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§ 192. Las necesidades y los medios son, en cuanto existencia real, un ser para otro, cuyas
necesidades y cuyo trabajo condicionan recíprocamente la satisfacción. La abstracción,
que es una cualidad de las necesidades y de los medios deviene también una determinación
de las relaciones de los individuos entre sí. Esta universalidad, en el sentido de
reconocimiento, es el momento que convierte a las necesidades, los medios y modos de
satisfacción en su singularidad y abstracción, en algo concreto, en cuanto social.
Propongo ahondar un poco en el momento general del Estado ético, llamado también
Eticidad, o Ethical life en la versión inglesa de Thomas Malcolm Knox, en alemán
Sittlichkeit. Este momento (y entiéndase momento como elemento dialéctico-conceptual) es
el último paso del Espíritu objetivo para dar luz al florecimiento o despliegue de la forma
más elevada del espíritu universal, el espíritu absoluto. El Estado ético, en primer término,
es la condición de posibilidad para la realización del τέλος de la razón en la historia
universal: la materialización del arte, la religión y la filosofía, con ello, la Idea absoluta.
Hegel tiene el propósito de mostrar la esencia puramente racional del Estado ético, y con
este de la historia universal en su conjunto. Para Hegel, los actos que hoy hayamos
condenables en los libros de historia o incluso en el presente son solo hechos contingentes
que, sin saberlo sus actores, están moviéndose hacia un fin superior netamente racional, el
cual para Hegel es de carácter necesario y lógico-trascendente. Hegel propone pues que
todo aquello que parece contrario a la razón o contradictorio no son sino esquirlas
desprendidas del propósito de la historia humana que es la razón universal.
La preocupación de Hegel por alcanzar el punto del Estado ético lo lleva a exponer una
serie de instancias mediadoras (de orden ético) que sirven de peldaños en la marcha hacia
este. Estos son la familia y la sociedad civil. La familia atiende a una esfera
específicamente privada, mientras que la sociedad civil es la proyección de las distintas
familias a la esfera público-política. La sociedad civil desempeña pues el rol de mediador
entre la voluntad particular y la voluntad universal.
Hegel entiende la vida de un pueblo como un organismo natural. Compuesto este por partes
esenciales. lo que supone en sí misma una diversidad en tanto división de funciones o
lugares que se ocupan en el organismo. Esta diversidad está constituida por clases sociales
o estamentos (Stände) que expresan cada una, en su género, el todo. Estas son la clase de
propietarios terratenientes (llamada sustancial o inmediata), la clase industrial (llamada
reflexiva o formal) y la clase de los servidores civiles (llamada clase universal). Los
primeros son naturalmente conservadores, se rigen por un sistema natural y patriarcal, pero
con tendencia a industrializarse La clase sustancial es especialmente la nobleza o clase
terrateniente, pero incluye también al campesinado en general. Es la clase más estable,
“menos mediada por la reflexión y por la propia voluntad y así en general el carácter
sustancial de una unidad inmediata que descansa en la relación familiar y en la confianza”.
Todo ello hace que esta clase presente como características propias y diferenciales
“seguridad, consolidación, duración de la satisfacción de necesidades” que “no son más que
formas de la universalidad y configuraciones en que la racionalidad, fin último absoluto, se
hace valer en estos objetos”4. La clase industrial son naturalmente liberales, debido a que es
una clase puramente urbana. “Esta, al revés de aquélla, no tiene el contenido inmediato.
Deberá adquirirlo, dárselo a sí misma. Para ello necesita la reflexión propia del
entendimiento. La clase de la industria particulariza lo universal. Responde a las
necesidades particulares de los individuos de la sociedad civil”5. Con los funcionarios
2
Hypolite, Jean. Introducción a la filosofía de la historia de Hegel. Ediciones Calden, 1970. p. 117.
3
Ibid. p. 118.
4
Hegel, G. F. W. Principios de la filosofía del Derecho. Editorial Suramericana. p. 194.
5
Boron, Atilio A. (comp.). La filosofía política moderna: De Hobbes a Marx. CLACSO/EUDEBA. Buenos Aires.
2000. p. 230.
hegelianos parece rehacerse el mito platónico del rey filósofo ya que estos piensan y
realizan la idea del bien en el mundo, y su trabajo no es para unos cuantos (como en las
clases anteriores) sino que es un trabajo al servicio de la humanidad entera (Valls Plana,
1998)6. Es el verdadero universal de las clases, el universal concreto, pertenece a la “clase
universal” que “tiene como objeto suyo los intereses universales de la situación social;
debe, pues, ser dispensada del trabajo directo en orden a las necesidades, ya mediante
patrimonio privado, ya indemnizada por el Estado que recibe su actividad, de suerte que el
interés privado encuentra su satisfacción en su trabajo universal”7.
Cada una de estas clases sociales, aparte de su función necesaria y específica, cumple un rol
central en la representación política de los individuos en el Estado y en la formación de
ciudadanos una vez que estén ligadas con las corporaciones o agremiaciones (Bürgerlichen
Gesellschaft).
Podría acabar el texto expresando mis impresiones al respecto de los fragmentos de Hegel
tratados. Lo primero es que la filosofía estrictamente política de Hegel no solo es en su
mayoría muy sensata (sehr sinnvoll) sino mucho más abordable que su filosofía social y
antropológica que se encuentra por ejemplo en La fenomenología del espíritu. Otro aspecto
que salta a mi vista es lo notorio que resulta la conexión entre el escrito de la Filosofía del
Derecho y la formación del pensamiento de Marx. Sin ser yo Marxista, recuerdo que de las
únicas obras que he leído de Marx fue un libro titulado introducción a la crítica de la
filosofía del derecho de Hegel. Obra que acabo siendo solo una introducción ya que Marx
10
Pavón Cuéllar, David; Sabucedo Cameselle, José Manuel. El concepto de "sociedad civil": breve historia de
su elaboración teórica. Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, vol. 11, núm.
21, 2009. p. 77.
11
Ibid. p. 77.
12
Hegel, G. F. W. Principios de la filosofía del Derecho. Editorial Suramericana. p. 183.
no alcanzó a terminar. Pero temas tratados en la FD serán luego objeto de elaboración en la
obra de Marx como son el problema del desempleo, la creciente industrialización de la
sociedad europea, la relación entre Estados, el surgimiento del continente americano, entre
otros tantos. Otra relación que hago es la de los conceptos de sistema de las necesidades
con el reino de los fines Kantiano. Que a mí parecer, pese a lo que podría pensar un lego en
estos temas, el enfoque que le da Hegel al asunto es menos idealista (en el sentido burdo del
término) que el propio Kant. Ya que el proceder de Hegel es más histórico-real y el de Kant
más arquitectónico-virtual.
Por último, me parece que con lo que veamos en las siguientes semanas de Hegel y un
estudio juicioso, tanto yo como cualquiera de nosotros tendremos la base y la confianza
suficiente para emprender una lectura de la temida Fenomenología del Espíritu.
Para consulta
Bilbiografía
De La Maza, Mariano. Conferencia: Seminario "A 200 años de la Filosofía del Derecho de
Hegel" | Parte 2 | Facultad de Derecho UAI. “La relación entre sociedad civil y Estado en
Hegel”. Canal: Universidad Adolfo Ibáñez. En: https://www.youtube.com/watch?v=A0-
Rk04QbK0
Pavón Cuéllar, David; Sabucedo Cameselle, José Manuel. El concepto de "sociedad civil":
breve historia de su elaboración teórica. Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía,
Política y Humanidades, vol. 11, núm. 21, 2009.
Valls Plana, Ramón. Sociedad civil y Estado en la filosofía del derecho de Hegel. Tópicos:
Revista de filosofía de Santa Fe. Año V. Números 5 y 6.