocación epidural en pacientes con
recuentos bajos de plaquetas (tan bajos como 20,000 / microlitro). Estos informes de casos no
establecen un límite seguro. La Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos no ha recomendado un
límite seguro para el recuento de plaquetas en mujeres parturientas con preeclampsia, basándose
en el criterio del proveedor de atención médica después de la revisión de los valores de laboratorio.
Un artículo de revisión de series de casos e informes de casos sobre anestesia epidural y espinal en
pacientes con trombocitopenia concluyó que 80,000 / microlitro es un recuento seguro de plaquetas
para la colocación de anestesia epidural o espinal y para la extracción de un catéter epidural. Esta
conclusión de estos autores depende de un recuento estable de plaquetas y el
ausencia de coagulopatía.

Sulfato de magnesio

El sulfato de magnesio tiene implicaciones anestésicas significativas. Prolonga la duración de los


relajantes musculares no despolarizantes y ha llevado a los profesionales a suspender la
administración de sulfato de magnesio durante los procedimientos quirúrgicos. Sin embargo,
debido a que el magnesio tiene una vida media de 5 horas, la interrupción de la infusión intravenosa
de sulfato de magnesio antes de la cesárea reduce mínimamente la concentración de magnesio en
el momento del parto y posiblemente aumenta el riesgo de convulsiones. Las mujeres con
preeclampsia que requieren parto por cesárea deben continuar con la infusión de sulfato de
magnesio durante el parto.

Monitoreo hemodinámico invasivo

La monitorización invasiva permite la medición directa de la presión arterial y la presión de llenado


cardíaco. El uso de un catéter arterial para la medición directa de la PA se usa en mujeres
parturientas que pueden requerir muestras arteriales frecuentes para el análisis de pH y gases en
sangre. También puede estar indicado en pacientes que reciben infusiones continuas de potentes
fármacos vasoactivos. Con el uso adecuado, el riesgo de cateterismo arterial es bajo, principalmente
incluyendo infección (dependiendo de la ubicación del catéter arterial, con mayor riesgo de
colocación femoral) y trombosis. Sin embargo, no hay datos específicos sobre el riesgo de
cateterismo arterial en la mujer en parto.
La colocación de un catéter en una vena central para la determinación de una presión venosa central
(CVP) o de un catéter en la arteria pulmonar permite la administración de medicamentos, un acceso
venoso mejorado y la monitorización hemodinámica. Estos monitores pueden permitir la medición
de la presión de llenado del corazón y la evaluación de la resistencia vascular, la función cardíaca y
la absorción y entrega de oxígeno. La correlación entre la CVP y la presión de oclusión de la arteria
pulmonar en la preeclampsia es moderada, lo que limita la utilidad de las determinaciones de CVP.
En 30 mujeres parturientas con preeclampsia severa, el coeficiente de correlación entre la CVP y la
presión de oclusión de la arteria pulmonar fue de 0.64, si el paciente no recibió tratamiento. El
tratamiento del proceso de la enfermedad redujo el coeficiente de correlación a 0,53. Esta falta de
correlación se confunde aún más con la falta de datos de ensayos controlados aleatorios que
demuestren la utilidad de los catéteres de arteria pulmonar, pero el cateterismo de la arteria
pulmonar no está exento de riesgos. Cuatro de los 100 pacientes que fueron revisados
retrospectivamente tenían trombosis venosa o celulitis.
Se realizó una serie de casos retrospectivos de pacientes que recibieron catéteres venosos centrales.
De 85 pacientes, 20 tenían preeclampsia. Se informó una alta incidencia de infección (14%) en
aquellas mujeres parturientas que recibieron catéteres venosos centrales. Otras complicaciones
incluyen trombosis venosa superficial y profunda, hematoma, taquicardia ventricular e
incomodidad.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres con preeclampsia que requieren analgesia para el trabajo de parto o anestesia para
el parto por cesárea y con una situación clínica que permite tiempo suficiente para el
establecimiento de la anestesia, se recomienda la administración de anestesia neuroaxial (ya sea
anestesia espinal o epidural).

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: fuerte

Para las mujeres con preeclampsia severa, se sugiere que la monitorización hemodinámica invasiva
no se use de forma rutinaria.

Calidad de la evidencia: baja


Fuerza de recomendación: calificado

Hipertensión postparto y
Preeclampsia

La incidencia exacta de la hipertensión posparto y la preeclampsia es difícil de determinar porque a


la mayoría de las mujeres en el período posparto no se les controlará la presión arterial hasta la
visita posparto de 6 semanas. Además, la mayoría de las mujeres con hipertensión generalmente
son asintomáticas, y aquellas con síntomas con frecuencia son atendidas y manejadas en los
departamentos de emergencias. Varios estudios han informado que muchas mujeres serán
hospitalizadas después del parto debido a hipertensión severa y preeclampsia, y un gran estudio
basado en la población de 2010 informó que el 0.3% de todas las visitas posparto a urgencias se
debieron a hipertensión y preeclampsia. La hipertensión posparto y la preeclampsia son secundarias
a la hipertensión persistente o exacerbación de la hipertensión en mujeres con hipetensión
gestacional previa, preeclampsia, hipertensión crónica o debido a una condición de nuevo
comienzo. En mujeres con preeclampsia o preeclampsia superpuesta, la PA generalmente
disminuye dentro de las 48 horas posteriores al parto, pero la PA aumenta nuevamente de 3 a 6
días después del parto. Varios estudios han enfatizado el valor potencial de educar a los pacientes
y a los proveedores de atención médica para informar sobre los signos y síntomas de preeclampsia
que comúnmente preceden a la eclampsia, la encefalopatía hipertensiva, el edema pulmonar o el
accidente cerebrovascular (63-66). Sin embargo, no está claro si dichos informes conducirán a la
prevención de la eclampsia y los resultados maternos adversos. Varios estudios retrospectivos han
encontrado que la mayoría de las mujeres que presentaron eclampsia y accidente cerebrovascular
en el período posparto tuvieron estos síntomas durante horas y días antes de la presentación (63-
66). Además, muchos de estos síntomas no fueron considerados importantes por pacientes o
proveedores médicos. El grupo también creía que muchos proveedores médicos (enfermeras,
obstetras, enfermeras-parteras, médicos del departamento de emergencias e internistas) pueden
no ser conscientes de que la preeclampsia y la eclampsia pueden desarrollarse hasta 4 semanas
después del parto. Se recuerda a los proveedores de atención médica la contribución de los agentes
antiinflamatorios no esteroideos para aumentar la PA. Se sugiere que estos agentes de alivio del
dolor posparto comúnmente utilizados sean reemplazados por otros analgésicos en mujeres con
hipertensión que persiste durante más de 1 día posparto.
RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres en las que se diagnostica hipertensión gestacional, preeclampsia o preeclampsia
superpuesta, se sugiere que se controle la PA en el hospital o que se realice una vigilancia
ambulatoria equivalente durante al menos 72 horas después del parto y nuevamente 7-10 días
después del parto o antes en mujeres con síntomas

Calidad de la evidencia: moderada


Fuerza de recomendación: Calificado.

Para todas las mujeres en el período posparto (no solo las mujeres con preeclampsia), se sugiere
que las instrucciones de alta incluyan información sobre los signos y síntomas de la preeclampsia,
así como la importancia de informar rápidamente esta información a sus proveedores de atención
médica.

Calidad de la evidencia: baja


Fuerza de recomendación: calificado

El grupo de trabajo no conoce ningún ensayo aleatorizado que evalúe la terapia para prevenir la
hipertensión posparto y la preeclampsia. El grupo de trabajo no encontró ensayos controlados con
placebo que evaluaran el tratamiento de la hipertensión posparto o evaluaron sulfato de magnesio
versus placebo en mujeres con preeclampsia posparto tardía. Algunos ensayos que tenían tamaños
de muestra limitados compararon los fármacos antihipertensivos orales entre sí o sin tratamiento.
Sin embargo, el resultado estudiado en estos ensayos no es clínicamente importante. Además,
existe incertidumbre con respecto al nivel de presión sanguínea a tratar, así como a la presión
sanguínea objetivo a alcanzar durante el tratamiento y cuándo suspender estos medicamentos. Se
debe recordar a los proveedores de atención médica la contribución de los agentes
antiinflamatorios no esteroideos al aumento de la PA. Se sugiere que estos agentes de alivio del
dolor posparto comúnmente utilizados sean reemplazados por otros analgésicos en mujeres con
hipertensión que persiste durante más de 1 día posparto. Los expertos recomiendan la terapia
antihipertensiva en el período posparto cuando la presión arterial es persistentemente superior a
150 mm Hg sistólica o 100 mm Hg diastólica (en al menos dos ocasiones con al menos 4 a 6 horas
de diferencia). Además, el sulfato de magnesio se recomienda para mujeres que se presentan
durante el período posparto con hipertensión o preeclampsia en asociación con dolores de cabeza
severos, cambios visuales, estado mental alterado, dolor epigástrico o falta de aliento. El sulfato de
magnesio debe administrarse durante al menos 24 horas desde el diagnóstico.

RECOMENDACIONES DEL GRUPO DE TRABAJO

Para las mujeres en el período posparto que presentan hipertensión de inicio reciente asociada con
dolores de cabeza o visión borrosa o preeclampsia con hipertensión severa, se sugiere la
administración parenteral de sulfato de magnesio.

Calidad de la evidencia: baja


Fuerza de recomendación: calificado

Para las mujeres con hipertensión posparto persistente, presión arterial de 150 mm Hg sistólica o
superior o 100 mm Hg diastólica o superior, en al menos dos ocasiones con al menos 4 a 6 horas de
separación, se sugiere la terapia antihipertensiva. La PA persistente de 160 mm Hg sistólica o 100
mm Hg diastólica o superior debe tratarse dentro de 1 hora.

Calidad de la evidencia: baja


Fuerza de recomendación: calificado

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