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OBJETIVOS
Los objetivos nos indican las metas que queremos alcanzar, los indicadores nos muestran
los desvíos y contribuyen a definir acciones correctivas. Los indicadores de Gestión
resultan ser una manifestación de los objetivos estratégicos de una organización a partir
de su Misión. Igualmente, resultan de la necesidad de asegurar la integración entre los
resultados operacionales y estratégicos de la empresa. Deben reflejar la Estrategia
corporativa a todos los empleados, que es el plan o camino a seguir para lograr la misión.
2. Visión, Estrategia y Objetivos
La Estrategia es el plan para alcanzar las metas propuestas en la misión. Hay variadas
metodologías para definirlo, implementarlo y revisarlo periódicamente. Su elección
dependerá de múltiples factores, como el tipo de industria o sector en que participa la
organización, el tipo de cultura, la disponibilidad de recursos, la solidez de los equipos de
la organización, la escala del negocio / empresa y el entorno socio-económico, entre los
más importantes. Permanentemente surgen nuevas teorías e ideas que actualizan estas
metodologías para adaptarlas a un entorno cada vez más dinámico y desafiante. Sin
embargo, habitualmente, una buena definición de la estrategia abarcará invariablemente
los siguientes tópicos:
- ¿Cómo son y cómo se espera que sean el entorno social, político y económico?
- ¿Cuáles serán los key drivers que harán rentable y sostenible a mi negocio?
- ¿Cuáles son los recursos de los que dispongo y de los que necesitaré disponer?
La herramienta, clásica y difundida, del FODA puede ser muy útil para sentar las bases de
la planificación estratégica. Esta, básicamente, consiste en un análisis de las brechas que
deben ser intervenidas por la entidad para el logro de los objetivos. Pueden ser producto
de debilidades organizacionales, o bien de eventuales brechas que surgirán para
enfrentar nuevos desafíos. Este análisis FODA permite realizar un diagnóstico dinámico
de la institución.
El tipo de restricciones pueden provenir tanto desde la propia organización (que en este
caso convencionalmente se han denominado “debilidades”), o bien desde el ambiente
externo, que también se conocen mejor como amenazas. Desde el punto de vista de las
condiciones favorables, éstas también pueden provenir desde el ámbito interno que en
general se las ha denominado como “fortalezas”, o del ambiente externo o entorno a la
organización u “oportunidades”.
…
Los Objetivos son, entonces, emergentes de la Misión y del Plan Estratégico de la
organización. Son los logros que la empresa espera concretar a mediano y largo plazo
para alcanzar las metas de forma eficiente y eficaz.
Resumiendo, esquemáticamente:
3. Objetivos
Los objetivos son valores, propósitos o finalidades de una organización y expresan una
expectativa que se pretende alcanzar en el futuro. Son metas, y deben tener muy bien
determinado el sujeto de la acción, debe ser cuantificado y establecido para un plazo de
tiempo específico.
3.2 Clasificación de los Objetivos
En organizaciones de cualquier tamaño, los objetivos de alto nivel crean metas para las
unidades de nivel inferior, las cuales, a su vez, crean sus propios objetivos, y así
sucesivamente, en una cascada de resolución de problemas a niveles de detalle cada vez
más finos. Los objetivos no sólo caen en cascada por las jerarquías, también caen en
cascada en el tiempo.
Una de las herramientas más poderosas para el equipo de liderazgo (de un líder) de una
organización es la definición de objetivos ambiciosos y estimulantes, pero factibles. La
viabilidad de un objetivo bien definido es invaluable para administrar la energía y el
enfoque de la organización. Cada organización se enfrenta en ocasiones a situaciones
complejas y ambiguas, que pueden ser desalentadoras. Un importante deber de cualquier
líder es absorber gran parte de esa complejidad y ambigüedad, transmitiendo a la
organización un problema más simple, uno que sea solucionable. Muchos directivos
fracasan gravemente en esta responsabilidad, anunciando objetivos ambiciosos sin
resolver una buena parte de la ambigüedad sobre los obstáculos concretos que deben
superarse. Asumir la responsabilidad es establecer objetivos realistas y entregar a la
organización un problema que realmente puede resolver.
- revelan prioridades.
- producen sinergia.
- disminuyen la incertidumbre.
1
Extracto adaptado de “Estudio de un caso de fijación de objetivos anuales en una empresa transnacional”,
Fernando Simonetti, Universidad Nacional de Buenos Aires, Año 2013.
“No hay forma de trabajar en una compañía como esta si no se pone un marco de
objetivos. Pero [aquí] el proceso se cumple por cumplir, los objetivos son los de la
corporación y así se bajan. Es una pena porque a la gente le interesa tener
objetivos para su desarrollo personal. Hacerlo parcialmente o mal es peor que no
hacerlo”.
“Los objetivos que bajaron los dejé porque es una foto que debe estar. Los veo
como informativos: nuestra influencia en ellos en medio anecdótica. Pero yo tomé
una postura de generar uno o dos objetivos que tengan sentido para nuestro
contexto, a nivel de persona”
“La gente vive los objetivos organizacionales como algo impuesto. Los objetivos
concretos de proyecto o de entrenamiento los ven como propios, porque los
acordamos. Yo transformo los objetivos en algo que tenga sentido para la gente,
cosas tangibles, para que luego las pueda evaluar”.
Muchos libros de texto sobre temas estratégicos sugieren la idea de que cuanto
más dinámica sea la situación, más lejos debe mirar un líder. Esto es ilógico.
Cuanto más dinámica sea la situación, más pobre será su previsión. Por lo tanto,
cuanto más incierta y dinámica sea la situación, más próximo debe ser un objetivo
estratégico. El objetivo próximo está guiado por las previsiones de futuro, pero
cuanto más incierto es el futuro, más su lógica esencial es la de "tomar una
posición fuerte y crear opciones", además de mirar hacia adelante.
4. Metodología SMART
Esta metodología constituye una herramienta que permite definir objetivos en forma
precisa, apropiada y relevante, contribuyendo de ese modo al logro de las metas
establecidas.
El acrónimo SMART habría sido acuñado por G. T. Doran en su artículo de 1981 (Doran,
1981), sintetizando una serie de ideas que hasta ese momento estaban dispersas en
diferentes publicaciones. Básicamente, esta herramienta es de utilidad para elaborar una
afirmación acerca de los resultados a alcanzar.
Existen otras alternativas posibles de nominación, que utilizan diferentes autores para
diferentes contextos; por ejemplo:
Más allá de la acepción que finalmente se seleccione para cada letra, la mayor utilidad de
esta herramienta es que brinda la posibilidad de utilizar un método simple y un código (un
lenguaje) compartido para definir y comunicar los objetivos de la organización.
5. Bibliografía
Anthony, Robert (1998), "El Control de Gestión" Marco, Entorno Proceso". Harvard
Business School. Ed. Deusto, Barcelona.