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TEMAS Y TESIS PARA EL RESUMEN DEL TEXTO DE DESCARTES

1. El tema de este fragmento es el proceso de duda metódica que Descartes sigue para
comprobar la firmeza de los “fundamentos” que ha establecido y su resultado: el
hallazgo de la primera verdad, del primer principio de la filosofía: “pienso, luego soy”.
Las tesis que establece Descartes con respecto a este tema son:
1.1. Que, en la investigación de la verdad debe rechazarse como falso todo lo
que pueda ser mínimamente dudoso,, para comprobar si hay alguna creencia indudable
(a diferencia de lo que debe hacerse en la vida práctica).
1.2. Que el testimonio de los sentidos es dudoso, pues a veces engañan.
1.3. Que los razonamientos son dudosos, pues cometemos errores al razonar
(paralogismos).
1.4. Que todo lo que ha entrado en nuestra mente es dudoso, pues los mismos
pensamientos nos aparecen estando dormidos que estando despiertos, pudiendo fingir
que no son más verdaderos en un estado que en otro.
1.5. Que “pienso, luego soy” es el primer principio de la filosofía, una verdad
que no puede ser socavada por ninguna duda escéptica, pues se sigue con necesidad
precisamente del hecho de dudar de todo. Porque puedo pensar que todo lo que pienso
es falso, pero, para poder pensarlo, yo tengo que existir, tengo que ser alguna cosa.

2. El tema de este fragmento es la naturaleza o esencia del sujeto, del yo, cuya
existencia acaba de establecer Descartes como principio de la filosofía. Con respecto
a este tema las tesis que Descartes establece son las siguientes:
2.1. El sujeto del pensamiento, el yo que piensa, es el alma;
2.2. Que el alma es una sustancia distinta e independiente del cuerpo,
2.3. Que el alma es más fácil de conocer que el cuerpo.
El argumento de Descartes pretende deducir estas tesis partiendo del hecho de que él,
como sujeto del pensamiento, es una sustancia cuya esencia consiste en pensar, porque
puede fingir que no tiene cuerpo y que no hay espacio donde él esté, sin que de ello se
siga que tenga que dejar de existir; mientras que si finge que deja de pensar, entonces ya
no tiene garantía de seguir existiendo.

3. El tema de este fragmento es el establecimiento del criterio de verdad como


evidencia (claridad y distinción) a partir del análisis de la primera proposición
verdadera: “Pienso, luego soy”. Y las tesis que establece Descartes con respecto a este
tema son que:
1. En “pienso, luego soy” sólo hay la visión clara y distinta de que para pensar
es preciso ser.
2. Por tanto, son verdaderas todas las cosas que percibimos clara y distintamente,
si bien es difícil determinar cuáles sean estas últimas.

4. El tema de este fragmento es el intento de Descartes de demostrar la existencia de


Dios a partir de la idea de Dios implicada en la idea que tiene de sí mismo como
sujeto que duda y que, por tanto, es imperfecto. Las tesis que establece Descartes es
que:
4.1. La idea de Dios que tengo en mí tiene que haber sido puesta en mí por Dios
mismo.
Y el argumento sería que la idea de un ser más perfecto que yo (que está
implicada en el conocimiento de mí mismo como sujeto que duda) no puede proceder de
la nada, pero tampoco puede depender de un ser menos perfecto, sino que sólo puede
proceder de un ser que efectivamente sea más perfecto que yo y que tenga todas las
perfecciones de las que yo pueda tener alguna idea. (No vale el mismo razonamiento
para las ideas de otras cosas distintas de mí, pero menos perfectas que yo, como las
cosas exteriores: sean verdaderas o falsas, esas ideas pueden derivar de mí mismo).

5. El tema de este fragmento es la diferencia entre las verdades de la


matemática y la verdad de la existencia de Dios (tal como queda “demostrada” por el
argumento ontológico). Y la tesis serían que:
5.1. La existencia de Dios es una verdad al menos tan evidente, es decir, tan
clara y distinta, como las demostraciones de la geometría.
5.2. Sólo que mientras que en éstas no hay nada que garantice la existencia de
sus objetos (el espacio extenso y sus divisiones, es decir, las figuras con sus diversos
tamaños y movimientos), en la idea de Dios está comprendida necesariamente su
existencia.

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