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CCURcurs CURSO 2023-2024

CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN
Y FORMACIÓN PROFESIONAL

Nada de Carmen LAFORET

PRESENTACIÓN:

Cuando la noche del 6 de enero de 1945 se dio a conocer, al final de una cena celebrada en el Café Suizo de Barcelona,
el nombre de la ganadora del primer Premio Nadal, creado por algunos miembros del semanario Destino como un
homenaje a su joven redactor-jefe Eugenio Nadal, muerto ocho meses antes, nadie sabía quién era aquella mujer de 23
años, llamada Carmen Laforet, que había logrado el galardón, con una novela fascinante y de extraño título: Nada.
Esta ópera prima, publicada por primera vez en 1944, encierra lo más profundo de la personalidad de su autora quien
presenta a una muchacha como ella que ha ido a estudiar a Barcelona, donde vive con unos familiares en un ambiente
sórdido de mezquindad, de histeria, de ilusiones fracasadas y de vacío.
Entre las observaciones que suscita Nada, se suele destacar que es un testimonio literario de primerísima importancia en
lo que concierne a la sociedad española de posguerra. En este punto cabe añadir que la escritora pone de relieve el
desgaste de los sentimientos, la angustia y el íntimo extravío que dominaron la etapa postbélica, como un regalo
envenenado para los supervivientes.
Hoy día, Nada sigue siendo juzgada de forma unánime como una obra ineludible; ha sido y sigue siendo estudiada en
cientos de tesis doctorales en todo el mundo; se reedita de manera continua; ha conocido versiones cinematográficas y le
ha asegurado a Carmen Laforet un puesto de honor en la historia de nuestra narrativa.

1.- CONTEXTO HISTÓRICO LITERARIO DEL AUTOR Y DE LA OBRA:

1.1.- CONTEXTO HISTÓRICO: LA DÉCADA DEL 40

Este periodo de la historia coincide en España con la dictadura del general Franco. Tras el golpe de estado de 1936 se
inicia la Guerra Civil en España que enfrenta a dos bandos: los nacionales, que se alzan contra el gobierno democrático
de la Segunda República, y los republicanos, que la defienden. Con la victoria del bando nacional en 1939 da comienzo
la dictadura de Franco, que se prolonga hasta su muerte en 1975. A nivel social, tras el trauma de una guerra, la
población no exiliada sufre una dura posguerra con escasez de alimentos y todo tipo de materias primas, acrecentada por
el bloqueo de las naciones occidentales que, tras la Segunda Guerra Mundial (1940-1945), niegan su ayuda al único
régimen fascista que ha continuado en pie, gracias a su posición neutral en la contienda mundial. Estas duras
condiciones comienzan a desaparecer en los años 60 con la llegada del Plan Marshall en la década anterior y los
tratados para situar bases militares estadounidenses en España, lo que produce la apertura del régimen al exterior.

1.2.- PANORAMA LITERARIO DE POSGUERRA

1.2.1 Los años 40. La posguerra:

La novela de los años 40 en España estuvo influida por el régimen franquista, que trata de controlar la producción
intelectual como elemento de propaganda política y social. Al mismo tiempo, desaparecen las influencias de la novela
social de preguerra y, como consecuencia, se produce una paralización de la actividad creativa, incluida la novela.
A) La narrativa del exilio: los autores desterrados añoran la España perdida, aunque la temática es muy variada.
Proliferan los libros de memorias y las autobiografías (La arboleda perdida de Rafael Alberti). Otros autores son: Max Aub
con Campo francés; Ramón J. Sender y Réquiem por un campesino español; Francisco Ayala y Los usurpadores; Rosa
Chacel con Memorias de Leticia Valle y Arturo Barea con La forja de un rebelde.
B) La narrativa del interior: la pérdida de referencias literarias por la muerte de escritores como Unamuno, Valle y el
exilio a causa de la guerra, así como la censura, obliga a crear una nueva tradición novelística que retoma, en parte, la
narrativa realista de Galdós o Baroja, rompiendo con el vanguardismo y la experimentación de antes der la guerra.
Aparecen tres tendencias en la novela de la “Generación de posguerra” con una visión pesimista y existencial de la
realidad:
• Ideológica: auspiciada por el régimen, los vencedores son los buenos y los vencidos los malos. Javier Mariño de
Gonzalo Torrente Ballester.
• Realista clásica: cuentan la vida burguesa con sus valores y comportamiento. El argumento es muy extenso, con
una larga sucesión de hechos en un periodo largo de tiempo. Es la llamada novela río. Mariona Rebull de
Ignacio Agustí.
• De humor y fantasía: se crean mundos imaginarios para evadirse de una realidad demasiado terrible. El bosque
animado de Wenceslao Fernández Flórez.
Por otro lado, se produce una renovación de la novela con La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela. Esta obra,
con influencias de Quevedo y El Lazarillo, pero con un tono más agrio y directo, inauguró el llamado tremendismo, que
se caracteriza por mostrar los aspectos más sórdidos de la realidad de una manera cruda. Pascual Duarte vive en un
pueblo de Extremadura y sólo conoce la violencia como forma de solucionar los problemas que le surgen en la vida. El
argumento es truculento, sórdido, violento. Su influencia llega a los años 50 con el realismo social cultivado por
Fernández Santos y Aldecoa entre otros. Otra obra, Los Abel, de Ana María Matute, muestra características

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neorrealistas; se inicia con gran lirismo y poco a poco se sumerge en un realismo exacerbado. La mirada protagonista
infantil o adolescente es lo más sobresaliente y marca un distanciamiento afectivo entre realidad y sentimiento o
entendimiento.

1.2.2 Los años 50. El realismo social:

Cala con La colmena renueva la novela en este periodo. La obra denuncia la realidad de la sociedad española del
momento. Se enmarca en el realismo crítico ya que no sólo muestra la realidad, sino que también la explica y la
denuncia. El protagonista es colectivo; hay unos trescientos personajes, la mayoría de clase media baja, pequeña
burguesía venida a menos, con una situación inestable y un futuro incierto. Se desarrolla en Madrid, en unos días de
1943. Las innovaciones de esta obra serán aprovechadas por los autores de los 60.
Le siguen en esta renovación Miguel Delibes con El camino, también dentro del realismo crítico. Ambientada en un
ambiente rural de posguerra, con niños como protagonistas, trata temas como la naturaleza, la muerte, el amor y la
amistad… Hay asimismo una crítica de costumbres; Rafael Fernández Ferlosio con El Jarama, en la vertiente llamada
realismo objetivista, donde el narrador presenta los hechos con objetividad y reproduce los diálogos como si antes se
hubieran grabado. El narrador intenta pasar desapercibido, sin hacer comentarios o interpretaciones personales. Ignacio
Aldecoa, El fulgor y la sangre, Con el viento solano; Jesús Fernández Santos, Los bravos; Ana Mª Matute, Pequeño
teatro y Los hijos muertos; Carmen Martín Gaite, El balneario y Entre visillos y Luis Romero con La noria completan las
obras fundamentales de esta época.

1.2.3 Los años 60. Renovación de la novela:

La renovación en la novela tiene que ver con la influencia de modelos europeos y norteamericanos de los años 20
(Kafka, Proust y Joyce) y con la novela hispanoamericana (Vargas Llosa y Cortázar).
La obra fundamental que renueva este periodo es Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos. Rompe con el realismo
social precedente para llegar al realismo dialéctico a través de nuevas técnicas narrativas como el monólogo interior, la
segunda persona y el estilo indirecto libre. Otras obras importantes son: la trilogía de Los gozos y las sombras de
Torrente Ballester, Señas de identidad de Juan Goytisolo, Cinco horas con Mario de Miguel Delibes, Últimas tardes con
Teresa de Juan Marsé, Volverás a Región de Juan Benet y San Camilo 1936 de Camilo José Cela.
Esta novela experimental se completa con los siguientes cambios: desaparición del narrador omnisciente, uso del
perspectivismo (diferentes enfoques en la misma historia), finales abiertos, secuencias no numeradas en vez de
capítulos, caos cronológico con prolepsis y analepsis; el narrador interviene y denuncia; gran riqueza lingüística...

1.3.- PRESENCIA AUTOBIOGRÁFICA DE LA AUTORA EN Nada

En la creación del personaje de Andrea: las dos deciden abandonar su casa (su espíritu nómada); Laforet, a los dieciocho
años, abandona sola Las Palmas para ir a estudiar a Barcelona y liberarse del ambiente opresivo de la casa de su padre
y empezar a vivir por su cuenta; las dos son huérfanas, cuando Laforet decide abandonar la casa ya había perdido a su
madre; al llegar a Barcelona se alojan en casa de sus parientes, sufriendo un desengaño; una actitud de búsqueda, en la
Universidad, Laforet encuentra su lugar de desahogo; la importancia de la amistad, su amiga Linka Babecka; el mar se
convierte en fuente de libertad y alegría vital en sus vidas, aunque también es símbolo del encierro porque les impide salir
al mundo; las manifestaciones artísticas preferidas: la música y la arquitectura; las memorias, Laforet escribe Nada dos
años después de trasladarse de Barcelona a Madrid.
En la novela: la figura de Margarita (su espíritu nómada y la entrega a su familia, como Teodora Díaz, madre de Laforet);
la figura de la abuela de Andrea (Carmen); la figura de Angustias (su madrastra).

1.4.- Nada: ¿NOVELA SOCIAL O NOVELA PSICOLÓGICA?

Nada presenta rasgos de novela social, con un despiadado retrato de la clase media española en decadencia y, a la
vez, es una novela psicológica que intenta describir unos personajes atípicos, al margen de la sociedad, la familia de
Andrea. Los personajes de la calle Aribau son excepcionales, con conflictividad psicológica, agudizada por las tensiones
de la guerra: “después de la guerra han quedado un poco mal de los nervios ”. Pero, fuera de la casa, los restantes personajes,
incluyendo Andrea, son plenamente representativos. Son jóvenes de la burguesía catalana que viven de manera cómoda
y despreocupada, ya que sus familias no se han visto perjudicadas por la guerra civil e incluso se han beneficiado de ella.
Sin adherirse abiertamente al franquismo, esas familias se sitúan en el bando de los vencedores y, al estallar la Segunda
Guerra Mundial, “planean ganar millones”, probablemente comerciando con ciertos productos escasos.
La obra destaca por su neutralidad política: no se mencionan actos políticos o religiosos con los que el régimen
franquista trataba de hacerse presente en Barcelona; no aparecen referencias a la Falange, el partido fascista, ni ningún
personaje falangista o detalles del clima de represión que se vivía en la ciudad. Estos silencios son atribuibles al
apoliticismo de Laforet, que valoró más a las personas que a las ideologías políticas: el enfrentamiento entre Andrea y
Angustias no puede interpretarse en clave política y esa indiferencia política explicaría el desajuste argumental que se
produce en la caracterización política de la familia de Andrea, ya que situándose en el bando de los vencedores, vive
como si perteneciera a los perdedores.

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1.5.- EVOLUCIÓN NOVELÍSTICA DE LA ESCRITORA

La producción literaria de Carmen Laforet (1921-2004) no es muy amplia. La muerte de su madre y el matrimonio de su
padre con otra mujer, que no era de su agrado, se reflejó en tres de sus obras, Nada, La isla y sus demonios y La
insolación. Varios autores insisten en su visión feminista, pero también tuvo una visión mística del mundo, sobre todo en
La mujer nueva, cuyo tema central es la fe de la protagonista, una mujer que pasa de criticar a la Iglesia a practicar la
religión católica, cambio que ella misma eligió. La autora, en la correspondencia que mantuvo durante mucho tiempo con
el escritor Ramón J. Sender, así lo manifiesta.
Por otra parte, la intriga y el misterio son una constante en muchas de sus obras; Laforet podría considerarse la
precursora de la novela policiaca en España. Destaca el retrato de la sociedad del momento, en especial de la época de
la dictadura de Franco, en Al volver la esquina (publicada de manera póstuma en 2004). En ella sobresale la articulación
y complejidad de la estructura narrativa y forma parte de una trilogía titulada “Tres pasos fuera del tiempo”, junto a La
insolación y Jaque mate (nunca publicada).
Además, resalta como autora de novelas cortas y relatos (La muerta, Los emplazados, La niña…), artículos literarios,
guías de viajes y epistolarios con Ramón J. Sender y Elena Fortún.

1.6.- EL TÍTULO DE LA NOVELA NADA

El título está inspirado en un poema de Juan Ramón Jiménez y sus versos son el lema de la obra. Aparentemente, nada
le ha sucedido a Andrea en el año que pasa en Barcelona, pero es un nada irónico que trascenderá toda su vida.
Nada (fragmento)
A veces un gusto amargo
Un olor malo, una rara
Luz, un tono desacorde,
Un contacto que desgana
Como realidades fijas
Nuestros sentidos alcanzan
Y nos parecen que son
La verdad no sospechada… (J.R. Jiménez)

2.- ARGUMENTO:

La novela tiene poca acción, sin una intriga central basada en acontecimientos o aventuras. Sin embargo, mantiene el
interés del lector gracias a una serie de técnicas narrativas destinadas a crear una atmósfera de incertidumbre.
• La narradora da muy poca información sobre sí misma (es huérfana y viene de un pueblo canario en el que ha
vivido con una prima), pasando a un segundo plano y actuando como punto de vista impresionista. El lector ha
de reconstruir la psicología de Andrea no por lo que dice, sino por las pistas que va dando de manera implícita.
• La elusión narrativa plantea intrigas secundarias que no acaban de resolverse:
✓ La personalidad compleja y misteriosa de Román. Su pasado es borroso, en especial su actuación
durante la guerra. Se sabe que fue espía, miembro de la resistencia franquista en la Barcelona
republicana, por lo que fue encarcelado y torturado en una checa. Lo más lógico es que obtuviera algún
cargo o recompensa y no quedara marginado. Tampoco se comprende cómo no tiene permiso para
tener pistola, lo que Gloria considera ilegal. No quedan claras sus actividades clandestinas después de
la guerra. Al parecer, se dedica al mercado negro (“estraperlo”).
✓ Las relaciones sentimentales de Román. Durante toda la novela, Román es el centro de una serie de
intrigas amorosas con casi todas las mujeres, desde Margarita, la madre de Ena, hasta la criada,
pasando por Ena y Gloria. Son relaciones morbosas, envueltas en misterios y soterradas rivalidades.
También Andrea experimenta una contradictoria mezcla de sentimientos hacia Román.
✓ Las relaciones de Angustias con su jefe, también sumidas en una atmósfera de misterio, ya que
resultan contradictorias con la puritana moral que Angustias pretende imponer a Andrea.
✓ El futuro de Andrea después de salir de Barcelona. El desenlace es abierto y ambiguo. La narradora
relata después los hechos, por lo tanto, sabe cómo le ha ido tras salir de Barcelona, aunque la obra se
cierra sin que se sepa si se han resuelto los conflictos planteados. El título de la obra parece indicar
una ruptura total con el pasado, aunque arrastrará consigo alguna influencia de la convivencia con su
familia (“De la casa de la calle Aribau no me llevaba nada. Al menos, así, así creía entonces ”).

3.- TEMAS:

Los dos ejes temáticos que dan forma a la novela son la soledad y la libertad.
Con respecto a la soledad, desde el comienzo de la novela se hace patente; Andrea llega con retraso y eso provoca que
nadie la esté esperando en la estación. En la casa de Aribau se siente extraña y sola en una habitación miserable. La
familia también está sola, pues se trata de una familia de clase burguesa que, tras la guerra, ha venido a menos, y no lo
asume. A lo largo de la novela, solo en momentos puntuales y trágicos reciben visitas, como la huida de Angustias o el
suicidio de Román; en el resto de los casos, todos están solos, incluso Ena, y tratan de resolver sus problemas internos

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en soledad. Se trata de una soledad individual, característica en la novela de la posguerra de los cuarenta, que pasa a
convertirse en una soledad colectiva en los años cincuenta. Así, Andrea se refugia en sus pensamientos para resolver
esa soledad dentro de la casa de Aribau, y en el exterior, trata de mitigarla buscando amigos en la Universidad, sin
conseguirlo plenamente, por lo que los paseos en solitario por Barcelona son su refugio, de ahí que le moleste cualquier
intromisión que la distraiga de sus pensamientos internos. La libertad tal y como la entiende Andrea está relacionada con
la soledad. La realidad que la rodea no es la que aparece en sus sueños de libertad, no le gusta y, como consecuencia,
prefiere estar sola. Esto ocurre cuando Angustias se va la primera vez y deja libre su cuarto, que ocupa ahora Andrea. Allí
se encuentra libre, en la soledad de esa habitación, y le irrita cuando Juan le pide que no cierre la puerta con llave porque
ahí está el teléfono y necesitan acceder a él. Se puede relacionar este tema con la estructura, pues, en la primera parte,
existe un ambiente asfixiante de falta de libertad en la casa de Aribau que se transforma en la búsqueda de la libertad en
el ambiente universitario y en la ciudad de Barcelona en la segunda parte. El final de la novela regresa de nuevo a la
búsqueda de libertad, ahora en Madrid, pero con una transformación personal de Andrea, una madurez conseguida en un
año en la casa de Aribau, que abre nuevos horizontes para la adolescente.
Aparecen otros subtemas, como la frustración y el desencanto, la amistad, el amor o la moral, recurrentes en la etapa de
la adolescencia y vinculados a las circunstancias personales de cada personaje. La frustración y el desencanto se
observan ya en las primeras páginas, cuando la realidad con la que se encuentra Andrea poco o nada tiene que ver con
sus recuerdos de infancia, antes de la guerra: la casa ya no es lo que era, las personas ya no son lo que ella recordaba;
todo ha pasado de unos recuerdos ilusionantes e ingenuos a una realidad grotesca y horrible. Lo que ocurre es que
Andrea ha caído en el desencanto de sus ilusiones adolescente, se ha topado con la realidad, una realidad que no le
gusta. Como tal adolescente, sumida en la ingenuidad, no tiene un recorrido vital para saber enfrentarse a situaciones,
como la violencia entre Gloria y Juan, y por eso no toma partido. La amistad es fundamental para Andrea, ya que le
permite escapar del control de la casa, especialmente de Angustias, y encontrarse con sus iguales, con sus mismas
aspiraciones de libertad, como sus amigos de la casa de Guíxols, contrapunto de la casa de Aribau, o Ena, con la que
llega a romper cuando cree que no confía en ella. La pasión, aunque de forma sutil, está muy presente en la novela y se
relaciona con la moralidad de una sociedad destruida por la guerra. No solo de la forma convencional en una chica
adolescente que empieza a descubrir los cambios internos que le produce el sexo opuesto, sino también el amor velado
que se deja entrever entre ella y Román; el amor apasionado y romántico que vivieron la madre de Ena y Román; incluso
el amor imposible entre Angustias y Jerónimo, que abocan a la mujer del jefe de Angustias a ser recluida en un
manicomio; el amor prohibido entre Gloria y Román; las relaciones entre Gloria y Juan de las que Andrea no sabe nada; o
el amor convencional e ideal desde el punto de vista de una adolescente entre Ena y Jaime en sus escapadas por la
playa que acaban en matrimonio.
Por otra parte, es interesante el tema de la trascendencia del pasado en las personas. Un pasado que, como en el caso
de la madre de Ena, proyecta su sombra sobre el presente de los personajes.
Además, y como telón de fondo hay un retrato social que, aunque huye de la realidad que la ciudad de Barcelona vivía en
esos momentos, refleja perfectamente las consecuencias que la guerra había dejado en los personajes que configuran la
novela.

4.- ESTRUCTURA:

4.1.- EXTERNA:

Nada es una novela de extensión media formada por XXV capítulos sin titular que se dividen en tres partes:
PRIMERA PARTE: Del capítulo I al capítulo IX: Llegada de Andrea-Partida de Angustias. Iniciación, relaciones de Andrea
con Angustias, dominadora y vigilante. Angustias, soltera tras un romance que se verá más adelante, se marcha a un
convento, lo que produce una gran sensación de libertad.
SEGUNDA PARTE: Del capítulo X al capítulo XVIII: Nuevas expectativas-Fiesta en casa de Pons. Confusión para
dominar los impulsos del exterior, pero también comprensión de que la vida de la casa y la del exterior se funden en la
vida misma a través de las relaciones entre Ena y Román. Esta parte representa el despertar de su inocencia, ya que se
da cuenta de que la decadencia y la degeneración no es sólo cosa de la casa de Aribau, sino que está en todas partes.
TERCERA PARTE: Del capítulo XIX al capítulo XXV: Revelaciones acerca de Román-Partida de Andrea. Introspección y
comprensión que le permiten a Andrea una reflexión sobre la vida que va más allá de la casa y de Barcelona en general.
Su partida hacia Madrid con los familiares de Ena supone la ruptura total con el ambiente agobiante que le ha rodeado
desde el primer momento, pasando de la mirada casi infantil de Andrea ante la vida a una postura reflexiva casi adulta.
En estos XXV capítulos, que enmarcan una acción de un año de duración, desde octubre de 1939 cuando la
protagonista, Andrea, llega a Barcelona, a septiembre de 1940, momento en que Andrea abandona Barcelona y se
marcha a Madrid, Laforet narra la historia de los personajes que rodean a la adolescente en su estancia en la Ciudad
Condal. Los espacios principales son la casa de la calle Aribau, donde reside Andrea con su familia, cerrado, oscuro y
represivo, y el de la Universidad, abierto y vital. La casa de la calle Aribau es reflejo de la decadencia de una parte de la
burguesía catalana después de la Guerra Civil y los personajes que residen en ella casi se sienten atrapados en ese
espacio, que muestra la pervivencia de la guerra en las relaciones entre ellos, marcadas por la violencia; mientras que la
Universidad permite el amor y movimientos liberadores, como los paseos por Vía Layetana, la casa de Ena, las
escapadas a la playa donde se aman Ena y Jaime o el estudio de Guíxols, entre otros.

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Partes y capítulos Tiempo, curso Narración lineal Espacios Trayectoria vital de


académico, Andrea hacia la
1939-1940 libertad y la
independencia
I (I al IX) Octubre-febrero Andrea llega a Barcelona. Casa de Aribau. Interior Andrea vence su primer
Iniciación Conoce la casa de Aribau y a obstáculo (su tía
su familia. Acaba con la salida Angustias).
de la tía Angustias a un
convento.
II (X al XVIII) Marzo-junio Primera salida nocturna de Universidad. Barrio Gótico. La vida somete a
Despertar de la Andrea por Barcelona sin el Exterior. Andrea a nuevas
inocencia control de Angustias. Termina pruebas (gestión de su
con el baile de Andrea. libertad, hambre,
amistad)
III (XIX al XV) Julio-septiembre Se inicia con la conversación de Mezcla de los espacios de la Desencanto e ilusiones
Margarita y Andrea. Acaba con casa de Aribau y la perdidas de la
la partida a Madrid. universidad y del presente y el adolescencia.
pasado con la relación de Ena
y Román y de Margarita y
Román.

4.2.- INTERNA:

Se trata de un libro de memorias, como una recopilación de recuerdos (“ Me viene ahora el recuerdo de las noches en la calle
Aribau”), que están narrados siguiendo un orden temporal lineal (“Y creo que recuerdo claramente estas historias”).
La estructura externa no se corresponde con la estructura interna, puesto que las tres partes no marcan un cambio
significativo del desarrollo del contenido. Si en la primera parte la huida de Angustias sí puede justificar el inicio de la
segunda, la división entre ésta y la tercera tiene poca justificación. Ahora bien, si se tiene en cuenta que el diálogo entre
Andrea y la madre de Ena tiene una enorme importancia, quizá la autora quiera realzarlo comenzando la tercera parte de
la novela con ese diálogo.
Además de la estructura aparentemente abierta, la narración, con la presencia de motivos recurrentes, adquiere una
estructura circular: la maleta atada con la cuerda, símbolo de la miseria de la posguerra española, y el sentir de la misma
“expectación que un año antes”.

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