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Resumen 2° Parcial- Teoría Psicoanalítica III (2016)

UNIDAD III: La Función Paterna


TEORICO N°7
- Función paterna
Vamos a trabajar con el Seminario 5, las formaciones del Inconsciente, al Seminario no lo voy a seguir
cronológicamente en el sentido de ir en un sentido progresivo sino que vamos a ir y volver con el Seminario.
Lo que vamos a empezar a ver es lo que podríamos llamar la lectura lacaniana del Edipo freudiano.
Cuando Freud formula la teoría del Edipo ¿Por qué o para qué la formula? ¿Por qué Freud habla de Edipo?
Estudiante: Introducción a la sexualidad (infantil).
Profesor: si, la sexualidad es infantil, no hay otra, no hay otra sexualidad que la infantil. Porque la pulsión es siempre
parcial y no se totaliza en genitalidad como decían los posfreudianos, entonces la sexualidad es siempre infantil, no
hay otra. Pero entonces con el Edipo ¿a dónde apunta Freud? A la sexualidad y más específicamente a ¿qué de la

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sexualidad? A la diferencia sexual, la identificación, las identificaciones, o sea, el pasaje por el Edipo, desde Freud, es
lo que posibilita la identificación a hombre o mujer.
Estudiante: la identificación, el narcisismo, sería la identificación de Lacan en el espejo y la primera identificación.
Profesor: si, en Freud también el narcisismo es la primera identificación justamente el Edipo en Freud, el ingreso al
Edipo, es lo que rompe la completud narcisista. Edipo, el pasaje por el Edipo viene a romper la completud narcisista
¿Por qué? Justamente porque posibilita la identificación. Entonces, en tanto hombres o mujeres hay algo que nos

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falta, hay algo que no se tiene. La diferencia sexual rompe el narcisismo, rompe el paraíso narcisista la diferencia
sexual. La diferencia sexual destruye a “his majesty the baby”. Y en Freud, esa diferencia Sexual, ¿Cómo es? ¿O en
base a qué? ¿Cómo plantea Freud la diferencia sexual? Fálico-castrado. O sea, Freud dice que lo que está en el
centro del Edipo es la castración. Temor a la castración en el varón, envidia del pene en la niña. O sea, lo que pone
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en el centro del Edipo es el falo. La falta es fálica.
Nosotros vimos Levi-Strauss. ¿Qué dice Levi-Strauss del Edipo? ¿Qué toma Lacan? Levi-Strauss dice justamente lo
contrario, que es universal, efectivamente.
Levi-Strauss es un antropólogo que dice que la ley del tabú del incesto es universal. No disiente con Freud. En todo
caso, lo que sí va a decir Levi-Strauss, que toma Lacan, es que el incesto es siempre con la madre. Tanto para el
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varón como para la niña, el incesto es siempre con la madre. ¿Por qué? Porque recuerden que Levi-Strauss parte de
la oposición naturaleza/cultura. Entonces, en esa oposición naturaleza/cultura va a ubicar a la madre más cerca del
polo de la naturaleza y al padre lo ubica más cerca del polo de la cultura. Levi-Strauss es un antropólogo, es
estructuralista y, si decimos estructuralista, estamos diciendo alguien que plantea las cosas de lo que nosotros
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podríamos llamar el registro de lo simbólico. Entonces la ley del tabú del incesto, qué es de Levi-Strauss y toma
Lacan, con la ley del tabú del incesto lo que se posibilita es el ingreso al mundo simbólico.
Rubén: el gran Otro es función paterna. No digo el padre, digo FUNCIÓN paterna. La función paterna la puede
cumplir cualquiera. El lugar del gran Otro es un lugar, un lugar en la estructura. Es un lugar simbólico en la


estructura.
Estudiante: La ley es simbólica-fálica
Rubén: La ley es simbólica. ¿Qué quiere decir una estructura? ¿Qué es una estructura?
Entonces, una estructura, es la relación que se produce entre los elementos de un sistema de tal modo que si
modificamos uno se nos modifica todo. La estructura se trata de lugares, lugares que van más allá de los personajes,
lugares en donde los personajes van a ser quienes cumplan la función, y obviamente que no es lo mismo un
personaje que otro, pero la estructura como tal va más allá de los personajes.
Entonces cuando lacan introduce el concepto de estructura, lo que está diciendo que se necesita una estructura en
la cual el sujeto se constituye, esa estructura tiene necesariamente tres elementos, el padre, la madre y el hijo,
siempre se necesitan de los tres elementos, ¿pero si el padre no está? Esta el lugar, ahora vamos a ir trabajando
esto, la cuestión de los lugares. Desde la lectura estructuralista que le hace lacan, él va a decir lo importante es que
haya un lugar tercero, que venga a encarnar esta función, porque en esa sociedad donde se desconoce el papel
biológico del padre la mujer para embarazarse, tiene que ir a la montaña y permanecer sentada un día en una piedra
y entonces de esa manera el dios de la montaña la va a fecundar, o sea hay un ritual con una tercereidad.

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Hay un gran otro, que posibilita la existencia de la estructura. Entonces la estructura es de tres, Lacan la va a
representar, estamos en el seminario 5, primera época de lacan, retorno a Freud, la época del Lacan simbólico, que
dice que hay que simbolizar lo imaginario.
Entonces Lacan va a decir entonces que el Edipo es una estructura que está siempre tercerizada. Y lo va a
representar con dos triángulos, el triángulo simbólico y el triángulo imaginario.

En el triángulo simbólico escribe el niño, la madre y el padre, el padre ocupando este vértice simbólico

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En el triángulo imaginario escribe el niño, la madre, y esta griega que es la pi minúscula que es el modo que tiene
Lacan de describir el falo. Cuando es mayúscula es falo simbólico, cuando es minúscula es falo imaginario;
- Ustedes este esquema lo tienen en la página 189 en la clase del seminario V de los tres tiempos del Edipo.
En la página 188 dice Lacan, “desde esta primera simbolización en la que el deseo del niño se afirma, se gozan todas
las complicaciones ulteriores de la simbolización, pues su deseo, es deseo del deseo de la madre”. Lacan hegeliano,
dice el deseo es el deseo del deseo de la madre, o sea, el deseo es el deseo del otro. El chico va a ser deseante en

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tanto y en cuanto haya sido deseado por su madre. En consecuencia se abre una dimensión por la cual se inscribe
virtualmente lo que desea objetivamente la propia madre, en cuanto ser que vive en el mundo del símbolo y donde
éste está presente en un mundo parlante”, o sea la madre vive en un mundo simbólico. Acá Lacan pone casi como
sinónimos mundo simbólico y mundo parlante, para decir entonces que el chico se viene a inscribir en el mundo
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simbólico de la madre.
El lenguaje es la transmisión, es el mundo simbólico por excelencia y a través del lenguaje entonces, a través de los
dichos, vamos a saber algo de ese deseo del Otro.
Un poco más abajo dice Lacan: “que la simbolización primordial de la madre va y viene”, va y viene ¿A que les
recuerda esto de va y viene? La simbolización primordial de la madre va y viene, al fort-da. El fort-da es la
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representación, es como lo podemos pensar, como podemos imaginarizar ¿No? Esa primera simbolización del chico,
va y viene, acá y allá, esta y no está, dice Lacan: “entonces aquella madre que va y viene, a la que se llama cuando
no está”. O sea la insatisfacción del deseo, puesta en su origen ¿Por qué cuando esta se la rechaza? Si cuando no
esta se la llama.
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Estudiante: porque lo que le da satisfacción es el desearla, que no este.


Profesor: para que haya deseo tiene que haber ausencia, cuando está se la rechaza, es que el estar o no estar no es
solo presencia física, se está o no se está desde el deseo, se puede estar presente sin estar, o se puede no estar
estando, desde el deseo. Lo que entonces empieza Lacan a poner en el centro de la escena es el deseo, y el deseo en


relación ¿a qué? ¿Porque una mujer desea un hijo? ¿Que decía Freud?
Estudiante: por el deseo del falo.
Profesor: o sea una mujer quiere un hijo porque quiere un falo, esto es lo que dice Freud. La falta fálica produce el
deseo del hijo, pene=hijo, ecuación simbólica, entonces el hijo viene a ocupar el lugar del falo, entonces
imaginariamente el deseo de hijo o el hijo viene a ocupar este lugar del falo, o sea que el hijo produciría, en una
mujer, la completud imaginaria.
Entonces en este Lacan simbólico, la falta es simbólica. ¿Por qué? Porque la falta siempre es simbólica. Recuerden
que en Lacan, en lo real no falta nada.
Lo imaginario en este primer Lacan viene a ser una consecuencia de la falta primera simbólica. Por eso la ecuación
simbólica de la que habla Freud: Pene=Niño. Desde ahí entonces es que el niño viene a simbolizar la posibilidad del
completamiento fálico de la mujer. Y entonces imaginariamente el niño viene a ocupar este lugar de falo para la
madre.
Estudiante: cuando dice que la falta es simbólica, ¿qué quiere decir, que está determinada desde el lenguaje?

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Profesor: Exactamente, exactamente. La falta está determinada desde el lenguaje, porque el lenguaje está en falta.
Porque no hay significante capaz de abarcar la cosa en lo real.
- Entonces, la falta…. el primer Lacan tomando Saussure dice: La palabra mata la cosa (lo del árbol).
Cuando el chico dice mamá por primera vez, mamá ya no está, ya no la tiene. No es que no está, ya no la tiene. Ya la
perdió y por eso necesita llamarla. Y como dice Lacan: Cuando está la rechaza. ¿Para qué? Para seguir simbolizando.
Ahora, la palabra mata la cosa, pero no la mata del todo. La mata, pero algo de esa cosa siempre pervive. Eso sería el
deseo, tiene que ver con el deseo que no se agota y tiene que ver con lo real.
- Queda un resto de lo real, exactamente, un residuo no simbolizado. Por eso insistimos los analistas, para
intentar abarcar, para intentar meter en la trama simbólica eso que no fue simbolizado, eso que escapó a la
simbolización, el más allá de la necesidad.

El Edipo en tres tiempos del que habla Lacan, no es ni opuesto al de Freud ni lo niega, sino que es el punto de

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partida. Porque el esquema es freudiano, Lacan no inventó nada. Esto es una manera de leer a Freud. Lo del
triángulo simbólico-imaginario es la lectura, la lectura simbólica que él le hace.
• Entonces en este primer tiempo del Edipo lo va a pensar Lacan para pensar la constitución del sujeto y ya no
para pensar solamente la identificación al sexo, hombre/mujer como lo plantea Freud. Por lo tanto, la
diferencia hombre/mujer en Lacan la vamos a encontrar en el último tiempo del Edipo. En este primer
tiempo, dice Lacan “Lo que el niño busca, en cuanto deseo de deseo, es poder satisfacer el deseo de su

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madre, es decir ser o no ser el objeto del deseo de la madre” (pp. 197). O sea que podríamos decir que el
niño se identifica o también podríamos decir al niño lo identifican al objeto de deseo de la madre. Lo
identifican al falo. Entonces tenemos un primer tiempo, de la completud narcisista. Primer tiempo que
podemos asimilarlo a la fase del espejo, a esa constitución especular.
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Entonces, completud narcisista, tanto para la madre como para el niño, la madre aparece como poseedora de este
objeto deseado, el falo, y el niño es el falo, completud narcisista para ambos. El padre acá parecería que no
interviene, parecería.
• Segundo tiempo dice Lacan, “les he dicho que en el plano imaginario el padre interviene realmente como
privador de la madre” (pp. 198), fíjense esta cuestión de la privación: castración, frustración. Entonces, en el
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plano imaginario el padre interviene como privador de la madre. Continua diciendo “en efecto eso con lo
que el sujeto interroga al otro al recorrerlo todo entero encuentra siempre en él, en algún lado, al otro del
otro”, ya no solamente hay un otro, ahora hay un otro del otro, o sea, aquel que viene a garantizar la
existencia del otro.
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Estudiante: Al otro del otro, a saber su propia ley.


El que garantiza la existencia, la madre, que es el primer Otro para el niño. O sea, si la madre no hace lo que se le
canta, es porque la madre está acotada por una ley, cuando digo una ley no digo solo ley jurídica. Cuando la madre
va al pediatra y le pregunta a qué edad tiene que introducir la papilla, está reconociendo que hay una tarceridad


entre ella y el chico, llamado pediatra que tiene un saber que ella no tiene y que ese saber va a estar
mediando. Entonces, ese Otro que es la madre tiene un Otro, que es la ley. La ley de la madre no es absoluta, no cae
de forma absoluta sobre el hijo, a veces sí, pero en principio, lo esperable que esa ley que podría ser absoluta de la
madre no lo sea. Que haya una tercereidad, o sea que haya un Otro del Otro.
E: ¿el Otro es el que garantiza la existencia de la madre?
Profesor: Si, hay una ley cultural, como ley tercera, que esta de alguna manera determinando las acciones de la
madre. En nuestra cultura ira al pediatra, en otra cultura ira al brujo, va más allá de la ley jurídica.
Este lugar tercero, lugar simbólico, en el que Lacan ubica al padre. Pero Lacan va a decir “lugar de la función
paterna”, por eso acá Lacan nos está presentando al Padre simbólico. Es este lugar tercero que funciona para la
madre. Si el padre no está, de todos modos, lo esperable, es que este lugar tercero funcione en la madre. O sea, que
hay una terceridad, personificada en el pediatra, personificada en algún tercero. En el que la madre reconoce algo
que va más allá, que está más allá entre el hijo y ella.
Dice Lacan: “En este nivel se produce lo que hace que al niño le vuelva, pura y simplemente la ley del padre,
concebida imaginariamente por el sujeto como privadora para la madre. Es el estadio, digamos, nodal y negativo.

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Por el cual lo que desprende al sujeto de su identificación, lo liga al mismo tiempo con la primera aparición de la ley
en la forma de este hecho. La madre es dependiente de un objeto, que ya no es simplemente el objeto de su deseo.
Sino un objeto que el otro tiene o no tiene.”
A este lugar tercero, Lacan lo llama padre. Función paterna, función de la ley. Y Lacan dice estadio “nodal y
negativo”. Nodal hace referencia al nudo, algo ahí se anuda, podríamos pensar la ley. ¿Por qué negativo entonces?
porque la aparición de esta terceridad lo que produce es una ley, que como toda ley implica siempre una
prohibición, lo que se puede y lo que no se puede ¿Qué es lo que se prohíbe? La madre, o sea el tabú del incesto, la
prohibición del incesto, soportado en el padre, el Padre aparece como terceridad entre el hijo y la madre, con una
ley, una ley que es de doble prohibición: hacia el niño “no yacerás con tu madre”, hacia la madre “no reintegraras tu
producto”.
Lacan a esta función paterna, a esta operación del padre, la llama “el nombre del Padre”. En francés, “le nom” hace
referencia al apellido, pero no se trata del apellido del padre, si bien es una cuestión a considerar al menos en la

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clínica. Lacan plantea que el nombre del padre le está dando alguna preminencia, si bien no es lo mismo, no es que
el nombre del padre sea el nombre del padre o el apellido del padre, sino que el nombre el padre es una función. Es
el nombre con el cual Lacan llama a la función tercera, el nombre del padre.
Es la marca que un padre puede dejar en el hijo. Porque efectivamente de una madre no se duda en lo biológico, la
mujer puede decir yo lo lleve 9 meses en el vientre. Es madre biológica, ahí no hay ninguna duda Y el padre ¿qué
puede decir?

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E: Dudar.
Profesor: Y entonces frente a la duda ¿qué puede hacer? Adoptar al hijo, adoptar, hacerlo suyo. ¿Y cómo hace un
padre suyo al hijo? donándole su apellido. Entonces que el apellido sea paterno no es producto de una sociedad
machista, es producto de la debilidad del padre.
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Entonces, la función del padre simbólico, la función del nombre del padre, es la función tercera, por lo tanto es la
función sostenedora de una ley: ley del tabú del incesto, ley de prohibición. O sea que se supone, se espera, que un
padre sea alguien que pueda sostener una ley, estamos hablando de ley cultural o si ustedes quieren de la ley del
deseo.
E: ¿ese lugar padre existe o le da validez la mujer?
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Prof.: Si, tiene que estar habilitado de ella. Sino lo habilita habrá consecuencias que ya vamos a mencionar.
E: Usted recién estaba hablado de que daría la sensación de que podríamos ubicar un padre real, un padre
imaginario y un padre simbólico. Me preguntaba si sucede lo mismo con la madre ¿qué pasa si no hay madre real?
Prof.: Madre tiene que haber siempre, no puede no haber madre. Tiene que haber alguien que ocupe ese lugar… no
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digo madre biológica. No puede no haber madre, para la constitución subjetiva alguien tiene que haber.
Estamos hablando de leyes del deseo. ¿Quiénes son los padres de un hijo? No los que los hacen, Los que lo desean,
que no es lo mismo. Los que los hacen pueden cumplir o no con su función. Los que los desean, esos son los que
cumplen con la función, los que ponen un deseo sobre el hijo. Padres son aquellos que ponen sus deseos sobre el


hijo.
E: ¿Entonces hay 3 mamás?
Prof.: No, “madre hay una sola” dice el dicho. Padres podes dudar y puede haber más de uno. De hecho en la clínica
se escucha esto. Pacientes que dicen “yo tuve más de un padre”. Entonces, la función paterna puede estar dividida
en personajes. Pero si hay aspectos simbólico, imaginario y real del padre.
Entonces este padre simbólico, padre sostenedor de la ley, nombre del padre… Lacan va hacer un juego de palabras
en francés en donde “nombre” se escribe: Nom y “no” se escribe: Non y suenan homófonicos. Entonces cuando se
dice “nombre del padre” en francés se puede escuchar el “no del padre”. Por eso, este tiempo –estamos siempre en
el segundo tiempo- dice Lacan es nodal y negativo. O sea, es el tiempo del NO: no reintegraras tu producto, no
yacerás con tu madre. Momento del no, momento de la prohibición, del padre terrible.
Todo padre, en tanto padre, si cumple con su función es el padre terrible, porque es el momento del no y de la
prohibición. Todo padre tiene algo de padre terrible. Cuando la madre le dice al hijo: “ya vas a ver cuando llegue tu
padre” no está mal, que la madre invoque a la función tercera. Que el padre ausente esté presente en el discurso de
la madre como terceridad, como un Otro. Lo que sí es terrible es cuando la madre le dice: “esto queda como un

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secreto nuestro, no se lo cuentes a tu padre”. Eso sí es terrible ¿Por qué es terrible? Porque es una relación
incestuosa. Hay algo entre la madre y el hijo/a que queda como una cuestión de intimidad por fuera de cualquier
terceridad.
E: Y entonces entre un hijo y el padre también.
Profesor: Por supuesto, pero tiene otro carácter. Porque el verdadero incesto es con la madre.
Alumno: ¿La madre va a invocar a ese Otro, o sea la función paterna, en la medida en la que ella también la haya
recibido?
Profesor: Exactamente, en la medida en que ella reconozca algo de una terceridad.
Alumna: ¿Se puede reparar en terapia no haber recibido esa función paterna?
Profesor: No sé si la palabra es reparar, pero de eso se trata la clínica, de poder analizar los puntos de falla que la
función paterna siempre tiene, no existe la función paterna sin falla, y por esto no existe el sujeto sin angustia, el
sujeto sin conflicto, sin súper yo, de eso se trata un análisis.

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- Lacan dice nodal y negativo, momento de la prohibición, de instauración de la ley, del padre terrible:
Lacan pagina 199: “Acuérdense de Juanito, el padre es de lo más amable, está de lo más presente, es lo más
inteligente, de lo más amistoso con Juan, no parece en absoluto un imbécil, llevo a Juanito a Freud lo cual en aquella
época era a pesar de todo dar muestra de un espíritu ilustrado, y sin embargo es totalmente inoperante porque lo
que dice es exactamente como si tocara la flauta, quiero decir para la madre, esto es clarísimo cuales quiera sean las
relaciones entre los personajes parentales”.

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Un poco antes de esto, en la página 171, dice Lacan: “Ciertamente la cuestión de la ausencia o la presencia del
padre, del carácter benéfico o maléfico del padre no se oculta, también hemos visto aparecer ciertamente el termino
de carencia paterna y esto no es enfrentarse con un tema menor, saber que se haya podido decir al respecto y si se
sostenía lo mismo, pero en fin esa carencia paterna, la llamen así o de otra forma, es un tema que está a la orden del
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día”.
Más adelante (pp. 171) dice: “Están los padres débiles, los padres sumisos, los padres sometidos, los padres
castigados por su mujer y finalmente los padres lisiados, los padres ciegos, todo lo que ustedes quieran. De cualquier
forma se debería tratar de ver que se desprende de cada situación y de encontrar las formulas mínimas que nos
permitan progresar”.
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Y también dice Lacan que un Edipo podía constituirse muy bien cuando el padre no estaba presente, fíjense, un
ejemplo del padre de Juanito, que yo siempre digo que es imposible, tener más presencia física que el padre de
Juanito, uno lee el historial y parece que el padre de Juanito no trabajaba, estaba todo el día corriendo atrás de
Juanito con sus anotaciones para llevárselas a Freud. O sea más presente, insisto presencia física más que el padre
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de Juanito imposible, más amable, más dedicado, y sin embargo, no pasaba nada. Dice Lacan es como si le tocara la
flauta a la madre. Recuerden que Juanito se bañaba junto con su madre, se metía en la cama junto con su madre,
cuando le pregunta a la madre si tiene pito, la madre le dice que sí y cuando le pregunta al padre como nació, el
padre le responde, porque el buen Dios así lo quiso.


Entonces toda la presencia física del padre, no alcanza ni sirve para nada, porque de lo que se trata es de deseos.
Cuando Juanito es adolescente los padres se separan y la madre de Juanito entabla una relación homosexual, todo
esto lo cuento para hablar del deseo de los padres, el deseo de los padres que determinan el destino de un sujeto.
Entonces, entre los padres de Juanito no había deseo, ni la madre sostenía demasiado el deseo del padre, ni el padre
se sostenía así mismo. Entonces la fobia de Juanito a los caballos, Lacan va a decir que el caballo es un sustituto de la
función paterna fallida, el caballo viene a operar como un peligro o una prohibición para Juanito, la prohibición que
el padre no sostenía.
E: ¿Puede ser que en el fondo la deseaba a esa intervención de la función del padre?
Profesor: por supuesto que la deseaba, por eso se inventa un síntoma, porque el síntoma es de Juanito. El síntoma
siempre, siempre es una invención del sujeto, si bien obviamente tiene un anclaje en la historia.
Entonces lo que quiero subrayar es esto: el síntoma es una invención del sujeto que viene a solucionar esto, el
problema de la falla de la función paterna.
En Freud es distinto el asunto, porque en Freud, el caballo es una amenaza de castración para Juanito. En Lacan, esa
amenaza de castración es una solución para del problema, es una invención de una terceridad, es una amenaza.

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Porque aparte el caballo ¿Qué le amenazaba a Juanito?, morder los genitales, no era cualquier temor el que le tenía
Juanito, era el que le muerda los genitales, o sea que lo castren.
E: Ahora, por ejemplo, en el caso de Juanito lo transforma en una fobia. ¿Y también se puede mencionar esto en los
chicos que continuamente desafían la autoridad de los padres?
Profesor: Totalmente.
E: Buscando un no, ese no que nunca llega.
Profesor: Exactamente. Que nunca llega o bien llega de una manera que no implica el sostenimiento de una ley,
porque no todo “no” es el sostenimiento de una ley. Por empezar ¿Quién sostiene el no?, o sea, si el padre es un
estafador, va a ser difícil que ese no tenga algún efecto. Porque la cuestión de la prohibición, es una prohibición
desde una ley y no desde un capricho, desde una ley. Por supuesto que los limites se necesitan. Ahora, la cuestión es
quién, qué, y cómo se pone. En primer lugar si quien lo intenta poner está habilitado, habilitado desde el hijo, en
segundo lugar cómo se intenta poner, de qué manera, si es solo el capricho de alguien no es una ley.

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E: ¿Tiene que ser ley primero en la persona que dice que no?
Profesor: Exactamente, tiene que ser ley en quien dice que no. Si yo dijera que acá está prohibido fumar y yo fumo,
no es ley, ustedes se sentirían con derecho, autorizados también a fumar, entonces no es ley. La ley tiene que estar
autorizada desde quien la emite.
Alumna: Si acá dice no fumar y yo fumo, ¿dónde está la ley?
Profesor: Para la madre la palabra del padre. Lacan va a decir lo que cuenta es la palabra del Padre, el efecto que

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puede tener la palabra del padre en la madre, esto es lo que Lacan presenta a esta altura, después va a decir otra
cosa, pero a esta altura es lo que Lacan presenta como sostenimiento de la ley, la palabra del padre sostenida
desde la madre, o produciendo efecto en la madre.
En el caso de Juanito la madre no otorga ese espacio, ese lugar. Juanito estaba sometido a la ley de la madre, en
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algún sentido. Juanito encarna los mayores servicios, estaba sometido y esta es la fuente de su fobia y su angustia. La
angustia Lacan la empieza a referir acá a este –podríamos decir- encierro con la madre, por lo menos como que está
dicho acá, no va a ser lo único que va a decir, pero acá está dicho así. La angustia y la fobia, es producto del encierro
con la madre.
- Lacan hace una lectura simbólica de Freud. Entonces, cuando Lacan dice que la angustia y la fobia tiene que
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ver con este encierro con la madre es una lectura simbólica, ¿por qué? Porque está pensando desde la
estructura simbólica como la plantea Levi-Strauss, la terceridad.
Entonces, si la función paterna como lugar tercero no está funcionando el chico no puede salir de éste lugar de falo
para la madre, no puede abandonar éste lugar. Entonces, quedar fijado, por decirlo de algún modo, a ese lugar, es
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quedar fijado a los caprichos de la madre, no a la ley de la madre. Se bañaba con él, lo llevaba a su cama, cuando le
pregunta “si tienes pito” le dice que sí, esos son los caprichos de la madre.
E: Con la consecuencia que puede tener en la vida afectiva del chico ¿no?
Profesor: Angustia y fobia, claramente dice Lacan.


E: Pero en la elección de objeto ¿no puede haber influencia de esto?


Profesor: Y por supuesto, por supuesto. Juanito nunca hizo pareja ni hetero ni homosexual, por lo menos en lo que
se conoce públicamente porque Juanito, no sé si conocen la historia… Juanito después Herbert Graf un “reciser” son
los que arman las escenografías de las óperas y Juanito fue el primer reciser, fue el creador de la profesión,
entonces, se conoce de su vida porque era un personaje público, conocido pero dentro del ambiente musical.
• El tercer tiempo, “el padre puede darle a la madre lo que ella desea, y puede dárselo porque lo tiene”. Aquí
interviene por lo tanto el hecho de la potencia en el sentido genital de la palabra. Digamos que el padre es
un padre potente, por eso la relación con la madre y la madre con el padre vuelve al plano real, así la
identificación que puede producirse con la instancia paterna se ha realizado en estos tres tiempos” (pp. 200).
Y entonces Lacan pasa a describir (misma pp.), en primer lugar, o sea, en primer tiempo “la instancia paterna
se introduce bajo una forma velada o todavía no se ha manifestado” ¿qué quiere decir velada? Por eso yo les
decía cuando hablábamos del primer tiempo aquí parecería que el padre no aparece o no está pero Lacan
después de darnos esta vuelta dice “sí está, está en forma velada”.
E: Encubierta…

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Profesor: Encubierta ¿en qué o por qué? En el deseo de la madre.
En el fort-da por ej., éste se da porque hay una terceridad que ya está incluida en él, porque la cuestión de los 3
tiempos, no hay que entenderlos como 3 tiempos evolutivos, son 3 tiempos lógicos. ¿Qué quiere decir lógicos y no
cronológicos? Que no puede haber segundo tiempo si no hubo antes un primero, no podemos pasar del primero al
tercero, tenemos que seguir la secuencia.
Se produce desde que el chico nace, o sea los tiempos están incluidos desde el vamos. Cuando Lacan habla de los
tres tiempos es una manera pedagógica en un Lacan que todavía quería hacerse entender. Pero donde insisto no son
cronológicos sino que el tercer tiempo ya está incluido en el primero, porque cuando hablamos del primer tiempo y
hablamos de esa completud narcisista, de la completud fálica. No es que el padre no está y de pronto aparece en
algún momento. El padre está presente en el deseo de la madre. Entonces, la completud imaginaria en el primer
tiempo de Edipo ya está, si es que lo está, de alguna manera tercerizada. Los tiempos están incluidos uno en el otro.
Entonces, primer tiempo el padre está velado, por eso la cuestión del falo ya está planteada en algún lugar en la

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madre donde el niño va a encontrarla. O sea Lacan piensa los tres tiempos de posesión fálica. En el primer tiempo el
falo está en la madre, en segundo lugar el padre se afirma en su presencia privadora en tanto que es quien soporta
la ley, y esto ya no se produce de una forma velada sino de una forma mediada por la madre que es quien lo
establece como le dicta la ley, ya no es velado, esta mediado
“En el tercer tiempo, el padre se revela en tanto que él tiene, es la salida del Edipo, dicha salida es favorable si la
identificación con el padre se produce en este tercer tiempo. Esta identificación se llama ideal del yo”.

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O sea, Lacan ubica la constitución del ideal del yo del chico en ese tercer tiempo, de salida del Edipo ahí donde el
padre tiene que dar muestras de su potencia, de su posesión fálica. “En el tercer tiempo pues el padre interviene
como real y potente”.
La identificación secundaria en Freud, decíamos del chico a la ley del padre, si querés ser como yo búscate otra
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mujer porque yo no me case con mi madre. O sea, esa salida en Freud también es una salida por el ideal del yo, la
identificación ya no es a lo que el padre es, la identificación es al ideal.
Acá dice Lacan (pp. 201): “No quiere decir que el niño va a tomar posesión de todos sus poderes sexuales, y
ejercerlos. Muy al contrario, no los ejerce, se puede decir que aparentemente que esta despojado del ejercicio de las
funciones. Sin embargo, si lo que Freud articuló tiene sentido, el niño tiene reserva todos los títulos para usarlos en
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el futuro. El niño tiene todos los títulos para ser un hombre, y lo que más tarde se le pueda discutir en el momento
de la pubertad se deberá a algo que no haya cumplido del todo con la identificación metafórica, con la imagen del
padre, si ésta se ha constituido a través de esos tres tiempos”.
Acá si Lacan empieza hablar del hijo varón, que recibe del padre los títulos para llevárselos en el bolsillo, y usarlos
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cuando llegue el momento. Porque el chico es chico, no los puede usar en la pubertad, adolescencia. Ahí cuando
tendrá que empezar a dar muestra, podríamos decir, de esta donación que el chico recibió.
E: En cuanto viril y eso es lo donado del padre…
Profesor: Exactamente. En cuanto viril, como donación del padre. Estamos en el hijo varón. Recibe del padre la


posibilidad de identificarse, insisto, no al ser del padre, a los ideales. A los títulos, a los ideales.
Incluso esto es lo que proyecta sobre el termino de virilidad: “aquella sombra de ridículo, que igualmente se ha de
contrastar”. Cuando un hombre pretende ser un macho, puede quedar un poco en el ridículo. Cuando quiere dar
muestras absolutas de su virilidad, o sea, de no estar tocado por la castración.

- ¿Y con la niña qué pasa?


La salida es distinta. Como lo destaca Freud, dice Lacan, es mucho más simple. Ella “no ha de enfrentarse con esa
identificación”, o sea, no se identifica al padre, “no ha de conservar ese título de virilidad. Sabe dónde está eso y
sabe dónde ha de ir a buscarlo [al padre], y se dirige hacia quien lo tiene”. Lo que decía Freud, la madre no lo tiene
para la niña, no se lo dió, entonces la niña va a buscar al padre. Va a buscar el pene del padre y después un hijo
mediante ecuación simbólica.
Continúa Lacan, y esto sí ya no es tan freudiano: “esto también les indica en qué sentido una femineidad, una
verdadera femineidad siempre tiene hasta cierto punto una dimensión de coartada, las verdaderas mujeres, eso

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siempre tiene algo de extravío, es una sugerencia que les hago para destacar la dimensión concreta de este
desarrollo”. Las verdaderas mujeres tienen algo de extravío, ¿en qué consiste esa diferencia?
E: Somos un poco locas.
Profesor: No, no lo digo yo. Lacan dice que las mujeres son un poco locas; no dice del todo y dice psicóticas, dice:
locas, que no es lo mismo. Un poco locas, no es una crítica, es más, es una virtud, puede serlo, en tanto y en cuanto
justamente está posibilitando una dimensión que va más allá del falo. El extravío al que hace referencia es el
extravío del falo. Pero ya no es carencia. Lacan empieza a diferir con Freud porque Freud dice: “lo femenino es lo
materno”. Lacan dice: “No, lo femenino no es lo materno” ¿Por qué no?
Porque es una salida fálica, la maternidad es una salida fálica. Si es salida fálica estamos en el campo de lo masculino.
Es lo que dice Freud, ecuación simbólica: pene=hijo. O sea, en ese campo nos igualamos, en el campo del falisismo,
la maternidad es lo que viene a reivindicar esa falta fálica en la niña. Ahora Lacan acá avanza un poco más. Hay una
dimensión de extravío, hay cierta pérdida de lo fálico.

OM
- E: Pero habla como si lo fálico fuera equivalente de ternura o completud.
Profesor: Si, exactamente, es eso. Pene=hijo. No digo que somos iguales sino que estamos equiparados. La falta
tiene “solución” “pero no todas las mujeres son madres”. El falo no es solo el hijo, se extiende como valor a
cualquier cosa. Es lo que permite entonces las equivalencias, es lo que permite la sociabilización, es lo que permite la
cultura, es lo que permite los intercambios.
A ese extravío de lo fálico Lacan lo empieza a llamar: lo femenino

.C
- E: ¿Es un desvío?
Profesor: Y sí, un desvió de lo fálico, que no es carencia, es un plus. A veces las mujeres se quejan ¿no? ¡Nunca me
regalas una flor! Y una flor dentro de las valoraciones fálicas de los regalos es una cosa relativamente barata ¿Y
entonces qué es lo que se está reclamando? Algo, que va más allá de la valoración fálica. Entonces lo que esa flor
DD
está simbolizando más allá de cualquier valoración fálica justamente. Está más allá, justamente de lo simbólico
también. Porque lo simbólico tiene que ver con las valoraciones fálicas, algo no está totalmente por fuera porque si
decimos que una flor vale 10 pesos le estamos dando una valoración pero justamente, más allá de ese valor de
intercambio, hay algo que tiene que ver con lo que Marx diría valor de uso, y que tiene que ver con otra cosa, que no
es el valor.
LA

TEORICO N°8
En el Tercer momento del Edipo es donde se establece un punto del sujeto con la Ley […] es el momento de la
prohibición. Lacan dice: es el momento en donde el padre puede dar cuenta de que lo tiene y es el momento de la
FI

ordenación del padre, en el caso del varón, dice Lacan. El chico se identifica a los ideales del padre y se lleva los
títulos en el bolsillo. Esto alude, justamente, a esta identificación a los ideales que el chico podrá operar dado el
momento adecuado, dice Lacan, que es en la adolescencia.
En el caso de la niña, como la niña no lo tiene, lo tiene que ir a buscar y Lacan dice algo así como: Sabe dónde ir a


buscarlo y esto le da cierto aire de extravío, que va a hacer lo propio de la sexualidad femenina, este extravío que
hace referencia al extravío de lo fálico, del registro fálico.
A modo de repaso de la clase última. Recuerden que habíamos dicho también que los tres tiempos son tiempos
lógicos y no cronológicos, o sea, no hay un desarrollo cronológico, son momentos lógicos en el sentido que se tiene
que respetar la secuencia de 1°, 2° y 3°. Los tres tiempos, de alguna manera, están determinados desde el comienzo
mismo de la vida. No es que primero uno, después el otro y después el otro. Ya está determinado y de alguna
manera ya está determinado desde el deseo de los padres. O sea, que el padre aparezca o no en lo que Lacan
presenta como el 2° tiempo, ya está determinado desde el primero. La madre es la que posibilita la aparición del
padre, la que le da el lugar con su deseo o no. Puede ser que no, que no le dé el lugar.

Lo visto en la clase pasada, los dos triángulos: Triángulo imaginario ubicamos a


la madre, al hijo y al falo. En el triángulo simbólico se agrega de lado opuesto
del falo al padre.

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Si el hijo ocupa un lugar en el deseo de la madre es porque es el falo para la madre. Esto correspondería a lo que
podemos pensar como el primer tiempo, la madre se completa como madre fálica, y el hijo entonces es el falo para
la madre. El punto de partida del Edipo de lacan es justamente la falta fálica de la madre que es de lo que habló
Freud, la ecuación simbólica pene=hijo. El primer tiempo de lacan es el Edipo freudiano,
El segundo tiempo implica la aparición del padre como lugar simbólico, lugar del tercero, portando la doble
prohibición al niño y a la madre. Si pensamos que la prohibición es doble entendemos entonces que el Edipo es una
estructura. Lacan piensa el Edipo en términos estructurales en términos simbólicos. La prohibición es doble y abarca
también a la madre, porque si la madre se completa con el hijo quiere decir que el deseo incestuoso es parte de la
madre, y entonces, la función paterna implica la prohibición, para la madre y para el hijo.
¿Cuál eficaz va a ser la función paterna? Bueno, habrá que ver qué pasa con este padre. El padre llama a la madre,
llama al hijo, si se responde, si no se responde. ¿Cómo es ese llamado? Ahí ya entran todas las contingencias, lo que
si podemos decir es que la función paterna siempre falla, no hay función paterna que sea total y absolutamente

OM
eficaz. ¿Por qué siempre falla? Porque ningún sujeto sostiene en forma total y absoluta su deseo, entonces la falla de
la función paterna implica justamente los puntos de inhibición, síntoma o angustia que pueden aparecer en un
sujeto, ahí donde el sujeto no se sostiene en el deseo.
Entones al fallar la función paterna va a producir un sujeto en constitución, en este hijo, produce la posibilidad de la
aparición de la inhibición, síntoma o angustia. Porque esos son los puntos donde el sujeto no se sostiene en el deseo,
el deseo del otro deseo. ¿En que se sostiene el sujeto? En querer seguir deseando, porque el deseo no tiene objeto

.C
adecuado. No hay deseo adecuado para el deseo, hay señuelos para el deseo por supuesto, todos queremos algo.
Un señuelo que funciona motorizando en el deseo, porque el deseo motoriza, el día que se cumpla se darán cuenta
que no era exactamente eso, que había algo más.
Entonces los 3 tiempos de Edipo podemos resumirlo como diferentes posiciones del sujeto en relación al falo:
DD
➢ En el 1° tiempo la madre tiene falo y el hijo ES el falo.
➢ Pasaje por el 2° tiempo de la prohibición.
➢ Pasaje por el 3° tiempo de la identificación.
Entonces el chico deja de ser el falo para tener la posibilidad de tener el falo. Con lo cual Lacan lo que está haciendo
es intentar salir en relación a Freud, porque Freud para la teoría se apoyó mucho en la mitología. Lacan va a ir del
LA

mito a la estructura, ahí donde Freud planteaba las cosas en términos míticos, Lacan la va a plantear en términos
estructurales. En la critica que hace a Malinowsky a Freud que desde Lacan podemos contestarle que Edipo no es
una cuestión mítica sino que es una cuestión de estructura: el padre no es el que pone el espermatozoide, el padre
es una función de la estructura, y el Edipo entonces pasa a ser una estructura ternaria, en donde cualquiera puede
FI

estar ubicado en estos lugares, lo importante es que haya tres lugares.


Y entonces va a decir Lacan (Sem. 5 pp. 203) “les hablo de la metáfora paterna, espero que se hayan dado cuenta de
que les estoy hablando del complejo de castración, no porque les hable de la metáfora paterna les estoy hablando
del Edipo, si mi discurso estuviera centrado en el Edipo, ello supondría una enorme cantidad de cuestiones y no


puedo decirlo todo al mismo tiempo” ¿Por qué habla de la castración y dice de Edipo? Porque Edipo dice justamente
es el mito.
Está hablando de un Edipo mítico, de un Edipo imaginario. Ahora, si planteamos que Edipo se casa con la madre
porque resuelve un enigma, porque hay un saber que él tiene que no lo tuvo nadie; y que ese saber estaba en
relación al hombre, “qué es el hombre”, entonces ahí vemos cuál es la función estructural del Edipo. Hay una
cuestión de estructura en Edipo, que es, justamente, la cuestión del enigma. Y el enigma es justamente “¿qué es el
hombre?”.¿Qué es el ser humano? Un ser deseante. Porque no hay ningún otro ser sobre la tierra que sea deseante.
Pero el deseo es un enigma, porque el deseo es el deseo de otro deseo. El deseo de seguir deseando.
El oráculo, de alguna manera, lo que le plantea es el Edipo. Nadie escapa a esa determinación edípica. O sea, el
oráculo sería la estructura, nadie escapa a la estructura. Hay un destino marcado del cual es muy difícil escapar.
Edipo quiere escapar de su destino; y queriendo escapar de su destino va en su encuentro de su destino. No es
imposible, si no, no habría análisis, pero es difícil. Pero el problema del enigma es que Edipo resuelve el enigma.
Edipo tiene mucho saber, sabe lo que nadie supo ¿a qué accede? Al goce de la madre. Edipo sabe lo que ningún
sujeto puede saber, que es el goce de la madre. Eso es lo que tiene que quedar siempre como un enigma.

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En la metáfora paterna y en que Lacan habla de castración y no de Edipo. Entonces sigue lacan: " digo exactamente
el padre es un significante que sustituye a otro significante" Lo está corriendo de la cuestión de la realidad, nosotros
¿de quiénes somos hijos? Del deseo de los padres, somos hijos del deseo de aquellos que pusieron un deseo en
nosotros, con lo cual nos despegamos de toda naturalidad, y entonces la cuestión del padre pasa a ser una función,
una función tercera que puede estar cumplida aun sin estar encarnada.
En nuestra cultura podríamos decir padre es aquel que le da su apellido al hijo, que le dona su apellido, no importa si
es el que puso el espermatozoide o no , si le dona el apellido quiere decir que lo está reconociendo como su hijo y la
madre dice también este es el padre. Acá Lacan de lo que nos está hablando es de la base simbólica de la
estructura, la arquitectura psíquica tiene cimientos, después viene los problemas de las paredes y el techo pero
necesitamos cimientos para cualquier construcción.
Los cimientos es esto de lo que nos está hablando Lacan, la operatividad de la función paterna llamada castración
simbólica. ¿Qué es castración simbólica? se establece la ley, el hijo se separa de la madre y produce perdida de

OM
satisfacción, produce perdida de goce. Cuando el chico dijo mamá por primera vez, es porque mamá ya no está, ya
no la tiene con él, la tiene que llamar. La mamá ira o no ira, ira enseguida, lo hará espera; ósea hay perdida de
satisfacción, la madre es otra, cosa que no ocurre al principio, inicialmente no hay discriminación entre el hijo y la
madre. Entonces ese primer llamado del chico sí pasa a convertirse en demanda.
Spitch habla de la angustia al octavo mes, hay que tomar la descripción y leerla desde Lacan. Lo que describe Spitch
es el momento en donde el chico se separa de la madre, por eso la angustia, porque la madre empieza a ser madre,

.C
la reconoce como otra. Los chicos, los bebes en los primeros meses de vida, van con cualquier persona, se quedan
tranquilos hasta ese momento. Luego sí lo levanta un extraño el chico llora. Antes no lloraba porque el extraño no
era extraño, ahora sí el extraño es extraño. Está mamá y están los extraños, entonces llora. Empieza a operar la
castración simbólica, empieza a operar la terceridad, hay pérdida de satisfacción, perdida de goce.
DD
Entonces, vuelvo a la frase de Lacan: “el padre es un significante que sustituye a otro significante” (pp. 179). Si el
padre es un significante que sustituye a otro significante, esa operación es una operación metafórica. Es la
sustitución de un significante por otro. Esto que está escrito acá es lo que Lacan llama, la fórmula de la metáfora del
nombre del padre. Entonces el nombre del padre sustituye como significante, es una función tercera, sustituye al
deseo de la madre.
LA
FI

Lacan la piensa como una operación matemática, en donde el deseo de la madre era lo que le daba significación al
sujeto, ser el falo. Simplificamos y ahora el nombre del padre sustituye al deseo de la madre, es ahora lo que le
otorga significación al hijo. Significación que queda como una “X”, un interrogante. Esta operación de sustitución de
un significante por otro, es igual al nombre del padre que se pone en relación con el otro y el falo, es decir, aquí el


otro está representando el tesoro significante.


El nombre del padre introduce el significante en el chico, y a ese primer significante Lacan lo llama Falo. El conjunto
de todos los significantes está sostenido en uno primero, llamado falo. El significante fálico soporta toda la
estructuración psíquica del sujeto. “lo importante en efecto, no es que la gente acepte perfectamente que una mujer
no puede dar a luz, salvo cuando ha realizado un coito, es que sancione en un significante, que aquel con quien ha
practicado el coito, es el padre”. Con lo cual Lacan está diciendo entonces que es la madre quien habilita o no, esa
función tercera que es el padre, que va a posibilitar la existencia del primer significante fálico.
- En el texto Tratamiento posible de la psicosis, es el lugar en donde Lacan mejor despliega esta fórmula de la
metáfora paterna, propone una situación: “en que al llamado del nombre del padre responda, no la ausencia del
padre real, pues esta ausencia es más que compatible con la presencia del significante, sino la apariencia del
significante mismo” (pp. 539) o sea si la función paterna es una función puede suceder que no esté presente, pero
no por ausencia del padre real, porque Lacan dice que puede haber ausencia de padre real y estar funcionando el
significante, y al revés, puede haber presencia del padre pero que no funcione el significante como tal.
- Compañero: Si hay desconocimiento del lugar tercero, tampoco hay significante entonces.

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Profesor: exactamente, esa operación se llama “Forclusión”. Se van a encontrar como preclusión, es una traducción
que se ha hecho. ¿Qué es Forclusión? es un concepto jurídico. En la justicia hay plazos, hay una sentencia y días
hábiles para presentar la apelación. Si a esos días no se presenta queda firme y forcluyó, entonces la hay posibilidad
de apelar esa sentencia. Cuando algo se forcluyó quiere decir que ya no hay más lugar para que eso se instale. En el
derecho algo forcluído quiere decir eso, ya está, caducó, no hay más lugar.
La Forclusión del nombre del padre hace referencia entonces a la no instalación del significante del nombre del
padre. Lo cual produce Psicosis.
- E: por eso Freud decía que las estructuras no se pueden modificar, la psicosis es por ejemplo
Profesor: exactamente, no se puede modificar. Lo que podemos es trabajar dentro de la estructura, es tratar de que
el psicótico funcione socialmente, que pueda hacer algún tipo de lazo social. Se estabiliza alrededor de alguna idea o
de alguna actividad, alrededor de algo.
El deseo del otro determina la ubicación simbólica del sujeto ¿Por qué puede haber Forclusión del nombre del

OM
padre? porque ese hijo no fue deseado, por la madre y la psicosis tiene que ver con eso. La psicosis no es un
problema con la realidad, como dicen los psiquiatras, la psicosis es un problema con el orden simbólico ¿Cuál es el
problema del psicótico? Que no comparte el orden simbólico, el nombre del padre lo que nos permite sustituir,
hacer metáforas y metonimias, no se constituyó un sujeto deseante, el significante no tiene un valor significante,
tiene valor de signo. No se rompió el signo, el significado quedo pegado al significante. La importancia entonces de
la inscripción del nombre del padre como lo que viene a posibilitar el ingreso del sujeto en el orden simbólico.

.C
- Compañero- que tiempo lleva el armado de esa estructura antes de que esto se forme la Forclusión? ¿qué
tiempo tiene el chico para poder incorporar esa imagen, esa función paterna?
Profesor- Es una respuesta difícil. La clínica dice que pasados los dos años forcluyó la posibilidad de descripción
- Compañera- Profe una pregunta ¿el primer significante es el nombre del padre o el falo?
DD
Profesor- Lacan va diciendo distintas cosas, pero en principio los toma casi como sinónimos, pero yo diría que la
operación del nombre del padre permite la inscripción del primer significante que llamamos falo.
- Entonces la operación del nombre del padre, es la castración simbólica, no confundir con la castración
Freudiana. Castración simbólica llamamos a la inscripción del significante en el sujeto que produce pérdida de
satisfacción. Recuerden que Lacan en esto sigue a Levi Strauss, que decía que el incesto es con la madre siempre,
LA

¿porque el incesto es con la madre? porque con la madre se juega la mayor satisfacción inicialmente. No hay nada
más incestuoso que dar el pecho. Por eso el destete no resulta fácil porque es pérdida de satisfacción. Para los dos,
para el hijo y para la madre. Por eso Lacan dice la doble prohibición: a la madre y al hijo, doble prohibición.
Entonces, la operación de la castración simbólica produce pérdida de satisfacción. Como resultado se construye
FI

sujeto barrado ($), sujeto dividido por la acción del significante.


Por eso para Lacan lo inconsciente se funda en el momento en que el sujeto es tomado por el significante. Porque
nosotros no aprendemos a hablar, sino que la lengua nos toma, somos tomados por los significantes del otro.
Françoise Dolto dice, los fonemas que no están incluidos en la lengua materna es muy difícil que después las


podamos aprender ¿cuál es la mayor dificultad cuando aprendemos otro idioma? Los fonemas que no están
incluidos en nuestra constitución. Nos simbolizamos en la lengua española, y entonces tenemos la forma de la
lengua española. Esto es la constitución subjetiva: la lengua en la cual fuimos o somos subjetivados. La lengua nos
da el molde en el cual nos subjetivamos, no pensamos igual, no funcionamos igual que un inglés o que un francés
porque tenemos otra forma constitutiva.
La lengua en cada uno de nosotros va a tener una cristalización singular. Por eso nos mal entendemos cuando
hablamos, a pesar de hablar la misma lengua. Porque en cada uno de nosotros esta cristalizado de una manera
distinta y esto por supuestos si, va a tener que ver con la constitución de cada sujeto en particular.
Entonces la introducción del sujeto en la lengua deja al sujeto dividido. Y al mismo tiempo que lo divide, produce lo
que se llama PÉRDIDA DE OBJETO, la separación con el objeto. ¿Porque el deseo no tiene objeto adecuado? por qué
el objeto está perdido. El primer objeto está perdido. Y todo lo demás que se instala después.
- E: ¿o sea la mamá?
- Profesor: la mamá. Vamos a llamarlo así inicialmente para que se entienda.

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Con lo cual acá lacan también está haciendo una diferencia con Freud. Porque en Freud, el objeto perdido, una
lectura posible hace que se pueda entender, que el objeto se tuvo y se perdió. Alguna vez la tuve a mamá, la perdí y
ahora voy por el mundo buscando en las mujeres a ver cuál es la más parecida a ella. Lacan plantea otra cosa: dice
que el objeto está perdido desde el comienzo mismo, porque si cuando el chico dice mama por primera vez, a mama
la perdió, ahí se constituyó mama, no antes. Gano la simbolización, pero se necesita la perdida de satisfacción.
Mama es otra. Mama yo no la tengo. ¿La tuve alguna vez? No. Porque cuando la tuve no sabía que la tenía, entonces
el tener a la madre es un momento mítico.
- E: Pero cuando habla de pérdida de objeto, lo que pierde no es la madre como un objeto en sí mismo, sino lo
que estoy perdiendo es alguien que me considere su falo.
Profesor: Exactamente, la completud imaginaria con el otro, si lo queremos decir más freudianamente: hay una
ruptura narcisista. Entendiendo el narcisismo como la completud con el otro. Estaba completo, no lo sabía y ahora
me vengo a enterar que esa completud es imposible, que ya no la tengo más. La castración simbólica implica la

OM
pérdida de ese lugar fálico. Ya nunca más se puede ser el falo, lo intentamos recuperar pero como el deseo es deseo
de otro deseo… porque si efectivamente lo lográramos se agotaría el deseo.
Y entonces acá Lacan, en este punto, hace un ordenamiento, porque en el campo del psicoanálisis, la escuela inglesa
kleiniana suponía que lo más importante eran las experiencias tempranas y se había perdido en la conceptualización
teórica, se había perdido el concepto de castración y lo habían centrado al concepto de frustración.
Lacan dice que una cosa es castración, otra cosa frustración y otra privación. Entonces arma este cuadro, en donde

.C
el ordenamiento es la falta en el centro, la falta es la falta en objeto. En el agente que produce la falta y el objeto del
cual se trata esa falta.

AGENTE OPERACIÓN (Falta) OBJETO


DD
Padre Real Castración (simbólica) Falo Imaginario
Madre Simbólica Frustración (Imaginaria) Pecho Real
Padre Imaginario Privación (Real) Falo Simbólico
LA

Lo que ubica inicialmente es la castración simbólica, esta es la operación fundamental, la forma de la falta que
ordena todo, el agente dice Lacan, quien va a producir esa castración simbólica es el padre real que a esta altura no
está muy claro en él a que se refiere con padre real, pero no es el padre de la realidad. Más adelante Lacan aclara
que este padre real es el padre deseante de una mujer. De una mujer porque la castración, justamente se pone en
relación con una mujer, el que tiene muchas no tiene ninguna. Para tener una hay que estar con una, poner en juego
FI

el deseo y la castración.
En la constitución del hijo, el padre está siendo una mostración de su falta, una mostración de su deseo y está
jugando su deseo en otro lado que no es con el hijo. Porque en la teoría de Lacan inicialmente el padre o la función
paterna es lo que salva de la madre. La primera relación, la relación incestuosa con la madre. Ahora, del padre quién


lo salva? Porque también se puede quedar sosteniendo al padre. Lo que puede salvar del padre es justamente que el
padre juegue su deseo en otro lado, que no se dedique a jugarlo con el hijo. Entonces la operación simbólica
produce castración simbólica y entonces se pierde el falo imaginario, el hijo deja de ser el falo para la madre.
Recuerden que estábamos en el primer momento, que es el momento de lo simbólico para Lacan, por eso la
castración es simbólica y por eso es la operación dominante, la que de alguna manera va a determinar a las otras.
Para los kenianos: la frustración es una operación imaginaria, realizada por la madre simbólica dice Lacan porque es
la madre que tiene todo el poder sobre el hijo, es la madre que efectivamente puede frustrar más o menos a su hijo.
Le puede dar más el pecho, le pude dar menos el pecho, puede acudir más rápido a su llamado, puede no acudir tan
rápido a su llamado. Y el objeto, entonces, el modelo del objeto de la frustración es el pecho real.
Y la privación es operación en lo real, dice Lacan. Este concepto de privación Lacan lo introduce porque le va a
posibilitar pensar la cuestión de lo femenino y de la mujer. Porque es una crítica que se le hace a Freud al decir: “a
la mujer no le falta nada”. Esto que dice Freud de la envidia fálica, la mujer es como es, el hombre es como es.
Entonces, Lacan dice: a la mujer no le falta nada, por supuesto, la falta se lee siempre desde lo simbólico. Entonces,
leída desde lo simbólico hay una privación real en la niña, hay algo que le falta.

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Cuando yo digo que algo “no está” es porque me falta a mí en el ordenamiento simbólico. Entonces, yo me veo
privado del objeto en lo real (Ej.: libro que falta en la biblioteca). Entonces, la privación en lo real es la falta en lo
real, de algo que se lee en lo simbólico. ¿Quién es el agente de esta falta? Lacan dice el padre imaginario porque al
padre al que se lo responsabiliza siempre de toda falta. Todas las quejas que se escuchan en la clínica son en relación
a la acción del padre, en donde se le está reclamando o demandando a este padre imaginario la posibilidad que de
esa manera yo hubiese estado más o menos privado, ¿De qué? Va a decir lacan: del falo simbólico. El objeto tiene el
valor de falo simbólico. El libro que me falta, es el libro que yo necesito en este momento, es el libro que valoro, es el
libro que adquiere valor fálico. En la falta fálica, la niña esta privada en lo real del falo, y esto va a determinar
conductas en la niña. La privación de esta falta.
- E: Ese objeto, como falo simbólico, esta empapado de lo que es la cultura fálica.
Exactamente. La cultura es el momento histórico social que determina el valor de las cosas. Lo que valoramos, la
valoración fálica, está siempre pegada a la cuestión cultural. A nivel del agente, tenemos padre real, madre

OM
simbólica, padre imaginario. ¿Qué nos está faltando acá, como algo importante? Un padre simbólico, el padre
simbólico que es el que de alguna manera produce esta posibilidad de pensar así la falta de objeto, está presente en
cada una de las formas de padre, es el que va posibilitar la operatividad del nombre del padre.
Nosotros decimos que el chico adquiere valor fálico para la madre, como objeto de la madre, ahora de este lugar el
chico tiene que caer (segundo tiempo de la operatividad de la función paterna), se cae de ese lugar. Ahora por otro
lado decimos la operatividad del nombre del padre posibilita el significante falo, no es lo mismo el valor fálico que el

.C
significante falo.
- El falo imaginario es el valor fálico que inicialmente tiene el chico para la madre, y que a partir de ahí va
tener que ver con todo lo que adquiera valor fálico. Si un objeto tiene valor fálico entonces tiene la función
de falo imaginario. Es eso que anhelo para la completud.
DD
- El falo simbólico es el nombre del primer significante. Es el que me sostiene toda la vida, sin el falo simbólico
aparece la psicosis, no hay posibilidad de la simbolización, falta un significante. Es un significante que cayó
bajo represión primaria, de ese significante nada sabemos pero no puede faltar. Es un significante al cual no
podemos acceder ni del que podamos dar cuenta, por lo menos fácilmente, porque es el que funda todo el
edificio, toda la arquitectura. Sabemos de su existencia por una deducción lógica, porque si falta ahí si nos
LA

enteramos.
- E: entonces ¿El padre simbólico sería como el lugar que ocupa en la estructura?
Profesor: Exactamente. Es el lugar que tiene en la estructura, ese lugar tercero que tiene para la madre. Entonces el
falo simbólico es el significante de la falta dice Lacan. El Falo es el significante, ¿Cuál es el significado de este
FI

significante? No lo sabemos. Es una “X”, porque es un significante que remite a la falta, es el significante que
posibilita que haya siempre una pregunta sobre el ser del sujeto ¿Quién soy?
- E: ¿qué pasa con el nombre cuando un varón se identifica con el otro sexo?
Profesor: Se reinvento a sí mismo. Lo que pasa que habrá que ver también que deseo del Otro se jugó ahí. Nació


varón, ¿Lo quisieron varón? Esta es la cuestión, esta es la fuerza del deseo del Otro.
- Alumno: no se trata de anatomía sino de funciones, se trata de posiciones
Profesor: de posiciones, de posición subjetiva que inicialmente está relacionado al deseo del otro. Hay cosas que
adquieren significación para el chico, porque es una muestra del deseo de los padres sobre él. Entonces la
significación fálica que es la operatividad del nombre del padre, la operatividad de la castración simbólica,
produce en el sujeto significación fálica, la posibilidad de compartir los significantes.
Recibirse tiene un valor, el titulo tiene un valor, y ¿cuál es ese valor? el valor que le da la sociedad. O sea
significación fálica. El titulo tiene valor fálico. El significante fálico posibilita entonces la socialización podríamos
decir, lo compartible. Ahora, en tanto y en cuanto en el significado tenemos una x, un signo de pregunta, eso nos
muestra también cierta inconsistencia del conjunto significante, de la batería significante. La inconsistencia se trata
del deseo del otro que lo quiso de una manera al sujeto y el sujeto se identifica a eso, se identifica o lo identifican.

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TEORICO N°9
Nos metemos en el tema sexualidad femenina, un tema sumamente complejo, difícil, que justamente fue uno de los
temas que Freud dejo abierto, con preguntas, el dándose cuenta que había algo que no podía resolver, y a lo cual
respondió lacan. Lacan lo va respondiendo en diferentes momentos de su obra, pero lo desarrolla en el seminario
20.
Vamos a ver algunos antecedentes, anteriores a ese seminario donde determina la forma sobre la conceptualización.
Freud dice la diferencia sexual es fálica, el varón lo tiene y teme perderlo, la mujer no lo tiene y lo quiere. Lacan va a
decir que el falo es un significante de la falta.
Cuando Freud habla del complejo de Edipo intenta determinar cómo nos convierte psíquicamente en hombre o
mujer. La respuesta de Freud es el pasaje por el Edipo y afirma que la diferencia sexual es fálica, entonces “no hay
representación inconsciente para el genital femenino” Es decir, no hay representación inconsciente para la
sexualidad femenina, o sea que Freud se aproximaba a la problemática que plantea la sexualidad femenina.

OM
A Freud, conceptualizar el Edipo le sirvió sobre todo para pensar la sexualidad del varón ¿Cómo hace un hombre
para amar a una mujer? La pérdida del objeto primordial y ese goce primordial. Perder a la madre implica
operatividad de la castración. El niño a la salida del Edipo tiene que salvar su narcisismo, salvar su pene, (eficacia de
la castración) o renunciar a su sexualidad si se queda con la madre. Lo que al niño lo convierte en hombre es el
pasaje por la castración, freudianamente todo esto, implica perdida de satisfacción.
Cuando Freud intenta llevar esta explicación al lado femenino tiene problemas ya que la niña tiene 3 salidas: la

.C
maternidad, la homosexualidad y la frigidez. La salida normal dice Freud entonces es la maternidad, es la promesa de
que esa niña algún día al igual que su madre tendrá un hijo. Freud termina su artículo sobre la sexualidad femenina
diciendo: "pero nos preguntamos qué quiere una mujer". Freud reconoció que lo que él estaba proponiendo no
alcanzaba para explicar lo femenino porque a la mujer le da una salida fálica.
DD
Proponer que la maternidad es la salida normal de la mujer es proponerle una salida fálica; con lo cual estamos
diciendo que lo materno y lo femenino es lo fálico. Lo materno es lo que viene a curar la herida narcisista por la falta
fálica. La ecuación simbólica pene=hijo permite que se abra el deseo de hijo en la mujer. La salida fálica es necesaria,
no la desechamos. Lo que dijo Freud sirve para pensar a la madre, no nos sirve para pensar a la mujer.
Entonces, no es que la mujer no haya salida fálica. Sí hay salida fálica en la niña tal como lo dice Freud, pero, y lo dejó
LA

abierto, eso no es todo. Hay un algo más que la salida fálica para la niña. Por eso es que Lacan va a decir que la mujer
es no toda, no toda fálica. La mujer no existe, dijo Lacan, existe una por una. Existe cada mujer en su singularidad.
¿Cuál es ese algo de verdad que tiene esa afirmación de que los hombres son todos iguales? Es en el falisismo los
hombres son todos iguales, hacemos conjunto. Los hombres tienen el problema de que solemos quedarnos en el
FI

falisismo, nos cuesta mucho ir más allá. La mujer, no en tanto mujer biológica, en tanto constitución femenina, tiene
facilitada la posibilidad de ir más allá. Entonces más allá no quiere decir que no exista lo fálico o que no haya que
pasar por lo fálico, es más allá. Porque recuerden que el falo es un significante, el significante de la falta.
Como los hombres poseedores del órgano valorado jugamos a que no nos falta nada, entonces nos cuesta ir más


allá. Pero cuando decimos que el falo es un significante. Si es un significante tiene que tener un significado, la falta.
¿Qué es lo que falta? Falta en ser, va a decir Lacan, esto vale para todos, hombres y mujeres ¿Qué nos falta? Nos
falta el objeto primordial que perdimos y cuando perdimos el objeto primordial perdimos goce, o sea que ya no
somos el mismo, después de atravesar esa pérdida, algo se perdió.
Freud dice que como la mujer no tiene falo, eso la hace más sensible a la demanda de amor porque cómo se puede
amar a alguien que carece de falo, cómo se puede amar a alguien que en su cuerpo encarna la castración. Pero hay
algo que la falta del órgano fálico posibilita en la mujer, y es que la mujer entonces como no lo tiene la ilusión de
tenerlo, a diferencia del hombre si, la mujer puede jugar a serlo, puede jugar a ser el falo, o sea que todo el cuerpo
de la mujer adquiere valor fálico.
Entonces todo el cuerpo de la mujer adquiere valor fálico, por eso la mujer puede jugar mucho más libremente que
los hombres con su cuerpo. Se dejan el pelo largo, se lo cortan, se cambian el peinado, se cambian el color de pelo,
usan polleras, usan pantalones, juegan más libremente. ¿Por qué tienen esa posibilidad en relación al hombre?
Porque justamente no hay nada para perder. Los hombres suponemos, creemos que tenemos que cuidar algo.
Entonces nos cuidamos, no cambiamos tanto nuestro aspecto. Entonces la mujer puede jugar a ser el falo. Ahora

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esta posibilidad de ser el falo abre la puerta a la posibilidad de ir más allá del falo, la puerta a lo femenino ¿de dónde
proviene? Básicamente podemos decir que proviene de dos lugares: identificación a la madre, a la madre en tanto
mujer y la mirada del padre. La mirada del padre que la mirada del padre falicice ese cuerpo, que lo valorice.
Entonces tenemos un ordenamiento fálico en dónde el hombre aparece ilusoriamente teniéndolo y la mujer
aparece ilusoriamente siéndolo. ¿Por qué ilusoriamente para los dos sexos? Porque nadie lo tiene y nadie lo es, el
falo es un significante de la falta, lo que simboliza o representa es el goce perdido en hombres y mujeres, el primer
significante.
Los hombre jugamos a tenerlo las mujeres juegan a serlo, comedia de los sexos que posibilita el encuentro, detrás de
la comedia está la falta. El adolescente dice “que careta” careta somos todos porque todos jugamos a esta comedia.
Entonces cuando se deja de jugar la comedia, no es porque vamos al encuentro con la verdad, es porque corremos el
riesgo de caer.
Esto es lo que Lacan llama, el reino del semblante, ¿saben lo que es un semblante? en este caso está dicho como

OM
algo que permite hacer querer algo, la cara que uno muestra y no es. Ahora el problema está en que detrás de la
cara que se muestra y no es, no hay nada, está la falta en ser. La verdad última de todo sujeto es la falta, detrás del
semblante, detrás de la comedia, detrás de la careta, está la falta. Entonces el semblante no lo abandonamos nunca.
Claro vivimos buscando aquello que nos complete porque como tenemos falta en ser. Pero para buscar lo que nos
complete tenemos que jugar a la comedia. Si no queremos jugar a la comedia dejamos de buscar.
- En paciente alcohólico, el alcohol cumple la función de aquello que viene al lugar de la falta, es el remedio.

.C
No se trata de que le saquemos el alcohol, es una sustancia, un objeto… ¿Cuál es el problema del alcohol como
objeto? Porque uno puede decir todos vamos en la búsqueda del objeto. Cuando vamos en búsqueda de un de una
pareja, de un título también vamos en busca de un objeto. ¿Cuál es la diferencia con el alcohol entonces como
objeto? Que el alcohol no sostiene nada, no hace falta ninguna comedia para ir al supermercado o al almacén y
DD
comprar una botella de alcohol. No se necesita más que eso. Se acabó la vida, literalmente para este hombre, que
me decía que pasaba días enteros, encerrado, sin salir. Entonces la comedia fálica, ser el falo, tener el falo, nos
posibilita el juego deseante de la vida. Si nos resistimos a ese juego, sonamos. Después vienen todas las otras
vicisitudes como la jugamos, de qué manera, pero esto es lo básico: querer jugar.
En el texto de Lacan que se llama Ideas directivas para un congreso sobre sexualidad femenina ahí es donde trabaja
LA

las salidas freudianas de la sexualidad femenina. Empieza hablando de la frigidez “toma la frigidez como una
defensa”, y dice: “defensa aquí se concibe en primer lugar en la dimensión de mascarada que la presencia del otro
libera en el papel sexual”. (pp. 296)
O sea la mujer frígida se niega a jugar, se resiste al juego, a encarnar ese lugar fálico para el otro. Y dice Lacan “El
FI

hombre sirve de relevo para que la mujer se convierta en ese Otro para sí misma, como lo es para él” (pp. 296). El
hombre sirve de relevo, es una sustitución para que la mujer se convierta en ese Otro que es para el hombre, como
para sí misma.
Ustedes conocen un Otro, como concepto lacaniano, que es el Otro del significante, simbólico, el Otro al cual el


sujeto se dirige, desde el cual el sujeto es llamado. Ese es el Otro en Lacan. Ahora Lacan tiene otro Otro, que es
cuando habla de la sexualidad femenina. Lo Otro pasa a ser “lo diferente”. Lacan dice “lo femenino es el otro sexo
para los dos sexos”. Porque el hombre es fálico, por eso el Edipo en la niña para Freud tuvo problemas, le sirvió para
explicar la constitución masculina. Ahora, cuando tuvo que explicar la constitución femenina se le armó lio, porque la
mujer también es fálica. Tiene el aspecto fálico, representado a lo materno, no únicamente, en la mujer eso no es
todo, sino que hay otra cosa. Eso otro es lo otro, para el hombre y para la mujer. Porque entonces la mujer es fálica
y es femenina o puede serlo. La mujer está dividida, a parte de la división que tenemos todos hay otra división en la
mujer, por eso La mujer no existe, existe una por una. Los hombres somos todos iguales, somos todos fálicos.
Esto otro es el nombre que Lacan le da a lo femenino, lo otro de lo fálico, lo otro de lo materno, lo otro que haría
conjunto en la mujer.
Cuando Lacan dice: “El hombre sirve de relevo” sólo una excusa para que la mujer se convierta en ese otro, o sea,
somos el medio necesario pero para ir más allá. Somos la excusa para su goce el relevo.
Hay un psicoanalista muy reconocido francés llamado Philip dice que a un hombre se lo puede conocer por la mujer
que elige, pero que no es a la inversa, que a una mujer no se la puede conocer por el hombre que elige. Detrás de

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cada hombre hay una gran mujer es un dicho histérico, lo que no se toma en cuenta es la falta del hombre de la
mujer. En este dicho se habla de otro distinto, diferente, no es ni mejor ni peor es distinto. Lo femenino es lo
distinto para el hombre fálico y para la mujer fálica, por eso lo femenino es el otro sexo para los dos sexos, por eso
las mujeres no siempre tiene acceso a lo femenino. Por eso Freud decía homosexualidad, frigidez, son también
salidas posibles, no es lo femenino obviamente, pero son salidas posibles.
Lo complejo de la sexualidad femenina es que no tiene representación, por eso Freud se quedó preguntándose
“¿Pero qué desea una mujer?”. Y lo que Freud no se dio cuenta, no hay que darle una respuesta, la pregunta por lo
femenino es un interrogante siempre porque en la mujer, en lo femenino hay algo que va más allá del falo, o sea hay
algo que no podemos llegar a conocer, donde justamente no podemos poner palabras.
A nivel de la sexualidad femenina no hay deseo, a nivel del goce hay un más allá que no pasa por la palabra porque el
goce es la satisfacción pulsional del sujeto.
Entonces, el hombre sirve de relevo para que la mujer se convierta en ese otro, que es para el hombre, que es ese

OM
Otro el otro distinto, que es lo femenino, es lo que yo no tengo, es lo que no se, que es para el hombre como para sí
mismo. Lo femenino es lo otro, también para la mujer, es lo otro para sí misma, porque está hablando de la mujer
en tanto femenina se convierte en otro para sí. Hay algo extraño en lo femenino, no todo lo femenino está atado a lo
fálico.
Lo femenino entonces, pasa a ser otra cosa, pasa a ser lo otro, lo distinto lo extraño y lo fálico. ¿Qué es el goce
fálico? El falo es un significante y entonces hablar de goce fálico es hablar del goce en la palabra. En toda situación

.C
humana, absolutamente en todas hay goce… Siempre se obtiene algo de la satisfacción, no quiere decir el disfrute,
hay goce en el sufrimiento. Si hay algo que no hacemos los humanos es hacer lo que nos hace bien, casi todo el
tiempo hacemos lo que nos hace mal. El goce fálico tiene que ver entonces con un goce en la palabra, cuando
hablamos también gozamos, hay goces que son compartidos y goces que no. El goce compartible es lo que Lacan
DD
llama goce fálico, el goce de la palabra, el goce transmisible. El goce femenino es total y absolutamente
intransmisible.

UNIDAD IV: El Fantasma y el Síntoma (Angustia y Fantasma).


TEORICO N°10
LA

Hablar de fantasma es hablar, fundamentalmente, de la constitución subjetiva. Hablar de angustia es hablar,


fundamentalmente, de la clínica. Entonces son dos conceptos en los cuales podemos ver claramente la relación que
hay entre la clínica y la forma en la que se concibe la constitución subjetiva. Que esto es algo en lo cual les venimos
insistiendo: la clínica es un desprendimiento de la constitución del sujeto, de la forma en que concebimos la
FI

constitución del sujeto. El psicoanálisis es una teoría del sujeto. La terapéutica es lo que se desprende de esa forma
de concebir el sujeto.
El concepto de fantasma es un concepto lacaniano, Freud nunca habló de fantasma. Pero si habló y mucho de
fantasía, que no es lo mismo, pero se puede pensar que el concepto de fantasía en Freud es un antecedente, o es


una apoyatura para que Lacan piense el concepto de fantasma.


Freud hablaba de fantasías inconscientes y fantasías conscientes. Hablaba de sueños diurnos y, por momentos,
parece que Freud opone el concepto de fantasía al de realidad. Eso dio lugar a que algunos creyeran que el analista
tenía que ser el principio de realidad de su paciente. Si el analista se ubica en el lugar del principio de realidad de su
paciente se está ubicando en un lugar de amo, en un lugar de saber, nosotros sabemos y le garantizamos lo que él
no sabe, o no se da cuenta.
Tanto Freud como Lacan, cada uno a su modo, dicen que la realidad se construye, la realidad no es algo dado. Freud
decía, que en el psiquismo no había nada, no existe el signo de realidad en el psiquismo. Cuando el paciente nos
cuenta algo nosotros no sabemos si eso aconteció así o no, pero tiene el valor de realidad psíquica, lo escuchamos
como que esa es la verdad del sujeto. Lacan va a decir que la realidad es una construcción simbólica-imaginaria, lo
real es lo que queda por fuera de esto simbólico-imaginario, entonces la realidad es una construcción no es lo dado,
entonces no hay oposición entre fantasía y realidad, en todo caso podemos pensar que la oposición es en la
existencia de la fantasía y la no existencia de la fantasía.

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¿Cómo piensa Freud la fantasía? Dice que las fantasías son una conjunción de lo visto y lo oído. Lacan va a tomar un
texto de Freud como el texto para pensar paradigmáticamente que es la fantasía: Pegan a un niño. Freud dice en ese
texto los tres tiempos de pegan a un niño, el segundo tiempo es el más importante, es el tiempo inconsciente en
donde el niño fantasea con que su padre le pego. En el caso Juanito podemos ver que le dice al papa ‘’vos me
pegaste’’? y el padre le dice ‘’no yo no te pegue nunca’’ y Juanito le dice ‘’Si, vos me pegaste’’ imaginemos a un
Juanito adulto que llega a la clínica y nos dice ‘’mi papa me pego’’ no hay signo de realidad dice Freud, o sea que eso
tiene valor de verdad psíquica Juanito quería que su papa le pegue, porque es una prueba de amor, si le pega le
interesa, si le pega lo reconoce como deseante, si le pega es porque Juanito es culpable, de sus deseos incestuosos.
Juanito lo llama al padre y le pide que cumpla con su función paterna, esa es una fantasía, pero una fantasía en
términos lacanianos, va a tener valor de fantasma. Se construye ahí una escena fantasmática en la que Juanito
quiere ser pegado, es en la fantasmática que por supuesto va a ser inconsciente, va a caer en la represión. Esta
escena fantasmática va a ser después determinante para su vida, va a determinar sus relaciones, su forma de

OM
elecciones de objeto.
Lacan dice, eso tiene valor universal, eso ocurre siempre, cada sujeto va a tener su forma particular de aparición,
pero hay una escena fantasmática en la que el sujeto se ofrece como objeto para el otro que es universal, ¿Por qué
es universal? Porque de ahí venimos todos. En el inicio el chico esta como objeto para su madre, una madre puede
hacer lo que quiere con su hijo, es la apoyatura y el goce del otro. Hay algo que le posibilite en lugar de dar rienda
suelta a su goce pulsional absoluta, lo acote y le ponga un límite. El deseo posibilita eso porque el deseo se apoya en

.C
la ley, en el nombre del padre, su sostén de la ley simbólica.
No existe la madre toda deseante del hijo. El deseo coexiste siempre con el no deseo. Si no, no habría Súper yo. El
Súper yo es la prueba del no deseo del otro. De la falla del deseo del otro y el Súper yo es universal. Entonces
siempre está el no deseo.
DD
Lo que empieza a plantear Lacan, es que el sujeto está siempre como sujeto y como objeto. Está en los dos lugares.
O sea, Lacan empieza a romper la topología clásica. ¿Qué dice la topología clásica? O yo estoy allá o estoy acá. No
puedo estar en dos lugares a la vez. Es lo que se llama la topología moebiuana. La banda de Moebius en donde
justamente el adentro y el afuera quedan unidos.
De la relación del sujeto con el objeto se habló siempre, la teoría de Melanie Klein se llama “La teoría de la relación
LA

de objeto” nadie como ella para describir la relación del bebe y la madre y todas las fantasías de un bebe. El error
fue suponer que el objeto ya está dado.
Lacan dice que la realidad hay que construir, el pecho de la madre hay que construirlo, como construcción psíquica y
el objeto se construye como un desprendimiento del sujeto, el objeto no es el pecho que la madre le ofrece al hijo; y
FI

el sujeto dice Lacan, está en los dos lugares. La fórmula del fantasma, que es la del sujeto en relación con el objeto.
- En el seminario 10 de angustia, Lacan introduce algo total y absolutamente nuevo en el psicoanálisis, él dice
que el objeto es causa del deseo para el sujeto, o sea es lo que causa al sujeto, el objeto perdido causa el deseo del
sujeto. Y dice Lacan el objeto se constituye como perdido, no hay objeto antes de la perdida de objeto.


El objeto se constituye como objeto perdido. Lacan va a decir, seminario 4, “el objeto se construye sobre un fondo
de angustia”, la aparición del objeto queda ligada a la angustia, la angustia pasa a ser entonces en concepto de
estructura, o sea no hay constitución del sujeto sin angustia. Por lo tanto deseo y angustia también van a ir juntos.
Entonces el sujeto y objeto se construyen al mismo tiempo porque este sujeto barrado, está en falta, le falta el
significante y el objeto. O sea hay doble falta para el sujeto. A nivel de lo simbólico falta el significante, a nivel de lo
imaginario falta el objeto. Para que haya sujeto se tiene que construir esta doble falta, la falta es simbólica y es
imaginaria.
El momento de la perdida es un momento mítico porque viene dado desde el comienzo mismo de la vida. La madre
le da el pecho al hijo, el hijo toma el pecho que es de él, le pertenece. Hay un momento, destete el pecho vuelve a la
madre y el chico pierde el pecho. Entonces el objeto oral llamado pecho ¿Cuándo se construye? con el destete, con
la perdida. El pecho pasa a ser pecho cuando se perdió. Se trata de deseos, los deseos que están en juego. Y esos
deseos están determinados desde el comienzo mismo de la vida. ¿Cómo va a ser el destete del chico con relación a
la madre? Y de alguna manera ya viene determinado por el deseo de la madre. La determinación es desde el deseo
no es el hecho en sí mismo. El deseo antecede a la llegada al hijo al mundo, el sujeto ya tiene una determinación

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cuando nace. La forma de esa espera determina al sujeto, y entonces los acontecimientos se van a inscribir dentro
de esa matriz deseante.
Entonces, tenemos dos cuestiones que introduce Lacan en relación al objeto: el objeto A., es el nombre del objeto
perdido, perdido desde siempre y para siempre.
- Lacan ¿qué va a decir? A la madre no se la tuvo nunca, ¿por qué? porque cuando se la tuvo no se supo que
se la tenía, y cuando se enteró que la tenía es cuando la pierde. Cuando el chico dice “mamá” por primera
vez, o sea, fue tomado por el significante, la mamá está perdida.
El objeto está perdido por estructura, y el sujeto puede ocupar simultáneamente el lugar de sujeto y de objeto.
Entonces, tenemos la doble falta al nivel del significante. Lacan lo escribe como "significante de la falta del otro, al
otro le falta un significante al nivel del objeto, objeto a”. Ahora esta cuestión del objeto a, el objeto perdido, el
objeto que se desprende.
El objeto transicional de Winnicot también puede pensarse como un antecedente del objeto a de lacan. Winnicot

OM
¿qué dice? que el objeto cae entre la madre y el niño. Lacan en ese punto dice algo parecido porque este objeto
perdido ¿es del sujeto o del otro? cuando lo pierde, la perdida es perdida de algo propio de él y eso que perdió
volvió a la madre, cayó en el campo del otro, el objeto cae, se constituye cayendo.
El objeto cae del sujeto, lo deja en falta, le falta algo, eso que me falta me hace deseante, ¿dónde lo voy a buscar? al
campo del otro, porqué supongo que el otro lo tiene, tiene lo que a mí me falta, el deseo es el deseo del otro, el
deseo esta siempre en relación al otro.

.C
El fort da es un ejemplo para pensar esta constitución del objeto que da Lacan. Freud dice que el chico juega en
ausencia de la madre, que la madre falte. El chico simboliza la ausencia de la madre en el objeto, como la madre se
va, el repite activamente lo que sufre pasivamente, entonces dice el O y el A lo lee como Fort y Da o sea dos
significantes. Un significante lo que representa a un sujeto para otro significante, en ese juego de ida y vuelta el
DD
chico empieza a simbolizar, empieza a estar representado, por significantes.
Lacan le hace una corrección a Freud en la interpretación del juego, Lacan va decir el carrete con el cual el chico
juega, no es la madre, dice Lacan es el objeto A de él, es algo de él que va y viene, o sea cuando la madre se va se
llevó algo de él, lo dejo en falta. Entonces esa falta le permite empezar jugar, si la madre se hubiese quedado
siempre presente el chico no juega, no hay deseo. Hay una falta en ser, el sujeto esta siempre en falta y eso lo hace
LA

desear.
El fantasma es la repuesta que el chico le da a la acción del otro, el niño que hace el Fort Da la madre podría
haberse quedado llorando pidiendo por la madre, en lugar de eso juega, él lo invento, nadie se lo enseño. Entonces
ese juego es su repuesta aunque podría haber sido otra.
FI

Esto es lo singular de cada sujeto, cada sujeto comienza a construir el fantasma. Él invento este juego para él, se
inventó una respuesta. Entonces el fantasma es la respuesta imaginaria a la acción simbólica del Otro sobre el
Sujeto. Por eso en la clínica hacemos responsable al sujeto. Lo hacemos responsable de su respuesta imaginaria, de
su respuesta fantasmática, de cómo se posiciona frente al otro.


Lacan va a hacer lo que llama el catálogo de los objetos a, Hay un objeto oral, objeto anal, objeto escópico, (mirada)
y hay un objeto invocante, que es la voz. Ustedes van a ver, en este seminario, que también aparece el objeto fálico.
Lacan lo pone como una forma del objeto a en el seminario 10 y en el 11 ya no está más.
Primera cuestión: (oral- anal), escópico e invocante, formas que podríamos llamar cesibles del objeto, se pueden
dar, se pueden entregar. En algún momento puede entregar su caca, cuando aprende a controlar esfínteres, hay un
momento y lugar adecuado “cuando tengas ganas avísame”, o sea me lo tenés que dar a mi como representante de
un gran otro, estoy intentando que vos te socialices, para socializarte tenés que entregarlo. Los chicos se resisten
porque hay una satisfacción y no quieren entregar la satisfacción. Está ligado a la castración, se resiste a la
castración, se resiste porque implica perdida de goce, de satisfacción.
La mirada, lo escópico, también es algo que se solicita de alguna manera. Cuando la madre mira a su hijo espera que
el hijo la mire a ella le solicita la mirada, se entrega a la mirada al otro. En algunos cuadros de psicosis o cuando está
en un duelo muy profundo o muy angustiado por algo, decimos “tiene la mirada perdida” ¿es mirada perdida esa?
No, la mirada perdida es la nuestra, sujeto deseante, porque nosotros buscamos la mirada, “me miro” “lo mire” “nos

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enamoramos a primera vista” O sea miradas deseantes, miradas que buscan, la mirada perdida es la mirada del
neurótico deseante, que va buscando por el mundo algo.
Eso que habitualmente se llama mirada perdida es el sujeto que está viendo algo en su no ver, no mira ninguna otra
cosa porque está viendo algo. No hay deseo porque el objeto está presente, esta encontrado. No funcionaba el
fantasma, estaba presente en lo real del objeto, porque cuando el objeto no está perdido, sino que aparece, aparece
en su cara real.
Porque en la formula fantasma ($♦a) el rombo marca la distancia entre el sujeto y el objeto, distancia necesaria
siempre, ni muy cerca ni muy lejos, si está muy cerca angustia, si está muy lejos se deprime, no hay nada. Alguna
distancia donde aparezca algo posible para el sujeto. El que está en duelo y ve todo el tiempo al muerto por ejemplo,
entonces no ve más que otra cosa que el muerto, el objeto se le vino encima o bien la desaparición del objeto, no
hay nada en el mundo que me atraiga o me interese. Se perdió el objeto, no hay nada que cause el deseo.
- En lo oral y anal hablamos de objetos concretos de pecho, la caca. En cambio la mirada es una función,

OM
no es un objeto concreto y acá tenemos a la voz lo invocante.
Entonces pecho perdido, las heces perdidas, la mirada perdida y la voz perdida. La voz perdida es esa voz, que
cuando el chico empieza a hablar, primero emite sonidos, después empieza a tener a algún sentido y empieza a
adquirir alguna forma significante. Cuando las cosas empiezan a tener valor significante, hay algo que se pierde, que
es el sin sentido de la voz. Retorna en un momento de angustia, en el grito de angustia de alguien por ejemplo.
Estos objetos, objetos causa del deseo, oral, anal, escópico y vocal, objeto, también son formas de satisfacción de la

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pulsión, son objeto de la pulsión. Entonces hay una coincidencia en ese punto entre deseo y pulsión. Los objetos y el
objeto a, que es objeto causa del deseo, pero también son formas de satisfacción pulsional. La satisfacción pulsional
entendida como la satisfacción que se siente.
¿La anoréxica por qué no come? Porque le teme a la satisfacción oral porque el objeto oral no lo terminó de perder.
DD
Supone que si come se va a comer a la madre, entonces no come. La madre de la anoréxica suele decir: “la nena no
me come”. Efectivamente, tiene razón, no la come.
- Lacan dice que los objetos se constituyen no por una cuestión evolutiva natural sino por la acción del otro que
produce la pérdida.
En el Seminario 11 Lacan piensa al desarrollo como un hilo que va atravesando las etapas pero en donde lo
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importante es la castración porque produce la perdida de objeto. Entonces, en cada momento del desarrollo lo que
vamos a encontrar es una forma de pérdida. Pero si hablamos de mirada y de voz, no hay forma de ubicar en qué
momento se pierden, no hay forma de ponerle alguna precisión cronológica o temporal
En el segundo tiempo del Edipo de Lacan él dice que el niño se percata de que la mirada de la madre ya no es
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dirigida toda a él sino que hay otro más en la escena. Hay castración a nivel de la mirada. “¿Qué tendrá el otro que
no tengo yo?”. Eso me deja en falta y hace desviar mi mirada.
Lacan extrae lo fálico de este catálogo porque si lo entendemos como el valor fálico, lo fálico está presente en cada
uno de los objetos, lo que viene a completar lo otro es el objeto que adquiere valor fálico. Si la anoréxica se niega a


comer es porque la comida adquirió valor fálico, si como me completo, y si me completo se termina el deseo,
El fantasma de la anoréxica es un fantasma oral, el “pegan a un niño” de una anoréxica. Mi mamá me devora, en vez
de mi papá. El fantasma del cual se desprende la forma de satisfacción del sujeto, la forma de satisfacción del sujeto
está ligada a su forma fantasmática.
- El fantasma tiene tres caras imaginaria, simbólica y real.
Lo imaginario sería lo predominante, es una respuesta imaginaria, es una escena que se arma el sujeto pero que
siempre están marcadas en lo simbólico, siempre tiene un marco simbólico el fantasma, y tiene una cara real que es
la “fijeza”. El fantasma da una forma de satisfacción que es lo más difícil de cambiar.
El objeto se constituye sobre un fondo de angustia dice lacan, es lo que se repite una y otra vez, el objeto se
constituyó y lo volvemos a constituir todos los días. Depende de las contingencias de la vida, de las posibilidades de
cada sujeto etc., esto es algo que se renueva todo el tiempo, todo el tiempo estamos renovando la perdida. De
partición entonces implica que el objeto se desprende del sujeto. Por eso va a decir Lacan en algún momento: se
demanda la presencia, se desea la ausencia.

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El chico llega hasta la puerta del jardín y no quiere entrar, "mamá quédate conmigo". En esta demanda el deseo es
que se vaya, pero si se va llora. El objeto se constituye sobre un fondo de angustia. Para que se constituya el deseo
hay que hacer un pasaje por la angustia. Si la madre se queda el chico no va a llorar, pero tampoco va a desear. Se va
a quedar ahí con ella, no va a querer ir a jugar con los otros chicos, no va a querer hacer nada. O sea, cayó el deseo,
no jugó, no hizo Fort-Da. El nieto de Freud jugó en ausencia de la madre; si la madre se hubiese quedado no hubiese
jugado. Entonces eso quiere decir se demanda presencia y se desea ausencia. Lo místico en cada sujeto es la perdida,
la que genera la estructura de angustia en cada uno de los sujetos, que a la vez es lo que genera el deseo. Es la
pérdida, la ausencia. Tiene que haber algo liberado.
A nivel de lo anal, dice Lacan, hay una demanda educativa por excelencia en donde el aseo, la limpieza, la higiene,
viene a satisfacer la demanda del Otro, con lo cual lo valorado y lo nauseabundo quedan en el mismo lugar. La caca
nauseabunda es lo que hay que entregar. Si hay que entregarlo y me lo piden debe ser que es importante, debe
tener mucho valor. Lo valorado y lo rechazado quedan en el mismo lugar. Problemática eminentemente obsesiva.

OM
Los obsesivos tienen fijación anal.
Freud decía que la analidad era el origen de la ambivalencia afectiva, del amor y del odio. ¿Por qué? Porque en la
demanda del Otro, la demanda de la madre se juega el odio ¿por qué te lo tengo que dar si es mío? Y se juega
también el amor, se entrega por amor.
La persona miserable, por ejemplo, la que no quiere dar nada, los tacaños, no solo a nivel del dinero. Los que no dan
nada, los que se resguardan de la castración. En donde dar algo es dar algo de sí mismo, es entrega.

.C
La mirada, lo escópico. Acá tenemos que diferenciar la visión de la mirada. La visión es lo fisiológico del ver; la
mirada es mirada deseante, que busca. La mirada tiene una particularidad, y es que cuando miramos algo parece
que no faltara nada. La imagen parece que fuera sin resto, es siempre completante. La mirada es siempre
completante, es donde hay más dificultades para pensar la castración.
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Los Gestaltistas dicen “si yo pongo 3 puntos vemos un triángulo, porque tendemos a la buena forma.” Sería lo
opuesto a la castración, lo opuesto a la falta. La mirada tiende a eso.
Nosotros vimos la fase del espejo, ¿no?, la constitución imaginaria del sujeto en el espejo. Ahora podríamos decir
“pero no todo entra en el espejo, no todo a nivel en la constitución imaginaria se refleja en el espejo”. Así como hay
una falta a nivel del significante, hay una falta a nivel del espejo. No todo es especularizante.
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La mirada tiene un valor fundamentalmente imaginario, es del completamiento imaginario porque se juega la
cuestión de la completura a nivel del espacio, a nivel de la mirada. El discurso tiene una función de engaño pero es
más eminentemente simbólica.
Por ejemplo yo puedo decir “Me pusieron algo ahí porque me quieren decir algo, eso es una señal de amenaza para
FI

mí” diría un paranoico, o sea algo le pasó a nivel de la mirada en donde los objetos se le vuelven a amenaza, porque
le retornan. No está perdido y le retornan como angustia, como amenazantes.
Entonces el objeto-a funciona como objeto perdido, nada sabemos de él pero está funcionando. No damos cuenta
de su existencia. Cuando el objeto a funciona como objeto a causa del deseo, funciona, no pasa nada. ¿Cuándo nos


enteramos que hay algo del objeto a que no está del todo funcionando como causa? Cuando aparece como
inhibición, síntoma o angustia. Fracaso de la pérdida del objeto a.
Al nivel de la mirada es donde quizás es más evidente. Nos parece que la visión es muy natural, y a la visión como
todo en el ser humano, hay que construirla. La posibilidad de que los objetos sean objetos hay que construirla, no
está dada. Y con la voz, lo invocante, la voz perdida es lo que vamos a buscar después en el Otro. Cuando
escuchamos nuestra voz retornar desde afuera, nos parece extraña, me desconozco en eso que es mío, lo familiar
que se volvió extraño, me resulta extraño algo mío. Nuestra voz pérdida, porque cuando hablamos perdemos la voz -
en sentido de que cada vez que hablamos decimos cosas que no sabemos qué efecto van a tener. Puedo desconocer
mi objeto, lo que es más mío.
Entonces, este rombito, losange marca las diferentes posiciones de sujeto en relación al objeto. En lógica, estos
signos son de inclusión y de exclusión. Y estos signos son de mayor y menor, entonces el rombo está condensando
estas cuatro formas, inclusión, exclusión, mayor, menor.
¿Cómo es la relación del sujeto, con el objeto fantasmático? inclusión, exclusión, mayor, menor. Tiene todas esas
formas simultáneamente. A veces puede oscilar, y a veces puede ser simultáneo.

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Entonces el sujeto lo que pierde a nivel del objeto es algo propio, la pérdida del objeto es la perdida de algo propio,
que cayó en el campo del otro, y al campo del otro entonces lo voy a ir a buscar. A través del deseo, a través de la
voz, voy a buscar eso que perdí. Lo que hago deseo en el otro, es algo mío.
Si leemos introducción al narcisismo, en donde Freud habla del amor, algo de esto ya está dicho por Freud en
relación al amor, como el sujeto busca a través del amor, algo propio en el otro, lo que le falta lo va a buscar en el
otro. Lacan dice que esto es constitutivo para el sujeto. La pérdida del objeto es constitutiva para el sujeto porque
eso lo hace deseante, y el deseo lo empuja a ir a buscar a un otro, o sea, al lazo social.

TEORICO N° 11
Definimos al objeto-a como el nombre del objeto falta, es el objeto que se desprende del sujeto producto de su
inscripción en el orden significante. Entonces, el sujeto por esta inscripción pierde goce, ese goce perdido dice Lacan,
tiene forma de objeto, y tiene estas formas que veíamos en la clase pasada, oral, anal, fálico (dice el inicialmente,

OM
después lo va a modificar) escópico e invocante. Él después va a sacar al aspecto fálico del objeto a, porque él va a
decir que todos los objetos a en tanto objeto perdido adquiere valor fálico, la posibilidad ilusoria para el sujeto de la
completud. En función paterna, en el primer tiempo del Edipo el chico es el falo para la madre, la madre se
constituye como madre fálica, y es un momento de completud imaginaria.
Entonces el objeto-a, si en tanto objeto perdido, es aquello que el sujeto va a ir a buscar en su anhelo de completud
imaginaria. ¿Qué es lo que produce la pérdida del objeto? el significante, corta y hace caer el objeto.

.C
Los objetos (oral, anal, escópico e invocante) hacen referencia a agujeros del cuerpo por los cuales algo se
desprende.
- Los agujeros del cuerpo se convierten en zonas erógenas cuando el significante los recorta.
El agujero de la boca se transforma en zona erógena cuando el significante recorta la boca. Deja de ser un simple
DD
orificio por el cual se puede introducir el alimento para transformarse en zona erógena, se pierde el pecho, cuando
entró el significante porque el significante es lo que hace que el chico controle. El significante que siempre proviene
del campo del Otro. La mirada y la voz se nos complican un poco porque se trata de funciones, son
desprendimientos a partir de una función. La función de la mirada, la función de la voz se pierden.
- Entonces el objeto perdido adquiere valor fálico para el sujeto, adquiere el valor de la completud.
LA

Tenemos castración simbólica y castración imaginaria, castración simbólica es aquella por la cual el sujeto ingresa al
orden simbólico, al orden significante, en tanto neuróticos y seres hablantes. Todos perdimos goce, que es lo
singular de cada sujeto y va a tener una inscripción particular, por eso el fantasma también es singular. El fantasma
es la relación del sujeto con el objeto, relación fundamentalmente imaginaria que tiene un sujeto con el objeto, este
FI

objeto a entonces, nos dice lacan tiene cuatro formas, oral, anal, escópico, vocal. Son formas legalizadas de perder
goce, legalizadas por el corte significante.
- En el discurso de quienes se cortan dicen que sienten alivio en el dolor, ese corte es el intento de justamente
producir un desprendimiento, producir el objeto que no se desprendió, el corte con la madre. Es muy


frecuente que sea después de una pelea con la madre, puede ser con el padre o con alguien, aunque puede
tener otras formas, pero es el intento de producir un desprendimiento de algo.
No termina de desprenderse del objeto y lo intenta como sea. El problema es que es un intento no legalizado por la
ley del significante. El significante corta. Pero no corta en cualquier lado, los puntos de corte ya están prefijados, son
cortes simbólicos. El corte que se hace el sujeto que se corta es corte en lo real, ahí ya no hay ninguna metáfora, se
perdió el valor metafórico que tiene siempre la ley. No hay objeto, ella misma se propone como objeto no hay
formación del Icc.
 Entonces el objeto a es la mínima denominación que se le puede dar a un objeto. Es el objeto que
representa la pérdida de goce, la falta. El falo es el significante de la falta, el objeto a es el objeto falta, falta
simbólica e imaginaria.
Entonces Lacan va a decir que la angustia está ligada a la posibilidad de que falte la falta. O sea a la posibilidad de
que la castración no cumpla con su cometido. Parecería contradictorio que en tanto neuróticos todos estamos
castrados, todos hemos perdido goce.

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Si no hay falta no hay deseo, la falta es por estructura, en el campo de lo simbólico, el significante produce que haya
falta, y no hay recupero para esa falta. ¿Porque entonces el temor neurótico y porque la angustia? Porque es el
temor imaginario, el neurótico supone, cree que esta falta podría ser recuperada.
La angustia entonces es la posibilidad de que falte la falta, es la opresión en el pecho, el cierre de la garganta, falta
la voz, la voz perdida, lo que se siente en el cuerpo. No es tan habitual como se cree, no cualquier sensación es
angustia. Entonces la angustia es el temor imaginario a que esa falta simbólica, a que esa falta por estructura no se
haya producido.
También Angustia es el encuentro con lo real, es otra definición. El encuentro con lo real porque es justamente el
encuentro con no simbolizado. Entonces Lacan va a decir o va a tomar como modelo de la angustia el fenómeno de
lo unheimlich, lo ominoso, lo siniestro, lo NO familiar. Donde uno espera encontrar lo familiar aparece lo no familiar.
En la fase del espejo decíamos que todos tenemos un gemelo, que es nuestra imagen con la cual nos constituimos,
entonces lo no familiar en lo familiar. Donde uno podría suponer que puede aparecer lo familiar, lo conocido, lo

OM
calmo, lo placentero, aparece todo lo contrario. Lacan lo toma como modelo de la angustia.
- Entonces la angustia es aquello que viene a aparecer en el lugar de la falta, cuando uno espera encontrar la
falta, y la falta por algún motivo queda tapada, obstruida, aparece la angustia.
Otra forma de definir la angustia seria pensarla como la posibilidad de que la castración no se produzca. Si la
castración simbólica es por estructura, el sujeto teme que no se produzca la castración imaginaria, porque no sabe
que la castración ya se produjo, que ya está. No hay imagen en la falta, por eso lacan lo llama objeto a. Cualquier

.C
objeto que nosotros vamos a buscar en la vida viene a ocupar el lugar de la falta del objeto a. Pero son señuelos, el
problema está en que a veces creemos o suponemos que ahí está la completud imaginaria, que no nos podemos
aproximar tanto, que nos podemos quemar de goce, en última instancia, de lo que estamos hablando todo el tiempo
es que lo temido es el goce incestuoso. Por ejemplo cuando se supone que el recibirse es llegar a un lugar de
DD
demasiado goce, el sujeto entonces se obstaculiza esa llegada.

Lacan trabaja en el Seminario 10 de la angustia “El grafo de la división subjetiva”. Es un grafo que tiene tres pisos y
tres elementos: el sujeto, el Otro y el objeto a. Hay un primer piso que lo llama “el piso del goce”, donde
encontramos a un sujeto sin barrar, el sujeto mítico del goce, que se dirige a otro sin barrar con una pregunta: ¿Che
LA

vuoi? el que me quiere, la pregunta del grafo del deseo. Si el Otro responde quiere decir que está en falta, esta
barrado, esta castrado; el barramiento representa la castración, porque dio muestras de su deseo.
El deseo es el deseo de otro deseo. El deseo de hijo engancha con el deseo en la madre que es la falta, el niño
adquiere valor fálico, ese valor fálico es lo que da cuenta de una falta en la madre, que muestra entonces que la
FI

madre es deseante,
El otro deseante produce un sujeto deseante, un sujeto barrado ($). No todo lo del sujeto entra en el campo del
otro, siempre hay algo que queda por fuera del deseo del otro, eso que queda por fuera del otro es el objeto a.
Lacan dice: "es como una división" el sujeto al dirigirse al campo del otro es como si se preguntara ¿cuántas veces


entro en el otro? Esa división siempre tiene un resto, el objeto a.


- Entonces tenemos el piso del goce místico (primer piso) y el tercer piso es el del sujeto barrado, piso del
deseo.
Si colocamos el rombo tenemos la fórmula del fantasma ($<>a) entonces la presencia fantasmática del objeto a, lo
separa al sujeto del campo del goce. La presencia del fantasma protege al sujeto de la pulsión desatada que puede
estar en el campo del goce. En el ejemplo de los sujetos que se cortan se toma como objeto a sí mismo, dicen que
sienten alivio cuando se corta, que el dolor alivia, hay algo de la pulsión que se desató del deseo, del significante.
La constitución del objeto, está producida en las zonas erógenas. Las zonas erógenas son asiento de la pulsión:
oral, anal, escópico, invocante. Entonces el objeto a es objeto causa del deseo y la satisfacción pulsional. El chico
cuando está aprendiendo a controlar esfínteres agarra la caca o tocar su pis porque todavía no terminó de
desprenderse el objeto, es la pulsión casi en estado puro. La madre le dice que no lo haga, entonces juega con agua
o con tierra, produjo desplazamiento porque opero el significante. Las equivalencias son siempre significantes, no
hay equivalencia en lo real. Entonces se desplaza producto del significante y empieza a enlazarse a un deseo.

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- Entonces el piso del goce (1°), es el piso de la pulsión desatada, por eso Lacan dice sujeto mítico del goce, no lo
vamos a encontrar.
El desprendimiento del objeto-a, puede producir una distancia con ese goce. Ese adolescente que se corta, la
intervención posible ahí, es ¿con quién querés cortar? ¿Qué querés cortar?, si en lugar de cortarse podría decirle a la
madre con palabras no se cortaría. Como no lo puede simbolizar al corte entonces lo termina jugando en lo real,
termina siendo también satisfacción pulsional, casi en estado puro. Si le puede decir a la madre algo que tenga valor
de no, de distancia está pudiendo operar entonces en el fantasma, entonces el objeto “a” posibilita la distancia con
el goce. Si por algún motivo se acorta esa distancia, o sea falta la falta Lacan dice aparece la angustia, o sea que este
es el piso de la angustia

Campo del otro Campo del sujeto


A S Goce

OM
a A (Otro barrado) Angustia
$ Deseo

El segundo piso es el piso de la angustia, es aquello que viene a mediar, entre el goce y el deseo.
Freud decía que la angustia era angustia señal frente a un peligro, la castración. Lacan en este punto, se separa de
Freud y va a decir que no es señal de un peligro imaginario como la castración, es angustia señal del peligro que falte

.C
la falta, entonces es un aviso para el sujeto, no para el yo.
El objeto a se produce en el campo del sujeto pero cae en el campo del otro, entonces no es ni totalmente del sujeto
ni totalmente del otro. Entonces, el sujeto va a ir a buscar su objeto a al campo del otro, pero se supone que nunca
DD
lo va a terminar de encontrar, si lo encuentra se produce la señal de angustia.
A (barrado) + a es = a-A (sin barrar) – Otro completo
El sujeto está en los dos lugares porque este él es objeto A perdido del sujeto, el pecho perdido, la caca perdida, la
mirada perdida y que se va a ir a buscar al campo del otro.
Entonces la angustia es la vacilación del objeto A, la vacilación fantasmática, ahí el sujeto teme acercarse
LA

peligrosamente al campo del goce. Pero tiene una excepción, no siempre esto es así. En el amor hay una sensación
de completud y el sujeto está feliz. En el mismo lugar que la angustia Lacan ubica también al amor “el amor es lo que
posibilita al goce condescender en deseo”. Hay situaciones gozosas que se soportan porque son por amor.
La existencia del fantasma es el faltar, es la relación en la escena que arma un sujeto (escena imaginaria) de un
sujeto con un objeto. Todo lo que encontramos en el mundo tiene valor de objeto. Todo aquello que vamos a buscar
FI

con la suposición de que nos va a satisfacer tiene valor de objeto, eso incluye también a la pareja. Siempre el otro
entra como objeto en nuestro fantasma y nosotros somos objeto para el fantasma del otro. Eso ocurre siempre; si
no entramos en el fantasma del otro, no somos nada; el que me quiere tiene una respuesta.
- ¿Y por qué se soporta la condición de objeto?


Porque inventamos el amor, el amor hace soportable lo que de otro modo sería insoportable. El amor enmascara la
condición de objeto que tenemos siempre para el otro. Esto también explica por qué se puede pasar tan fácilmente
de la angustia al amor o del amor a la angustia; como dos caras de una misma moneda, que rápidamente puede caer
de un lado o del otro. Entonces la angustia y el amor aparecen como lo que va a mediar entre el goce y el deseo.
Entonces Lacan va a decir que la angustia es angustia-señal de la presencia del deseo del otro. Da el ejemplo de la
mantis religiosa. La mantis religiosa tiene una característica y es que mientras se produce la cópula de la hembra con
el macho, la hembra se come la cabeza del macho. Entonces, Lacan dice: “Imagínense que estamos frente a una
mantis religiosa de nuestro mismo tamaño, y que tenemos una máscara, pero nosotros no sabemos qué máscara
tenemos”, o sea que podemos tener la máscara del macho de la mantis religiosa y podemos perder la cabeza.
Entonces dice Lacan, ese no saber qué soy o quién soy para el otro, eso es la angustia. Hay un otro que me
amenaza con su deseo y amenaza porque no sé quién soy para él, no sé qué lugar ocupo y tampoco puedo
escapar. Está expuesto al deseo del otro, a que el otro me tome como objeto pero no como objeto de su amor,
porque ahí estaría todo bien, sino como objeto de su goce.

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Entonces la angustia es angustia señal para el sujeto, la siente el yo dice Freud pero es una advertencia para el sujeto
dice Lacan. Proviene de un otro que me toma como objeto. Entonces el deseo del otro viene a solicitar mi propia
pérdida como sujeto. Por eso la angustia es señal, de que puedo perder mi condición de sujeto. Ahora, si se trata de
relaciones amorosas, deseantes, si el otro busca mi propia perdida lo hace porque lo que intenta es restituir su
objeto faltante. A barrado más A es la completud del otro.
Entonces la angustia señal es una defensa frente a la posibilidad del goce del otro, que me toma como objeto. Nos
lleva a volver a esta cuestión, la castración es una condición simbólica porque no hay posibilidad de no pasar por ella
y se inscribe como peligro imaginario para el sujeto porque el neurótico teme quedar en ese lugar.
Lo que el neurótico desconoce es que la castración simbólica la sufrió de entrada, por eso muchas veces tiene
dificultades para plantarse frente al otro como deseante. Entonces se ofrece a sí mismo para obturar la castración
en el otro, para que el otro esté contento y lo ame. O sea, en lugar de protegerse en su deseo, entrega su deseo,
cede su deseo.

OM
- Dice lacan (pp.60 Sem 10): “El objeto a que el neurótico se hace ser en su fantasma” o sea, se ubica en el
lugar de objeto, “No le pega ni con cola, por eso con el fantasma nunca hace gran cosa”. ¿Qué significa que
nunca hace gran cosa? Que el neurótico siempre imagina en su fantasma escenas muy gozosas, pero solo
las imagina, nunca las lleva a cabo porque si las cumple se angustia. Con ese hacerse, él se defiende.

Freud también hablaba del objeto perdido, en la interpretación de los sueños dice que la única forma que hay de

.C
alcanzar el objeto es alucinatoriamente, es decir, en los sueños es donde más nos aproximamos, entonces el objeto
está perdido.
En la frase “el amor es dar lo que no se tiene a alguien que no lo es” dar lo que no se tiene, es la falta, el deseo,
alojar al deseo del otro, que tiene que ver con la pregunta de ¿Qué me quieres? Es dar un lugar al otro, mostrarle la
DD
falta. Cuando mostramos interés por el otro es porque le estamos mostrando nuestra falta. Es dar lo que no se tiene
porque si estamos en falta, nos falta el objeto a, nos falta el falo. Dar lo que no se tiene a alguien que no lo es, o sea,
no es el falo, ni nosotros lo tenemos.
¿Quiero tu falta? fórmula infalible dice Lacan, para el encuentro. Cuando alguien muestra su falta Lacan dice que es
muy difícil “redimirse” a eso.
LA

Lacan compara al fantasma con un cuadro, que encaja perfectamente en el marco de una ventana, que representa
el marco simbólico, el cuadro es la escena imaginaria que nosotros vemos y que nos tapa, nos obtura, nos impide ver
lo que está por detrás, lo que está por detrás, lo real. Entonces la visión del cuadro imaginario posibilita que el sujeto
pueda tener velado lo real que siempre es angustiante porque es o no simbolizado lo no imaginarizado.
FI

Pone de ejemplo a el hombre de los lobos el cual cuanta un sueño infantil, en donde él está durmiendo de pronto se
abre una ventana y ve unos lobos inmóviles, parados sobre un árbol que lo miran fijamente, y él se despierta muy
angustiado. Esta escena Lacan la toma como un ejemplo de escena fantasmática porque tenemos la ventana que se
abre repentinamente, aparece algo de lo real, son estos lobos inmóviles que lo miran fijamente. La mirada es una


forma del objeto A. El objeto A perdido posibilita e funcionamiento del deseo, buscar aquello que me falta en el
campo del otro.
Ahora cuando este objeto A se aproxima demasiado al sujeto tiene un retorno demasiado brusco para el sujeto,
aparece la angustia. Esa mirada fija de los lobos es un retorno, de la mirada paterna ausente que necesito volver a
través de los lobos, por ejemplo.
Los elementos con lo que se arman la escena fantasmática son los elementos que pertenecen al campo del sujeto al
contexto en el cual esta, o a estado por lo menos en su infancia. Entones esta fijeza de los lobos, la inmovilidad
evoca algo de la muerte. Por eso los chicos no pueden estar quietos en la escuela, para los chicos es muy difícil.
Entonces, la mirada y la voz siempre tienen ese doble aspecto de la mirada artística, o sea, la elaboración simbólica e
imaginaria que cuando fracasa retorna. Como esa mirada de esos lobos, el retorno de la mirada es un retorno súper
yoico. El retorno de la voz, la voz angustiante es la voz del superyó, es el retorno del “objeto a” perdido, voz que nos
retorna de una manera que no podemos tomar distancia, por eso angustia, porque ahí se perdió la distancia.

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TEORICO N°12
En la angustia aparece una clara diferencia de Lacan con Freud, Freud decía que la angustia es sin objeto, lacan va a
decir que la angustia no es sin objeto, o sea una doble negación, la doble negación es una afirmación. No dice
directamente la angustia es con objeto, no es lo mismo decir es con objeto a decir es sin objeto, estamos atenuando
ese con objeto, se trata del objeto A. La angustia es la posibilidad de que se presentifique el objeto A, el objeto
perdido. El objeto está perdido por estructura pero se presentifica como temor imaginario en el sujeto, no hay
posibilidad de completamiento pero el neurótico supone que sí.
Esta afirmación de la angustia, marca una distancia teórica, una crítica a Freud, el seminario 10 donde lacan
conceptualiza al objeto A como objeto causa del deseo, es el seminario donde lacan empieza a marcar algunas
diferencias teóricas con Freud y comienza a crear conceptos propios.
Angustia es lo que no engaña, es de lo real, entonces el significante engaña, ya que nunca da cuenta totalmente del
objeto, de la cosa, de lo que queremos decir, siempre hay un resto, resto que es de lo real, pero se supone que

OM
queda velado, cuando ese resto que lacan llama objeto A reaparece, por vacilación fantasmática que es el momento
de la aparición de la angustia, algo de la verdad del sujeto aparece.
No hay tratamiento sin pasaje por la angustia, si el análisis avanza produce efectos, necesariamente va a aparecer
algo del orden de la angustia y está bien que así sea, porque le dimos en el blanco, ¿Por qué una intervención
nuestra puede producir una angustia en el sujeto? tiene que ver con la verdad del sujeto. Cuando la angustia
aparece es porque hay algo en lo real que ya apareció ahí para el sujeto.

.C
Freud decía que el psicoanálisis lo que hace es poder curar la angustia neurótica para que el sujeto pueda vivir la
miseria de la vida cotidiana, el psicoanálisis no promete ninguna felicidad porque la felicidad no existe. Por el solo
hecho de vivir penamos todos porque no hay vida sin pérdida de goce. Se trata de no penar de más
- Angustia ante lo irreductible de lo real, hay algo en lo real que va a estar presente siempre, no todo lo
DD
simbólico imaginario puede conquistar lo real. Cuando lo real aparece, cuando fracasa ese velamiento en lo real,
cuando ese cuadro fantasmático se mueve, no logra cubrir totalmente lo real algo de la angustia aparece.
El goce incestuoso es temido por su posibilidad de completamiento. Él bebe que toma el pecho de la madre es goce
incestuoso, es un momento necesario, de ahí partimos todos y justamente por eso después pasa a ser lo más
temido, porque la aparición del significante implica la perdida de ese goce incestuoso. El significante no separa
LA

totalmente al sujeto del otro, algo queda siempre como posibilidad de amenaza para el sujeto, entonces cuando esa
amenaza por algún lado reaparece para el sujeto, aparece ese riesgo de lo real, de lo no simbolizado, del goce
incestuoso, del completamiento con el otro, de que falte la falta.
Un paciente con madre muy muy atrapante, con muchas dificultades para permitir la salida de sus hijos y un padre
FI

bastante ausente en su función, tiene una especie de angustia cuasi permanente que se le agrava en algunos
momentos, por ejemplo: quiere salir a caminar y su pareja le dice quiero salir con vos, te quiero acompañar.
Momento de angustia, quería salir solo y la propuesta de su pareja lo angustia. Él dice que se siente asfixiado,
ahogado, o sea las palabras de la pareja se convierten en el atrapamiento con la madre. Entonces la angustia es ante


el deseo del otro ¿Para qué me quiere? ¿Para qué quiere salir conmigo? Angustia ante la falta de la falta,
inmediatamente aparece el riesgo del completamiento. La angustia como señal, le advierte el peligro de hacerse
uno con el otro, no es sin objeto. Las palabras de su pareja le presentifican el objeto a. La angustia es algo de la
verdad del sujeto, rápidamente se sienta atrapado ante la presencia de otro, rápidamente se le presentifica la
posibilidad de algo del orden de lo incestuoso.
- ¿Por qué la intervención del analista produciría angustia si se supone que va por lo contrario?
Si lo que angustia es esta presencia cercana del otro ¿Por qué al sujeto le cuesta perder goce? El no ponerse en
relación al otro, implica una pérdida de goce. En la fórmula del fantasma el sujeto está como sujeto y como objeto.
¿Y por qué alguien puede quedar ubicado en la posición de objeto? ¿Por qué alguien elige la posición de objeto?
Otro ejemplo de una muchacha que dice, que cuenta haber sido abusada por su hermano mayor desde los 5 hasta los 14
años. Y que ella nunca dijo nada. A los 5, es una víctima absoluta de este hermano. A los 14 ella dice que muchas veces se
sintió protegida por el hermano, del padre que era muy violento.
Una cuestión, el hermano es un perverso abusador que merecería algún castigo. Otra cuestión es la posición de ella, en
algún punto hay una responsabilidad subjetiva: Ella dice porque aceptaba esta posición porque él la protegía. Ahí donde se
produce la confusión entre que es proteger. La protegía del padre pero abusaba él. Esto para ella era protección.

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Había un deseo del Otro, el otro la elegía. Ella tiene otras hermanas mujeres, ella fue la elegida. Entonces, esa posición de objeto
de alguna manera es elección del sujeto. No habría análisis posible si nos quedamos con que toda la culpa es de este hermano
perverso. El análisis apunta a la responsabilidad subjetiva.
Hay siempre una elección del sujeto sino no hay análisis posible. Si no nos quedamos en la crítica al psicoanálisis: “Y para el
psicoanálisis la culpa es siempre de los padres”. No, de los padres es responsabilidad, por supuesto, y del sujeto también. Todo
sujeto es responsable de su posición. Posición que es siempre alguna posición de goce. Tiene que ver con: ¿Por qué la angustia?
Porque se pierde goce.
Lacan dice en subversión del sujeto, el neurótico puede dar todo menos su angustia, puede dar todo menos su falta,
faltarle al otro. Esto es angustiante siempre, el otro no me necesita. En un análisis se trata de eso, de que el sujeto
haga ese pasaje, hacer ese pasaje implica perder al otro, algo del orden de la angustia.
Todos fuimos objeto alguna vez, no hay nadie que no lo haya sido, el comienzo a la vida es posición de objeto total y
absoluta, quedamos fijados, hay una fijación a la posición de objeto.
¿Qué posición tomamos en el fantasma?, la posición de objeto en la repetición de esa posición original del sujeto,

OM
de haber sido objeto para el goce del otro. "a +a =a" o sea el "otro" barrado más el objeto "a" que nos da, un "otro"
sin barrar, entonces el sujeto se ofrece sacrificialmente al goce del otro, para que haya un otro completo, para que le
otro me proteja me ampare, me diga que tengo que hacer, al otro al que yo puedo acudir cada vez que necesito
algo.
- Entonces la angustia aparece cuando uno se acerca al goce incestuoso, cuando se anuncia la perdida de
goce.

.C
El concepto de la angustia no es un concepto univoco estas son distintas definiciones que da Lacan, en donde
podemos pensarla desde la posibilidad de que aparezca el riesgo de completamiento del otro o la posibilidad de que
se pierda la posición de completamiento con el otro.
DD
El duelo patológico es la “elección”, inconsciente, de no poder perder a eso que se fue. Entonces el duelo patológico
es cuando “la sombra del objeto ha caído sobre el yo”, posición de objeto. O sea el yo es objeto, se convierte en
objeto, el suicidio. El suicidio es el sujeto ubicado totalmente en posición de objeto y ahí se desecha como sujeto.
Entonces Lacan va a decir que la angustia es de lo real, porque el sujeto imaginariamente supone el
completamiento, o sea que hay una falla o una vacilación en la castración imaginaria. La fase del espejo es el
LA

momento justamente de la constitución imaginaria del yo, el yo del sujeto se constituye con la imagen con el otro,
en esto de que yo soy otro, que la constitución del yo es gemelar.
Sem 10 Lacan va decir que el yo se constituye en lo imaginario, se necesita el pasaje por la fase del espejo pero ese
pasaje no es total y absoluto, no todo del sujeto pasa al espejo, hay un resto dice Lacan que no pasa a la imagen
especular. Entonces el falo, a nivel del imaginario va a llegar bajo la forma de una falta “-φ” (“menos phi”).
FI

El falo simbólico es el falo como significante que no puede negativizarse, no puede faltar. Si falta estamos en el
campo de la psicosis. El falo imaginario (que es la forma en que se va a inscribir el falo simbólico), si se inscribe como
falta. El niño es el falo para la madre porque está en falta, la falta a la cual el chico como objeto quiere ocupar. Ese
completamiento inicial del hijo con la madre nunca sea total y absoluto, sino, no habría hermanos, no habría otras


actividades o deseos para la madre. O sea que hay algo del orden de la falta, que va a aparecer a nivel del falo
imaginario.
Lo que Freud llamaba angustia de castración (envidia del pene en la niña, temor a la castración en el hombre) son
formas de la castración imaginaria. Esa falta de la que habla Freud, son las faltas del falo imaginario. El Edipo
freudiano es una forma imaginaria de inscribir la castración, de dar cuenta de la castración para el sujeto.
Entonces, en la fase del espejo dice Lacan, no pasa todo al espejo, hay una falta. Es como si el espejo estuviese
agujereado, o manchado. Hay algo en el espejo que impide que el sujeto se vea completamente.
Hay un primer momento en donde la madre tiene a su hijo en brazos, se miran al espejo y se ve la completud, el
chico completa a la madre, la madre se completa con el chico, completud imaginaria. Ahí no falta nada. Pero hay un
segundo momento necesario, que es el desvió de la mirada de la madre hacia al chico, que no sea todo especular
sino que la madre lo pueda ver al chico en lo real, por fuera de ella, lo está viendo no solo como objeto sino como
otro, sujeto. Aparece la falta, porque si el chico es distinto a ella, entonces no es solo lo que la completa, hay un algo
más que implica la falta, para ella y falta para el chico, ya no hay completamiento, ahora son dos.

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Entonces, el valor fálico que tiene el chico para la madre pasa a negativizarse, pasa a ser menos. Esta completud
imaginaria Lacan la llama completud fálica, siempre que se habla de completud. Freud pensaba al pene como valor
fálico siendo el órgano de la completud, por eso el varón teme perderlo y la nena lo envidia. El varón tiene que pasar
por la angustia de castración para que el pene funcione en su valor fálico. Entonces los hombres hay un problema y
es que el pene funciona solo, no funciona a voluntad, se independizó de la voluntad, del yo. Por eso existen los
problemas sexuales, la eyaculación precoz, la impotencia, las disfunciones, etc.,
Entonces estas se producen cuando no funcionó la angustia de la castración, de una manera totalmente eficaz como
para separarlo de la madre, sigue siendo falo en todo su cuerpo. La posición fálica del hombre es la de tener el falo,
la de la mujer es ser el falo. La del hombre es tener el falo, cuando originalmente fue el falo. Entonces el pasaje de
ser al tener es por la angustia de castración, el varón deja de ser el falo para la madre para pasar a tenerlo. La
castración en ese punto cae sobre el ser, afecta al ser.
Y en la mujer se trata de ser porque no lo tiene, puede ser valorada en su ser, como no lo tiene, todo su cuerpo

OM
adquiere valoración fálica.
- Dice Lacan en subversión del sujeto: “Es así como el órgano eréctil viene a simbolizar el sitio del goce, no en
cuanto el mismo, ni siquiera en cuanto imagen, sino en cuanto parte faltante de la imagen deseada”. El
órgano eréctil simboliza el sitio del goce, no en cuanto pene como órgano en lo real. Parte faltante de la
imagen deseada de sí mismo, que proviene del otro, el pene de alguna manera se recorta del cuerpo, porque
tiene independencia, tiene autonomía.

.C
El temor a la castración produce recorte de esta imagen, de esta imagen total de ser el falo para la posibilidad de
tenerlo. Pero tenerlo justamente implica la aceptación de la castración.
Entonces dice lacan "hay una parte faltante de la imagen por efecto del complejo de castración". El goce queda por
fuera del cuerpo imaginario, porque si la imagen esta recortada, hay algo del goce que queda perdido, el menos phi
DD
(-ϕ). Castración imaginaria es el nombre de ese goce que falta, porque el pene se recorto de la imagen.
Lacan apela al Esquema simplificado del espejo porque en el esquema óptico lacan no puede ubicar la falta:
LA
FI

El i (a) la imagen completa del chico. El objeto a qué viene a tapar la boca del florero serían las flores, o sea el florero
completo. Entonces, acá tenemos la completud, por eso el menos phi (-ϕ), la castración esta por fuera. Espejo del
otro: pasaje por el otro que cambia, donde antes estaba el objeto a (el niño como falo)
ahora tenemos la castración imaginaria, o sea la falta, (phi –ϕ). Se libera la boca del florero para que cualquier
objeto pueda entrar o salir de ahí.


En el florero Lacan pone el esquema A (i ´a), la imagen del yo, imagen virtual, que conlleva la falta. El objeto A ya no
está, se perdió, tenemos ahora la castración imaginaria, la falta. Lacan dice que es lo que posibilita lo que él va llamar
“la reserva libidinal”, que no todo pasa, hay algo que queda. No todo pasa al otro en el espejo.
Lacan piensa la fase del espejo como una forma de decir lo que ya decía Freud sobre narcisismo primario y
narcisismo secundario. Freud va decir el narcisismo secundario es poner el narcisismo del sujeto, es decir la vuelta
del narcisismo del sujeto en el otro, hay una parte del narcisismo que va y viene al otro.
Lacan dice: Hay una parte de ese narcisismo que no va y viene, sino que está siempre en el sujeto, el narcisismo
primario. Hay algo que siempre está en el mismo lugar, esto que Lacan llama reserva libidinal. Esta reserva surge en
el descompletamiento del sujeto, de que no haya sido todo para el otro, la falta es la reserva libidinal. Amar es dar
lo que no se tiene, es dar la falta.
(pp. 55) “El signo menos phi (-ϕ) (castración imaginaria) indica que debe perfilarse una relación con la reserva
libidinal con ese algo que no se proyecta” que no se inviste a nivel de la imagen especular y aparece en el nivel del
cuerpo propio, narcisismo primario. En el nivel de lo que llaman autoerotismo, en el nivel de un goce autista,
permanece allí para intervenir como instrumento en la relación con el otro. El goce autista es aquel que no pasa por

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el otro, igual que el narcicismo primario, igual que el autoerotismo. Entonces tenemos la imagen especular que pasa
por el otro y tenemos algo de un goce que no pasa por el otro. Hay algo del goce legalizado, con la ley simbólica. Y
hay un goce que no pasa por el otro, Lacan lo va a llamar, 10 años después, “el goce del idiota” porque es el goce
autoerótico, porque es el goce masturbatorio.
Cuando el sujeto siente la amenaza de que no funcione la castración imaginaria, que no funcione la falta, lo que
aparece es ese riesgo de lo que Lacan llama el goce autoerótico, el goce autista, que es el yacerse uno con el otro. Al
desaparecer la falta, volvimos a esto: es ofrecerse como objeto para el completamiento del otro, entonces no hay
otro para el sujeto, el sujeto se hace objeto con el otro, no hay sujeto. Si yo me ofrezco sacrificialmente al goce del
otro no estoy como sujeto estoy como objeto, y me voy a angustiar. Porque aparece la posibilidad de
completamiento del otro conmigo, aparece la posibilidad de que corte la falta, aparece la posibilidad del goce
absoluto. La masturbación es siempre con una fantasía. Siempre hay un otro imaginario, siempre hay un otro que el
sujeto imaginariza, siempre. Esa posibilidad de completud es con ese otro imaginario. En la masturbación

OM
generalmente hay satisfacción, en el momento del acto, pero después el sujeto a lo mejor consulta porque no puede
establecer relación con una pareja, con otro, algo de la angustia aparece. En ese goce masturbatorio aparece algo
del orden de la angustia porque no hay pasaje por el otro.
Entonces, el sujeto siente la amenaza de que no funciona la castración imaginaria, de que no aparezca la falta, ante
la posibilidad de la completud de otro imaginario no real. Siempre es imaginario porque la completud no existe en lo
real, es imposible que completemos al otro. El autoerotismo no en el sentido del autista de estructura, sino

.C
autoerotismo de lo neurótico. Si estamos hablando de un neurótico es porque la castración simbólica funcionó, es
porque el significante operó, marcó las zonas erógenas. La castración imaginaria es el riesgo imaginario que el
neurótico supone que puede acontecer como completamiento para el otro.
Lacan dice que la angustia de Juanito aparece en el momento que hace irrupción las sensaciones en el pene,
DD
irrupción del pene real. Juanito tiene sensaciones que son desconocidas para él y funcionan con independencia de su
voluntad. La irrupción del pene real se sitúa entre él y la madre y es un objeto de satisfacción, el pene empieza a
moverse y siente que le solicita un toqueteo masturbatorio. Pero al mismo tiempo no sabe cómo situar esto en su
universo de representaciones de significaciones. Entonces hay algo de lo real que viene a quebrar el universo
simbólico, universo de felicidad con su madre.
LA

Todo niño debe integrar algo que no tiene existencia previa imaginaria, en la cual se produce el pasaje del ser a
tener, de lo narcisístico a lo edípico. De ser amado por ser el falo para su madre a tener que preocuparse por lo que
ocurre con su pene en lo real, la erección viene a funcionar para Juanito como castración, la erección muestra algo
de su perdida narcisista. El pene queda por fuera de su cuerpo narcisista pasa a estar comandado por un deseo, ya
FI

no por su voluntad, por una falta y no la imagen especular. Si esto no ocurre así, el chico puede leer en una erección
en las sensaciones, satisfacciones que lo acompañan y lo puede vivir con angustia porque no encuentra apoyadura
fálica para estas sensaciones, el padre no le hace de soporte. El padre como agente de la castración no es del todo
eficaz, la amenaza del padre no le resulta suficiente no encuentra apoyatura ahí. No puede integrar a su universo


simbólico imaginario las sensaciones de su cuerpo, no funciona la castración, por eso se inventa el caballo como
amenaza de castración. Queda fijado al ser y a la posibilidad de seguir satisfaciendo con todo su cuerpo a la madre.
Entonces la posibilidad del regreso a esa situación de goce absoluto es siempre amenazante para el sujeto.
Lacan va a decir: en la relación sexual, el falo aparece siempre como falta, porque de verdad nadie lo tiene y nadie lo
es. Creemos que lo tenemos, creemos que somos. Esa creencia posibilita o permite jugar a lo que Lacan llama la
comedia de los sexos. El encuentro posible es a partir de esa suposición o de esa creencia, que alguien lo puede tener o que
alguien lo puede ser. Si el falo no está para ninguno de los dos sexos, el riesgo es que yo puedo ser llevado a ocupar ese lugar
con todo mi ser. Como le pasa a ese paciente que la novia le dice "yo te acompaño a caminar" y él se asusta. O sea, todo él –
imaginariamente- teme ser el falo para su pareja.
Entonces la cuestión es siempre, para todo sujeto, lo que se juega siempre es ser o no ser el falo imaginario del otro.
Trampa narcisista, imaginaria de la que nadie se salva a menos que se pueda interrogar ese lugar que el sujeto ocupa
para el otro. Va a ir a buscar en el otro eso que es mío, pero como nunca lo encuentro el deseo se relanza. Entonces
el tratamiento podemos pensar que consiste en liberar al sujeto de esa creencia de que puede haber
completamiento con el otro, el deseo se alimenta de la falta, el deseo se alimenta de la castración, la completud
imaginaria es siempre un temor neurótico.

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(u3)
Seminario n°7
La Significación del Falo: Necesidad, demanda y deseo.
El sujeto mítico de la necesidad indica una posición insconstituída del otro. La Subversión Lacaniana es señalar que
en el inicio el sujeto es un “sujeto a constituir”, el cachorro humano no puede acceder al objeto directamente,
necesita del Otro para saciar su necesidad. Va a estar forzado a pasar sus necesidades por el desfiladero del
significante, por el lugar del Otro que tiene con que satisfacer esas necesidades. Desde el inicio, ese sujeto llega al
mundo bañado por el lenguaje, pero el lenguaje es el del otro. Así, que la necesidad pasada por el lugar del otro ya
no serán necesidad, sino demanda.
En el seminario 5, Lacan dice: “La demanda es ese algo de una necesidad que pasa por medio del significante, y está
dirigido al Otro”. Habla de necesidad y demanda y - dirigiéndose a los posfreudianos-, dice: “Si hablamos de
dependencia, debemos tener en claro que la dependencia de que se trata, es aquella que el sujeto mantiene porque

OM
hay universo del lenguaje, porque hay un orden simbólico que lo preexiste. Ese sujeto, el viviente, ese organismo,
debe pasar la necesidad real, biológica, por el significante.”
El texto la significación del falo se propone estudiar los efectos sobre el sujeto de esa presencia del
significante, que lo antecede: “los efectos de esta presencia: Son en primer lugar, los de una desviación de las
necesidades del hombre, por el hecho de que habla, en la medida de que sus necesidades son sujetas a su demanda,
retornan a él de forma enajenada ya que su mensaje es emitido desde el lugar del Otro” (pp.670). Esto es

.C
estructural, los significantes son los del Otro, por lo que el sujeto pide con los significantes del Otro, y el que le dice
lo que dijo es el Otro. El sujeto no sabe lo que dice. Al pasar su necesidad por el desfiladero del significante, esta le
retorna enajenada, ya no son necesidades, sino demandas, lo que se demanda deja de ser propio.
En este pasaje, se producen dos inversiones:
DD
Una que podemos describir en términos de que “el sujeto recibe su propio mensaje, desde el Otro”. (Ya sabemos
que el Otro sanciona, el chiste). Aquí, Lacan señala la falencia de la comunicación, pues el emisor es el verdadero
receptor. “Tacha” la teoría de la comunicación.
La otra inversión es aquella que Lacan señala así: “el sujeto recibe su propio mensaje, desde el Otro, y en forma
invertida”. Veamos un ejemplo: El niño llora. La madre decodifica “hambre”, ofrece la teta. Le dice “cómeme”. Lo
LA

que le retorna al sujeto es una demanda del otro. Su necesidad enajenada, del circuito del a necesidad, no queda
nada.
En última instancia, no hay sujeto de la necesidad, está atrapado por el significante. Como consecuencia de
esta desapropiación, el sujeto queda dividido: Pide, no sabe lo que pide y además no sabe lo que pide con los
FI

significantes de la demanda del Otro.


Dice Lacan: “Este retorno de la demanda enajenada, es efecto de la conformación significante, y del hecho de que el
mensaje es emitido desde el lugar del Otro”. La demanda es a un Otro que tiene con que satisfacer la necesidad. Ese
otro es un (A), un Otro al que no le falta.


En términos edípico, ubicaríamos esto a nivel de la identificación del chico con el objeto de deseo de la madre.
Identificación imaginaria al falo, y en la identificación simbólica al Ideal del yo I(A). Niño identificado al Falo quiere
decir niño deseado, esperado por la madre.
(pp. 670) Lacan sigue hablando de las características de la demanda y dice: “la demanda en sí se refiere a otra cosa
que la satisfacción reclama. Es demanda de una presencia o de una ausencia, cosa que manifiesta la relación
primordial con la madre por estar preñada de ese Otro que ha de situarse más acá de las necesidades que puede
colmar”.
Para el niño la madre está preñada del Otro, de lo simbólico, es la dueña de todo el lenguaje, del significante, la
Lengua Materna. Tiene el de poder de satisfacer las necesidades. Como dice Lacan “El poder de privarlas con lo único
con lo que se satisfacen: presencia o ausencia”.
El fundamento de la constitución de un sujeto, pasa por esta relación primordial con un Otro que tiene, pero sobre
todo, de un Otro que el niño percibe como preñada del significante, teniendo todo el lenguaje en sí. Tiene la
omnipotencia de dar o no dar, pero sobre todas las cosas, de satisfacerlas con lo único que satisface: presencia o
ausencia.

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Esto recuerda al Ford-Da de Freud. En términos lacanianos la presencia-ausencia, implica la introducción de una
oposición. La oposición presencia-ausencia, que está en el fundamento de lo simbólico, quiere decir que esa madre
puede estar o no estar, y en la medida que puede privar o no de su presencia, esa madre va a devenir una potencia.
Si el niño se satisface, es porque hay Otro que puede y tiene con qué. Si no se satisface, también es porque hay
Otro que tiene y puede y no lo hace. El niño está sujeto al capricho del otro. Lacan dice que la madre tiene esa
oscura autoridad, por el solo hecho de promulgar el primer dicho al sancionar el “llanto del bebe”, por ejemplo,
como “hambre”.
La lengua materna es un lenguaje distinto para cada sujeto. Se aprende sin letras, solo con palabras. Para el niño, ese
Otro, la lengua materna, es quien contiene todo el orden simbólico. El niño no puede limitarlo. Esa madre preñada
del otro es omnipotente.
Cuando la madre se angustia, cuando dice “ese niño quiere todo”, tiene que ver con que en ese momento la
madre no lo comprende. Que el otro, dueño de la lengua materna, no tiene toda la lengua materna. Esa

OM
incomprensión ataca la omnipotencia que más conmociona al niño: la omnipotencia del Otro. Ese es el punto en que
el niño por primera vez se encuentra que el otro materno no tiene todo el lenguaje.
Entonces, el Otro es omnipotente, no tiene límites. Si el sujeto sostiene ese A omnipotente toda la vida, el sujeto no
contará consigo mismo. Que tenga o no tenga, dependerá de ese Otro. Lacan va a decir que sostener a ese Otro que
tiene, implica una demanda de amor incondicional al Otro que tiene. El neurótico es un sujeto que todo el tiempo
esta demandándole a un Otro. Le está pidiendo, pero también demanda en forma de protesta. El neurótico

.C
quejándose es un sujeto que sostiene a un Otro. Cuando ese Otro se cae por alguna razón, el neurótico puede hacer
cualquier cosa para sostenerlo.
Hay algo de la necesidad que no se articula en la demanda, que no entra en los significantes del Otro. Lacan
lo dice en estos términos “Hay una particularidad abolida de la necesidad, del objeto de la necesidad”. La necesidad
DD
es real, biológica, acontece en el cuerpo del viviente. Pero eso que le acontece en el cuerpo, solo lo puede decir
pasando por los significantes del Otro. Y siempre hay algo de la necesidad que no pasa por los significantes del Otro.
Se trata de que un particular tenga que pasar por un universal del significante. Una sensación tal como “tengo frío en
la panza” puede leerse como “hambre”, “frio”, “sueño”.
Así, hay algo de la necesidad que queda para siempre reprimido, originariamente reprimido. La palabra mata la cosa.
LA

Hay un elemento que no se articula en el terreno del significante, y eso produce una infinitización de la demanda. No
hay nada que termine la demanda, no hay ningún objeto que venga del otro que lo pueda satisfacer.
El niño es insuficiente (de satisfacer) para la madre, pues pide ajuste y no lo recibe. La madre es insuficiente para
satisfacer al niño. El sujeto pasa del A que tiene, a tener la experiencia del Otro que no tiene.
FI

Esto es plantear el pasaje del primer piso del grafo al segundo piso del grafo. En el primer piso lo encontramos sin
barra, ya cuando pegamos la vueltita nos encontramos con este matema en donde el A aparece barrado. Y si el grafo
se llama grafo del deseo es porque permite distinguir lo que está al nivel de la necesidad, y lo que está al nivel del


deseo.
Si decimos que el otro que no tiene, no es un otro omnipotente, le falta. Pero, dice Lacan: “Puede ser un otro que no
tiene, pero que da”. Esta es la definición lacaniana del amor: “amor es dar lo que no se tiene a alguien que no lo es”.
Dar lo que se tiene es fácil pero dar lo que no se tiene, el deseo (lo que deseo), es darle la falta, a alguien que no
es el falo.
Dice Lacan: “Este privilegio del Otro, dibuja así la forma radical del don de lo que no tiene, o sea lo que se llama su
amor. Es así como la demanda anula la particularidad de todo lo que puede ser concedido trasmutándolo en prueba
de amor”. Entonces el don de amor, es el don de una falta.
Nombrar La falta del Otro, es lo mismo que decir que al Otro le falta un significante, es la castración del
Otro. Y aquí es donde tenemos que pasar de la dupla necesidad-demanda, al trío necesidad-demanda-deseo.
“La particularidad abolida de la necesidad va a aparecer más allá de la demanda, en el deseo”. El deseo no es ni el
apetito de satisfacción de la necesidad, ni la demanda de amor al Otro que tiene, sino el resto. Es la diferencia que se
produce, al restar a la demanda de amor, la necesidad.

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Dice Lacan: “lo que se encuentra allí enajenado en las necesidades, constituye una urverdrangung”, represión
primaria. Entonces, lo perdido no se articula nunca en la demanda, pero aparece en un retoño: el deseo. Es lo que
nace de eso abolido en la necesidad en la demanda.
La represión primaria va a ser en psicoanálisis una pérdida de la que no hay retorno y la represión
secundaria es la que conocemos como retorno de lo reprimido. Cuando hablamos de unverdragung, hablamos
aquellos siempre perdido. Pero algo se produce de ello, el deseo aparece en ese margen en que la demanda se
separa de la necesidad, “con un carácter errático, desviado, escandaloso, respecto de la necesidad”. Y esto, va a
reaparecer, aunque transformado.
Lacan va a conceptualizar desde Hegel, que “el deseo conserva lo incondicionado que tiene la necesidad”. Es un
cambio, pero con conservación o viceversa. La necesidad no es lo mismo que el deseo, pero algo de la necesidad
reaparece. Cuando hablamos de la necesidad, estamos frente a la omnipotencia del Otro. Cuando hablamos del
deseo, ya hemos pasado por la falta del Otro. En el campo del deseo ya no hay omnipotencia, es condición absoluta

OM
para hacer que el sujeto se mueva. Eso que resto, mueve al sujeto. Ese resto entre lo hallado y lo buscado, es lo que
Freud llamada deseo. Experiencia mítica de satisfacción (primera).
El matema de la demanda es (D), simbólica. El deseo es (d), imaginario, porque está más allá de la demanda. Siendo
un efecto de lo simbólico, no puede ser absorbido por lo simbólico.
Necesidad, demanda y deseo son un trío porque eso se produce como pérdida específica de la necesidad, en cierto
sentido, eso que se abole, reaparece a nivel deseo.

.C
El objeto a es la letra que inscribe la falta de objeto. El objeto a necesita del Otro que no tiene, del Otro en falta,
tiene que ver con ese retoño, efecto de lo perdido de la demanda. Es la letra que inscribe la causa del sujeto, mueve
a un sujeto. Lacan a veces lo llama “El objeto a causa de deseo”, o también “objeto causa”.
DD
Seminario n°8
- Grafo 3 o grafo de la pregunta.
Respecto de la demanda hablamos de la idea de un otro omnipotente, el otro
que tiene. Y de otra demanda al Otro que no tiene, el intervalo entre ambas
constituye el deseo. La falta en el Otro da lugar a la constitución del deseo, y
LA

esta falta se ubica ya en el 2do piso del grafo, en el matema que se puede leer
como significante de la falta en el otro, por eso el Otro aparece barrado,
también se puede leer aquí la castración del Otro o el deseo del Otro que es lo
mismo.
FI

Lo que lacan plantea en este grafo (grafo 3 o de la preg.) es el pasaje del primer piso al segundo piso del grafo. Ese
pasaje es un desdoblamiento del lugar del Otro y del lugar del mensaje, lo que llamábamos en el primer piso, la
significación del Otro. Lacan deja claro que distinguimos el primer piso del segundo piso, solo en términos
arbitrarios porque en cada acto de palabra en realidad se producen al mismo tiempo los dos pisos, son niveles que


funcionan al mismo tiempo.


Nosotros habíamos descripto, en termino generales, al primer piso como el que muestra la relación del sujeto con el
significante, es decir, el sujeto padece la estructura del significante, un mundo bañado de lenguaje.
En cambio en el segundo piso se trata del sujeto que ya asume el acto de hablar, y fundamentalmente, va a explicar
la constitución del Icc, es decir, se trata de la estructura de la cadena Icc.

Nosotros partíamos del sujeto mítico de la necesidad que se dirige al Otro, requiere
del poder salvador, del auxilio de ese Otro, y entonces dirige su llamado. Ese Otro que
advertido por el grito del sujeto responde con lo que tiene, por eso es otro con
mayúscula, porque es el que tiene aquello que hace a la necesidad del cachorro, y la
necesidad en la medida en que pasa por el lugar del Otro se transforma en demanda.
Ese primer piso, muestra la doble alienación del sujeto, al significante que le viene
del Otro y a la imagen que le viene del Otro. Encontrábamos allí toda la dialéctica en
la relación entre la madre con el niño, para poner una figura del Otro que

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generalmente va a ocupar ese lugar. La madre como el primer Gran Otro y el niño, que va a dar lugar a una
identificación especular (articulación significante). Entonces, el mensaje que el sujeto recibe al nivel del primer piso,
tiene como efecto una identificación narcisistica que se sostiene en el Ideal del Yo en lo simbólico.
Hay un llamado al Otro, como presencia sobre un fondo de ausencia, todo eso que Freud trabajó en el fort-da, pero
aquí lacan va a decir, en relación a ese llamado al Otro, hay una repuesta del otro, que va a ser una pregunta en
italiano; ¿Che vuoi? “¿qué quieres?”
Esta pregunta de ¿qué quieres? es una pregunta que se hace más allá de la identificación narcisistica, y se produce
en tanto el sujeto hace su primer encuentro con el deseo, que para todo sujeto es inicialmente, el deseo del Otro, el
sujeto va a poder situar su propio deseo.
En el piso inferior, el Otro da una identificación narcisistica sostenida en otro omnipotente, sostenida en un Ideal. El
mensaje que recibe el sujeto en el primer piso, es el significado del otro, es decir, un sentido.
Entonces, podríamos decir: hay un llamado del sujeto al otro, el otro responde ¿qué quieres? y el sujeto dice: ¿qué

OM
quieres de mí?, se pregunta por el deseo del otro. Y lacan dice, “es fundamental que el sujeto se la formule”,
mientras el sujeto no se formula esa pregunta estamos a nivel de la inocencia y de la necedad.

Ahora cuando lacan habla del deseo del Otro, se trata del deseo del Otro en el que hay un significante que puede
faltar, el Otro está en falta, también está afectado por la castración.
Que pasa cuando un niñito quiere decir algo y hay un momento en que se enfrenta con que no lo entienden, esas

.C
rabietas que se agarran los niños. Lacan dice “se trata de la omnipotencia del Otro”, que ahí comienza a caer, ese
Otro que en ese punto se demuestra en falta.
Freud decía que la castración que aparecía en último lugar era la castración en la madre. A esto se refiere lacan, al
momento en que para un sujeto se presentifica por vez primera la falta en el Otro, la castración.
DD
Lacan tiene una idea de castración más amplia, se refiere siempre a la estructura del lenguaje, a la captura
significante, es decir, la falta de un significante en el otro, el Otro está también en falta.
El lugar donde el sujeto buscará situarse, respecto de la pregunta por su deseo, está más allá de la demanda, más
allá de la arbitrariedad y del capricho del Otro omnipotente, porque ya no está el otro absoluto, como el Otro que
nada le falta, sino como este Otro ya afectado por la castración.
LA

Entonces a nivel del segundo piso (que es un desdoblamiento del primer piso) hay un mensaje, donde se
anuncia la respuesta al ¿che vuoi? (¿qué me quieres?) que le va a permitir al sujeto situar su deseo.
El mensaje de lo Icc, en el segundo piso (constitución del Icc como discurso del Otro), es el significante de la falta en
el otro, que llamamos castración, por ser una falta simbólica.
FI

- ¿Por qué solamente puede aparecer la pregunta por el deseo en tanto el otro esté afectado por una falta?
Si nada quiere es que tiene todo, solo puede pensarse en la aparición del deseo y por lo tanto en una pregunta
respecto del deseo cuando aparece la falta, sin falta no hay deseo.
Lacan dice que es fundamental que el sujeto se pueda preguntar por el deseo del Otro, porque el sujeto no se


separaría de ese otro, no se preguntaría por nada, no desearía. Como el objeto está perdido es donde se constituye
el deseo, un sujeto deseante requiere de otro en falta porque la demanda es demanda de amor, de presencia sobre
un fondo de ausencia, no de objetos.
En todo acto de palabra, al mismo tiempo algo es Consciente y algo es Icc, algo está dicho y algo queda sin decir,
porque algo de la necesidad no pasa a los significantes, no pasa a la palabra. Entonces no hay ningún otro
omnipotente, eso hace a un momento de la constitución del sujeto donde el otro se le aparece como omnipotente y
hay un momento donde esa omnipotencia cae, ahora. No es lo mismo encontrarse con que un otro soporte esa
caída o encontrarte con que ese Otro no la soporta, pasan cosas distintas.
Si hay otro sin barrar, el sujeto no puede preguntarse por el deseo, y si el deseo es inicialmente el deseo del Otro
entonces la constitución del propio deseo del sujeto se ve afectada, si el Otro no es deseante.
¿Qué es el deseo del Otro? El niño piensa que lo que le falta al Otro es él, pero es distinto encontrarse con Otro que
no le falta nada. La madre de la anoréxica no deja surgir la pregunta, y produce que la anoréxica no sepa cómo hacer
lugar a una falta, hacer lugar a un deseo, y entonces se produce que al intentar ahuecar a ese otro, lo único que

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puede hacer es rechazarle lo que le da, hacerle la falta (“te voy a faltar yo”), “¿cuándo no esté más te vas a
preguntar algo?” “¿a quién le haría falta cuando no esté más?”
El mensaje en el segundo piso se desdobla como significante de la falta en el Otro, afectado por una falta que
llamamos castración. Es decir, en términos de la estructura del lenguaje no va a haber en el Otro un significante que
pueda responder absolutamente por lo que soy, ni por lo que deseo, ni habría tampoco un significante que garantice
la verdad que el significante instaura, o sea, falta.
No contar en el inicio con Otro que tenga es un problema, ahora quedarse pegado a un otro también es un
problema, porque es estar circulando alrededor de otro preguntando: ¿quién soy? El neurótico es un sujeto que
suele tener problemas con la castración en el otro.
El segundo piso no vale sino a partir de la pregunta ¿che vuoi?, pregunta que se plantea porque hay una falta en el
otro. Si hay Icc es porque hay otro que no puede responder siempre totalmente a la demanda, porque algo de la
necesidad no se articula en los significantes de la demanda, dejando a la demanda sin satisfacción universal. Ese

OM
resto inarticulable lo ubicamos a nivel de la represión primaria, es lo que nunca fue consciente porque nunca pudo
pasar a la palabra, no se articula en significantes. No es lo mismo contar en la estructura con la posibilidad de
formaciones de compromiso (lapsus, sueños, síntomas) que no poder responder. Un sujeto produce sujetos, no es lo
mismo un discurso que produce sujetos con preguntas, que uno que produce sujetos apáticos, que tienen como
respuesta un objeto y no subliman, que producen, que se preguntan, crean libros, películas etc.
El matema del significante de la falta del otro, castración simbólica, la castración en el otro, la falta que

.C
fundamenta las posiciones sexuadas de los sujetos. Se lee también aquí, la represión primaria, que estructura el Icc,
algo que no entra en lo simbólico por estructura, y que fundamenta la constitución de lo Icc. Además, lo que no se
articula de la necesidad en la demanda reaparece más allá como causa en el deseo. La demanda al otro que no
tiene, pone en juego al deseo del Otro.
DD
En el primer piso, la respuesta del Otro es un sentido, el significado del Otro, una puntuación. En el segundo piso, la
respuesta del Otro que no tiene, es una pregunta que se presenta como un enigma ¿qué me quiere el otro?.
Cuando se repite la demanda, el sujeto contornea la falta en el otro, el sujeto ya no saca un sentido, sino un
objeto, con el que responde a la falta. Entonces, el deseo enigmático se sostiene en el fantasma.
El fantasma es una respuesta subjetiva (la respuesta de un sujeto) frente al enigmático deseo del otro.
LA

Supongamos una madre y el niño, la madre dice “comeme” y el sujeto se pregunta ¿qué me
quiere? O sea va desgajando de esas demandas una respuesta, porque el otro no le puede decir
lo que quiere, porque no pasa todo al significante. Entonces, en la repetición de las demandas
del otro es donde el sujeto va a ir armándose la ficción de lo que supuestamente lo quiere el
FI

Otro. Con esto introducimos el fantasma, la fantasía que me hago de lo que “me quiere”.

En el seminario 10 de la angustia, Lacan va a utilizar otro grafo para hablar del


advenimiento del sujeto y lo plantea en términos de un cociente (una división) entre el otro


y el sujeto.
Entonces ubica al Otro originario como lugar del significante que preexiste y a un sujeto
todavía no existente, por eso está sin barrar.
El Sujeto tendría que situarse como determinado por el significante A, dependiendo de ese
otro, el sujeto se inscribe como un cociente, está marcado por el rasgo unario del
significante.
Hay un resto, como en toda división, un residuo, y ese resto inarticulable que no pasa el significante, es la prueba y
única garantía de la alteridad del otro, para constituirse el sujeto pasó por el lugar del otro.
Por eso los términos sujeto barrado y el objeto a como residuo de la puesta en condición del otro, otro también
barrado, también castrado, el sujeto y el objeto están del lado del otro. Son además los términos del fantasma,
que es una respuesta al otro. El fantasma es el apoyo de mi deseo, es una respuesta a lo que viene del otro, y de mi
lado esta lo que me constituye como Icc, el discurso del otro, el otro como Icc en tanto que no lo alcanzo.

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- Toda angustia es angustia de castración, y lacan dice “lo importante respecto del objeto a es que se preserve
como lugar del deseo, es decir, de ausencia, de falta. Si se responde a la demanda de una manera colmante
lo que se va a producir es la emergencia de la angustia”.
Si la demanda es aquello que está estructurada por los significantes, ninguna demanda debe ser tomada al pie de la
letra, porque es obturante, fallida. Y eso nos lleva a la función del analista, debe proteger el deseo del sujeto, por
esto lacan dice que el analista no debe responder a la demanda, debe de dejar un vacío. La angustia es señal de lo
que sucede en lo referente a la relación del sujeto con el objeto a. Es decir, es señal de que puede estar faltando la
falta.
En este lugar de vacío se sitúan los objetos que el sujeto desprende de la demanda repetida del Otro. Entonces lacan
dice, ¿cuáles son las especies de objeto a? voz, mirada, oral, anal, sustitutos del objeto que falta. El objeto es objeto
parcial de la pulsión.
La falta, que es radical en la constitución de la subjetividad, se vincula con un corte, algo se tiene que separar o

OM
perder, para que se preserve la falta como tal, asegurando la constitución del deseo.
Dice lacan, “desde el momento en que algo de lo real llega al saber, hay algo perdido y el modo más certero de
abordarlo es concebirlo como algo del cuerpo: objeto oral, anal, voz, mirada.”
Se produce un giro de la potencia del Otro a la potencia de la condición absoluta del objeto a (singular de cada
sujeto), y esto sucede vía un corte.
Entonces, la división significante del sujeto es en relación al tesoro del significante anterior, constituyente del sujeto,

.C
ese sujeto mítico sin barrar. Lacan hace la operación de la división, y dice, en A cuantas veces S. el A es el Otro
imaginario, el S es lo real del sujeto, el sujeto mítico y solamente en el A barrado, en ese que está en falta.
Vamos a tener los significantes para que el sujeto se constituya como sujeto barrado. En ese Otro barrado vamos a
encontrar la imposibilidad de contar algo del sujeto en el Otro. El sujeto tiene que pasar por el Otro, para poder decir
DD
algo sobre el en términos significantes, pero el pasaje por el otro barrado es lo que le va a permitir la constitución
como sujeto del Icc con lo que es posible y con lo que imposible articularle. Porque el Otro no puede decir todo
sobre el sujeto, es que el sujeto se va a preguntar, y esa es la forma en que aparece su deseo, primero como deseo
del otro, y también el Icc es el discurso del Otro.
La relación de a con el sujeto, en tanto que “a” es lo que va a representar al sujeto de una manera real e
LA

irreductible. Ese resto a, caída de la operación subjetiva. Lacan dice “con ese resto del objeto caído, aquello que va a
representar al sujeto de una manera real e irreductible, tenemos que vérnosla en la angustia y también en el deseo.
- Cuadro de la división significante del objeto:
En el primer piso de la operación, tenemos la relación del sujeto al otro, en tanto es por la vía del Otro que el sujeto
FI

tiende a realizarse (estadios del espejo, identificación narcisista, etc.) a ese sujeto mítico previo a todo el juego de la
operación, o sea el viviente mítico, sujeto de goce (todo ello en el que el yo debe advenir para Freud).
En el segundo piso, tenemos la angustia, es la medida en que es correlativa al corte, el Otro está barrado, cae un
objeto. A cada momento deseante una angustia, hay un factor histórico que enlaza la angustia: primero es angustia


del nacimiento sin representación, es una cantidad, cuando se constituye el objeto (la madre) es angustia de pérdida
de la madre, cuando se constituye el pecho que no es ni de la madre ni del hijo, es temor a perder el pecho materno,
temor a la pérdida del órgano valorado, temor a la pérdida del amor del Super Yo.
En el tercer piso tenemos un sujeto dividido, por la pérdida de objeto, por la falta. Y en este escalonamiento Lacan
muestra la función media que tiene la angustian entre el goce y el deseo, la angustia no está ausente de la
constitución del deseo, es decir, hay que pasar por un momento de angustia, de corte para poder constituir el deseo,
toda angustia es angustia de castración.
La angustia es una sola, pero se puede deslindar dos vertientes de la angustia, hay una que mira al goce (es no
falta), donde es señal de que falta la falta, y otra que mira al deseo (es falta), donde algo tiene que perderse (el goce)
para constituirse como sujeto deseante.
En ese mismo lugar en otros momentos, pone al amor, y dice Lacan, “el amor es lo que permite al goce
condescender al deseo”, porque el amor es demanda de amor pero también falta, porque es constituir a otro como
condición de amor y en completamiento, es goce por eso tenemos problemas de amor. Amor y angustia están en el
mismo lugar.

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Acá ubica inhibición, síntoma y angustia, Angustia cuando vacila el fantasma, cuando e rompe la respuesta que el
sujeto tiene, el síntoma siempre está referido al otro, inhibición pegado al Ideal, decime quien soy.
El objeto a es lo que se resiste a entrar en la función del significante, es lo que resta, se presenta siempre como
perdido. Esa caída, es por otro lado fundamento del sujeto deseante. El sujeto en tanto que goza, quiere hacer
entrar ese goce en el Otro y ahí es deseante. Entonces, el deseo del Otro se presenta para el sujeto como un
enigma.
Lacan habla de la “opacidad del deseo”, lo oscuro del deseo, nunca se va a poder poner en significantes. Un sujeto
puede intentar decir lo que desea, pero lo que nunca va a poder saber, porque es Icc, es desde dónde desea, no hay
YO en el deseo.
Entonces, el deseo del otro es siempre enigmático, ante el qué me quiere el otro, el sujeto esta desvalido, es
traumático el encuentro con el deseo del Otro. ¿Cómo responderá el sujeto a la falta en el Otro?

OM
Seminario n°9
- La pulsión en el grafo del deseo
El seminario 11 (“de los cuatro conceptos”), uno es la pulsión, los otros son transferencia, Icc y repetición. Y Lacan
los toma en pares: transferencia-pulsión, Icc-repetición.
Lacan empieza planteando los 4 términos que Freud había tomado en relación a la pulsión, esto es el empuje, meta,
fuente y objeto. Va a decir que esos 4 términos, van a parecer muy naturales, y él se va a proponer demostrar que

.C
no hay nada natural, que se presentan como disyuntos.
▪ El drang → empuje: es identificado con una tendencia a la descarga, pero no debe confundirse con una
función biológica que tiene ritmo, sino que funciona como una fuerza constante.
▪ La fuente: está en el propio cuerpo. A diferencia de un estímulo externo, no se puede huir de la pulsión, por
DD
el hecho de que sea constante y que proviene de una fuente del interior del organismo. Y estos estímulos
obligan al aparato a renunciar a la función del principio del placer, o sea, la pulsión está más allá.
▪ La meta de la pulsión, lacan dice “parece ser sencillamente la satisfacción”, y va a hablar de la sublimación, la
cual es a la vez una pulsión inhibida en su fin y a la vez una satisfacción. Entonces, en la sublimación la
pulsión se orienta hacia un fin alejado de la satisfacción en términos de satisfacción sexual, y aparece como
LA

una satisfacción de la pulsión sin represión. Entonces se diferencia sublimación de síntoma y nos pone en
tela de juicio sobre el tema de la satisfacción.
Lacan dice: aun sus síntomas, tienen que ver con la satisfacción. Satisfacen algo que sin duda va en contra de lo que
podría satisfacerlos. Los satisfacen en el sentido de que cumplen con lo que ese algo exige (como la necesidad del
FI

castigo de padecer), no se contentan con su estado, pero aun así en ese estado de poco contento, se contentan.
Aquello que satisfacen por la vía del displacer es al fin y al cabo la ley del placer, se puede obtener satisfacciones por
las cuales hay que penar demasiado.”
“Hasta cierto punto, este penar de mas es la única justificación de nuestra intervención”. No es que el analista tiene


que intervenir cuando él crea que hay algo mal, un analista está justificado en su intervención en el penar de más de
un sujeto.
En cada sujeto hay un tipo de satisfacción, no hay una satisfacción universal. En todo caso, dice Lacan, “nos referimos
a la pulsión justamente porque el estado de satisfacción se ha de rectificar a nivel de la pulsión”.
Todo el tiempo está señalando Lacan que el tema de la pulsión nos pone en cuestión el asunto de la satisfacción. La
satisfacción es paradójica, es imposible.
Sabemos que no hay ningún objeto de ninguna necesidad que pueda satisfacer a la pulsión y en este sentido dice:
que al alcanzar el objeto, si de algo se entera la pulsión es de que no era con eso de que se satisfacía.
Lacan va a tomar el ejemplo de la boca, para decir que no es con la comida con lo que se satisface, sino en el placer
de la boca, se agota en el placer de la boca. Entonces, siguiendo a Freud, diremos que el objeto se asocia a la pulsión
en su aptitud para alcanzar la satisfacción, y en ese sentido la fijación hay que entenderla como una ligazón
particularmente estrecha entre la pulsión y el objeto, porque el objeto es contingente (a cualquiera le puede gustar
cualquier cosa). Cuando el objeto se vuelve eso y solo eso, hablamos de fijación, de inmovilidad, de no metonimia
del objeto, de la imposibilidad de ir saltando por sustitución a otros objetos, por ejemplo en el duelo patológico.

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▪ ¿Cómo concebir la función del objeto en tanto que objeto a causa de deseo para Lacan? La mejor fórmula
que a lacan le parece es la siguiente:
La pulsión da la vuelta, contornea el objeto. El objeto es el punto en torno al
cual se gira, satisfaciéndose en ese trayecto de ida y vuelta alrededor de la
zona erógena.
Entonces, la satisfacción no consiste en alcanzar al objeto, sino en el
trayecto. Dice Lacan, que a la pulsión poco y nada puede importarle el
objeto que aparece allí comprometido.
Por último Lacan va a hablar de la fuente, de las zonas erógenas, las cuales
se caracterizan por tener una estructura de borde. Acá podemos pensar las
vicisitudes, porque hay sujetos que pueden tener por las su historia, en
donde se irá armando el mapa pulsional de ese sujeto.

OM
Entonces, las vicisitudes no es igual para todos, tiene que ver con el sujeto y
sus circunstancias, produce que para algunos sea dominante uno de los
bordes. Estas introducen marcas pulsionales que hacen que unas pulsiones
tengan una importancia particular, más allá de otras.
- Entonces la pulsión, dice lacan, si se parece a algo es a un montaje, como en un collage surrealista, donde se
caracteriza el sin sentido, una cierta asociación de elementos, que rompen con el sentido de la asociación y se

.C
apoyan en el absurdo. La pulsión es el rejunte de sus 4 elementos. Lacan dirá que si la pulsión es un montaje,
lo que Freud hace es un desmontaje de la pulsión
Cuando Lacan habla del circuito pulsional, señala que los destinos de la pulsión son la represión y la sublimación. Y
que el trastorno en lo contrario y la vuelta hacia la propia persona hay que tomarlo como formando parte del
DD
trayecto de la pulsión.
- Lacan se va a detener particularmente, en el trastorno hacia lo contrario. Freud dice que comprende 2
procesos distintos, uno es la vuelta de la pulsión de la actividad a la pasividad: dos pares opuestos sadismo-
masoquismo y voyerismo –exhibicionismo, atañe a la meta de la pulsión, meta activa pasa a pasiva. El otro es
el trastorno en cuanto al contenido, el pasaje del amor al odio.
LA

Lacan va a destacar en el circuito pulsional fundamentalmente ese cambio de voz gramatical en el verbo: de la voz
activa (como podría ser mirar) a la voz pasiva (ser visto, ser mirado), pasando por un segundo tiempo que es la voz
refleja (verse, mirarse). Entonces articula el circuito de la pulsión recurriendo a esas tres voces (activa, pasiva y
refleja) en tanto que recurso de la gramática.
FI

- Lo esencial de la vuelta hacia la propia persona es el proceso por el cual, dice Lacan, hay un cambio de vía del
objeto manteniéndose inalterada la meta, o sea la satisfacción. Es decir, si algo se satisfacía activamente, al
final del circuito lo hace pasivamente.
Lacan va a señalar que en el artículo de Freud “pulsiones y sus vicisitudes” está dividido en dos partes, la primera


parte es el desmontaje de la pulsión, y la segunda parte es del ACTO DE AMOR. Está hablando por un lado de la
parcialidad de la pulsión y por otro lado de la totalidad del amor, de cómo preferiríamos ver en el amor la expresión
de la tendencia sexual total. Pero no es así porque no hay síntesis de la pulsión, la pulsión siempre se satisface
parcialmente.
Lacan en este seminario 11 deja en claro que una cosa es la pulsión y otra cosa es el amor. Que el amor, en tanto
tiene que ver al narcisismo y el Ideal, es algo muy distinto de la pulsión.
Freud dice que la pulsión en tanto parcial no responde a la lógica de la
reproducción de la especie. Entonces, toda pulsión es parcial en la medida en
que representa parcialmente a la sexualidad, no hay pulsión total ni síntesis de
las pulsiones. Entonces, para Lacan la pulsión va a ser un montaje a través del
cual la sexualidad participa de la vida psíquica y esa sexualidad se manifiesta
en su forma de pulsión parcial.
Entonces, el circuito de la pulsión y ubicar los términos de la pulsión.

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El borde, la zona erógena en donde pensamos la fuente, el objeto a al que le da vuelta la pulsión y vuelve a la zona,
el trayecto que nos habla del empuje, siempre constante.
Lacan va a hacer una distinción, donde va a hablar de trayecto como meta (a´im) y también del trayecto en términos
de meta (goal). El circuito va a estar marcado por la flecha ascendente y descendente (ida y vuelta), que atraviesa
como drang (empuje) la superficie de borde, ese borde en tanto que fuente, zona erógena.
La meta de la pulsión no es una meta biológica, no es la realización del apareamiento reproductivo, y entonces
cuando va a responder a la cuestión de la meta, lacan realiza una distinción.
El aim, se refiere al recorrido que tiene que hacer el sujeto, es el trayecto.
Pero la meta también toma otra forma, el goal, la meta se alcanza no alcanzando al objeto sino en el trayecto.
El objeto es un hueco (puede ser un caramelo, un cigarrillo, etc.), un vacío en el que cualquier objeto puede ocupar
ese lugar y tiene la forma del objeto perdido, esa es la idea del objeto a lacaniano. La letra a es con la que se escribe
la falta de objeto.

OM
Entonces, la pulsión se satisface contorneando la falta de objeto. Esto implica la aparición de Otro, porque el sujeto
va a ir a buscar eso en Otro. Este retorno, esta inserción en el cuerpo propio como punto de partida, hasta el
contorneo de un objeto y la vuelta como circuito pulsional, es decir, se agota en el circuito en torno al objeto pero en
la zona erógena, o sea va y vuelve.
Por ejemplo, en el masoquismo el dolor entra en juego en la medida en que el sujeto lo padece de Otro, si no hay
Otro que le pegue, que lo martirice, no hay dolor.

.C
Para mostrar esto de que la satisfacción es paradójica, que no hay satisfacción, que siempre falta, Lacan cuenta un
chiste, cuando habla del fantasma perverso: “el masoquista le dice al sádico pégame y el sádico le contesta no”, o
sea no hay satisfacción total porque no hay complementariedad de las pulsiones, aquí se termina el circuito.
- Entonces el camino de la pulsión es la única forma de transgresión con respecto al principio del placer, no
DD
hay un sujeto, la pulsión es acéfala, la pulsión sigue (es fuerza constante), allí se confronta a un goce.

Retomando el grafo del deseo, podemos decir, que el sujeto es efecto de la captura del viviente en la cadena
significante, entra en el campo del otro, campo del lenguaje que lo preexiste, y se constituye como sujeto. En se
pasaje sabemos que se produce el resto irreductible, que se constituye como causa de deseo.
LA

En la célula elemental del grafo, vemos allí el punto de cruce por el A, el punto de pasaje absolutamente necesario
para que se constituya el sujeto como tal.
Entonces respecto de la pulsión, hablamos del circuito pulsional, ubicamos allí todos los elementos de la pulsión, y a
Lacan le va a interesar mostrar la disyunción entre el objeto y la fuente (son dos cosas diferentes).
FI

El pasaje por el lugar del otro produce un corte, equivalente al corte que introduce el lenguaje entre la fuente y
el objeto, hay algo hacia lo que se tiende, algo que se busca. Esa búsqueda se produce porque el objeto como tal
está perdido, y lo simbólico (el lenguaje) introduce un corte entre lo que es del cuerpo y el objeto.
A nivel de la célula elemental encontramos el sujeto dividido por el lenguaje, nunca lo que se demande va a cubrir


exactamente la necesidad biológica que como tal está perdida (en el primer piso del grafo), y en el segundo piso del
grafo lo vamos a encontrar dividido por el objeto, tanto en la pulsión como en el fantasma.

- Retomando necesidad, demanda y deseo.


Hablamos de estadios en la impulsión, en este empuje, se parte de la
necesidad natural que da lugar a la demanda del Otro, que tiene con
qué satisfacer la necesidad porque hay dependencia, no puede
acceder directamente al objeto, lo tiene que pedir. Luego del Otro que
tiene pasábamos al Otro que no tiene, o sea al que da su amor. Entre
ambas demandas, ubicamos al deseo, y por último a la pulsión, que
está alejada del hablar, no se articula en palabras, es lo silencioso. La
pulsión está alejada del hablar, es marca en el cuerpo. Se trata de algo
que está más allá de lo simbólico, es un real, aunque suponga a la
estructura del lenguaje dándole forma a ese Real.

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En el deseo se puede intentar ver lo que desea un sujeto con los avatares de su vida, ahora lo difícil es saber desde
dónde desea ese sujeto, porque el deseo siempre remite a Otro, como deseo del Otro, entonces, Lacan va a hablar
de la pulsión como una demanda silenciosa.
Desde Freud, la madre introduce la sexualidad, erogeniza el cuerpo del niño con sus cuidados maternales. La madre
en tanto Otro primordial introduce la pulsión, produce marcas pulsionales. Introduce esta demanda, que llamamos
de pulsión desde el lado derecho, y entonces esto se subjetivará en el lado izquierdo, lado del sujeto, como
fantasma.
En el grafo, Lacan retoma esa idea Freudiana, porque ubica el matema de la pulsión ($<> D) del lado del Otro (lado
derecho). Entonces lo que viene del lado del Otro se subjetiviza, tiene una respuesta en lado del sujeto (lado
izquierdo).
La pulsión es un montaje presubjetivo, y el fantasma es un montaje subjetivo.

OM
El grafo tiene una estructura tal que en el segundo piso reduplica el primero. Lo
que encontramos en el primer piso como tesoro del significante, se duplica
como pulsión en el segundo piso.
En este despliegue del primer piso al segundo piso, el lugar del Otro es el que se
escribe como pulsión. Entonces pasar por el segundo piso es pasar por el lugar del

.C
Otro, por los significantes de la demanda del Otro ante los cuales el sujeto se
desvanece.
Lacan dice “la pulsión es aquello que adviene de la demanda, cuando el sujeto se
desvanece en ella”. Esa demanda (D) del Otro que se produce del lado del Otro,
DD
en términos de significantes, que está enmarcada por lo simbólico. La pulsión es
un real porque es una marca en el cuerpo en un sujeto por-venir, que le viene de
otro en términos de demandas (la mama dice comeme).
La D en la fórmula de la pulsión muestra la doble cuestión de la pulsión, que por
un lado es satisfacción en la propia zona, porque el circuito pulsional retorna,
LA

pero por otro lado, es una cuestión de buscar algo en el campo del Otro, con lo
cual se va a satisfacer en el propio cuerpo.
Lacan dirá “la pulsión tiene por misión ir en busca de un algo que cada vez responde en el Otro”.
FI

A nivel de la pulsión hay 3 conceptos que nos tienen que quedar en claro:
1- ¿cómo es ese sujeto en la pulsión?
2- ¿Qué pasa con el significante en la pulsión?
3- ¿Qué pasa con el objeto en la pulsión?


El sujeto inconstituído de la necesidad se desvanece, porque en toda demanda el sujeto se desvanece, está alienado
a los significantes que son del Otro.
También se puede pensar desde la idea de “el sujeto acéfalo de la pulsión”, algo se contenta en la pulsión, algo se
satisface. El Otro introduce sus marcas pulsionales, el único sujeto es el Otro. El sujeto en términos de la pulsión
todavía no está allí, está todavía confrontado al goce del Otro.
Entonces si la pulsión es un montaje es un montaje pre-subjetivo, implica que el sujeto esta todo en el campo del
Otro, que en ella va a estar en juego la estructura del lenguaje, pero el modo en que está en juego es en relación a
los significantes del Otro (el sujeto está a merced del Otro), del lado del sujeto eso no se articula en palabras, es un
se contenta. La pulsión es lo que interviene para generar, producir, para que el sujeto se produzca y produzca una
respuesta subjetiva.
¿Cómo se plantea al niño frente a ese Otro primordial que es la madre? El niño se significa como objeto que la
madre demanda, en términos de falo faltante, como aquello que es demandado por la madre en tanto que no tiene.
Respecto de lo que no tiene, una madre puede poner en juego significantes orales, anales, fálicos. En tanto
equivalentes al falo, esos objetos demandados por la madre pueden ir a ese lugar faltante del falo.

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En el Otro, no hay un significante para su deseo, que lo satisfaga, entonces el sujeto, llega un momento en que él no
tiene una respuesta para lo que el Otro quiere de él. De ahí es donde surge el ¿che vuoi? (¿qué me quiere?) el
sujeto se va a preguntar por el valor que tiene para el deseo del Otro, y a esto el Otro solo puede responder con
los significantes de la demanda, en los cuales el sujeto se desvanece.
En ese desvanecimiento, por la no satisfacción en el objeto de la pulsión, es que decimos, se infinitiza la demanda.
Porque si cada demanda implica que algo no quede articulado, que quede como resto, entonces se produce otra
demanda, porque no hay demanda que pueda cubrir el deseo.

Una segunda cuestión es que a nivel de la demanda del Otro, ya no estamos hablando del tesoro significante del
primer piso, estamos hablando de gramática. La gramática hace a la estructura del lenguaje, es un caso del tesoro
significante, porque es un saber que aplicamos corrientemente en nuestro discurso pero olvidamos que lo hacemos.
Cuando uno conoce la gramática de una lengua es cuando en realidad conoce esa lengua.

OM
Cuando decimos, que en el segundo piso se reduplica lo que era el tesoro significante, y que en el segundo piso es
otra cosa, Lacan dice que esa otra cosa es lo que queda de la estructura del lenguaje, no importa lo que dice el
mensaje sino la estructura, lo que queda es la gramática de la pulsión (no importa lo que decimos, sino cómo lo
decimos).

Acá Lacan le va a dar algo nuevo a lo que Freud decía sobre mirar, ser mirado, mirarse, y va a decir hacerse

.C
mirar, porque si nos quedamos en el mirar-ser mirados, nos quedamos en un ida y vuelta, y es una cuestión circular.
En el hacerse de la pulsión vamos a encontrar la cuestión activa y en este tercer tiempo (mirar, ser mirado, hacerse
mirar) se hace al objeto, hacerse es hacerse objeto.
Si nos quedamos en el ida y vuelta nos quedamos en el espejo, en el narcisismo, en el amor, y en el Ideal. Lacan dice
DD
“yo los voy a llevar del amor a la libido”, es decir, allí, en ese hacerse, vamos a introducir la cuestión del fantasma.

 Pulsiones:
La letra, dice Lacan en el seminario 21 Los nombres del padre, es en cierto modo inherente al pasaje a lo Real,
LA

de tal modo que a la letra, como a la escritura, hay que situarlas en el orden de lo real, y por lo tanto, comparten la
falta de sentido -mientras que el sentido es simbólico, el sin-sentido es real-. La letra revela en el discurso lo que se
llama la gramática, y la gramática es lo que del lenguaje sólo se revela en lo escrito. No es más que en el mundo de
lenguaje donde la pulsión puede tomar su función dominante.
La pulsión va a ser presentada por Lacan como una trayectoria, como un circuito. En este circuito la pulsión se
FI

origina en una zona erógena, gira en torno al objeto y vuelve de regreso a la zona erógena. Las zonas erógenas son
los lugares en el cuerpo donde la pulsión se hace presente. Este circuito está estructurado por las tres voces
gramaticales: 1. la voz activa, que con el ejemplo de la pulsión escópica sería «ver». 2. la voz reflexiva, que alude al
«verse», y 3. la voz pasiva, que indica el «ser visto». Los primeros dos tiempos, las voces activa y reflexiva, son


autoeróticos, en la medida en que les falta un sujeto. Sólo en el tercer tiempo -la voz pasiva- en el que la pulsión
completa su circuito, aparece, dice Lacan en el seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis,
“un sujeto nuevo”. Aunque el tercer tiempo del circuito pulsional es pasivo, la pulsión es esencialmente activa, razón
por la cual Lacan describe el tercer tiempo no como «ser visto», sino como «hacerse ver». Incluso las fases que
suponemos que son pasivas de la pulsión, como por ejemplo el masoquismo, suponen un gran esfuerzo activo.
Lacan, entonces, describe a la pulsión como una trayectoria que circunscribe el objeto, y esa trayectoria es, en
última instancia, significante y simbólica. A esta cara significante de la pulsión se opone una cara real, que apunta
directamente al goce.

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(u4)
Seminario n°10
Cuando lacan escribe su matema de la pulsión ($<>D) muestra el sujeto barrado, desvanecido. Cuando él habla del
sujeto acéfalo de la pulsión, es porque no hay sujeto en la pulsión.
También muestra la D mayúscula de demanda, que es por la demanda del Otro
que aparece la pulsión. La demanda del otro es aquello que del deseo del Otro
puede articularse en significantes.
Lacan va a decir, que en la pulsión está en juego la estructura del significante, en
tanto se trata de los significantes del Otro. Pero del lado del sujeto eso no se
articula en palabras, es lo que Freud decía en términos del silencio de las
pulsiones.
Entonces, la pulsión va a ser eso que se satisface, señalando especialmente ese

OM
“se”, como lo impersonal del sujeto que se satisface.
Algo se satisface y por esto hablamos de la pulsión como un montaje pre-subjetivo
(lado derecho), y lo oponíamos al fantasma que es un montaje subjetivo (lado
izquierdo). Donde el sujeto ubicado orgánicamente a nivel anal, oral, va a quedar
identificado al objeto que se hace ser, y esto es lo que, retomando el tercer tiempo
de la gramática de la pulsión, el objeto que se hace ser, que se hace chupar, se

.C
hace mirar.
El fantasma-montaje subjetivo es una respuesta al significante de la falta en el Otro, una respuesta al deseo del
Otro, a la castración del Otro. Es decir, en el grafo, el fantasma está abajo del significante de la falta en el Otro.
Para lacan la pulsión tiene un lado autoerótico, porque se satisface en el propio cuerpo, pero también va en busca
DD
del Otro, en ese circuito que retorna al propio cuerpo y se satisface autoeróticamente. El sujeto responde a la falta el
otro identificándose a un objeto oral, anal, etc. en el fantasma con el que completa la falta.
Esto se podría pensar con el juego del Fort- Da, el juego que se produce durante la ausencia de la madre y está en
relación con lo que esa ausencia pone en evidencia, que es el deseo de la madre.
Hay algo que la llama a esa mujer desde otro lado, sabemos que el niño llegó a la vida de la madre ocupando su lugar
LA

en la ecuación simbólica (niño= pene), pero en la medida en que es ecuación simbólica se articula con la ley paterna,
el niño no tiene que estar a perpetuidad ocupando el lugar de la falta fálica.
Una madre ausente, llamada por algo más que el niño, da cuenta que el niño no está ahí para tapar esa falta, y que
entonces, ella puede hacer de otra cosa que del niño causa de su deseo. El juego (y también el fantasma) se puede
FI

pensar como una maquinación que se produce ante la evidencia del deseo del Otro, que es una intento de ligadura,
de darle cobertura imaginaria y simbólica a aquello que impresiona al niño, para luego poder operar con él.
A ese hecho real del alejamiento de la madre necesita hacerlo entrar en otro registro, el del principio del placer, y
entonces, esa desaparición de la madre, que podría generar angustia.


- El fantasma, a partir de una situación de goce o de angustia, producirá placer. El principio del placer es un
medio absolutamente necesario para ponerle límite al goce. Entonces, lo que angustia, ese enigma del deseo
del Otro y el fantasma como lo que cubre esa angustia suscitada.
- La angustia emerge cuando hay un desfallecimiento, o una vacilación de esa cobertura fantasmática.
Entonces Lacan va a pensar el fantasma como una respuesta, a posiciones fantasmáticas diferentes en
relación a la castración del Otro, la falta

Lacan dice “lo que el grafo nos propone ahora (segundo piso) se sitúa en el punto en que toda cadena significante se
honra en cerrar el circuito de su significación” Con esto Lacan quiere decir, que si el otro responde con los
significantes de la cadena superior (de la pulsión) sabemos que el pasaje por el Otro por el lugar del tesoro de los
significantes, se redobla en términos de significantes de la función. El sujeto pide que se le responda con certezas
(cadena inferior), pero el pasaje por la cadena superior, de enunciación, implica que responde ese Otro en falta, el
cual responde en términos de pulsión. Lacan dice, “responde en términos de objeto”. Porque lo que ingresa del Otro
necesita de una respuesta del lado del sujeto.

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Lacan plantea: Inhibición del sujeto cuando queda paralizado,
pendiente del Ideal del Otro, Síntoma como significado del Otro, y
Angustia cuando vacila el fantasma.
El síntoma está en el lugar del significado del Otro, pero también hay
otra cara del síntoma, que tiene que ver con este pasaje por el Otro,
por el fantasma, y en esta vía el síntoma va a ser el significado del Otro
pero con incidencia del fantasma, aquello que nos va a dar la cara de
fijeza del fantasma, la cara de goce, aquello que para Freud tenía que
ver con el beneficio primario del síntoma, con la viscosidad, con la
fijación.
Entonces, del lado izquierdo del sujeto nos encontramos con las
respuestas a la falta en el Otro, fantasma-síntoma como significado en

OM
el otro, inhibición en relación a ese quedar petrificado al Ideal del Yo,
que sabemos que es el Ideal del Otro, y angustia cuando se cae la
cobertura fantasmática. Estas 3 cuestiones pueden leerse en el grafo del deseo.

- Lacan dice: “el neurótico, en efecto histérico, obsesivo o más radicalmente fóbico, es aquel que identifica esa
falta del Otro, la demanda. La demanda del Otro toma función de objeto en su fantasma, se reduce a la

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pulsión, por eso el catálogo de las pulsiones ha podido establecerse en el neurótico (cuando se analiza el
fantasma se va a encontrar ese catálogo de las perversiones)”.
Con esto quiere decir que, identificar la falta en el Otro con su demanda es la vía neurótica, el neurótico ante la falta
del Otro opta por la demanda (en la oposición deseo-demanda, opta por la demanda); identificar la falta en el Otro
DD
con el goce del Otro es la vía perversa.

El fantasma es una respuesta en la cual el sujeto identificándose a un objeto apunta a completar al Otro.
La fórmula del fantasma ($<>a) indica la relación del sujeto con el objeto que él se hace ser en el fantasma, en tanto
queda prendido a la demanda del otro, entonces frente a la pregunta ¿Qué quiere de mí? La respuesta sería, lo que
LA

me demanda. El sujeto que se desvanece frente al objeto → formula del fantasma. Entonces, si el fantasma encubre
la angustia que suscita la aparición del deseo del Otro, el enigma del deseo del Otro, a lo que el análisis apunta es a
que el sujeto se plantee lo que su fantasma cubre.
- ¿Cómo el síntoma está directamente vinculado con el fantasma?
FI

Lacan cuando acuñe a este término “fantasma” él va a trabajar a aquello que tiene que ver en Freud, con la fantasía,
aunque no cubren el mismo campo (imaginario), porque el fantasma tiene 3 dimensiones, real, simbólica,
imaginaria.
Un antecedente del término fantasma, toma a un poeta en el cual igual que niño que juega, crea un mundo


fantástico y lo toma muy enserio, se siente íntimamente ligado a él.


En “pegan a un niño” Freud dice que la fantasía es algo muy íntimo del sujeto, es algo que como más
íntimo, no se confiesa tan fácilmente y “cuando los niños crecen y dejan de jugar, comienza a
fantasear. También menciona que los niños no se ocultan para jugar; mientras que el adulto se
avergüenza de sus fantasías, no las confiesa fácilmente. Se avergüenza de sus fantasías porque
encuentra que los deseo que las constituyen son de carácter ilícito y deben ser ocultadas”.
Entonces esta vergüenza tiene que ver con esto, en el fantasma se encuentra en el catálogo de las perversiones.
Esto hace que el sujeto no lo comente. Freud dice “las pulsiones insatisfechas son las fuerzas impulsoras de la
fantasía, y cada fantasía es la satisfacción del deseo”.
Freud dice “las fantasías (los fantasmas) son estados psíquicos preliminares a los síntomas, de los que nuestros
pacientes se quejan”. A esto lo retoma Lacan cuando dice “el fantasma fundamental es la matriz de la construcción
neurótica”, dice, “dado un síntoma es posible identificar el fantasma que lo determina”.

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En el grafo se puede leer la implicación entre el fantasma y el síntoma, el fantasma como tapón a la falta de
significante del otro (del deseo), y abajo el síntoma determinado por el fantasma. Y en este sentido va la frase de
Lacan “el fantasma es el resumen de toda la producción Icc”.
Freud dice “las fantasías pueden exteriorizarse en ataques o síntomas” → vinculación entre fantasma-síntoma.
Yendo del síntoma a la fantasía que lo sustenta, podemos saber todo acerca de la sexualidad de los neuróticos. Hay
un condicionamiento a nivel del fantasma, es decir, el fantasma condiciona a la sexualidad del sujeto, porque en
cierto modo, del fantasma se desprende un modo de ser.
En este sentido podemos entender de qué se trata para lacan en el final de un análisis, se trata de que el sujeto se
separe de ese ser, de ese hacerse, es decir que se produzca un deser, condición para que se realice el pase, para que
el sujeto pueda pasar de la condición, posición de analizante. A este proceso, lacan lo llama, atravesamiento del
fantasma o la travesía del fantasma.
Al sujeto no lo podemos encontrar, se hace representar por los significantes, pero no está en ningún lado, no tiene

OM
consistencia, no tiene sustancia, le falta ser ($), se relaciona con la perdida de goce que es estructural, Y lo que le
aporta consistencia al sujeto es el fantasma, le aporta una manera de ser. En el fantasma la perdida se recupera y
el sujeto recupera consistencia.
- Lacan toma la pantomima del sujeto, una conducta, se escenifican cosas de manera muda aunque sea
articulada → “la pulsión cuanto más habla es cuanto más lejos está de hablar”.

.C
Si hay pregunta es que no hay una significación última, es decir, el otro no existe como referencia última. Si se
cuestiona el sostén de su estructura va a aparecer angustia porque el fantasma está desfalleciente, la angustia no
engaña, el significante si engaña, porque tapa la cosa con la palabra. Lo que no tiene palabras pasa en el cuerpo
DD
Si pensamos la angustia en los 3 registros, podemos decir, hay una angustia de ese real no apalabrado. Entonces
ubica a la angustia entre lo REAL y lo IMAGINARIO, eso afecta al cuerpo POR FUERA DE LO SIMBÓLICO, será la pista
por donde se debe ir en el análisis, se deberá conducir a que con lo simbólico se pueda apalabrar algo de lo real.
Lacan plantea que la salida en el neurótico es el significante de la falta del otro, en lugar de ir por el cortocircuito del
fantasma en donde le responde al deseo del Otro identificándolo con la demanda, se debe soportar ir por el deseo
LA

del Otro. Lo que viene como demanda se interroga.


No es sin angustia el atravesamiento del fantasma, o sea, no es sin angustia el final del análisis. Si un sujeto no
tiene angustia no hay posibilidad de análisis.
En la paciente se perfila la rectificación subjetiva, algo comienza a ponerse en otro lugar, lo cual muestra la
FI

articulación entre síntoma y fantasma. En el análisis construimos, develamos la escena fantasmática que está en los
síntomas del sujeto.

Fantasma Síntoma


• Relacionado con el fin del análisis • Relacionado con el comienzo del análisis (se
• Relacionado con el objeto (hacerse) pregunta)
• Relacionado con el placer (consistencia) • Relacionado con el significante (x ej. Histéricas)
• Relacionado con la construcción (hace a lo no • Relacionado con el displacer
apalabrado que debe ligarse) • Relacionado con la interpretación
• Relacionado con la monotonía (fijación del (desciframiento)
síntoma) • Relacionado con la diversidad (hay tantos
síntomas como sujetos en este mundo)

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Seminario n°11
- Fantasma en la neurosis y en la perversión.
Lacan se detuvo en la función misma de la pregunta y dice que la forma neurótica de la pregunta es como tal la
pregunta no desplegada.
Dice Lacan “la tópica freudiana del yo muestra como una o un histérico, como un obsesivo usa su yo para hacer la
pregunta, precisamente para no hacerla”. Con esto quiere decir que la formula neurótica de la pregunta, pregunta
por la muerte y el ser en el obsesivo, o pregunta por la femineidad del lado histérico. Es la pregunta detenida, la
pregunta no desplegada, no realizada.
Cuando decimos que en la neurosis la pregunta no se despliega, no se formula, supone que la neurosis misma es una
especie de respuesta anticipada, justamente para no llegar al lugar de la falta, donde la pregunta no tiene respuesta.
Sabemos, desde Freud, que no hay inscripción de la muerte ni de la vagina en el Icc, falta ese significante, desde
Lacan falta material simbólico para decir de la mujer y de la muerte, y ese significante de la falta en el Otro (Ⱥ) no es

OM
ni más ni menos que en términos simbólicos.
¿Qué posibilidad queda para el ser hablante frente a esa pregunta que no tiene respuesta? El neurótico no se acerca
al lugar donde no hay respuesta a la pregunta”. Entonces si una neurosis es una respuesta anticipada para no
acercarse al lugar donde no hay una respuesta, esa respuesta se localiza al nivel del fantasma.
El grafo del deseo muestra cómo se puede ir hasta la pregunta, o como se puede ir hacia el cortocircuito del
fantasma.

vector tiene que llegar.


.C
Nos situamos en el significante de la falta en el Otro (Ⱥ) como el punto en que el

Sabemos que Lacan ha tomado esa pregunta ¿che vuoi? (¿qué me quieres? O
DD
¿qué soy para el deseo del Otro?) Porque ese significante de la falta del Otro
podemos leerse el deseo del Otro, la castración
El neurótico no llega hasta ese lugar de la pregunta, se desvía el trayecto y hace el
corto circuito del fantasma. Es decir respondiendo de modo anticipado a esa
pregunta, preguntándose, sin hacerlo.
LA

Dice Lacan, “de este modo nos quedamos más tranquilos (al no preguntarnos).
Esta característica de la gente normal sería no hacerse preguntas, no llegar a ese
lugar donde falta, quedarse tranquilo en el fantasma.
FI

Lo singular de cada uno logra hacer tambalear la respuesta anticipada, sostenida


por el neurótico a nivel del fantasma, y a eso denominamos, vacilación del
fantasma. Es el golpe que sufre la versión que el sujeto se hizo de las cosas,
taponando ese agujero en lo simbólico. Ahora, ese encuentro contingente,


azaroso, con la falta en el Otro, allí donde falla la versión del sujeto, ese encuentro
siempre se da con ANGUSTIA.
- Dice Lacan, “el neurótico, histérico, obsesivo o el fóbico, es aquel que identifica esa falta del Otro con la
demanda. Resulta de ello que la demanda del Otro toma función de objeto en su fantasma, es decir, que el
fantasma se reduce a la pulsión”.

En el neurótico la demanda oculta la angustia ante el enigma del deseo del Otro. Entonces frente a la pregunta
¿Qué quieres de mí? El neurótico Contestará “lo que me demandas”. El fantasma toma la forma de la pulsión, en el
lugar del objeto está la demanda. Es decir, frente a la falta del Otro, identifica la falta con la demanda del Otro.
En el obsesivo niega el deseo del Otro, desconoce la falta en el Otro, acentuando el lado de imposibilidad del
deseo. Responde a la angustia que le suscita el enigma del deseo del Otro, por el lado del sujeto
En la histérica el deseo que toma la modalidad de insatisfecho y la histérica se va a escapar como objeto, es decir,
acentuando, su respuesta, la vía del objeto.

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En el grafo del deseo, a nivel del primer piso, vemos que el Yo del sujeto se sostiene en la imagen especular. Al nivel
del segundo piso, allí donde el deseo se sostiene del fantasma.
La histérica huye cuando se ve convocada a responder como objeto del deseo del Otro, a pesar de que ella misma
lo ha convocado. En el sueño de la bella carnicera se lo puede observar el deseo insatisfecho en la histeria.
Dice Freud “su propio deseo es efectivamente, que no se realice un deseo de su amiga, el de engordar. Pero en lugar
de esto, sueña que no se le realiza a ella otro deseo suyo, el de darle de comer. Obtenemos otra interpretación si
aceptamos que la sujeto no se refiere en su sueño a sí misma, sino su amiga, identificándose a ella. Esto creo en la
realidad un deseo insatisfecho.
Lacan retoma este sueño y plantea que en la histeria hay un déficit en el clivaje, en el corte entre el deseo y la
demanda que la lleva, por lo tanto, a rehusar lo que desea -caviar-, para sostener la dimensión de falta propia del
deseo.
Para asegurar que el deseo es irreductible a la demanda, la histérica es elevada a restaurar la dimensión del deseo,

OM
insatisfaciendo la demanda. Entonces, el salmón ahumado en el sueño, es el significante de un deseo insatisfecho
entendido como deseo del Otro, es decir, más allá de toda demanda.
La histérica, justamente, es el sujeto para el cual es difícil establecer una relación con el Otro que le permita guardar
su lugar de sujeto. Esa necesidad para el sujeto de crearse un deseo insatisfecho, está en relación a constituir para el
sujeto un Otro real que no sea totalmente inmanente a la satisfacción recíproca de la demanda, para que ese deseo
del que se trata sea verdaderamente el deseo del Otro.

.C
Se trata del deseo como deseo de otra cosa, un deseo más allá del objeto que está comprometido en toda demanda.
Al rehusar su deseo, sostiene la dimensión de falta del deseo del Otro. Ella ignora que no puede ser satisfecha en la
demanda, por un déficit, por ciertas carencias en la barradura del Otro.
En este sentido, el deseo de la histérica, no es un deseo de un objeto, sino es un deseo de deseo, deseo de una falta.
DD
Por el contrario, ella se identifica al objeto para luego hurtarse, restarse, independizando al objeto de deseo de
cualquier objeto de cualquier necesidad.
- Lacan Dice: “Al desear caviar y no querer que su marido se lo compre, ella es el obstáculo y su goce es el de
impedir el deseo en la situaciones en la que ella misma trama. La histérica se plantea la cuestión del deseo del
LA

Otro, cuando sostiene este clivaje entre el deseo y la demanda, insastifaciendo su deseo. Pero, por otro lado se
pierde al identificar su deseo con el de cualquiera con tal de que presente este carácter de insatisfecho”.
Lacan dirá que el soporte de este tercer tipo de identificación es el fantasma donde el objeto a, está ligado a la
constitución del sujeto en el lugar del Otro.
FI

En el grafo de la división subjetiva, hablamos del objeto a cómo resto de la división subjetiva. La identificación
histérica corresponde a ese tiempo de la constitución subjetiva, se identifica al objeto a, como causa del deseo del
Otro (se identifica al objeto y después se escabulle, se escapa).
Ahora, cuando Lacan avanza en su enseñanza, el acento que ponía antes, en el trío necesidad, demanda, deseo, lo


lleva luego a la dupla goce-deseo, empieza a tener más preminencia el concepto de goce, como límite Real a lo
simbólico. La insatisfacción de la histérica toma el estatuto de un modo de goce. Lacan habla allí de la satisfacción en
la insatisfacción, entonces, se puede decir, la insatisfacción como un modo de goce. Esto es, la palabra mata la cosa,
el significante va produciendo esa merma en el goce, entonces la histérica recupera algo de goce en la insatisfacción.

Lacan puntualiza que como el goce absoluto no puede ser alcanzado, la histérica rehusa cualquier otro goce
prefiriendo la privación. En esa privación, en esa satisfacción en la insatisfacción es ubicable un goce que es
preferible al goce fálico, en la medida en que para acceder al goce fálico es necesario haber pasado por la castración,
es decir por ese punto de falta en el Otro, S (Ⱥ).
- Dice Lacan, “A la luz de estos desarrollos, la histérica no aparece ya tanto como una representación del
deseante sino corno un porta-estandarte del goce. Se revela tiernamenente dispuesta a mantener la
representación de un goce absoluto al mismo tiempo que la de un padre ideal (es decir un padre muerto o
castrado), alrededor del cual se coloca como queriendo ser, en último término, su goce, y es porque este goce
no puede ser alcanzado que rehusa cualquier Otro”.

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La histérica se ofrecerse como objeto que encubre la castración del Otro, gracias a esa especie de apéndice postizo
en que la histérica se convierte y aparece así en el lugar de la completud. Se da al Otro todo el tiempo y después se
rehúsa, ese darse en el primer tiempo, la lleva a ocupar el lugar preferencial, se hace imprescindible en el fantasma
al Otro, y ese lugar es incierto (duda de ese lugar de privilegio). En el segundo momento, se da el reproche de la
acusación, la reclamación violenta. Y luego viene el tercer acto, que es el desplazamiento a un nuevo Otro, o a otra
causa, que si merezca el sacrificio de ella (histérica), siempre a la espera de que aparezca el Otro definitivo.
Entonces frente a la figura del Padre Ideal, todos los Otros están, faltos, son defectuosos. Lacan dice “la histérica es
aquella que busca una amo para después reinar sobre él”.

El obsesivo acentúa la imposibilidad del deseo y lo hace por el lado del sujeto. Lacan toma el historial del Hombre de
las ratas, en el cual plantea al deseo del obsesivo como leve por una dificultad en su relación con el Otro que lo hace,
esencialmente, dependiente del Otro. Es, fundamentalmente, un deseo interdicto, prohibido, por el Otro. Es en ese

OM
sentido que siempre demanda un permiso, que no es más que una manera de sostener a este Otro interdictor.
El obsesivo en análisis nos habla de toda clase de impedimento, de inhibiciones, de obstáculos, de miedos, de dudas,
de interdicciones, a la parálisis del deseo, que junto a la forma que toman sus síntomas, no hacen más que
evidenciar las exigencias del Superyó.
Por eso él se balancea desde la manifestación de un deseo que de ir muy lejos deviene agresivo -con el Otro
interdictor- hacia una desaparición del deseo ligada al temor de sufrir él mismo -por parte del Otro-, una

.C
desaparición si pone en juego su deseo.
El obsesivo es alguien que está todo el tiempo retrocediendo sobre el deseo, pospone el “ser o no ser el falo de la
madre”. Pospone todo el tiempo aquello que sería un antes y un después.
Para cubrir el deseo del Otro el obsesivo tiene un camino que es el recurso a su demanda, todas las tentativas de su
DD
deseo van a estar marcadas por una condena original a alcanzar su fin. Nunca va alcanzar su fin, siempre va a ser
imposible. Siempre necesita hacerse autorizar, es preciso que el Otro le demande eso.
En la medida en que el obsesivo cubre el deseo del Otro con la demanda, el objeto a como causa, viene a situarse
allí, donde la demanda del Otro domina, que es a nivel anal, es la demanda educativa por excelencia. En esta fase el
objeto a es el excremento en tanto demandado.
LA

- Lacan se pregunta ¿Por qué vía entra el excremento en la subjetivación?


Por intermedio de la demanda del Otro representada, en este caso, por la madre. Se trata de la educación que
ordena al niño retener y después soltar, siempre ha pedido. El excremento, pasa a ser valorada como aquello que da
a la demanda del Otro su satisfacción.
FI

El Otro le presta atención al excremento y agrega el olfato, la aprobación, la admiración y la limpieza también, que
tiene efectos erógenos. Todo esto gira alrededor de la demanda de la madre y es la función de retener lo que da al
deseo anal su estructura fundamental.
El deseo de retener tendría la función de tapón respecto del deseo del Otro. Dice Lacan: La pérdida del falo se


desconoce”, de esta manera aparece como un garante del Otro, de un Otro sin tachar. Este deseo de retener le
corresponde el fantasma de oblatividad (regalar) que es un fantasma obsesivo por excelencia.
Este regalar, es el fundamento de la dimensión altruista, pero el mantenimiento de esa imagen lo ata a una distancia
de sí mismo, en relación a que todo lo que hace nunca es para él, ni por él, siempre es para beneficio de esa imagen
para el Otro. Su deseo es aquello que jamás está permitido manifestarse en acto, sostiene su deseo a nivel de las
imposibilidades del deseo, haga lo que haga por realizarlo, no lo consigue. En ese sentido, en el obsesivo,
encontramos el fantasma de un Dios omnipotente. Cree en Dios, dice Lacan, a la manera de ese ojo universal puesto
sobre todas nuestras acciones. Esa mirada omnipotente siempre esta posada sobre él. En ese sentido hay una
correspondencia como se ve, entre lo anal y lo escópico, la mirada que todo lo ve.

Lacan va a decir, cuando trabaja el fantasma en el perverso, habla del sujeto acéfalo de la pulsión y dice, “el
sujeto no está colocado aún en la pulsión, si lo estuviese seria en la perversión”. En la perversión, la fórmula de la
pulsión está en el fantasma, la estructura de la perversión en ella se trata de un efecto invertido del fantasma, el
sujeto se determina a sí mismo como objeto en su encuentro con la división subjetiva”.

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Esto quiere decir que si el sujeto no está en la pulsión, porque la pulsión nos muestra el sujeto acéfalo de la pulsión
(está tanto más lejos de hablar cuanto más habla), si alguien está determinado como sujeto en la pulsión, eso es
perversión, como sujeto escenifica la pulsión.
Se debe diagnosticar perversión cuando en la dialéctica de las pulsiones sexuales, el sujeto se ubica como objeto.
dice Lacan “en la fórmula de la pulsión el sujeto no está localizado, y cuando el sujeto se localiza, tendrá que ser
como objeto a, entonces se produce una transformación de la fórmula de la pulsión, allí es en donde se convierte en
perversión” la fórmula de la pulsión se convierte en la fórmula del fantasma, porque el sujeto se localiza en la
fórmula como a, el sujeto produce la división subjetiva del partener, lo angustia, lo ataca en su pudor, en su falta, el
Otro lo tiene que mirar al exhibicionista.
- Lacan dice que la Perversión en términos estructurales, es una pulsión.

Entonces, en la neurosis la fórmula del fantasma se convierte en la pulsión, dado que el neurótico sustituye al objeto

OM
por la demanda y va a parar donde está el objeto, demanda ser demandado.
Ante la angustia que suscita el deseo del Otro, el neurótico responde identificando a ese otro deseo con la demanda
del Otro. En cambio, el perverso responde identificando la falta del Otro con el goce del Otro.

El fantasma perverso se plasma directamente en comportamientos perversos. En el sujeto perverso no hay angustia,
la angustia se da en el partener, busca angustiar al Otro.

.C
Podríamos decir que el sádico presentifica el costado arbitrario e irresponsable de la ley, una ley sin atenuantes, que
no permite mal entendido ni interrogante, se trata de hacer surgir, dice Lacan, la voz del Otro. En el sádico no
encontramos deseo, sino voluntad de goce. En el sádico el deseo toma la forma de voluntad de goce.
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- En el perverso, hay una versión de la ley, del padre, no se desmiente lo que no se registró. El ejemplo más
paradigmático es el fetichista, que ubica el fetiche como desmentida de la castración de la madre, hay
registro

En el masoquista la ley imperiosa también está pero de manera más velada. La posición pasiva del masoquista es
LA

engañadora, porque es activa, es hacerse dañar, hacerse pegar.


En este sentido podemos decir, que hay voluntad de goce, mientras en la neurosis tenemos esa determinación de
acomodarse en el fantasma a la demanda del Otro, y así sostener el deseo como imposible, insatisfecho, prevenido.
- Los perversos, sádicos, masoquistas, exhibicionistas, producen angustia, pero es muy difícil que un perverso
FI

se angustie, se puede angustiar porque pierda un lugar social o al partener, pero no en la perversión.


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