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KANT

INTRODUCCIÓN

Inmanuel Kant nació en Prusia en 1724 y fue un filósofo alemán que logró sintetizar el
racionalismo y el empirismo en su teoría conocida como idealismo trascendental. Además,
es el primer y más importante representante del criticismo y fundador del idealismo alemán,
reflejado en su obra Crítica a la razón pura.

La obra filosófica de Kant está enmarcada en el contexto de la Ilustración (s.XVIII), un


movimiento cultural cuyo objetivo es alcanzar el progreso. Kant confiaba en la razón para
acabar con los problemas del hombre y llegar a dicho progreso, puesto que es la base de
los principios epistemológicos. Estas reflexiones están recogidas en obras como Paz
Perpetua y un artículo llamado ¿Qué es la ilustración?, en donde se encuentra la famosa
expresión “Sapere aude: ten valor de servirte de tu propia razón”, y así reclamar la
autonomía del sujeto frente a la heteronomía.

Por otro lado, Kant se planteó la pregunta “¿Qué es el hombre?”, que engloba otras
preguntas como: ”Qué puedo conocer” en su obra Crítica a la razón pura, “¿Qué debo
hacer?” en sus obras Crítica de la razón práctica y la Fundamentación de la metafísica de
las costumbres y, por último, “¿Qué me cabe esperar?”.

ÉTICA

Kant defendió una postura dualista para salvaguardar la libertad del individuo. Distinguió
entre “mundo fenoménico”, el de los fenómenos sometidos a las leyes causales de la
naturaleza y por tanto no libre, y el “mundo nouménico”, que es guiado por leyes diferentes,
puesto que es el de la voluntad humana y la razón y, por tanto, donde se da la libertad.

Esta razón se presenta para Kant en dos usos diferentes: el uso teórico (para el
conocimiento del mundo) y el uso práctico (para la moralidad). Así, la libertad se da en la
autodeterminación del sujeto, en la capacidad de darse a uno mismo sus propias leyes.

Así, la ética de Kant va a romper con la tradición moral, puesto que anteriormente todas las
éticas habían sido materialistas mientras que la suya, va a ser una ética formal.

Las éticas materiales son aquellas que nos dicen qué debemos hacer para conseguir el bien
perseguido. Se caracterizan por ser a posteriori o empíricas -pues están basadas en la
experiencia - y en carecer de validez universal -son imperativos condicionales o hipotéticos
-. Además, son heterónomas, porque no es el sujeto lo que mueve la voluntad humana. sino
elementos exteriores, no su propia razón, careciendo de libertad.

Kant, por otro lado,quiere construir una ética cuyos principios e imperativos sean válidos
para todo el mundo. Además, como está interesado en salvaguardar la libertad del ser
humano, sus imperativos no establecen lo que tiene que hacer el sujeto sino cómo es la
acción moral o el comportamiento moralmente correcto.
Así, Kant va a desarrollar una ética que llamará ética formal. Esta se caracteriza por ser a
priori -ya que son imperativos categóricos que valen por sí mismos- y tienen validez
universal. Además son autónomas, pues es el propio individuo quien dicta sus propias
normas con independencia de la experiencia.

Por último, según Kant, sólo actuamos moralmente cuando lo hacemos por respeto al
deber, distinguiendo entre acciones contrarias al deber, conformes al deber o por respeto al
poder. Siendo las últimas las únicas que tienen validez moral. Por tanto, su ética es una
moral de la intención.

Una formulación del imperativo categórico es “obra de tal modo que el motivo que te ha
llevado a actuar sea una ley universal” la cual no establece ninguna norma en sí, sino la
forma que ha de tener cualquiera de nuestras normas. Otra formulación es “obra de tal
modo que uses la humanidad, tanto en tu personal como en la otra persona, siempre como
un fin y nunca como un medio”, afirmando que toda persona es un ser autónomo que
merece ser tratado con dignidad humana.

Finalmente, Kant mostró la imposibilidad de hacer ciencia de la metafísica, encargada de


reflexionar sobre tres cuestiones: Alma, Dios y mundo. Estas ideas, aunque no tienen lugar
en el conocimiento, son muy importantes en la voluntad humana, en la razón práctica.

Así, libertad, inmortalidad humana y Dios son los tres postulados (algo que no se puede
demostrar pero que es una condición para que exista la moral) de la razón práctica.

Cabe destacar que la teoría ética de Kant es la primera que se intenta construir desde la
razón y no desde ningún fundamento religioso.

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