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-Historias para pensar- La bondad

No era más que bueno (Jesús Burgaleta)

Cuando lo concibió su madre todos los del pueblo sospecharon. ¡Era una chica maravillosa!
Casi llegaron a perdonárselo. Pero, para su mentalidad, era demasiado.
Una vecina, con fama de vidente, dejó dicho entre las sombras de los portales de las casas de
las callejuelas: -Este niño será un personaje singular, de él se esperan grandes cosas.
Las mujeres en el lavadero y en la fuente cuchicheaban al oído:
- El hijo de la joven va a nacer con estrella.
El día de su nacimiento los curiosos se apresuraron a verlo, para vislumbrar en su rostro su
futuro. Pero era un niño cualquiera: tenía los ojos negros, como todos los de su raza, y los
cabellos negros y la tez morena.
Creció tan anodinamente y fue tan normal, que hasta las viejas que recuerdan las historias
llegaron a olvidarse de que la adivina había predicho cosas maravillosas de él.
Sin embargo, a la medida en que se fue haciendo adulto, se despertó en él una personalidad
poco común: poseía una conciencia lúcida, interpretaba con profundidad la realidad y tenía,
junto con la franqueza y la valentía, un fuerte espíritu crítico.
La gente comenzó a comentar la bondad que desprendía, su capacidad de comprensión, cómo
entraba en sintonía inmediata con los que le trataban. También observaron que, cuando se
reunían a orar, él ponía un acento singular en algunas palabras y, cuando se comentaba el
libro venerado, él llegaba al fondo de su sentido, dejando en evidencia la superficialidad de
tantos listos que andaban por el pueblo dándoselas de guías.
Llegó un tiempo en que despertó en mucha gente un gran interés: le llamaban para pasear y
conversar, le esperaban cuando salía de su casa y le seguían. Como cada vez destacaba más su
personalidad, hubo muchos que entablaron una gran relación con él.
Quisieron hacer un club en torno suyo, luego pretendieron crear un movimiento. Algunos
pusieron grandes esperanzas en él y soñaron en llegar a alcanzar todos sus deseos. Creyeron
que allí había un foco importante de poder para barrer tanta maldad, todas las corrupciones y
comenzar una era de servicio al pueblo.
Pero él hacía oídos sordos a tanto sueño y a las bravatas que, de vez en cuando, soltaban
algunos de sus amigos.
Él sólo quería hacer el bien. Se acercaba a los que todos apartaban; daba la mano a los
extranjeros e inmigrantes; sentaba a su mesa a los que consideraban como perros apestados;
miraba con ternura a las mujeres perdidas por las esquinas. Incitaba a la gente a ser buena, a
tener buen corazón, a dejarse embargar por buenas intenciones, a hacer obras buenas que
procuraran el bien a todos.
Cuando vieron claras sus intenciones, muchos se desinflaron. Se decían para sí: ¡Bah, es un
benefactor! ¡Se dedica a la caridad! ¡Sólo es una buena persona! Se quedaron tan
desengañados, que lo abandonaron, lo despreciaron, llegaron a olvidarlo. ¡ Y tan sólo porque
no era más que bueno...!

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2.-Historias para pensar- La bondad

VOLVEMOS A PENSAR SOBRE LA HISTORIA


Contesta con tus propias palabras a las siguientes preguntas:

LEO
¿Quién es el protagonista de la
historia?

Describe lo que sucede…

COMPRENDO
¿Qué pretende enseñar en esta
historia respecto a las personas?

APLICO
-¿En qué nos parecemos cada uno a
este personaje?

¿En qué te gustaría parecerte?

- De Jesús se dijo que “pasó


haciendo el bien”.
¿Qué te gustaría que se dijera de ti
al final de tu vida?
Justifica tus afirmaciones.

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