Está en la página 1de 9

292 FRAGMENTOS Y TESTIMONIOS DEL DERECHO ADMINISTRATNO

ción tardía de la Administración, es decir, dictada luego de transcurrido el pla-


zo pertinente y de signo contrario al acto presunto envolvería (ya lo señaló en
su momento García de Enterria) una revocación de derechos, actuable sólo en
las circunstancias autorizadas por la ley. Pero nada impediría, ciertamente, que
la Administración emitiera una resolución expresa que coincidiera con el acto
presunto, lo cual robustecería, documentadamente ahora, el derecho nacido del
título precedente.

COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS V
La índole del presente trabajo, eminentemente divulgador -acotado por VÍAS DE HECHO ADMINISTRATIVAS*
lo demás a un aspecto concreto de una más extensa legislación-, aconseja
restringir la información bibliográfica, limitándola a las obras que han ejercido CARLOS MANUEL GRECCO
una influencia directa en las ideas aquí desarrolladas. En la doctrina nacional es
decisiva la contribución de Muñoz, G. A., Silencio de la Administración y pla- l. Introducción
zos de caducidad, 1982; en la doctrina extranjera, principalmente española
El art. 9° de la Ley de Procedimientos Administrativos 19.549 (ref. por
-que cuenta con numerosos estudios sobre el silencio administrativo- se debe
art. ¡o de la ley 21.686) ha receptuado normativamente una peculiar situación
mencionar el libro de E. García-Trevijano Garnica que significa un examen de
susceptible de configurarse en el obrar global de la Administración Pública y
conjunto sobre el silencio administrativo (contiene, además, un elenco muy
conocida bajo la denominación de vías de hecho administrativas. La construc-
completo de la bibliografía). Este autor ha vuelto sobre el terna, con motivo de
ción tradicional de esta técnica arranca --corno tantas otras del moderno Dere-
la sanción de la ley 30/1992 -26 de noviembre de 1992- sobre Régimen
cho administrativo- de las elaboraciones del Consejo de Estado francés, sobre
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
cuyas decisiones la doctrina ha ido progresivamente afinando el concepto de la
Común, en la obra colectiva que coordinara Pendas García, B., Administracio-
vía de hecho concebida, esencialmente, corno límite a la actuación administrati-
nes públicas y ciudadanos, 1993. No he podido consultar este trabajo, pero
va. Con todo no parece ocioso volver un poco sobre la cuestión exponiendo -sin
quizás no resulte superfluo recordar que al decir de alguna recesión bibliográ-
perjuicio de los valiosos estudios realizados- alguna que otra precisión que con-
fica (cfr. Sánchez-Cascado, R.E.D.A., no 80, pp. 736 y ss.), La máxima innova-
tribuya a su esclarecirniento. 1 Pienso que un tratamiento autónomo aparece jus-
ción de la ley aludida se refiere, precisamente, a la regulación del silencio ad-
tificado, en primer lugar, por la circunstancia señalada inicialmente relativa a
ministrativo. Las referencias de García de Enterría provienen de su conocido
la incorporación al régimen jurídico positivo de una determinada situación ju-
Curso de Derecho Administrativo, t. 1, varias ediciones (en colaboración con
rídica, y además porque las consecuencias de la vía de hecho inciden de mane-
T. R. Fernández Rodríguez) y de la monografía "Sobre el silencio administrati-
ra decisiva en la esfera personal de los ciudadanos ya que restringen indebida-
vo y recurso contencioso", R.A.P., no 47, pp. 207 y ss.; el estudio de Santamaría
mente -pues corno se tendrá oportunidad de comprobar falta en estos casos la
Pastor, "Silencio positivo: una primera reflexión sobre las posibilidades de
habilitación necesaria para legitimar la acción administrativa- los derechos y
revitalizar una técnica casi olvidada", figura en el no 208 de la revista Docu-
mentación Administrativa, pp. 107 y ss. (en este número se publican también
* Publicado en LL, t. 1980-C, Sec. Doctrina.
otros trabajos sobre el silencio administrativo y hay inclusive una noticia bi- ' Vid. Bie1sa: Derecho administrativo, t. V. Buenos Aires, 1966, pp. 633 y ss; Marienhoff: Tratado
bliográfica final: pp. 287/291). Diversos trabajos sobre la materia figuran tam- de Derecho administrativo. t. ll, Buenos Aires, 1975, pp. 2124 y ss; Fiorini: Derecho adminis-
bién en los dos índices acumulados publicados por la R.A.P. que abarcan en trativo, t. l. Buenos Aires, 1976, pp. 458 y ss.; Gordillo: Tratado de Derecho administrativo.
t. 111, cap. XI, Buenos Aires, 1979, p. 35; Cassagne: La Ejecutoriedad del acto administrativo,
conjunto los trabajos de los números 11129. Buenos Aires, 1971, pp. 90/1: González Pérez: Los recursos administrativos y económico-admi-
nistrativos, Madrid, 1975, pp. 41 y ss .. ; Auby-Drago: Traité de contenieux administratif, t.!,
París, 1975, pp. 551 y ss.; Rivera: Droit Administratif, París, 1975, pp. 172 y ss.: Vede!: Droit
administratif, París, 1973, pp. 103 y ss.; Waline: Précis de droit administratif, t.!, París, 1969.
pp. 319 y ss.; Bourjol: Droit administratif, t. Il, París, 1973, pp. 87 y ss.
FRAGMENTOS Y TESTIMONIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO ACTOS Y CONTRATOS - CARLOS M. GRECCO 295
294

garantías individuales. De tal forma, el análisis de la regulación normativa y de administrativo (el que por fábula convencional, según Villar Palasí, se liga con
sus consecuencias jurídicas no se inserta en el terreno de la pura especulación la Revolución Francesa) postulará la sumisión del obrar administrativo a la ley,
intelectiva-aunque ciertamente resulten interesantes los perfiles dogmáticos- afirmación que comprende no sólo la norma producida por el órgano parlamen-
ni constituye (tal es mi intención al menos) un ejercicio de inocua erudición, tario (léy formal) sino también la sumisión a las normas cuya producción es
sino que imbrica decididamente en una cuestión vital del Estado de Derecho. autorizada al Ejecutivo, pues ambas conforman el denominado "bloque de le-
galidad".5 Entendida de la manera expuesta, la ley opera coetáneamente como
2. La dinámica del principio de legalidatfl mecanismo legitimador de la actuación administrativa, por una parte, y como
dispositivo que deslinda categóricamente el ámbito del ejercicio de los dere-
No parece dudoso actualmente que la sujeción de la Administración Pú- chos individuales, acotado sólo por los límites que la ley impone. Desde la idea
blica a la ley constituya uno de los principios capitales del Estado de Derecho y inicial de la subordinación de la Administración Pública a la ley, el principio de
que la conformación del ordenamiento jurídico se concreta fundamentalmente legillidad traducirá, en su desarrollo orgánico, la obligación de la Administra-
a través de la ley. Es tópica, en efecto, la afirmación que reconduce el naci- ción de no violar la ley y de co1_1tar con una legitimación específica para los
miento de este postulado al pensamiento revolucionario de 1789 que, al modi- actos de agresión a la esfera de libertad del ciudadano que únicamente podrán
ficar la concepción del antiguo régimen ac~rca de la producción del Derecho, habilitarse con el respaldo de la ley formal. 6
subrayó --en sus consecuencias últimas- que la Administración Pública no El postulado primario de la sujeción de la Administración a la ley es sin-
deriva de la emanación personal del soberano, sino que deviene originada en gularmente concretado mediante el arbitrio de dispositivos específicos que ope-
una creación abstracta del Derecho, encontrándose sometida a una legalidad ran como mecanismos de habilitación y como límites al ejercicio de las potes-
objetiva que superpone a la propia Administración y que, además, puede ser tades administrativas. En primer lugar, la vigencia de la primacía de la ley, con
invocada por los ciudadanos mediante un sistema de acciones que descompone lo cual se quiere significar la eficacia derogatoria de todos los actos del Estado
aquella legalidad en un haz de derechos subjetivos públicos. 3 Sobre esta base revestidos de la forma de ley, toda vez que manifestada la voluntad del Estado
ideológica -que modifica radicalmente la cosmovisión del Derecho, que no en esa forma "no puede ser jurídicamente abrogada, modificada o invalidada
podrá ya descubrirse sino que debe formularse racionalmente- y la que emerge por otro cauce y por otra parte, deroga todas las manifestaciones de voluntad
de la presunción de la ley como expresión de la voluntad general, 4 el Derecho del Estado ya existentes que se le oponen con otro contenido" (Mayer). En
segundo lugar, el principio de legalidad alude a la necesidad de ley formal para
El principio de legalidad es adoptado en el presente trabajo sólo como presupuesto metodológico, disciplinar ámbitos materiales determinados y que, en general, se conectan con
circunstancia que justifica la ausencia de un desarrollo exhaustivo. Vid al respecto, García de
Enterría-Fernández Rodríguez: Curso de Derecho administrativo, t. I, cap. VI, Madrid, 1974, la libertad y la propiedad de los particulares. En tanto el supuesto de la prima-
pp. 274 y ss.; Entrena Cuesta: Cur.w de Derecho admínístratívo, t. I, Madrid, 1974, pp. 116 y ss. cía de la ley ésta aniquila por su sola existencia las normas jurídicas que la
Garrido Falla: Tratado de Derecho administrativo. t. I, Madrid, 1970, pp. 234 y ss.; Boquera contradicen, en el supuesto de la reserva legal es indispensable una ley, deter-
Oliver: Derecho admmmistrativo, Madrid, 1972, pp. 23 y ss.; Giannini: Corso di diritto admi-
nistmtivo, t. I, Milán, 1965, pp. 94 y ss. Monográficamente, Vid. Carlassare: Regolamenti minando su ausencia la antijuridicidad de los actos estatales inferiores a la ley.
dell'Esecutivo e princ1pío dí iegalitii, Padua, esp., pp. 113 y ss., y fundamentalmente Satta: A la primacía de la ley, consiguientemente, es ligado el efecto de la reserva
Principio di legalitá e publica ammínistrazione nello stato democrativo, Padua, 1969 y el ex- legal (término forjado también por Mayer) pues allí hasta donde alcanza una
traordinario libro de Jesch: Gesetz und Verwaltung, Tubinga, 1961, donde se expone el desarro-
llo de la formulación clásica del principio de legalidad (Legalitatsprinzip) y la incidencia en el
mismo de las transformaciones del Estado moderno.
3 García de Enterría-Fernández Rodríguez: op. cit., p. 268. generalidad se vincula aquí con la certeza del Derecho en cuanto es indispensable un Derecho
4 En la construcción jurídico-política de Rousseau la voluntad general es un concepto clave y su inequívoco, claro, sustraído al arbitrio administrativo irracional, que garantice ante todo de
expresión a través de la ley (Víd. especialmente L. II, cap. VI) apunta a una doble significación: manera segura la obligatotiedad de los contratos y pueda ser previsible en su funcionamiento.
en primer lugar en cuanto es la voluntad común del pueblo entero, teniendo éste únicamente la Vid., del autor, Economía y sociedad, t. l., México, 1969, pp. 628(9. Vid., con la recepción de
potestad de legislar; en otro sentido, la generalidad reposa en el objeto. La ley tiene un objeto este criterio, Forsthoff: Tratado de Derecho administrativo, Madrid, 1958, p. 58.
general, que tiene un alcance general y presenta un interés general. La comunidad política, pues, ' Textualmente: En France, la légalíté s'entend de l'entend de /'ensemble des lois et ri!glements;
expresa su voluntad sobre objetos generales y estatuye sobre los asuntos de la comunidad ente- elle se compase done de deux éléments: les lois d'une part, les ri!glements de l'autre, qui sont
ra, careciendo de competencia, en principio, para regular norrnativamente objetos particulares. deux sources du droít d1jférentes maís coordonnées par le double principe que les ri!g/ements
Vid., principalmente, Carre de Malberg: Teoría general del Estado, México, 1948, pp. 272 y ss. serven/ a assurer 1'app!ication des lois et que, en mí!me temps, ils sont subordonnés aux lois.
y la btillante síntesis de Carl Schmitt: Die Díktatur, cap. Ill, Berlín, 1964. No deja de ser intere- Vid. Précis de droit adminístratif, París, 1919, p. 74.
6 Satta: op. cit., p. 21. '
sante, pese a los reparos que se le pueden formular, la exposición de Max Weber. La idea de
296 FRAGMENTOS Y TESTIMONIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO ACTOS Y CONTRATOS - CARLOS M. GRECCO 297

regulación legislativa, el Poder Ejecutivo no puede dictar regulaciones diver- la idea de una estructuración piramidal en la edificación del Derecho, determi-
gentes sin un nuevo apoderamiento legal, quedando el ámbito de la reserva na -según el grado de potencia asignado a cada una de las normas jurídicas-
legal circunscrito, sobre todo, por la primacía de las leyes formales ya existen- la prevalencia de unas sobre otras. Y finalmente, es también corolario derivativo
tes. Por lo demás, como Jesch ha explicado con notable solvencia teórica la del principio de legalidad la prohibición de que la Administración Pública de-
reserva legal, así entendida, se distingue de las llamadas reservas legales de la rogue singularmente, es decir, para un supuesto de hecho concreto, las regula-
dogmática de los derechos fundamentales que remiten a la posibilidad del le- ciones normativas por ella producidas, 8 sin mengua, claro está, de la potestad
gislador de consagrar limitaciones razonables y admisibles a los derechos fun- derogatoria general que siempre conserva en virtud de la titularidad que de un
damentales; sin perjuicio de lo cual es claro que media entre ambas una co- poder normativo propio ostenta. 9
nexión sistemática desde el momento en que encontrándose el ámbito de la La construcción del principio de legalidad -dificultosamente plasmada-
reserva deslindado de manera inequívoca allí donde la actividad del Estado parte de un presupuesto lógico que sin embargo, como ha puntualizad~ certeramente
está sujeta a vínculos impuestos por los derechos fundamentales -que operan Villar Palasí, deviene sumamente discutible. 10 El ordenamiento jurídico, en efec-
como auténticos derechos subjetivos- el Poder Ejecutivo sólo puede penetrar to, no es pleno -aunque su plenitud se predique- desde el punto de vista de su
en la esfera individual sobre la base de un apoderamiento legal. De ahí enton- edificación y la pretensión de conformarlo integral y definitivamente a través del
ces que los derechos fundamentales y sus reservas legales sean al mismo tiem- dictado de leyes formales comprensivas de los diferentes supuestos que eventual-
po, reservas especiales comprendidas dentro del concepto más amplio de re- mente puedan verificarse no pasa de ser una mera aporía. La Administración Pú-
serva legal. 7 En tercer término, el principio de jerarquía normativa que sobre blica no puede ser, por lo tanto, una mera ejecutora de la legalidad formal; plan-
teando entonces la quiebra de la complitud11 el interrogante de la legitimación en
los espacios vacíos de Derecho en los cuales la consecuencia aparente no sería
7
La reserva legal no es sino un capítulo de los tantos que componen la historia de la lucha contra otra que propugnar, ante el silencio de la ley formal, la necesaria abstención. 12 Esta
las irrupciones del Ejecutivo en la esfera individual y cuyo logro más relevante ha sido conclusión- vinculación positiva de la Administración Pública a la legalidad
cronológicamente la interdicción de las penas arbitrarias. El principio nulla poena sine lege se
dirigía, fundamentalmente, la subordinación de la potestad penal del Estado a una regulación en ·
(positive Bindung) es la defendida por buena parte de la doctrina actual que sostie-
forma de ley especial. De tal manera, el imperio de la leyes, en realidad, imperio del legislador
sobre el ejecutivo y la libertad y propiedad de los ciudadanos es garantizada dentro del ámbito
del Derecho penal en tanto las leyes penales son creadas por representantes de la sociedad y ' Vid. García de Enterria: "Observaciones sobre el fundamento de la inderogabilidad singular de
aplicadas por jueces que no están sometidos a orden alguna sino a la ley. Proyectado fuera de la los reglamentos", en el libro Legislación delegada, potestad reglamentaria y control judicial,
dogmática penal, el principio de reserva legal fue posteriormente desarrollado en el ámbito Madrid, 1970, pp. 271 y ss.
9
tributario, correspondiendo señalar que ya en la época del preabsolutismo se exigía, en cuanto el Categóricamente, Marienhoff: Tratado de Derecho administrativo, t. 1, Buenos Aires, 1977, pp.
tributo constituye una clara intervención en la propiedad privada, el consenso estamentaL Vid. 250/1.
10
Jesch: op. cit., esp. cap. IV y además, Mayer: Derecho administrativo alemán, t. !, Buenos Vi llar Palasí: Apuntes de Derecho administrativo, t. I, cit., p. 131.
11
Aires, 1949, pp. 98 y ss. De modo más genera1, Vid. Fois: La riserva di legge. Lineamenti storici Que el ordenamiento jurídico no es completo -en tanto la realidad desborda la más alarr.bicada
e problemi attuali, Milán, 1963 y Gallego Anabitarte: Ley y reglamento m el Derecho público previsión normativa- es algo que, me parece, no requiere mayor demostración. Con todo, la
occidental, Madrid, 1971, que constituye un estudio comparativo de alto valor sobre la reserva plenitud del Derecho es postulable políticamente desdela perspectiva del caso concreto, toda
legal. Cabe puntualizar, no obstante, que la conexión entre el principio de legalidad y monarquía vez que la existencia de lagunas normativas es inoponible a la respuesta que siempre se debe.
constitucional-presupuest\) teórico de la investigación de Jesch- no es unánimemente acep- Para el examen de este problema, que obviamente no puede ser analizado aquí, remito a Donatti:
tada. Villar Palasí, por ejemplo, sostiene que la monarquía constitucional no hace sino receptar 1/ problema de/le [acune de/l'ordinamento giuridico, Milán, 1910, reproducido ahora en Scritti
el fruto de una antigua polémica entre el rey y los Parlamentos en la permanente polémica sobre di diritto pubblico, t. 1, Padua, 1966, pp. 11 y ss.; Engisch: Introducción al pensamiento jurídi-
el monopolio del poder político. Conf.: Apuntes de Derecho administrativo, t. 1, Madrid, 1977. co, Madrid, 1967, pp. 170 y ss.; Martín Oviedo: Formación y aplicación del Derecho, Madrid,
p. 134. Por lo demás, en cuanto atañe a la reserva legal y la potestad normativa autónoma del 1972, pp. 125 y ss.; Rodríguez Paniagua: Ley y Derecho, Madrid, 1976, pp. 77 y ss; Díez Picaza,
Ejecutivo, cabe consignar que ya en la fase más avanzada de la monarquía carolingia se distin- Experiencias jurídicas y teoría del Derecho, Madrid, 1973, pp. 279 y ss.; Villar Palasí: La
guía netamente entre capitula pro lege tenenda, emanados del soberano con anuencia de la interpretación y los apotegmas jurídico-lógicos, Madrid, 1975, pp. 67 y ss. y los diversos estu-
asamblea representativa y capitula per se scribenda producidos por el monarca en ejercicio de dios que se incluyen en el volumen Le probli!me des /acunes en Droit. Bruselas, 1968. Una
un poder autónomo. La misma distinción en la experiencia anglosajona, donde coexisten el sugestiva introducción a este problema en el prólogo de Villar Palasf al libro de Nass:
poder normativo del Rey -ordaining power- y el poder normativo ejercido por el Rey con el Verwaltungsrejorm durch Emeuerung der Verwaltungswissenschaft, Tubinga, 1960.
12
concurso de laAsamblea-statute-. Vid, Cheli: Pote re regolamentare e Struttura costituzionale, Villar Palasí: Apuntes de Derecho administrativo, t. !, cit., p. 131. En cierta forma engarza con
Milán, 1967, pp. 24/5; y Ullmann: Principios de gobierno y política en la Edad Media, cap. III, esta problemática la distinción de Eisenman entre la legalidad como no contrariedad y la lega-
Madrid, 1971, esp. pp. 171 y ss. Vid., contrariamente y con referencia a Inglaterra, Sieghart: lidad como conformidad la ley, Vid. Eisenman: "Le droit administratif et le principe de légalité",
Governement by decree, Londres, 1950, pp. 9 y ss. Études et documents, fascículo 11, París, 1957, pp. 25 y ss.; Carlassare: op. cit., p. 114.
298 FRAGMENTOS Y TESTIMONIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO ACTOS Y CONTRATOS - CARLOS M. GRECCO 299

ne que la certeza de la validez de una acción administrativa cualquiera únicamente u otra causa mantengan con la Administración Pública una relación especial de
es postulable en la medida en que puede ser referida a un precepto jurídico o que, sujeción (por ejemplo alumnos de universidades oficiales; concesionarios del
partiendo de un principio jurídico, pueda derivarse de él; operando el principio de Estado; etcétera).
legalidad por lo tanto, como cobertura legal de la actuación administrativa. 13
Sin desmerecer los fundamentos políticos que informan esta vertiente y 3. Vías de hecho administrativas y principio de legalidad
su impecable sistematización no puede obviarse, empero, que en cuanto se pre-
El principio de legalidad, en la forma explicada, pauta de modo global la
tende una identidad entre la cobertura legal que debe amparar cualquier acción
actividad administrativa y, consecuentemente, todos los actos de la Adminis-
administrativa y la ley formal, la doctrina es en buena medida objetable. No es
tración Pública, sean éstos de ejecución jurídica o material, son subordinados a
exacto, por lo pronto y básicamente porque no es real, que toda actividad admi-
una norma habilitadora aunque no necesariamente, según se 'ha dicho, de rango
nistrativa, en todo momento, se encuentre sometida a la ley formal sino que
legal. Ahora bien, aunque no es del caso exponer aquí en toda su riqueza la
sólo encuentran en la ley su cauce de habilitación a aquellas actividades que
teoría general de la proposición jurídica, cabe señalar que normalmente las
inciden en los derechos de terceros. 14 Por lo demás, ya desde una perspectiva
previsiones hipotéticamente diseñadas por las normas encuentran plasmación
más amplia, aunque la Administración Pública constituya un complejo orgáni-
concreta en actos singulares que individualizan, ante una situación de hecho
co, es indispensable separar el ámbito interno u organizatorio del ámbito exter-
determinada, el esquema prevenido por la norma. En numerosas hipótesis no
no que proyecta a la Administración Pública en una dimensión trascendente a
basta, además, con la individualización resultante de un procedimiento lógico-
la de su pura estructura organizativa. Mientras el primero aparece dominado
jurídico, sino que se torna indispensable, para el agotamiento de la previsión
por el ejercicio de la potestad doméstica y, sin perjuicio de su conexión a la
normativa, la realización de operaciones materiales complementarias que no
télesis de la potestad, adquiere plena vigencia el principio quae non prohibita,
son sino el escalón final del iter secuencial contemplado.t6
permissa intelliguntur (debe entenderse permitido todo aquello que no se en-
Cuando la Administración Pública quebranta este principio y promueve
cuentre prohibido), el segundo imbrica con el ejercicio de la potestad relacional
operaciones materiales limitativas o cercenadoras de los derechos y garantías
que al incidir potencialmente en la esfera individual de sujetos ajenos a la orga-
individuales carentes de aquella base sustentadora, se está en presencia de una
nización administrativa, provoca que contrariamente a lo que acontece en el
vía de hecho. Situación' ésta que genera --como principales efectos-la ilicitud
campo de la potestad doméstica la legitimación de la acción administrativa
del obrar administrativo y, consiguientemente, la responsabilidad patrimonial
únicamente se habilite con la cobertura de la ley formal, toda vez que la pro-
de la Administración Pública. En tales condiciones caracterizada, la vía de he-
yección ad extra de la Administración Pública, justifica que quae non permissa
cho -que como inmediatamente se verá sirvió para deslindar en Francia el
prohibita intelliguntur (debe entenderse prohibido todo aquello que no se en-
ámbito de la jurisdicción ordinaria de la jurisdicción administrativa- implica
cuentre permitido. 15 Quizá con venga aclarar, por lo demás, que la extensión de
mucho más, abstracción de su rol ordinario dirigido a la distribución de compe-
la potestad doméstica comprende no sólo a los sujetos imbricados en la organi-
tencias, y encuadra indiscutiblemente dentro del conjunto de garantías organi-
zación administrativa, sino que alcanza, además, a todos aquellos que por una
zadas para obtener la interdicción del obrar administrativo ilegítimo y el respe-
to al principio de legalidad. 17
13 Vid. por ejemplo García de Enterría-Femández Rodríguez: Curso de Derecho administrativo,
t. 1, cil., pp. 27517. Según estos autores, la doctrina de la vinculación positiva recupera un anti-
guo principio fundamental de orden político expresado ya en la Revolución Francesa y consa- 16 Vid. desde una perspectiva general, Larenz: Metodología de la Ciencia del Derecho, Barcelona,
grado normativarnente, entre otros textos, por la Ley Fundamental de Bonn que vincula al Poder 1960, pp. 159 y ss.; García Maynez: Introducción al Estudio del Derecho, México, 1978,
Ejecutivo y a los tribunales ala ley y al Derecho (art. 20, párr. 3'). Sobre la interpretación de este pp. 321 y ss.; Engisch: Introducción al pensamiento jurídico, Madrid, 1962, pp. 21 y ss.; Martín
precepto, vid. principalmente, Nawiasky: Die grund gedanken des grum gesetzesfiir die hundes Oviedo: Formación y aplicación del Derecho, Madrid, 1972, pp. 951 y ss. Díez Picazo: Expe-
Republik Deutschland, Stuttgart y Colonia, 1950, p. 41; Maunz: Deutsches staatsrecht, Munich, riencias jurídicas y teoría del Derecho, Madrid, 1973, pp. 61 y ss.
1959, p. 58. Merk: Deutsches Verwaltungsrecht, t. I, Berlín, 1962 pp. 286 y ss; Wolff-Bachof: 17 Vid., Bielsa: Derecho administrativo, t. V, Buenos Aires, 1966, p. 633; Auby-Drago: Traité de
Verwaltungsrecht, t. I, Munich, 1974, p. 121. contentieux administratif, t. 1, París, 1975, p. 55; González Pérez: Los recursos administrativos y
14 Vid., Satta: op. cit., p. 9. económico-administrativos, Madrid, pp. 41. Conecta específica y categóricamente la vía de hecho
15 Vid., Villar Palasí: Apuntes de Derecho administrativo, t. 1, cit., pp. 139 y ss. La solución desta- a la vulneración del principio de legalidad ---<¡ue es a mi juicio la perspectiva adecuada-;
cada en el texto atiende, por lo demás, a la circunstancia de que la potestad normativa residual se Marienhoff: Tratado de Derecho administrativo, t. 11, Buenos Aires, 1975, p. 214. Vid.. además,
encuentra remitida al órgano parlamentario (art. 67, inc. 28, Constitución Nacional). Escala: Tratado general de procedimiento administrativo, Buenos Aires, 1973, p. 120.
ACTOS Y CONTRATOS - CARLOS M. GRECCO
300 FRAGMENTOS Y TESTIMONIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO 301

4. La doctrina de las vías de hecho esencialmente, por la idea de que así como la existencia de un acto administrativo
genera la apertura del proceso contencioso y la atribución competencia! de la
Sabido es que en los ordenamientos jurídicos de extracción continental jurisdicción administrativa, 20 la ausencia de aquél -practicada una operación
(frase ésta que debe tomarse en sentido convencional y que utilizo por razones m¡¡terial por organismos administrativos vulneradora de derechos individuales-
de comodidad semántica 18 el Derecho administrativo ha sido conformado determina la desaparición de la causa que legitimaba la intervención del juez
-prescindiendo de mayores precisiones que no es del caso exponer ahora- administrativo y el fundamento que obstaculizaba la competencia del juez ordi-
como el ordenamiento común de las administraciones públicas, fórmula que nario.21 A partir de precedentes engarzados ya en algunas decisiones jurispruden-
traduce la idea de que la actividad administrativa viene disciplinada por un ciales emitidas en el antiguo régimen 22 y luego de un paréntesis extendido hasta
plexo normativo específico perfectamente diferenciado -en tanto contiene téc- la Constitución del Año VIII, la doctrina de las vías de hecho será desarrollada
nicas singulares de regulación y aplicación- del ordenamiento privado e durante el siglo pasado a través de reiterados pronunciamientos producidos a raíz
inversamente de lo que sucede en los ordenamientos incardinados en el sistema . de la multiplicación de irregularidades administrativas en materia de requisiciones.
del rule of law donde, a excepción hecha de regulaciones sectoriales, el Dere- Y aunque es cierto que su sistematización ofreció no pocas dubitaciones; que no
cho privado rige también para numerosos aspectos de la actividad administra- siempre recorrieron el mismo sendero la doctrina y la jurisprudencia23 y que no
tiva.19 En realidad el esquema no es tan simple como usualmente se lo exhibe, faltaron tampoco críticas que cuestionaron seriamente su valor teórico y sus efectos
mas, para lo que aquí verdaderamente interesa, alcanza con puntualizar que por prácticos, su actualidad e importancia es admitida por la doctrina más autorizada. 24
imperio de la concepción continental el Derecho administrativo reposa sobre
una estructura bipolar (Garrido Falla lo ha popularizado en frase que ha hecho S. Presupuestos de las vías de hecho
fortuna) que teóricamente debe conjugar los privilegios de la Administración
Pública y las garantías del particular. En una tesitura rigurosa la expansión de 5.1. Comportamiento material
este criterio justifica plenamente la solución francesa -en materia de conflic- La vía de hecho consiste siempre en una operación práctica, en un com-
tos provocados por la actividad administrativa- que consagra la independen- portamiento material realizado por la Administración Pública (art. 9°, inc. a,
cia de la Administración y de la jurisdicción administrativa frente a la jurisdic- Ley de Procedimientos Administrativos), y consecuentemente, los actos admi-
ción judicial ordinaria. Afirmación, que naturalmente, no significa de mérito nistrativos considerados en forma independiente de su ejecución no pueden
alguno para los ordenamientos encarrilados en la corriente judicial, máxime constituir vía de hecho. 25 Este comportamiento material debe ineludiblemente
cuando en algunos de ellos (tal es lo que ocurre cabalmente en nuestro ordena-
miento jurídico), la conformación de un sistema de justicia administrativa al " González Pérez: ob. cit., p. 4!.
" González Pérez, op. cit., p. 41; A uby-Drago: o p. cit., pp. 551/2.
margen de un encuadramiento orgánico en el Poder Judicial resulta pasible de
" Vid., básicamente, Desgranges: Essai sur la notion de Vol e de Fait en Droit Administratif. Poitiers,
agravio constitucional (art. SO, Constitución Nacional). ]937, pp. 30 y SS.
Dentro de un marco histórico-político determinado y al compás del desa- " La doctrina configuró la vía de hecho, en efecto, como una desnaturalización del acto material
de la Administración Pública, pues el operar en violación de la ley hace que deba considerarse el
rrollo de la jurisdicción administrativa, el Consejo de Estado formulará la doc- acto fuera de toda conexión con la Administración y juzgarse, cual el de un particular, por la
trina de las vías de hecho que constituye seguramente una de las más sutiles jurisdicción ordinaria. Vid. Hauriou: Précis de Droit Administratif. París, 1919, pp. 552/3. La
construcciones de la doctrina francesa para atenuar el principio de independen- jurisprudencia, en cambio, no vincula la vía de hecho al conjunto de operaciones materiales de la
Administración ---<obertura de la teoría de la desnaturalización- sino a las operaciones relati-
cia de la Administración Pública de la jurisdicción ordinaria y que se justifica, vas a ciertos derechos fundamentales.
" Vid. Auby--Drago: op. cit., p. 553; Leclerco: "Le déclin de la voie de fait", Revue de droit public,
1963, p. 657. Es oportuno señalar la atenuación de las consecuencias que pudieran extraerse de
18 la doctrina de las vías de hecho por obra de la teoría de las circunstancias excepcionales que en
Vid., por todos, Garrido Falla: Tratado de Derecho administrativo. t. I, cap. !V, Madrid, 1970 y
Entrena Cuesta: Curso de Derecho administrativo, t. I, cap. 11, Madrid, 1974. hipótesis excepcionales legítima, paradojalmente, la vía de hecho. Vid., Rivera, op. cit., p. 173 y
19
Conf. Vede!: Droit administratif, p. 56, Paris, 1973, donde se define el Derecho administrativo Arrets: "Dame de la Murette", Tribunal de Conflictos, 27 de marzo de !952; "Bosquain", Con-
como le Droit Commun de la puissance publique: García de Enterría-Fernández Rodríguez: sejo de Estado, 19 de febrero 1947; "Arnoux et Delle Charvolin", Tribunal de Conflictos, 26 de
Curso de Derecho administrativo, t. !, cit., pp. l 9 y ss. y el artículo del propio García de Enterría: febrero de !948 y "Office Publicitaire de France", Tribunal de Conflictos, 19 de mayo del954.
"Verso un concetto de Diritto Amministrativo come Dilitto Statutario", Revista trimmestrale di Las citas son de Long-Weil-Braibant: Les Grands Arrers de la Jurisprudence administrative,
diritto publico, t. X, pp. 317 y ss.; Vi llar Palasí, Apuntes de Derecho administrativo, t. cit., Paris, 1974, pp. !41/2 y 382/3.
25
p. 4! 3; Meilán Gil: El proceso de la definición del Derecho administrativo, esp. cap. V, Madrid, Bielsa: op. cit., pp. 633 y ss.; Marienhoff: op. cit., p. 214; Auby-Drago: op. cit., p. 553; González
1967, pp. 65 y SS. Pérez: op. cit., p. 42.
302 FRAGMENTOS Y TESTIMONIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO ACTOS Y CONTRATOS - CARLOS M. GRECCO 303

ser ejecutado por la propia Administración Pública, pues aunque no cabe des- vos) o bien el acto administrativo no es eficaz (art. 11, Ley de Procedimientos
cartar totalmente la vía de hecho cometida por quien pese a no integrar la es- Administrativos y art. 39 de la Reglamentación, dec. 1759172). Empero, es
tructura orgánica de la Administración Pública obra sin embargo en virtud de oportuno señalar que mientras en el supuesto de la ejecución suspendida -
autorización de ésta (v. gr. eventualmente, contratista de obras públicas o con- hipótésis comprensiva no sólo de la suspensión de los efectos del acto por in-
cesionario de servicios públicos), 26 para el efecto principal de la doctrina (par- terposición de recurso sino también .de la suspensión que procediera en los
tición jurisdiccional) esta última situación no es relevante. Ahora bien, como es casos contemplados por el art. 12, segundo párrafo, toda vez que nada justifica
de toda obviedad, no toda actuación material de la Administración constituye un tratamiento distinto-, donde la ley parece sustancialmente aludir a las de-
una vía de hecho, toda vez que por imperio de la autotutela ejecutiva con la que cisiones limitativas de derechos en el supuesto de la ineficacia por falta de
el ordenamiento beneficia a la Administración Pública dispensándola de lacar- notificación no siempre esta falencia acarreará una vía de hecho. Así, por ejem-
ga de verificación judicial previa de su título, el uso de la coacción -de concu- pl9, si bien resulta claro que cuando se trata de un procedimiento ablatorio -
rrir, claro está, los pertinentes requisitos- es perfectamente legítimo (art. 12, ya sea que se refiere a derechos personales o a derechos reales-la notificación
Ley de Procedimientos Administrativos). La configuración de la vía de hecho es indispensable, la exigencia no juega con toda su rigidez cuando, en cambio,
exige pues, ineludiblemente, la irregularidad del comportamiento material, si- el acto administrativo se vincula con un ámbito de actuación material vedado
tuación susceptible de verificarse tanto en los supuestos de irregularidad del preventivamente y que sólo es permitido al particular por imperio, precisamen-
comportamiento material en sí mismo considerado, como en los casos de irre- te, de la decisión autorizativa.
gularidad del acto administrativo que les dio origen. Al margen de la inexistencia de acto administrativo (y de los supuestos
que la ley asimila a tal situación), la irregularidad del comportamiento material
5.2. Irregularidad del comportamiento material administrativo puede provenir: A) De la incoincidencia entre el título jurídico
La mayor parte de las operaciones administrativas requieren -según se (acto administrativo) y la ejecución material. Así, por ejemplo, si en una
ha visto precedentemente- una decisión jurídica previa (acto administrativo), requisición el acto individualizador contempla unos bienes y pretenden requi-
Si esta decisión no ha llegado a dictarse y por lo tanto falta la cobertura que sarse otros.2 8 La discordancia, con todo, debe surgir de manera indubitable pues
autoriza y delimita los alcances de la ejecución, es evidente que el particular de lo contrario la vía de hecho no se configura y el problema se resuelve en el
afectado se encuentra privado de las garantías del debido proceso adjetivo cuestionamiento del acto administrativo respectivo mediante los pertinentes
(art. 1", inc. f, Ley de Procedimientos Administrativos) e impedido de ejercer mecanismos de impugnación. B) De las modalidades de la ejecución. Esta si-
los remedios que el ordenamiento jurídico estatuye para impugnar la decisión tuación abarca aquellos supuestos en los cuales, aun existiendo un acto admi-
administrativa. 27 Dentro de esta situación --que configura la vía de hecho típi- nistrativo legitimador, la Administración Pública no se encuentra habilitada
ca -encuadran también por especial previsión de la Ley de Procedimientos para ejecutar con sus propios medios el mandato en el contenido, bien sea por
Administrativos, las hipótesis contempladas en el art. 9" inc. b) referidas a la su especial naturaleza o por especial prohibición de la ley (art. 12, párr. 1",Ley
ejecución de un acto administrativo estando pendiente algún recurso de los que de Procedimientos Administrativos). 29
en virtud de norma expresa implican la suspensión de los efectos ejecutorios y
la ejecución de un acto administrativo pendiente de notificación. Dogmática- 5.3. Irregularidad del acto administrativo
mente la solución es discutible; mas cabe tener en cuenta que la idea funda- Inversamente de lo que acontece en las hipótesis examinadas preceden-
mental subyacente en el temperamento diseñado por la ley ha sido, probable- temente -en las cuales el comportamiento material de la Administración
mente, que, en las referidas hipótesis, la legalidad es quebrantada Pública es conceptuado irregular- en el supuesto que ahora se analiza, la
-independientemente del valor jurídico de la decisión o acto administrativo-, irregularidad deriva no ya de la operación administrativa considerada en sí
por la circunstancia de que o bien cesa la autotutela ejecutiva (ejecución sus- misma, sino que proviene de la decisión o acto administrativo que se ejecuta.
pendida: art. 12, primer párrafo, in fine, Ley de Procedimientos Administrati- Claro es, entonces, que el principal interrogante que suscita este supuesto,

26
Auby-Drago: op. cit., p. 558; Marienhoff, en cambio, niega que la vía de hecho pueda provenir " Auby-Drago: op. cit., pp. 560-2.
de la acción de un particular (op. cit., p. 1213). " Diversas situaciones son examinadas por Bielsa: o p. cit., p. 638, texto y nota, y p. 643; González
27
Auby-Drago: op. cit., p. 558. Pérez: op. cit., p. 43; Auby-Drago: op. cit., p. 561.
--

FRAGMENTOS Y TESTIMONIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO ACTOS Y CONTRATOS - CARLOS M. GRECCO 305
304

consiste en saber qué clase de irregularidad del acto administrativo podrá 6. Consecuencias de la vía de hecho
generar eventualmente una vía de hecho pues no parece dudoso que una sim- La producción de una vía de hecho genera como efecto principal la para-
ple ilegalidad no basta y que la cuestión deber~, ~amb~én en es.te ~aso, reso!- lización de la jurisdicción contenciosoadministrativa para entender en eljuzga-
verse mediante la impugnación del acto admmistrat¡vo. La JUrisprudencia mientó de todas las cuestiones que de aquella se deriven 33 trasladadas a una
francesa -tanto del Consejo de Estado como del Tribunal de Conflictos-, jurisdicción distinta. La reiterada afirmación de que, en tales casos, correspon-
ha acuñado, para definir la irregularidad grave, la caracterización del acto de la intervención de la jurisdicción ordinaria34 exige, con todo, ciertas preci-
administrativo como manifestement insusceptible d' etre rattaché al" exercise siones que espiguen los condicionamientos propios de lugar y tiempo de la
d'un pouvoir appartenant a l'administration 30 a la aplicación de un texto le- doctrina de las vías de hecho y que, como sucede con la mayoría de las técnicas
gislativo o reglamentario 31 habiendo apelado inclusive, en alguna oportuni- o categorías jurídicas, no resultan transplantables sin más a contextos distintos
dad, a la.teoría de la inexistencia del acto administrativo concebido de la de,, aquellos donde nacieron por falta de correspondencias con las respectivas
manera expuesta. La fórmula forjada por reiterados pronunciamientos engloba, categorías políticas. De tal forma y sobre la base de que los conflictos eventual-
en primer lugar, las hipótesis calificadas como inexistencia virtual por care- mente suscitados por la actividad de la Administración requieren la interven-
cer el autor del acto administrativo de toda competencia administrativa como ción del Poder Judicial, cabe señalar que la exoneración de la competencia del
ocurre, por ejemplo, en la usurpación de funciones, situación e~ la. cual de juez contenciosoadministratívo no provoca correlativamente la exoneración de
forma alguna puede conectarse la decisión con las potestades atnbmdas a la la jurisdicción federal y consiguientemente, en el ámbito de la Ley de Procedi-
Administración Pública. Y es comprensiva, además, de aquellas otras Situa- mientos Administrativos 19.549 --que es una ley de naturaleza federal-35 que,
ciones verificadas cuando, aun emanando el acto de una autoridad admi- aunque con deficiente metodología, contempla la impugnación de las vías de he-
nistrativa, la decisión es entitativamente ajena a la aplicación de un texto cho (art. 23, inc. d) --el juzgamiento de éstas correspondera al tribunal que deba
normativo (v. gr. imposición de tributos sin ley formal que lo permita; esta- aplicar la disciplina general del Derecho común de la responsabilidad (art. 100,
blecimiento de gravámenes reales a propiedades privadas dispuesto por auto- Constitución Nacional; art. 2°, inc. 6°, ley 48 y arts. 41 y 45, ley 13.998) confor-
ridades administrativas sin habilitación legal, etc.). En estas hipótesis -tra- me al ámbito territorial pertinente y con excepción, naturalmente, de la esfera
dicionalmente encuadradas dentro de la categoría de la incompetencia local. No parece ocioso puntualizar, en tal sentido, que radicando la vía de hecho
absoluta- la irregularidad surge de circunstancias objetivas fácilmente en una salida de los poderes de la Administración Pública (Laferriere) la regula-
comprobables o de la calidad del autor del acto y es razonable entonces que ción de la responsabilidad por el Derecho común es plenamente justificada, toda
la operación material administrativa no se encuentre legitimada. vez que, en realidad, la Administración no obra en cuanto tal y, consecuente-
mente, resulta razonable que deje de ser el ordenamiento jurídico-administrativo
5.4. Atentado o lesión de una libertad pública el regulador y recupere su proyección el Derecho común.
o del derecho de propiedad
El comportamiento material de la Administración -devenido irregular 7. Extensión de la atribución competencia[
en los supuestos examinados- debe vincularse inexorablemente con los bie-
El tribunal competente es, en primer término, quien debe decidir la con-
nes que resultan afectados por aquel obrar. La vía de hecho se r:fiere :-en s~ currencia efectiva de la vía de hecho 36 y, verificada su existencia, debe entrar en
construcción tradicional-, a los derechos emergentes de la propiedad mm obi-
el conocimiento de los diversos aspectos de la cuestión. Este temperamento, sin
liaria o mobiliaria) o bien a alguna de las libertades públicas garantizadas por el
embargo, reconoce una excepción en la hipótesis de que, promediando decisión
ordenamiento jurídico. 32 administrativa vinculada con el comportamiento material ejecutado por laAdmi-

•• Arret: "Carlier", Consejo de Estado del18 de noviembre de 1949. Vid. Vedel: op cit., p. 104; Rivero:
op. cit., p. 173; Bowjol; op. cit., p. 90, comp. Benoit: Le DroitA.dministr~tij Franrais, Tolosa, 1968, 33Auby-Drago: op. cit., p. 564; González Pérez: op. cit;pp. 45/6;Bielsa: op. cit., p. 633; Marienhoff:
p. 427; Wigny: Droit Administratif, Bruselas, 1962, p. 127; Waline: op. c1t., pp. 321 Yss. . op. cit., pp. 215-6.
34Marienhoff: op. cit., p. 216; Escola: op. cit., p. 121.
" Arret: "Consorts Perrin", Tribunal de Conflictos, 11 de febrero de 1947, Vid. R1vero: op. Cit.,
" Conf. Corte Suprema de Justicia Nacional, 20 noviembre 1979, autos "Blanco, Osear C. c!Uni-
~In. . . . . .
" No se extiende, con todo, a la lesión de una hbertad mnonunada. Vid. Auby-Drago. op. Cit., versidad de La Platas/nulidad acto administrativo", esp. consid. 4°, U, t. 1980-A, p. 285.
p. 564, quienes citan como ejemplo el derecho de visita de monumentos históricos. " Vid. Marienhoff: op. cit., p. 216; González Pérez: op. cit., p. 47.
306 FRAGMENTOS Y TESTIMONIOS DEL DERECHO ADMINISTRATNO

nistración, la irregularidad no aparezca claramente configurada pues, en este caso,


el examen de la legalidad compete al juez contenciosoadrninistrativo. Por otra
parte, aunque normalmente la vía de hecho alcanza a las operaciones ejecuta-
das nada impide que, con el fin de prevenir posibles ataques a los derechos
fundamentales, el órgano judicial extienda su competencia para proteger tales
derechos cuando fueran anunciados comportamientos materiales que puedan
llegar a constituir vías de hecho. 37 Finalmente, es atribución del órgano judicial
competente la determinación de la responsabilidad patrimonial -precisando
la naturaleza y extensión de dos daños- y la fijación de las indemnizaciones
correspondientes por los perjuicios ocasionados al particular con motivo de la VI
vía de hecho. 38 CONTRATACIONES DEL ESTADO*
CARLOS MANUEL GRECCO
8. A modo de conclusión
l. Los convenios de la Administración Pública
Tras el examen de las líneas más generales que de las vías de hecho rea-
1.1. Concepto general
liza la Ley de Procedimientos Administrativos creo que, requerido un juicio,
éste ha de ser eminentemente positivo. Abstracción hecha de alguna ligera crí- Es una realidad cotidiana, de muy fácil verificación, la utilización de la
tica ----que apunta sólo a criterios dogmáticos, por naturaleza opinables- el técnica contractual por parte de la Administración Pública. Existen, en efecto
hecho mismo de su recepción normativa, previniendo posibles hipótesis de con- servicios que gestionar, obras que realizar y necesidades materiales que satisfa-
figuración, constituye de por sí un mérito indudable. Mas sobre todo -y esto cer y para todo ello el manejo contractual es indispensable. De ahí entonces que
para mí es de primer orden- la regulación concreta un presupuesto ideológico la Administración Pública además de las declaraciones unilaterales concretadas
de singular valor cual es, cabalmente, el sometimiento de la Administración al en aquellos que denominamos actos administrativos emita también declaracio-
principio de legalidad acotando el ámbito de la potestad relacional a márgenes nes productoras de efectos jurídicos que no proceden de su exclusiva voluntad
tasados de habilitación. Con esta afirmación se quiere significar nada menos sino que requieren el concurso de otra y otras voluntades provenientes de diver-
que la libertad opera siempre como presunción general (art. 19, Constitución sos sujetos. Ahora bien, en este último aspecto es necesario distinguir --confor-
Nacional) y que las intervenciones !imitadoras únicamente se legitiman ante el me indica E. García de EntelTÍa- aquellos supuestos en los cuales se produce
una coincidencia de voluntades entre la Administración Pública y un sujeto pero
expreso mandato de la ley formal. Haber transformado este postulado ideológi-
que no se expresan mediante una declaración conjunta o simultánea sino mediante
co elemental del Estado de Derecho en imperativo jurídico, proscribiendo la
actos jurídicos sucesivos que se mantienen perfectamente diferenciados como pro-
arbitrariedad, es realmente plausible. Y aunque corno alguna vez afirmó
pios de cada uno de los sujetos intervinientes. Así, por ejemplo, existe coincidencia
Carnelutti, la bondad de una ley al igual que la belleza de la música no depende
de voluntades cuando la Administración Pública nombra un funcionario, hipóte-
sólo de quien la compone sino de quien la ejecuta, el avance es significativo. 39
sis en la cual el acto de designación y la circunstancia de tomar posesión efectiva
de un cargo implican un consenso volitivo. Mas de lo que aquí se trata no es de la
superposición de actos unilaterales exclusivos o propios de los sujetos, sino de
" Vid. Auby-Drago: op. cit., p. 569 y Tribunal de Conflictos, Arrét: "Hilaire" del 18 de diciembre algo diferente y que, en lo sustancial, consiste en la conjunción simultánea (lo
de 1947. La vinculación entre la situación descripta y el mecanismo del amparo es examinada,
genéricamente, por Fiorini: op. cit., t. I, pp. 460/1. cual no implica que forzosamente deba serlo en el mismo momento, temporal-
1
38 Marienhoff: op. cit., p. 216. mente hablando) de voluntades para consagrar un vínculo jurídico determinado.
" Conf. Fiorini: op. cit., t. l, p. 450. La crítica deFiorini alude, sobre todo, a la pretensión de jerarquizar
la vía de hecho como figura o más bien como categoría jurídica, circunstancia que sin embargo no
impide --como el propio autor lo destaca- reconocer el valor de la recepción legislativa prescin- * Publicado en Seminarios de Tecnologías Administrativas, Instituto Nacional de la Administra-
dtendo de que algunas de sus facetas dogmáticas resulten discutibles. Importa destacar, asimismo, ción Pública, 1982.
que en el tratamiento de las vías de hecho realizado en este trabajo deliberadamente se ha prescin- 1 (Confr. E. García de Enterria-T. R. Femández Rodríguez: Curso de Derecho adminislrativo.
dtdo de dos cuestwnes conexas de significativa importancia (responsabilidad personal de los fun- t. 1, Madrid, 1974, pp. 481/2.
cionarios y vías de hecho constitutivas de delito) cuyo examen desbordaría los límites impuestos.

También podría gustarte