Montesquieu (1689- 1755)

Pensador de la Ilustración Francesa.

Estudió literatura y derecho.

Era barón y miembro del parlamento de Burdeos

Obras: Cartas persas

Consideraciones sobre las causas de la grandeza y la decadencia

de los romanos

Espíritu de las leyes

Considera que el parlamentarismo inglés es el mejor modelo de régimen

político de la época, en un contexto donde primaba el absolutismo político.

Suscribe al liberalismo político y sostiene la necesidad de limitar el poder.

Señala que las leyes se crean para anunciar los mandatos de la razón.

Leyes: son la base de los gobiernos y están motivadas por las

costumbres, el clima, la religión y el comercio.

Precursor del Estado de Derecho---- el poder se somete a la ley

Formas de gobierno:

1. Monarquía: es el gobierno de uno solo, que manda según las leyes.

Existen poderes o cuerpos intermedios (nobleza y clero). Si no existen se
tiene una república o un nepotismo. Su espíritu es el honor.
2. Despotismo: es el gobierno de uno solo que gobierna sin reglas, ni leyes.
Gobierna en base a su capricho y voluntad. Lo condena rotundamente. Su
espíritu es el temor.
3. República: es el gobierno ejercido por el pueblo. Existen de dos tipos: a)
República democrática: pertenece a todo el pueblo. b) República
aristocrática: pertenecen a sectores específicos de la sociedad. Su
espíritu es la virtud. Buscan el interés general.

Montesquieu estudia el clima en los diferentes regímenes políticos:

Templado: es favorable a la libertad. Se gobiernan por la razón y la justicia.

Cálido: propicia el despotismo.

Fríos: Se desarrollan regímenes en los que gobierna tiene un gran uso de

la fuerza.

División de poderes

Ejecutivo, legislativo y judicial

Montesquieu perfecciona la idea de Locke

Se basa en la idea de quien detenta el poder, abusa de él. Plantea que

hay que frenar el poder con el poder mismo, por eso lo reparte.

Crea frenos y contrapesos--- un órgano compensa y equilibra al otro.

Esta situación favorece la libertad (presencia del liberalismo político).

La división de poderes evita que todas las funciones estén concentradas

en un único órgano.
Tocqueville (1805- 1859)

Fue un pensador, jurista, político e historiador francés, precursor de la

sociología clásica y uno de los más importantes ideólogos del liberalismo
político.

Fue liberal clásico que abogaba por el gobierno parlamentario y era

escéptico en cuanto a los extremos de la democracia.

Sus obras más importantes son La democracia en América y El antiguo

régimen y la revolución.

La democracia en América

En dicha obra, Tocqueville analiza los puntos fuertes y débiles de Estados

Unidos una vez realizada la revolución independentista.

La democracia en América es sobre todo un análisis sobre la

democracia representativa republicana, y las razones por las que había
tenido tanto éxito en los Estados Unidos.

La obra se divide en dos tomos distintos:

El primero versa sobre el impulso que el movimiento democrático da a la

forma de gobierno, a las leyes y a la vida política, es decir, a la democracia
como estructura política.

El segundo tomo trata sobre la influencia que la democracia ejerce sobre la

sociedad civil, es decir, sobre las costumbres, las ideas y la vida
intelectual. En síntesis, el primer tomo es más político, y el segundo más
sociológico.

Tocqueville especula sobre el futuro de la democracia estadounidense y

sobre los peligros potenciales «para la democracia» y «de la democracia».
Escribe que la democracia encierra el peligro de degenerar en lo que él
describe como despotismo suavizado.

Observa también que es esencial el papel del cristinianismo como factor

influyente para el establecimiento de la república democrática
(esencialmente en su defensa de la libertad y la igualdad), aunque ese
papel de la religión se entiende naturalmente separado del gobierno,
aceptando la laicidad del Estado, a distinción del laicismo francés y del
confesionalismo inglés.

Sobre el gobierno de las mayorías y la mediocridad

Los estadounidenses comunes disfrutaron de demasiado poder y

reclamaron una voz demasiado grande en la esfera pública para diferir a
los intelectuales superiores. Esta cultura promovió una igualdad
relativamente pronunciada, argumentó Tocqueville, pero las mismas
costumbres y opiniones que aseguraban tal igualdad también promovían la
mediocridad. Aquellos que poseían verdadera virtud y talento quedaron
con opciones limitadas.

Ha culpado a la omnipotencia del gobierno de las mayorías como un factor

principal para reprimir el pensamiento.