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El documento trata sobre la preocupación social por el medio ambiente y el surgimiento del derecho ambiental. Explica que las leyes ambientales buscan proteger el lugar donde vivimos para evitar un mayor deterioro. También describe que el derecho a un medio ambiente sano está relacionado con otros derechos como el derecho a la vida o la salud. Finalmente, resume los antecedentes históricos del derecho ambiental en México desde la época prehispánica hasta el siglo XX.
El documento trata sobre la preocupación social por el medio ambiente y el surgimiento del derecho ambiental. Explica que las leyes ambientales buscan proteger el lugar donde vivimos para evitar un mayor deterioro. También describe que el derecho a un medio ambiente sano está relacionado con otros derechos como el derecho a la vida o la salud. Finalmente, resume los antecedentes históricos del derecho ambiental en México desde la época prehispánica hasta el siglo XX.
El documento trata sobre la preocupación social por el medio ambiente y el surgimiento del derecho ambiental. Explica que las leyes ambientales buscan proteger el lugar donde vivimos para evitar un mayor deterioro. También describe que el derecho a un medio ambiente sano está relacionado con otros derechos como el derecho a la vida o la salud. Finalmente, resume los antecedentes históricos del derecho ambiental en México desde la época prehispánica hasta el siglo XX.
Actualmente es muy preocupante el deterioro ambiental del planeta, es por
ello que existen diferentes asociaciones que luchan por combatir dicho deterioro, sin embargo, vemos día a día como la globalización nos está invadiendo nuestros hogares y con ello encontramos ahora envoltorios en las cosas más absurdas que podemos imaginar. Vivimos en una sociedad con doble moral, “preocupadas por el medio ambiente” pero no dejando el consumismo y la utilización en exceso de desechables o contaminando constantemente lugares a los cuales asisten de turismo ocasional.
En base a esta preocupación es como surge el derecho ambiental y las
diferentes leyes que proyegen el medio ambiente y protegiendo con ello el lugar donde habitamos para evitar un mayor deterioro.
1.2 La Función del Derecho en la Preservación del Medio Ambiente
El derecho a un medio ambiente sano puede definirse como el derecho de las
personas a desarrollarse en un medio adecuado, saludable y propicio para la vida humana, pero qué condiciones deben darse para que pueda calificarse como tal, sigue siendo una cuestión sobre la que no existe consenso.
Se deduce que estamos ante un derecho íntimamente relacionado con
otros, como el derecho a la vida o la salud, sobre los que se afirma que existe una relación de indivisibilidad e interdependencia, en el sentido de que el medio ambiente refuerza su significado. De este modo, el contenido del derecho a la vida amplía su contenido que incluye ahora, no solamente la vida en sí misma, si no el derecho a desarrollarla en unas condiciones adecuadas.
Cabe mencionar que, junto con el derecho a un medio ambiente sano
aparecen los llamados derechos de acción ambiental, esto es, el acceso a la justicia, a la información y la participación ciudadana. Estos derechos, como ahora se verá, aparecieron por primera vez en la década de los años 90 y, en la actualidad, están integrados en la mayoría de ordenamientos jurídicos del mundo. Su finalidad no es otra que garantizar el derecho a un medio ambiente adecuado, para lo cual facultan al público general a adoptar una posición activa en la toma de decisiones de carácter ambiental.
En las últimas décadas la preocupación por la conservación del medio
ambiente ha sufrido un crecimiento asombroso en todos los niveles, debiendo considerarse hoy en día una de las materias más relevantes a nivel científico, doctrinal y normativo. En efecto, si hace menos de cincuenta años se ignoraba la relación existente entre los derechos humanos y el medio ambiente, en la actualidad son numerosos los textos normativos vinculantes que consagran tanto el derecho a un medio ambiente sano, como los denominados derechos de acción ambiental, todo lo cual se predica ahora como necesario para garantizar que las generaciones presentes y futuras puedan desarrollarse en un medio saludable y beneficioso para la vida humana.
La protección jurídica del medio ambiente sufrió una importante
evolución a lo largo del siglo XX, que obedeció a un cambio en la visión tradicional del medio natural, desde su concepción como una mera fuente de recursos económicos para los seres humanos, a su consideración como un bien universal cuya protección es de vital importancia para toda la humanidad.
Es en este proceso evolutivo cuando surgen las teorías antropocentrista
y ecocentrista, que buscan ofrecer una justificación o fundamento a la protección jurídica del medio ambiente. La primera entiende que la protección del medio ambiente reside en su condición de bien perteneciente a toda la humanidad -cuya lesión provocaría un perjuicio a las personas-, mientras que para el ecocentrismo el medio ambiente es digno de protección por sí mismo, de forma que todos los elementos que integran la naturaleza son merecedores de tutela y existe un deber de la sociedad internacional de proteger el medio ambiente. En la actualidad ambas posiciones confluyen y así se desprende de los distintos instrumentos jurídicos que protegen el medio ambiente, no solamente como un derecho de las personas, sino también por sí mismo.
1.3 Antecedentes Históricos del Derecho Ambiental
Desde el México prehispánico el Medio Ambiente jugó un papel muy importante en las sociedades prehispánicas existentes, sobre todo en la civilización azteca ya que era de vital importancia para su sociedad en diversos aspectos como el religioso con el dios Tláloc quien era la representación del agua divinizada y de la fecundadora de la tierra, que residía en las más altas montañas donde se forman las nubes, dónde se veía reflejada la importancia que le daban al agua en relación a la agricultura, en su economía el cacao era usado como moneda, así como también esto era proyectado en la medicina y sus construcciones, esto en relación con la civilización mexica.
A la llegada de los españoles, iniciando así el periodo de la conquista y la colonia, en ese
orden respectivamente, la importancia que le dieron los aztecas a su entorno se perdió completamente ya que introdujeron al territorio animales ajenos al ecosistema local además de que se comenzó a registrar una sobreexplotación de los recursos naturales, en respuesta a las nuevas necesidades de construcción y consumo. Esto trajo en consecuencia la sobreexplotación de recursos naturales del Valle de México dándole mayor importancia a las riquezas, anteponiéndolas al prestigio de la naturaleza. Lo único rescatable durante esta fase de la historia de México (y del medio ambiente) fue la implementación de algunas leyes forestales que ya eran aplicables en España.
Durante el México Independiente se establecieron las leyes y políticas públicas necesarias
para aumentar la población de la nación favoreciendo a la propiedad privada, y en general las relativas a la tala de árboles, puesto que en esta etapa continuó la sobreexplotación de la madera, es decir, se acrecentó la deforestación en el país. Un claro ejemplo de esta situación se da en 1861 cuando el gobierno federal expidió el Reglamento para corte de árboles, con base en el cual y el decreto sobre colonización y compañías deslindadoras de 1883 y la Ley sobre enajenación de terrenos baldíos de 1884, se privó de la tierra a miles de comunidades y se otorgaron grandes concesiones para la extracción de la madera para el mercado estadounidense, lo cual en general provocó sobreexplotación de los montes. No fue sino hasta inicios del siglo XX cuando se empezaron a sistematizar las legislaciones ambientales en nuestro país, siendo las primeras de ellas La Ley de Aguas Nacionales de 1910 y la Ley Forestal de 1926; pero el objeto primordial de estas disposiciones se complementó y consolidó hasta antes de que terminara el penúltimo tercio de ese mismo siglo con la Ley Federal para Prevenir y Controlar la Contaminación Ambiental de 1971.
Disposiciones de carácter general aplicables a las entidades y emisoras supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que contraten servicios de auditoría externa de estados financieros básicos