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Las Escrituras y el Mesías

Texto: Juan 5:39

39Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

Sin lugar a dudas que Jesús nunca tuvo que demostrar delante de Dios, que el mismo era
Dios. Él era “El Yo soy”. El Dios hecho hombre. Pre encarnado, el preminente. El eterno.

Aunque esa luz vino al mundo (Juan 1:9), los hombres en aquella época “amaron más las
tinieblas que la luz”. El hombre continuamente escapa de Dios. Es un fugitivo de Dios. Y
aunque se quiera vestir con un manto de “piedad” de religiosidad, creyendo que conoce a
Dios por que sabe intelectualmente quien es Dios. Su corazón está lejos del Señor y sus
obras de justicia son para mostrarse ellos mismos. Pero como entonces tenemos las señales
delante de nuestros ojos, pero no vemos. Tenemos delante de nosotros el testimonio vivo de
Dios, manifestado en el Salvador, por sus obras, por su creación, por su venida etc. Aun
cuando El Señor les mostraba las pruebas de su autoridad, los hombres toman diversas
actitudes de su autoridad.

Y continuando considerando al Mesías prometido, ayer y hoy también, hasta el momento


de su regreso triunfante. Deseo que podamos ver a Cristo en los profetas y como las
Escrituras nos hablan del evangelio de Cristo. Y no solamente vamos a las Escrituras para
ver a Jesús y ser iluminados para vida eterna, sino que también debemos hacerlo con
humildad, recordando cómo llegamos a Cristo en esa pobreza de espíritu, y, como los del
Camino a Emaús de Lucas 24, nuestra mente sea abierta a medida que abrimos la Palabra y
nuestro corazón arda para deleite de la Gloria de Jesús, manifestado en nosotros.

Entonces si las Escrituras dan testimonio de Jesús, en Juan podemos ver que los milagros
que Jesús realizaba era la señal del Mesías prometido en el Antiguo pacto. Hasta Nicodemo
(juan 3:2) reconoció que los milagros de Cristo demostraban que había venido de Dios.

Entonces, ¿Cuál es la relación que tienen los profetas menores en nuestras Biblias, respecto
a Cristo? ¿Qué nos dicen de Él?

Y nosotros queremos ser fieles al estudio de las Escrituras y ver a Jesús en toda la Biblia ya
que como dice Juan 5:37-47 “Las Escrituras son el testimonio del Padre respecto al Hijo.
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Pero hay una nota de aclaración aquí también: cuidado de investigar las Escrituras como los
judíos de aquel entonces que criticaron Jesús por no saber o conocer quién era el. Pero
pensaban que sus estudios los salvarían (vs.39) pero las leían con ojos espiritualmente
ciegos.

Entonces comencemos con lo que nos dicen los profetas menores. Y entre los doce profetas
menores que hay en la Escritura hay una relación entre sí. Hay una línea histórica, de 400
años de profecías. Y Vamos a observar lo que dijeron estos profetas, desde Oseas hasta
Malaquías.

Comencemos por el libro de Oseas. En Oseas el tema central es el pacto, que es roto por
Israel. Es una historia trágica de amor acerca de Dios. El ama a su pueblo a pesar de la
infidelidad que ellos comenten en su contra. Eso también se dramatiza en el matrimonio
roto de Oseas. A pesar de todo el Señor mantiene en pie el pacto. Por eso Israel permanece
hijo de Dios: dice Oseas 11:1 “Cuando Israel era muchacho, yo lo ame, y de Egipto llame
a Mi hijo”

Y en el evangelio según Mateo, se utiliza este texto en relación con la permanecía de José,
María y el Niño Jesús en Egipto. En Oseas 11 con “hijo de Dios” se refiere al pueblo de
Dios. En Mateo 2 se trata del Niño Jesús, el Hijo de Dios. El mensaje del Evangelio es
claro y evidente: el pueblo de Dios tiene su razón de ser en el Hijo de Dios.

Pero ese Evangelio se hace sentir aún más fuerte y nítido en Malaquías 3:1

1He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá
súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien
deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Malaquías significa: “Mi mensajero” Y no es casualidad que Dios habla al pueblo por
medio del profeta utilizando un juego de palabras con su nombre. Habla de uno que iba a
preparar el camino del Señor “preparará el camino delante de mí”. En 4:5 de Malaquías
dice más datos: “Yo os envió al profeta Elías, antes que venga el día del Señor grande y
terrible” Y claramente aquí habla de Juan el Bautista (Lucas 1:17-18). Pero ¿Quién es
entonces ese “Ángel del pacto” (que dice Malaquías). Bueno, Es Jesús. El Señor. Dios es el
Dios del pacto. Así actúa El con su creación, Su pueblo, o sea con nosotros como Su pueblo
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personalmente. Eso se verá el día de Dios. Esto va a ocurrir, el salvara a Su pueblo y tendrá
lugar el juicio a las naciones.

Hay que aclarar que el tema principal de los profetas menores: Tiene que ver con el Mesías
y para aquellos que perdieron la esperanza.

Y Joel habla muy claro de ese día que vendría el Señor ese día habría juicio de Dios sobre
la maldad (tinieblas y oscuridad) pero también traerá una restauración gloriosa (luz),
trayendo un derramamiento de su Espíritu sobre ellos.

Y los profetas hablaron del día de Dios que toma formas espantosas pero también en
conexión con el derramamiento del Espíritu Santo. Por eso, ese día será en realidad un día
de salvación: dice Joel 2:28 “y sucederá que después de esto, derramare mi Espíritu sobre
toda carne;…”

Pero también dice: “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga
el día grande y espantoso del Señor” (Joel 2:31).

Y a pesar de eso dice Vs, 32 “Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor
será salvo; porque en el monte Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho el
Señor, y entre los sobrevivientes estarán los que el Señor llame”.

Una mención aparte merece la narración del profeta Jonás en la que se reconoce el Señor
Jesús a Si mismo. No nos es dada ninguna otra señal. Mateo 12:40 dice: “Porque como
estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del
Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

El Señor Jesús pone aquí una relación directa entre los doce profetas y su actuación. En
Mateo 12 no se habla tampoco del relato de Jonás, sino sobre la señal de Jonás. Señal aquí
quiere decir: Esta es una señal de Dios. El Señor Jesús llama a Jonás también “profeta
Jonás” (Mt. 12:39). Esta es una profecía sobre su sufrimiento y su muerte.

En todos estos profetas hay destellos que nos dejan ver algo del Salvador. Y en Malaquías
vemos como se prepara el camino para El (3:1; 4:5).
Miqueas profetiza Su nacimiento de la estirpe de David y su reinado (Mi. 5:1-2 y también
Oseas 3:5) ¿Cómo pudieron estar tan ciegos los judíos, los maestros de la ley y no ver con
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claridad las señales de los profetas? Oseas 3:5 dice: “van a volver después en los últimos
días” Y esto es lo que dice Hebreos 1:2. El autor de hebreos está considerando los últimos
días con el advenimiento del Señor Jesucristo. Pero sobre todo su reinado.

En Zacarías también. Después de Isaías, es el libro que más habla acerca del Mesías.
Vemos cómo será: su entrada en Jerusalén (Zc.9:9) Cuando lo meten preso (13:7), su
muerte (12:10 y su regreso (14:5).

Conclusión:

Bueno ¿Qué más evidencia de que Jesús es El Señor, El Rey esperado, El Mesías Salvador.
Que vino a este mundo como siervo, vivió como lo profetizaron. Todos los profetas
menores, y hablaron de ese glorioso día que vendría. Jesús nacería en Belén de Judea.

Y quería finalizar con el último profeta menor que tenemos en la Biblia, Malaquías. El
cierra el periodo profético y cronológicamente, la revelación del AT. Dando un fuerte
mensaje en relación a la historia de la redención. Y ese mensaje es un fuerte mensaje para
nosotros hoy la iglesia del Señor. La comunidad llamada por Dios para proclamar salvación
a toda la humanidad se encuentra sumida en el desencanto y el cinismo. La idolatría ha sido
reemplazada por la indiferencia hacia Dios, el ritualismo externo y la injusticia social. Esa
era la condición del pueblo de Dios al terminar el AT. Y hoy pasa algo parecido, Ya no se
predica el evangelio, ya no existe la autoridad de Las Escrituras, los métodos y las visiones
humanas reemplazaron la voz profética de la Palabra de Dios, las iglesias idolatran a los
hombres y ministerios, el poder y las multitudes que se anhelan en las iglesias no es para
que conozcan el evangelio de Cristo, sino para postrarse ante sus baales de la prosperidad y
el orgullo personal. Y Malaquías ante este caos del pueblo de Dios cierra con un mensaje
claro: “falta algo”. Con esa expectativa va a comenzar el Nuevo Testamento. Juan el
Bautista, el “precursor” del que habla Malaquías, va a proclamar luego de 400 años de
silencio: “Aquí esta Jesús, Él es El Mesías esperado, Él es el cordero que quita el pecado
del mundo, Él es el que estábamos esperando y cumplirá todas esas esperanzas”.

Pero también Malaquías menciona “un remanente” que ama a Dios. El Señor se refiere a
ellos como “los que temían a Jehová” (3:16). Y al final del libro en 4:2 “vosotros los que
teméis mi nombre”
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Debemos continuar proclamando el Nombre de Jesús a esta ciudad, a los que están lejos del
Señor. Por qué es aquí querido amigo en la Palabra de Dios donde esta Jesús, esta navidad
Jesús es la señal de Salvación para tu vida. De reconciliación con Dios. Tu vida te “falta
algo” y no serás feliz hasta que no te encuentres con El. Y Él se llama Jesús.

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