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DAR APOYO

En el momento de la vejez es cuando más


apoyo familiar al adulto mayor se necesita.
Ya sea por cuestiones de salud, de equilibrio,
de fuerza, o simplemente debido a algunos
padecimientos naturales y propios de la edad
que impiden realizar ciertas actividades con
normalidad.

ACEPTAR LOS CAMBIOS


El amor, la solidaridad, la paciencia, la
empatía y la ética son las emociones
que permitirán adaptarnos y aceptar
los cambios, y también ponernos en el
lugar del otro. Las personas
independientes y fuertes que alguna vez
conocimos hoy son más frágiles y
necesitan de nuestra ayuda y
colaboración.

NECESIDADES
Deberás enumerar y evaluar qué
necesidades prioritarias tiene la
persona que tienes a cargo y con qué
recursos harás frente a esas
necesidades. Elabora un plan sobre
qué podrá aportar cada miembro de
la familia para facilitar el proceso.

RESPONSABILIDADES
Para lograr la paz general y la felicidad
del anciano, deberás lograr acuerdos
familiares respecto a cuáles serán las
responsabilidades de cada miembro. Las
discusiones y roces serán algo común,
pero llegar a acuerdos para que nadie
resigne nada será lo ideal.

SERVICIO ASISTENCIAL
Contar con profesionales idóneos ya que las
personas adultas suele presentar más de una
patología y necesitan de ciertos cuidados específicos
de su salud, recolecta información, estudios y
opiniones para poder prevenir inconvenientes a
corto, mediano y largo plazo y entender cuando el
adulto necesite asistencia completa
ESTABLECER RUTINAS
De acuerdo con expertos, es importante
establecer horarios para todas las
actividades de un adulto mayor, ya sea para
baños, comidas, sueño y momentos de
relajación y paseos. Una rutina diaria ayuda
a los ancianos a sentirse seguros y los
motiva a esforzarse más.

ABANDONO DEL ADULTO MAYOR


Si bien son cuestiones culturales, de
educación y de creación de valores en los
más jóvenes desde la infancia, una de las
razones de abandono más comunes es
cuando se ha acabado la vida laboral útil. La
persona deja de ser productiva en términos
económicos transformándose en una
potencial carga para su familia.

Todo parece natural y ordenado


mientras reine la salud y la
independencia del adulto mayor, pero
cuando ese factor también empiece a
fallar, por ejemplo, por enfermedades,
fallecimiento de un cónyuge, entre
otros, es cuando podrán comenzar los
conflictos y la verdadera toma de
decisiones.

El adulto mayor con dependencia será


acogido (a) en una nueva casa y deberá
adaptarse a nuevas reglas, y muchas
veces, enfrentarse con personas que son
allegadas a la familia que no se sentirán
contentas con esta decisión. Hay veces que
no se puede conciliar en cuestiones
afectivas ni en las necesidades del
anciano, y se decide ingresarlo en una
residencia.

En algunos casos se puede hablar de


abandono parcial, que una persona
dependiente sea ingresada en un centro
geriátrico no es abandono, siempre y
cuando se lo visite regularmente y se
garantice el cumplimiento de todos sus
derechos y necesidades de parte de la
institución.

" CUIDAR DE QUIEN YA CUIDÓ DE


NOSOTROS ES LA MAYOR DE LAS
HONRAS...."

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