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Las enfermedades autoinmunes sistémicas asientan sobre una base genética e inmunopatológica
específica donde comparten mecanismos efectores y de injuria tisular que pueden asemejarlas unas a
otras, pero cada enfermedad tiene identidad propia y es diferente en su expresión clínica final,
diagnóstico y pronóstico, más allá de que compartan un esquema terapéutico similar para tratarlas.
Lupus:
Lupus sistémico: el Lupus eritematoso sistémico representa el 70% de los pacientes con Lupus;
de estos casos el 35% cursa con riesgo de órgano vital, mientras que la otra mitad son formas
leves a moderadas sin riesgo de vida.
Lupus cutáneo: forma de la enfermedad limitada a piel y mucosas, puede tener diferentes
grados de asociación con formas sistémicas como el Lupus eritematoso sistémico.
Lupus inducido por medicamentos: asociado a administración de fármacos como, por ejemplo,
la Hidralazina, la Quimidina, el Captopril y la Carbamazepina, entre otros. La presencia de
anticuerpos anti histona característica pero no exclusiva. Habitualmente este tipo de Lupus
remite 3 meses después de retirar el fármaco asociado.
Lupus neonatal: asociado a la transmisión vertical transplacentaria madre e hijo de
autoanticuerpos, especialmente, Anti-Ro de tipo IgG. Es un cuadro de muy alta prevalencia en
madres con Lupus eritematosos sistémico y evoluciona a la resolución espontánea hacia el
séptimo mes de vida, coincidiendo con el aclaramiento de los autoanticuerpos maternos.
Una de cada quince madres con anticuerpos Anti-Ro, tendrá a su hijo con manifestaciones
cutáneas de Lupus, y de ellos solo solo el 2% tendrá complicaciones a nivel cardiaco.
Lupus cutáneo
Se subclasifica en agudo, subagudo y crónico o discoide.
Lupus cutáneo agudo: asociado siempre al Lupus eritematoso sistémico (LES).
Lupus cutáneo subagudo: asociado a LES en el 50% de los casos.
Lupus cutáneo crónico o discoide: es el que presenta menor asociación con el LES, con
una tasa cercana al 5%
El LES es el tipo de Lupus más frecuente, con una tasa del
70%
El LES y el Lupus eritematoso cutáneo crónico o discoide son los que con mayor frecuencia afectan a la
mucosa bucal.
Manifestaciones clínicas:
Las manifestaciones clínicas del Lupus eritematoso, su curso y su pronóstico, son enormemente
heterogéneos. Dependiendo del tipo de Lupus, el espectro de la enfermedad, varia ampliamente,
oscilando desde la afectación cutánea y/o mucosa hasta la afectación sistémica.
El Lupus eritematoso cutáneo, especialmente la variable discoide, se limita a piel y mucosa bucal, nasal,
genital y conjuntiva, mientras que el sistémico posee potencial de afectación mucocutánea y sistémica
que involucran múltiples órganos como el SNC, renal, musculo-esquelético y cardiovascular.
A lo largo de todo este espectro, se pueden encontrar diferentes tipos de lesiones en las mucosas que
abordaremos durante el desarrollo de esta presentación.
Entre los factores genéticos asociados al Lupus eritematoso ha sido establecida una tasa de
concordancia genética en gemelos homo o monocigotos entre el 14 al 57%. Se entiende por
concordancia genética a la probabilidad de que ambos individuos tengan la característica o rasgo
fenotípico, cuando esta se presenta en uno de ambos. Dado que los gemelos monocigotos tienen el ADN
idéntico, podríamos pensar, que deberían desarrollar las mismas enfermedades determinadas
genéticamente en el 100% de los casos. Esto último no es así, porque el fenotipo no es únicamente la
expresión del genotipo, si no que es, la expresión del genotipo siempre en función del ambiente. Por lo
tanto, la influencia del ambiente (que claramente puede no ser la misma en ambos individuos) establece
la variabilidad de la tasa de concordancia para la enfermedad.
Como dijimos antes, si bien el Lupus no es hereditario, ha sido establecida la agrupación familiar,
observándose una elevada incidencia entre familiares. Además, se observo que más del 20% de
familiares en 1er grado, sin la enfermedad, revelan autoanticuerpos circulantes y otras anormalidades
inmunorregulatorias.
En el Lupus eritematoso existe asociación genética con la región del HLA-DR2 y HLA-DR3. En algunos
trabajos también se ha descripto la asociación con el HLA-1, HLA-B8 y HLA-B7.
Defectos en la apoptosis
Hiperreactividad de células B
Presencia de autoanticuerpos
Presencia de Inmunocomplejos
Defectos en el aclaramiento de inmunocomplejos formados por material derivado de células
apoptóticas
Radiación UV
Virus
Fármacos: hidralazina, procainamida, isoniacida, clorpromacina, metildopa y minociclina
Otras sustancias: tabaco, sílice y tricloroetileno
La relación de los factores hormonales con el desarrollo de la enfermedad, fue establecida bajo la
observación de una mayor incidencia de la enfermedad en mujeres en edad reproductiva y por la mayor
agresión durante los ciclos menstruales, en los periodos postparto y en la gestación.
Los estrógenos y la prolactina ejercen influencias en el sistema inmunológico, modulan la
autoinmunidad, aunque queda por dilucidar el mecanismo preciso de dicha acción. Los estrógenos
suprimen la respuesta mediada por células y amplifican la inmunidad humoral, por otra parte, los
estrógenos causan la pérdida de la tolerancia y facilitan la sobrevida de los linfocitos B autorreactivos a
través de la sobreexpresión de Bcl-2 y de la producción de factores de sobrevida.
La prolactina incrementa la inmunidad tanto humoral como celular y estimula la expresión de linfocitos
T CD40 y el rescate de linfocitos B autorreactivos.
Basándose en los hallazgos del trabajo de Kato y colaboradores, en 2018 fue propuesto el siguiente
modelo de patogenia para el Lupus eritematoso.
En primer lugar, habíamos comentado, que en el
Lupus eritematoso existe una eliminación
defectuosa de las células apoptóticas, esto tiene
como resultado la formación de vesículas de
membrana derivadas de la apoptosis. Estas
vesículas contienen ADN de doble cadena que
induce la producción de interferón de tipo 1 a
través de la vía cGAS-STING, en los macrófagos y en
las células no hematopoyéticas.
El interferón de tipo 1 secretado, promueve a los
linfocitos B y T, a producir autoanticuerpos e
inmunocomplejos que causan daño tisular en varios
órganos.
El daño tisular producido en el Lupus eritematoso, promueve la apoptosis de las células dañadas,
resultando en una mayor generación de vesículas de membrana derivadas de la apoptosis que
desencadenan y perpetuán un bucle de retroalimentación positiva de la producción de interferón de
tipo 1 y un mayor daño tisular.
Como dijimos antes, las formas clínicas de Lupus eritematoso con repercusión en la mucosa bucal son el
LES y el Lupus eritematoso discoide.
Es la forma más grave (puede cursar con artritis, depresión de la medula ósea, vasculitis,
erupciones cutáneas)
Afecta fundamentalmente órganos internos, especialmente los riñones
Periódicamente aparecen erupciones cutáneas en la mitad superior del tronco y de la cara
Otro signo que puede acompañar a las manifestaciones citadas es la ausencia de saliva o xerostomía.
De los descripto anteriormente, surge que, debido a las características de presentación del Lupus
eritematoso bucal, deben considerarse como diagnósticos diferenciales al Liquen plano bucal,
Leucoplasia y Queilitis crónica, en función de las lesiones elementales presentes y su localización.
Además de las manifestaciones descriptas del Lupus, en la mucosa bucal existen otras de fácil
observación en la consulta odontológica como el rash en alas de mariposa, que es un signo
característico de la enfermedad.
En estas imágenes se observan otras manifestaciones con las que puede presentarse el Lupus, entre las
que se incluyen el ya citado rash malar en alas de mariposa, lesiones maculopapulares, alopecia,
queratoconjuntivitis, presencia de adenopatías y la fotosensibilidad.
Otra manifestación frecuentemente asociada
al Lupus eritematoso es el Fenómeno de
Raynaud, es un trastorno vasoespástico que
causa la reducción del suministro de sangre en
los dedos de las manos y pies, y
ocasionalmente de otras áreas.
El LES es una enfermedad autoinmune compleja que puede presentarse con una amplia variedad de
manifestaciones clínicas que incluyen, a las ya vistas, la vasculitis.
El término vasculitis engloba un conjunto de enfermedades, cuya característica principal es la
inflamación de los vasos sanguíneos, como consecuencia de esa inflamación, se produce una
disminución del flujo vascular e incluso una interrupción completa del mismo. Las vasculitis se
caracterizan por presencia de infiltrado celular en la pared vascular de polimorfonucleares y como
consecuencia, necrosis de la pared de los vasos.
Los síndromes vasculíticos se pueden agrupar en formas primarias, donde el proceso fisiopatológico
involucra directamente a los vasos sanguíneos y formas secundarias, en las cuales la inflamación
vascular ocurre como complicación de una enfermedad subyacente, principalmente enfermedades
autoinmunes, o desencadenadas por factores exógenos como drogas, infecciones o neoplasias.
La prevalencia de las vasculitis en el LES oscila entre 11 y 20%, el espectro clínico es variado y se debe al
compromiso inflamatorio de vasos de todos los calibres.
La inflamación vascular está asociada al depósito de complejos inmunes en la pared vascular.
Entre los anticuerpos que se han relacionado a la presencia de vasculitis, se encuentran los Anticélula
endotelial, que se han documentado hasta en un 80% de los pacientes con LES. Los anticuerpos
Anticitoplasma de neutrófilos también pueden estar involucrados en la fisiopatología de las vasculitis en
el LES y son positivos en el 20% de los pacientes.
La vasculitis cutánea es más frecuente que la vasculitis visceral.
En estas imágenes podemos observar diferentes lesiones asociadas a la vasculitis. En casos extremos, la
vasculitis puede progresar a necrosis o gangrena.
Diagnóstico de Lupus:
Lamentablemente no existe un único estudio que sea el patrón de oro o gold standard para establecer el
diagnostico del Lupus eritematoso, por lo tanto, el diagnostico debe ser realizado sobre la base del juicio
clínico del profesional, quien reconociendo la constelación de síntomas y signos característicos sumado
a los hallazgos de laboratorio en un contexto clínico apropiado y descartando otros diagnósticos
diferenciales razonables, establecerá el diagnostico de certeza.
Frente a la sospecha clínica de Lupus, se deben solicitar estudios de laboratorio generales, que incluyen
el examen hematológico y el examen de orina, sumado a estudios de laboratorio inmunológico, que
desarrollaremos mas adelante.
Perfil hematológico
Las alteraciones hematológicas son comunes en los pacientes con LES.
El compromiso hematológico puede diferenciarse según se asocie a:
- El compromiso de las líneas celulares (evidenciado con la presencia de leucocitopenia,
trombocitopenia y anemia)
- Alteraciones relacionadas con el compromiso de la coagulación
Hasta aquí hemos descripto lo referente al compromiso de las líneas celulares, veamos ahora,
cuales son las alteraciones relacionadas al compromiso de la coagulación y que pueden
asociarse tanto a manifestaciones trombóticas como hemorrágicas.
El SAF es una enfermedad autoinmune sistémica que se caracteriza por la presencia de eventos
tromboembólicos, morbilidad en el embarazo y títulos elevados de anticuerpos antifosfolípidos.
Del total de pacientes con SAF, aproximadamente el 50%, presentan la enfermedad en forma
aislada, mientras que el 50% restante padecen otra enfermedad autoinmune entre las que se
encuentran el LES, con una tasa que oscila entre el 40 al 80% de casos, la artritis reumatoidea y
la esclerodermia siguen en orden decreciente.
La fisiopatogenia del SAF es compleja y está caracterizada por un estado de hipercoagulabilidad
manifestada por trombosis arterial, venosa y de pequeños vasos, acompañada de alteraciones
en el embarazo.
El tratamiento de estos pacientes se basa en la administración de anticoagulantes y por lo
tanto, esto debe ser considerado si programamos la realización de una biopsia.
Los individuos con niveles elevados de Ac. Antifosfolípidos (aFL) presentan frecuentemente
alteraciones de la coagulación. Si bien tradicionalmente se ha descripto la asociación de aFL con
episodios trombóticos, estos Ac también pueden estar dirigidos contra la protrombina (FII) y
acelerar su depuración por el sistema mononuclear fagocítico, asociándose de esta forma, a
diátesis hemorrágica y desencadenando el síndrome de anticuagulante lúpico-
hipoprotrombinemia.
Por lo tanto, cuando se evalúa el perfil de coagulación de un paciente con Lupus, no podemos
dejar de considerar el Síndrome del anticoagulante lúpico- hipoprotrombinemia (LAHS). Este
síndrome es un trastorno caracterizado por el déficit adquirido del factor II de la coagulación
(protrombina) junto con la presencia de anticoagulante lúpico.
La manifestación clínica del LAHS varía enormemente en cuanto a su gravedad y puede causar
una grave diátesis hemorrágica que ponga en peligro la vida del paciente. El LES y las infecciones
virales constituyen las enfermedades más frecuentemente asociadas al LAHS.
En este cuadro con el que concluimos, se resumen los criterios diagnósticos del LES
ESCLERODERMIA
La Esclerodermia es una enfermedad del tejido conectivo de etiología autoinmune, caracterizada por
cambios degenerativos e inflamatorios que conducen a la fibrosis, con engrosamiento y adherencia de
los tegumentos a los planos profundos dificultando su plegamiento.
La afectación cutánea le otorga sello característico a esta patología y de este hecho deriva su nombre
(sklero: duro; derma: piel).
Puede existir compromiso de la membrana sinovial, de los tendones, los músculos y de los órganos
internos (tracto GI, pulmón, riñón y corazón)
El curso de la enfermedad es lento, progresivo y muy variable dado que su espectro puede
variar entre la afectación leve a severa dependiendo del tipo y compromiso de órganos
existente.
Edad de presentación: 30 a 50 años
Relación mujer-hombre: 4:1
Si bien la Esclerodermia es considerada una enfermedad fibrótica prototípica, no debemos olvidar que
este no es su único rasgo considerable. La Esclerodermia está caracterizada por una tríada de rasgos
distintivos que incluyen: la vasculopatía, la fibrosis y la autoinmunidad. La vasculopatía se establece
como respuesta a la lesión del endotelio vascular; la fibrosis está asociada a la proliferación anómala de
fibroblastos que determina la síntesis y el depósito de colágeno; la autoinmunidad, determinada por la
susceptibilidad genética en los individuos que expresan los HLA-DRB1, HLA-DQB1 y HLA-DQA1.
Etiología:
Para comprender acabadamente este complejo proceso repasaremos a continuación unos conceptos
básicos:
Una célula clave en la fisiopatología de la esclerodermia es el Miofibroblasto, estos son fibroblastos con
propiedades contráctiles que producen una gran cantidad de moléculas de matriz extracelular
profibróticas como el colágeno tipo I. En esta tabla se resumen algunas propiedades de los mismos que
fundamentan su participación en condiciones de normalidad en el proceso de cicatrización de las
heridas y permiten deducir por qué la sobreexpresión de estas células contribuye a la aparición de los
signos clínicos característicos en los pacientes con esclerodermia.
Hasta hace poco tiempo se creía que el origen de los fibroblastos o miofibroblastos activados en los
tejidos fibróticos era resultado de la expansión y activación de los fibroblastos residentes. Sin embargo,
estudios recientes han demostrados que los miofibroblastos surgen de diversas fuentes celulares
mediante la diferenciación y activación de las células residentes en el tejido a través de la transición
epitelial a mesenquimal, a través de la transición endotelial a mesenquimal, a través de la transición de
fibroblasto a miofibroblasto, de la transición de pericito a mesenquimal y por diferenciación de células
del músculo liso. La transición epitelial-mesenquimatosa ha sido vinculada hace ya varios años a la
diferenciación celular y a la invasión en tumores. Más recientemente la transición epitelial-
mesenquimatosa ha sido fuertemente asociada a la fibrosis renal y pulmonar en modelos preclínicos. La
contribución de la transición epitelial-mesenquimatosa en el desarrollo de las patologías fibróticas,
incluida la esclerodermia, continúa siendo estudiada hoy en día.
Patogenia:
La fisiopatología de la esclerodermia inicia con la lesión e inflamación vascular y culmina con la fibrosis.
Dado que la mayoría de los factores genéticos están relacionados con la inmunidad y la inflamación, la
activación aberrante del sistema inmunológico después de la exposición a ciertas influencias
ambientales parece ser el primer paso del proceso de la enfermedad. De acuerdo con este concepto, los
autoanticuerpos específicos de la enfermedad ya estarían presentes antes de la aparición de los
primeros síntomas clínicos asociados a la esclerodermia como por ejemplo el fenómeno de Reynaud, los
dedos edematizados y la rigidez matutina. Se cree que las células endoteliales atacadas por
autoinmunidad y/o factores ambientales sufren dos destinos distintos: la muerte celular y la activación
celular. Los vasos sanguíneos lesionados se reparan de manera anormal porque la neovascularización y
la remodelación vascular están muy deterioradas lo que lleva al desarrollo de cambios estructurales
específicos en la esclerodermia, especialmente en los vasos pequeños.
Por otra parte, las células endoteliales activadas funcionan de manera anormal promoviendo la
inflamación y la fibrosis tisular. La lesión vascular inicial es provocada por el ataque autoinmune y la
acción de factores ambientales.
La interrupción de la arquitectura del tejido afectado debido a la fibrosis, es orquestada por la síntesis
excesiva de os fibroblastos y la deposición de proteínas de la MEC. La activación de los fibroblastos
residentes es fundamental para el desarrollo y progresión de la fibrosis. La fibrosis, al igual que la
curación de las heridas, es promovida por la activación de los fibroblastos, la proliferación y migración
de estas células en el lugar de la lesión y la deposición de proteínas de la matriz como la fibronectina y el
colágeno. En las heridas los fibroblastos o miofibroblastos activados se inactivan, aunque el mecanismo
por el que estas células se eliminan o inactivan del lugar afectado sigue siendo aún controvertido y
pueden incluir tanto la apoptosis como la desactivación.
Sin embargo, en patologías fibróticas como la esclerodermia estas células persisten y promueven un
microambiente profibrótico rico en MEC y factores de crecimiento. En los órganos afectados hay
muchos miofibroblastos que producen cantidades excesivas de MEC.
Un factor de crecimiento
clave implicado en la
activación de los
fibroblastos dérmicos en la
esclerodermia es el factor
de crecimiento
transformante beta un
potente inductor de la
MEC que incluye un
sistema de auto activación
a través de la señalización
autocrina del factor de
crecimiento transformante
beta.
En general los fibroblastos en la esclerodermia mantienen su estado activado a través del sistema de
auto activación y un bucle de retroalimentación al interactuar con otros tipos de células lo que
finalmente conduce a la remodelación fibrótica irreversible de múltiples órganos.
Clasificación:
Esclerodermia localizada:
Mejor pronóstico que el tipo sistémico dado que en ella no existe afectación visceral
Afecta dermis y/o el tejido celular subcutáneo
El subtipo de esclerodermia lineal ha sido asociado a anomalías neurológicas que incluyen la
atrofia progresiva hemifacial y crisis convulsivas
La morfea se manifiesta en forma de placas o parches de piel engrosada que pueden tener desde 1cm a
10cm de diámetro. Las placas pueden ser de color más oscuro o más claro que la piel circundante, por lo
tanto, lo habitual es que se destaquen. Además, por lo general, ocurre una pérdida de la capa de grasa
por debajo de las placas de morfea por lo que la zona suele verse ligeramente deprimida. Al igual que las
demás modalidades de Esclerodermia localizada, la morfea no afecta órganos internos.
La esclerodermia lineal se presenta como una franja de piel engrosada a lo largo de un brazo el sector
de una pierna. La capa de grasa subcutánea puede perderse de modo tal que el miembro afectado
puede verse más delgado que el que no lo está. En niños en crecimiento el brazo o pierna afectados
pueden ser más cortos comparados a los miembros que no han sido afectados.
Esclerodermia sistémica o esclerosis sistémica (limitada o Crest, difusa)
Tiene una alta mortalidad, mayor que cualquier otra enfermedad reumática y es el tipo más
grave dentro del espectro de la esclerodermia.
Es compromiso visceral constituye un rasgo distintivo y es importante en el dx, pronóstico y en
la clasificación de la enfermedad.
Fibrosis de inicio rápido y de progresión lenta. Piel indurada y engrosada con disminución de los
pliegues y la ausencia de vello. Cambios en la apariencia facial; prurito, alteraciones en la
pigmentación. Limitación de movilidad de articulaciones debido al involucro cutáneo. Fatiga,
dolor musculoesquelético. Pérdida de peso.
Síndrome de CREST
La forma sistémica limitada también es conocida como síndrome de CREST. CREST es un acrónimo de los
nombres en ingles de os 5 rasgos característicos principales:
Calcinosis
Fenómeno de Raynaud
Esófago (hipomotilidad)
Esclerodactilia
Teleangiectasias
Manifestaciones bucales:
Labios: microstomía, surcos radiales en torno al orificio bucal, semimucosa rígida y atrófica
Lengua: esclerosis, endurecimiento, frenillo lingual engrosado y de aspecto nacarado,
disminución de la movilidad, dificultad para la deglución, masticación y fonación
Dientes: ensanchamiento del LP, patología periodontal, atrofia, teleangiectasias, xerostomía,
caries, calcinosis, reabsorción ósea (ap. Coronoides, cóndilo, etc.)
Como podemos observar en las manos el compromiso cutáneo y articular se manifiesta con atrofia del
pulpejo de los dedos, piel tensa y engrosada, esclerodactilia y dificultad para
pinzar.
Otra manifestación muy frecuente es la presencia de teleangiectasias (en piel de la cara y semimucosa,
manos y cutículas).
Manifestaciones viscerales:
Síndrome de superposición:
Es importante considerar que en un mismo paciente pueden coexistir dos o más enfermedades
autoinmunes. Se denomina síndrome de solapamiento o superposición a la existencia simultánea de
manifestaciones clínicas y/o serológicas de dos o más enfermedades autoinmunes sistémicas.
Diagnóstico de la esclerodermia:
A fin de valorar la función renal es importante solicitar la creatininemia, el análisis general de orina con
proteinuria de 24hs.
Los Ac anti-Scl 70 se dirigen contra un antígeno nuclear extraíble denominado DNA topoisomerasa 1,
una enzima intracelular que participa en el desdoblamiento del ADN previo a la transcripción. Entre un
20-40% de pacientes con esclerosis sistémica difusa tienen presencia de estos Ac, siendo infrecuentes en
la esclerodermia sistémica limitada. Su hallazgo sugiere un mayor compromiso sistémico especialmente
pulmonar y cardíaco, así como un peor pronóstico.
Otros Ac muy específicos de la enfermedad y vinculados a las formas más severas son los Ac
antinucleolares entre los que cabe destacar los Ac anti RNA polimerasa I/III, antifibrilarina, anti-Scl-PM y
antiTh/To. Los Ac anti RNA polimerasa se dirigen contra una enzima que interviene en la transcripción
de genes que codifican el ARN ribosomal. Los pacientes con Ac antiRNA polimerasa I presentan formas
de esclerosis sistémica difusa de inicio y progresión rápida con frecuente afectación visceral. Los Ac
antiRNA polimerasa III se han encontrado también en pacientes con esclerosis sistémica difusa
relacionándose con afectación cutánea extensa y con un mayor riesgo de crisis renal. Los Ac anti-U3-
RNP van dirigidos contra la fibrilarina, una proteína del nucléolo que se encuentra aumentada en los
fibroblastos de los pacientes con esclerosis sistémica y se asocian con afectación pulmonar intersticial.
Los Ac anti-Scl-PM son característicos de un cuadro de solapamiento que cursa con miositis. Finalmente,
los Ac anti Th/To pueden detectarse en pacientes jóvenes que presentan esclerosis sistémica limitada
con afectación cutánea extensa, hipertensión pulmonar y un mayor compromiso gastrointestinal.
Dado que existe una elevada prevalencia
del Síndrome de Sjögren en la esclerosis
sistémica limitada y difusa suele agregarse
a los auto anticuerpos estudiados el anti-
Ro y el anti-La, especialmente si el
paciente cursa con xerostomía.
El patrón esclerodérmico se caracteriza por la combinación en grado variable de los siguientes hallazgos:
hemorragias, dilataciones, alteraciones de la arquitectura del lecho vascular con pérdidas de asas
vasculares o áreas a vasculares y neoformación de asas capilares o ramificaciones. El hallazgo de este
patrón tiene una sensibilidad del 80-97% y una especificidad del 89-97% para el dx de la esclerosis
sistémica. Sin embargo, pueden encontrase también dilataciones vasculares, hemorragias y
ramificaciones en otras colagenopatías, principalmente en pacientes con enfermedad mixta del tejido
conectivo y polimiositis.
Pronóstico: