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Ángel Bautista Vásquez DER 3370-45

100020883 Tarea 6.1

TESTIMONIO, PERITAJE Y CAREO

Al respecto del Testimonio, se considera testigo a toda persona que ha


captado con sus sentidos y que mantiene en su memoria un hecho o un
acontecimiento determinado. En los procesos penales los testigos deben
atesorar información valiosa para el esclarecimiento de un hecho penalmente
relevante. Puede ocurrir que la información que guarde el testigo sea de
carácter referencial o directa, determinando con ello el valor probatorio del
mismo.

La información brindada por el testigo será referencial siempre que la misma


no provenga de su percepción sensorial inmediata, sino que sea el producto
de lo escuchado a través de un tercero. El testigo directo, en cambio, es aquel
que ha captado con sus sentidos y de manera inmediata los hechos en
cuestión. Aunque en principio subsista la idea de que los testigos no son
interesados en el posible resultado de los procesos penales, y que antes de ser
parciales son “testigos de los procesos y no de partes”,lo usual es que los
mismos entren al litigio propuestos por una de las partes interesadas; de ahí
que se califiquen de manera informal a los testigos como testigos a cargo o
testigos a descargo.

Conforme a las prescripciones del artículo 328 del Código Procesal Penal,
opera en los testigos la obligatoriedad de presentarse a declarar siempre que
sean citados para ello, corriendo el riesgo de que, en caso de incomparecencia,
se dicte en su contra orden de conducencia que obligue mediante coerción su
asistencia. No obstante a la obligación que tienen los testigos de prestar su
versión, ocurre en determinadas ocasiones que el mismo no comparece al
llamado que se le hace mediante la citación o se niega de manera expresa a
deponer en torno a lo que ha presenciado. Dicha negativa puede sobrevenir
por la apatía, desinterés, desconocimiento, o por simple animadversión a los
procesos penales.Cuando suceden dichas cosas se está en presencia de un
testigo reticente, el cual se caracteriza por la resistencia a prestar su
declaración en el proceso penal.

Diferente al testigo reticente está el llamado testigo hostil, el cual comprende


características distintas al primero. Es hostil un testigo cuando habiendo
prestado su declaración éste la varía respecto a otra versión que haya ofrecido
con anterioridad, ya sea mediante otra autoridad, jurisdicción o proponente.
Dicha definición está contenida en el artículo 3 de la resolución 3869-2006
sobre el manejo de las pruebas en los procesos penales, careciendo el
mencionado artículo de alguna prescripción que permita el establecimiento
de un procedimiento para identificar, o al menos declarar, a un testigo como
hostil. Sin embargo, en la práctica se impone, y por inducción lógica de lo que
dice el referido artículo, un proceso bastante sencillo a fin de declarar la
hostilidad de un testigo. Para tales fines, se hace imprescindible para los
tribunales apreciar alguna circunstancia, o elemento probatorio, que permita
a los juzgadores determinar la inconsistencia del testimonio con respecto a
una declaración previa, siendo precisamente en dichas circunstancias donde
las entrevistas practicadas con anterioridad a los testigos cobran una
importancia suprema.

En todo caso, los testigos se han constituido en elementos probatorios


fundamentales en los juicios penales, no obstante a lo propensos que éstos
son a la veleidad, mendacidad, o relatividad de sus versiones.

Peritaje: el Art. 206 no dice quienes no pueden actuar como peritos:

 Quienes por insuficiencia o alteración de sus facultades mentales, no


comprendan el significado del acto;
 Quienes deban abstenerse de declarar como testigos;
 Quienes hayan sido testigos del hecho objeto de procedimiento;
 Los inhabilitados.

El careo es una prueba que actualmente se practica muy poco. Consiste en


enfrentar a dos testigos que han mantenido versiones contradictorias para ver
si, durante el encuentro y a raíz de la argumentación, se ponen de acuerdo
en lo que realmente ocurrió. Pero lo habitual es que ambos declarantes
mantengan durante el careo la misma versión contradictoria y ninguno ceda,
por lo que raramente tiene algún efecto decisivo en el resultado del juicio.

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