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UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO

FACULTAD DE LAS CIENCIAS SOCIALES, EDUCACION COMERCIAL


Y DERECHO

CARRERA:

TRABAJO SOCIAL

DOCENTE:

VALENZUELA VALDEZ JEREMIAS ALFONSO

MATERIA:

DERECHOS HUMANOS Y CIUDADANOS

TEMA:

El agotamiento de los recursos internos de cada Estado, previo al acceso


ante el Sistema Interamericano de protección de Derechos Humanos

INTEGRANTES:

HERNANDEZ CELI LAURA VICTORIA

GALLARDO VALENCIA CINDY GABRIELA

FIGUEROA SACAN EDITH ANA

MARTILLO GAVILANES VANESSA JULIANNA

OSORIO PALMA ELIZABETH KAROLINA

CURSO:

SEGUNDO SEMESTRE S6
Introducción

En el siguiente ensayo se redactará de forma analítica, las ideologías planteadas con


fines de cambio social y personal, impuesto por los aportes universales otorgados por los
Derechos presentes en la sociedad, así mismo, resaltando la intervención de la
declaración de derechos humanos para desarrollo y fortalecimiento del trabajo social. La
siguiente redacción abarca circunstancias que fundamentan los principios que propician
la práctica de la axiología y el aplicativo de derechos que corresponden a un individuo
por el simple hecho de existir como ser humano, esto reflejado en métodos referentes al
trabajo social.

Este trabajo de investigación es producto de explorar contenido acerca de la falta de


agotamiento de los recursos internos y su relación con los derechos humanos a las
garantías y protección judicial. Desde el punto de vista de un tribunal americano, su
propósito es revisar los estándares jurisprudenciales establecidos por la corte IDH para
declarar los remedios nacionales especificados por los estados con base en las
excepciones iniciales, las mismas no cumplen con los estándares de la Convención, por
lo que su análisis concluye sobre el fondo del caso, la inadecuación y la responsabilidad
internacional en materia de garantías y protección jurídica frente a violaciones de
derechos humanos. Una de las áreas en las que el derecho internacional ha
experimentado un mayor cambio en las últimas décadas y aún se encuentra en una fase
de formación y consolidación es el derecho de los derechos humanos. En este campo,
que se caracteriza por el progresivo desarrollo de los derechos humanos y siempre con
el objetivo más amplio de preservar y fortalecer los derechos de las personas, existe una
clara tendencia hacia la protección de los grupos considerados vulnerables, el desarrollo
de mecanismos de protección internacional más eficaces, e incluso el desarrollo de
nuevos actos jurídicos.

Con ayuda de la revisión de referencias bibliográficas y la constancia de los diferentes


autores re percusores de teorías, se sustenta la importancia y beneficios de los Derechos
humanos al trabajo social. Así, de esta manera podremos identificar las ventajas
existentes en ser partícipes de sociedades que han venido evolucionando con el tiempo
y de qué manera poder aportar para erradicar conflictos brindando soportes de
convivencia y trato de personas.

El objeto de estudio para elaboración del siguiente trabajo de investigación es conocer


sobre la obligatoriedad del agotamiento de instancias judiciales, administrativas,
nacionales, previo al acceso ante el sistema interamericano de protección de Derechos
Humanos para conseguir resultados óptimos en constancia a la transformación de un
aprendizaje básico a un significativo, reflejándose a través de la investigación y
recaudación de resultados.
El agotamiento de los recursos internos en el sistema interamericano de
protección de los derechos humanos.

La regla sobre el agotamiento de los recursos internos implica una obligación


paralela para los Estados, ya que presupone la existencia de un sistema judicial en
funcionamiento y tiene en cuenta los recursos suficientes para proteger a las personas
en el ejercicio de sus derechos humanos; es precisamente debido a la ausencia de
recursos legales nacionales efectivos que las víctimas son vulnerables, lo cual es la razón
de ser de la protección internacional. Esta disposición tiene precedente en el derecho
internacional clásico, que permite a los Estados reconocer los reclamos de sus
nacionales como parte del régimen de protección diplomática en contra de terceros
Estados; sin embargo, la intervención del Estado sólo es posible después que el individuo
haya, inter alía, agotado los recursos de la jurisdicción interna, momento en el que surgiría
la responsabilidad internacional del Estado infractor (Faúndez, 2009, pág. 40).

Independientemente de la base lógica de este requisito, el agotamiento de los


recursos internos es una de las condiciones de admisibilidad, que crea mayores
dificultades en su aplicación práctica y crea más desacuerdos sobre la interpretación de
su naturaleza, alcance y consecuencias; La efectividad de dichos recursos, el momento
y las barreras que los estados finalmente imponen a su uso facilitan determinar qué
recursos están disponibles o deberían usarse en cada caso. Estos son los recursos que
el peticionario debe hacer efectivos. El derecho de toda persona a un recurso sencillo y
rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante un juez o tribunal competente que la
ampare contra violaciones de sus derechos fundamentales no sólo es uno de los pilares
fundamentales de la Convención Americana, sino también parte del propio estado de
derecho en una sociedad democrática.Por consiguiente, los Estados tienen la
responsabilidad de consagrar normativamente y de asegurar la debida aplicación de los
recursos efectivos y las garantías del debido proceso legal ante las autoridades
competentes que amparen a todas las personas bajo su jurisdicción contra actos que
violen sus derechos fundamentales, o que conlleven a la determinación de los derechos
y obligaciones.
Estos recursos tienen por objeto que el Estado cumpla con su obligación de
proteger y garantizar los derechos consagrados en la Convención, la cual establece que
las sentencias de los tribunales nacionales deben ser respetadas y ejecutadas. Por lo
tanto, el agotamiento de los recursos nacionales también puede verse como un elemento
de consideraciones de interés propio, ya que una operación más eficiente de los sistemas
legales nacionales puede garantizar una reparación rápida por posibles violaciones de
los derechos, en lugar de demorar la acción o ser simplemente una prerrogativa
disponible del estado. En el contexto de la Convención Americana, el principio del previo
agotamiento de los recursos internos, que corresponde al objetivo de la institución en el
derecho internacional clásico, es evitar la interposición de demandas en la jurisdicción
internacional que puedan ser resueltas en tribunales nacionales; no puede considerarse
una violación de los derechos humanos internacionales si la ley nacional está
suficientemente satisfecha y los mecanismos internacionales de protección de los
derechos humanos deben considerarse secundarios a la ley nacional para que el caso
no esté disponible o los recursos disponibles. inadecuada o ineficaz.

La Corte IDH indicó que los argumentos del Estado sobre el proceso administrativo
en la demanda pueden ser fundamentales para limitar y determinar la responsabilidad y
pretensiones del Estado en el marco de una compensación compleja, indicando así que
si bien la compensación del Consejo no es un significado de estar agotado. Es importante
analizarlo en los casos presentados por las víctimas o sus familiares, exigiendo una justa
indemnización. Por lo tanto, determinó que el análisis de los recursos podía ser satisfecho
en cuanto al fondo y rechazó la excepción del Estado. En el fondo del caso, el Estado
realizó un estudio por la violación a los derechos de garantías judiciales y protección
judicial. A pesar de que, la Corte IDH determinó que se habían desarrollado numerosas
y efectivas diligencias de investigación y no se encontró responsabilidad por parte del
Estado en conexidad con estos derechos mencionados.

Características de los recursos que hay que agotar

Los recursos que se utilizarán son los aplicables a la jurisdicción interna, es decir,
de acuerdo con procedimientos predeterminados cuya experiencia coincida con los
recursos del poder judicial y cuyas decisiones sean ejecutables. Por lo tanto, los casos o
solicitudes que puedan presentarse ante un órgano ejecutivo definitivamente no son
recursos judiciales, y su consideración, que no reúna las características antes
mencionadas, queda excluida, especialmente considerando el grado de discrecionalidad
con que las autoridades pueden responder a los mismos.

Estos recursos deben consumirse en su integridad, no bastando con la decisión


de un mero incidente dentro del medio, o con una sentencia interlocutoria que no ponga
fin al mismo. En tal sentido, las cuestiones incidentales son obstáculos procesales
imprevistos, o elementos indispensables para despejar el acceso lógico al fondo del
asunto, y las sentencias interlocutorias tendrían la misma finalidad; pero respecto de los
cuales no se agotarían los recursos de la jurisdicción interna en ausencia de una decisión
firme fundada en cosa juzgada. Sin embargo, la mera omisión de las autoridades
judiciales de pronunciarse después de interpuestos los recursos disponibles, lo que
resultó en una denegación de justicia, es suficiente para que el Comité considere que se
han agotado los recursos disponibles para la parte agraviada.

En todo caso, deberán utilizarse los recursos que resulten adecuados en el


contexto preciso de la presunta violación de los derechos humanos. Al respecto, la
Comisión señaló que en los casos en que se negó la libertad al imputado, se trató de un
incidente del proceso invocado en contra del peticionario, y que, por lo tanto, el
agotamiento de los recursos internos se ejecutó con la interposición de los petitorios
respectivos de excarcelación y las determinaciones denegatorias; también fueron
apeladas por las previstas en el código de procedimiento en materia penal ante la Corte
Suprema en virtud de lo dispuesto en la ley de enjuiciamiento Criminal, la cual también
fue desestimada. Se deben utilizar los recursos legales del país acusado de las
violaciones de derechos humanos mencionadas en la petición. En un caso relacionado
con reclamaciones derivadas de operaciones militares de EE.UU. en panamá para
derrocar y capturar a Manuel Antonio Noriega en diciembre de 1989, el gobierno de
EE.UU. objetó la admisibilidad de la petición antes mencionada, alegando que no había
suficientes recursos disponibles en Panamá.

De esta manera dentro de los reglamentos dictaminados en los Estados Unidos el


art. 46, N° 1, letra a), Según la Convención, los recursos a utilizar son recursos internos
de conformidad con los principios generalmente aceptados del derecho internacional.
Una de las preguntas que a menudo plantea la regla del agotamiento de los recursos
internos es si los principios del derecho internacional contenidos en la Convención se
aplican únicamente al agotamiento de los recursos ordinarios o si incluyen todos los
recursos disponibles en el ordenamiento jurídico interno. La jurisprudencia de la Corte
Internacional de Justicia, particularmente en los casos barcos noruegos y ambatielos,
parece favorecer el uso de todos los recursos disponibles bajo los regímenes legales
pertinentes; además, los principios de derecho internacional enunciados en la convención
americana sí lo hacen. no parece distinguir entre los recursos ordinarias y extraordinarias.

Según la CDI, la cuestión central no es si se trata de un recurso ordinario o


extraordinario, sino si proporciona un recurso efectivo y suficiente. En cualquier caso, es
importante que no haya obligación de agotar los que no sean aptos. prevenir posibles
daños por medios legales; por lo tanto, los recursos legales especiales deben agotarse
solo si son el recurso legal deseado en el caso específico y brindan una oportunidad para
restaurar la situación legal violada. En consecuencia, tampoco existe la obligación de
agotar todos los recursos disponibles, incluidos aquellos de naturaleza inusual que no
pueden reparar el perjuicio alegado.

El momento en que se deben agotar los recursos internos.

Determinar el derecho de petición para el previo agotamiento de los recursos


internos requiere primero definir el punto crítico en el que deben agotarse los recursos
estatales. En principio, las disposiciones que estamos discutiendo parecen indicar que
los recursos internos deben buscarse antes las instancias internacionales.

Sin embargo, el art. 46 N° 1, literal a, de la Convención sólo establece que, para


que una petición o comunicación “sea admitida por la Comisión se requerirá que se hayan
interpuesto y el agotamiento de los recursos de la jurisdicción doméstica, la regla no
requiere que dichos recursos se busquen antes de que se presente la petición, sino antes
de que el comité decida aceptar la petición.

Aunque es inusual, es posible que un peticionario o víctima esté sujeto a la


jurisdicción estatal después de que la petición haya sido presentada al Comité o después
de que haya sido declarada admisible o al menos procesada. Si bien lo anterior puede
ser en principio un reconocimiento de la disponibilidad de recursos, no significa
necesariamente que la petición deba ser desestimada como inadmisible; puede pasar
que esos requerimientos versen sobre un acto nuevo, o que no sean adecuados o
efectivos y que, por lo tanto, no sean de aquellos que se tiene el deber de concluir.

Las excepciones a la regla y su desarrollo jurisprudencial

De esta manera, la disposición sobre el previo agotamiento de los recursos


internos no puede convertirse en un obstáculo insalvable que impida el acceso a la
Comisión; Al respecto, la Corte señaló que la fundamentación de la protección
internacional de los derechos humanos radica en la necesidad de salvaguardar a la
víctima del ejercicio arbitrario del poder público. De ninguna manera la regla del previo
agotamiento debe conducir a que se detenga o demore hasta la inutilidad la actuación
internacional en auxilio de la víctima indefensa. Esa es la razón por la cual el art. 46.2
establece excepciones a la exigibilidad de la utilización de los recursos internos como
requerimientos para aducir la protección internacional.

Se menciona que, en la práctica de la Comisión, ésta ha considerado que ella no


es aplicable cuando se trata de casos generales de violación de derechos humanos, en
oposición a casos individuales. La razón de esta excepción es el análisis de la situación
global de derechos humanos en un país en particular predice violaciones generalizadas
de derechos humanos, en cuyo caso la Comisión no es un ejemplo de una solución
internacional ni un intento de resolver la situación. cierta persona, Sin embargo, el Informe
General permite suponer que el estado de derecho no existe en las circunstancias
descritas por la Comisión o que no existe un juicio justo o los recursos de la jurisdicción
interna son meramente dilatorios, no resultando ni adecuados ni eficaces, por lo que tal
constatación permitiría argumentar que, en casos individuales, exigir al peticionario el
agotamiento de los recursos internos constituiría un trámite meramente dilatorio.

En todo caso, las únicas excepciones a la regla del agotamiento recursos internos
sólo retrasan el proceso. En todo caso, las únicas excepciones a la regla del agotamiento
de los recursos internos son las previstas en la Convención y no otras. En un caso, el
autor hace vagas referencias a la consejería y la carencia de recursos económicos, el
Comité considera que las circunstancias en sí mismas, aun cuando sean moralmente
aceptables, sin que se establezca o demuestre claramente que se trata de una de las
excepciones específicas, no tienen capacidad jurídica para invalidar las disposiciones
expresas del Pacto; por lo tanto, el comité cree que en tales casos En este caso, ni la
acción ni la inacción pueden atribuirse a la incapacidad del estado condenado para
impugnar con prontitud las violaciones señaladas por el demandante.

Preliminares referentes al agotamiento de los recursos internos en el sistema


interamericano de protección de los derechos humanos.

En cuanto al agotamiento de los recursos internos, el artículo 46(1)(a) de la


Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que existe un requisito
procesal para que una denuncia o comunicación sea admisible, lo que significa que la
víctima o sus representantes, de conformidad con los principios generalmente aceptados
del derecho internacional, los recursos deben estar disponibles en las jurisdicciones
nacionales. Entre ellos, el sistema de protección internacional es de subsidiariedad y
complementariedad, pues permite al país condenado conocer la situación jurídica de las
violaciones a los derechos humanos y resolverlas conforme a la legislación nacional
antes de que se inicien los procedimientos internacionales (Serrano, 2019, pág. 185).

A pesar de ello, la misma Convención Americana en el artículo 46.2, establece tres


exclusiones a esta regla en favor de las víctimas, a saber, que:

a) no existe un debido proceso bajo las leyes del país en cuestión para proteger
los derechos que pueden haber sido violados.

b) no se haya autorizado al presunto lesionado en sus derechos el acceso a los


recursos de la jurisdicción interna, o haya sido imposibilitado de agotarlos.

c) Retraso irrazonable en decidir sobre los arreglos anteriores (Organización de


los Estados Americanos, Convención de los Estados Unidos, 1969).

La construcción de los límites jurisprudenciales sigue desde 2010-2016. Análisis


jurídico de las excepciones preliminares y sentencias de fondo de la Corte Americana de
Derechos Humanos, en particular la jurisprudencia en los siguientes casos de que la
Corte IDH desestimó la excepción preliminar por circunstancias que se pueden presentar
en el proceso de esta ante el sistema interamericano, como son la falta de realización de
los requerimientos procesales y de los reconocimientos de un compromiso de los
Estados, con los cuales se aguarda, que es evidente la interacción y de paso la
declaración de responsabilidad.

Derechos, acceso, y rol de las víctimas en el sistema interamericano de


protección de derechos humanos.

El sistema interamericano de protección de los derechos humanos, en su


evolución y práctica desde la adopción de la Declaración Americana de Derechos y
Deberes del Hombre y la creación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
se encuentra atravesando una etapa de perfeccionamiento. En este marco, se ha
inaugura una amplia discusión sobre cómo hacer más efectivo y dinámico el sistema,
adaptándolo a las necesidades actuales de todas las personas que se encuentran bajo
la jurisdicción de los países miembros de la Organización de los Estados Americanos. En
esta revisión, un aspecto a considerar es el papel de los individuos, especialmente de las
víctimas y sus representantes, en el sistema de derechos humanos interamericano.

El derecho internacional clásico se ocupa de ciertas relaciones de derecho público


en el juego del poder soberano, y los estados participan directa y exclusivamente; como
único sujeto de la diplomacia internacional, comienzan a dividir el poder y ajustar las
relaciones mutuas. Por otra parte, se deduce que los organismos internacionales carecen
de autonomía real respecto del principio de soberanía nacional que regula el
funcionamiento del derecho internacional por sobre el resto de los principios.

Las organizaciones internacionales que surgen luego de la Segunda Guerra


Mundial y que cuentan como sus objetivos principales, lograr el mantenimiento de la paz
y llevar adelante la realización de la cooperación internacional, marcan para el derecho
contemporáneo la puesta en arranque de la apertura hacia una participación más efectiva
de la sociedad civil en el plano internacional. También, comienza a producirse una
tensión, entre el inicio de soberanía estatal, y el de respeto a los derechos humanos;
tensión que obliga a redefinir el pensamiento de soberanía, y armonizarlo con la
organización de competencias nacional e internacional en materia de derechos humanos.
Derechos de la víctima ante el decreto en la aplicación de la normativa.

La noción de la victima

La noción de víctima bajo derecho internacional refiere a la parte lesionada. De


acuerdo con las reglas generales sobre la responsabilidad internacional de los Estados,
una parte lesionada es una parte cuyos derechos personales han sido privados o
limitados por un hecho internacionalmente ilícito, o que de otro modo ha sido
especialmente afectada por ese hecho. En el ámbito de la protección internacional de los
derechos humanos, una víctima es una persona cuyos derechos han sido violados, es
decir, una parte cuyos derechos han sido vulnerados generándosele un daño. A menudo
también se le refiere como la parte agraviado.

El marco legal vigente define a una víctima de la siguiente manera: una persona
cuyos derechos han sido violados por una decisión judicial. En otras palabras, la víctima
es la persona cuyos derechos han sido determinados por el tribunal, contra quien se ha
determinado que la violación ha causado un daño. Durante el proceso de determinación
de si hubo o no dicha violación, la parte que alega haber sido lesionada es referido a lo
largo del proceso con el nombre de presunta víctima. Es necesario requerir que la
sentencia de la Corte que encuentra violaciones en detrimento de alguien no tiene un
valor constitutivo de la situación de la víctima, sino que sólo inspecciona dicha condición.

Cabe señalar que por otro lado que este salto cualitativo de la situación de la
víctima dentro del sistema interamericano en el desarrollo contenciosos ante la Corte se
da en un instante en que el rostro de la víctima que accede hoy al sistema viene
cambiando. Dos son las tendencias claras que se perfilan. De un lado tenemos que las
víctimas provenientes de los sectores más marginados y excluidos de nuestro hemisferio
se ven cada vez más representadas dentro del grueso de casos adjudicados por la Corte.
Por otra parte, tenemos que los casos que llegan hoy ante la Corte engloban cada vez
más multiplicidad de víctimas: la Corte hoy sustenta exitosamente el reto de adjudicar no
sólo casos que tienen que ver con los derechos conculcados de un individuo o dos, sino
la vulneración de derechos humanos de poblaciones enteras de los sectores más
excluidos de Latinoamérica.
Los derechos de las víctimas.

El sistema Interamericano de protección a los derechos humanos, posee dos tipos


de medidas conservatorias: Estas disposiciones tienen como finalidad inicial,
salvaguardar los derechos procesales de las partes en un litigio. Veremos a continuación
el régimen de las mismas ante la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tiene como competencia
las llamadas medidas de prevención, y en su Reglamento se dispone el procedimiento
de estas, el cual entiende a cualquier Estado Miembro de la OEA (Tinta, 2010, pág. 154).

Las condiciones para la procedencia de las medidas cautelares, son: que se trate
de un caso necesario, y que sea obligatorio tomarlas para evitar daños irremediables a
las personas. El Reglamento, menciona que la Comisión sólo podrá pedir a los gobiernos
involucrados que las medidas se tomen; por lo cual, las decisiones de la Comisión al
respecto no parecen ser jurídicamente obligatorias para los Estados.

Las medidas provisionales, son de competencia de la Corte Interamericana, y su


regulación deriva de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En cuanto a
su origen, debe tratarse de una situación de extrema gravedad y urgencia y sólo se
realizará en caso necesario para evitar causar daños permanentes a las personas. Se
les pide que se ocupen de casos que ya han sido escuchados por el tribunal o casos que
aún no se han remitido al tribunal. Estas medidas pueden ser solicitadas por la Comisión
o tomadas de oficio por los tribunales. Como ya hemos mencionado, la conexión entre
las medidas cautelares y los derechos de las víctimas es obvia: podemos señalar la
naturaleza dual de las medidas cautelares establecidas en el sistema de los Estados
Unidos. Por un lado, brindan garantías para cooperar en los casos en proceso judicial,
que es la función tradicional de las medidas conservadoras. Por el otro, de acuerdo a las
modalidades de su aplicación, tienden a proteger derechos humanos fundamentales de
personas que pueden sufrir daños irreparables.

La victima antes los decretos de la comisión.

Si bien el reglamento de la Comisión, le encarga a la directiva de prestar


particular atención a la tarea de observancia de algunos de los derechos humanos que
se encuentran contenidos en la Declaración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre, se considera que dicha norma . Sólo confiere prioridad al tratamiento de
denuncias que conciernan a los derechos allí nombran, pero no restringe las
competencias de la Comisión únicamente a la supervisión de esos derechos. En tal
sentido, hay que apuntar que el art. 26 del Reglamento de la Comisión le permite obtener
y tramitar denuncias referentes a presuntas violaciones de un derecho reconocido, según
el caso, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos o en la Declaración
Americana de Derechos y Deberes del Hombre.

La Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas,


determina que el trámite de las demandas o comunicaciones presentadas ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en que se alegue la desaparición
forzada de personas, estará sujeto a los procedimientos establecidos la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, y en los Estatutos y Reglamentos de la Comisión
y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, incluso las normas relativas a
medidas cautelares. Esta inteligente disposición, determina específicamente un
mecanismo que ya está establecido en el sistema, para no incurrir en la multiplicidad de
procedimientos.

Conclusiones

Se remite a una conclusión inclinada a la importancia de la creación de una línea


jurisprudencial la cual logra determinar acontecimientos dentro de la Corte IDH mismas
que son emitidas en un espacio temporal permitiendo la declaración de derechos que
validen la justicia y la paz. Es pertinente señalar el hecho de declarar precedentes los
cuales planteen la responsabilidad de asegurar el no agotamiento de recursos internos,
los cuales estén respaldados por garantías judiciales y la protección en contra de
violaciones a los derechos humanos.

Es prescindible aclarar que la corte interamericana de Derechos Humanos, al


momento de estudiar la excepción preliminar referente a la falta de agotamiento de los
recursos internos, realiza una revisión de los requisitos procesales creados
jurisprudencialmente, con cual se puede certificar y asegurar que el seguimiento de estos
actos se den de forma legítima y se pueda asegurar la aplicación de cambios por parte
de la corte IDH, la cual controla formalmente para generar que se realicen análisis
detallados ante los recursos interpuestos por el Estado.

Finalmente se podría decir, que el estudio de la admisibilidad de la excepción


partiendo de los recursos dados por el estado, su legitimidad y efectividad permite que la
Comisión Interamericana detecte anormalidades y rectifique dichas. Por consiguiente, se
puede considerar la seguridad jurídica de las víctimas que se presentan para
salvaguardar sus derechos dependiendo de la naturaleza de dicha vulneración y el fin de
este.
BIBLIOGRAFÍA
Ledesma, H. F. (2009). El agotamiento de los recursos internos en el sistema interamericano de
protección de los derechos humanos. Revista IIDH, 40. Obtenido de
https://www.iidh.ed.cr/IIDH/media/1755/faundez-2007.pdf

Serrano, A. G. (2019). La excepción preliminar falta de agotamiento de recursos internos y su


relación con el estudio de caso. La Opinión Juridica, 185. Obtenido de
http://www.scielo.org.co/pdf/ojum/v18n36/1692-2530-ojum-18-36-183.pdf

Tinta, M. F. (2010). Las victimas ante la corte Interamericana. Revista Juridicial, 154. Obtenido
de https://www.corteidh.or.cr/tablas/r08060-4.pdf

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