YO SOY LA ESPERANZA

(APOCALIPSIS 1)
Nafri Machado
TEXTO: Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él
puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy
el primero y el último; 18 y el que vivo, y estuve
muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del
Hades. (Apocalipsis 1: 17, 18)

INTRODUCCIÓN:
El libro de Apocalipsis contiene el último mensaje de
esperanza por parte de Jesús para este planeta. Frente a
los acontecimientos actuales, precursores del tiempo del
fin, deberíamos despertar un interés rejuvenecido hacia
el estudio de este espectacular libro.
El capítulo 1 hace una introducción espectacular sobre el
propósito de Dios al dar este libro: No fue para dar
miedo, no fue para presentar bestias, no fue para atacar
personas, leamos el primer versículo de este increíble
libro:
Apocalipsis 1:1 La revelación de Jesucristo, que Dios le
dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben
suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de
su ángel a su siervo Juan.
El último libro de la Biblia comienza donde terminan los
cuatro evangelios. En los evangelios, Jesucristo es el
varón de dolores, en Apocalipsis es el Rey y Señor sobre
el universo entero.
Apocalipsis tiene la intención de crear un retrato de
Cristo que no se puede encontrar en ninguna otra parte.
El libro señala a Cristo como el “el principio y el fin”
(21:6; 22:13), y “el primero y el último” (1:17; 2:8;
22:13). Él es el contenido mismo del Apocalipsis. Si se
quita a Cristo del libro, llegaría a ser un “apocalipsis de
Hollywood”, con cosas terribles y eventos grotescos, un
libro que presenta un futuro aterrador, sin ninguna
esperanza.
Jesús es el tema principal del libro, y luego está la
presentación de su segunda venida: La frase “las cosas
que deben suceder pronto” es un eco específicamente
de Daniel 2:28 “Pero hay un Dios en los cielos, el cual
revela los misterios, y él ha hecho saber al rey
Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los
postreros días” y un eco al discurso de Jesús en el
Monte de los Olivos de Mateo 24.
La segunda venida de Jesús es el tema más importante,
después de Jesús mismo, de este libro. Su propósito no
es satisfacer nuestra curiosidad obsesiva acerca del
futuro, sino asegurarnos que Dios conduce ese futuro.
Apocalipsis 1:7 reafirma este punto: He aquí que viene
con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le
traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán
lamentación por él. Sí, amén.

I. TRES DETALLES IMPORTANTES

1. Es un libro de símbolos. “y la declaró” (1: 1) La
palabra griega sēmáinō significa específicamente
transmitir o hacer conocer por algún tipo de señal,
indica que las visiones del Apocalipsis fueron
comunicadas a Juan en presentaciones figurativas o
simbólicas.
Algunos símbolos recurrentes de Apocalipsis
Símbolo Significado Referencia
Estrellas Ángeles Apocalipsis 1: 20
Ángel Mensajero Hebreos 1:14
Candelabros Iglesias Apocalipsis 1: 20
Dragón Satanás Apocalipsis 12: 7-9
Babilonia Apostasía religiosa. Apocalipsis 17: 1-5
Confusión.
Bestia Reino, gobierno, Daniel 7:23
poder político
2. La triple estructura del libro.

(1: 1-8) Prólogo

(1:9–3:22) Los mensajes a las siete iglesias de los días de Juan .

(capítulos 4–11) La apertura del libro sellado con siete sellos que cubre el
transcurso de la historia desde los días de Juan hasta el tiempo del fin .

(12–22:5) La consumación escatológica de la historia de esta tierra y el

establecimiento definitivo del reino de Dios.

(22: 6-21) Epílogo

3. Propósito del libro. El libro del Apocalipsis fue

originalmente escrito como una carta. sin duda fue
destinado principalmente a siete comunidades
cristianas de la provincia romana de Asia: “Juan, a las
siete iglesias que están en Asia” (Apocalipsis 1:4). El
Cristo glorificado comisionó a Juan: “Escribe lo que ves
en un rollo, y envíalo a las siete iglesias” (1:11).
El propósito principal de Juan al escribir el Apocalipsis,
fue ayudar a los cristianos del primer siglo en la
provincia romana de Asia con su situación y problemas.
El libro del Apocalipsis era apropiado para dar
esperanza y ánimo a los cristianos oprimidos de los días
de Juan en esas terribles circunstancias, y fue diseñado
para ello, y para prepararlos para enfrentar crisis
futuras. También se dirige a nosotros para darnos
esperanza frente a la crisis actual y venidera.

II. APOCALIPSIS ES UNA FUENTE DE

ESPERANZA
Apocalipsis 1:3 Bienaventurado el que lee, y los que
oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas
en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
Este versículo primariamente se refiere al estudio de
Apocalipsis en la iglesia.
El texto promete una bendición especial de felicidad al
lector y a los oyentes del libro del Apocalipsis.
El lector es la persona que lee en público el libro de la
profecía—es decir, el predicador—mientras los oyentes
son la congregación reunida que escucha la lectura.
Aunque leer y oír las profecías es muy importante, la
plenitud de la bendición se pronuncia especialmente a
los que guardan sus mensajes.
Apocalipsis 1:5, 6 y de Jesucristo el testigo fiel, el
primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes
de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros
pecados con su sangre, 6 y nos hizo reyes y sacerdotes
para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los
siglos de los siglos. Amén.
 - Jesús es el testigo fiel, Él selló su testimonio fiel
con su muerte en la cruz; su muerte así llegó a ser
el primer martirio.
- Sin embargo, Jesús es el primogénito de los
muertos, o las primicias de la resurrección. Por
virtud de su muerte, él, el Cristo resucitado y
glorificado, ha llegado a ser el soberano de los
reyes de la tierra.
- Jesucristo es todo lo que el pueblo de Dios
necesita, especialmente cuando la historia está
llegando a su fin.
Lo que Jesús hace a favor nuestro:
1. A aquel que nos ama significa, como el texto
griego indica, que Jesucristo nos ama
continuamente.
2. Aquel que nos ama, nos libró de nuestros pecados
por su sangre.
3. Nos hizo un reino, sacerdotes para su Dios y
Padre, nos hizo ciudadanos del Reino de los cielos.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

III. UNA ESPERANZA PERSONAL

Apocalipsis 1:17-18 Cuando le vi, caí como muerto a sus
pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No
temas; yo soy el primero y el último; 18 y el que vivo, y
estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de
los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del
Hades.
Jesús le quiso dar esperanza a Juan y las iglesias que
pastoreaba y nos quiere dar esperanza.
Como en el Monte de la Transfiguración (Mat. 17:7),
Juan otra vez experimenta la mano derecha
tranquilizadora de Jesús sobre sí con las palabras ¡Deja
de tener miedo!
“Deja de tener miedo” pues yo soy el primero y el
último. La declaración “Yo soy el primero y el último” es
muy significativa.
Al comienzo de esta visión, el Cristo resucitado es “como
un hijo de hombre” cumpliendo la promesa del pacto al
antiguo Israel: “Y andaré entre vosotros, y yo seré
vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo” (Levítico
26:12).
Mediante la caminata simbólica entre los candeleros,
Cristo quiere mostrar su presencia y ministerio a las
iglesias.
Esta porción final hace claro que en el Jesucristo
resucitado y exaltado, el mismo Dios del pacto ha
descendido, y él está con su pueblo del Nuevo
Testamento. Él es su única esperanza al acercarse el fin,
porque “no hay Dios fuera de él”.

CONCLUSIÓN:
El Señor glorificado todavía camina en medio de su
iglesia.
Habla a su iglesia del tiempo del fin hoy por medio de la
Revelación de Jesucristo.
Se presenta a su pueblo de varias maneras, atendiendo
problemas en sus diferentes situaciones y necesidades
en la vida.
Los encuentra donde están ahora, como se encontró con
los cristianos de aquellas siete congregaciones en la
provincia de Asia en los días de Juan.
Cristo quiere estar en tu vida.
Quiere ser tu GRAN YO SOY personal.
Quiere salvarte.
Quiere redimirte.
Quiere darte vida eterna.
Y ante tu dolor te dice: No tengas miedo porque estoy
contigo.
Ese es el mensaje de Apocalipsis para ti y para mi.
Deja que Jesús esa el Rey de Reyes y Señor de Señores
en tu vida, y entonces tendrán la fuerza para luchar y
vencer día a día.
"¿Quién mató al Señor Jesucristo?", Preguntaba la
maestra en la clase de señoras en la pequeña Misión
Rosillo, en San Antonio, Texas. Fueron tan distintas las
respuestas como el número de personas presentes:
"Barrabás, porque Cristo murió en su lugar", contestó
una. "Pilato", contestó otra. "Los soldados romanos." "El
Sanedrín", seguían las respuestas. "¡No!", Respondió la
maestra y, señalando a una mujer que había quedado
viuda a consecuencia de las balas de un asesino, le dijo:
"¡Tú mataste a Jesús!" La mujer fue sorprendida por la
declaración, "¡Tú mataste a Jesús!" Vino como un
relámpago a su memoria la tragedia de la muerte
inesperada de su esposo y se colocaba en la posición de
una asesina. Echándose a llorar pensaba: "Yo maté a
Jesús." Esto era cierto, pero aún Cristo la amaba. Por ella
había muerto y ese día, la viuda, con ternura de corazón
invitó a Jesucristo a entrar en su vida. Esta era la
decisión que cambiaría su vida y la llevaría a través de
muchos años a una vida victoriosa en Cristo; y todo
porque una maestra le dijo: "Tú mataste a Jesús."
Realmente, yo también maté a Jesús, y tú y todos
matamos a Jesús.
Gracias a la muerte expiatoria de Jesús todos podemos
ser salvos, ese es el mensaje que Apocalipsis presente,
un mensaje de salvación.