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LA INCONSTITUCIONALIDAD

DEL PEAJE
Por el Dr. Armando R. Aquino Briío

esde hace ya un tiem po ha ganado En efecto sostenemos que el sistema

D terreno en la discusión de la socie­ de peaje no solo es inconstitucional por vio­


dad el tem a del peaje que se cobrarálentar
está cobrando en nuestras rutas y caminos.
y se los arts. 10,11,12,14 sino que debido a
su instrumentación ello es marcadamente in­
El tem a no deja de tener sus atracti­ constitucional lo que dem anda una análisis
vos puesto que pone de relieve los valores más meduloso.
en pugna, m erced a los cuales se adoptan Si bien en la antigüedad el peaje no
posiciones encontradas. fue sino un tributo o impuesto a la circula­
ción y al tránsito que se cobraba a los tran­
Es bien cierto que dejamos atrás una seúntes que atravesaban caminos y canales
concepción en que el Estado de tipo pa­ o puentes, la m oderna doctrina del derecho
ternalista todo lo hacía, y por ende que debía constitucional lo admite como válidos siem­
ocuparse de todo, por una concepción que pre y cuando existan determinadas situacio­
admite la compresión del rol del Estado que nes que tom an inadmisible este sistema como
se estructura y diseña en base al modelo de fuentes de ingresos para las arcas estatales
sociedad en la cual pretendemos vivir. o para «asegurar el bienestar general» como
Empero también es cierto que cuando lo señala nuestro preámbulo.
se anhela y se busca un cambio, este no pue­ Sostenemos que en 1er. lugar el siste­
de realizarse sobre la base de latransgreción m a de peaje tal cual está diseñado desde el
del orden normativo, de los principios funda­ punto de vista de las bases constitucionales
m entales del derecho, y más aún con la sos­ de la tributación, es m arcadamante IRRA­
pecha del avasallamiento de las pautas éti­ ZONABLE puesto que se violentan las no­
cas que toda sociedad debe resguardar, máxi­ ciones básicas en esta m ateria tales: la igual­
me sus funcionarios, representantes del pue­ dad, la proporcionalidad, y la no confis-
blo en su función de gobierno. catoriedad.

Nos permitimos esta introducción, la La desproporcionalidad y por ende la


que necesariamente debe ser entendida e in­ desigualdad se m anifiesta en el solo hecho
terpretada de acuerdo a nuestras realidad cul­ de que la ubicación de las casillas del cobro
tural social, política y económica. del peaje se encuentran ubicadas en lugares
que importan un paso obligado, con lo cual
Sostenemos que el peaje tal cual está no se mensura correctamente si se utilizará
im plem entada es de m anifiesta incons- un tramo de 5,10, ó 100 km, gravando igual­
titucionalidad, puesto que a nuestro enten­ mente al estudiante que viaja de Corrientes
der, se vulneran no sólo normas expresas de a Resistencia o viceversa, como al comer­
la Constitución Nacional, sino que además, ciante que transporta mercaderías desde San­
tal cual se instrumentó el sistema de peaje tiago del Estero a Buenos Aires, aunque este
se vulnera tam bién el sentido y principio de deba después abonar otros tributos sim ila­
justicia. res. Esto es desigual.
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Sostenemos que el sistema de peaje Va de suyo que este análisis no lo ha­
en lugar de ser, en consecuencia, una con­ cemos prescindiendo de la legalidad de tal
tribución que se destine al mejoramiento, medida sino partiendo de ella.
conservación de rutas y caminos, encubre Mas este principio es escencialmente
un gravámen al tránsito, motivo más que su- formal, el que debe analizarse con su conte­
fíciente para tacharlo de inconstitucional. nido. vale decir que la ley o el instrumento
Es de advertir también, que e l monto legal responda o se adecúe a pautas de valor
de la contribución, el tiempo por el que fue suficientes, caso contrario estaríamos m er­
otorgada la concesión, la ecuación riesgo, in­ ced a la voluntad omnímoda de los gober­
versiones, beneficios, etc, es de un volumen nantes. ...
de dinero tal que permitiría la construcción
de varias rutas o puentes alternativos. Obvio Sostenemos que el principio de legali­
es que este beneficio no lo verán los ciuda­ dad aporta la necesaria seguridad jurídica,
danos sino que ello pasará a acrecentar las más el contenido o la pauta de valor axiológico
ya voluminosas ganancias de las Empresas . de la justicia, es lo que determinará finalmente
que han ganado la licitación o fueron adjudi­ la validez, la vigencia y la efectividad de tal
cadas para lle v a r adelante tal em pren­ instrumento legal.
dimiento . Cualquier acto legal, ley o decreto, no
vale solo por esa característica, puesto que
Tampoco se establece límite temporal es m e n e s te r que el m ism o se a ju s to ,
que coincida con la amortización del costo intrinsecamente justo.
de la obra nueva, si esta existiera, puesto que
casi en ningún caso la hay, además de seña­ Esta instrumentación de! sistema del
lar el monto del gravámen que debe o debe­ peaje, lejos de tener la nota de justicia, es al
ría ser diferente se trate de conservación, contrario, arbitraria, puesto que se fija el
construcción de ruta nueva, o puente, ade­ monto, tiempo, y conseciones, etc, sin la pauta
más de los servicios especiales, todo ello cla­ de ponderación de medios a fines.
ro, respetando las razonables ganacias de los
concensionarios. : Si el fin es la conservación o manteni­
miento de las rutas y caminos nos pregunta­
También la presión tributaria escapa mos, no existen acaso impuestos para tal
el límite de lo justo, dándose a nuestro enten­ cometido?
der esta situación como un gravámen confis- Si el monto es de determinado valor.
catorio en cuanto a los ciudadanos argenti­ No alcanza el mismo para conservar o man­
nos abonam os im puestos indirectos por tener dichos caminos sino para construir va­
lubricantes, combustibles, neumáticos, como rias rutas o caminos a la vera de los ya exis­
así también por la transferencia de automó­ tentes?
viles, etc; los que deben ser destinados, con­
forme a la ley, al mantenimiento y conserva­ La a rb itraried ad es la no ta de la
ción de rutas y caminos, incorporándose el irrazonabilidad, lo contrario a lo justo, fin no
peaje a la ya frondosa e ineficaz legislación querido ni buscado por la constitución nacio­
tributaria e impositiva, si esto no fuera así se nal.
discriminaría seriamente la utilización que La regla básica de la razonabilidad es
cada ciudadano hará del tramo de la ruta o la justicia, lo justo, y ella se halla establecida
camino por la cual abona esta contribución en nuestra Constitución Nacional en su art.
para guardar la proporcionalidad, acarrean­ 28 cuando señala «que los principios, decla­
do serios y graves perjuicios, verbigracia; raciones y garantías no podrán ser alterados
caso Corrientes - Resistencia. por las leyes que reglamenten su ejercicio».

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La valoración jurídica de la idea de justicia, En el derecho como en la vida, el fin
es obvio decirlo, no podrá so pretexto de que jam ás justifica los medios.
los derechos no son absolutos sino que se
en cuentran supeditados a las leyes que
reglamenten su ejercicio, sostener seriamente Dr. ARMANDO RAFAEL A QUINO BRITOS
que este sistema de peaje no es sino una re­
g la m e n ta c ió n de los m en cio n ad o s art.
10,11,12,14, puesto que se violentaría el sen­ Curriculum
tido de justicia, se aplicarían arbitrariamente
nuevos gravámenes, por el monto se violen­ •Profesor D erecho Constitucional -
taría la pauta de ponderación de medios a Jefe de Trabajos Prácticos - Fac. de D ere­
fines de acuerdo a estudios realizados por cho C iencias S ociales y P o líticas de la
especialistas, se daría, además, la manifiesta U .N .N .E.-
desigualdad en el cobro indiscriminatorio de
tal contribución. •Consejero Egresado Honorable Con­
sejo A c a d é m ic o . F a c . D e re c h o de la
Sintéticamente, por estas cuestiones U .N .N .E.
que rodean a la inadecuada instrumentación
del sistema de peaje, es que sostenemos que •Secretario Comité Peía de la Unión
la irrazonabilidad, por ende la injusticia que Cívica Radical.
lleva en su esencia, es la nota de su induda­
ble inconstitucionalidad. •Apoderado de la U.C.R. Cte. Pcia.

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