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§ 142.

La eticidad es la idea de la libertad como bien viviente que tiene en la


autoconciencia su saber, su querer y, por medio de su actuar, su realidad, actuar que tiene
a su vez en el ser ético su fundamento en y por sí y su fin motor. Es el concepto de la
libertad que ha devenido mundo existente y naturaleza de la autoconciencia.

§ 192. Las necesidades y los medios son, en cuanto existencia real, un ser para otro, cuyas
necesidades y cuyo trabajo condicionan recíprocamente la satisfacción. La abstracción,
que es una cualidad de las necesidades y de los medios deviene también una determinación
de las relaciones de los individuos entre sí. Esta universalidad, en el sentido de
reconocimiento, es el momento que convierte a las necesidades, los medios y modos de
satisfacción en su singularidad y abstracción, en algo concreto, en cuanto social.

Agregado. La forma de la universalidad aparece aquí porque tengo que regirme de


acuerdo con los otros. Yo adquiero de los otros el medio para la satisfacción y tengo que
aceptar por eso su opinión. Pero al mismo tiempo tengo que producir medios para la
satisfacción de otros. Cada uno influye en el otro y por eso está relacionado con él: en esa
medida todo lo particular deviene social. En el modo de vestir, en la hora de las comidas,
hay una cierta conveniencia que debe aceptarse, porque en esas cosas no vale la pena
querer mostrar una posición propia, sino que lo más inteligente es comportarse como los
demás.

“Dentro de la macro-dialéctica del espíritu objetivo, Hegel desarrolla su concepto de Estado


ético y sociedad civil. Esta tríada tiene tres momentos: el derecho (universal abstracto), la
moralidad (particularidad) y la eticidad (universal concreto). A su vez, cada uno de estos
momentos contiene su propio trío dialéctico. Pero sólo en el tercer momento (el de la
eticidad), se ubica la sociedad civil. Así, la dialéctica de la eticidad adquiere la siguiente
terna: familia, sociedad civil, Estado. Donde queda claramente graficado el lugar
intermedio que la sociedad civil tiene entre un ámbito estrictamente privado (la familia) y
otro estrictamente público (el Estado). La complejidad y la interpenetración entre la
sociedad civil y el Estado, Hegel las desarrolla en la dialéctica específica de la sociedad
civil de la siguiente forma: sistema de necesidades (universal abstracto), administración de
justicia” (Biglieri, 2004)1.
1
Biglieri, Paula. (2004). Sociedad civil, ciudadanía y representación: el debate de los clásicos de la
modernidad. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. p. 58.
Cabe precisar que, en Hegel, la sociedad civil es anterior al Estado en su sentido lógico-
conceptual, mientras que en sentido lógico-histórico es posterior. Precisando, sólo después
de la consolidación del Estado, esto es, su fundación validada por una constitución política
propia, es que se puede hablar de sociedad civil propiamente. Para Hegel, cualquier
asentamiento de personas en determinado territorio que carezcan de una idea de Estado es
mero agregado de individuos. O en su defecto, una extensión de la familia, que se muestra
como un sistema proto-Estatal, el cual solo se precia como un sistema de castas. En cuanto
al aspecto formal, Hegel afirma que el Estado es ulterior o subsecuente a la sociedad civil
ya que en su aspecto científico-filosófico la idea del Estado es más elaborada, por ello más
elevada que la noción de sociedad civil. Por ello el Estado representa una evolución de
carácter dialéctico en el desarrollo del espíritu del mundo (weltgeist).

Propongo ahondar un poco en el momento general del Estado ético, llamado también
Eticidad, o Ethical life en la versión inglesa de Thomas Malcolm Knox, en alemán
Sittlichkeit. Este momento (y entiéndase momento como elemento dialéctico-conceptual) es
el último paso del Espíritu objetivo para dar luz al florecimiento o despliegue de la forma
más elevada del espíritu universal, el espíritu absoluto. El Estado ético, en primer término,
es la condición de posibilidad para la realización del τέλος de la razón en la historia
universal: la materialización del arte, la religión y la filosofía, con ello, la Idea absoluta.

Entonces, el Estado ético es la situación en la que los individuos alcanzan el estatus


ontológico de reconocimiento mutuo. Recordemos que en la lógica relacional de Hegel no
hay un yo sin un tú. Por ello para Hegel el ser humano es esencialmente social y
subsecuentemente, político. El individuo entonces, en el Estado ético adquiere naturaleza o
condición legal, jurídica e institucional. Lo que en la terminología Hegeliana sería decir que
se hace real efectivamente.

Es pertinente aclarar también que la relación del Estado y el individuo es necesariamente


recíproca. El Estado se dice que es un fin únicamente en el sentido de que sirve para
garantizar la libertad y satisfacción del individuo. A su vez el individuo solo logrará
realizarse y ser libre en la medida que logre conjugar sus metas personales con un propósito
superior de orden político-histórico. Únicamente es en el Estado ético que los deseos
personales se racionalizan y se universalizan en forma de leyes. Es en este que el individuo
tiene de facto su lugar en el mundo.

Hegel tiene el propósito de mostrar la esencia puramente racional del Estado ético, y con
este de la historia universal en su conjunto. Para Hegel, los actos que hoy hayamos
condenables en los libros de historia o incluso en el presente son solo hechos contingentes
que, sin saberlo sus actores, están moviéndose hacia un fin superior netamente racional, el
cual para Hegel es de carácter necesario y lógico-trascendente. Hegel propone pues que
todo aquello que parece contrario a la razón o contradictorio no son sino esquirlas
desprendidas del propósito de la historia humana que es la razón universal.

La preocupación de Hegel por alcanzar el punto del Estado ético lo lleva a exponer una
serie de instancias mediadoras (de orden ético) que sirven de peldaños en la marcha hacia
este. Estos son la familia y la sociedad civil. La familia atiende a una esfera
específicamente privada, mientras que la sociedad civil es la proyección de las distintas
familias a la esfera público-política. La sociedad civil desempeña pues el rol de mediador
entre la voluntad particular y la voluntad universal.

Para Hegel la sociedad civil es un producto de la modernidad. Ya que en la modernidad


surge una resignificación de la importancia del individuo y su subjetividad. Por ello, en
primera instancia la sociedad civil es un reino de principios egoístas, aquella búsqueda
individual de la satisfacción de deseos e intereses particulares. Pero a su vez, recordemos
que en la ontología Hegeliana la realidad se manifiesta bajo el despliegue de aparentes
contradicciones. Por ello, de la misma forma que el principio del sistema de las necesidades
(mercado) es el egoísmo natural, este a su vez es el paso lógico-dialéctico para alcanzar la
intersubjetividad, entendida como comunidad política y universalidad. “La sociedad civil,
dice Hypolite (1970), (Gesselschaft y no Gemeinschaft) no es otra cosa que el Estado del
liberalismo económico propio de la modernidad. Este Estado, entendido como la asociación
en tanto que tal, que es el verdadero contenido y el verdadero fin, y el destino de los
individuos de llevar una vida colectiva; y su otra satisfacción, su actividad y las
modalidades de su conducta”2. “En ese mundo económico el hombre se cree libre, trabaja y
posee, ha elegido por sí mismo su profesión, trata de realizar su interés personal” (Hypolite,
1970)3.

Hegel entiende la vida de un pueblo como un organismo natural. Compuesto este por partes
esenciales. lo que supone en sí misma una diversidad en tanto división de funciones o
lugares que se ocupan en el organismo. Esta diversidad está constituida por clases sociales
o estamentos (Stände) que expresan cada una, en su género, el todo. Estas son la clase de
propietarios terratenientes (llamada sustancial o inmediata), la clase industrial (llamada
reflexiva o formal) y la clase de los servidores civiles (llamada clase universal). Los
primeros son naturalmente conservadores, se rigen por un sistema natural y patriarcal, pero
con tendencia a industrializarse La clase sustancial es especialmente la nobleza o clase
terrateniente, pero incluye también al campesinado en general. Es la clase más estable,
“menos mediada por la reflexión y por la propia voluntad y así en general el carácter
sustancial de una unidad inmediata que descansa en la relación familiar y en la confianza”.
Todo ello hace que esta clase presente como características propias y diferenciales
“seguridad, consolidación, duración de la satisfacción de necesidades” que “no son más que
formas de la universalidad y configuraciones en que la racionalidad, fin último absoluto, se
hace valer en estos objetos”4. La clase industrial son naturalmente liberales, debido a que es
una clase puramente urbana. “Esta, al revés de aquélla, no tiene el contenido inmediato.
Deberá adquirirlo, dárselo a sí misma. Para ello necesita la reflexión propia del
entendimiento. La clase de la industria particulariza lo universal. Responde a las
necesidades particulares de los individuos de la sociedad civil”5. Con los funcionarios
2
Hypolite, Jean. Introducción a la filosofía de la historia de Hegel. Ediciones Calden, 1970. p. 117.
3
Ibid. p. 118.
4
Hegel, G. F. W. Principios de la filosofía del Derecho. Editorial Suramericana. p. 194.
5
Boron, Atilio A. (comp.). La filosofía política moderna: De Hobbes a Marx. CLACSO/EUDEBA. Buenos Aires.
2000. p. 230.
hegelianos parece rehacerse el mito platónico del rey filósofo ya que estos piensan y
realizan la idea del bien en el mundo, y su trabajo no es para unos cuantos (como en las
clases anteriores) sino que es un trabajo al servicio de la humanidad entera (Valls Plana,
1998)6. Es el verdadero universal de las clases, el universal concreto, pertenece a la “clase
universal” que “tiene como objeto suyo los intereses universales de la situación social;
debe, pues, ser dispensada del trabajo directo en orden a las necesidades, ya mediante
patrimonio privado, ya indemnizada por el Estado que recibe su actividad, de suerte que el
interés privado encuentra su satisfacción en su trabajo universal”7.

Cada una de estas clases sociales, aparte de su función necesaria y específica, cumple un rol
central en la representación política de los individuos en el Estado y en la formación de
ciudadanos una vez que estén ligadas con las corporaciones o agremiaciones (Bürgerlichen
Gesellschaft).

Así como el concepto de sociedad civil es un producto estricto de la época moderna


también lo es la economía política, diciplina que le merece a Hegel toda dignidad y
consideración por el hecho de que esta como ciencia hace honor al pensamiento al hallar las
leyes universales a partir de una masa de hechos y datos contingentes 8. Hegel por tanto, no
era ajeno a estas temáticas ya que en sus parágrafos suele mentar los nombres de grandes
pensadores de la economía como Jean Baptiste Say, David Ricardo y al propio Adam
Smith. Y es que Hegel recoge principios de la corriente dominante de su época que era el
liberalismo. De este acepta que la propiedad privada y su reconocimiento de jure es uno de
los avances más significativos de la modernidad el cual tiene carácter universal. Pero Hegel
a su vez se aleja de los pensadores liberales en cuanto a su principio supremo “Laissez
faire, laissez passer”, en efecto, sostiene la necesaria intervención del Estado para resarcir
las deficiencias que produce la mano invisible. En concreto, Hegel veía en la Europa de su
tiempo “la caída de una gran masa por debajo del nivel de un cierto modo de subsistencia
(des Pöbels), que se regula por sí mismo como el necesario para ser miembro de la
sociedad”9. Esto según Hegel llevaba a la pérdida del sentimiento de Derecho, lo cual en
últimas era lesivo para el Estado como tal.
6
Valls Plana, Ramón. Sociedad Civil y Estado en la Filosofía del Derecho de Hegel . Tópicos 6. (1999). p. 128.
7
Hegel, G. F. W. Principios de la filosofía del Derecho. Editorial Suramericana. p. 196.
8
Ibid. p. 189.
9
Ibid. p. 219.
Pero Hegel a su vez es renuente a plantear la caridad mediante la disposición de una renta
básica a los desempleados ya que para él eso diezma el derecho a la autonomía y la
autosuficiencia del individuo (selbständig). Por lo tanto, el papel del Estado debe ser
generar empleos en el aparato burocrático que no sean insustanciales sino pertinentes a los
fines de la sociedad civil.

Recapitulando, “Para ser verdaderamente satisfactora, protectora y previsora, la sociedad


civil ha de trascender a los individuos y a las familias que obtienen de ella la satisfacción de
sus necesidades, la protección de sus propiedades y la previsión de sus adversidades. En su
trascendencia, la sociedad en cuestión adquiere una existencia colectiva, supraindividual y
suprafamiliar, irreductible a los individuos y a las familias que la constituyen. Ahora bien,
aunque irreductible a estos elementos constitutivos, tal existencia no deja de carecer, al
igual que ellos, de una concreción propia e independiente como la del Estado” 10. “Por ello
no es una vinculación casual ni tampoco neutra, sino deliberadamente orgánica y
orgánicamente funcional, debiendo funcionar de cierta manera y debiendo estar organizada,
para funcionar, también de cierta manera”11. En principio, dicha relación dialéctica, para
funcionar, debe organizarse como “un sistema de dependencia multilateral” (ein System
allseitiger Abhängigkeit) en el que “la subsistencia y el bienestar del individuo-singular
(Einzelnen), así como su ser-ahí jurídico (rechtliches Dasein), están entrelazados con la
subsistencia, el bienestar y el derecho de todos y fundados sobre éstos”12.

Podría acabar el texto expresando mis impresiones al respecto de los fragmentos de Hegel
tratados. Lo primero es que la filosofía estrictamente política de Hegel no solo es en su
mayoría muy sensata (sehr sinnvoll) sino mucho más abordable que su filosofía social y
antropológica que se encuentra por ejemplo en La fenomenología del espíritu. Otro aspecto
que salta a mi vista es lo notorio que resulta la conexión entre el escrito de la Filosofía del
Derecho y la formación del pensamiento de Marx. Sin ser yo Marxista, recuerdo que de las
únicas obras que he leído de Marx fue un libro titulado introducción a la crítica de la
filosofía del derecho de Hegel. Obra que acabo siendo solo una introducción ya que Marx

10
Pavón Cuéllar, David; Sabucedo Cameselle, José Manuel. El concepto de "sociedad civil": breve historia de
su elaboración teórica. Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, vol. 11, núm.
21, 2009. p. 77.
11
Ibid. p. 77.
12
Hegel, G. F. W. Principios de la filosofía del Derecho. Editorial Suramericana. p. 183.
no alcanzó a terminar. Pero temas tratados en la FD serán luego objeto de elaboración en la
obra de Marx como son el problema del desempleo, la creciente industrialización de la
sociedad europea, la relación entre Estados, el surgimiento del continente americano, entre
otros tantos. Otra relación que hago es la de los conceptos de sistema de las necesidades
con el reino de los fines Kantiano. Que a mí parecer, pese a lo que podría pensar un lego en
estos temas, el enfoque que le da Hegel al asunto es menos idealista (en el sentido burdo del
término) que el propio Kant. Ya que el proceder de Hegel es más histórico-real y el de Kant
más arquitectónico-virtual.

Por último, me parece que con lo que veamos en las siguientes semanas de Hegel y un
estudio juicioso, tanto yo como cualquiera de nosotros tendremos la base y la confianza
suficiente para emprender una lectura de la temida Fenomenología del Espíritu.
Para consulta

Weil, Eric: Hegel y el Estado: Cinco conferencias y un apéndice. Capítulo I: El lugar


histórico de la filosofía política de Hegel.

Dri, Ruben: Revolución burguesa y nueva racionalidad: Sociedad burguesa y razón en el


joven Hegel. Capítulo l: El momento histórico de Hegel.

Bilbiografía

Biglieri, Paula. Sociedad civil, ciudadanía y representación: el debate de los clásicos de la


modernidad. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales.

Boron, Atilio A. (comp.). La filosofía política moderna: De Hobbes a Marx.


CLACSO/EUDEBA. Buenos Aires. 2000.

De La Maza, Mariano. Conferencia: Seminario "A 200 años de la Filosofía del Derecho de
Hegel" | Parte 2 | Facultad de Derecho UAI. “La relación entre sociedad civil y Estado en
Hegel”. Canal: Universidad Adolfo Ibáñez. En: https://www.youtube.com/watch?v=A0-
Rk04QbK0

Flores, Misael; Espejel Mena, Jaime. Aproximaciones al concepto de sociedad civil en


Hegel. Espacios Públicos, vol. 9, núm. 18, 2006.

Hernández Vega, Raúl. La idea de sociedad civil en Hegel. Instituto de investigaciones


jurídicas UNAM. 1993.

Hypolite, Jean. Introducción a la filosofía de la historia de Hegel. Ediciones Calden, 1970.

Olivas, Enrique. La teoría hegeliana de la sociedad civil: La primera crítica contemporánea


a la concepción liberal de la sociedad. Nómadas, vol. 33, núm. 1, enero-junio, 2012.

Pavón Cuéllar, David; Sabucedo Cameselle, José Manuel. El concepto de "sociedad civil":
breve historia de su elaboración teórica. Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía,
Política y Humanidades, vol. 11, núm. 21, 2009.

Valls Plana, Ramón. Sociedad civil y Estado en la filosofía del derecho de Hegel. Tópicos:
Revista de filosofía de Santa Fe. Año V. Números 5 y 6.

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