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Yolanda Bedregal

Nació en una familia de artistas e intelectuales en La Paz en nació el 21 de


septiembre de 1913 . Cursó estudios de arte en la Academia de Bellas Artes, en la que
posteriormente enseñó escultura e Historia del Arte. También fue Profesora de estética
en la Universidad Mayor de San Andrés. En 1936, viajó a los Estados Unidos, siendo la
primera mujer boliviana en obtener una beca de estudios en Barnard College de la
Universidad de Columbia.

Poeta y novelista boliviana que se consagró como una de las figuras destacadas del
posmodernismo hispanoamericano, movimiento literario en que se sitúa su obra de
madurez

La autora ha realizado una incansable labor de difusión de la literatura desde múltiples


instituciones de las cuales fue fundadora y presidenta; tales como la Unión Nacional de
Poetas y Escritores y el Comité de Literatura Infantil. Fue Vocal del Concejo Nacional
de Cultura y del Concejo Municipal de Cultura dependiente de la Alcaldía de La Paz.

Yolanda Bedregal se considera una de las autoras más importantes de Bolivia y en su


larga carrera literaria ha publicado más de dieciséis libros entre poesía, relatos, novela y
antologías. Naufragio, su primer libro, fue publicado en 1936.

Otras publicaciones suyas incluyen más de cincuenta artículos de historia del arte para
niños, artículos de pedagogía, de religión, mitos, folklore, y arte aymara y quechua.
Muchos de sus cuentos y poemas han sido traducidos a varios idiomas e incluidos en
revistas y antologías de los Estados Unidos y Europa.
Sal de mis Lágrimas

Tanto por ti he llorado


tanto, tanto
que te has identificado
con la sal de mis lágrimas.

Ya no puedo llorar de cosa alguna


sin que tú vengas a mis ojos.

Si me enternece un niño,
si me azota la duda,
y hasta si lloro de alegría
o sin motivo,
en la sal de mis lágrimas
tú siempre estás presente.

En la hebra de hilo,
en el libro que leo,
sobre la almohada
a veces caen mis lágrimas,
te juro, ¡sin motivo!
Y siento como si tu pelo
me rozara los pómulos.

Tengo necesidad de llorar


por algo que no seas tú.

Bueno, te digo:
por esa dicha amarga
del que ahora empiezo a amar.
¡Y tú presente siempre!

¡Libértame, por Dios!


Sal de la sal de mis lágrimas.
Ya nunca pienso en ti.
Ya no te quiero.
¡Sal de la sal de mis lágrimas!
Gabriela Mistral

Gabriela Mistral nació en Vicuña el 7 de abril de 1889, con el nombre de Lucila de


María Godoy Alcayaga. En la actualidad, en la calle donde vio la luz, se creó en 1957
el museo que lleva su nombre Toda su infancia la pasó en diversas localidades del valle
de Elqui, en la actual Región de Coquimbo.
A los diez días, sus padres se la llevaron desde Vicuña al cercano pueblo de La
Unión (actualmente llamado Pisco Elqui). Entre los tres y los nueve años, Mistral vivió
en la pequeña localidad de Montegrande. Sería este lugar el que Mistral consideró su
ciudad natal; la poetisa se refería a él como su «amado pueblo» y fue allí donde pidió
que le dieran sepultura
Nacida en una familia de recursos modestos, Mistral se desempeñó como profesora en
diversas escuelas y se convirtió en una importante pensadora respecto al rol de
la educación pública, llegó a participar en la reforma del sistema educacional
mexicano.2 A partir de la década de 1920, Mistral tuvo una vida itinerante al
desempeñarse como cónsul y representante en organismos internacionales en América y
Europa.
Desde 1908, fue maestra en La Cantera y después en Los Cerrillos, camino a Ovalle. No
estudió para maestra, ya que no tenía dinero para ello. Quiso ingresar en una escuela
normal de la que fue excluida por prejuicios religiosos. En 1910, convalidó sus
conocimientos ante la Escuela Normal № 1 de Santiago y obtuvo el título de «profesora
de Estado», con lo que pudo ejercer la docencia en el secundario
.
Riqueza

Tengo la dicha fiel


y la dicha perdida:
la una como rosa,
la otra como espina.
De lo que me robaron
no fui desposeída;
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida,
y estoy rica de púrpura
y de melancolía.
¡Ay, qué amante es la rosa
y qué amada la espina!
Como el doble contorno
de dos frutas mellizas
tengo la dicha fiel
y la dicha perdida.
Alfonsina Storniç
Alfonsina Storni Martignoni nació el 22 de mayo de 1892 en Sala Capriasca, Suiza. Hija
de Alfonso Storni y Paulina Martignoni, es la tercera descendiente de la familia, sus
hermanos Romeo y María nacieron en 1887 y 1888 respectivamente.

A los cuatro años la familia regresa a San Juan, Argentina, donde residían. A los siete
nace su hermano Hildo.

Desde su llegada a San Juan la familia está en una situación miserable. Se trasladan a
Rosario en 1901 y prueban suerte con un Café Suizo en el que Alfonsina limpia y sirve.

Con 12 años Alfonsina escribe su primer poema, triste y centrado en la muerte, y lo deja
bajo la almohada de su madre para que esta lo lea. A la mañana siguiente, mediante
varios coscorrones, su madre le explica que la vida es dulce.

Publica sus primeros versos en las revistas Mundo rosariano y Monos y Monadas y
tiene su primer desengaño amoroso con un hombre casado mayor que ella que la deja
embarazada. Alfonsina, avergonzada, se refugia en Buenos Aires y da a luz a Alejandro
el 21 de Abril de 1912; ella tenía 20 años.
Hombre Pequeñito

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,


Suelta a tu canario que quiere volar…
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé media hora,
no me pidas más.

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