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TODOS SANTOS EN POTOSI

La festividad de Todos los Santos que se celebra en Potosí es el resultado de la pervivencia del

culto a los muertos que se ejecutaba en tiempos previos a la llegada de los españoles.

Según Pedro Vicente Cañete, en 1787, llegada la celebración de Todos los Santos, los indios

mitayos, yanaconas y criollos se congregaban en la iglesia de la misericordia, los hospitales y

cementerios, para desenterrar los cuerpos de personas que habían perecido el año anterior.

Los restos de estas personas eran trasladados a otros lugares para rendirles culto con grandes

fiestas y borracheras.

Si bien en un principio existe una ferviente oposición por parte de la religión católica y de la

población no indígena, con el transcurrir del tiempo estas celebraciones fueron aceptadas por

el grueso de la población potosina. Españoles, indígenas, criollos y mestizos formaban parte de

esta tan singular celebración que hoy en día tiene las siguientes características:

31 de octubre. - Se arma las tumbas poniendo en un altar la imagen del ser querido, rodeado

con los platos de comida, frutas y bebida que el difunto en vida más gustaba. Se colocan las

T’anta wawas (panes en forma de personas), fruta seca, flores, la chicha con panala, los

roscones, las escaleras y otros elementos. Las T’anta wawas son de cierta forma un sustituto a

los antiguos cuerpos momificados de los difuntos, y cumplen la función de servir de cuerpo

físico a las almas que visitan a los vivos, este día también es dedicado a las almas de los niños.

1 de noviembre. - Se cree que las almas de los difuntos retornan a sus hogares para

compartir con los vivos. A partir del mediodía, la gente visita las tumbas de la gente conocida y

no conocida. Al ingresar a la tumba, ofrece sus plegarias, oraciones y condolencias al alma del

finado. En retribución, los dolientes ofrecen a los visitantes un platillo con masitas (fruta seca) y

una variedad de bebidas entre las que destacan el vino, la chicha con panala (pan de azúcar) y
los cocteles de singani. Es común evidenciar grupos de niños que ingresan a las tumbas para

realizar el “Resachicu”, entonando rezos y alabanzas tradicionales.

2 de noviembre. - los más allegados a la familia se reúnen para desarmar la tumba. Los

objetos que estuvieron a disposición de la mesa del difunto son repartidos entre los presentes a

cambio de sus oraciones. En este día se nombra los padrinos de T'anta Wawa que llegarán a

ser compadres de los dolientes. Se degusta platos típicos como Achacana, Mondongo, platos a

base de quinua, etc.

En este día muchas personas especialmente en el área rural deciden trasladar la celebración a

los cementerios donde la familia del doliente realiza el armado de las tumbas disponiendo todos

los alimentos que luego serán repartidos entre los asistentes a cambio de las oraciones, los

altares funerarios del área rural presentan una serie de elementos simbólicos como el sol, la

luna y las palomas en la parte superior, las T’anta wawas y los animales en la parte central y

las escaleras posibilitando la unión de estos espacios, además de poder observar una serie de

animales y elementos correspondientes al mundo de los muertos.

3 de noviembre. - Se denomina Alma Kacharpaya (despedida del alma). Desde tempranas

horas, la gente se reúne en la casa de la familia doliente donde hay juegos tradicionales como

Sapo, la Toq’ola y la Taba, además de organizar diversos juegos con mixtura y arroz, en el

área rural se puede pareciar otro tipo de juegos como la palama y el Toro Chico, estos juegos

tienden la finalidad de alegrar el alma del difunto para que este puede marcharse contento y sin

ningún pesar.

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