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TEMA:
IRA
ASIGNATURA:
SALUD MENTAL
DOCENTE:
LICDO: KEVIN ALDAIR CERRITOS GARCIA
RESPONSABLES:
WILLIAM FRANCISCO MENDEZ MARTINEZ
ROBIN LEVI VELASQUEZ HERNANDEZ
BYRON SAMUEL CASTILLO PEÑA
JORGE ALBERTO RODRIGUEZ MANCIA
ESPERANZA MARIA MORALES AGUILAR
DIANA SARAI MANCIA ROJAS
KENIA ALEJANDRA REVOLORIO GUEVARA
NIVEL ACADÉMICO:
LICENCIATURA EN ENFERMERÍA, CICLO VII, SECCIÓN ´´B´´
La ira es una de las enfermedades mentales más comunes en el ser humano. Sin embargo, no es
diagnosticada como tal, pero las personas que sufren de ira por lo general están desequilibradas
emocional, mental y socialmente. Ello hace que estos individuos no sepan controlar su ira la
mayor parte de su tiempo y aunque la mayoría de las veces son victimarios, también terminan
siendo víctimas de sí mismo.
A veces en nuestro entorno inmediato, es el que nos da motivos para estar irritados, las
responsabilidades y los problemas pueden convertirse en trampas llenas de acontecimientos y
personas que nos alteran.
Generalmente algunas personas se enojan con más facilidad que otras, tienen baja tolerancia a la
frustración, no pueden tomar las cosas con calma y se enfurecen con más frecuencia, también
están las que no exteriorizan su ira, pero se notan irritables, en algunas ocasiones se aíslan
socialmente, se ponen de mal humor y se enferman físicamente.
La lógica se ve derrotada por la ira, no hay ninguna razón y aunque se tenga no se quiere aceptar,
se convierte rápidamente en una idea irracional, a veces la ira y frustración son la causa de
problemas reales de la vida; por eso mismo cualquier persona principalmente los adolescentes
están sujetos a poder sentir ira en cualquier momento; de esta manera es importante establecer un
objetivo que será conocer los cambios producidos en las personas y encontrar estrategias para el
manejo de ira mediante la implementación de técnicas de reestructuración cognitiva
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Analizar el control de la ira en los procesos cognitivos
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Definir la ira
Analizar y evaluar los pensamientos de las personas que presentan ira
Identificar las señales de ira
Enumerar los factores de conducta
Exponer el manejo de la ira
DEFINICION
La ira es una reacción emocional lógica ante situaciones que se perciben como una injusticia o
ante algo que se interpone en la consecución de objetivos personales. Desde esta perspectiva,
como cualquier emoción, no sólo es útil, sino también necesaria, pues supone una voz de alarma
que resulta en una reacción impulsiva de contraposición a algo que se considera como una
agresión, reduce el miedo a la misma y genera la energía necesaria para actuar. Sin embargo, la
irascibilidad puede ser también un síntoma propio de estados de ansiedad, agotamiento,
depresión, trastornos de la conducta o incluso de fases avanzadas de demencia.
La ira se puede definir como una emoción acelerada que rara vez se puede vivir o experimentar
de manera agradable, por lo regular trae consigo sentimientos de frustración pierden el dominio
sobre sí mismo, estos suelen acompañarse con ideas irracionales, y lleva a la persona a perder el
control, a diferencia de cuando existe únicamente el enfado.
EFECTOS DE LA IRA
CARACTERISTICAS DE LA IRA
La ira es una reacción compleja en la que se ponen en funcionamiento tres tipos de respuestas:
ETAPAS DE LA IRA
Fase racional: la mayor parte de las personas suelen ser “razonables” durante bastante
tiempo, es decir, mantienen un nivel emocional adecuado para poder discutir de cualquier
problema.
Fase de disparo o de salida: la persona se dispara, da rienda suelta a sus emociones,
llegando incluso a ser grosera y hostil. No se debe tratar de razonar, lo oportuno es
escuchar.
Fase de enlentecimiento: el “estar fuera de sí” no dura siempre, si no hay provocaciones
posteriores, la reacción airada acaba “por venirse abajo”
Fase de afrontamiento: en este momento es cuando se puede empezar a intervenir
diciendo algo. Según lo que se diga puede darse una gran diferencia. Empatizar y
reconocer el estado emocional (sin juzgar) puede contribuir a “apagar la ira” y que
aparezca la calma.
Fase de enfriamiento: si la persona se ha visto reconocida en su sentimiento, se calmará.
Fase de solución del problema: cuando la persona vuelve al estado racional es posible
abordar el problema
MANEJO DE LA IRA
La ira es una reacción emocional lógica ante situaciones que se perciben como una injusticia o
ante algo que se interpone en la consecución de objetivos personales. Desde esta perspectiva,
como cualquier emoción, no sólo es útil, sino también necesaria, pues supone una voz de alarma
que resulta en una reacción impulsiva de contraposición a algo que se considera como una
agresión, reduce el miedo a la misma y genera la energía necesaria para actuar. Sin embargo, la
irascibilidad puede ser también un síntoma propio de estados de ansiedad, agotamiento,
depresión, trastornos de la conducta o incluso de fases avanzadas de demencia.
En cualquier caso, ser consciente de las causas de las reacciones de ira y aprender a gestionar
este tipo de emoción es algo importante, ya que permite evitar los estallidos poco o nada
justificados que pueden llegar a ser del todo irracionales. De lo contrario, la ira puede llevar a un
estado de agresividad que puede ser peligroso para uno mismo y para los demás.
También hay que saber parar en momentos determinados del día. Es estrés es un
facilitador de la ira. Las pausas en el trabajo para el café o la comida cumplen con esta
finalidad.
Aprender a relajarse: la relajación es una de las mejores formas de prevenir los estallidos
de ira y hay diferentes modos de hacerlo. Uno de ellos es la práctica habitual de ejercicio
físico, especialmente cuando éste es intenso y se realiza en compañía: ayuda a desterrar
de la mente los temas que causan la irritabilidad y después a verlos con otra perspectiva.
El yoga, el Tai-Chi o un simple baño de agua caliente son otros modos de lograr un
estado de relajación.
En momentos puntuales, en los que se detecta que se puede tener una reacción irascible,
respirar profundamente y de forma pausada durante unos instantes ayuda mucho para
evitar un posible estallido.
Evitar situaciones y personas que se sabe pueden resultar irritantes: la mayoría de las
personas son conscientes de que hay situaciones, otras personas o una combinación de
ambas cosas que les resultan irritantes. Si es así, lo mejor es evitarlas o retirarse a tiempo
antes de llegar al enfrentamiento y un arranque de ira.
La ayuda del psicólogo: si a pesar de todo las reacciones emocionales de ira siguen
dándose de manera frecuente sin ser capaces de controlarlas, es aconsejable buscar la
ayuda de un psicólogo, antes de que las personas del entorno habitual empiecen a alejarse
de uno. La terapia puede ayudar a cambiar actitudes que contribuyen a exagerar o
magnificar hasta el dramatismo episodios que carecen de importancia real y a llevar a
cabo una reestructuración cognitiva que permita gestionar adecuadamente la ira.
Tómate un recreo
Los recreos no son solo para los niños. Haz pequeñas pausas a lo largo del día en
momentos que suelen ser estresantes. Tomarte un momento de tranquilidad puede ayudar
a que te sientas mejor preparada para enfrentarte a lo que venga sin que te sientas irritada
o enojada.
No guardes rencor
El perdón es una herramienta poderosa. Si permites que la ira y otros sentimientos
negativos sustituyan a los positivos, quizás notes que tu propia amargura o sentido de
injusticia te abruman. Perdonar a alguien que te hizo enojar puede ayudarte a aprender de
la situación y a fortalecer la relación.
Ira interna
Es un tipo de enojo que va hacia dentro, es solamente una expresión del enojo reprimido dentro
del cuerpo para no hacerlo público. Es normal que las personas que sufran este tipo de cólera
acaben por tener problemas de salud, estos van desde dolores de cabeza hasta trombosis de la
coronaria.
Muchas veces este tipo de ira se debe a que los pacientes no saben expresar sus emociones, por
eventos traumáticos o porque, simplemente, no la saben identificar.