¿De qué manera se puede reconocer en el nacionalismo el

paradigma moderno de la racionalidad práctica?

En primer lugar, cuando se refiere al término "razón práctica", se refiere a un método

o estrategia, que es el razonamiento práctico de saber determinar fines adecuados y
medios adecuados. Por lo tanto, no se trata solo de una discusión sobre qué medios son
más útiles para lograr las metas propuestas, sino de una reflexión reflexiva sobre qué
metas se proponen los humanos, cómo las metas se subordinan o limitan entre sí y en
relación con la meta final. o un propósito superior, generalmente la felicidad, o pueden
ser contradictorios. En general, la razón práctica implica la ética.
Kant aboga por la autonomía, es decir, la libertad de acción, haciendo pleno uso de la
razón. La razón práctica o pensamiento práctico es la razón fáctica aplicada al ser, y por
tanto la razón práctica está relacionada con la ética.
En este sentido, la libertad comienza a jugar un papel fundamental en la razón práctica,
ya que el hombre actúa libremente dentro de los límites del pleno uso de la razón. Es
decir, según Kant, la razón práctica consiste en saber cómo deben comportarse o
comportarse los seres humanos, y se interesa por los principios que hacen posible
que la conducta sea racional y por tanto moral.
Kant cree que uno debe distinguir entre los usos teóricos y prácticos de la razón, y el
destino de la razón en el sentido práctico es generar buena voluntad en sí misma. Para
Kant, las decisiones morales no pueden basarse en ninguna experiencia, porque la moral
debe ser válida para todos en todas las situaciones (debe ser universal), y al mismo tiempo
debe justificar su propia realización (debe ser de carácter necesario).
En este sentido, la ley moral es una ley formal, una ley que contiene solo la forma, y no
el contenido, de la moralidad. La Fundamentación para una metafísica de las costumbres,
tal vez una de las obras más importantes del pensamiento moral de Kant se propone
buscar y establecer el principio supremo de la moralidad.
Al entrar en el nacionalismo, la racionalidad práctica se llega a encontrar por ejemplo
cuando en el texto de menciona al ítalo-peruano Antauro Humala Tasso, en donde este
busca imponer una idea de “nacionalismo peruano”. Este, mediante el uso de la fuerza y
amenaza, buscaba que el país se aferre a un solo ideal ( a los de él), porque para él eso era
ser realmente peruano.
El nacionalismo consiste en aferrarse a una identidad que identifica a los individuos
como pueblo. El nacionalismo, fundamenta sus ideas en la creencia de que existen ciertas
características comunes a una comunidad nacional o supranacional, debido a lo cual se
propone legitimarlas y modelarlas políticamente. Por otro lado, el sentimiento de
pertenencia a la nación propia se llama patriotismo, que llevado más allá de ese
sentimiento se convertiría en nacionalismo, dos términos similares, pero que sus límites
son muy diferentes.
Kant, justifica las guerras y movimientos revolucionarios mientras sean por un fin
de bienestar y mejora, y el nacionalismo es eso lo que quiere brindar a la
redundantemente mencionada nación. En donde busca los mayores y similares individuos
posibles, para poder levantar a su pueblo y llevarlo al éxito sin importar las consecuencias
o peligros.
Para agregar, Kant no es el padre del nacionalismo sino todo lo contrario: el defensor del
progreso ilustrado y cosmopolita que constituye, precisamente, la negación del
nacionalismo. En este artículo expondré los argumentos del debate para después volver
sobre Kant y mostrar qué nos decía este sobre las naciones.
La ética de Kant se centra en cómo debemos actuar. Y ¿cómo hemos de actuar? La
respuesta es por deber. «Una acción hecha por deber tiene su valor moral, no en el
propósito que por medio de ella se quiera alcanzar, sino en la máxima por la cual ha sido
resuelta».

Carlos Ivan Manuel Briceño Ocaña.