Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Gladys Tinedo**
*Este artículo forma parte del proyecto de investigación intitulado “El Sistema Penal
del Adolescente y Control Social Formal en Venezuela ” adscrito al Programa de
Investigación “Modernización y Reforma del Control Social Formal en Venezuela. Parte
III” financiado por el Consejo de Desarrollo Humanístico y Científico (CONDES).
RESUMEN
Los problemas a ser atendidos por la política pública son necesidades que preocupan
a los ciudadanos quienes los consideran asuntos generales del Estado. Un asunto de
interés general e imprescindible en una agenda de gobierno lo constituye las
necesidades referidas al fenómeno criminal y la respuesta al mismo, esto último
fundamento de la política criminal, definida como el conjunto de métodos con los que
el cuerpo social organiza las respuestas al fenómeno criminal. En este estudio se
persigue analizar en el plano de lo concreto la política criminal, vale decir, la respuesta
estatal, a la responsabilidad penal del adolescente establecida en la Ley Orgánica de
Protección del Niño y Adolescente (LOPNA) de Venezuela.
ABSTRACT
The problems to be resolved by public policy are needs that concern all citizens and
are considered as normal affairs of state. One aspect of indispensable general interest
is a government agenda in relation to the criminal phenomenon, and the response to
the same, which should be reflected in criminal policy defined as the set of methods by
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 2 de 27
which the social body organizes its response to the criminal phenomenon. In this
study we analyze the concrete plan of criminal policy, that is to say, the state
response to penal responsibility in adolescents established in the Organic Law for the
Protection of Children and Adolescents (LOPNA) in Venezuela.
Key words: Criminal law for minors, the Organic Law for the Protection of Children
and Adolescents (LOPNA), penal responsibility for adolescents, human rights.
INTRODUCCIÓN
Existe una resistencia a incluir las respuestas estatales a los actos de los menores
que han incurrido en conductas definidas como delitos, dentro de los asuntos políticos
criminales de un país, no obstante que dichos actos delictivos están sometidos a las
decisiones que conforman esa política, de allí la importancia de estudiar el modo como
el Estado se relaciona, mediante su política criminal con el menor sujeto al derecho
Penal, lo cual está contenido en la Ley Orgánica de Protección del niño y del
adolescente (LOPNA). Se trata de sistema de Justicia para el adolescente que de
acuerdo con la citada ley, se diferencia del sistema procesal penal de adultos por la
jurisdicción especializada y en la sanción que se le impone. La Lopna contiene
principios y derechos que deben orientar la aplicación de las normas que la
constituyen, a fin de darle vigencia al catálogo de garantías que tanto el derecho
interno, como el derecho internacional establecen.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 3 de 27
Las relaciones cotidianas entre sociedad y Estado toman las formas de problemas que
demandan soluciones. El Estado desde su origen, es concebido como el encargado de
resolverlos. El Contrato Social fue el instrumento que sirvi ó de fundación del estado
moderno el cual según Hobbes, debe defender a los ciudadanos quienes ceden sus
derechos al Estado para ser protegidos. No toda cuestión social es pública, los
individuos integrantes de un Estado buscan transformar sus necesidades particulares
en asuntos generales de interés y utilidad para todos.
Los problemas a ser atendidos por la política pública son necesidades que preocupan
a los ciudadanos, quienes los consideran asuntos generales del Estado y en
consecuencia, del gobierno. Hay una agenda de los ciudadanos que precede a la del
gobierno.
Cobb y Elder sostienen que para que un asunto tenga acceso a la agenda del
gobierno, debe cumplir con tres requisitos, en primer lugar que el problema por el cual
se demanda la intervención del mismo “sea objeto de atención amplia o al menos de
amplio conocimiento del público; en segundo lugar, que buena parte del público
considere que se requiere algún tipo de acción, y tercero que a los ojos de los
miembros de la comunidad la acción sea competencia de alguna entidad
gubernamental” (1993:34). Se deduce de esta posición que los intereses y
necesidades particulares deben estar generalizados, o sea, sentidos por todos, o por la
gran mayoría de los ciudadanos del Estado. “Lo que la ciudadanía define como
problema parece ser un requisito irremplazable de la democracia” (Bardach,
1993:222).
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 4 de 27
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 5 de 27
La política criminal, que debe definir y dar respuesta al fenómeno criminal, es política
porque obedece a decisiones del Estado frente a conflictos que afectan a gran parte de
la sociedad, y ésta demanda algún tipo de acción para su resolución. El carácter
político se manifiesta en primer lugar, en las definiciones de las infracciones, según
Becker, la imposición de las reglas es una cuestión de poder político y económico.
“Este problema conduce a las leyes, a los mecanismos y a las estructuras
socialesobjetivas que regulan el poder de definición, su distribución, las modalidades
de su ejercicio en un contexto social dado, mientras otros individuos y grupos sociales
están solamente sometidos a este poder de definición” (Baratta,1986:111). En
segundo lugar, en la respuesta que el Estado da al fenómeno criminal, la cual se ha
caracterizado, históricamente, por la variedad de la misma.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 6 de 27
condenado a las reglas, que si bien él ha organizado, son aceptadas por el grupo
social. El ciudadano común generalmente ignora que la política criminal se origina en la
sociedad debido a una combinación de fuerzas que provienen del Estado y de la misma
sociedad y que él participa, por acción u omisión, en la formulación de una política
criminal determinada. Sin embargo, ni el Estado, ni los ciudadanos hacen referencia a
la misma. En los discursos oficiales está ausente por el afán de despolitizar el tema
dejando a los profesionales su manejo “científico”, a fin de ocultar lo que realmente
ocurre, lo cual es que la mencionada política, se fundamenta en estrategias asumidas
por el estado, es decir, decisiones políticas, la ausencia de la consciencia ciudadana
tiene que ver con la participación política de los ciudadanos y en consecuencia, con la
democracia. “La política criminal es una de las manifestaciones más elementales del
poder y uno de los campos donde se delimita claramente la estructura democrática o
autoritaria de una sociedad” (Binder, 1997:42).
La operativización de la ley por los órganos judiciales se realiza a través del caso
penal, donde se establece una interacción de normas y procedimientos para dirimir la
controversia, es decir, se establecen principios y reglas que se deben observar.
1.2.1. La Judicialización del Ejercicio del Poder Penal. La política criminal cumple una
función bien importante como es la de racionalizar la violencia estatal y en este sentido
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 7 de 27
se crean los tribunales penales, cuerpos especiales para resolver los conflictos de ese
tipo que en los estados democr áticos conforman un poder autónomo e imparcial y
ajustado a reglas que limitan su poder, la jurisdiccionalidad evita la venganza y las
penas privadas, “el tr ánsito de la justicia privada de la faida y de la venganza de
sangre a lo público del derecho penal tiene lugar, efectivamente, cuando la aplicación
de las penas y la investigación de sus presupuestos se sustraen a la parte ofendida y a
sus pr óximos y se transfieren con carácter exclusivo a un órgano judicial, es decir,
extra ño, a las partes interesadas e investido con la potestad de decidir sobre sus
razones contrapuestas” (Ferrajoli,1997:538), de all í que esta garantía constituya el
presupuesto de las demás garantías procesales.
Precisamente las reglas objetivas, generales e igualitarias del derecho penal objetivo
se conciben como límites de ese poder punitivo del Estado, justo al lado y bajo presión
de los principios y valores superiores del ordenamiento jurídico, como lo son las
normas de garantía penal y procesal penal, las normas rectoras de la ley penal y
procesal penal, los derechos fundamentales consagrados en la constitución y los
derechos humanos” (Fernández C, 1994:34). Los límites del ejercicio de poder implican
que la intervención del Estado se reducen a los casos que revistan tal gravedad por
lesionar derechos humanos importantes, y porque la no intervención significaría dejar
impune un delito erosionando, de este modo, la coexistencia pacífica.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 8 de 27
del poder, “pero, el sistema de garantía no está completo sino son preservados los
mecanismos de control popular.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 9 de 27
El proceso al que será sometido el adolescente imputado, difiere muy poco del de los
adultos y el artículo 537 de la Lopna establece que en todo lo que no se encuentra
expresamente regulado en ella, debe aplicarse supletoriamente la legislación penal
sustantiva y procesal. El proceso penal establecido en la ley contradice la afirmación de
la exposición de motivos al considerar a los menores de dieciocho años y mayores de
doce a ños, como inimputables penalmente aunque responsable.
Para la teoría del delito, los inimputables están excluidos del derecho penal tal ha
sido el caso de los dementes y de los menores, no se entiende, a la luz de dicha teoría,
como se puede ser inimputable y responsable al mismo tiempo. La ambigüedad parece
aclararse en el mismo texto de la exposición de motivos al manifestar que la “más
moderna doctrina aconseja incluso dejar de un lado los eufemismos y asumir, de una
vez por todas, que los adolescentes infractores tienen responsabilidad penal, de la
misma naturaleza que la del adulto, si bien atenuada.”
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 10 de 27
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 11 de 27
Otro aspecto a señalar se refiere a las medidas cautelares las cuales según el artículo
582 podr án ser acordadas por el Juez, siempre que las condiciones que autorizan la
detención preventiva puedan ser evitadas razonablemente con la aplicación de otra
medida menos grave para el imputado.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 12 de 27
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 13 de 27
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 14 de 27
coerción son enteramente inaceptable” (ONU, 1994:20). Por otro lado la Convención
Americana recomienda que se tomen las declaraciones de auto incriminación por parte
de los procesados ante un juez y con la presencia de un abogado defensor (CIDH,
1993:100). La garantía que se comenta, expresa la absoluta incoercibilidad moral del
acusado y la imposibilidad de utilizar cualquier medio para obtener de él mismo
pruebas en su contra.
El artículo 542 comprende dentro del derecho a ser oído, el derecho que tiene el
adolescente que no entienda el idioma castellano, de tener la asistencia gratuita de un
intérprete, este aspecto no sólo refuerza esta garantía, sino también, al derecho a la
defensa, imposible que una persona que no tenga la comprensión del idioma en el que
va a ser juzgado, ni pueda expresarse en el mismo logre un juicio justo, de allí la
protección legal. El desconocimiento o dificultad para entender el idioma usado por el
tribunal, por parte del adolescente, no puede ser un obstáculo para la defensa., ni una
limitación para que el juez pueda comunicarse con el acusado a fin de conocer
detalladamente su participación en los hechos antes de dictar sentencia. En este
aspecto es importante señalar el caso del adolescente indígena, el cual de conformidad
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 15 de 27
No se puede admitir que la privación de libertad sea un medio para cumplir fines
pedagógicos dirigidos a que el adolescente asuma su responsabilidad, entienda el daño
que con el hecho cometido ha ocasionado la sociedad, comprenda que con su conducta
ha violado los valores y derechos de otros, porque la finalidad de la privación de
libertad se convertiría, no en la garantía de sus derechos, sino en el reforzamiento de
la seguridad de sus víctimas potenciales, en este sentido, el adolescente es tomado
como objeto y no como sujeto que espera, como persona vulnerable que es, que a
través de programa ajustado a sus necesidades, no le afecten sus derechos
fundamentales y se le ayude a minimizar los efectos negativos del internamiento.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 16 de 27
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 17 de 27
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 18 de 27
El mismo artículo en su literal c) señala otro aspecto más grave aún, al disponer
privación de libertad hasta por seis meses cuando se incumpliere, injustificadamente,
otras sanciones impuestas, castigándose al no acatamiento a la autoridad y la
indisciplina que significa que la inobservancia a la regla, se supone que las sanciones
impuestas a que se refiere el literal c) del artículo 628, se cumplen en libertad, porque
no ameritó la privación de ella, sin embargo; el incumplimiento, mal menor, merece
ser castigado, y en este caso con la privación de libertad.
Es importante señalar que el artículo 558 permite la detenci ón hasta por noventa y
seis horas cuando el adolescente en investigación penal, no estuviera identificado o se
le haga necesaria la confrontación de identidad aportada, igualmente el art ículo 559 el
juez de Control podrá decretar la detención para asegurar su comparecencia a la
audiencia preliminar. Lo anteriormente expuesto permite afirmar que no obstante la
excepcionalidad, la ley deja suficiente espacio para privar de libertad al adolescente.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 19 de 27
La legislación venezolana no tiene definido quienes son las autoridades ind ígenas
legítimas, pero existe en la Asamblea Nacional, para su discusión, el Anteproyecto Ley
Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas, la cual en su artículo 111 señala como
tal, “a las personas, instancias colectivas o instituciones que cada pueblo o
comunidades indígenas establece y designa según sus propias reglas y para las
funciones que dichos pueblos definen (…)”, esta persona o instancia colectiva o
institucional podría con su intervención lograr que el juez al imponer la sanción, si
fuera el caso, tomara en cuenta la cultura indígena en cumplimiento con el artículo
550, sus usos y costumbres y nadie mejor que la autoridad indígena para informar al
respecto.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 20 de 27
Las apelaciones se oirán en la Corte Superior constituida por una o más salas de
Apelaci ón e integradas por tres jueces profesionales.
d) Juicio oral. Es la fase más importante del proceso penal, es donde en definitiva se
podrá establecer la responsabilidad o no del imputado en base a la pruebas
confrontadas durante el juicio contradictorio en presencia del Juez, Defensor, Fiscal y
del acusado culmina con la sentencia absolutoria o condenatoria contra ésta se pueden
oponer recursos de apelación, de casación y de revisión.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 21 de 27
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 22 de 27
Es de advertir, dado que la mayoría admitieron los hechos, que no se efectuó el juicio
propiamente, de manera que en los datos a exponer se entendería por tal, el momento
en que el menor se presentó ante el Tribunal de Control en la oportunidad de la
audiencia preliminar, para admitir los hechos objeto de la acusación. El efecto de este
recurso es la imposición inmediata de la pena, la cual en los casos de privación de
libertad, se podrá rebajar el tiempo que corresponda, de un tercio a la mitad.
Se desprende del gráfico que el grupo etario, que frecuentemente comete hechos
ilícitos está comprendido entre los 15 y 18 años, En este caso, treinta y nueve de los
cuarenta y dos. S ólo tres tienen edades entre 12 y 14 años.
El delito con mayor frecuencia es el robo agravado, el cual alcanza el 75% en Cañada
I, y el 72% en Cañada II.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 23 de 27
La suma del porcentaje en los dos grupos, Cañada I y Cañada II, muestra que el 87%
de los adolescentes no tienen conciencia de cómo repercutirá su permanencia en ese
centro donde cumplirá la pena en su vida futura y quienes respondieron
afirmativamente, dijeron que serán rechazados por los demás. Esta apreciación revela
que los jóvenes no esperan lograr ningún cambio en sus vidas como efecto de sus de
reclusión, por lo menos lo que hasta ahora han recibido no está dirigido a ese cambio,
o no cubren sus expectativas.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 24 de 27
La visita es la forma más común de relación familiar, sin embargo; algunos familiares
participan en talleres y actividades recreativas lo que es bien positivo, sobretodo los
talleres que pueden lograr mejorar las relaciones con los adolescentes para darles más
apoyo a fin de ayudarlo durante su permanencia en el centro.
Las fugas son pocas, cuatro de veinte en Cañada I y tres de veintidós en Cañada II, y
éstas se deben a que no les gusta estar encerrados, lo que evidencia que las
actividades de estos adolescentes deben ajustarse más a sus necesidades a objeto de
hacerles mas soportable su situación.
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 25 de 27
Todos los adolescentes, menos tres, treinta y nueve en total, admitieron los hechos,
lo que significa que el juicio se obvió y las pruebas aportadas, una de las razones por
las que se admiten los hechos, no fueron discutidas en juicio en casi la totalidad de los
casos, lo que no deja de llamar la atención, sobretodo cuando algunos adolescentes,
tres de ellos, opinan que la sentencia no fue justa, y el mismo número dice que
admitió los hechos por recomendación del defensor.
Esta medida tan favorable en el caso de los adultos, pudiera convertirse en arma de
doble filo en adolescentes que por su falta de madurez y de conocimientos, son
fácilmente manipulables y admitir los hechos pudiera significar falta de evidencias o
cuando menos debilidad de las mismas.
CONCLUSIÓN
La política criminal establecida para los adolescentes que han cometido delito, tiene
la misma estructura que la de los adultos, sólo se diferencia en que la jurisdicci ón es
especializada, y en la pena la cual tiene un límite máximo menor, además una
disposición expresa que en todo lo que no se encuentre regulado en la Lopna, debe
aplicarse supletoriamente la legislación penal sustantiva y procesal. Esto evidencia que
el adolescente que ha cometido un hecho ilícito es visto como un imputado que debe
ser llevado a juicio conforme a las decisiones que conforman esa política criminal, lo
que implica una transferencia de la persecución penal de adultos al sector de menores,
incluyendo, de este modo, las respuestas estatales a los actos ilícitos de los
adolescentes dentro del conjunto de los problemas político criminales del país.
Los cambios que la Lopna tiene a nivel de lenguaje, donde la sentencia pasa a ser
sanción, la pena medida, la cárcel, institución de internamiento, y a las cuales se
denominan Centro de Diagnóstico, constituyen un ocultamiento semántico que
responde a la resistencia a incluir las respuestas estatales de los adolescentes
infractores dentro de la política criminal. No obstante el proceso de los adolescentes en
la Lopna es un proceso penal, en consecuencia es una tarea político criminal.
LISTA DE REFERENCIAS
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 26 de 27
1995.
3.- BARATTA, A. Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal. México Siglo
XXI. 1986.
4.- BARATTA, A. “La Vida y el Laboratorio del Derecho a propósito de la
Imputación de Responsabilidad en el Proceso Penal.” Mimeo.
5.- BECCARIA. De los Delitos y de las Penas. Madrid, Aguilar. 1982.
6.- Bardach, E. Citado por AGUILAR VILLANUEVA.
7.- BINDER, A. De la Formulación a la Praxis, Buenos Aires, AD –Hoc S.R.L. 1997.
8.- BINDA, A. Ob.cit. pág.76.
9.- BUAIZ, Yury. “Política Social, Política Criminal y la Convención sobre los Derechos
del Niño”, en Introducción a la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente. Caracas, Universidad Católica Andr és Bello.2000.
10. - CARNEIRO, L. Adolescencia. Sus Problemas y su Educación. México. 1990.
11. - COBB, R y ELDER Ch. Citado por Aguilar Villanueva, Luis F. Problemas
Públicos y Agenda de Gobierno. México: Grupo Editorial Miguel Ángel Porr úa. 1993.
12. - Comisi ón Interamericana de Derechos Humanos. 1983. Informe Guatemala,
1983.
13. - DELMAS, M. Modelos Actuales de Política Criminal. Madrid. Centro de
Publicaciones, Secretaría General Técnica, Ministerio de Justicia. 1986.
14. - DE LEO, G. “Aspectos Psicológicos Sociales e Instrumentales de la Reforma
Procesal de Menores en Italia” El Derecho y los Chicos. (María del Carmen Bianchi,
Compiladora) Argentina: Espacio Editorial.1995.
15. - FA ÚNDEZ, H. Administración de Justicia y Derecho Internacional de los Derechos
Humanos. Universidad Central de Venezuela, Caracas. 1989.
16. - FA ÚNDEZ, H. Administración de justicia y Derecho Internacional de los
Derechos Humanos. Universidad Central de Venezuela, Caracas. 1993
17. - FERNÁNDEZ, J. Concepto y Límites del Derecho Penal. Bogotá, Temis. 1994
18. - FERRARI, G. “El Árbol de la Justicia”. El Derecho y los Chicos. (María del
Carmen Bianchi, Compiladora) Argentina: Espacio Editorial.1995
19. - FERRAJOLI, L. Derecho y Razón. Madrid. Editorial Trotta.1997
20. - FOULCAULT, M. Vigilar y Castigar. Madrid, siglo XXI, de España, Editores S.A.
1982.
21. - Organización de Naciones Unidas. Comentario Nº 13. Instrumentos
Internacionales de Derechos Humanos, HRI/GEN/1/Rev. 11, 29 de Julio.1994.
22. - OLIART PONS, J. “La Reforma Penitenciaria en Cataluña” Tratamiento
Penitenciario. Barcelona, I.M. Bosch Editor. 1994.
23. - Organización de Estados Americanos, Comisión Interamericana de Derechos
Humanos. La Situación de los Derechos Humanos en Argentina, Secretaría
General Doc. 19,11 de Abril de 1980.
24. - Organización de Estados Americanos. Comisión Interamericana de Derechos
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005
Capitulo33-2_COMPLETA Página 27 de 27
file://C:\SciELO\serial\cc\v33n2\body\art_03.htm 31/10/2005