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ENCUBRIMIENTO,
RECEPTACIÓN Y
LAVADO DE ACTIVOS
Hacia una teoría unitaria de las
conductas posdelictuales
Montevideo - Buer 1
ENCUBRIMIENTO,
RECEPTACIÓN Y
LAVADO DE ACTIVOS
ALEJANDRA VERDE
Profesora de Derecho Penal - Universidad de San Andrés
Profesora de Derecho Procesal Penal - Universidad Torcuato Di Tella
Argentina
ENCUBRIMIENTO,
RECEPTACIÓN Y
LAVADO DE ACTIVOS
Hacia una teoría unitaria de las
conductas posdelictuales
IB de
Montevideo - Buenos PAires
2022
INTRODUCCIÓN ..cococconnenocaranscroncnconenrononarar
ona nar rcanannnnnrannns
Capitulo I
EL DELITO PREVIO EN LAS
CONDUCTAS POSDELICTUALES
ii AAA
009 an
2. El delito anterior y el posterior: distinciones........
PS a A A En
RH
2.2. La delimitación del “delito anterior” .............
2.3. El conocimiento y el error sobre el delito
TEBEIOE AA ERRANTE RARAS
+ Conclusión
Capitulo II
FAVORECIMIENTO REAL Y PERSONAL.
BASES PARA UNA DELIMITACIÓN ADECUADA
ENTRE ENCUBRIMIENTO, LAVADO DE
ACTIVOS Y RECEPTACIÓN
1, Introducción ..coconcccncccnncnenonnnenaranonononorncananinnnanicans
1,1, Cuestiones preliminares mcr
2. La delimitación entre favorecimiento personal y
favorecimientoreal iii
2.1. En Argentina ...cocconcccconcnnnnananonrorrnannacaraneronas
A A
2.3. Toma de postura y propuesta personal ........
Xx ALEJANDRA VERDE
3. El favorecimiento personal...ooococcccconcnonnncnoncancnnós 70
3.1. Denominación y descripción como clase de
CONCA rc RRA AENA AE 7O
3.2. El bien jurídico afectado: ¿qué daño causa el
TAYOreciMmiento Personal? vc 72
3.3. Favorecimiento personal: hacia una
interpretación plausible (de lege lata y
TESEGE JSP AAA AAA 84
4. El favorecimiento real ..........ooroooccocnororororrcnnnnonnno 88
4.1. Denominación y descripción como clase de
COMIOUICÍA cocccccocncoonnnoncnnnno
rencor onnrrrnanrornrnnrannnnanano 88
4.2. El bien jurídico afectado: ¿qué daño causa el
favoreciótiento lia 89
4.3. Favorecimiento real: hacia una interpretación
plausible (de lege lata y de lege ferenda)............ 101
5. La receptación en Argentina: una forma de
TO VOTE CIO O AAA 102
S.L PRESENTACION ar 102
5.2. Criticas a la idea dominante. Toma de
POSTULA cooooccconcnccnnnononononcnnnnono
nan rnnnn cnc naar can rrannas 103
6. Los delitos de favorecimiento personal y real
frente al de lavado de activos cimcioncinniciccs coc 108
e Concllsiones cana 113
Capitulo III
RECEPTACIÓN, NO ENCUBRIMIENTO.
UN DELITO CONTRA EL MERCADO FORMAL
Mision o a A 115
2. Análisis crítico de las teorías que intentan
justificar la criminalización de la receptación ....... 122
2.1. La teoría de la perpetuación....ocoococroccnnnnonnnss 123
2.2. La teoría de la vigencia del derecho y otras
SIMIÍares .ocoococconocnonncnanccnnonncrnnonanconenrnnnnnncanconenos 136
2.3. La receptación como un delito contra la
administración de JUSTICIA csoconsrrira cian 137
DA COACCIÓN 140
ÍnpicE XI
Capitulo IV
¿Es EL AUTOLAVADO DE DINERO UN
DELITO POSTERIOR COPENADO?
Capitulo V
La “RECEPTACIÓN INTERMEDIA” COMO FORMA DE
LAVADO DE DINERO: ¿UN TIPO PENAL REDUNDANTE?
Ll Introducción 209
2. El delito de receptación en Argentina ....oommmmmsrrorso 212
3. El delito de receptación intermedia ....ooococcnncnccom... 215
3.1, Nociones Das iia 215
3.2. Las posibles relaciones lógicas existentes
entre el apartado c, inc. 1*, del art. 277 y el
inc. 3”, del art. 303, ambos del CP argentino..... 216
A COCA a AAA AAA 224
Capitulo VI
SUBSUNCIÓN ALTERNATIVA EN LA CONDENA
(Wa HLFESTSTELLUNG): EXAMEN DE SU
LEGITIMIDAD CONSTITUCIONAL
E ATEO AU CCOO 225
2. Subsunción alternativa en la condena (SAC)
propia y otros casos similares.....ococoonocconccnnnanoronnss 229
JEDAR POP rra A A AA AAA 237
3 Caracteristicas ii 237
3,2. Requisitos para su aplicación ..ococcoorionorens. 239
3.3. Diferentes posturas doctrinariasS .....oommmmmm... 240
. La SAC en la jurisprudencia alemana .....oommmomm.... 244
+
Capítulo VII
DELITO PREVIO Y CULPABILIDAD. REPERCUSIONES
DE LA TEORÍA DEL ILÍCITO GLOBAL EN LOS DELITOS
DE CONEXIÓN. ALGUNAS OBSERVACIONES CONTRA
LA CRÍTICA A LA TEORÍA DEL BIEN JURÍDICO
. INtrodUCCIÓN .ococnacncnnnncnnnacanonnarnanannrnnnarnnn rana naninnns 275
uba
TS
INTRODUCCIÓN
1. InTRODUCCIÓN
71 En este sentido, véase, entre otros, LK''-Ruf, nm. 3, p. 249 y s.; NK-
ALTENHAIN, *5 258”, nm. 10 y s., p. 407; LK-WaLrer, “8 258”, nm. 20, p. 531.
72 Sobre esta postura alemana, véase, por todos, NK-ALTENHAIN, “8
258”, nm. 10, p. 407.
28 ALEJANDRA VERDE
36 Ver, entre otros, LK-WaLrer, “8 257”, nm. 16, p. 490; LK?*!- Ruf, “8
257”, nm. 7, p. 234.
EL DELITO PREVIO EN LAS CONDUCTAS POSDELICTUALES 30
9 Véase, entre muchos, LK*-Ruf, “8 257”, nm. 17, pp. 239 y s.; NK-
ALTENHAIMN, “8 257”, nm. 29, p. 396; S/S-STreE/Hecker, “8 257”, nm. 20,
pp. 2426 y s.; FiscHer, 8 257, nm. 10, pp. 1813 y s.; LK-Wazrer, 48 257”,
nm. 66, p. 508; RG, sentencia del 2/10/1919, Rep. 435/19, t. 53, p.
342, citado en adelante: RGSt 53; RG, sentencia del 19/11/1920, g. R.
2 1176/20, t. 55, p. 126, citado en adelante: RGSt 55.
36 ALEJANDRA VERDE
102 Con relación al conocimiento que debe tener el autor del ase-
guramiento de los beneficios del delito sobre el hecho previo, ver LK-
WaLrer, “8 257”, nm. 67, p. 508; LK'-Rufa, “S 257”, nm. 17, pp. 239.
103 Véase Roxin, Derecho penal. Parte general, t. 1, Fundamentos.
Estructura de la Teoría del Delito, trad. de la 2* ed. en alemán de Luzón
Peña et al., 7* reimpr., Madrid, Civitas, 2015, 8 12, nm. 85 y ss., pp. 460
y s. (1? ed. en español, 1997).
38 ALEJANDRA VERDE
107 Asi, LK'"-Rufi, “8 257”, nm. 19, p. 240; RG, sentencia del 26/9/24,
g. B. L 582/24, t. 58, p. 290.
108 Así, NK-ALTENHAIN, “8 257”, nm. 30, p. 396; LK"-Ruf, “8 257”, nm.
17, p. 240, etc.
109 LK"-Ruf, “8 257”, nm. 17, p. 240.
119 Un autor que comete este error es Ruf. Al respecto, véase LK''-
Ruf, “$ 257”, nm. 17, p. 240; BGHSt t. 4, p. 225.
1 Véase nota al pie n” 108 de este capitulo.
112 En Argentina poco se analizan estas cuestiones. Sin embargo,
Cevasco, por ejemplo, aunque sin dar mayores fundamentos ni expli-
EL DELITO PREVIO EN LAS CONDUCTAS POSDELICTUALES 41
3. CONCLUSIÓN
1. INTRODUCCIÓN
expresiones de las otras no son relevantes para los fines de este libro.
Sobre todo esto véase, con más detalle, Verbe, La receptación como un
delito contra el mercado formal, pp. 141 y ss., 175 y ss.
S Esto es parte de lo que se conoce como “contexto de descubrimien-
to”, por lo que no necesita justificación, sino, a lo sumo, explicitación.
Sobre la diferencia clásica entre contexto de descubrimiento y contexto
de justificación, que proviene de Hans Reichenbach, véase ALCHOURRON/
BuLycix, Introducción a la metodología de las ciencias jurídicas y socia-
les, 1993, p. 136.
7 En España estos tipos penales son denominados “encubrimiento
real” y “encubrimiento personal”, respectivamente.
FAvORECIMIENTO REAL Y PERSONAL. BASES PARA... 51
especial, t. 3, 2003, pp. 464 y ss.; Donna, Derecho penal. Parte especial,
t. II, 2* ed., 2012, pp. 544 y ss.; MiuLán, El delito de encubrimiento,
1970, pp. 33 y ss., 39, 153 y s.
10 Hubo una época no muy prolongada en la que el legislador fue
parte de la confusión causada por la doctrina argentina. Véase SoLER,
Derecho penal argentino, t. V, 4* ed., 10* reimp., 1992, pp. 323 y ss.
FAVORECIMIENTO REAL Y PERSONAL. BASES PARA... 53
2.1. En Argentina
Como fue adelantado, los delitos de favorecimiento real y
de favorecimiento personal se encuentran tipificados de ma-
crar cosas, por lo que el solo hecho de que esa conducta las
involucre no puede ser determinante para sostener que ese
favorecimiento es real. Además, si bien es personal el favo-
recimiento que recae sobre el autor o el participe del delito
anterior, ese delito no se explica únicamente en función de
dicho rasgo.
De acuerdo con lo expuesto hasta aqui, entonces, para la
doctrina argentina el favorecimiento personal está regulado
en los tipos penales prescriptos en los apartados a y d del inc.
1* del art. 277 del CP argentino**, que voy a recordar: “Será
reprimido con prisión de seis meses a tres años el que, tras la
comisión de un delito ejecutado por otro, en el que no hubiera
participado: a) Ayudare a alguien a eludir las investigaciones
de la autoridad o a sustraerse a la acción de esta. d) No denun-
ciare la perpetración de un delito o no individualizare al autor
O participe de un delito ya conocido, cuando estuviere obligado
a promover la persecución penal de un delito de esa indole”.
Mientras que al favorecimiento real, en Argentina, se lo en-
tiende tipificado en los apartados b y e del mismo inc. 1? del
art. 277 del CP argentino*?, que transcribiré a continuación:
“Será reprimido con prisión de seis meses a tres años el que,
tras la comisión de un delito ejecutado por otro, en el que no
hubiera participado: (...) b) Ocultare, alterare o hiciere desa-
parecer los rastros, pruebas o instrumentos del delito, o ayu-
dare al autor o participe a ocultarlos, alterarlos o hacerlos
desaparecer. (...) e) Asegurare o ayudare al autor o participe
a asegurar el producto o provecho del delito”.
En efecto, Creus y Buompadre, por ejemplo, expresamente
consideran que el favorecimiento personal solo está prescrip-
2.2, En España
Como dije más arriba, en la legislación española los delitos
de encubrimiento, esto es, el favorecimiento real y el favore-
cimiento personal, han sido legislados en un único artícu-
lo dentro de los delitos contra la administración de justicia.
Cabe recordar que en España a estas conductas se las deno-
mina, respectivamente, “encubrimiento real” y “encubrimien-
to personal”.
El legislador español, sin embargo, no distinguió entre es-
tas formas de encubrimiento, o por lo menos no lo hizo de
manera expresa. Esta tarea, entonces, ha quedado en ma-
* Véase, entre muchos, ALtenHaln, NK, 4* ed., 2013, 8 261, nm. 62,
p. 510; Arzr, “Geldwásche und rechtsstaatlicher Verfal!l”, JZ, 1993, p.
914; FanL, “Anmerkung. BHG 1” StR 4/09, 18,02,2009”, IZ, 2009, pp.
747 y s.; Jan, SSW-StGB, 2* ed., 2014, 8 261, nm. 29, pp. 1628 y s.;
CorpoBa, Delito de lavado de dinero, 2015, p. 159.
66 ALEJANDRA VERDE
HU Véase ALTENHAIN, NK, 4% ed., 2013, 8 261, nm. 61, pp. 509 y s.; ARzT,
“Geldwásche und rechtsstaatlicher Verfall”, JZ, 1993, p. 914; Fan, “An-
merkung. BHG 1” StR 4/09, 18.02.2009”, JZ, 2009, p. 747; Jamn, SSW-
StGB, 2* ed., 2014, S 261, nm. 29, pp. 1628 y s.; Córboba, Delito de
lavado de dinero, 2015, pp. 158 y s.
% Véase ALTENHAIN, NK, 4% ed., 2013, 8 261, nm. 63, p. 510; Fanz,
“Anmerkung. BHG 1* StR 4/09, 18.02.2009”, JZ, 2009, p. 748; Jann,
SSW-StGB, 2* ed., 2014, 5 261, nm. 29, pp. 1628 y s.; Cóorboba, Delito de
lavado de dinero, 2015, p. 159.
FAVORECIMIENTO REAL Y PERSONAL. BASES PARA... 67
45 En el mismo sentido, véase, entre muchos, Wanrer, LK, 12* ed., 2010,
8 257, nm. 25, p. 493; ÁALTENHAIN, VK, 4* ed., 2013, 8 257, nm. 2, p. 385.
15 Así, ALTENHAIN, NK, 4* ed., 2013, 8 257, nm. 6, p. 387.
70 ALEJANDRA VERDE
3. EL FAVORECIMIENTO PERSONAL
50 Véase, entre muchos, WaLrer, LK, 12* ed., 2010, 8 257, pp. 483 y ss.
5 Ninguna de estas modificaciones forman parte de los últimos pro-
yectos de reforma de CP argentino. Con esto me refiero a los proyectos
de 2011, 2014 y 2018.
72 ALEJANDRA VERDE
52 Véase Ruf, LK, 11* ed., 1994, 8 257 y ss., nm. 10, p. 253; ALTEN-
HAIN, 4% ed., NK, 2013, 8 257, nm. 48, p. 423.
53 En este sentido, Ruf, LK, 11* ed., 1994, 8 258, nm. 1, p. 249, Ver
también sobre la postura dominante, entre otros, ALrenHaln, NK, 4% ed.,
2013, 8 258, nm. 3, p. 405; Water, LK, 12* ed., 2010, 8 258, nm. 4, p.
526.
FAVORECIMIENTO REAL Y PERSONAL. BASES PARA... 3
5 Véase, por todos, Ruf, LK, 11* ed., 1994, 8 258, nm. 1, p. 249.
55 Asi ALTENHAIN, NK, 4* ed., 2013, 8 258, nm. 3, p. 405.
56 Asi lo explica Wanrer, LK, 12* ed., 2010, 8 258, nm. 4, p. 526.
57 Véase ALTENBAIN, WVK, 4* ed., 2013, 8 258, nm. 3, p. 405 y s.; Das
Anschlubdelikt, 2002, pp. 161 y ss., 164 y ss., 257 y ss.
58 Asi ALTENHAIN, NK, 4* ed., 2013, 8 258, nm. 4, p. 406.
5% Véase, por todos, ALTENHAIN, NK, 4* ed., 2013, 8 258, nm. 3, p. 405.
74 ALEJANDRA VERDE
ral**. Por eso, el hecho previo tiene que ser un delito penal
para el sistema jurídico del que se trate, porque solo en ese
caso existe una pretensión sancionatoria del Estado involu-
crado y un objeto de lesión idóneo *”.
A continuación me ocuparé especificamente de una teoría
alemana que intenta describir y explicar el bien jurídico prote-
gido por la prohibición del favorecimiento personal**. La teoría
en cuestión, aunque muy minoritaria en Alemania *”, despier-
ta interés porque ha tenido considerable recepción en España.
61 En este sentido, ver WaLter, LK, 12* ed., 2010, $ 258, nm. 4, p. 526.
65 Véase WaLTER, LK, 12* ed., 2010, $ 258, nm. 16, p. 529; ALTENHAIN,
NK, 4 ed., 2013, 8 258, nm. 6, p. 406.
66 Es importante aclarar que los autores se han valido de esta teo-
ría, en cualquiera de sus formas, para describir la ilicitud no solo del
favorecimiento personal sino también del favorecimiento real y, en al-
gunos casos, de la receptación.
67 En Alemania han sido desarrolladas muchas otras teorías mino-
ritarias que, sin embargo, por cuestiones de espacio y por su falta de
impacto tanto en su pais de origen como en otros, no serán abordadas
aqui. El interesado puede encontrar un buen resumen de esas teorias
en WaLrer, LK, 12* ed., 2010, 8 258, pp. 525 y ss.
68 En este lugar será obviado el análisis de esta postura respecto de
la receptación, pero debe destacarse que todo lo dicho en este apartado
se aplica al tipo penal mencionado, el que, como dije, será analizado
en el capítulo siguiente.
6 Véase Water, LK, 12* ed., 2010, 8 258, nm. 5, p. 526, Mime, Die
Schutzfunktion der Strafdrohungen gegen Begúnstigung und Hehlerei,
en FS-Honig, 1970, pp. 91 y ss., 105; Scnrorber, F.-C., Die Straftaten
FAVORECIMIENTO REAL Y PERSONAL. BASES PARA... Ed
Anschlufidelikt, pp. 237 y ss.; Walter, LK, 12* ed., 2010, 8 257, nm. 7,
p. 486.
75 Sobre ello, LenckneR, “Straf- und Strafprozefrecht”, JZ, 1973, p. 797.
70 Asi, Miente, Die Schutzfunktion der Strafdrohungen gegen Begiúins-
tigung und Hehlerei, p. 105, SANcHez-OsTIZ GUTIERREZ, ¿Encubridores o
cómplices?, pp. 264 y ss., 270 y ss., 273, 277 y s., etc. Sobre ello, véase,
por todos, ALTENHAIN, Das Anschlufdelikt, p. 237.
77 Así, Miene, Die Schutzfunktion der Strafdrohungen gegen Begúns-
tigung und Hehlereií, p. 105; MaurAacH/ScHroEDER/MaIlwaLD, Strafrecht.
Besondere Teil, t. Il: Straftaten gegen Gemeinschaftsiwerte, 7* ed.,
1991, nm. 5, p. 396, etc.
78 Asi, Miente, Die Schutzfunktion der Strafdrohungen gegen Begíins-
tigung und Hehlerei, pp. 104 y s.; SEEL, Begúnstigung und Strafvuereite-
lung durch Vortáter und Vortatteinehmer, 1999, p. 22.
79 Así, entre otros, Six, Begúnstigung und Strafvereitelung durch
Vortáter und Vortatteineh mer, p. 22; Sáncuez-Ostiz GUTIÉRREZ, ¿Encubri-
dores o cómplices?, pp. 268 y ss.
FAVORECIMIENTO REAL Y PERSONAL. BASES PARA... 79
3.2.2.2. Crítica
La teoría de la vigencia del derecho se hace acreedora de
varias objeciones, que a mi modo de ver deben ser dirigidas,
principalmente, en tres direcciones, las que, conjuntamente,
refutan la idea de que las distintas formas de encubrimiento
(y la receptación) deben ser castigadas porque impiden que se
realicen los efectos preventivos generales del derecho penal.
En primer lugar, debe señalarse que no puede ser correcta
una teoría que afirme que la finalidad de un tipo penal es
la protección del derecho penal. El derecho penal, entendido
como un sistema de normas, no puede tener por finalidad
protegerse a sí mismo, como lo plantea esta teoría al afirmar
que el objetivo de la criminalización de las conductas de en-
cubrimiento es fortalecer el fin de prevención general propio
del derecho penal. Esto es así porque el derecho penal no es
un bien al que proteger, sino, en todo caso, una herramienta
para proteger bienes””.
100 Así, BuomraDRE, Derecho penal. Parte especial, t. 3, pp. 457 y ss.;
Donna, Derecho penal. Parte especial, t. 3, 2? ed., pp. 528 y ss., pp. 564
y ss.; CREUS/ BUOMPADRE, Derecho Penal. Parte Especial, t. 3, 7* ed., pp.
372 y ss.
101 Véase, entre muchos, Diaz y Garcia Comneno, Encubrimiento o
favorecimiento, pp. 649 y ss.; Ruiz Robrícuez, El delito de encubrimiento,
2001, pp. 89 y ss., 95 y ss., 102 y ss.; SERRANO GOMEZ/SERRANO MaiLLO,
Derecho penal. Parte especial, 16* ed., 2011, pp. 882 y ss. Véase, asi-
mismo, SÁNCHEz-OsTIZ GUTIÉRREZ, El encubrimiento como delito, 1998,
pp. 65 y ss., 70 y ss., 78 y ss.; Muñoz ConDz, Derecho penal. Parte espe-
cial, 18* ed., 2010, p. 977.
102 A esto podría objetarse que, si bien consiste en una clasificación
más ordenada, como se verá luego, “transforma” el inc. b en superfluo,
y que a las normas se las debe interpretar de forma tal de que tengan
sentido tal como han sido redactadas. Sin embargo, en este caso no es
posible mantener la interpretación propuesta por la doctrina y la juris-
prudencia argentinas, por las razones aquí expuestas.
86 ALEJANDRA VERDE
4, EL FAVORECIMIENTO REAL
19% Véase WaLrer, LK, 12* ed., 2010, 8 257, pp. 483 y ss.
105 Ninguna de estas modificaciones, sin embargo, forman parte de
los últimos proyectos de reforma de CP argentino. Con esto me refiero
a los proyectos de 2011, 2014 y 2018.
FAVORECIMIENTO REAL Y PERSONAL. BASES PARA... 89
106 En este sentido, véase WaLrer, LK, 12* ed., 2010, $ 257, nm. 5, p.
485 y s.; Ru, LK, 11* ed., 1994, 8 257, nm. 2, p. 232; SeeL, Begúnstigung
und Strafvereitelung durch Vortáter und Vortatteilnehmer, 1999, p. 18.
107 Respecto de la doctrina dominante, sobre el bien jurídico prote-
gido por el tipo penal de favorecimiento real, véase, entre otros, ScHró-
DER, “Begúnstigung und Hehlerei”, FS-Rosenfeld, 1949, pp. 161 y ss.;
ÁLTENEHAIN, MK, 4* ed., 2013, 8 257, nm. 4, p. 386; Das Anschlufdelikt,
2002, p. 232; WerserT, Der Hilfeleistungsbegriff bei der Begúnstigung,
1999, p. 255; SrkrL, Begtinstigung und Strafvereitelung durch Vortáter
und Vortatteilnehmer, 1999, p. 18; HornLe, Ansechlussdelikte als abs-
trakte Gefáhrdungsdelikte. Wem sind Gefahren durch verbotene Márkte
zuzurechnen?, p. 483; MauracH/ScHroeDER/MarwaLb, Strafrecht. Beson-
dere Teil, t. 2: Straftaten gegen Gemeinschaftsiwerte, 7* ed., 1991, nm.
5, p. 404.
90 ALEJANDRA VERDE
123 Véase Aurenmam, NK, 4% ed., 2013, 8 257, nm. 3, p. 386; Das
Anschlupdelikt, 2002, p. 233; AmeELUNG, “Vorteilssicherung und Ange-
hórigenprivileg. Eine Studie zum Verháltnis zwischen den beiden Be-
gúnstigungstatbestánden”, IR, 1978, p. 230; Mieme, Die Schutzfunktion
der Strafdrohungen gegen Begúnstigung und Hehlerei, p. 102.
124 En este sentido, niegan la existencia de una pretensión estatal
de restitución de los beneficios del delito y, en consecuencia, critican
las posturas que afirman que el bien jurídico del favorecimiento real es
la administración de justicia en su actividad de ejercer esa pretensión
estatal (inexistente), entre otros, MauracH/ScHrorebEer/MarwaLo, Strafre-
cht. Besondere Teil, t. 2: Straftaten gegen Gemeinschaftswerte, 7* ed.,
1991, p. 404; MienE, Die Schutzfunktion der Strafdrohungen gegen Be-
gúnstigung und Hehlereií, p. 102; Janson, Begúnstigung und Hehlerei
vor dem Hintergrund des Rúekerwerbes von Diebesbeute, 1992, pp. 79
y S.; ÁMELUNO, “Vorteilssicherung und Angehórigenprivileg. Eine Studie
zum Verháltnis zwischen den beiden Begúnstigungstatbestánden”, JR,
1978, p. 230 y s.
125 Sobre esta postura, véase Janson, Begúnstigung und Hehlerei vor
dem Hintergrund des Rúckerwerbes von Diebesbeute, 1992, p. 28; ÁLL-
veLoD, Lehrbuch des Deutschen Strafrechts, 8* ed., 1922, p. 470.
126 Liszr, Lehrbuch des Deutsches Strafrechts, 23* ed., 1921, p. 631.
94 ALEJANDRA VERDE
y ss. (sentencia del 15/5/52, g. F. 4 StR 953/51); BHGSt t. 24, pp. 166
y s. (sentencia del 16/6/71, g. A. 2 StR 191/71).
141 En este sentido, SeeLmann, Grundfálle
zu den Eigentums- und Ver-
mógensdelikten, p. 109; KonLrauscH/Lance, Strafgesetzbuch mit Erláu-
terungen und Nebengesetzen, 8 257 l, p. 559.
142 Véase, por todos, Arrenmam, Das Anschlugdelikt, p. 234.
143 BGHSt t. 2, p. 363; BGHSt t. 24, p. 167, entre muchos otros.
144 Dentro de los juristas que conformaban la postura dominante de
aquel entonces se encuentran, entre otros, Hálschner, Merkel, Geyer,
etc. Sobre esto, véase GRETENER, Begiúinstigung und Hehlerei, 1879, p. 88.
MS Criticas a esta postura pueden encontrarse en GRETENER,
Begúnstigung und Hehlerei, pp. 88 y ss.
98 ALEJANDRA VERDE
148 Ibidem.
149 Cabe aclarar que el disfrute de beneficios provenientes de un
delito, cuando son obtenidos por los autores y/o participes de ese he-
cho, no configura una ilicitud en si misma distinta a la anterior que los
originó, puesto que a ese disfrute se lo considera un hecho posterior
copenado mediante el castigo del delito previo (mitbestrafte Nachtatf).
Sobre estas cuestiones véase VERDE, La receptación como delito contra
el mercado formal, pp. 256 y ss.
150 Esta es la idea que está en la base de los estándares internacio-
nales referidos a la persecución de esta clase de criminalidad, Véanse,
por ejemplo, las denominadas “cuestiones fundamentales” desarrolla-
das por el GAFI para la evaluación de la efectividad en la prevención y
la persecución penal del lavado de activos: en el asi llamado “resultado
inmediato 8” (a saber: “los activos y los medios [sic] del delito son deco-
misados”) expresamente se señala que el decomiso de los bienes “pro-
voca que el delito no sea rentable y reduce tanto los crimenes determi-
nantes [sic: se refiere a los delitos precedentes] como el lavado de acti-
vos” (GAFI/GAFILAT, Estándares internacionales sobre la lucha contra
el lavado de activos, el financiamiento del terrorismo y el financiamiento
de la proliferación de armas de destrucción masiva. Las recomendacio-
nes del GAFI, UIF Bolivia /OCDE/GAFI/GAFILAT, 2016, p. 250).
100 ALEJANDRA VERDE
5.1. Presentación
Sin perjuicio de que el capítulo siguiente va a estar de-
dicado exclusivamente al estudio de la receptación, por las
154 Recuérdese que el inc. 3” del art. 277 CP reza: “3. La escala pe-
nal será aumentada al doble de su minimo y máximo, cuando: (...) b) El
autor actuare con ánimo de lucro”.
155 Un análisis detallado sobre estas cuestiones puede encontrarse
en VERDE, La receptación como delito contra el mercado formal, apartado
6.3., capitulo II, primera parte, pp. 43 y ss. 127 y ss.
104 ALEJANDRA VERDE
175 Mejor sería todavía que solo se exija que dichas acciones deban
tener como resultado posible esa disimulación del origen ilícito de los
bienes, pero el texto español, desafortunadamente, trata dicha exigen-
cia no como un elemento del tipo objetivo, sino como un elemento sub-
jetivo del tipo distinto del dolo.
17161 TS, al referirse a las diferencias que, según su criterio, existen
entre el lavado de activos y la receptación, lo dice, muy resumidamen-
te, de este modo: “ambos se refieren a una intervención posdelictiva,
pero la actividad que se sanciona tiene una finalidad distinta” (senten-
cia STS 265/2015 del 29 de abril de 2015). También sostiene, en este
sentido, que “la caracteristica principal del blanqueo no reside en el
mero disfrute o aprovechamiento de las ganancias ilícitas, ni siquiera
en darles 'salida', para posibilitar de modo indirecto ese disfrute, sino
que se sanciona en consideración al “retorno”, en cuanto eslabón ne-
cesario para que la riqueza así generada pueda ser introducida en el
circuito económico” (sentencia STS 265/2015 del 29 de abril de 2015 y
ejemplo: STS 408/2015 del 8 de julio de 2015, STS 165/2016 del 2 de
marzo de 2016). Las cursivas no me pertenecen.
177 Sobre el delito de lavado de activos en Alemania y sus diferencias
con el encubrimiento y la receptación, véase, entre otros, Arzr, “Geld-
wáscherei — eine neue Masche zwischen Hehlerei, Strafvereitelung und
Begúnstigung”, NS£Z, 1990, pp. 1 y ss.; WesseLs/HiLLENKAMb, Strafrecht.
Besonderer Teil 2: Straftaten gegen Vermógenswerte, 34* ed., 2011, pp.
434 y s., 439 y s.
FAVORECIMIENTO REAL Y PERSONAL. BASES PARA... 113
7. CONCLUSIONES
1. InrropuccIióN
recht. Besonderer Teil, 2* ed., Stámpfli 8, Cie, AG, Bern, 1973, 8 15, p.
262; Arzr, “Die Hehlerei als Vermógensdelikt”, NStZ, Beck, Múnchen
y otra, 1981, pp. 10 y ss.; BockeLmann, “Uber das Verháltnis der Be-
gúnstigung zur Vortat”, NW, Beck, Múnchen y otra, 1951, p. 621, nota
11; RupoLpPat, Grundprobleme der Hehlerei, Juristische Arbeitsblátter,
Gieseking, Bielefeld, 1981, p. 1; KubiichH, “Neuere Probleme bei der Heh-
lerei (8 259 StGB)”, JA, Luchterhand, Múnchen, 2002, p. 672; SEELMANN,
“Grundfálle zur Hehlerei (8 259 StGB)”, Jus, Beck, Múnchen y otra,
1988, pp. 39 y s.; Von HrintscHeL-Hel¡NEGG, comentario al fallo del BGH,
2 StR 329/08, del 27/8/08, JA, Luchterhand, Múnchen, 2008, p. 900;
ZOLLER/Fronn, “Zehn Grundprobleme des Hehlereitatbestandes (8 259
StGB)”, Jura, De Gruyter, Berlin y otra, 1999, pp. 378 y s.
2 Véase, entre muchos, GerrerT, Zum Verháltnis von Táterschaft/Teil-
nahme an der Vortat und sich anschliefender Hehlerei (8259 StGB), p.
100; WiLeerT, Begúnstigung und Hehlerei, p. 39; Buserr, Die Hehlerei, Kiel,
1964, p. 46; Kúrer, “Die Merkmale “absetzt' und “absetzen hilft' in neuem
Hehlereitatbestand — OLG Kóln, NJW 1975, 987”, JuS, Beck, Múnchen y
otra, 1975, p. 635. En la jurisprudencia alemana, véase, por todos, BGHSt
33, sentencia del BGH n” 2 StR 470/84, dictada con fecha 10/10/84, p. 52.
23 Estas ideas nacen con los autores alemanes de mediados y fi-
nales del siglo XIX que presionaron desde la teoría para que la recep-
tación y el encubrimiento dejaran de ser entendidos como formas de
participación en el delito previo ajeno. Sin restarle el valor de haber
logrado esa delimitación, un siglo y medio después puede notarse que,
si bien el resultado fue el correcto, esto es, se logró la delimitación y
diferenciación entre el hecho anterior y el posterior y su tratamiento
como delitos autónomos, sus argumentos son incorrectos y, por eso,
debe ser rechazada. Una critica profunda a todas las versiones de la
teoría de la perpetuación puede leerse en VerDE, La receptación como
delito contra el mercado formal, Marcial Pons, Madrid y otras, 2019, pp.
83 y ss., 86 y ss., 93 y ss., 97 y ss.
2 Respecto de lo que, según la teoría de la perpetuación, constituye
el ilícito de la receptación, véase BockeLmann, Uber das Verháltnis der
RECEPTACIÓN, NO ENCUBRIMIENTO... 125
2,4. Conclusión
Las consideraciones anteriores me llevan a concluir que
ninguna de las teorías desarrolladas hasta hoy es capaz de
describir adecuadamente cuál es el daño (o peligro de daño)
que genera la receptación ni, tampoco, qué es lo material-
mente ilícito, o lo inmoral o incorrecto (wrong) de esta. De
hecho, en la mayoría de esas teorías se advierten resabios
de posturas antiguas que consideraban a la receptación una
forma de participación en el delito previo.
En el apartado que sigue expondré cuáles son, a mi juicio,
las razones que justifican la criminalización de esta clase de
conducta.
4, EL DAÑO DE LA RECEPTACIÓN
“principio R”, reza que “es inmoral aprovecharse, aunque sea in-
directamente, del sufrimiento que en otro ha producido un delito
penal, para obtener una ventaja económica”, que es, a su vez,
una versión ajustada del que no individualiza cuál es la causa
de ese sufrimiento. Ambos son una derivación de otro prin-
cipio más básico, en razón del cual “es inmoral aprovecharse
del sufrimiento de otro”**. Que ese aprovechamiento pueda ser
indirecto, y que en realidad funcione como medio para obtener
otro fin, como lo seria la ventaja económica, son precisiones
que nacen del contexto propio de los delitos de receptación
**.
Las formulaciones más básicas del principio R capturan,
además de la receptación, hechos más leves y más graves”.
Por eso es conveniente ajustarlo para identificar cuál es, exac-
tamente, el principio moral vulnerado por la clase de conduc-
ta que interesa aqui. Sin el ajuste que especifica que el origen
del sufrimiento es haber sido víctima de un delito anterior y
no, en cambio, la consecuencia de una desgracia estructural
o circunstancial, quedarían abarcados, por ejemplo, la ad-
quisición de cosas por las que no se pagaron impuestos (sin
que ello configure el delito de evasión tributaria), la trata de
personas con fines de explotación sexual o laboral, la usura,
e incluso otros hechos que no son siquiera considerados de-
litos, como comprarle una casa muy barata o más barata a
un enfermo para que pueda costear su tratamiento médico.
De esto, cabe insistir, no se sigue que la receptación no esté
% Tdem, pp. 184 y ss., 188y ss., 193 y ss., 203 y ss.
95 A la formulación más básica del principio R la denominé “prin-
cipio S'”y reza: es inmoral aprovecharse del sufrimiento de otro; a un
primer ajuste del último lo llamé “principio $” y reza: “es inmoral apro-
vecharse, aunque sea indirectamente, del sufrimiento de otro, para
obtener una ventaja económica”. Sin embargo, ninguno de esos princi-
pios logra captar completamente los casos de receptación, de alli que
sea necesario efectuar otro ajuste, que es precisamente el que contiene
el principio R. Sobre todas estas cuestiones véase Verne, La receptación
como delito contra el mercado formal, pp. 188 y ss.
26 Un desarrollo más profundo de estas cuestiones puede leerse en
Verbe, La receptación como delito contra el mercado formal, pp. 184 y
ss., 193 y ss., 198 y ss.
RECEPTACIÓN, NO ENCUBRIMIENTO... 153
7. CONCLUSIÓN
1. InrropDUuccIiÓN
2,1, Antecedentes
El delito de lavado de dinero fue introducido en el CP ar-
gentino por medio de la ley 25.246, sancionada el 13 de abril
de 2000 y promulgada el 5 de mayo del mismo año. En esa
oportunidad se tipificó al lavado de dinero inmediatamen-
te después del delito de encubrimiento”, es decir, en el art.
único articulo, el art. 277 del CP, entre los delitos contra la Adminis-
tración Pública. Véase, sobre esto, los Capitulos l, II y III de este libro.
3 El art. 278 del CP argentino, introducido por la ley 25.246, hoy
derogado, rezaba: “1) a) Será reprimido con prisión de dos a diez años y
multa de dos a diez veces del monto de la operación el que convirtiere,
transfiriere, administrare, vendiere, gravare o aplicare de cualquier
otro modo dinero u otra clase de bienes provenientes de un delito en el
que no hubiera participado, con la consecuencia posible de que los bie-
nes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen
lícito y siempre que su valor supere la suma de cincuenta mil pesos
($ 50.000), sea en un solo acto o por la reiteración de hechos diversos
vinculados entre si; b) El minimo de la escala penal será de cinco años
de prisión, cuando el autor realizare el hecho con habitualidad o como
miembro de una asociación o banda formada para la comisión conti-
nuada de hechos de esta naturaleza; c) Si el valor de los bienes no su-
perare la suma indicada en este inciso, letra a, el autor será reprimido,
en su caso, conforme a las reglas del art. 277,
”2) El que por temeridad o imprudencia grave cometiere alguno de
los hechos descriptos en el inciso anterior, primera oración, será re-
primido con multa del veinte por ciento (20%) al ciento cincuenta por
ciento (150%) del valor de los bienes objeto del delito.
*3) El que recibiere dinero u otros bienes de origen delictivo, con el fin
de hacerlos aplicar en una operación que les dé la apariencia posible de
un origen lícito, será reprimido conforme a las reglas del art. 277.
”4) Los objetos a los que se refiere el delito de los incisos 1, 2 0 3 de
este art. podrán ser decomisados”.
* Respecto del autolavado, en el citado art. 278 CP (ley 25.246) se
excluía expresamente del círculo posible de autores de lavado de dinero
al que hubiera participado en el delito anterior del cual proviene el di-
nero o los bienes que se “lavan”. Por su parte, la realización de alguna
de las conductas típicas de lavado de dinero que no superase el minimo
de dinero establecido en el artículo citado, no configuraba el delito de
lavado en dinero en ninguna de sus formas. Para el caso de que ello
174 ALEJANDRA VERDE
cual deben haberse obtenido los bienes que son luego some-
tidos a alguna de las conductas tipicas de lavado de dinero
para intentar disimular su origen ilegal. Ello ya era postura
dominante en la doctrina y la jurisprudencia argentinas mu-
cho antes de que tuviera lugar esta última reforma legislativa
al respecto. En conclusión, los bienes objeto del lavado de di-
nero tienen que originarse (por lo menos) en un hecho previo
(solamente) típico y antijurídico ”.
En el último inciso del art. 303 CP se establece, respecto
del delito anterior, que un delito cometido en el extranjero
también será interpretado como un hecho precedente idóneo
para configurar el lavado de dinero, siempre que en el lugar
donde haya sido realizado, él también sea considerado un
comportamiento típico y esté coaccionado con una pena.
d) Otra novedad que introdujo dicha reforma legislativa
consiste en que el inciso primero del artículo transcripto (que
es nada menos que el que describe la conducta de lavado de
dinero penalmente típico) no constituye la figura simple de
este delito, sino una forma agravada de aquel. Como se verá
luego, el tipo penal básico de lavado de dinero está regulado
ahora en el cuarto inciso del art. 303 del CP, es decir, luego
de dos formas agravadas de dicho comportamiento. Más allá
de lo incorrecta que es esta técnica legislativa (lo cual, en
última instancia, no es tan importante), la incorporación de
ese cuarto inciso ha desnaturalizado el delito de lavado de
dinero, como enseguida se verá.
En la actualidad, la conducta básica de lavado de dinero
se agrava, conforme a lo establecido en el inciso primero de
la norma en cuestión, cuando la acción típica involucra una
cantidad de dinero que supera un monto minimo estableci-
do en la misma ley. Hoy ese umbral mínimo, que debe ser
superado para que se realice la forma agravada del delito de
lavado de dinero, es de $ 300.000 (pesos argentinos). Antes,
la superación de un monto minimo de dinero configuraba el
2014, nm. 65, p. 470; Roxin, Strafrecht. Allgemeiner Teil, t. TI, Beck, Mún-
chen, 2003, 8 33 V, nm. 219 y ss., pp. 361 y ss.; WesseLs/BreuLke/Sarz-
GER, Strafrecht. Allgemeiner Teil, 43* ed., Múller, Heidelberg y otra, 2013,
S 17 IV, nm. 795, p. 334; Jescueck/WriceND, Lehrbuch des Strafrechts.
Allgemeiner Teil, 5% ed., Duncker 6 Humblot, Berlin, 1996,8 6913 a,
p. 736; Gereerr, “Grundzúge der Konkurrenzlehre (88 52 bis 55 StGB)”,
Juristische Ausbildung (Jura), De Gruyter, Berlin y otras, 1982, p. 428.
12 Sobre la necesaria distancia temporal entre las conductas invo-
lucradas véase, por todos, PEÑARANDA Ramos, Concurso de leyes, el error
y la participación en el delito. Un estudio crítico sobre el principio de la
unidad del título de imputación, Civitas, Madrid, 1991, p. 154.
13 Ibídem.
1 Así, SrernBero-LieBen/Bosch, “vor 88 52 y ss.”, en Schónke/Sehró-
der-StGB, 29* ed., Beck, 2014, nm 104, p. 873, nm. 124, p. 877, nm.
129 y ss., pp. 879 y ss.; Von HrinTscHEL-HEINEGG, “88 52”, en MK-StGB,
Beck, Múnchen, 2005, nm. 49, p. 29, nm 56 y ss., p. 34 y ss.; JeE-
SCHECK/WEIGEND, Lehrbuch des Strafrechts. Allgemeiner Teil, 5* ed., 8 69
13 a, p. 736 (solo respecto del delito posterior copenado); Orro, “Mit-
bestrafte Nachtat, straflose Nachtat und nicht strafbares Verhalten”,
Juristische Ausbildung (Jura), De Gruyter, Berlin y otra, 1994, p. 276;
VoaLEr, “Funktion und Grenzen der Gesetzeseinheit”, en Festschrift fúr
Bockelmann, Beck, Múnchen, p. 735; GeerDsS, Zur Lehre der Konkur-
renz im Strafrecht, Hansischer Gildenverlag, Hamburg, 1961, pp. 205
¿ES EL AUTOLAVADO DE DINERO UN DELITO... 183
y s.; Honia, Straflose Vor und Nachtat, Leipzig, 1927, p. 81; BGHSt 6,
sentencia del BGH n” 4 StR 807/53, dictada el 22/4/54, p. 57; Bankrott
als mitbestrafte Nachtat. 8283 I Nr. 1, sentencia dictada por el BGH n”
3StR 348/86, con fecha 24/9/86, Neue Zeitschrift fúr Strafrecht, Beck,
Múnchen y otra, 1987, p. 23.
15 Véase Jescueck/WeiceND, Lehrbuch des Strafrechts. Allgemeiner
Teil, 5* ed., 869113 a, p. 736.
lS Véase GerrerT, “Grundzúge der Konkurrenzlehre...”, p. 428; Wes-
seLs/BEULKE/SATZGER, Strafrecht. Allgemeiner Teil, 43* ed., 8 17 IV, nm.
795, p. 334.
17 Véase, entre muchos, Lackner/K0HL, Strafgesetzbuch, 27 ed.,
Beck, Múnchen, 2011, vor 52, nm. 32; pp. 366y s.
16 Véase WesseLs/BeuLke/Sarzaer, Strafrecht. Allgemeiner Teil, 43*
ed., 8 17 IV, nm. 795, p. 334; Roxin, Strafrecht. Allgemeiner Teil, t. 1, 8
33 V, nm. 225, p. 863; Orto, Mitbestrafte Nachtat, straflose Nachtat und
nicht strafbares Verhalten, p. 277.
184 ALEJANDRA VERDE
35 Asi JaxoBs, Strafrecht. Allgemeiner Teil, 831, nm. 34, pp. 878 y s.
36 Véase TIEDEMANN, Die zwischenpriifung im Strafrecht, Beck, Mún-
chen, 1987, p.92; GerrerT, “Grundzúge der Konkurrenzlehre...”, p. 428;
Gererbs, Zur Lehre der Konkurrenz im Strafrecht, p. 207.
190 ALEJANDRA VERDE
13 Ello es una exigencia del 8 259 StGB en Alemania y del art. 298
CP en España, que prohiben la receptación.
%4 Un resumen de ellas puede verse en Aurennaln, “5 261”, en NK-
StGB, 4% ed., Nomos, Baden-Baden, 2013, nm. 10 y ss., p. 1614 y ss.;
García CAvero, El delito de lavado de activos, 2* ed., BdeF, Montevideo-
Buenos Aires, 2016, pp. 49 y ss.; Palma HERRERA, “Articulo 301”, en Co-
mentarios al Código penal, dir. Manuel Cobo del Rosal, t. IX: Delitos
contra el patrimonio y delitos contra el orden socioeconómico, Edersa,
Madrid, 1999, pp. 659 y ss.; Tiebemann, Wirtschafsstrafrecht. Beson-
derer Teil, 2* ed., nm. 278, pp. 114 y ss.; ViDALESs Roprícuez, Los delitos
de receptación y legitimación de capitales en el Código Penal de 1998,
Tirant lo Blanch, Valencia, 1997, pp. 85 y ss.
% En rigor, lo que sostienen es que el lavado vulnera el bien jurídico
ya afectado por el delito precedente conjuntamente con la adminis-
tración de justicia o el orden económico financiero o socio-económico.
¿ES EL AUTOLAVADO DE DINERO UN DELITO... 195
del derecho penal, dado que entienden que, al igual que ocu-
rre con la receptación, el lavado de dinero motiva a que otras
personas en el futuro se decidan a cometer delitos con los que
obtener bienes o sumas de dinero, y que ello, por lo tanto, fa-
vorece al crimen organizado. A partir de esta idea, estos auto-
res consideran que el lavado de dinero es un delito contra la
administración de justicia, pero en el sentido específico de que
afecta la seguridad interna**. Este enfoque toma como base
la “teoria de la vigencia del derecho” (“Rechtsgeltungstheorie”),
desarrollada por Miehe en la década de 1970**, la que, con va-
riaciones y matices, tiene todavía representantes con relación
al lavado de dinero y a la receptación **.
Esta teoría ya fue analizada en el Capitulo II, por lo que no
serán reiteradas ahora. Las críticas alli expuestas refutan la
idea de que la receptación debe ser castigada porque impide que
se realicen los efectos preventivos generales del derecho penal ””.
Otro sector de la doctrina sostiene que el bien jurídico vul-
nerado por el delito de lavado de dinero es el orden económi-
co, o el orden económico y financiero, o el orden socio-econó-
PRECEDENTE?
7. CONCLUSIÓN
1. INTRODUCCIÓN
penal. Parte especial, t. 3, Mave, Corrientes, 2003, pp. 464 y ss.; Donna,
Derecho penal. Parte especial, t. 3, 2* ed., Rubinzal-Culzoni, Buenos
Aires y otra, 2012, pp. 544 y ss.; MiLLám, El delito de encubrimiento,
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1970, pp. 33 y ss., 39, 153 y s.
214 ALEJANDRA VERDE
obtuvo por medio del hecho precedente '”. Los mismos prin-
cipios, esto es: el de la identidad y el de la inmediatez, rigen
para el favorecimiento personal, cuando involucra “el dinero,
las cosas, los efectos” provenientes del delito anterior y para
la receptación (la que cabe entender propiamente por tal, por
eso aparece sin comillas) **.
4. CONCLUSIÓN
1. INTRODUCCIÓN
Pues bien, una vez que al menos haya intentado que todo
eso quede claro, me dedicaré a continuación a analizar si-
tuaciones muy particulares que involucran de algún modo
estas conductas. En este capitulo, luego de explicar en qué
consiste y cómo es utilizado, pondré en crisis la legitimidad
de lo que en Alemania se denomina *Wahlfeststellung” (“sub-
sunción alternativa en la condena”*, en adelante SAC), una
categoría muy utilizada en la praxis alemana precisamente
para la punición de conductas de receptación y encubrimien-
to, como luego se verá.
Con esa denominación se hace referencia a diferentes si-
tuaciones que pueden presentarse al momento de dictarse
una sentencia condenatoria a la que, por déficits probato-
rios, decide motivársela con una fundamentación basada en
disyunciones, esto es, en diferentes alternativas. Ello ocurre,
por ejemplo, cuando un tribunal, al momento de dictar sen-
tencia, “está seguro” de que el acusado cometió uno de entre
varios tipos penales, o uno de entre varios supuestos dentro
de una misma figura delictiva, pero, por insuficiencias proba-
torias, no puede saber exactamente cuál de esas alternativas
es la que efectivamente el acusado realizó, y lo condena por lo
tanto por la alternativa más leve”. No se trata, entonces, del
estudio de un tipo penal o de sus elementos o problemas, sino
p. 86; BGH, Wistra, 2007, pp. 458 y s.; Norouz1, “Grundfálle zur Wahl-
feststellung, Prápendez und Postpenenz”, JuS, 2008, p. 17 y s.
19 Ver ALTENHAIN, “Verwirklichung mehrerer Tatbestandslternativen:
Einzelverbrechen oder Idealkonzurrenz?”, ZS5tW (107), 1995, pp. 487 y
ss.; Mon, “Comentario al fallo del OLG del 25/3/65, Ss 54/65”, NIW, t.
2, 1965, p. 1927; BGH, NStZ, 2012, pp. 441 y s.; BGHSt 22, p. 14.
20 Véase, entre muchos, Fischer, Strafgesetzbuch. Kommentar, 61*
ed., 2014, 8 1, nm. 39, p. 20; HruscHka, “Die Herbeifúhrung eines Erfol-
ges durch einen von zwei Akten bei eindeutigen und bei mehrdeutigen
Tatsachenfeststellungen”, Jus, 1982, p. 321.
21 Asi BGHSt 2, pp. 351 y ss. Otro ejemplo de SAC por alternatividad
pura de los hechos es el siguiente: una persona enferma de HIV, que
sabe que la padece, mantiene relaciones sexuales sin protección y en
más de una oportunidad con alguien que desconoce aquella circuns-
tancia, a sabiendas de que podría contagiarla y así producirle un grave
daño a su salud. Efectivamente, el enfermo contagia a la otra persona.
Entonces, si bien está claro que quien tenia HIV produjo a la otra per-
sona un daño en la salud y que ese hecho configura el tipo penal de
lesiones corporales peligrosas, no obstante no es posible determinar en
cuál de las prácticas sexuales que mantuvieron se produjo ese conta-
gio y se configuró el tipo penal. Sobre este ejemplo, ver BGHSt 36, p.
267 y ss.; FreunND, “Nicht “entweder-oder”, sondern, weder — noch"! Zum
Versto[) gesetzealternativer Wahlfeststellung gegen Art. 103 II GG”, en
Zóller/Hilger/Kúper/Roxin (eds.), Gesamte Strafrechtswissenschaft in
internationaler Dimension; Festschrift fúr Júrgen Wolter zum 70. Ge-
burtstag am 7. September 2013, 2013, p. 44; Kinonáuser, LPRESItGB, 5*
ed., 2013, previo a los 88 52-55, nm. 51, pp. 363 y s.; Rencier, AT, 5*
ed., 2013, 857, nm. 17, p. 566. Otro ejemplo de SAC impropia en RGSt
26, p. 157.
22 Sobre este ejemplo y su tratamiento, véase, entre muchos, WoL-
TER, Wahlfeststellung und in dubio pro reo, 1987, pp. 46 y s.; KINDHAUSER,
232 ALEJANDRA VERDE
LPK-StGB, 5* ed., 2013, previo a los 88 52-55, nm. 51, p. 364; FreunND,
“Nicht “entweder-oder”...”, p. 44; BGHSt 2, pp. 351 y ss.; Món, “Comen-
tario al fallo del OLG del 25/3/65, Ss 54/65”, NW, t. 2, 1965, p. 1927.
2 Véase RGSt 56, p. 61; NStZ, 2012, p. 441; WesseLs/BruLkE/SATz-
GER, AT, 43* ed., 2013, nm. 810, p. 343.
24 Véase, entre otros, ALTENHAIN, “Verwirklichung mehrerer Tatbe-
standslternativen: Einzelverbrechen oder Idealkonzurrenz?”, ZStW,
(107), 1995, p. 388. En la jurisprudencia, ver RGSt 23, pp. 47 y ss.;
RGSt 55, p. 44; RGSt 55, p. 230. En relación con formas de comisión
alternativas del delito de homicidio (8 211 StGB), véase BGHSt 22, p. 14.
25 Sobre otros ejemplos ver WesseLs/BeuLke/Sarzaer, AT 43* ed.,
2013, nm. 808, p. 341. Un ejemplo similar en Wonrer, Wahlfeststellung
und in dubio pro reo, 1987, p. 30; RGSt 11, p. 104.
26 Entre otros, ver WoLter, Alternative und eindeutige Verurteilung
auf mehrdeutiger Tatsachengrundlage im Strafrecht, 1972, p. 17; Wahlt
feststellung und in dubio pro reo, 1987, p. 34; BGHSt 9, p. 397; BGHSt
11, pp. 100 y s.; BGHSt 22, p. 154 y ss.; BGH, NJW, t. 2, 1968, p. 1888;
BGH, NW, t. 1, 1970, p. 068; BGH, MDR, 1970, p. 520; BGH, MDR,
1970, p. 430; Jescueck, Lehrbuch des Strafrechts, AT, 4* ed., 1988,
pp. 129 y s.; Baumann, “Comentario a la sentencia del BGH dictada el
28/10/82, 4 StR 480/82”, JZ, 1983, pp. 116 y s.; Perers, Strafprozess,
Ein Lehrbuch, 2* ed., 1966, pp. 247 y ss.
SUBSUNCIÓN ALTERNATIVA EN LA CONDENA... 233
35 Véase BGHSt 11, pp. 100 y ss.; BGHSt 32, p. 57; BGHSt 23, p. 205;
BaAumann, “Comentario a la sentencia del BGH dictada el 28/10/1982, 4
StR 480/82”, JZ, 1983, p. 116. Otros ejemplos sobre la relación de grado
normativa son los siguientes: 1) Cuando se duda de si la persona acusa-
da fue cómplice de un robo o si solo omitió denunciar un delito planeado
(5 138 StGB). Si no se logra probar que la persona acusada participó en
dicho robo, será castigada por la omisión de denunciar un delito planea-
do, en virtud de la aplicación del in dubio pro reo (BGHSt 55, pp. 150 y
ss). 2) Cuando se duda de si la persona acusada cometió el delito pres-
cripto en el 8 177, ler párrafo, n” 1 (abuso sexual con violencia) o en el
8 224, ler párrafo, n” 5 (lesiones fisicas por medio de un trato peligroso
para la vida), ambos del StGB: así, BGH, WStZ, 2010, p. 698.
37 Véase, entre otros, WesseLs/BEULKE/SarzoErR, AT, 43* ed., 2013,
nm. 801, p. 337; SSW-StGB/Sarzarr, 2014, 8 1, nm. 66 y ss., p. 21.
38 Sobre ello, véase Basax, “8 1 Keine Strafe ohne Gesetz”, Matt/
Renzikowski, 2013, 8 1, nm. 31, p. 25; HruscHka, “Zur logik und Dog-
matik von Verurteilungen aufgrund mehrdeutiger Beweisergebnisse
im Strafprozef”, JZ, 1970, p. 637 y ss.; Jorrben, “Postpendez- und Prá-
pendenzfeststellungen im Strafverfahren”, JZ, 1988, p. 847; WoLter,
Wahlfeststellung und in dubio pro reo, 1987, p. 38; RicutTeER, “Die Post-
pendenzfeststellung”, Jura, 1994, p. 131 y ss.
39 En este sentido, ver Woree, Wahlfeststellung und in dubio pro
reo, 1987, p. 38; Fischer, Strafgesetzbuch. Kommentar, 61* ed., 2014,
8 1, nm. 45, p. 21; Basaxk, “8 1 Keine Strafe ohne Gesetz”, Matt/Renzi-
kowski, 2013, 8 1, nm. 33, p. 25; BGHSt 35, pp. 86 y ss.; BGH, Wistra,
1989, p. 263; BGH, NStZ, 1989, p. 574,
236 ALEJANDRA VERDE
3. SAC PROPIA
3.1. Características
Efectuada ya una delimitación de la SAC propia respecto
a otros grupos de casos similares, corresponde ahora carac-
terizarla con detalle. Se aplica cuando el juez, al momento de
dictar sentencia conforme a las pruebas receptadas durante
el juicio oral, si bien está seguro de que la persona acusada
cometió algún delito, por dificultades probatorias no puede
especificar en qué tipo penal de entre dos o más que ha selec-
cionado como prima facie aplicables se subsume ese compor-
tamiento. En efecto, en función de la prueba recolectada en el
juicio, ese único hecho puede subsumirse en más de un tipo
penal alternativamente, los que si han sido ya identificados
por el juez*.
En otras palabras, “una subsunción alternativa en la con-
dena propia (echte Wahlfeststellung) entra en consideración,
regularmente, en casos de subsunción equivoca respecto de
sucesos fácticos externos”*?. Vale aquí repetir el ejemplo de
las dudas que, al momento de la sentencia, persisten respecto
de si aquel que fue hallado en posesión de objetos hurtados,
los obtuvo mediante hurto o receptación”.
El BGH afirma que “solo se admite una subsunción al-
ternativa en la condena si el juez está seguro de que uno de
dos tipos penales fue realizado, pero no puede convencer-
se completamente de la realización de ninguno de esos en
particular”**, En este sentido, y con relación al ejemplo que
se planteó arriba, el máximo tribunal penal alemán afirma
que “la incertidumbre que recae sobre si el acusado es el re-
ceptador debe, por ejemplo, basarse en que él puede ser el
ladrón, y a la inversa”*”.
50 Sobre ello véase, entre muchos, BGHSt 12, p. 389; BGH GSSt
1/17; BVerfG 2 BvR 167/18.
51 Al respecto véase el apartado5.1 del presente trabajo.
52 Ver WoLter, Alternative und eindeutige Verurteilung auf mehrdeu-
tiger Tatsachengrundlage im Strafrecht, 1972, p. 16; RGSt 66, pp. 163
y ss., Etc.
53 Asi, entre muchos otros fallos, BGH, NStZ, 2000, pp. 473 y s.;
BGHSt 25, p. 186; BGH GSSt 1/17; BVerfG 2 BvR 167/18.
5 Sobre los requisitos que se tienen que cumplir para que pueda apli-
carse la SAC propia (según la doctrina y la jurisprudencia alemanas),
véase por todos SSW-StGB/SatzcEr, 81, nm. 72 y ss., p. 22 y s. En la
jurisprudencia más actual, véase BGH GSSt 1/17, BVerfG 2 BvR 167/18.
56 Así, BGHSt 12, pp. 388 y s.; BGH GSSt 1/17; BVerfG 2 BvR
167/18; HruscHka, “Zur logik und Dogmatik von Verurteilungen auf-
egrund mehrdeutiger Beweisergebnisse im Strafprozep”, JZ, 1970, p.
037; Fiscner, Strafgesetzbuch. Kommentar, 61* ed., 2014, 8 1, nm. 33,
p. 19; WoLrer, Alternative und eindeutige Verurteilung auf mehrdeutiger
Tatsachengrundlage im Strafrecht, 1972, p. 15; RicHter, “Die Postpen-
denzfeststellung”, Jura, 1994, p. 131.
57 Véase, entre muchos, BGHSt 12, p. 388; BGHSt 21, p. 152; BGHSt
25, p. 183; BGH GSSt 1/17; BVerfG 2 BvR 167/18; Fiscnur, Strafgesetz-
buch. Kommentar, 61* ed., 2014, 8 1, nm. 33, p. 19; Jescheck, Lehrbuch
des Strafrechts, AT, 4* ed., 1988, 8 16 III 2, p. 131; WoLrer, Alternative
und eindeutige Verurteilung auf mehrdeutiger Tatsachengrundlage im
Strafrecht, 1972, p. 15; Ricuter, “Die Postpendenzfeststellung”, Jura,
1994, p. 131.
58 [dem. También véase BGH, NStZ, 1987, p. 474. El BVerfG al final de
su resolución aclara (o pide a los tribunales) que el instituto de la SAC
propia sea de aplicación excepcional y que no se la utilice al solo efecto
de agilizar la conclusión del proceso (véase BVerfG 2 BvR 167/18).
59 Así BGHSt 12, p. 388; WesseLs/ BEULKE/SATZGER, AT 43* ed., 2013,
nm. 806, p. 339,
240 ALEJANDRA VERDE
$60 Entre muchos otros véase BGHSt 22, p. 156; BGHSt 23, pp. 204
y s.; BGHSt 25, p. 183; NStZ, 2010, p. 698; WesseLs/ BeULKkE/SATZGER, AT,
43* ed., 2013, nm. 806, p. 339,
61 Sobre “alternatividad exclusiva” véase, por todos, WoLTER, Alternati-
ve und eindeutige Verurteilung auf mehrdeutiger Tatsachengrundlage im
Strafrecht, 1972, p. 15, también en nota 4; BGHSt 12, p. 389; RicHTER,
“Die Postpendenzfeststellung”, JURA, 1994, p. 131; NS£Z, 1987, p. 474.
62 Asi, ScamiTz, “Anhang zu 8 1. Die Wahlfeststellung”, MúuKoStGB, t.
I, 2? ed., 2011, 8 1, nm. 44, p. 89.
6 El g 264 del StPO reza: “El objeto de la sentencia. 1) El objeto de la
sentencia es el hecho descripto en la acusación, tal como fue planteado
como resultado del juicio. 2) El Tribunal no está sujeto a la valoración
del hecho que sustenta el auto de apertura del juicio oral”.
6 Véase OLG Celle, MDR, 1987, p. 76; Jescuzcx, Lehrbuch des Straf-
rechts, AT, 4* ed., 1988, 816 11123, p. 131; Scuurtz, “Anhang zu 8 1. Die
Wahlfeststellung”, MúKoStGB, t. 1, 2* ed., 2011, 8 1, nm. 45, p. 89.
$5 Aunque existen intentos aislados de traspolar este instituto a
otros paises, ello todavia no ha sido conseguido adecuadamente. Con
relación a España, ese fracaso es expuesto con especial claridad por
SUBSUNCIÓN ALTERNATIVA EN LA CONDENA... 241
73 El 8 2b StGB de esa época rezaba: “Si está claro que alguien in-
fringió una entre varias normas penales, pero solo es posible una sub-
sunción alternativa de ese hecho en aquellas, el autor será castigado
conforme a la norma más leve”.
4 Por su parte, el 8 267b StPO rezaba: “Si el tribunal subsume el
hecho alternativamente en la condena (8 2b StGB), el acusado solo será
declarado culpable en la sentencia por la lesión a la ley penal que se
aplica. Los fundamentos de la sentencia deberán indicar qué norma es
la que se considera infringida. Las cuestiones de hecho que configuran
la infracción deben ser comprobadas. Debe explicarse por qué no es
posible una subsunción unívoca. Si el tribunal prescinde de la subsun-
ción alternativa en favor de una petición introducida en el juicio oral,
deberá exponer los motivos”.
75 Así, por todos, ver WoLter, Alternative und eindeutige Verurteilung
auf mehrdeutiger Tatsachengrundlage im Strafrecht, 1972, pp. 47 y s.;
SSW-StGB/Satzger, 2014, 8 1, nm. 71, p. 22; Baumann, AT, 6* ed., 1974,
8 14 11 1, p. 169; Jescueck, Lehrbuch des Strafrechts, AT, 4* ed., 1988, 8
16 III 3, p. 133; BGHSt 1, p. 128, p. 304; BGHSt 11, p. 101; BGHSt 15,
pp. 266 y ss.; BGHSt 16, pp. 184 y ss.; BGHSt 21, p. 153; BGHSt 23,
p. 361, etc.
244 ALEJANDRA VERDE
83 Al respecto véase RGSt 22, p. 216; RGSt 26, pp. 157 y s.; RGSt
35, p. 300.
8 Véase, por todos, RGSt 35, p. 300.
85 En este sentido, ver RGSt 53, p. 232.
86 Asi, RGSt 55, pp. 44 y s.; pp. 228 y ss.; RGSt 23, p. +7; WoLTER,
Alternative und eindeutige Verurteilung auf mehrdeutiger Tatsachen-
grundlage im Strafrecht, 1972, p. 21; Núse, “Die Zulássigkeit von wahl-
weisen Feststellungen”, GA, 1953, p. 33.
87 RGSt 53, p. 231; similar RGSt 56, p. 61.
SUBSUNCIÓN ALTERNATIVA EN LA CONDENA... 247
104 WesseLs/BreuLke/SarzGER, AT, 43*? ed., 2013, nm. 806, p. 340. Si-
milar, BGHSt 9, p. 394; BGH, wistra, 1985, p. 67.
105 Véase BGHSt 9, p. 394.
106 Véase BGH, wistra, 1985, p. 67; BGHSt 30, p. 78; BGHSt 23, pp.
360 y s., etc.
107 Sobre ello véase, entre muchos otros, WesseLs/BEULKE/SATZGER,
AT, 43* ed., 2013, nm. 806, p. 340; BGHSt 9, p. 394; BGH, wistra,
1985, p. 67; BGH, NJW, 1976, p. 68.
108 Sobre estos ejemplos y otros véase Fischer, Strafgesetzbuch.
Kommentar, 61* ed., 2014, 8 1, nm. 41 y s.,, p. 21; WesseLs/ BreuLke/SArz-
GER, AT, 43*? ed., 2013, nm. 807, p. 340; Basax, “5 1 Keine Strafe ohne
Gesetz”, Matt/Renzikowski, 2013, 8 1, nm. 32, p. 25.
10% Sobre la SAC propia entre los 88 242 y 259 del StGB, ver RGSt
68, pp. 257 y ss.; BGHSt 1, p. 302; BGHSt t. 9, p. 393; BGHSt 12, p.
252 ALEJANDRA VERDE
388; BGH, wistra, 1990, pp. 225 y ss. El RG sostuvo —y ello fue tomado
luego por el BGH- que “la admisión de la condena por hurto o recep-
tación se ajusta al sentimiento jurídico general, en el sentido de que el
hecho del receptador “produce la misma desaprobación ética que el del
ladrón” (BGHSt 9, p. 393).
110 Sobre la SAC propia entre los 85 244, 244a y 260 y 260a, véase
BGH, wistra, 2000, p. 258.
MM Véase, sobre la SAC propia entre los 88 242 y 257 del StGB,
BGHSt 23, p. 360. En contra: Hruschka, ““Wahlfeststellung' zwischen
Diebstahl und sachlicher Begúnstigung?”, NJW, 1971, pp. 1392 y ss.
112 Sobre la aplicación de la SAC propia entre los 88 154 y 164 del
StGB, véase BGHSt 32, p. 149; OLG Braunschweig, NJW t. 1, 1959,
pp. 1144 y s., etc.
113 Sobre la SAC propia entre los 88 263 y 259 del StGB, véase BGH,
NJIW, t. 1, 1974, pp. 804 y s.
1 Respecto de la SAC propia entre los 88 263 y 263a del StGB, véa-
se BGH, NStZ, 2008, pp. 281 y s.; BGH, wistra, 2013, p. 271.
115 Sobre ello véase, entre muchos, Basax, “8 1 Keine Strafe ohne
Gesetz”, Matt/Renzikowski, 2013, 8 1, nm. 32, p. 25; FiscHERr, Strafge-
setzbuch. Kommentar, 61* ed., 2014, 8 1, nm. 44, p. 21.
116 Se rechaza la aplicación de la SAC propia entre los 88 218, 22,
23 I y 263 del StGB (BGH, sentencia del 20/5/58, 5 StR 101/58). Así,
DaLLINGER, “Aus der Rechtsprechung des Bundesgerichtshofes in Straf-
sachen”, 8 218, MDR, 1958, p. 739.
117 Entre los 88 242 y 253 del StGB no se admite SAC propia. Por to-
dos, véase WesseLs/BeuLke/SarzGer, AT, 43* ed., 2013, nm. 807, p. 340.
118 Sobre la inadmisibilidad de SAC propia entre los 88 244 y 259 del
StGB véase, por todos, NStZ, 2008, p. 646.
119 No se admite la SAC propia entre los 88 249, 250 y 259 del StGB.
Véase, por todos, BGHSt 21, p. 152.
SUBSUNCIÓN ALTERNATIVA EN LA CONDENA... 253
152 Véase BGH GSSt 1/17; BVerfG 2 BvR 167/18 (en especial nm. 48
y la cita a un fallo del RGSt reunido en pleno, en donde se dijo exacta-
mente eso: 1 D 1096/33, RGSt 68, 257, de fecha 2 de mayo de 1934).
133 Véase SSW-StGB/SarzcER, 2014, 8 1, nm. 81, p. 24; DeuBnER, “Co-
mentario a la sentencia del BGH dictada el 11/11/66, 4 StR 387/66”,
NJW, 1967, p. 21, entre muchos otros.
134 Véase, entre muchos, WoLrer, “Strafbemessung bei alternati-
ven Gesetzverletzungen und Entscheidungsnromen —Ein notweindi-
ger Gesetzvorschlag (88 55a StGB-E mit 88 267a, 200, 207, 265, 266
StPO-E)”, GA, 2013, p. 275.
135 Por todos, véase Schmrtz, “Anhang zu 8 1. Die Wahlfeststellung”,
MúKoStGB, t. 1, 2* ed., 2011,8 1, nm. 12, p. 81.
136 Scumrrz, “Anhang zu $ 1. Die Wahlfeststellung”, MúKoStGB, t. I,
2* ed., 2011, 8 1, nm. 13, p. 82.
17 Ibidem.
138 Véase, por todos, Nusz, “Die Zulássigkeit von wahlweisen Fest-
stellungen”, GA, 1953, p. 33.
SUBSUNCIÓN ALTERNATIVA EN LA CONDENA... 257
160 [dem, p. 49; KónLer, AT, 1997, p. 96; NStZ, 2014, nm. 26, p. 394.
Esto fue rechazado por la Sala 5? del BGH: véase BGH, NStZ-RR, 2014,
p. 307.
161 Así FreuND, “Nicht “entweder-oder”, sondern, “weder — noch! Zum
Verstof) gesetzcalternativer Wahlfeststellung gegen Art. 103 11 GG”, p. 49,
162 Véase NStZ, 2014, nm. 28, p. 395. La jurisprudencia de los más
altos tribunales alemanes se pronunció recientemente en contra de
este argumento. Véase BGH GS8St 1/17; BVerfG 2 BvR 167/18.
163 Sentencia 2 StR 495/12 del BGH, de fecha 28/1/14.
16 Véase NStZ, 2014, nm. 21, p. 394; BverfG 126, p. 198; BverfG 92,
p. l6 y ss.
SUBSUNCIÓN ALTERNATIVA EN LA CONDENA... 263
8. ToMA DE POSTURA
178 En este sentido, sostiene Henkel que “el principio (in dubio pro
reo) es el revés procesal del principio de culpabilidad: a la frase mate-
rial “no hay pena sin culpabilidad” le corresponde la frase procesal 'no
hay condena sin comprobación de la culpabilidad” (HenkeL, Strafuer-
fahrensrecht. Ein Lehrbuch, 2* ed., 1968, p. 353).
179 Véase, entre muchos, ALwakrr, “Darf ein Angeklagter Mangel an
Beweisen verurteilt werden? Eine Studie zur Uberzeugungsbildung
des Strafrichters (8 261 StPO)”, GA, 1992, pp. 552 y ss.; VELTEN, SK-
StPO, t. V: 88 246a — 295, 4* ed., 2012, 8 261, pp. 501 y ss.
SUBSUNCIÓN ALTERNATIVA EN LA CONDENA... 271
post por el juez para condenar en ese caso concreto. Pero aun
cuando se legislara en forma previa un tipo penal como —por
ejemplo— el regulado en 1935, u otro similar, sería irremedia-
blemente indeterminado, y por esa razón ya contrario al prin-
cipio de legalidad. Porque no podría escapar a la fórmula “si
fuera seguro que se cometió un delito, pero no fuese seguro
cuál, se podrá condenar por el más leve de entre aquellos que
apareciesen alternativamente como posibles”. ¿Y cuál seria,
alli, la conducta taxativamente prohibida? Obviamente es
imposible saberlo. De hecho hasta sería dudoso que una fór-
mula asi (similar en esencia al 8 2b del StGB aleman de 1935
y aotras propuestas ulteriores) sea realmente un tipo penal y
no, como también se ha dicho, una mera regla procesal.
Si todo lo que importara fuera una supuesta violación al
corolario ley previa del principio de legalidad —que es lo que
de hecho dice tanto esta sentencia del BGH como la doctrina
en que se apoya-, bien podría pensarse que lo que en rea-
lidad busca el máximo tribunal alemán en lo penal no es
tanto un cambio en su jurisprudencia estable sobre la SAC
propia. Su principal objetivo sería, antes bien, dar una señal
al legislador para que incluya en el código penal una norma
similar a la introducida en 1935 (y luego derogada) que per-
mita la aplicación de SAC propia, aunque, en esta oportuni-
dad, solo en su versión intermedia. Si algo así sucediera, al
apartamiento del Estado de derecho en el que, con relación
a este tema, se encuentran hoy solo los jueces en Alemania,
se sumaría el legislador, y en consecuencia la situación se
agravaría. No debería olvidarse que, así como “la jurisdicción
está vinculada a la ley y al derecho”, también “la ley está vin-
culada a la Constitución” (art. 20 III GG).
Cabe indicar, finalmente, que la SAC propia vulnera, ade-
más, el derecho constitucional de defensa, porque esta forma
alternativa de condena obliga al acusado a tener que defen-
derse en muchas direcciones, incluso en las instancias su-
periores !*%. Y ello termina repercutiendo sobre él como una
9, CONCLUSIÓN
1. INTRODUCCIÓN
2. EL PROBLEMA
4.1. Introducción
He mostrado más arriba que sería manifiestamente in-
justo, y político-criminalmente inconveniente, dejar impune
al autor de un delito de conexión con el argumento de que
es inculpable el autor del delito previo. De ello se sigue que
esta consecuencia, a la que Pawlik no podría dejar de arri-
bar si aplicara su tesis consecuentemente en este ámbito, no
es tampoco admisible de lege ferenda: básicamente porque
sería incorrecta, con independencia de lo que dice la ley. Tal
incorrección, en efecto, no depende del derecho positivo, sino
de un análisis minucioso de las razones morales, sociales
y políticas que avalan —en este caso— la criminalización de
conductas posdelictuales como las diferentes formas de en-
cubrimiento y la receptación. Un análisis de esta clase fue
realizado en los capitulos anteriores, a los que cabe remitir
(en particular a los Capitulos Il y IM.
Conforme a ello, y como ya sostuve en el primer capítulo
de este libro, incluir a la culpabilidad del autor del hecho
previo como requisito necesario para la punibilidad del pos-
terior sería moral y político-criminalmente inadmisible. En el
Capitulo III me ocupé ya de los argumentos morales, que son
los más difíciles**, Por eso, como dije, corresponde remitir
alli, donde demuestro que la receptación es una conducta
6. CONCLUSIÓN
Con lo expuesto hasta aquí creo que es suficiente para
dar por demostrado lo que me propuse en este capítulo: que
la tesis de Pawlik, según la cual no hay ilicitud sin culpabi-
lidad, tiene debilidades no solo de lege lata, sino también de
lege ferenda. Dicho de modo más sencillo, que no solo existen
dudas sobre la compatibilidad de esa tesis con el derecho vi-
gente, sino que esta, al menos en principio, genera también
serias dudas axiológicas. Por lo pronto, porque en ambos
sentidos resulta objetable desde el sector de la parte especial