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Los primeros trabajos de investigación realizados a inicios del siglo XIX fueron
direccionados a la racionalización del trabajo en el nivel operacional, enfoque que dio
inicio a la Administración Científica, basada en el estudio de tiempos y movimientos.
Posteriormente, Fayol estructura la teoría clásica teniendo como referente la organización
militar y la eclesiástica. Por consiguiente, la preocupación por la estructura, el orden
jerárquico y la forma de la organización constituye la esencia de esta teoría. La
administración científica y la teoría clásica conforman el enfoque clásico de la
administración.
Por otra parte, otros autores reafirmaron los postulados clásicos, influenciados por la
ciencia del comportamiento en el campo de la administración, los autores neoclásicos se
preocuparon por establecer los principios generales de la administración capaces de orientar
al administrador en el desarrollo de sus funciones. Los principios de esta teoría buscan
definir como debe el administrador planear, organizar, dirigir y controlar el trabajo de sus
subordinados (Chiavenato, 2007).
Uno de los autores más representativos de la teoría neoclásica fue Peter Drucker, quien
destaca tres aspectos principales: i) los objetivos son juicios de valor, escalas de prioridades
en la atención de las necesidades de la comunidad por la organización, ii) las
organizaciones requieren de una construcción determinada por la tarea y por sus demandas,
iii) el desempeño individual indica eficacia del personal que trabaja en las organizaciones
(Chiavenato, 2007).
Así mismo, Peter Drucker infiere, que las competencias gerenciales corresponden a la
administración más que a otra disciplina e identifica tres competencias: i) la comunicación
dentro de la organización, ii) adopción de decisiones en condiciones de incertidumbre, iii)
la planificación estratégica (Blacutt, s.f.).
La teoría neoclásica considera que la administración es una técnica social básica, esto
indica que el administrador además de los aspectos técnicos y específicos de su trabajo,
debe tener conocimiento y aptitudes relacionadas con la dirección de personas en la
organización. Una falencia de esta teoría es que está diseñada para la dirección de grandes
compañías (Sánchez Murillo, 2006), lo que dificulta su aplicación en la actualidad, al
contar con más presencia de micro, pequeñas y medianas empresas, en las cuales, es muy
común que un empleado realice diversas tareas.
En conclusión, se puede observar que la teoría neoclásica es una restructuración relativa,
que toma componente de la administración científica y de la teoría clásica para establecer
los principios generales de la administración capaces de orientar al administrador en el
desarrollo de sus funciones. En conjunto la planeación, organización, dirección y control
son funciones administrativas que constituyen el proceso administrativo, por eso el nombre
de escuela operacional, o del proceso administrativo, como también se conoce a la teoría
neoclásica.