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CONCEPTO
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmunitaria multisistémica, de
carácter crónico, de causa desconocida, es el prototipo de enfermedad donde el daño
mediado por falta de tolerancia a antígenos intrínsecos, formación de autoanticuerpos
(Ac) y su depósito en los tejidos juegan un papel fundamental. Produce una lesión
tisular citológica por el depósito de autoanticuerpos e inmunocomplejos. En la mayoría
de los pacientes, hay autoanticuerpos años antes de que aparezca el primer signo clínico.
(1)
EPIDEMIOLOGÍA
Hasta el año 2021, se estima que alrededor del mundo se encuentran más de cinco
millones de personas con alguna forma de LES, su prevalencia en la población general
varía entre 40 a 200 casos/100.000 habitantes. Su incidencia y prevalencia están
influenciadas por la edad, etnia y sexo de la población, afecta predominantemente a
mujeres en edad reproductiva, por cada 10 adultos diagnosticados con LES, 9 son
mujeres (9:1), aunque hombres, adolescentes y niños no están exentos de padecerla; se
ha atribuido en parte a un efecto hormonal del estrógeno. La edad de mayor incidencia
va desde los 15 hasta los 44 años aproximadamente, en la infancia y en pacientes
mayores de 65 años la diferencia de sexos se reduce, en la infancia la relación puede ser
de 5:1 y entre pacientes mayores de 65 años de 2:1. (2)
El LES se encuentra entre las primeras 20 causas de muerte en mujeres entre los 5 a los
64 años de edad. Se estima que el 10% al 15% de los pacientes
diagnosticados, morirá anticipadamente debido a complicaciones de la misma
enfermedad. Hay mayor predilección por la raza negra que la blanca (es 3 veces más
frecuente y más agresivo), los hispanos, afroamericanos y asiáticos también son más
susceptibles, debido probablemente a factores genéticos, económicos y culturales. El
aumento de frecuencia en los últimos años se debe a una mayor supervivencia de los
pacientes afectados, al mejor conocimiento de la enfermedad y a las técnicas de
laboratorio que permiten diagnosticar casos más leves y de forma precoz. (3)
LES EN ECUADOR
El primer caso documentado de Lupus Eritematoso sistémico en el Ecuador fue
publicado por G.A. Fassio y Juan Tanca-Marengo en la Gaceta Médica de Guayaquil en
el año de 1950. En la misma revista se presentó nueve años después de manos de Juan
Tanca-Marengo la primera casuística ecuatoriana con lupus. La doctora Patricia Merlo
informa sobre 112 pacientes registrados en siete hospitales de Quito, entre enero de
1984 y diciembre de 1993. Las manifestaciones clínicas más frecuentes fueron artritis,
artralgias, fiebre y manifestaciones cutáneas. Según la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) en el año 2013 el 90% de los pacientes con lupus son mujeres, de las
cuales el 80% conocen muy poco acerca de su condición de salud. (3)
ETIOPATOGENIA
La etiología no está totalmente aclarada; sin embargo, se sabe que existe una producción
variable de autoanticuerpos que, unida a factores genéticos y ambientales, pueden
predisponer a su aparición.
Puede ocurrir esclerosis-fibrosis con daño hístico irreversible en muchos tejidos, lo que
incluye riñones, pulmones, vasos sanguíneos y piel. Cada uno de estos procesos
depende de una carga genética individual y de influencias del entorno y epigenéticas.
Cuando tales respuestas son demasiado intensas, muy prolongadas o mal reguladas o
todas estas características, se genera la enfermedad autoinmunitaria. El género femenino
favorece el S LE; hay indicios de la participación de efectos hormonales, genes del
cromosoma X y diferencias epigenéticas entre los géneros. Las hembras de muchas
especies de mamíferos establecen respuestas de anticuerpos más intensas que los
machos. Las mujeres que usan anticonceptivos orales con estrógeno o una sustitución
hormonal tienen mayor riesgo de padecer SLE (HR, de 1.2-2). El estradiol se une con
receptores en los linfocitos By T, lo cual aumenta la activación y la supervivencia de
esas células; esto favorece las respuestas inmunitarias prolongadas. Los genes del
cromosoma X que influyen en el SLE, como TREX-1, quizá participen en la
predisposición de género, tal vez porque algunos genes del segundo X en las mujeres no
permanecen silenciosos. Las personas con cariotipo XXY (síndrome de Klinefelter)
tienen un riesgo mucho más alto de SLE.
La mayoría de los pacientes con SLE presenta autoanticuerpos durante 3 años o más
antes de manifestar los primeros síntomas de la enfermedad, lo cual sugiere que la
regulación controla el grado de autoinmunidad por años antes de que la cantidad y la
calidad de los autoanticuerpos, los linfocitos By T patógenos y las células fijadas a los
tejidos activados, como los macrófagos, causen la enfermedad clínica efectiva.
El virus de Epstein-Barr (EBV, Epstein-Barr virus) tal vez sea uno de los agentes
infecciosos que puede desencadenar SLE en individuos sensibles. Los niños y los
adultos con SLE son más proclives a infectarse con el EBV que testigos de edad, género
y características étnicas equiparables. El EBV contiene secuencias de aminoácidos que
simulan los empalmosomas humanos (RNA/antígenos proteínicos), a menudo
reconocidas por au-toanticuerpos en personas con SLE. El consumo de tabaco aumenta
el riesgo de SLE (HR, 1.5).
La exposición laboral prolongada al silicio (p. ej. inhalación de jabón en polvo o tierra
durante actividades agrícolas) aumenta el riesgo (HR, 4.3) en las mujeres
afroamericanas. Beber alcohol (dos vasos de vino por semana o la mitad de esa cantidad
de bebida alcohólica por día) reduce el riesgo de SLE. Por consiguiente, la interacción
entre sensibilidad genética, entorno, género y respuestas inmunitarias alteradas da por
resultado autoinmunidad. (4)
CUADRO CLINICO
Los pacientes presentan características clínicas variables que van desde la
afectación leve de las articulaciones y de la piel, hasta afectación potencialmente mortal
del sistema nervioso central o renal.
Lo más frecuente es una anemia de trastornos crónicos. También puede aparecer anemia
hemolítica, que es menos frecuente que la anterior, pero que constituye un criterio
diagnóstico. Puede ponerse de manifiesto con la realización de un test de Coombs –
resultado positivo–. La asociación anemia hemolítica con trombocitopenia o
neutropenia autoinmune se denomina síndrome de Evans. Existe además leucopenia y
linfopenia, que en general, no favorece las infecciones; la trombopenia no suele tener
repercusión clínica.
Se han demostrado anticuerpos frente a diversos factores de la coagulación (II, VIII, IX,
XI, XII y XIII), pero la presencia de diátesis hemorrágica es rara. Son más frecuentes
los fenómenos tromboembólicos. El hallazgo más común, dentro de las alteraciones de
la coagulación, es la detección de anticuerpos antifosfolípido (30-50 %). (5)
El LES puede afectar a cualquier zona del encéfalo, meninges, médula espinal y nervios
craneales y periféricos. Con frecuencia hay alteraciones en el EEG y en el LCR.
Clínicamente se traduce en disfunción psíquica o cognitiva leve (es la manifestación
neurológica más frecuente), cefaleas, depresión y ansiedad, epilepsia (gran mal),
neuropatía, ACV, mielitis transversa, ataxia cerebelosa, meningitis (infecciosa y
aséptica)… Actualmente, se consideran criterios de clasificación a este nivel:
convulsiones, psicosis, mononeuritis múltiple, mielitis, neuropatía craneal o periférica,
estado confusional agudo.
Pleuritis, a menudo bilateral, que se manifiesta con dolor pleurítico o derrame pleural
moderado (exudado, linfocitario o neutrofílico, con complemento bajo, glucosa normal,
adenosindesaminasa (ADA) normal o elevada, anticuerpos antiDNA y células LE). Se
consideran criterios de clasificación las serositis (pleuritis o pericarditis). La infección
pulmonar es la causa más frecuente de infiltrados pulmonares en el LES. La neumonitis
aguda lúpica es una manifestación grave pero poco frecuente (5-12 %) con infiltrados
pulmonares difusos de predominio basal en la radiografía de tórax. Otros enfermos
desarrollan una neumonitis crónica, también rara (<10%) que presenta un patrón
restrictivo. Puede haber ausencia de clínica respiratoria. La manifestación pulmonar que
más mortalidad asocia es la hemorragia alveolar masiva. No existen anticuerpos
específicos. A veces, el pulmón experimenta una pérdida de volumen (“pulmón
encogido” o “shrinking lung”) por parálisis diafragmática o afectación miopática. (5)
Manifestaciones renales
La nefritis lúpica afecta a más de la mitad de los pacientes con LES. Su presencia
aumenta la morbimortalidad –mal pronóstico– conllevando la necesidad de tratamiento
sustitutivo en aproximadamente el 25 % de los pacientes. El sedimento urinario,
importante para el manejo de las pacientes con lupus, puede mostrar todo tipo de
cilindros (“sedimento telescopado”) considerándose criterios de clasificación la
proteinuria y los cilindros celulares.
La lesión del lupus sobre el glomérulo se justifica por el depósito o la formación in situ
de inmunocomplejos sobre la membrana basal glomerular y la posterior activación del
complemento. En todas las formas se detecta, en mayor o menor medida, depósito de
inmunoglobulinas y de complemento con patrón granular. No es infrecuente la
progresión de una forma de glomerulonefritis a otra:
- Clase III. Nefritis lúpica focal. Alteración de <50 % de los glomérulos. Proteinuria y
hematuria. En ocasiones síndrome nefrótico (es raro en esta forma), hipertensión y
aumento de creatinina sérica, aunque la función renal suele preservarse durante bastante
tiempo. Puede evolucionar hacia la clase IV.
- Clase IV. Nefritis lúpica difusa. Alteración de >50 % de los glomérulos. Es la forma
más frecuente y grave en pacientes sintomáticos y la más frecuentemente biopsiada. Se
asocia a títulos elevados de antiDNA e hipocomplementemia. El síndrome nefrótico es
común y se acompaña de hematuria, insuficiencia renal, hipertensión y cilindros
hemáticos. Son típicos los depósitos en “asa de alambre” y también puede encontrarse
necrosis fibrinoide y cuerpos hematoxinofílicos. Las formas proliferativas focal y difusa
pueden evolucionar hacia glomerulonefritis rápidamente progresiva (extracapilar), con
formación de semilunas.
- Clase VI. Nefritis lúpica con esclerosis. Representa la fase final del daño renal
producido por la enfermedad, conllevando tratamiento sustitutivo (diálisis). (5)
Se recomienda añadir los criterios de actividad y cronicidad con los criterios clásicos.
Lo más frecuente son síntomas inespecíficos (anorexia, náuseas, dolor leve, diarrea…).
La más grave es la vasculitis intestinal. Otras: ascitis, alteraciones de enzimas
hepáticos…
Otras
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de LES se establece por la presencia de los criterios para el diagnóstico
de la Liga Europea Contra el Reumatismo y el Colegio Americano de Reumatología
(EULAR/ACR) publicados en 2019, conformado por el criterio de inclusión o entrada y
los criterios adicionales.
TERAPÉUTICA
En la consulta general se procederá al tratamiento de los síntomas y eventos adversos de
los fármacos, la estabilización y/o derivación. La guía para de práctica médica para el
manejo de LES del MSP, expone un algoritmo terapéutico que enfatiza a actitud
adecuada del médico general ante la sospecha o confirmación diagnóstico de LES (6).
El
Ilustración 1. Flujograma “Rol Médico en la atención del LES”. Rol del médico no especialista en el
Medidas no farmacológicas:
Se incentivan los cambios a estilos de vida saludable, lo que incluye ejercicio físico
regular, dieta balanceada, cese del fumado y uso protección solar tópica diaria. Esto ha
demostrado disminuir la severidad y duración de síntomas y prevenir
exacerbaciones de la enfermedad (7).
Los pacientes con lupus tienen mayor riesgo de aterosclerosis acelerada debido al estado
inflamatorio crónico que presentan. Por consiguiente, se requiere un abordaje
agresivo de los factores de riesgo cardiovascular modificables, recalcando la
importancia de una dieta balanceada, actividad física regular y peso adecuado.
La hipertensión y la hiperlipidemia deben tratarse de manera temprana y
apropiada al presentarse (7).
Cada paciente debe recibir la vacuna anual contra la influenza inactivada y estar al día
con su esquema de vacunación, incluyendo la vacuna antineumocócica. Se sabe que
los pacientes con LES presentan mayor propensión a desarrollar neoplasias
malignas, por lo tanto, se deben reforzar las pruebas de tamizaje específicas de cáncer
apropiado para la edad y sexo del paciente. Por ejemplo, las mujeres con LES deben
someterse a exámenes de detección de cáncer de cuello uterino anualmente
(7).
Medidas farmacológicas
Manifestaciones graves del LES suelen requerir dosis altas de esteroides por vía
intravenosa u oral, acompañadas de medicamentos inmunosupresores o citotóxicos
como la ciclofosfamida endovenosa u oral, el micofenolato de mofetil, la azatioprina y
otros inmunosupresores, como la ciclosporina o el tacrolimus (8).
De manera general:
50-150
mg/día en una ↓25% si FGe 25-50
Mielosupresión,
sola dosis con l/min; ↓30- 50% si FGe Hemoglobina con diferencial
el desayuno. <25 ml/min; ↓25 %si cada 1-2 semanas, con cambios
cistitis
Aumentar el hay disfunción hepática en la dosis, y después cada 1-3
hemorrágica, Hemoglobina, plaquetas,
consumo de (Bilirrubina sérica 3.1-5 meses; mantener leucocitos >
Ciclofosfamida enfermedad Cr, AST o ALT, análisis
líquidos (al mg/dl o transaminasas > 4000/mm3 con ajuste de la dosis;
mieloproliferativa, de orina
menos 3L e 3 veces el límite análisis de orina, AST o ALT
neoplasias
agua/día), superior de normalidad cada 3 meses; análisis de orina
malignas
vaciar la (LSN)) cada 6-12 meses tras el cese
vejiga antes
de acostarse*
Radiografía de tórax
7,5-25 ↓50% si FGe 10-50
Mielosupresión, (RxT), serología de
mg/semana en ml/min; evitar uso si
hepatitis B/C en pacientes Hemoglobina con plaquetas,
Metotrexato 1-3 dosis con FGe < 10 ml/min; evitar
fibrosis hepática, de alto riesgo, AST o AST, Alb, Cr cada 1-3 meses
alimento o uso en disfunción
neumonitis ALT, Albumina (Alb),
leche/ agua hepática
fosfatasa alcalina (FA), Cr
Ciclosporina A 100-400 Evitar alteración de la Insuficiencia Hemoglobina, Cr, ácido Cr cada 2 semanas hasta dosis
mg/día en
estable,
dos
después mensual; Hemoglobina,
dosis a la úrico, ASTo
función renal, anemia, potasio, AST o ALT, Alb y FA
misma hora ALT, Alb, FA, presión
renal hipertensión cada 1-3 meses;
cada día con arterial
concentraciones de fármacos
comidas o
solo con dosis > 3 mg/kg/día
entre ellas
Insuficiencia renal,
Pruebas basales una vez a la
neurotoxicidad,
1-4 mg/día en semana durante las primeras 3-4
Uso prudente en neoplasias Cr, potasio, ASTo ALT,
dos dosis a la semanas. Después cada 1-3 meses;
Tacrolimús insuficiencia hepática o malignas, glucosa, presión arterial
misma hora vigilar concentraciones valle del
renal infecciones,
cada día fármaco
hiperpotasemia
100 mg/día en
Mielosupresión, Hemoglobina, AST o ALT, Alb, y
una sola dosis
Evitar disfunción hepatotoxicidad, Hemoglobina, Cr, AST o FA mensual durante 6 meses,
Leflunomida durante 3 días.
hepática toxicidad ALT, Alb, FA despuéscada 1-3 meses; vigilancia
Después 10-20
fetal mensual si se administra MTX
mg/día
Hemoglobina, Cr, AST o
ALT, serología para VHB
1000 mg los Reactivación del
Rituximab Ninguna (pacientes de alto riesgo), Hemoglobina y plaquetas
días 1 y 15 VHB (insual)
prueba cutánea de
tuberculina (PCT)
No hay dosis de ajuste
específicas para
Oral 200-400 enfermedad renal Riesgo de Electrocardiograma basal de
Electrocardiograma de control
mg diarios moderada a severa, toxicidad retiniana reposo, medición basal de
Hidroxicloroquina periódico, control de glucemia,
dividido en 2 hemodiálisis, diálisis no > a 5 glucemia, AST o ALT y
AST o ALT y GGT
dosis peritoneal o terapia mg/kg/día GGT
sustitutiva renal
continua
Indicaciones Efectos adversos
Medicamento Dosis
frecuentes frecuentes
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad crónica que cursa con exacerbaciones
y remisiones. Existen factores de riesgo que aumentan la frecuencia de reactivación de
la enfermedad como la exposición solar, las infecciones, las intervenciones quirúrgicas,
las situaciones de stress, el embarazo y la toma de anticonceptivos orales, etc; a veces
no resulta fácil discernir si es un brote de actividad, una infección, una complicación del
tratamiento o una enfermedad intercurrente. Las causas de muerte más frecuentes son
las infecciones, los eventos cerebrovasculares, la nefropatía y las lesiones neurológicas;
sin embargo, en los últimos años se ha logrado elevar considerablemente la
supervivencia de estos pacientes debido, en gran parte, a la utilización de nuevas
técnicas diagnósticas, al uso de nuevas terapias y a la formación de Especialistas en
Reumatología con un alto nivel científico (9).
BIBLIOGRAFÍA
x
4 Harrison. Principios de Medicina Interna. 20th ed. J. Larry Jameson MP, editor.:
. Editora Salud: J ahel Merediz; 2020.
6 Silva Rojas A, González González M, Farfán Cano HR, Farfán Cano G, Silva Rojas
. KJ. Lupus Eritematoso Sistémico. Revista científica digital INSPILIP. 2021; 5(1).